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I Período 5. E!

modelo liberal Esta presentación ha sido limitada


deliberadamente a una exposición objetiva
referida a los hechos arquitectónicos,
reservando para una próxima entrega
un enfoque de tipo polémico, para el
que nuevamente invitaremos, entre
otros, al autor del presente articulo.

Coordinación: Marina Waisman

. La arquitectura argentina solidación, apogeo y declinación del libe- Pero lo más importante de la arquitectura'
ralismo político y económico. Este hecho ecléctica es que fue la arquitectura del
1 después de 1880: no es una mera casualidad; la coinciden- nuestra formación como nación, la que co- \e a un p
1 una introducción! cia reconoce una fe de bautismo común
en las contradicciones, insuficiencias e nuestro desarrollo como país. Y hoy, aun- j
incomprensiones de la cultura occidental que seamos totalmente conscientes de sus '
Perico F. Ortiz, arq.
de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX. colosales insuficiencias, no podemos de-
I v.chas veces nos hemos preguntado qué jar de reconocer y aceptar esta realidad
Por lo tanto la hsrencia cultural del eclec- histórica: una gran parte de nuestro pa- ',
? útil se legra con el estudio de la ar- ticismo es poderosa y ha dejado una muy
:, :ecíura argentina del período 1850-1910 trimonio arquitectónico, s¡ no la mayor, ,
profunda (y muy lógica) marca en noso- data del periodo 1880-1940. Ignorar este
3 sea la que se encaró, fundamentalmen- tros. Quienes creen que han dejado de
••í Tiediante la actitud ecléctica- hecho significa tirar por la borda sesenta
rendir tributo a la actitud ecléctica sim- años de nuestra historia, precisamente los
plemente porque no hacen edificios clasi- sesenta años en que la Argentina creció
-2= dudas surgen, naturalmente, porque cistas o iglesias góticas, o techos a la a un ritmo inusitado y adquirió una per-
:e=se los comienzos del llamado "movi- mansarda, se equivocan, porque el eclec-
miento moderno" lo que se ha combatido sonalidad de nación. Personalidad que no
ticismo es también hijo del terror a la será del gusto de todos, pero personalidad
| -. ,B:ameníe (o que dio vida a la arqui- hoja en blanco y quienes andan en ta bús-
Bctura ae ese período, o sea precísamen-- al fin.
queda de la forma "a priori" o se "ins-
- 5 actitud ecléctica. piran" en "la obra de los maestros" y en Poseedores de un patrimonio arquitectó-

I Ta II poner de manifiesto este enfrenta-


T-.e^to estamos, en rigor, dando un pri-
mer motivo que justifica el estudio de
1 a arquitectura ecléctica. Un motivo ele-
otras no tan magistrales, con el solo pro-
pósito de calmar sus angustias formales
sstán en el mismo juego, en la misma
actitud, que la gran mayoría de los ar-
nico de esencial valor, pero numéricamen-
te escaso, correspondiente al período an-
terior a 1850. nuestra arquitectura de la
segunda mitad del siglo XIX y de las pri-
quitectos de hace cíen años. Eso sí, con meras décadas del actual tiene una formi-

I -ie-tal. pero absolutamente válido: meta-

:
ncamente podemos decir que mal se
a-eca combatir una enfermedad si no se
..
- -
.,
- _ _•
mucha menos autenticidad. 4-
En la Argentina, la arquitectura ecléctica
va haciendo su aparición a medida que el
dable gravitación en el cuadro general de
la actividad arquitectónica de nuestro país.
r"
Las obras de la arquitectura: 1880-1914
~\i
país va tomando las formas de la cultura El panorama total de lo construido entre
> agramos enterarnos adecuadamente no europea, especialmente la que se originó
: :e aué fue la arquitectura ecléctica, 1880 y 1914 es vastísimo. En él se sitúan
en las corrientes del pensamiento francés, las fases iniciales del crecimiento casi
¡-"c más aun por qué fue, habremos da- alemán e inglés de los siglos XVII a XIX.
- 5-31 paso hacia la inoculación que vertiginoso de tres de nuestras más gran-
mantendrá a salvo (ojalá) de esta Esto va ocurriendo desde la última década des ciudades; Sueños Aires. Rosario y La
del siglo XVIII. dado que España, de la cual. Plata. También el desarrollo de Bahía
- ;:csa enfermedad. Algunos de los por-
formábamos parte 3n aquel entonces, tam- Blanca y Mendoza.
ues entúrales, intelectuales, filosóficos o
*"<c queramos llamarles de la arquiíec- bién iba aceptando y asimilando esas fprJ
-"- =: e;: ca han sido debatidos o por mas culturales. Es el período de la construcción de la
•<
-^e^es expuestos en La arquitectura Es conveniente, a propósito de este fenó- mayor parte de los edificios públicos del
iiberalismo en la Argentina, de ma- meno, tener en cuenta dos cosas impor- país: municipalidades, casas de gobierno,
-"-. :-e -; creamos necesario volvar so- tantes, la primera es que como todo pro- correos, legislaturas, universidades, escue-
". -. -::•= 3 = -i:o aquí. 4- ceso cultural este se produce gradualmen- las, bibliotecas, bancos oficiales, muchos
te a lo largo de un siglo y medio; la se- edificios eclesiásticos, aduanas, palacios
3 TOCO de resumen diremos aquí que gunda es que no toda la arquitectura que de justicia, ministerios, museos, teatros, y
acra "ecléctico" proviene del griego se realizó en ese largo período, ni siquie- casas de conciertos, hospitales, sedes de
«es" aue quiere decir "elegir" o ra en el más corto de 1880 a 1914, fue la policía, cuarteles y otras categorías
:•- iamaban eclécticos a aque- ecléctica, ya que en él se crearon obras que escapan a las denominaciones más
:-" r - : - T = zje tomaban ciertas par- de forma inédita, muy especialmente en genéricas. Ei total de lo que construyó en
;" "2S escuelas filosóficas para las áreas de la infraestructura de la eco- ese período el sector público es sencilla-
: I ^:egrarlas a otros contex- nomía: los ferrocarriles, los puertos y sus mente colosal y para un país como el nues-
f'-css de su propia creación. Es- instalaciones, algunos servicios públicos, tro, en su primera etapa de desarrollo, casi
-•=- ' "-e a actitud ecléctica im- etc. También hicieron su aparición duran- inconcebible. La euforia progresista que se
: ::~ar algo prestado de otras te este período las tendencias artísticas sintió en torno al Centenario no fue un
- - "~ :es zara aplicarlo a nue- antiacadémicas y por consiguiente anti- invento de algunos poetas, escritc;es o
eclécticas que se llamaron "Sezession", políticos irracionalmente exaltados o ab-
"Art Nouveau", "Modernisme", "Metro", "Ju- surdamente optimistas, fue la consecuen-
2 -esumen diremos que géndsíM", etcétera. cia de observar objetivamente todo lo que
ec.ectica sa originó como se estaba haciendo.
necesidades de la cultura Indudablemente lo que unifica todo el pro- _-t
st3 ae los siglos XVII y ceso y actúa como común denominador del Y si a lo que hemos mencionado de la
2 en el lluminismo, ad- mismo es la adopción de las formas más arquitectura oficial, le agregamos el for-
•-• ~zz"^rz\a en el mun- características de la cultura europea, prin- midable volumen de lo que creaba y eje-
"* =-:-e 1800 y 1940, es cipalmente la que se desarrolla en cuatro cutaba el sector privado, se comprendera
'- := re- cao de la con- países: Francia, Inglaterra, Alemania e Italia- por qué el entusiasmo no tenia límites y

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se justificaba en la fuerza absolutamente te medievalista podemos mencionar las y pintoresquísta proveniente de la sm
contundente de los hechos. catedrales de La Plata, Mar del Plata y lectura europea y también nortéame»
San Isidro (provincia de Buenos Aires), (las arquitecturas de las colonias "iB*i
Conviene entonces tratar de hacer una también las iglesias parroquiales porteñas de la costa este de Estados UnoaS
cauta enumeración de lo principal, buscan- de La Santa Cruz, de Santa Felicitas, de prolonga en la Argentina hasta 3-e-
do ubicarlo dentro de las grandes lineas San -Agustín y de cientos de otras parro- trada la década del 40, y es ciertr
conceptuales. quias de todo el país. subsiste aún hoy cuando para log'ñ' :
tos "climas arquitectónicos" se reaa^
1. La arquitectura ecléctica. Esta tiene También pedemos mencionar residencias las formas (y no a las esencias; ae »
varias fases, cuya razón de ser está más como la de Villa Ombúes (Buenos Aires) y arquitecturas vernáculas y espontanean i
bien en los usos. Mientras su uso estuvo la de la estancia San José (cerca de Lu- mediterráneo, volviéndose de este r^iz i
principalmente circunscripto a la arquitec- jan, provincia de Buenos Aires). No puede reincidir en la tradición romántica - .
tura grande, es decir a los edificios públi- quedar fuera de esta breve enumeración, tiva y pintoresquista.
cos, a las sedes comerciales, a las termi- aunque el edificio está inconcluso, la ex
nales de ferrocarril, a las grandes residen- Facultad de Derecho de la Universidad de 2. La arquitectura de los movimiento m
cias y a los^ edificios eclesiásticos de Buenos Aires, en la Avda. Las Meras y. por tíacadémicos de fin de siglo, llaman
mayor volumen, se mantuvo básicamente supuesto, la Basílica de Nuestra Señora veces genéricamente Modernista.
dentro de las formas clásicas, clacisistas o de Lujan. No vamos a referirnos aquí, nut.:
medievalistas. reflejando asi a la fase eu- al origen de los movimientos ar:
ropea del eclecticismo posterior a la ofen^ Pero más adelante, cuando al eclecticismo micos surgidos en las últimas déca;
siva romántica de las décadas del 20. del le tocó resolver, casi masivamente, los te- siglo XIX. Sí airemos que en nuesf: aa
30 y del 40, que se identificó entre otras mas de la vivienda individual no necesaria- de estos antiacademismos hubo a* •
cosas, con la reivindicación de la aiqui- mente urbana sino suburbana y campestre, un poco.
tectura gótica. A esta fase pertenecen cosa que ocurre más marcadamente a par-
edificios tan' notables como el del Con- tir de 1910. echa mano a un catálogo es- Las dos corrientes que registraron :
greso Nacional, el Museo de Ciencias Na- tilístico mucho más amplio que el que intensidad son la del "Modernism:
turales de La Plata, el Palacio Errázuriz posibilitaron los estilos más bien "histó- liano y la del "Modernisme" cátala"
{hoy Museo Nacional de Arte Decorativo), ricos", es decir los clásicos de la antigüe- presenta a la primera las obras de :;
¡a Aduana de Rosario, los edificios de los dad grecorromana, los medievales, del Re- quitectcs Virginio Colombo, F r a n c s ; ; I
tribunales de justicia de Rosario y de Cór- nacimiento y de la arquitectura francesa notíi, Bernardo Milly y Benjamín c - ~
doba, el Colegio Nacional de la Universidad del período borbónico. en cuyos trabajos se notan las influenc
de Buenos Aires, los Palacios Ferreira de "floréales" y de los célebres italianos 3
Córdoba y Alvear de Beccar (provincia de A este catálogo ampliado del eclecticismo seppe Sommaruga y Raimondo u - -
Buenos Aires), por nombrar algunos de la ingresan todos los estilos vernáculos de las Una aproximación al estilo "Liberty' pr-
vertiente "clásica" y clasicista. (Esto es, naciones europeas, como ser el Normando estar dada por el edificio que dise": :
' la arquitectura del período borbónico en de Francia, el Vasco, el Tirolés, el Tudor, vador Mírate para el anexo de Gath > ~
Francia, que proporcionó la mayoría de los el "Jacobean" y el "Georgian" de Ingla- ves en la esquina noreste de la Av2"
modelos tipológicos a la arquitectura aca- terra; y otros muchos de origen alemán, Mayo y Perú.
démica del siglo XIX). italiano, austríaco, etcétera.
Las influencias del "Modernisme" s= Xf
Para ilustrar muy someramente la vertien- El uso del recurso estilístico vernaculista ciben con toda claridad en la c:

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-
I
Francisco Roca (casi toda en Rosario) y La ortodoxia formal antes de 1860. Mariano Moreno. Al fondo la Municipalidad.
algo menos en la del ahora célebre J.J. Típico frente de vivienda urbana anterior una especie de Rathaus creada por un
García Núñez que introduce en muchas de a la influencia del alto academismo de arquitecto de Hannover: Liberto Stier. nos
sus obras elementos de la "Sezessíon". fines de siglo. En este ejemplo de ia ciudad da una idea cabal de lo versátil
de Corrientes, se nota una fuerte influencia del eclecticismo.
jna aceotable aproximación a las icono- 7
italiana. Estos frentes de bien ponderada
grafías ''Ait Nouveau" y "Metro" se hallan Composición muestran claramente cómo un "Villa Ombúes". Buenos Aires.
en las obras de Alfred Massüe, de Grego- sistema expresivo neoclásico se habla Carlos Nordmann, arquitecto. Demolida en 1972

¡
-io Salamandekov, del ingeniero E. S. Ro-
rrguez Ortega, de Santiago Benedetto, de
:~r:-:-=:t:s Fasiolo y Storti y hasta en
a.g-jna obra de Alejandro Christophersen.
llegado a usar como ropaje de las casas
características del período hispánico, dando
a la cuadra de nuestras ciudades un aspecto
muy ordenado, casi modular.
a
El Club Español de Rosario, de Francisco Roca
9
Vivienda en calle México 2936. Buenos Aires.
ij-ertes quieran tener una visión más am- 2 Alfred Massüe. arquitecto.
El Congreso Nacional. 10
; 2 ^e las corrientes antiacadémicas en
Pináculo.

