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Importancia del estudio de la Ética
1. ¿Cómo se explica que el empirismo sostenga que el bien no es objetivo? 2. ¿En qué consiste la llamada
falacia naturalista y cómo se muestra su inconsistencia?
Todas nuestras acciones persiguen algún bien, sea relativo o absoluto. El bien es la primera realidad
advertida por la razón práctica, por la razón que planea y dirige la conducta. Por eso que todo hombre posee
un conocimiento espontáneo de lo que es el bien. Pero el bien es difícil de definir con precisión. La bondad
es la cualidad de ser bueno. Hay una bondad ontológica (la que todo ente tiene por sus propiedades y
perfecciones) y una bondad moral. Ahora, el hecho de que sea difícil de definir no significa que sea
indefinible. Moore, en Principia Ethica, enseña que el bien es una noción clara para la inteligencia, pero que
esta es indefinible. Para Moore, el bien es bien y nada más. Pero la bondad de las cosas (bien ontológico) es
un aspecto de su ser. Para Moore, una cosa es ser bueno y otra cosa distinta es ser (a secas). Moore califica
de falacia naturalista todo intento de definir el bien, y así niega la posibilidad de que exista una ética teórica.
Pero si por “ser” se entiende acto y perfección, salta a la vista que todo ente es bueno en tanto que es. Una
cosa es más buena en cuanto es más perfecta, en la medida que es ente. El ente es bueno en cuanto
apetecible, todo ente es bueno desde el punto de vista de que su perfección es conveniente para un sujeto
capaz de querer o desear: el bien es lo que todos desean. El ente no es bueno por ser amable o amado de
hecho, sino que es amable por ser bueno. La raíz de la bondad consiste entonces en la perfección propia de
los entes. Las cosas son apetecibles en la medida que son perfectas (perfecto en tanto que está en acto). Ens
et bonum convertuntur (mientras más intensidad de ente haya en el ser, habrá una mayor bondad). Una cosa
es más buena en cuanto es más perfecta, en la medida que es ente.
3. ¿Cómo se entiende, según el aristotelismo, la tendencia al bien? 4. ¿Por qué se afirma que la Ética solo
es posible si el bien es algo objetivo?
En la Grecia clásica, la reflexión ético-filosófica tuvo como punto de partida la constatación de que el hombre
aspira al bien, y de que esa aspiración es el motor de toda su actividad. Así Aristóteles inicia su Ética a
Nicómaco poniendo de manifiesto que acción y bien son términos correlativos: «Toda arte y toda
investigación, y del mismo modo toda acción y elección, parecen tender a algún bien; por esto se ha dicho
con razón que el bien es aquello a que todas las cosas tienden» [Aristóteles, Ética a Nicómaco, I, 1: 1094 a 1-
3]. Una cosa es más buena en cuanto es más perfecta, en la medida que es ente. El ente no es bueno por ser
amable o amado de hecho, sino que es amable por ser bueno. La raíz de la bondad consiste entonces en la
perfección propia de los entes. Las cosas son apetecibles en la medida que son perfectas (perfecto en tanto
que está en acto). Ens et bonum convertuntur (mientras más intensidad de ente haya en el ser, habrá una
mayor bondad). Una cosa es más buena en cuanto es más perfecta, en la medida que es ente.
La bondad está en el ser mismo de las distintas realidades (una cosa es más buena en cuanto es más perfecta,
en la medida que es ente). Pero no es resultado de nuestra disposición tendencial de atracción hacia ello.
Esta inclinación tendencial favorable se da por una propiedad que nos atrae, que no es más que su bondad.
Es aquí donde se activan los apetitos. El hombre por naturaleza busca el bien en cuanto le es conveniente, y
lo que nos conviene es el bien, la bondad de las cosas.
5. ¿Cómo se aplica en Ética la noción de telos formulada por Aristóteles?
La naturaleza (lat. natura, yo nazco) es la misma especie constitutiva de un ente en cuanto es también el
principio de sus operaciones específicas. La experiencia ordinaria indica que los seres vivientes llevan a cabo
sus operaciones orientadas a alcanzar la plenitud de su modo de ser específico (naturaleza), que debe ser
favorable, considerando que para el ser humano vivir según la plenitud de la propia naturaleza es el buen
vivir (eu zen; gr. eu →buen; zen→ acto de vivir), que es el objetivo de la ética. Para poder vivir bien se
requiere obrar bien. Esto es el ergon (gr. trabajo, acción, operación). Se tiene que pasar de la pura potencia
(huevo cigoto) al acto (adulto con vida plena) mediante el ergon. Si el ergon ha sido el correcto, se ha llegado
a la plenitud, al final. Naturaleza también se entiende como término final un proceso. Por eso es llamada
telos por Aristóteles, o forma plenamente realizada (gr. entelechteia). Entelechteia → en- telechteia. Este
telos es el en. Goal, meta, la finalidad, la naturaleza. Si se llega a alcanzar la entelechteia, el acto máximo, se
llega a la eudaimonia (el pleno desarrollo humano, felicidad) planteada por Aristóteles.
6. ¿Qué se entiende por bien moral? 7. ¿Cómo se ha planteado el fundamento último del bien moral?
