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sociedad*
Harold D. Lasswell
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El acto de la comunicación
¿Quién
dice qué
en qué canal
a quién
y con qué efecto?
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m enudo, es m ás sencillo co m b in ar el análisis de audiencia
y el de efecto, po r ejem plo, que m antenerlos separados.
Por o tra p arte, puede in te resa r concentrarse en el análisis
de contenido, y con este fin subdividir el cam po en dos
zonas d istintas: el estudio de los datos, centrado en el
m ensaje, y el estudio del estilo, centrado sobre la organi
zación de los elem entos que com ponen el m ensaje.
Estructura y función
Equivalencias biológicas
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T
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m as categorías se aplican a lo que o curre entre m iem bros
de u n a sociedad anim al. El astu to zorro puede acercarse
al gallinero de tal m odo que procure unos estím ulos de
m asiado leves p a ra inducir al centinela a d a r la ala rm a , o
bien cabe que el an im al a ta c a n te elim ine al centinela a n
tes de que éste pu ed a p roferir m ás que un leve gem ido.
E videntem ente, existen todas las gradaciones posibles en
tre con d u ctib ilid ad to tal y ausencia de conductibilidad.
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la interdependencia, diferenciación y actividad de los cen
tros corticales y subcorticales de un organism o individual.
Por tanto, los m arcos de observación hallados en tales
puntos son los m ás variables, refinados e interactivos en
tre todos los m arcos de la com unidad m undial.
En el otro extrem o se en cuentran los m arcos de obser
vación de los h ab itan tes de regiones aisladas. En general
no se da el caso de que las cu ltu ras p rim itivas estén to ta l
m ente vírgenes de la civilización in d u strial. T anto si nos
lanzam os en paracaíd as sobre el in terio r de N ueva Gui
nea, com o si aterrizam os en las vertientes del H im alaya,
no encontrarem os una trib u to talm ente desconectada del
m undo. Los largos hilos del com ercio, del celo m isionero,
de la exploración av en tu rera y del estudio científico, así
com o los de la guerra a escala m undial, llegan a los puntos
m ás distantes. N adie se encuentra totalm ente al m argen
de este m undo.
E ntre los prim itivos, la form a final asum ida por la
com unicación es la b alad a o el cuento. Sucesos lejanos al
m undo m oderno, sucesos que llegan en form a de noticia a
las audiencias m etropolitanas, quedan reflejados, por dé
bilm ente que sea, en el m aterial tem ático de can tan tes y
recitadores de baladas. En estas creaciones, rem otos lí
deres políticos pueden aparecer rep artien d o tierras entre
los cam pesinos o restableciendo la ab u n d an cia de la caza
en las m ontañas.
Cuando rem am os agua a rrib a en el flujo de la com u
nicación, observam os que la función de relevo p ara los
nóm adas y los tribeños m ás alejados es realizada a veces
por los h ab itan tes de poblados sedentarios con los que
aquéllos en tra n en contacto. El agente del relevo puede
ser el m aestro de escuela, el m édico, el juez, el recaudador
de im puestos, el policía, el soldado, el vendedor a m b u
lante, el vagabundo, el m isionero o el estudiante, y en
cualquier caso es un nudo en la red de noticias y com en
tarios.
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Equivalencias más detalladas
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O bien, p a ra expresarlo de o tra m anera, hay com unica
ción en dos sentidos cuando las funciones de enviar y re
cibir son efectuadas con la m ism a frecuencia por dos o
m ás personas. Suele suponerse que u n a conversación es
una p a u ta de com unicación en dos sentidos (aunque los
m onólogos son bien conocidos). Los m odernos in stru m en
tos de com unicación de m asas otorgan u n a ventaja
enorm e a quienes controlan los talleres de im presión,
equipos de radiodifusión y otras form as de cap ital fijo y
especializado. Pero debería tenerse en cuenta que las au
diencias «replican» (talk back), tra s una cierta dem ora, y
m uchos «controladores» (gate-keepers) de mass-media em
plean m étodos científicos de sondeo de opinión a fin de
acelerar este cierre del circuito.