i
Víctor Meano, su autor, ya ha entrado d«
-_e=t-D país, pueden recurrir a la ya citada lleno en la modalidad finisecular del alto En su obra de Suipacha 940. Buenos Aires,
12 arquitectura del liberalismo en la Ar- academismo italiano cuyo modelo sera el gran Bernardo Milly saca suen partido
gentina o el excelente ensayo de Mario J. monumento a Vittorio Emanuele II en Je la herrería.
r_sc."iiazzo en la publicación Art Nouveau Roma, llamado "Altare della Patria".
:-e 2 Academia Nacional de Bellas Artes. 3
Avenida de Mayo 776.
3. La arquitectura de la "tradición funcio- Jacques Dunant y Charles Paguin. arquitectos.
•= E;:2 abarca a tedas esas otras en" 1896. Encarnando el ideal de la Escuela
•*«-eje la ingeniería es de alguna manera de Bellas Artes de París.
4
i i^-erminante, ya sea de la forma final o
El Palacio Paz.
ije 5e evidencia como substrato concep- En 1910 José C. Paz solicitó a Louis Sortais.
- ': un conocido arquitecto de París, el
-.- ==:= grupo incluimos lo más importante proyecto de su residencia familiar en
Buenos Atres. El resultado fue uno de los
.-. :-5"¡odo. ya que en él están las ver-
edificios más notables de inspiración
frontés de la arquitectura contemporánea borbónica realizados fuera de Francia. En 1935
= í coras que debiendo responder a fines lo adquirió el gobierno argentino para
er::s dieron origen, en muchos casos, sede del Circulo Militar. La ilustración
también a formas inéditas. apareció en la revista francesa L'Architecte
en 1912.
*y a tanto es obvio que en este capítulo 5
|=ia*an presentes casi todas las obras de La variante medieval. La catedral de La Plata.
:: -errocarriles, de los puertos, de los Pedro Benoit (hijo) su autor, no la pudo
:=::= ::s de almacenaje (silos de granos. ver terminada pues falleció en 1897.
i i - -í.-emplo) de los mercados, de las ins- 6
El Urbanismo.
: =: :-e; fabriles y de los servicios pú- La planificación urbano neoclásica tiene
: ::s :--as sanitarias, suministro de aguas. uno de sus ejemplos más notables en
-s ~as de energía) y de otras categorías La Plata, cuyo monumentalismo queda
zy-z ser Invernáculos, quioscos metálicos, certificado en esta perspectiva de la plaza

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-
viviendas realizadas mediante procesos de principal, en el caso de La Plata fue muy 1937 y 1940. La Avenida de Mayo y las
prefabricación (las viviendas de La Boca y parecida a la del ingeniero francés con- diagonales Norte y Sur de Buenos Aires
el Dock Sur) y ciertas y determinadas tratado por Jorge Washington; se trata de responden a este criterio de los centros
obras para fines comerciales, ya sea de la una cuadricula cortada en diversas direc- fecales, a los que se accede por dramá-
administración comercial o de la venta ciones por diagonales, esquema que per- ticas perspectivas de vasta dimensión.
(grandes almacenes de textiles, por ejem- mite la creación de centros focales de in-
plo) cuando en estos lo estilístico no es terés monumental en los que se agrupan Completan el cuadro del urbanismo neo-
lo preponderante. los edificios públicos más relevantes. clásico de nuestro país la más compren-
sible urbanización de Adrogué (provincia de
Se trata pues de un conjunto de gran en- "La traza de la ciudad es soberbia, —dice Buenos Aires), realizada por José y Nicolás
vergadura en el cual caben desde las ins- Latzina— hermosas avenidas anchas, cru- • Gánale y la remodelación de Mendoza que
talaciones de los ingenios azucareros, los zadas por bulevares diagonales, interrum- se Nevó a cabo después del terremoto de
obrajes madereros y las bodegas de vinos pidos con frecuencia por amplias plazas,
hasta los viaductos y las cabinas de los dan a este embrión de gran ciudad del
señaleros de los ferrocarriles y los de- porvenir un aire de distinción que no se lí
pósitos y galpones de las estancias. encuentra muy a menudo en otros núcleos Moore y Tudor, Moreno 750, desaparecida.
12
urbanos, antiguos o modernos, ae origen Estación Retiro.
Una nueva disciplina, la Arqueología In- español, porque estos se distinguen más La magnífica doble bóveda metálica sobre

i
dustrial, se va ocupando de rescatar, orde- bien por lo estrecho, sombrío, torcido y los andenes, cuya construcción llevó a cabo
nar y ubicar históricamente todo este ma- i-inconoso, que por las cualidades opues- la empresa de Francia Morlón de Liverpool.
terial que una vez en la obsolescencia cae tas". El proyecto de la estación es de Eustace
rápidamente bajo la piqueta o si es metá- Lauristort Conder : contratistas generales :
lico, se vende como chatarra. Esta manera monumentalista y geométrica Scott & Hume: suocontratistas estructurales:
de enfocar el planeamiento urbano tenía Dormán. Long & Co. Terminada en 1914.
ya en 1880 una larga tradición cuyos an- 13
~4. El urbanismo neoclásico- "...se fundó Galpones de esouila de la estancia
en 1882 por el gobernador Don Dardo Rocha, tecedentes más destacados son. por cierto, María Berety, cerca de Rio Grande.
una población completamente nueva, La muy anteriores al plano de Washington. Tal Tierra del Fuego.
Plata, a 57 kilómetros de la Capital Fede- es la obra y ¡as teorías de los arquitectos De excepc ona'es dimensiones, estos galpones
ral.. Fue esta fundación una de las locuras del Renacimiento italiano, todos más o muestran una arquitectura fundada en las
grandiosas de la República en aquella épo- menos inspirados en Vitruvio. posibilidades de las nuevas técnicas.
ca de imprevisiones, desorientaciones y en este caso fundamentalmente la del
montaje en seco.
atrevidos derroches, originadas oor el exceso Poco después de la urbanización de Roma 14
de fortuna. En pocos años y a fuerza de en época de Sixto V, de Versalles y de El Mercado Central de Frutos. Avellaneda.
millones se creó una ciudad entera, am- las sucesivas remodelaciones de París, el Demolido en 1967.
plia y monumental sobre terrenos solita- urbanismo había tomado un giro decidi- Esta vista parcial de 10 aue fue este enorme
rios, únicamente hollados hasta entonces damente monumentalista que llegaría, algo edific:o muestra a las claras el enfoque
por yeguas y vacas. modificado, hasta nuestro siglo en el Cen- crudamente funcional que su autor, Fernanda
tro Cívico de Cardiff, en Nueva Delhi y Moog, dio a lo Que fue —duranie muchos
Hasta aquel entonces no se había hecho en Gamberra (Australia). Más solemnemen- años — el deposito ae mercaderías más
nada parecido con excepción del plano de te se expresaría en la remodelación de grande del mundo.
L'Enfant para Washington (1789). La idea Berlín, proyectada por Albert Speer entre Fotos: Federico F. Ortiz. arq.

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5. El modelo liberal Dedicamos esta entrega a edificios
provinciales, en la intención de poner en
5. Gobierno y Administración evidencia una visión de conjunto del país.
Asimismo, incluimos un breve trabajo de
dos jóvenes estudiosos, en el deseo de
^ incorporar a nuestra sección las opiniones
de las nuevas generaciones.

Coordinación: Marina Waisman, arq.

Documentación: Ricardo Jesse Alexander.


Alberto Nicolini, Federico Ortiz, arqs.

La arquitectura del nordeste y un signo, si no de la barbarie infamante, tecas, teatros y operas, sedes municipales,
al menos del atraso vergonzoso. legislaturas, oficinas de correos, estacio-
noroeste argentinos después de nes de ferrocarriles, etc. La arquitectura
La realización arquitectónica es la que "moderna", sea producto del "Beaux Arts",
1880: los edificios de gobierno por su naturaleza misma, su materialidad de la Academia, de las corrientes estilís-
y la significación de sus formas plástica inevitable y omnipresente, tra- ticas, tiene la ventaja, por su propia li-
duce con mayor evidencia las inquietudes bertad creativa, de satisfacer las exigen-
Ricardo Jesse Alexander, arq. ideológicas del momento. Se requiere pues, cias p.'anteadas por las nuevas funciones,
^,—
un cambio de fisonomía del objeto urba- o por las nuevas escalas exigidas por esas
Varios colegas han abordado desde estas no: tanto la gran aldea como las pe- funciones, pero el peso que da el pres-
páginas, y en otras obras de circunscrip- queñas se han de transformar, a pesar tigio de las nuevas formas —el resultado
ción más específica, el tema de la arqui- de que en su proceso de cambio no lo- de ese mirar hacia afuera, hacia los mo-
tectura argentina de la época liberal, dan- gren disimular la vieja raigambre, traicio- delos ofrecidos por el mundo europeo—
do las razones históricas de su desarrollo nada en general por el inexorable damero obnubila con respecto a las exigencias
y haciendo un análisis crítico de sus di- colonial. Pero precisamente este detalle regionales o locales, tanto para los fac-
versas realizaciones, de sus autores y de nos pone sobre el tapete la actitud liberal tores del medio ambiente físico, climático,
las circunstancias en que tuvieron lugar. que deposita su confianza en la idonei- como para los de la tradición cultural.
dad de los realizadores que actúan por
Cuando ahcra planteamos el tema restrin- libre iniciativa según su capacidad pro- La selección de ilustraciones que hemos
giéndonos a lo enunciado en el título, lo fesional; así, la sumatoria de esas ini- hecho para esta nota, limitada a algunos de
hacemos con el ánimo de señalar algunas ciativas, de las libertades individuales los nuevos programas arquitectónicos de la
características del proceso psicológico su- para la creación de la obra, es garantía época, sirve sin embargo de muestrec
frido por las áreas al norte de Buenos Ai- suficiente para el cambio fisonómico de- para indicar aquella actitud de cambio,
res, en un período de cambios que fue seado para la ciudad, y por extensión, y que, en resumen, salvo algunas raras
testigo de los alcances ulteriores de la para el país. excepciones que también se indican, pa-
consolidación nacional, reflejando así el rece distinguirse por una desconfianza en
espíritu con que se llevaba adelante la el pasado inmediato, un exceso de con-
empresa de renovar la fisonomía, no solo En esta actitud hay un aspecto subya-
cente que caracteriza a todo el proceso: fianza puesto en un lenguaje importado,
del país, sino del Estado mismo. Esta re- una participación inevitable e ignorante
novación fue fundamentalmente una refir- más allá de la circunscripción estilística
que el vocablo sugiere (en la vuelta de en la crisis que la misma arquitectura
mación de principios, que hacía emanar europea sufría, el agravante de los pro-
. del concepto de Estado soberano, en su tuerca que paradójicamente exige), hay
un eclecticismo generalizado que tiñe a blemas propios en cuanto a definición de
función política y social, las nociones de una arquitectura regional, el consiguiente
progreso, civilización y modernismo, tér- todo el panorama arquitectónico en las
tres últirñas décadas del siglo XIX, hasta desdibujarse de límites entre las distin-
minos prácticamente sinónimos para los tas áreas, y, sin embargo,' dentro de todo
hombres de aquella generación. la primera posguerra en el siglo actual,
más allá, pues, del "Beaux Arts" y la Aca- este panorama algo deprimente, la certeza
Quizás ningún otro período anterior se ha- demia, los reviváis neoclásicos o góticos, de una arquitectura pública surgida del
ya manifestado en sus obras con más con- el art nouveau, etc. En lo global, pues, desvelo de un Estado que se manifiesta
ciencia por lo que hacía, o con lo que los diríamos que hay un lenguaje europeizante como cuerpo político y social al servicio
ingleses llaman "self-consciousness", —es con su consiguiente adscripción de estilos de una gran Nación.
decir, en un estado de minuciosa obser- diversos. Ello plantea una situación que
vación, alerta y autocontrol de lo que se creemos paradójica: por un lado, esa ac- Hecho este breve comentario, queda en
está realizando—, y con toda intención de titud incita a la obra individualista y ex- pie la pregunta retórica, siempre inútil.
ser observado por terceros, para satisfac- clusiva, pero cuya difusión es universal. de qué hubiera sucedido de no haberse
ción de su orgullo y de su amor propio. Individualista en tanto liberal: el profe- dado las cosas de esa manera. En histo-
sional idóneo, el artista especializado ria quedan prohibidas estas ponderacio-
Tanto en Buenos Aires como en el interior cuyos esfuerzos son reconocidos, elogia- nes; de nada sirve especular sobre las
del país, y tanto a nivel de iniciativa pri- dos, premiados, y cuyos servicios son otras posibilidades del pasado, del mismo
vada como de la empresa estatal, se lle- requeridos afanosamente, produce obras modo que resulta imposible recuperar la
^_ va adelante este proceso de refirmación con su particular labor creativa, y que inocencia perdida. Quizás podamos hallar
de los caracteres de una gran nación, dig- son, por ende, exclusivas. Pero esta ex- algún consuelo en la idea de que la ar-
na de figurar honrosamente en el concierto clusividad repartida universalmente en el quitectura tradicional, más inconsciente e
de naciones modernas y progresistas. ámbito nacional plantea, a nuestro juicio, ¡nconspicua, menos preposicional, más ho-
los aspectos contradictorios del sistema, mogénea dentro de una misma área, sir-
Este proceso quiere simultáneamente con- el anverso_ y reverso de una misma mo-, vió a sus propósitos dentro de sus límites
solidar en una sola idea lo nacional y lo neda. Por una parte, el Estado —y el fe- históricos, y que no hubiera satisfecho
universal (por europeo); es decir, que para deralismo que lo sustenta en lo político— plenamente las exigencias de algunas de
ser una gran nación argentina hay que ser se enfrenta con la necesidad de satisfacer las nuevas funciones, de los nuevos pro-
como una gran nación europea. El resabio arquitectónicamente nuevas y más varia- gramas edilicios. El resultado de aquel
hispanizante del antecedente colonial y das funciones; surgen programas que no proceso de cambio fue la multiplicidad
poscolonial debe ser erradicado en favor de tienen antecedentes hasta ese momento: ecléctica, el caos ordenado y universali-
una actualización, que implica, pues, una complejos hospitalarios y escolares, de- zado que engañaba al ciudadano tanto del
descriollización; siendo lo criollo quizás pendencias militares y policiales, biblio- interior como de la Capital, con el oropel