El bien moral son las costumbres que nos llevan al mejor modo de vivir. Es propio de la naturaleza humana
“actuar bajo la guía de la razón por autodeterminación (con libertad)”. El concepto de razón aquí ser refiere
al intelecto y a la voluntad. Se refiere al gr. ortólogos (razón correcta, criterio). Actuar con criterio. La acción
es moralmente buena cuando se es consciente y es libremente realizada (soy dueño de mi) y cuando
perfecciona a la naturaleza humana. Por ser el fundamente último del orden natural, el Ser Supremo (Dios)
es también el fundamente supremo del orden moral. Dios fundamente también el orden moral en cuanto
es su Fin (ya que Dios es la personificación del bien, el Bien absoluto que los hombres buscan de manera
intrínseca). Se busca un bien honesto, un bien que le convenga a la naturaleza humana. La acción es
moralmente buena cuando conviene a la naturaleza humana porque conviene a absolutamente todo. Es por
esto por lo que el bien moral requiere de un fundamente último absoluto, porque no basta que sea
conveniente para la naturaleza humana, porque así sería un bien relativo. Esta acción buena se refiere al Ser
Supremo, es algo conveniente por él, por lo tanto, es absolutamente conveniente. Es conveniente a todo
porque todo está sujeto a Él. El bien para el hombre se nos presenta como lo absolutamente bueno.
8. ¿Por qué refuta Sócrates a los sofistas sobre qué sea lo más conveniente para el ser humano?
La ética surge con Sócrates en el humanismo griego. Los sofistas eran maestros que iban de ciudad en ciudad
enseñando a ser buenos ciudadanos y fueron los primeros pensadores que cobraron dinero por sus
enseñanzas. Estos fueron los primeros en introducir el relativismo. La ética surge como un rechazo a
satisfacerse con los bienes relativos que proporcionan las técnicas que enseñaban los sofistas. Esto se da
porque lo más conveniente para el ser humano siempre se va a presentar en una forma absoluta, no relativa.
El bien para el hombre se nos presenta como lo absolutamente bueno. El método de enseñanza socrático es
procurar y ayudar al discípulo a que desarrolle sus propias ideas, en lugar de, como los sofistas, inculcar una
serie de doctrinas establecidas para que se elija la más conveniente o la más ajustada a las necesidades de
cada cual. Los sofistas enseñaban una doctrina relativista, y como ya hemos visto, el bien no es relativo, sino
absoluto.
9. ¿Cómo se demuestra que el mal no tenga causa propia? 10. ¿Cuál es la causa del mal?
El mal como tal no puede existir, pero se puede interpretar como lo contrario a lo que representa, es decir,
a la ausencia del bien. Es una deficiencia o privación de algo debido. El mal es real, pero no es nada positivo,
porque la privación es solo la negación de algo en una sustancia. El mal no es una naturaleza o esencia,
porque esta no es la causa de la privación de un bien debido. El mal no tiene un principio que cause
directamente la carencia, pues si la hubiera sería algo contradictorio, porque entonces la esencia sería
simultáneamente el principio por el que es natural tener y no tener una misma perfección. La volición libre
del mal consiste en querer un bien sin guardar el orden de los medio y fin último. La voluntad hace que la
inteligencia no considere el bien rechazado, lo que hace que el defecto intelectual sea voluntario en todo
delito. Más que un error, es no considerar lo que la voluntad quiere. El mal en sentido absoluto es el mal
moral opuesto al bien moral. El mal moral es la ofensa al Ser Supremo (Dios) y consiste en la libre trasgresión
por parte del hombre de las exigencias esenciales de la naturaleza, que constituyen el orden al último fin.
Este es el único y verdadero mal, pues es la pérdida del fin último, del verdadero bien moral, del bien
absoluto. El mal físico es un mal relativo. Ej: la enfermedad es la carencia de la salud (lat. infirmitas → falta
algo). El sentido moral común nos dice que no todas las acciones malas tienen la misma gravedad.
La causa del mal puede ser efecto per accidens y como efecto defectuoso de una causa deficiente (como lo
es la voluntad humana). Si es como efecto per accidens: se da cuando un agente bueno en cuanto tal, causa
su propio efecto (bueno) y al hacerlo priva al sujeto de la forma contraria a la del efecto producido. Ej:
medicina y efectos secundarios. Pero si es como efecto de una causa defectuosa de una causa deficiente
(como la voluntad humana), se da cuando la causa no está en buenas condiciones y por tanto obra mal. Ej:
fármaco en mal estado. La voluntad solo se inclina necesariamente ante el bien en sentido absoluto, pero es
la voluntad del agente la que obra mal al tomar un bien relativo como absoluto (Ej: ladrón).
La causalidad del mal moral es exclusivamente la voluntad de la criatura (en este caso del hombre). Es per
accidens porque la libertad no busca el mal en cuanto tal, sino que se adhiere al aspecto bueno que todo
objeto tiene (aunque sea relativo). Esto no quiere decir que el sujeto no se de cuenta de que obra mal. El Ser
Supremo causa aquello que la acción mala tiene de acción como causa primera, lo “malo” de la acción es
causado por el libre arbitrio de la persona. Este Ser da la “energía” para vivir en el acto primario, lo segundo,
lo que sigue depende de cada uno. Existen factores que inducen al mal pero no son causa suficiente, son las
tentaciones. Existe el principio que dice que “la inteligencia propone, mientras que la voluntad dispone”.
Nada puede ser sugerido si antes no ha sido conocido (“nihil voltium nisi praecongnitum”). La voluntad no
actúa al margen de la razón. Sin la inteligencia no se entiende, y si algo no es previamente entendido,
entonces no puede ser querido. Una persona obra dándose cuenta actualmente de que su obrar se opone a
la ley moral. Esto supone un error en la inteligencia, inducido por la voluntad que solo permite considerar el
aspecto de bien que tiene el efecto sin atender a sus limitaciones.