Los circuitos de contacto en dos direcciones se hacen
presentes p articu larm en te en los grandes centros m etro
politanos, políticos y culturales del m undo. N ueva York,
M oscú, Londres y París, por ejem plo, se encuentran en
intenso contacto de doble dirección, incluso cuando el vo
lum en del flujo es drásticam ente reducido (como ocurre
en M oscú y N ueva York). Incluso hay puntos relativ a
m ente insignificantes que se convierten en centros m un
diales al ser convertidos en capitales (C anberra en A ustra
lia, Ankara en T urquía, o el D istrito de C olum bia en Es
tados Unidos). Un centro cu ltu ral com o la Ciudad del Va
ticano m antiene u n a intensa relación de dos direcciones
con los centros d om inantes de todo el m undo. Incluso cen
tros de producción especializada com o Hollywood, pese a
su preponderancia en cuanto a m aterial saliente, reciben
un enorm e volum en de m ensajes.
Cabe establecer o tra distinción entre control de m en
sajes y centros o grupos de m anipulación de m ensajes. El
centro de m ensajes en el vasto edificio del Pentágono, en
el D epartam ento de G uerra de W ashington, transm ite
—sólo con algunos cam bios accidentales— los m ensajes
en tran tes a otros destinatarios. Tal es la misión de los ta
lleres de im presión y de las distrib u id o ras de libros, la de
los expedidores, operadores y m ensajeros relacionados
con la com unicación telegráfica, y la de los técnicos rela-
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d o n a d o s con las em isoras de radio y televisión. Estos ex
pedidores de m ensajes co n tra sta n con quienes de alguna
m an e ra m odifican el contenido de lo que se ha dicho, fun
ción que es p ro p ia de editores, censores y p ropagandistas.
Al h a b la r de los especialistas del sím bolo en general, los
dividim os, por consiguiente, en m anipuladores (o contro
ladores) y expedidores; el p rim e r grupo suele m odificar el
contenido, cosa que no hace el segundo.
Necesidades y valores
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pecies no h um anas.3 G racias a los datos aportados po r el
h a b la (y otros actos de com unicación), es posible investi
gar la sociedad h u m an a en térm inos de valores, es decir,
con respecto a unas categorías de relaciones que son ob
jetos reconocidos de gratificación. En E stados Unidos, por
ejem plo, no se requiere u n a elaborada técnica de estudio
p a ra discernir que poder y respeto son valores; nos es po
sible dem ostrarlo escuchando testim onios y observando
lo que se hace cuando se presenta una oportunidad.
Es posible establecer una lista de los valores com unes
a cada m iem bro del grupo elegido p a ra la investigación, y
adem ás podem os d escubrir el orden de im p o rtan cia con
que tales valores son percibidos. Es posible clasificar a los
m iem bros del grupo de acuerdo con su posición en rela
ción con los valores. En lo que a la civilización ind u strial
se refiere, no vacilam os en a firm ar que poder, riqueza, res
peto, bienestar e inteligencia se cuentan entre los valores.
Si nos param os en esta lista, que no es exhaustiva, nos
cabe describir, en base a los conocim ientos disponibles
(por fragm entarios que éstos puedan ser), la estru ctu ra
social de la m ayor parte del m undo. Puesto que los valores
no están eq u itativ am en te distribuidos, la e stru c tu ra so
cial revela m ayor o m enor concentración de poder, de ri
queza y de otros valores en unas pocas m anos. En ciertos
lugares, esta concentración pasa de una generación a otra,
form ación de castas en vez de co n stitu ir una sociedad m ó
vil.
En toda sociedad, los valores son m odelados y d istri
buidos de acuerdo con unas norm as m ás o m enos d istin
tivas (instituciones). Las instituciones incluyen com uni
caciones que son invocadas com o apoyo de la red de ac
ción com o un todo. E stas com unicaciones son la ideología.
Por lo que se refiere al poder, cabe d istinguir entre la doc
trina política, la fórmula política y la m iranda,4 En Estados
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Unidos, el individualism o rep resen ta la doctrina, los p á
rrafos de la C onstitución, la fórm ula, y las cerem onias y
leyendas de la vida pública, las mirandas. La ideología es
com unicada a la joven generación a través de agentes es
pecializados com o el hogar y la escuela.
La ideología sólo es u n a p a rte de los m itos de una
sociedad d eterm in ad a. Pueden existir contraideologías di
rig id as co n tra la doctrina, las fórm ulas y las mirandas do
m in an tes. Hoy en día, la e stru c tu ra del poder en las polí
ticas m undiales se h a lla profundam ente afectada po r el
conflicto ideológico, así com o por el papel desem peñado
po r dos potencias gigantes, E stados Unidos y la Unión So
viética. Las élites dirigentes se consideran unas a otras
com o enem igos potenciales no sólo porque las diferencias
e n tre E stados pueden c rista liz a r en una guerra, sino ta m
bién, en un sentido m ás ap rem ian te, porque la ideología
del otro puede a tra e r a elem entos disidentes en un país y
d e b ilita r la posición de poder interno de cada clase d iri
gente.