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del cosmopolitismo. Tanto más acen- que en cuanto a diseño profesional sin duda que incluye ventanas del temprano Renaci-
tuado este fenómeno en cuanto se res- tiene, cabe siempre el interrogante que estos miento toscano. Más sobrio que el ejemplo
edificios públicos plantean: es indistinta su anterior, es sin embargo menos diestro
quebrajaba la unidad cultural del medio ubicación en tal o cual área del país. en el manejo simultáneo de las opciones
urbano y rural. {Recordemos "El Fausto Reconocemos la zona por el paisaje que lo estilísticas. A diferencia de otras obras,
Criollo" y el deslumbramiento y confusión rodea. Más importane que la formulación de no es de diseño memorable, pero es signi-
del paisano en el Teatro Colón de Buenos un lenguaje local es la materialización del ficativa en cuanto a la imagen que pretende
Aires). Estado en sus instituciones. Este ejemplo tiene proyectar.
la virtud de su austeridad expresiva.
Queda en pie, pues, la contradicción: el 3/4 Municipalidad de Paraná, Entre Ríos (1890).
Estado cubrió al interior del país con un Casa de Gobierno de Jujuy. Tan ecléctica como la Casa de Gobierno,
volumen de obra verdaderamente impre- Los festejos del centenario produjeron varias sin embargo, está menos sujeta a los reper-
sionante, dotando a ciudades y pueblos de Casa de Gobierno provinciales. Uno de los torios formales. Su propia libertad expresiva
escuelas, teatros, legislaturas y polígonos mejores ejemplos académicos es la de Jujuy asegura con más firmeza su presencia
de tiro que bien merecían realizarse, pero inciada en 1910 por los arquitectos Correa en e! ámbito urbano.
cuyo vehículo expresivo fue de un eclec- y Cornejo. B
ticismo tal que solo podía tener un re- Fue concluida en 1927. Es de destacar el Municipalidad de Nogoyá, Entre Ríos (1910!
emplazamiento en medio de los árboles de la El Centenario refirma el orgullo de esta
sultado alienante. Hoy seguirnos cosechan- plaza principal y los de su propia manzana,
do las consecuencias de dicha empresa, hueva Nación. Cien años ponen suficiente
íntegramente destinada a parque. Una vez distancia entre el presente y la colonia que
y la pregunta sigue pidiendo su respues- más es la institución manifiesta. ¿Pero quién dejamos de ser. En obras de menor enver-
ta: ¿en dónde encontrar nuestra identidad? diría que estamos en zona andina, a poca gadura, como este edificio municipal del
distancia de capillas de adobe y cercos de interior de Entre Ríos, el eclecticismo local
pirca? adquiere su propia carta de ciudadanía, con
Cabildo de Santa Fe.
A partir de 1824, el Cabildo desaparece como 5 un efecto menos pretencioso y más refres-
institución en el ámbito nacional, y son pocos Palacio de Justicia de Rosario de Santa Fe. cante que e! brindado por seudo-
los casos de estos edificios que escapan a hoy Facultad de Derecho, (hacia 1837). templos helenísticos.
la piqueta de la demolición civilizadora. En el Boyd WalKer, arq. 9
año 1909 desaparece tamb en el Cabildo de Esta obra de un arquitecto inglés aporta Municipalidac ae Esperanza. Santa Fe (1881).
Santa Fe. que alrededor de 1875 tuvo que su sabor anglo-franco-ítalo-germano al No solo las grandes ciudades reciben el
sufrir la humillación de una torre aderezada ambiente rosarino. Imponente en su tamaño, impacto de ¡a gran renovación arquitectónica.
con los ornatos del nuevo estilo, pero que •concilia (?) mansardas louvrianas con pi- El Orden Compuesto Colosal dignifica con
no lograba disimular la estirpe colonial de la náculos del alto renacimiento holandés, austera autosuficiencia a la fachada, mien-
obra. Esta incompatibilidad de lenguajes es loggias italianas con níbridos cupulines, tras la inocultab'e pared medianera delata
buen ejemplo de la incomodidad emocional y la mole de una aplastante torre acupulada ¡a escenografía engañosa. Queda salvado, sin
de la época, como si se tratara de adquirir con el diminuto frontis de un templo embargo, el prestigio de la institución.
prontamente un li,,aje que las raíces auténticas neoclásico. No por nada la Nación Argentina 10
lamentablemente no brindaban. La suerte es un crisol de razas y procedencias. Casa de Gobierno de Santiago del Estero.
estaba echada, y los nuevos edificios de El eclecticismo como estilo consagrado. Agustín Cánepa. arq.
gobierno se encargara" de tranquilizar a los 6'6a Un poco anterior a las otras obras que aquí
espíritus inquietos. Casa de Gobierno de Paraná, Entre Ríos, (1884). se ilustran (1668). aparece más tranquila.
2 Luis Sessarego. arq. Un volumen de dos plantas en torno a un
Legislatura de Salta, (hacia 1880). Obra casi contemporánea con la de Walker. patio, acusando una evolución hacia el
Sin entrar a discutir los méritos de la obra. recurre a su propio repertorio de estilos neo manierismo.

iSlli

82
11
Casa de Gobierno de Tucumán.
Domingo Selva, ing.
Obra de claro planteo académico pese a los
detalles entre modernistas y floréales pro-
pios de la época (1908-12), sustituye, como
en otros casos, al viejo Cabildo que se
demuele como símbolo de la época que se
desea olvidar.

12
Casa de Gobierno de Santa Fe (1916).
Francisco J. Ferrari, arq.
El Segundo Imperio en todo su esplendor.

13
Casa de Gobierno de Corrientes (1886).
Juan Col, ing.
Un esmerado diseño italianizante
en la capital correntina. La lección es
significativa. Sobria, elegante y solemne,
en adecuada armonía con los atuendos de
las autoridades políticas y eclesiásticas que
se dirigen a participar de las ceremonias
de ocasión, el edificio presta su gallardía
z la nueva fisonomía urbana. Las galerías
otorgan refrescante sombra a los salones
de la augusta casa. Lamentablemente, la
comitiva oficial debe hacer su paseo público
bajo el tórrido sol, sin poder guarecerse
bajo los modestos aleros nativos de las
galerías que desaparecieron con el progreso.

La arquitectura del solo puede servir para enmascarar y des- que el estilo utilizado sufrirá estas mismas
virtuar una realidad que es imposible des- contradicciones, siendo posible verificar
estado liberal truir o negar. esta situación en los diferentes academi-
cismos en todas sus variantes y en el eclec-
Daniel Schávelzon, Héctor Karp, arqs. La ideología liberal se sustenta fundamen- ticismo en general. Es una clara respuesta
talmente a través de una complejísima ga- a la necesidad básica de la arquitectura
ma de valores pretendidamente "universa- del Estado de materializarse como "ima-
La penetración, europea en general, y la les". Uno de los ámbitos donde se asentará gen de poder", para lo cual estos estilos
inglesa en particular, no puede ser ubi- en forma más patente la trasculturación son los que indudablemente mejor emanan
cada solamente en el ámbito económico, de los valores será en la arquitectura, en toda esa carga ideológica, y lo que les
ya que la introducción de las mercaderías la cual a través de la universalización de permitirá dar las mismas respuestas arqui-
trajo aparejada, evidentemente, la ideolo- estos, se lograba trasplantar un estilo ar- tectónicas para diferentes problemas y
gía liberal que sustentaba el proceso que quitectónico, dejando de lado todo un necesidades.
produjo la expansión mercantil durante el contexto real y verificando en esta pre-
inicio del s'gio XIX. Todo esto se da fuer- tendida universalización que tal acción no El abuso del eclecticismo denota el pro-
temente unido a la acción de una clase es más que el mero resultado de una visión ceso de trasculturación de los valores
nativa aliada, que será la encargada de uniiineal del país dominante hacia el do- gestados por el liberalismo europeo que
articular todos los resortes necesarios minado, y que intenta en esa forma trans- vivió la burguesía local, y que allí habían
para que esta ingerencia se lleve a cabo formar el país real en un país ideal. servido también para concretar las gran-
con resultados positivos, ya que, en detri- des obras de arquitectura que abarcaban
mento de las demás clases sociales, los sec- Los dos hitos fundamentales del libera- desde casas de gobierno hasta teatros, mu-
tores burgueses eran los únicos beneficia- lismo, Caseros y Pavón, marcan claramen-
rios de aquella política. seos, bolsas de valores, etc. De esta ma-
te los rumbos que generaron toda una nera se visualiza en nuestro país la con-
corriente constructiva, única en la histo- tradicción de una clase que no sabe asu-
Así es como en el orden jurídico se pro- ria de nuestro país, fundamentalmente a mir su auténtico rol y que intenta ser una
clama la Constitución de 1853, cuyos obje- partir de la federalización de la ciudad réplica de la gran aristocracia francesa,
tivos fueron, en el aspecto social, crear una de Buenos Aires en 1880, y que se conti- copiando lisa y llanamente su arquitectura
superestructura que hiciera viables sus nuará hasta 1916, insertándose en el Estado y su arte y relegando en esta forma su
propósitos; en el económico, significó .la a través de un sector de la sociedad, que propia idiosincrasia.
creación de la banca, el concepto de expor- será el que luego lo trasladará a la vi-
tación, además de la campaña del desierto; vienda de esa misma alta burguesía. En
y finalmente, en lo que se refiere al ámbito consecuencia, el período de la construcción
cultural, pretendió transformar toda una de los grandes ejemplos de la arquitectura
idiosincrasia forjada a lo largo de la historia del Estado y sus diferentes aspectos, no
y en donde todo un bagaje de tradiciones, son casuales, sino que se verifican con
costumbres, luchas, etcétera, es particular toda claridad en el desarrollo politico-
y característico de cada pueblo, por medio económico de nuestro país.
de la imposición de la educación positiva
y "civilizadora", que err última instancia En función de esto se desprende también
5. El modelo liberal Los datos y documentos gráficos
utilizados para este trabajo provienen:
los referentes a Córdoba, de investiga-
Infraestructura técnica ciones de la autora; los referentes a las
demás provincias, de publicaciones
y profesional universitarias realizadas por los arqui-
tectos Ramón Gutiérrez y Graciela
Viñuales (UNNE), Alberto Nicolini y
Marta Silva (UNT, UNBA).

Coordinación: Marina Waisman, arq.

La infraestructura técnica y XVIII tenía más casas de altos que Buenos del 900. Esta transformación se llevó a
Aires (respectivamente 50 y 12), no había cabo en dos niveles: el funcional y el
profesional en provincias sufrido mayores cambios a lo largo del visual o recreacional (Cuadro III). Agua
siglo XIX. Córdoba, por su parte, presenta corriente, alumbrado público primero a gas
Marina Waisman, arq. algunas zonas bien densificadas en su y luego a electricidad, obras de salubridad,
parte céntrica hacia 1885. y alguno que sistemas de riego y diques (especialmente
Cuando se consideran los grandiosos edi- otro edificio de mediana importancia —la importantes en Córdoba), comunicaciones
ficios construidos en las diversas ciuda- Academia de Ciencias, el Club el Panal—, —ferrocarril, telégrafo, teléfono—, pavimen-
des del país en la época que estudiamos pero la edificación era baja en su casi taciones, sistema de puerto en Rosa-
—varios de los cuales se han presentado totalidad y una buena parte de ella estaba rio, etcétera, se fueron completando en
en los números anteriores de summa/his- constituida por ranchos. esos años, con la participación de ingenie-
loria—, se podría dar por sentada la exis- ros y técnicos ingleses, alemanes, france-
tencia de una sólida infraestructura pro- La cantidad de viviendas precarias es con- ses, y en algunos casos argentinos (Cassa-
fesional, tecnológica, urbana, y aun social, siderable en todos los casos (Cuadre II) fousth, uno de los autores del dique San
que habría permitido la erección de tan agregándose, en las ciudades mayores, un Roque en Córdoba, es un cordobés educado
importantes estructuras. Tales infraestruc- alto porcentaje de conventillos. El perfil en París). Junto a estas preocupaciones,
- turas, sin embargo, estuvieron lejos de ser ciudadano no difería demasiado en este claramente ligadas a la imagen de pro-
lo que los edificios nos hacen suponer: período del de siglos anteriores: unes po- greso técnico y material que constituía uno
quísimos edificios destacándose en ía cha de los aspectos fundamentales del modelo
inexistentes en más de un aspecto, preca- tura general. Las mejores viviendas se adoptado, aparecen las formas urbanas que
rias en otros, siempre parciales, de tal construían en ladrillo, con techos bien en trasladaban el modo de vida de la urbe
modo que las obras aparecen casi como "azotea" —uno de los tipos edilicios que parisiense a tierras argentinas: los bule-
creadas de la nada y en la nada, en un denotaba modernidad, por contraposición vares y paseos arbolados. Desmesurados
medio en que todo estaba por hacerse, a la teja colonial—, o cubiertas de teja o como fueron varios de ellos, con relación
y mucho, por cierto, se hizo en aquellos de hierro galvanizado. En 1895, este tipo a las exiguas poblaciones a las que servían
años'. de viviendas constituían menos de la mi- y a la escasa circulación vehicular, resul-
tad de las construidas en todo el país; la taron, a la larga, las únicas reservas con
El análisis de datos concernientes a al- otra mitad estaba constituida por ranchos; que contarían estas ciudades hasta hoy.
gunas ciudades de provincias nos permite y el pequeño resto por tipos diversos: ma-
acercarnos a este panorama. Hemos ele- dera y hierro, entre otros. En la mayoría de los casos, no se les ha
gido para nuestro cuadro la ciudad de agregado un metro cuadrado de área verde
Rosario, per entonces la más importante Este sencillo medio, de tradiciones arte- en los siguientes ochenta años. Thays, ar-
después de Buenos Aires por su población sanales elementales, de perfiles simples, quitecto paisajista francés, dejó sus hue-
y riqueza; y la serie de ciudades que des- de trazados urbanos esquemáticos, caren- llas en varios de estos parques, que cam-
de la época de la Colonia había constituido te de una organizada infraestructura de ser- biaron la austera fisonomía de la cuadrí-
la red urbana más integrada del país, cula colonial con sus curvas y sus ricos
vicios, se vio de pronto en la necesidad
conformada durante el avance colonizador follajes, e invitaron a la población a paseos
de adaptarse rápidamente a la nueva ima-
desde el Norte: Jujuy, Salta, Tucumán, más amables que las severas "plazas ma-
gen que las generaciones del 80 y los años
Córdoba (Cuadro 1). Las dos mayores de yores". El caso de Tucumán es particular-
subsiguientes soñaban para el país,^ un
entre ellas eran Tucumán, que pasaba por mente relevante, pues la plantación de
país que querían integrar al mundo "mo-
períodos de gran auge debido a la pros- árboles en lugares públicos, comenzada
derno", esto es, al mundo que constituía
peridad de la industria azucarera (ver en hacia 1870, comenzó una valiosa tradición
el sistema liberal. En el afán de quemar
summa/historia N<? 86, pág. 79, el tema de ambiental en aquella ciudad de clima casi
etapas, se dieron conjuntamente los cam-
los ingenios azucareros), y Córdoba, que tropical.
bios que transformaban la sociedad con
pese a su indudable gravitación en el pa- aquellos que solo afectaban a la super-
norama político nacional parece presentar De las tres ciudades mayores que estamos
ficie de las cosas: por eso se importaron,
una situación económica bastante limitada. considerando, Córdoba es la única que no
junto con los hombres que habrían de
logró concretar su bulevar, proyectado en
cambiar la composición étnica del país, y
En todos los casos, las densidades pobla- 1889 por el intendente Revol. Las tamba-
los modelos económicos y culturales gene-
cíonales fueron muy bajas a lo largo del leantes finanzas de la comuna —y quizás
rales, también los modelos arquitectónicos la oposición de la Iglesia, que veía peligrar
período, y menos que mediana fue la ca- y urbanos. Porque la ciudad y la arqui-
lidad de la mayoría de las viviendas. Ro- el pretil de la Catedral con ej trazado
tectura constituyen el rostro visible de una propuesto— impidieron su realización, que
sario, al crecer su red de ser/icios, habíase sociedad, y esta sociedad tan ansiosa de
extendido en una trama muy abierta de hoy hubiera constituido un útil desahogo.
cambios no podía mostrar al mundo un Rosario y Tucumán, en cambio, realizaron
edificación baja; aun cuando es la ciudad
rostro tradicional. sus bulevares, cumpliendo así el sueño
más rica y poblada de las que estamos
considerando, no llegó a contar en 1906 de toda ciudad de la época, de parecer-
con más de 30 casas de tres pisos. Tucu- Así, pues, la imagen urbana fue tan im- se de algún modo al París de Hausmann.
mán. por su parte, tenía hacia 1913 menos portante como la edilicia para los cons-
del 1 % de sus viviendas de dos pisos. En tructores del modelo, y su configuración Al mismo tiempo que se transformaba la
Jujúy no comienza la densificación del fue rapidísima: comenzada cerca del 80, organización urbana se creaba una nueva
centro —en el cual se advertían muchas en las principales ciudades estaba con- imagen edilicia. Era menester construir los
manzanas sin edificar, cultivadas y cer- cluida hacia el 90, y en las otras se pro- grandes edificios para las funciones publi-
cadas—, hasta 1915. Salta, que en el siglo longó a lo sumo hasta los primeros años cas y las grandes residencias para los
prestigios privados (ver summa/historia Nos. pues no se llegó a un real intento de la colonial teja, no existe, por cierto, co-
88 a 90). Pero, a diferencia de lo que ha- tecnificación del país o siquiera de su mo tampoco las chapas de zinc que deben
bía ocurrido en la época colonial, no era zona privilegiada. Eso sí, no podía dejar cubrir los grandes galpones de estancia
ahora suficiente la mera imitación de las de estar presente en los símbolos. o los ambientes fabriles.
formas. La arquitectura no podía aceptar
la simbiosis de formas europeas con las Esto no era fácil. Como ya lo hemos visto, En cuanto a los profesionales, ingenieros
técnicas o materiales locales tradicionales, tanto las tradiciones artesanales como la y arquitectos, cuyo número va creciendo en
como había ocurrido durante la Colonia, producción local de materiales estaba le- los censos sucesivos, en pocos casos eran
aun con la "gran" arquitectura, no solo la jos de poder responder a tales anhelos. El verdaderamente ¡dóneos (Cuadro IV!. En
popular. Y esto no solamente por razones país producía, en general, el material ne- 1890 se lee en La Nación que un grupo de"
prácticas de realización; pues en aquella cesario para la obra gruesa: ladrillos, ca- ingenieros, arquitectos y agrimensores so-
primera época, cuando se perseguía la les y cementos (especialmente en Córdo- licita la reglamentación oficial de sus tí-
creación de imágenes representativas del ba), mosaicos y baldosas (en Rosario había tulos dado que muchas personas los utili-
poder religioso o de! poder de la Corona, una fábrica de baldosas "imitando mármo- zan fraudulentamente, y un año después
la técnica no podía considerarse más que les y mosaicos"), algunos cerámicos y már- puede verse en el mismo diario una reso-
un medio, ya que los valores pasaban más moles; hacia fines de siglo comenzaron a lución oficial por la que "en caso de que
allá del esfuerzo del hombre, por encima fundirse piezas de hierro (primero en Bue- la persona que firme planos no sea inge-
de él y de sus pobres trabajos; los medios nos Aires, luego en Tucumán, hacia 1909). niero o arquitecto 'notoriamente reconoci-
eransolg la humilde ofrenda del hombre que Sin embargo, para algunas estancias ingle- do', el jefe de la oficina de Obras Públicas
daba lo mejor de sí ad majorem Dei gioriam. sas en la Patagónia o en la Pampa siempre le otorgará un certificado de idoneidad
resultaba más fácil importar los ladrillos previo 'un ligero examen de la persona' ".
La nueva arquitectura, en cambio, deriva- de Inglaterra que de otras provincias ar-
ría su valor ideológico de un trasplante gentinas. Es de imaginar que ios pocos profesionales
completo, que debía abarcar tanto las realmente capacitados permanecerían prin-
imágenes como las técnicas, puesto que En Bu¿nos Aires, la industria del hierro cipalmente en Buenos Aires y en Rosario,
¡os nuevos valores pasaban tanto por el para construcción se desarrollaba ya desde donde la gran riqueza de la nueva burgue-
meridiano de la técnica como por el de antes de 1870, cuando existían varias car- sía la convirtió en importante cliente. Al-
los poderes económicos y políticos que se pinterías y herrerías mecánicas y fundicio- go parecido, aunque en mucho menor es-
querían celebrar. Además, \ técnica era nes de hierro; y hacia 1890 se instala un cala, ocurrió en Tucumán, con su aristo-
precisamente uno de los aspectos funda- taller de laminación de hierro que produ- cracia de dueños de ingenios, que tras-
mentales a transformar en esta parte del cía hierro redondo, perfiles T y doble T, plantaban la vida francesa a su ciudad,
mundo si se quería hacer posible su ac- y varios otros elementos. despegados del resto del país. Las demás
ceso al "concierto de las grandes nacio- ciudades. Córdoba entre ellas, debieron
nes", y por tanto, toda traza de técnica No existía, en general, material sanitario. contentarse con algún profesional poco re-
colonial en una obra "moderna" era un En los pliegos de especificaciones encon- levante, y para sus obras de compromiso
paso atrás en e! proceso de modernización. tramos indicados, por ejemplo, inodoros hubieron de recurrir a los de Buenos Aires
ingleses o franceses. Las grandes piedras y Rosario, o directamente a los de Francia,
La fe en la técnica es uno de los compo- para revestimientos —granitos, mármoles— todos los cuales alguna vez visitaban el lu-
nentes básicos del modelo. Como es bien aún no son explotadas en el país. La pi- gar de su futura'Obra, pero en la mayoría de
sabido, ss adoptará solo superficialmente, zarra, con la que hay que reemplazar a los casos se limitaban a enviar los planos.

Cuadro I: Población de ciudades en 1835

ciudad total extranjeros

Bs. As. 664.000 345.000


Rosario 107.000 49.600
Córdoba 54.763 6.164
Tucumán 49.338 5.578
Salta 20.361 1.829
Jujuy 10.165 1.315
El país 4.094.911 1.004.527

Cuadro II: Las viviendas en 1895

ciudad cantidad viv. adobe porcentaje


total o barro viviendas
precarias

Rosario 10.987 1.198 10.8


Córdoba 8.156 3.016 36,9
Tucumán 6.871 2.479 36
Salta 2.724 859 31.5
Jujuy 1.463 787 53,8
El país 563.134 563.134 •49*

1 En el censo de 1869 se cuenta el 75 %

Cuadro III

Servicios Rosario Córdoba Tucumán Salta


urbanos

agua
corriente 1884 1876 1894 1898
alumbrado
público 1884 1880 (gas) 1887
parques 1898 1889 1898
bulevares 1887 1889 1887
(proyec.)
planos
catastral, 1885 1885 1891 1882
planos
urbanos

86
No faltaban los "especialistas" en ciertas Cuadro I V / C e n s o de profesionales en 1895, por provincias
tipologías qtre viajaban de ciudad en ciu-
dad cumpliendo sus tareas: los arquitectos Profesión Santa Fe Córdoba Tucumán Salta Jujuy Todo el país
Cánepa, autores de varias importantes igle-
sias —y otras obras— en Santiago del Es- arquitectos total 33 36 7 11 3 396
- tero, Córdoba, Tucumán; Antonio Soler, au- extranjeros 29 30 7 11 3
tor de teatros en Rosario y Córdoba; el Pa-
ingenieros total 121 71 70 15 13 1.481
dre Luis Giorgi, autor de varias iglesias, et- extranjeros 102 25 56 13 .11
cétera. Además, era frecuente que el pro-
fesional afincado en una ciudad provincia- alhamíes total 2.662 1.710 1.393 565 214 28.607 (de los cuales
na fundara al mismo tiempo una empresa extranjeros 1.930 500 278 78 60 13.300 son italianos)
constructora, como fue el caso del inge-
carpinteros total 3.012 1.840 1.461 510 250 28.221
niero José de Bassols, importante proyec-
extranjeros 2.530 550 232 64 50
tista que actuó en Tucumán.
- La confusión entre la competencia profe-
sional de ingenieros y arquitectos subsis-
vidrieros total
extranjeros
22
19
3
2
2
2 _ -: sin datos

tía: por otra parte, se asignaba prioridad yeseros total


extranjeros
33
31
4
2
10
9
1
1
ii sin datos
a los estudios de ingeniería, más ligados a
la ¡dea de progreso técnico que los de ar-
"" quitectura: la Facultad de Ciencias Físicas
y Matemáticas se creó en Córdoba hacia
marmoleros total
extranjeros
57
51
15
11
17
15
2
2 : sin datos

1875, en tanto que la de Arquitectura aoa-


rece, como Escuela dependiente de aquella,
plomeros total
extranjeros
9
9 _
3
1
- - sin datos

tan solo en 1923. Hacia 1900, por otra parte, (Recuérdese que la idoneidad de los títulos de ingenieros y arquitectos es cuestionable)
se creó la primera escuela de Arquitectura,
la de Buenos Aires, cuyos egresados comen-
zaron a acompañar en el panorama pro-
fesional a los europeos que lo habían ocu-
- pado por entero: italianos en primer tér- Una calle en Córdoba en 1887 Teatro Rivera Indarte, ingeniero Francisco
mino, algunos franceses, españoles hacia la Tamburini (foto Federico Ortiz)
segunda parte del período estudiado, y los
Subusina "Mendoza", Rosario. Ingenieros
ingenieros ingleses y alemanes que alter- Ackermans y Van Haaren
naban sus trabajos en el equipamiento ur- Banco de Córdoba.
Parte superior del Salón de Acuerdos.
bano con la práctica de la arquitectura,
Edificación típica del centro de Tucumán a Nótense el pesado casetonado y la ilumi-
sobre todo en Buenos Aires y Rosario. nación que. siguiendo los tipos. usuales
principios de siglo. La casa de negocios es
del ingeniero José de Bassols para los sistemas a gas, dirige todo su
Los operarios de los diversos rubros nece- efeco hacia la parte superior.
sarios para la concreción de una obra no 4
" siempre existían en nuestras ciudades. Re- Banco de Córdoba, ingeniero Francisco
cuérdese que, dados los caracteres esti- Tamburini. Corte