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E stas diversas actividades se m anifiestan en el em
pleo de agentes abiertos o secretos p a ra investigar al otro
bando, en tareas de contraespionaje, en censura y restric
ción de viajes, y en em isiones de radio y otras actividades
inform ativas a través de las fronteras.
Las élites dirigentes están tam b ién sensibilizadas res
pecto de potenciales am enazas en el entorno interior.
A parte de em plear fuentes de inform ación abiertas, ta m
bién se ad o p tan m edidas secretas. Se tom an precauciones
p a ra im poner «seguridad» a tan ta s cuestiones políticas
com o sea posible. Al propio tiem po, la ideología de la élite
es reafirm ad a y las ideologías co n trarias son suprim idas.
Los procesos aquí esbozados son paralelos a fenóm e
nos que cabe observar en el reino anim al. Se em plean
agencias especializadas p a ra m antenerse ale rta frente a
las am enazas y las posibilidades de acción que sum inistra
el entorno exterior. Paralelam ente la vigilancia se ejerce
tam bién sobre el entorno interior, puesto que entre los
anim ales inferiores es posible e n co n trar ciertos pastores
de rebaño que dan m uestras de tem er tan to a los ataques
del in terio r como del exterior, m anteniendo una m irada
in tra n q u ila sobre am bos entornos. Existen m edios de vi
gilancia preventiva: ciertas especies disponen de medios
bien conocidos, por ejem plo la p a n ta lla de hum o líquido
e m itid a por el ca la m a r o la coloración del cam aleón. Sin
em bargo, no parece posible la equiparación con la distin
ción entre los canales «secreto» y «abierto» de la sociedad
h um ana.
D entro de un organism o el paralelo m ás próxim o a la
revolución social sería el crecim iento de nuevas conexio
nes nerviosas con aquellas partes del cuerpo que rivalizan
con las estru ctu ras existentes de la integración central, y
que pueden ocupar el lugar de éstas. ¿Puede decirse que
esto ocurre al d esarro llar el em brión en el vientre de la
m adre? O p ara to m a r un proceso destructor, ¿podemos
decir, con razón, que se da una vigilancia interna con res
pecto al cáncer, si los cánceres com piten por los sum inis
tros alim enticios del cuerpo?
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Comunicación eficiente
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sonal destinado a reu n ir y disem inar la inform ación, ca
rente de una form ación apropiada, tergiversa o descuida
continuam ente ciertos hechos, si definim os los hechos
com o lo que el observador objetivo y adiestrado podría
h allar.
La falta de cualificación puede, tam bién, co n trib u ir a
la ineficacia de la com unicación. Con excesiva frecuencia
el com unicador consigue su prestigio gracias a la u tiliza
ción de hechos deliberadam ente falsos o deform ados. En
pos de la «prim icia», el reportero da un cariz sensaciona-
lista a u n a anodina conferencia internacional y contribuye
a la im agen po p u lar de la política internacional como con
flicto intenso y crónico, o poco m enos. Los especialistas en
com unicación con frecuencia no logran m antenerse al día
en relación con las nuevas técnicas; piénsese, por ejem plo,
en la reticencia con la que han aceptado los nuevos pro
cesos audiovisuales. Y a pesar de las investigaciones que
se h an hecho sobre el lenguaje, son m uchos los comuni-
cadores de m asas que utilizan equivocadam ente las p a la
bras. Esto es lo que ocurre, por ejem plo, cuando un co
rresponsal se deja absorber por el am biente extranjero y
olvida que la audiencia de su país no posee una equiva
lente experiencia directa en lo tocante a «izquierda»,
«centro» y otros térm inos sem ejantes.
A parte de los factores de h ab ilid ad o capacidad, el
nivel de la eficiencia se ve a veces afectado por la estruc
tu ra de la personalidad. Una persona op tim ista y decidida
puede seleccionar los hechos que presentan una visión de
los acontecim ientos no m atizad a y, por tanto, exagerada
m ente o ptim ista. En cam bio, personas pesim istas y exce
sivam ente cautelosas seleccionan elem entos m uy distin
tos y que vienen a confirm ar sus m alos «presagios». Hay
tam bién diferencias im portantes entre personas de d i
versa lucidez y energía.