- 87

.
lísticos en vigencia, la profesión de escul- usaba la terracota, para fabricar fuera de ta nosotros, los planos estructurales no
tor estaba estrechamente ligada a la ar- obra balaustres y capiteles. Todos estos suministraban, en caso de existir, más que
quitectura, mientras las decoraciones trias elementos eran 'importados, por cierto, lo indicaciones de índole general, no exis-
'senciHas quedaban a cargo de los hábiles cual no implica que no fueran necesarios tiendo planos de instalaciones sanitarias
albañiles italianos (ver Cuadro IV). La es- operarios hábiles para su colocación o eje- o eléctrica. El pliego de especificaciones
pecia I ¡zac ion de estos últimos dio lugar a cución, así como para los complicados tra- era, probablemente, el documento más pre
una práctica corriente al menos en Tucu- tamientos que se daban a muros y colum- ciso a estos respectos. A lo largo .de la
•máR: una empresa constructora construye nas —diversos tipos de estucos—, y a los ejecución de la obra el arquitecto enviaría
un grupo de viviendas, dejando sus frentes cielorrasos, objeto de complejas construc- nuevos planas de detalües técnicos o cons-
sin terminar, y luego un equipo de "fren- ciones que requerían armazones de cañizo tructivos. Pero, en general, muchas e im-
tistas" las recubre con fachadas a la moda. o de listones de madera entrelazados con portantes decisiones quedaban a cargo del
En Córdoba, en 1895; no hay más que 4 alambres y debidamente patentados por director de obra que, a menudo, sería tam-
yeseros y tres vidrieros —en toda la pro- firmas alemanas, que permitían colgar te- bién "importado". Véase, si no, esta dis-
vincia— y ningún plomero. las pintadas, cornisamentos, ménsulas, et- posición que aparece en el cuidadoso plie-
cétera. (Fig. 6). go de especificaciones preparado por Tam-
Si se piensa en la profusa decoración in- burini para la Cárcel de Córdoba: "las co-
terior que requerían los grandes edificios, De paso sea dicho, este afán casi enfer lumnas (de fundición) tendrán el espesor
con sus cornisamentos, cielorrasos, colum- mizo de cubrir todas las superficies con proporcionado a 'la altura y al peso que de-
nas, etcétera, se advertirá que, en el pa- decoraciones es un tema muy curioso para berán soportar".
norama de oficios y artesanías disponibles, indagar en la psicología social de la épo-
difícilmente podría ccntarse con personal ca. Se trata de un cierto tipo de "horror También podemos imaginar que era casi
idóneo para su ejecución. vacui" que se refiere también al espacio imposible licitar obras por montos globa-
interior que, en las viviendas, se llena has- les, si a la imprecisión citada agregamos
La solución general a todos y cada uno de ta la saturación de muebles y objetos, al- la necesidad de importar la mayoría de
estos problemas era una sola, umversal- gunos de ellos útiles y los más, perfecta- los materiales y aun los operarios. De ahí
mente aceptada y aun proclamada: impor- mente inútiles (ver Cuadro V). Quizás la que ya sea en obras hechas por adminis-
tación. Importación de materiales, de pro- acumulación de objetos se sentía necesa- tración o por contratos, se utilizara el sis-
yectos, de profesionales, de operarios, de ria porque su posesión eia símbolo de po- tema de ajuste alzado.
instalaciones, de muebles, de ornamentos, der económico, y entonces el espacio va-
de vigas, de escenografías, etcétera. cío parece "vacío de objetos", vacío f\o Ya entonces, por cierto, el Estado no se
posesiones, y la arquitectura —-orno las distinguía por sus buenas condiciones ad-
En lo referente a 'las decoraciones edili- alfombras y los papeles pintadlos con di- ministrativas: el edificio del Banco de Cór-
cias el sistema de la importación se veía seños tridimensionales— ayuda a llenarlo doba, entidad privada, se construyó a pre-
favorecido por ei notable desarrollo que con sus decoraciones. cios mucho menores y en plazo mucho
habían alcanzado las técnicas necesarias más breve que el Teatro, obra oficial.
para llevarlas a cabo. No se podía pensar La arquitectura, pues, era concebida como El Teatro Rivera Indarte proporciona otro
ya, en pleno siglo industrial, en emplear construcción más decoración. El arquitecto, motivo de reflexión, que hace no solo a la
artesanos que ejecutaran pacientemente en sus proyectos, no habría de definir de- infaestructura técnica y profesional, sino
cada uno de los detalles, como se había talles que luego se llevarían a cabo de a la infraestructura social y cultural que
hecho en épocas anteriores. No había tiem- acuerdo COTÍ los "postizos1' disponibles en debía "sostener" una creación de esta na-
po —las obras debían terminarse en uno plaza. El proyecto del ingeniero Francisco turaleza. En efecto, en 1891 se termina el
o dos años, no en veinte o cincuenta—, Tamburini para el Banco de Córdoba, (fig. teatro, para el que se habían contratado
y además se apreciaba la maestría de la 4), por eiemplo, muestra en sus cortes for- decorados realizados por escenógrafos de
máquina tanto o más que la del artesano, mas bastante diferentes en el detalle de las ios más famosos teatros italianos, y sobre
por más que Ruskin y otros teóricos re- que se ejecutaron. Pero hay más: estos cuyos estilos decorativos se había legislado
clamaran contra tal sustitución. Así, pues, cortes que forman parte de la documenta- cuidadosamente, variando desde los diver-
la mayoría de los molduras y ornamenta- ción que Tamburini mandó desde Buenos sos Luises a los distintos Renacimientos y
ciones eran de yeso vaciado en moldes Aires, donde se desempeñaba como Ins- llegando, para el foyer de damas, hasta el
fuera de obra, y se vendían en casas es- pector General de Arquitectura de la Na- "Pompadour Japonés y Turco". En una pa-
pecializadas, ya listas para su colocación, ción, fueron la base para el correspondien- labra, se disponía la creación de un teatro
lo que se hacía fijándolas con mezclas es- te llamado a -licitación, y en ellos no figura que hubiera hecho excelente papel en cual-
peciales y con armaduras de hierro cuando el sótano que, de acuerdo con la tipología quier adelantada ciudad europea de la épo-
su volumen y saliencia así lo exigían. Para bancaria de la época, debía contener el ca, y para el cual existía, sin duda, un pú-
las cornisas que se vaciaban en obra se tesoro, el cual efectivamente se construyó blico de gustos refinados. Pues bien, a so-
disponía de moldes muy exactos, construi- y se dotó de una excelente cámara de se- lo cuatro años de su inauguración, se com-
dos en madera pulida y hierro. Las mol- guridad, aún en uso. A juzgar por la docu- prueban en el edificio serias deficiencias
duras en los exteriores eran realizadas con mentación de otras obras igualmente con- que un posterior informe técnico atribuye
mezcla* en base a cemento; también se tratadas con Tamburini, que ha llegado has- a la falta de cuidado en la mayoría de los
artefactos sanitarios, 'lo que ha producido
taponamientos e inundaciones, y además,
Cuadro V a la existencia, en corredores y sótanos, de
unos 350 metros cúbicos —nada menos—
Espléndido remate * de basuras y escombros. En pocos años de
de! suntuoso Moviliario mal uso y descuido se había llevado al edi-
del Sr. Ismael Galíndez, Calle Entre Ríos, Núm.... ficio al borde de la destrucción. Quizás
Por ausentarse para Eurooa con su familia procederá a vender en remate todas las existencias
Oe su casa habitación, Muebles. Cuadros. Bronces, Carruajes, Caballos, etc.
ocurría con el rito social de la ópera algo
semejante a 'lo que Martínez Estrada dice
Detalle de las máquinas: que no se asientan sobre
Muebles del Salón la tierra sino sobre un estado de civiliza-
Un juego estilo Turco compuesto de un sofá, dos sillones, seis sillas y 2 esquineras, un centro ción.
de felpa con másela de bronce y flores, un diván y 2 sillones fantasía, 2 sillas tijerr. fantasí?,
2 sillas Reina Victoria, 2 sillas doradas fantasía; una araña de cristal Ortiz de 5 luces, una ar?ña Este esquemático esbozo de las condicio-
de cristal de 4 luces. 2 grandes espejos Visóte; 5 senefas a la italiana con sus correspondientes nes en que se llevó a cabo la grandiosa
cortinas, 1 Puf, 1 otomana, 2 asientos Turcos, 2 sillones fantasía estilo chinesco, 2 columnas de transformación de nuestras ciudades plan-
felpa con estatua de bronce: La Modestia y la Samaritana, 3 cuadros grandes en acero, 3 cuadros tea una vez más las dificultades del juicio
chicos, 2 adornos Vicuy y felpa, 2 panderetas fantasía, 2 grandes florel Xx $le esquina con sus acerca de esta empresa, en 'la que las con-
ramos, I consola con espejo Visóte de fantasía, 2 estatuas bronce "La . gestad", 1 álbum, tradicciones parecen constituir la nota co-
1 aparato cristal para retratos, 5 figuras de porcelana, 4 pantallas chinas. 1 b.fonier, 2 cuadros,
Z rapises bronce, 2 bustos terracotta, 2 tarteleras, 1 aparato de tarjetas, 2 cuadros, 1 alfom-
rriente: contradicciones entre la infraes-
brado Bruselas rcortado. (siguen Ante-sala, escritorio, comedor, cuatro dormitorios, un toilet, tructura técnica y profesional existente y la
un costurero y una cochera en la que se cuentan, entre otras cosas, dos carruajes, 2 yuntas requerida por los nuevos tipos, entre es-
de tiro y una vaca con cría). tos y los modos de vida corrientes de la
mayoría de la población, entre la precarie-
" Fragmento de un aviso aparecido en El Porvenir, diario de Córdoba, él 1/4/1889. dad de las fuerzas y 'la magnitud de la
Se conserva la ortografía original. empresa, entre la realidad y los símbolos
de una vida soñada.

88
ó. El modelo liberal La importancia fundamental asignada a la
educación por la generación que introdujo
4.1. Enseñanza el modelo justifica ampliamente la inser-
ción de esta reseña, que nos permite acce-
der, a través de los datos y las obras, a la
imagen que de la enseñanza se tenía en
la época.

Coordinación; Marina Waisman

Los colegios secundarios


'.a arquitectura para la Arquitectura escolar primaria
en la década del 80
educación en el siglo XIX En tanto la educación primaria estaba, has-
ta el establecimiento del Consejo Nacional
La primera presidencia de Roca estuvo ca- de Educación, a cargo de las provincias, el
Daniel Schávelzon, arq. racterizada por dos realizaciones fundamen-
gobierno federal asumió desde la presiden-
tales, en lo que concierne al ámbito edu- cia de Mitre la conducción de lo que es
cacional: la sanción de la ley nacional nú- hoy el nivel medio de la enseñanza, que fue
mero 1420 que estableció las bases de un
llamado "nacional" tanto por su orienta-
El proceso de renovación educacional con- nuevo sistema orgánico para la instrucción ción pedagógica —planes centralizados ¿
ecuente con la Revolución de Mayo, tardó pública y la creación, en 1882, del Consejo nivel federal— como por el patrocinio ejer-
n su materialización varios decenios de- Nacional de Educación cuyo primer titular,
cido por dicho nivel de gobierno; así sur-
_ ido, entre otras causas, a que el país es- el doctor Benjamín Zorrilla, resolvió con gieron los colegios nacionales y las escue-
tuvo abocado al objetivo prioritario de con- extraordinaria dinámica las apremiantes ne- las normales nacionales, con el carácter,
solidar sus nuevas estructuras políticas y cesidades que presentaba la capital fede- respectivamente, de ciclo preparatorio en \;
conómicas; hacia las décadas finales del ral en materia de edificación escolar. Al formación profesional universitaria y de ca-
iglo XIX se concretaron, especialmente en servicio del Consejo se desempeñaba el ar-
pacitación de personal docente para aten-
-. j ciudad de Buenos Aires, los programas quitecto Raymundo Battle, quien preparó der la educación primaria en todo el pais.
edilicios correspondientes al nuevo sistema un proyecto tipo, según el cual se inició la
educativo en sus niveles de escuelas, co- ejecución de seis obras en abril de 1883; Buenos Aires y Córdoba poseían colegios
=gios y universidades y, como funciona- poco después se incorporaron el arquitecto dependientes de sus respectivas universi-
liento y como expresión, se logró entonces José Ramos Muñoz y el ingeniero Próspero dades y sucesores de viejos institutos je-
• 3 imagen arquitectónica inherente a aqual Lcbeán como proyectistas: el 1 de junio de suíticos, como los que existieron también
proceso de renovación. Sarmiento había 1S84 se inauguraron 14 edificios y el 8 de en otras ciudades del país; en 1848 fundó
!¡do el primero en proponer medios para julio de 1886 otros 40. contándose entre és- Urquiza un colegio en San José (Entre Ríos)
lodificar las anteriores estructuras educa- tos el palacio de la calle Rodríguez Peña que al año siguiente fue trasladado a Con-
bas al fundar, en 1857, la Escuela Modelo entre Charcas y Paraguay, construido para cepción del Uruguay, donde en 1850 inau-
je Catedral al Sur en la capital del enton- la escuela Petronila Rodríguez, el Consejo guró el primer edificio propio, construido
ce?. Estado Libre de Buenos Aires; psra y la Biblioteca, según diseño del arquitecto por el_ contratista Pedro Renom. En 1S69 e\o nacional cre
"Hlr se remodeló con material norteamen- Carlos A. Altgelt.
ano un edificio preexistente, y un año nieros a la cual, cinco años después, fue
sspués se inició la obra de la Escuela Ai finalizar la década del 80 el sistema edu- incorporado Enrique Aberg como Arquitec-
~lV1cdelo de Catedral al Norte que fue el cativo y la arquitectura escolar alcanzaban to Nacional; esta repartición realizó desde
primero construido en la ciudad después su primer apogeo,- Ramos Mejía estableció entonces un plan de adecuación de anti-
e la Revolución de Mayo. 320 escuelas en todo el país durante sus guos edificios a las necesidades que plan-
tres años en el ministerio; para agilizar el teaba el funcionamiento de colegios nacio-
_ _ 3 Escuela Modelo de Catedral al Norte, plan de construcciones se prepararon pro- nales y de escuelas normales en diversas
situada en la actual calle Reconquista 461, yectos prototípicos que sirvieron para eje- ciudades del país.
"ue construida entre 1858 y 1860; fue su cutar obras casi en serie, trabajos que es-
utor el arquitecto Miguel Barabino, cuyo tuvieron a cargo del activo contratista Luis La primera presidencia de Roca (1880-1886
Valcavi. Tal masificación constructiva jus- marcó también un período de gran signi-
royecto resultó seleccionado en un con-
tificó frases como la de Galarce, en 1887, ficación en materia de edificación escolar
^urso o "licitación" ya que también se com- al describir los nuevos edificios educativos
petía por el presupuesto. Dicho edificio te- secundaria; los a r q u i t e c t o s Absrg, hasts
de Buenos Aires con estas oalabras: "...re- 1883, y Francisco Tamburini desde comien-
"•'a una capacidad original para 300 alurr;- uniendo la comodidad, lujo, amplia dota- zos de 1£84, atendieron, entre otras obras,
os, pero tras varias modificaciones, alcan- ción, hermosos jardines, higiene y discipli- las de refacción y ensanche del Colegio Na-
J en la actualidad a 800 educandos. Tam- na, a otros interesantes detalles que atraen cional Central, Escuela Normal de Profeso-
bién había sido equipada con mobiliario al niño al Templo del Saber y al profesor ras de la Capital, escuelas normales de
norteamericano, pero el edificio no era f.n al desempeño de sus obligaciones". maestras en Santiago del Estero, Catamar-
"lujoso": tenía algunos grandes salones, ca, Tucumán, Colegio Nacional de San Luis
¡caleras de mármol y portadas de caobo; Como contraste, si bien el número de edi y los nuevos edificios para colegios nacio-
TÍO obstante, la distribución no resultó bue- ficios construidos para escuelas fue real- nales en Catamarca y Mendoza, escuelas
na debido, probablemente, a la estrechez mente elevado, no resultó suficiente frente normales en Mendoza y Rosario y Escuela
'si terreno. a las necesidades del país. Por la ley n? 356 d™ Ingenieros de San Juan, en algunos con
promulgada en 1£69, la provincia de Bue- la intervención de arquitectos locales co-
5 notable cómo, hasta 1860, las quince nos Aires premiaba a las municipalidades me proyectistas y directores de cbras-.
escuelas de la ciudad de Buenos Aires fun- aue tuviesen más de una determinada can-
cionaban en obsoletos edificios alquilados tidad de alumnos matriculados, pero se die Entre los principales edificios construidos
no existían construcciones específicamen- ron casos de inscripciones en escuelas que entonces cabe mencionar la Escuela Nor-
'• erigidas para escuelas públicas, salvo no tenían maestros o directamente no exis- mal Nacional de Profesores "Mariano Accs-
_.:> hechas antes de 1810 por las órdenes tían; esta ley fue derogada por Avellaneda. ta" (1883-1892, Francisco Tamburini, arq.)
religiosas, cuya actividad repunta ta-nbién Los índices de deserción escolar en esta en el estilo renacentista italiano que ca-
uego de 1860, pudiendo mencionarse los gi- época han llegado a arrojar cifras de hasta racterizó a su autor, con planta rectangular
mtescos edificios privados de los Colegios casi un 90% al concluir segundo grado, es y dos patios paralelos, rodeados por las
sn José (1859/76 y del Salvador (1870/76). decir al término del ciclo elemental. galerías de acceso a las aulas y gabinetes

89 •
de clase; el edificio, aún en uso, consta tramos (reducida hoy solo al central), gran- mencionar los Hospitales de Clínicas de
de dos plantas y subsuelo, con un gran des jarrones f l a n q u e a n d o las alfardas y, Buenos Aires y de Córdoba, la Academia
pórtico de acceso sobre su frente principa1. también, una escultura alegórica sobre pe- de Ciencias de Córdoba, la Escuela Agronó-
destal que fue luego trasladada al Hospital mica de Santa Catalina en el partido cíe
Arquitectura universitaria de Clínicas; el retiro de la f a c h a d a , su Lomas de Zamora y las ccnstrucciones no
gran altura determinada por los dos pisos solo universitarias, sino también secunda-
La vida porteña, cada vez más compleja en y el remate escultórico superior, más el rias y primarias de la entonces nueva ciu-
la medida que absorbía los cánones cultu- movimiento que da el balbó sobre el acce- dad de La Plata.
rales importados de Europa, planteó una so hacen de ella un interesante ejemplo
variedad desconocida hasta e n t o n c e s , en dt esa monumentalidad, a cuya captación Una frase de Sarmiento expresaba: "Tened
cuanto a construcciones para fines educa- contribuye la escasa modificación experi- escuelas y no tendréis revoluciones"; este
cionales; en 1872 se abordó la construc- mentada en el entorno inmediato. proceso fue, precisamente, una etapa cía
ción de una nueva sede para la Universi- ve en la búsqueda de concretar una socie-
dad de Buenos Aires que aún funcionaba Ei edificio era sencillo en su funcionamien- dad ¡dea!, conforme a la mentalidad po-
dentro de los edificios j e s u í t i c o s de la to, pero a la vez rígido y sin posibilidades sitivista.
"manzana de las luces". Se trataba por de crecer, lo que impuso la necesidad ds
primera vez de levantar un ámbito especí- modificaciones al cabo de muy pocos años;
fico para toda la universidad y su proyecto la Universidad no llegó a funcionar total- La primera escuela pública expresamente
fue confiado a Pedro Benoit, el mismo ar- mente en él, sino solo la Facultad de De- construida en el país en 1858. Foto: 1916
quitecto que, hasta 1855, fuera autor de la recho, para la cual fue también insuficien- 2
Escuela de Medicina situada frente a la te, encarándose, al cabo de dos décadas, Escuela Hipólito Vieytes (1884). Un claro
iglesia de San Telmo; el solar elegido se su traslado a un nuevo edificio situado en ejemplo de la arquitectura educativa de
halla en Moreno 350. la avenida Las Meras, proyectado por Artu- la década del 80. Foto: 1920
3/3h
ro Prins en estilo neogótico y eternamente
En 1872 solo dos opciones existían dentro Pedro Benoit. Edificio de la Universidad
inconcluso. de Buenos Aires. 1874. 3 Fachada original;
de las corrientes arquitectónicas: una era
3a Fachada con las remodelaciones del
el historicismo en sus variantes del neogó- En 1882 el a r q u i t e c t o Aberg preparó un frente: 3b Primer piso con balcón y remate
tico, o de los neorrenacentismos italiano o nuevo proyecto para la Universidad de (lo único que subsiste del frente original),
francés que se mostraban en sus pórticos Buenos Aires, a construir frente a la plaza que da una imagen precisa de lo que no
acolumnados, la decoración, el diseño d£ San Martín, que tampoco sería materializa- es e! interior: 2c Detalle del mismo, con el
las fachadas y la distribución de sus plan- do.; Francisco Tamburini proyectó la nueva remate alegórico, parte de la simbologia
tas; la otra opción era el funcionalismo in- Facultad de Medicina (Córdoba y Uriburu, alusiva necesaria en la época en toda la
glés de la Revolución Industrial, usado para hoy en parte demolida) comenzada en 1886 arquitectura educativa; 3d El gran salón central
I oí ferrocarriles y las primeras obras de y concluida en 1895, psro que también re- visto hacia el jardín; se aprecia aun el juego
infraestructura, pero que no cuadraba con la sultó pequeña y requirió considerables am- de las columnas, pese al tabicamiento; 3e
Pórtico y escalera de acceso a la biblioteca
imagen arquitectónica que se quena dar pliaciones en 1S32. El crecimiento ds las desde el arruinado jardín: 3f La galería
c la nueva Universidad. La entrada princi- necesidades en materia educativa superior de la .biblioteca, quizás la parte más logra Ja
pai de la Universidad reviste aún Iss carac- excedió a las previsiones de esa época, pe- del edificio; un hermoso espacio de transición:
terísticas de monumentalidad que en su r j no podemos dejar de señalar que hube 3g Plano origina! del edificio, tal como se
época se creían necesarias: la gran verja. también realizaciones importantes, ya que, conservó hasta 1900; 3h Plano del estado actual
el atrio con palmeras, escalinata de tres además de las obras señaladas podemos del edificio, destinado a Museo Etnográfico

90

.
i \

(o)
Emilio Agrelo. arq., Universidad de Buenos
Aires, Rectorado y Facultad de Filosofía,
Viamonte 444, 1910
5
Francisco Tamburini, arq., Escuela Normal
de Profesores "Mariano Acosta", 1883/1892
6
Hans Altgelt, arq., Escuela Petronila Rodríguez,
hoy Consejo Nacional de Educación, 1886
7
Arturo Prins, arq., maqueta del edificio
neogótico para la inconclusa Facultad de
Derecho, Universidad de Buenos Aires. Otro
ejemplo del intento de utilizar la arquitectura
para fabricar una nueva historia, por una
generación que había destruido la auténtica.
1910. Foto: 1919
8
Carlos Morra, arq.. Escuela Presidente Roca.
Buenos Aires, 1900. Un típico ^ejemplo de los
"Templos del Saber" soñados durante los
gobiernos liberales del siglo pasado. Foto: 1910

-
92
.
5. El modelo liberal Coordinación: Marina Waisman, arq.
1.1. Centros urbanos. Trazado
1

_ La ciudad de La Plata La provincia, hacia el '80 (censo de 18881), io tanto, debe ser simultáneamente centro
Alberto Nicolini, arq. reunía la mayor parte del poder económico administrativo y gran mercado.
nacional: el 70 % de las rentas generales
del Estado, el 75 % del comercio y el 69 % Apenas ungido gobernador el 1 de mayo de
Buenos Aires, Capital de la República de la producción. Su medio millón de 1381, Rocha produjo tres decretos funda-
La ciudad de Buenos Aires, desde su fun- habitantes estaba disperso en extensos la- mentales: nombró la comisión que estudia-
" dación en el primer siglo de la dominación tifundios dedicados a la economía pecua- ría comparativamente algunos de los lu-
hispánica, había ido ocupando lentamente ria y concentrados en centros muy poco gares posibles en que debería establecerse
un papel importante dentro del conjunto poblados, de los cuales los más importan- la nueva capital, llamó a concurso inter-
de las ciudades situadas en la cuenca del tes eran: San Nicolás con 10 mil habitantes, nacional para los planos de seis edificios
-Río de la Plata. Cuando la geopolítica de Chivilcoy con 8 mil, Mercedes y Pergamino públicos y encomendó al Departamento de
los reyes borbones ¡a colocó a la cabeza con 6 mil y Azul, Dolores y Lobos con 5 mil. Ingenieros proyectar varios planos de una
del Virreinato, acabó por concederle le-
nueva ciudad y, además, planos y presu-
galmente el poder político que ya no aban- La ya mencionada coyuntura del '80 parece puestos de otros doce edificios públicos.
donaría en los hechos, a pesar de todas haber reunido en un plan político al pre-
"las vicisitudes de la guerra de la indepen- sidente saliente Avellaneda, al presidente Del modo como fueron planteadas las en-
dencia y de la anarquía posterior. Pero electo Roca —ambos tucumanos— y al que
fue necesario llegar hasta 1853 para que comiendas se desprende el, para nosotros,
iba a ser electo gobernador de la provin- singular método de diseño urbano consis-
ia Constitución la designara oficialmente cia poco después y asumiría la tarea de tente en encargar simultáneamente, a dis-
_como Capital de la Nación y a 1880 para la nueva capital con una convicción, una
que, por fin, la Legislatura de la provincia tintos equipos de políticos y técnicos sin
energía y una capacidad poco comunes: conexión entre sí, ia selección del lugar,
de Buenos Aires cediera el territorio del Dardo Rocha. Por la correspondencia que
Municipio de la Ciudad de Buenos Aires la traza de la ciudad, y la definición de
hubo entre ellos no cabe dudar de ia es- los principales edificios públicos.
para Capital de la República. trecha amistad de Rocha con ambos presi-
dentes, por lo que es verosímil pensar en
La coyuntura política favorable se presentó un acuerdo, por aquel año, para asegurarse La Comisión encargada de estudiar los di-
cuando, afianzado el presidente Avellaneda recíprocamente la entrega de la ciudad de versos lugares posibles se expidió cinco
luego de los sucesos revolucionarios de Buenos Aires a la Nación y el apoyo de meses después. Las pautas fijadas por el
junio de 1880, pudo simultáneamente pro- ejecutivo estaban referidos al terreno,
esta para concretar la erección de la nue-
"Dar la inconveniencia de que coexistieran va capital de la provincia. Así, al menos, aguas, comunicaciones con el exterior e
en la misma ciudad las autoridades nacio- resultaría humanamente explicable la pro- interior del país, facilidad para realizar
nales y las provinciales y, por otra parte, obras y ventajas e inconvenientes para ia
digiosa celeridad con que Rocha, gober-
someter el poder de la Legislatura de la administración. La comisión propuso, en
nador desde el 1 de mayo de 1881, logró
^orovincia mediante la intervención y el primer término, Campana, Lomas de ¡a
colocar ia piedra fundamental de la ciu-
posterior llamado a elecciones. En su men- Ensenada y Zarate: en segundo lugar, Quil-
dad el 19 de noviembre de 1882 e instalar
saje a la nueva Legislatura, Avellaneda le mes, Olivos, San Fernando, Mercedes v
los poderes públicos el 15 de abril de 1884.
decía que la capitalización de Buenos Aires Moreno.
era una simple ratificación de un hecho En el papel que debía jugar la nueva ca-
'ús^rico cuyo desconocimiento había sido pital incidió siempre el deseo de los hom- Dardo Rocha fue descartando uno tras otro
a de todos los trastornos políticos pa- bres de la provincia, muchas veces mani- los lugares posibles para arribar a la so-
- <s. La opinión contraria, expresada en festado abiertamente en los debates par- lución lógica: "Un lugar en que radicar una
•a Cámara de Diputados por el Dr. Alem, lamentarios, de tomarse una revancha con- ciudad que no esté muy lejos de Buenos
- argumentaba que con esa solución lo que tra la Nación por el "despojo" de que Aires ni muy próximo tampoco; que pue-
se conseguiría sería entregar al gobierno habían sido objeto, poniendo para ello en dan ser desviadas hacia él las corrientes
lacional la ciudad que reunía la mayor juego los abundantes recursos de la pam- comerciales con provechos positivos; que
iuma de elementos de poder, facilitando pa bonaerense. Al hacerse cargo del go- ocupe un lugar central con relación a la
al acceso de gobiernos tan fuertes que bierno, Rocha habla de la "nueva Buenos Provincia y que no le falte ninguna con-
Ahogarían a los pueblos y debilitando, si- Aires" y, cuando ya está decidido el sitio, dición natural para una gran agrupación
multáneamente, a la única provincia capaz manifiesta: "Ni por asomo se ha pensado urbana solo la encontraremos... entre el
de impedirlo que era la de Buenos Aires. en un mero centro político y administra- límite que separa Barracas al Sud, de
tivo"... "La nueva ciudad... estará en el Quilmes y el Río Salado... y basta mirar
La Plata, Capital de la Provincia primer puerto de la República, destinado la carta de la Provincia para que la so-
. Hasta 1880 el gran problema geopolítico a producir una gran revolución económica". lución se nos ofrezca patente y con una
sin resolverse había sido el de la Capital tradición científica y política que la rati-
de la República. A partir de esa fecha el El ideólogo en quien se apoyaron los hom- fica y la anuncia de tiempo a t r á s . . . las
Jroblema fue transferido a la provincia de bres de acción del '80 para la doble solu- tierras altas de la Ensenada, en la vecin-
Sueños Aires, la que, huérfana de la ciu- ción de las capitales fue otro mofare del dad del puerto, es el sitio más aparente
-Jad que había sido su foco político, eco- interior: el tucumano Juan Bautista Alberdi, para fundar la Capital de la Provincia".
nómico, social y cultural durante siglos, quien sostenía la tesis de que la capital
lebió ponerse a pensar dónde alojar en de un estado no puede ser otra ciudad El puerto natural de la ensenada de Ba-
orma inmediata, por lo menos, a sus au- que aquella que reúna la mayor cantidad rragán era conocido y utHizado desde la
ondades políticas. de elementos de poder económico y, por época del dominio español, pero solo en

93
1823 se pensó acondicionarlo y utilizarlo to de Ingenieros produjo la traza; se tra- se lee: "Borrador del proyecto de ciudad
para llegada, carga y descarga de los bar- taba de un equipo técnico y las contribu- capital prop. del ing.... José Rodrigo"; s'm
cos de ultramar, trasbordando a balandras ciones pudieron haber sido muchas. La escala, parece sin embargo, una versión
que comunicarían con Buenos Aires. La tradición directa le atribuye la responsa- reducida y estructurada sobre múltiplos
originalidad de la generación del '80 con- bilidad principal al ingeniero y arquitecto de cuatro del plano del Departamento de
sistió en combinar el magnífico puerto Pedro Benoit (h) (1836-1897), primer Direc- Ingeníenos; el número de manzanas, rec-
natural con la capital administrativa que tor de Obras Públicas de La Plata. tangulares aquí, también es considerable-
necesitaba la provincia. mente menor. En el Archivo del actual
Las pautas de proyecto que había fijado Ministerio de Obras Públicas se conservan
Varios proyectos de ley indispensables el ejecutivo eran totalmente genéricas: dos_aguadas, supuestamente anteproyectos
para la realización de la nueva capital conformidad con el trazado de las ciuda- dibujados por el propio Departamento de
fueron preparados de inmediato por el go- des más modernas, compatibilidad con el Ingenieros, que muestran dos variantes de
bernador; se referían a distribución y ven- clima, las costumbres y comodidad de los ciudades rectangulares con triple sistema
ta de las tierras; premios y franquicias habitantes, higiene, belleza de sus calles de avenidas: ortogonales, diagonales y
para los pobladores iniciales, obligatorie- y plazas, posibilidades de ensanche y con- anulares; en ambos casos el foco de la
dad de residencia para los funcionarios, sideración de los medios financieros dis- composición es una gran plaza rectangu-
reglamentaciones de edificación, etcétera. ponibles. El problema así planteado carecía lar a la que convergen dieciocho aveni-
de condicionamientos que hoy juzgamos das; pero la plaza es foco, no centro, esta
La traza urbana indispensables: la cantidad de habitantes desplazada hacia uno de los lados mayores
El 7 de mayo de 1881 el Departamento de y el sitio. Sin embargo existían, de he- del rectángulo insinuando la proyección del
Ingenieros había recibido el encargo de cho, algunas pautas. El ejecutivo pensaba eje de simetría hacia los canales y el
proyectar varios planos de una nueva ciu- en un ciudad que debería alcanzar el ta- puerto.
dad. El 19 de mayo del año siguiente elevó maño de Buenos Aires, la quería moderna
"el piano de la traza de la nueva capital a tal punto que Rocha había comprado un Ya se dijo que la traza original del 19 de
de la provincia" acompañado de un in- Atlas editado en París en 1880 en el cual mayo de 1882 no se conservó; la que utili-
forme descriptivo en tres folios. Se con- había anotado: "...para estudiar los pla- lizamos como base para el análisis tiene
serva el informe, la traza se ha perdido. nos de las principales ciudades del mundo la ventaja de ser la que describió el propio
y con estos conocimientos determinar el Benoit en la Reseña Estadística y Des-
Y este no es el único misterio asociado a de La Plata...". En esta y en otras publi- criptiva de 1885. Consiste, en primer lugar,
la "invención' 1 de la ciudad. Las otras caciones de la época abundaban los bule- en un sistema modular ortogonal cuyo ele-
grandes incógnitas son la autoría de la vares, ¡as avenidas en diagonal, las pla- mento es la "manzana" cuadrada de 120
traza, el texto exacto del acta de funda- zas en asterico, etcétera. metros de lado; dicho module se repite
ción y el nombre del autor de la desig- 6 por 6 veces, definiendo así un nuevo
nación "La Plata"; en este último caso Los antecedentes de diseños urbanos vin- cuadrado de 36 manzanas: entre las man-
¡a hipótesis más verosímil y más romántica culados con el proyecto definitivo, es decir zanas corren calles de 18 metros de ancho;
sería la que la adjudica a José Hernán- los que podríamos llamar anteproyectos, el cuadrado de 36 manzanas se repite —a
dez —el creador del Martín Fierro—, se- son varios, entre ellos el "Plano de la ciu- su vez— 6 por 6 veces completando el
nador informante de un proyecto en el que dad Atlántida, capital de la Provincia de gran cuadrado total de la ciudad cuya
aparece, en abril de 1882, el nombre de Buenos Aires", que se conserva en el Mu- superficie teórica es igual a 36 por 36
la ciudad por primera vez. El Departamen- seo Dardo Rocha y a cuyo pie, manuscrito, manzanas, es decir 1.296 manzanas. Al sis-