Algunas de las m ás serias am enazas contra una co
m unicación eficiente p ara la com unidad considerada
com o un todo se relacionan con los valores del poder, la
riqueza y el respeto. Es m uy posible que los ejem plos más
notables de distorsión de poder se ofrezcan cuando el con
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tenido de la com unicación es deliberadam ente ajustado
p a ra que se am olde a u n a ideología o a u n a contraideolo
gía. Las distorsiones relacionadas con la riqueza no sólo
proceden de intentos p a ra influenciar el m ercado, por
ejem plo, sino tam b ié n de unas concepciones rígidas del
interés económ ico. Un ejem plo típico de ineficiencias re
lacionadas con el respeto (clase social) se presenta cuando
u n a persona de clase superior sólo se relaciona con otras
p ersonas de su m ism o e stra to y olvida corregir su perspec
tiva al e n tra r en contacto con m iem bros de las dem ás cla
ses.
La investigación en la comunicación
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ta r horas de trab ajo en u n a fábrica, y ver la m an teq u illa y
el jam ó n que hay en cada m esa.
En realidad, es útil considerar el m arco de atención
del escalón de relevo, así como del eslabón p rim ario, en
térm inos de exposición a los m edios y a los no-m edios. El
papel de los factores exteriores a los m edios es m uy débil
en el caso de m uchos operadores de relevos, m ientras que
adquiere indudable im p o rtan cia en lo que se refiere al ob
servador principal.
Masas y públicos
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$ ■ M ORAGAS, S o c io lo g ía II
d a d a com o m iem bro de un público. Las dem andas res
pecto a la política pública pueden ser objeto de debate. El
público m u n d ial es relativ am en te débil y subdesarro-
llado, en p a rte porque suele e sta r subordinado a unas zo
nas de sen tim iento en las que no se p erm ite debate alguno
sobre las cuestiones políticas. D urante u n a g uerra o una
crisis bélica, p o r ejem plo, los h a b ita n te s de u n a región se
ven a b ru m a d o ra m en te obligados a acep tar ciertas im po
siciones políticas. Puesto que el desenlace de u n conflicto
depende de la violencia, y no del debate, en tales condicio
nes no hay público. H ay u n a red de grupos unidos por el
sen tim ien to que a c tú a n com o m u ltitudes y, po r consi
guiente, no to leran disensiones.5
A p a rtir del citado análisis, está claro que hay obser
vación, público y áreas de sentim iento con diversos grados
de influencia en la política m undial. E stas zonas están
relacionadas con las características estru ctu rales y fun
cionales de la sociedad m undial, y especialm ente del po
der m u n d ial. Es evidente, por ejem plo, que las potencias
m ás fuertes tienden a estar agrupadas en la m ism a área de
atención, puesto que sus élites dirigentes se m iran entre sí
com o una grave am enaza potencial. Las potencias m ás
fuertes p restan , proporcionalm ente, m enor atención a las
potencias m ás débiles que éstas a las p rim eras, ya que las
potencias m ás fuertes suelen ser fuentes m ás im portantes
de am enaza, o de protección, p a ra las m ás débiles, que
éstas p a ra las m ás fuertes.6
La e stru c tu ra de observación dentro de un E stado es
un índice valioso del grado de integración del E stado.
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Cuando las clases dirigentes tem en a las m asas, los diri
gentes no com parten la visión de la realid ad del ciuda
dano m edio. Cuando la im agen de la realid ad que tienen
los reyes, presidentes y gabinetes no puede circular a tra
vés de todo el E stado considerado en su conjunto, el grado
de discrepancia m u estra h asta qué punto los grupos d iri
gentes b asan su p oder sobre la distorsión de la realidad.
O bien, p a ra expresar la cuestión de otro modo: si la
«verdad» no es co m p artid a, los elem entos dirigentes es
peran un conflicto interno, antes que una acom odación
arm oniosa al entorno exterior del E stado. Por consi
guiente, los canales de com unicación son controlados con
la esperanza de organizar la atención de la com unidad en
general, de tal m odo que sólo lleguen respuestas conside
rad as com o favorables p a ra la posición de poder de las
clases dirigentes.
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blación en el m undo. Pueden c o m p a rtir las m ism as ideas
generales sobre la p ro b ab ilid ad de u n a guerra. N ada tiene
de fantástico im ag in ar que los controladores de los mass-
media de com unicación se situ a rá n en cabeza p a ra a p o rta r
u n elevado grado de equivalencia en la sociedad entre la
im agen del profano sobre las relaciones im portantes, y la
im agen del experto y del dirigente.
Resumen
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