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94
tema modular de asentamiento se le super- de anoho; mas all a se ex ti enden las qu in-
tas, las ohacra s y los hom os. La orienta- Plano de 11 ciudad AIIAnt ida
ponen dos sistemas conectivos de circu-
2
laci6n rapida ; el primero es una red or- c 16n rigurosa a modlo rumbo do la malla Plaza Municipal . Al fondo . la Catedr• I
togonal de 6 por 6 avenidas que separa los modular provoc6 on el proyecto del pue rto 3
m6dulos intermedios de 36 manzanas; el la necesl dad de quobrar la dlrecci6n de Plano d• la ciudad de La Plata, ut ili zado
segundo, girado 45 • respecto del anterior, los ca nalos que, ya en el rlo, son porpen - por Aenolt en su descripci6n de 1885
esta formado por las dos diagonales del diculares a la lfnea do costa. 4
Edif lc io rle la l.egi sla t ura . He ine y
gra n cuadrado y sei s diagonales menores_ ..1
Hagemann , arqs .
trazadas, sin duda , para acelerar las co- ; Zonlflcacl6n
5
municaci ones en la zona central de 16 La relac i6n puerto-ciudad es tuvo des de el El proyecto rle la Leg is latur•
secciones. La simetrla de dos ejes propia primer momento ca si determin ada por la 6
del cuadrado qued6 desnivelada por la ubicac i6n re lativa ·de la Ensenada y de las El Museo
ubicaci6n del parque que ocupa algo mas Lomas altas; ,la extensi6n que med ia entre 7
de dos secc iones en el .Jado que mira al ambos, ubicada en zona baja, fue pensad a El d6rico en la Necr6polis
como extensi6n futura del Dock. Las obra s 8
rio; por ello el eje de simetrla NE-SO, se El j6n ico en la Legi slatura
prolonga , a traves del parque, hacia el del puerto comenzaron en 1883, y el 15 de
9
puerto . Este eje es eje monumental y no mayo de 1887 arrib6 el -primer nucleo de El renaci m iento fran c~s de la
circulatorio; no esta ocupado ,por una ave- pasajeros de ultramar procedente de Mon - Casa de Gobiern o
nida como hubiera correspondido en el tevideo. El d iseiiador y promoto r de las
esquema te6rico sino por una hilera de obras fue el ingeniero holandes Juan Abe l
manzanas en las que se ubicaron los Waldorp.
ed ificios mas significativos. A los !ados ~
de l gran eje edilicio corren dos avenidas
que se unen al llegar al parque. A dere- /
r Las comun icaciones merecieron f eria pre -
ocupac i6n desde el primer momento; en
cha e izquierda de estas aven idas se tra- 1882 se construy6 el primer rama l entre
zaron manzanas de so lo 60 metros de an - Ensenada y la estac i6n La Plata (h oy To-
cho; las manzanas subsiguientes aumentan losa); de alli una linea " Decauville" a
progre sivamente su ancho de diez en diez vapor, ll evaba pasajeros y encomiendas
metros hasta Hegar a 120. Benoit justif ic6 hasta la Estac ion Centra l en Aven ida 7 Y
esta organ izac i6n espec ial del eje centra l ca lle 48. -En 1884 se encarg6 el estud io
diciendo que se colocan asi los ,ed if icios y la traza de un camino de 50 metros de
pub I icos " ... para que al mismo tiempo ancho que uniera directameAte Barracas
que con los demas proyectados en los al Sud con La Plata . Para esa epoca fun -
bu levares que cortan perpend icularmente cionaba ya la primera linea de "tramways"
a estos, se distribuyera la poblac i6n en que recorrfa 20 kil6metros con 18 coches
varias direcc iones, evitando asi la aglo- transportando 30.000 pasajeros al mes.
mer'ac i6n de edificios en un mismo punto".
Los m6dulos intermed ios de la traza , de
El I im ite no puede ser mas preciso: la 36 manzanas cada uno, constituyen las
aven ida de circunvalaci6n de 100 metros " secc iones" de la ciudad .
5
r, ·

95
El centro geometrico de la traza es la el epicentre alrededor de la plaza de los del puerto de La Plata par la Naci6n, en
"Plaza municipal" y, del mismo modo que poderes provinciales. 1904.
en las ciudades creadas durante el domi-
nio espa'liol, los dos edificios significativos Crecimiento y crisis Los edificios publicos
que allf se ubican son la Catedra l y la El aumento pob laciona l de los primeros Las bases del concurso internaciona l si-
Municipal idad. Sobre el eje monumental , a t iempos es el mejor indicio del exito de tuan con precisi6n las edificios dentro de
mitad de fa distanc ia al parque, esta la la iniciativa de Dardo Rocha . En los dos manzanas de 120 metros de lado. El cri-
"Plaza provincial". El eje se desarrolla primeros aiios el crec imiento anua l fue del teria subyacente es el de su tratam iento
entre buleva res a lo largo de 13 cuadras, 60 %, estabi lizandose en los aiios hasta como imponentes volumenes complejos ro-
continuandose en el parque; los edificios 1890 alrededor del 25 % anua l. En ese aiio deados del suficiente espac io para la con-
publicos estan concentrados en 4 seccio- se produjo la gran cris is nacional que pro- templaci6n . la traza de la ciudad les .ad·
nes a ambos lados del ej e. voc6 en la ciudad un despoblamiento de judica IUgares de preferencia en frente de
magn itud considerable: de 65.610 habitan- plazas, flanqueados por bulevares o par
La Avenida 7, definida desde el princ 1p10 tes en 1890 hasta 60.991 en 1895. Aun asf, arboleda , coma en las alrededores de l
como eje transversal administrativo-banca- en ese aiio la ciudad de La Plata era la Museo. Las perspectivas son majestuosas
rio, adqu iri6 una importancia considerable tercera por su poblaci 6n , despues de Bue- y l os edificios heterogeneos se enfrentan
ll egando hasta hoy como la principal via nos Aires y Rosario. en un dia logo de estilos disfmiles . Cas i
de c irculaci6n veh icular . En el cruce de la todo el repertorio de la Historia esta pre-
Avenida 7 y el eje monumenta l se situ6 En cuanto a la composici 6n, se puede ve- sente: el d6rico en la Necr6pol is, el j6nico
la " Plaza Prov incial" que contiene la Casa ri f ica r una serie de consecuenc ias 16gicas en la Legislatura , el corintio en el Museo,
de Gobierno y la Legislatura provinciales y del hecho de trata rse de una ciudad re- el g6tico en la catedra l, el renac imiento
la vieja " Estaci6n Central" , hoy oficina de cien fundada : en 1884, el 65 % de la po- trances en la Casa de Gobierno, el rococo
Correos. Del li stado de mas de 20 edifi - bl ac i6n estaba const itu ido par varones en- en el Pabe ll 6n de la Musica de la plaza
cios publicos ubicados en esas cuatro sec - Ire las 15 y los 50 a'iios y el 84 % del San Martin.
ciones obtenemos una clara idea del "cen- total eran varone s; estos porcentajes bajan
tre" de aquella epoca. El parque ocu pa el al 50 % y 68 % respect ivamente al aiio Se trata de la obra co lect iva de una pl e-
6 % de la superficie tota l. El resto de los sigu iente. Resulta ev idente la incidencia yade de tecnicos extranjeros o argentin os
espac ios verdes cons iste en 23 plazas de 7 de la poblac i6n vinculada con las obras de primera generaci6n. El caso, mas ajen o
formas distintas pero todas ellas ubicadas publicas al com ienzo de la instalaci6n. a lo loca l es el de los arquitectos Heine
con exactitud en los cruces de las ave- Otra cifra es significat iva : en 1884, del to- y Hagemann , autores del proyecto premia-
n idas ortogonales. ta l de la pob lac i6n t rabajadora , el 47 % do de la Legi slat ura; y Stiers, autor del de
pertenece a ac ti vidades de la construcci6n . la Municipali dad , los tre~ res idelites de
Las superf icies libres, plazas , parques y Hannover.
paseos , ocupa 1 el 9,4 % de la superfic ie El peso de l componente extranjero tanto
tota l. Para 1939 los porcentajes para Bue- en lo pob lac iona l como en la industria y en La generaci6n li bera l que resolvi6 el pro-
nos Aires, C6rdoba y Rosario eran 4 %, el comerc io podemos comprobarlo a traves blema de las dos capitales en dos aiios,
1,7 % y 0,9 % respectivamente . Si para de algunas cifras: en marzo de 1884 el 78 % cre ia en el "Progreso" y consideraba qu e
esa misma techa calculamos los metros de la poblaci6n de La Plata era extranjera progreso, civi lizaci 6n y crecimiento de po-
cuad rados de superficie libre por habitan - y de ella el 44 % ita li anos. En cua'nto a blac i6n eran sin6nimos. De ahf que, par
te encontramos para La Plata, Buenos Ai- la industria y el comercio, el censo de 1909 media de la inmigrac i6n , "inventara" la
res , Rosario y C6rdoba, en ese orden : 15 nos descubre un 83 % del capita l de las capita l de la primera provincia argent ina
m2, 3 m2, 3 m2 y 1,3 m2 • casas comerc iales pertenecientes a extran- haciendo de ell a una ciudad extranjera
jeros y un 64 % en el caso de los esta- gobernada por una minoria argent ina. Hoy,
La superficie destinada para edificac i6n blec imientos industria les . a cas i 100 aiios de su fundacj6n, La Plata
estaba fraccionada en solares de 600 m2 es una ciudad que, si bien no logr6 cum-
y, en el caso de manzanas regulares, los Las obras del puerto iniciadas tardiamen- pl ir el sueiio de transformarse en la " nue-
so lares median 10 por 60. En un calculo te sufrieron de lleno las consecuencias de va Buenos Aires" , es la quinta de las ca-
est imati ve con una densidad muy baja a la crisis del '90. Por otra parte, era evi - pita les del pa is en orden a su importanc ia
raz6n de una fam ili a de 6 integrantes por dente que aunque el presidente Roca hu- poblaciona l, sigue "funcionando" urbanl st i-
solar, llegariamos a la conclus i6n tie que la biera prometi do todo su apoyo a la inicia- camente sin problemas de transito , con
capacidad media de poblaci6n de la ciudad ti va del gobernador Rocha , los _intereses un buen margen de superficie urbana fa -
que deben haber imaginado los fundadores de Buenos Aires no iban a permiti r que el cilmente densifi cable y sin ningun tipo de
debi6 osc ilar alrededor de los 150.000 ha- nuevo puerto "desviara hacia el las co- aprem io qu irurg ico como los que aquejan
rrientes comerc iales" como habia af irmado a la mayorla de las grandes y las med ia-
bitantes .
Rocha en su mel)saje del 14 de marzo de nas ciudades del mundo.
La edif icac i6n particular antes de 1884 se
hab fa dispersado en 12 de las 34 secciones,
,pero en 1884 solo se construfa en 8. Para
1882. La contraofensiva ~e inici6 en el mis-
mo aiio de 1882 con el comienzo del mo-
demo Puerto Madero, culmin6 con la crisis
10
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I .,
f ines del aiio siguiente habia editicios
particu lares en 21 secc iones y su total era
de Bar ing provocada precisamente por los
contrat istas que hab fan constru ido las ins-
El rococ6 en el Pabell6n de la Musica ,
plaza San Martin
11
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1 ;
de 3859. En cuanto al pico de concentra- ta lac iones portuarias de Buenos Aires y Plano del " Hotel de Ville " (Mun ici pa lidad). ,1:=
ci6n , parece desplazarse hacia el sur con
10
concluy6, simb61 icamente , con la compra
II
Heine y H~gemann, arqs.
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0ocumenta cl6n : F8d8ritn 0rt11.
5. El modelo liberal Manna Wa isma n. arq, .
2. 1. Vivienda . Arquitectura profesional
Coordinac i6n : Marin a Wa,sm~n . arq.

A) Los pa lac ios


La vivienda urbana en la ren tables; lcs medias tecn icos, es dec ir las
est ru cturas meta li cas primero y luego la s
epoca del liberalismo: la de hormig6n armada, junta con los med ios
1 La
en
variante
C6rdotl a , Rene
c1 as 1c. 1st.a · Palac. ,o
Sergent . an'.'.;! .,
Fe r--ey ra,
1913.
obra de los arquitectos mecan icos de circulac i6n vert ical , ha cen Considt rado el :ne,or ed1 f1c,o bor bon co
que esa busqueda se convierta en rea lidad . en la .~rge n t 1na
Feder ico 0 1t iz, arq .
la fragmenlaci6n de la cuadra que idearon 2 Ortodox ,a ec tect 1co-c 1as 1c,st a act ua l
La gran ciudad surge en el sigl o XI X y los espaiioles es I levada a su max ima ex - Emba jada de Franc ia, Pab lo Pate r .iro
con ella el alza ve rt i gin osa del valor de la presi6n en los /oles de 10 a 12 varas de £ 1 tema de la cllp ula e :i t,1 e snu 11i.1 SE'
perpetu6 e n ed 1f 1c1os de ,e ., ta oura nte
tierra urbana. Comien za entonces el par:,, frente a sea de 8,66 y 10,39 metros, res-
varia s oecadas
ce lamient o ind iscrim inad o y la colocaci6n pect ivameryte. Las con dicione s de aglome-
de !ates minimos al mejor postor. El fe- raci6n y fragmentaci6n hacen que gra n parte
3 Re sidenc ,a Fernandez de Anc!lorena .
n6meno de la subdivisi6n de la tierra y de la arqu itect ura sea arqu itectura de fa- hoy Nun c, alura en Bueno s A1re5 , Eauarao
su maxima aprovec hamienlo en las areas chada, par lo menos asi se la consideraba Le Monnier arQ , 1909. P1an1a na ,a y
urbanas conforma una rea li dad de la cua l en aque ll a epoca . Pero no nos engatiemos. pr, m er p1so . La gran 1mcor1an c 1c1 daoa -1 tas
la arqu itectura no se puede evad ir. La ob- todo espac io constru ido con el f in de ser escaleras revela el ca r3cler de a roa ute c tura
tenci6n de la mayor ren t a de la inversi on hab itado es, aunque no quiera serl o, arqu i- de reores enlac,6n y ores11g10
in mueble hace que las construcciones tectura ; lo que esta detras de la fa chada
busquen en altura la posibilidad de crear tamb ien es arquitectura , que sea mal a ar-
mas espac ios habitables y par consiguiente quitectura ... es otra cosa .

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Det ras de las fachadas, casi siempre pre - do en los barrios alejados; y en el limite 8 Obra de Carlos Nordma nn, arQuu ec10
sunluosas y en algunos casos extravagan- alem~n que realiz6 una vasta obra prOf'!sionol
inferior del ordenamiento aparece el con-
t es, se encuentra la dura realidad del Ii~ en el pals, a parlir de 1881.
vent i llo, creaci6n inedita de aquel sistema
beralismo, unidades de habitaci6n aptladas en que toda planificaci6n era anatema. 9, 9a, 10 Dos obras de Oscar Ranzenno!e r, ~e
sin misericordia, sin luz y----sin aire, es de- tende ;icia anl iacadl!m ica. N6tase la un1f1cac1on
En cuanto a las residenci as suburbanas y
cir i ncomunicados con los elementos ba- de las aberturas de planta baja y basamento,
srcos de. la naturaleza. campestres, deben mencionarse las vil las
que transforman totalmente el ordenamiento
y estancias, en las cuales hizo su apari-
Esla disoluci6n de la unidad basica ur- clasicista. Los elementos decorativos, as,-
ci6n, a menudo, el romanticismo medie- m ismo. se apartan de las f6rmulas reconoci-
bana acusa varias etapas: la primera, cuyos valista. Que grado de romanticismo tuvie- das. Se nota;i influenc,as de la secesi6n
origenes se remontan ,:i fines del srglo ron los adinerados terraten ientes que le- vienesa y del antiacadem ismo alem~n .
XVIII , comienza al dividirse la trad icional vantaron castillos y capillas medievales en
casa de dos patios por la mitad, dando sus propiedades pampeanas, es dificil de CJ Casas de renta. Todos las est ilos se
luga r a la llamada "casa chorizo'' . La se- saber; quizas n,nguno. Sin embargo, las suced·eron en sus fachada s, aun cuando
gunda etapa se cumple al hacerse nece - mot ivaciones detras de estos edificios pa• durante largo tiempo predom inaron los de
saria la edificaci6n de dos plantas, con recerian ir mas alla de una mera cuesti6n origen borb6nico.
acceso independiente a cada una eclectica, es demasiado especifico el gus-
11 Casa de renta, Avda . de Mayo 916,
to por lo medieval y ese gusto t itne que
Hac ia fines de siglo quedaran conf1gura - Buenos Aires, Alejandro Chr istophersen, arq.
haber sido en alguna medida romantico.
das, seglin los distintos niveles econ6mi- Un tratamiento academ,co en el cual puede
cos y socia les, distintas tipologias de vi - leerse la orga nizaci6n funcional.
8) Petits H6te1s. En esta se11e de obras puede
viendas: las grandes residenci as (palacios), observarse, especia lme , te en las figuras 5 a 8,
12 Ed,ficio en Buenos Aires, Gui llermo Alvarez,
cuyos modelos fueron los grandes hoteles cOmo un m Ismo esquema compositivo se
arq . La usual cUpu la que ser'lalaba la esqu,na
particulares de Francia, como el de Sou - reviste de fo, ma s vanadas que t ransforman
en las composiciones academ icas se con -
bisse, y en los cuales esta muy bien re• su e,cpres,6n sin cambiar su esencia Es
v1erte aqui en una especie de m ,rador
presentada la descendenc:a del esti lo bor particularmenle notable el paso que da
cerrado. El lengua1e esU emparentado con
Chnslophersen entre la obra ilustrada en la
b6nico; el pet it hotel, que reemplaza a la el modern ismo cata tan
f,gura 6 y la 7: en esta Ull ima los elementos
casa de patios, con una mayor especia- de\ lenguaje han llegado a una el(trema
lizaci6n de los locales, y con una facl,ada 13 Vivienda colectiva en Avda Rtvad.!via 2635,
s1 rnptif1caci6n
Buenos Aires, Mario Pa lant 1, arq . La alenci6n
que se presta a todas las variantes de l
4 a 7 Cuatro obras en Buel"los Ai res de prestada a los aspectos decorativos de la
eclectic ismo, y, mas adelante, del antia- Ale1andro Chrislophersen nuestro gran fachada no se acompar\a con parecido
cademismo; las casas de renta, requeridas ecIectico, cuya obra es d1flc1' de supera r, cuidado en la disl ribuc i6n interior, torturada
por las nuevas condiciones de la vida ur- lanto par su volumen coma por su par la subdivisi6n del sueto y la neces1dad
bana, tratadas con una arqurtectura que ex.cete nle calidad . No,uego, na cido sin de rentabilidad
fue desde las formas academicas hasta las querer en Cadiz, prolundamente encarniado
con nueslro pals, al que dio todo su esfue,zo Planta !1po
antiacademrcas, y de los ejemplos de plan -
de ex Im I0 proyect ista y arqu itecto de alma , 1 Sala 8 Tollette
las mas o menos oesah: gadas hasta el 9 Dorm ilono servIc I0
cubre con su vigorosa personalidad y obras 2 Sala secunda ria
abarrotamiento de locales agrupados sin las decadas del 10 y del 20. Graduado en la Hall prtnC1pal 10 Bario
mayor imaginaci6n , y con una fa l ta cas, Academ ia Rea l de Bella s Artes de Bruselas, 4 Escrrlor io 11 Hall nlerno
t ot al de aire y luz ccntrastando con la llega a la Argentina en 1887 y trabaja a S Coniedor 12 Dormilorio
imaginaci6n derrocha da en las faclBd as comienzos de siglo en la ortodoxia clasicista 6 Jardin de 1nv ierno 13 Patio cubierlo
Las casas de patio permanecen, sob,e to- fpa lac10 Anchorena, Buenos Aires, 1909) 7 Cocina
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Dl Villas. Las residencias suburbanas tomaron Palant1 era el arquiteclo adcc uado para servir Bodega 10 Le"a
a menudo la forma de villas ubicadas en el a este t ipo de clicntc. Figura paradojal , Carbon 1l Antecoci na
i n terior de parques, i nspl r~ndose, ya en evo\uciona desde el mtis acentuado y rlm- Tolletlc 12 Coci na
formas palladianas, ya en formas rom~nticas bombante academlcismo it~llco a una especie Comedor servicio 13 Hall
mcdievalislas (ver Villa Los Omblles, en de expresionlsmo arquitect6nico lm!dito Office 1'1 P1sc1na
summa/ histona, summa Ne:> 84}. y barroqulzante, tambi~n poseldo de una
buena dosis de truculencia format. Palent i E) Viviendas obreras. 16, 17, Las primeras v,.
14 Vill a en el ba rrio de Belgrano, Buenos es sin duda poseedor de una portentosa viendas para obreros y empleados que se
Aires, Alejandro Christophersen, arq Ubicada i maginaci6n, sus proyectos son casi siempre construyeron en el pals fueron la s desti nadas
en un Ambito urba ne conserva, sin embargo , grandes y tambi~n cas l siempre especta- al personal de los fcrroc'arriles. Para ellas
la esca la y las formas propias de una culares. Es un raro fcn6meno, diflcil de se utilizaron tlpologlas directamente
reside ncia suburbana . ubicar e i mposible de enlender sin asimilarlo lrasplantadas de modelos ingleses, i nclu-
a lletermi nada manera de ser esencialmente yendo la tecnologla,
15/lSa Proyecto de residencia para e l seiior 1ta liana, exuberante y tempcstuosa; su
Vasena en San Isidro, provinc,a de Buenos entusiasmo por la Italia fascista, donde
Aires, Mario Palant i1 arq. El sallo enlre finalmente se radic6, parecerla confi rmar sus
la obra ,eci~n mcncionada y la presente i ndica ,nclinaciones grandilocuentes.
no solo un cambio estillstico: todo un
concepto de vida queda sei'ialado , en el deseo P1anta
evidente de e:-thibici6n que predomina 1 Gran terraza Vcsluario
en esta Ulti ma . No hay duda de que Mario 2 Gimnasio Lavadera
-----------·--------
14 15

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104
~----
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--' )
) Para completar el programa de la vivienda
5. El modelo liberal en el perlodo presentamos aqui varios
~ aspectos de la vivienda urbana no profe-
2. Vivienda urbana no profesional sional: en primer termino la arquitectura
t' de la Boca, a traves del resumen de un

~f I
trabajo publ icado en Casabella NQ 213, de
1956 y luego algunas fichas referentes
a tipol·ogias urbanas que van desde la
i i casa "burguesa" hasta el conventillo.

~l Coordinaci6n: Marina Waisman

~ ''.
~,-,f'i'1.~ I

,i Las casas ~e la Boca Vemos que, mientras en la ci udad impreg-


nada de espiri tu individua lista y t iprca-
s·gnrf icado, ya que no puede ma te rial rzarse
con la chapa. Por lo tanto, las casas se
y del Dock Sur •en Buenos Aires separa n, acentuando aun mas los volum~ -
---~
~ f rnesto Katzenste in, Federico Ortiz, Gian
menle burgues las casas se encierran en
su terre no de diez metros t ra lando de d1fe -
renciarse entre si por todos los med ros
(y logrando ser tan diferentes de sus veci-
nes, que son la expresr6n caracterist ica de
esta arqurtectura .

~. Lodovico Pean,, Giorgio Puppo, Fina San-


l os, arq s.
nas que al fina l aparecen todas iguales),
aqui, con una planta t1po, una estructu ra
Las formas decorat ivas se desarrollan con
element os metalicos y de madera, a part i r

~l La zona est a sit uada al sudeste de la ciuda d,


y fue subdivid ida hacia 1900. En e lla, como
tipo, materiales t ipo, ca mbiando la disposi-
ci6n en el terreno, las proporciones, algunos
elementos adic ronales y espec,almente lo:;
de soluciones clas icas: volutas, molduras,
etcetera, con una l rbera ci6n formal ba sta n-
te nota ble. Se concenlran en corn rsas y
~ en cua lquier otra parte de la ciudad, los colores, se l1a obtenido una var iedad, un cer ramien tos. Es rnteresante subrayar la
lotes (generalmente de 8,66 x 25 ml oponen juego volumetrico y una vivacidad t otalrnen- tecnica indust ri al de las decoraciones me-
~ l un rigido lirnite a todas las te ntat ivas de te ausentes en las otras zonas de la ciudad. talicas, en tanto que las decoraciones en
integraci6n urbana. Se caractema por la madera se manifiestan con mayor l rbertat.l,
~ presencn de importantes actividades indus-
lriales (11\iorif icos, centrates elec tricas, fa -
Con estas condicionantes de modulo de l te-
rreno, modulo en los materiales (cha pas on-
mantenida sin embargo en una corriente
mas abstracta que las prrmera s Mientras
las decoraciones metal icas se importa ban
::9 brrca s diversas), pero sobre todo por la del
Riach uelo, que deterrnin6 desde la mitad
duladas de med idas estandar) , de exigencias
de maxima economia, que harlan pensar en de Europa por toneladas, las de madercl
del siglo pasado una actividad portuaria un resu ltado de uniformidad absoluta, re - son mas espontaneas, manifestaciones ge-
::9 que dio un carac ter especial a la zona sulta, por el contrario, un juego armonioso nuinas del artesanado.
ribereiia . y brillante, siempre individual y caract e-
ristico en cada deta lle. Lejos de ser una A pa rt ir de estas condic iones constantes,
arquitectura nac ida de un modo de cons- cambian las proporciones, la casa se se-
Tarnbien tu vie ron gran influencia en el tra-
truir, estas construcc iones se lib€ran y usan para mas o menos del te rreno, el !echo se
zado del barrio las lineas ferroviarias, anle- hace mas sal iente, aparece una galeria
riores al fraccionarn iento de los terrenos. la chapa metalica y la madera con una gran
f lexibilidad , sin apartarse ernpero de su no- baja, la galeria alta se cie rra con vidrios
Los caracteristicos espacios no constru id s
table esquema raciona l. Precisa mente en mul t icolores y se tran sforma en comedor,
que permanecen en torno a ellas son los
esta manifestaci6n de multipl icidad en la cambian las dimensiones y dispos ci6n d-:?
unicos li bres, y a veces verdes, que dan
unidad re side el valor espontaneo de esta las venlanas, o se recubre todo con una
un cierto inleres topografico al lugar, mas
arquitectura, llamada de atencion para el placa metal ica lisa, subrayando la estruc-
alla de la rnediocridad de la cuadricula.
hombre moderno, cuya aspiraci6n al arte en tura mediante una pintura con diversos
los limites de la normalizaci6n de los ele- co lores, etcetera . Y el juego cont inua con
Todos estcs datos hacen que el unico de- mentos constructivos parece tan difici l de el terreno, las plantas, el gall inero, el WC
terminante paisajistico del barrio quede lograr. (siempre separado y constru ido en ladri -
constitui do por las casas que, con su con s- llo), los diversos pavimentos, creando un
trucci6n en chapa, se convierten en el Sabre el terreno, o sabre un ba jo sistema rustico pero placentero jardinci to, que se
motivo distintivo particul21isimo de esta de palafitos -dest irados a obviar los in- transforma en lugar donde se descansa, se
zona. convenientes de una zona inundable- se coci na, se come, se lava, lo cua l lo empa -
eleva un esqueleto de madera cuvo modulo renta con la vida rural , en la que la perma-
La zona esta dividid.i, desde el punto de esta determinado por la medida de las nencia en locales cerrados se reduce al
vista urbanistico, en dos partes separadas cha pas que lo revisten exteriormente. I nte- mi nima.
por el rio, y nacidas en epocas diferentes: riormente se reviste con madera y se recu-
la Boca, de t ipo urbano, sabre la margen bre con chapa sosten ida por un sistema En esta s casas, que rara mente son unifa-
izquierda; parte de Avellaneda y el Dock comun de vigas y viguetas de poca incli- miliares, la vi da en comun se desarrolla
Sur, de tipo suburbano, sabre la margen naci6n. Se forma asi una especie de ba- f luidamente en las articulaciones semi -
derecha. Las construcciones mas viejas (la lloon frame, en el que las chapas reducen abierta s - galerias o terrazas- generaf-
Boca) mantienen la calle como ente uni- la flexibilidad que el sistema tu vo en Es- mente prot egidas con el grillado de madera .
tario, con sus fachadas continuas. La ar- tados Unidos, produc iendo en cambio una
quitectura es mixta, preponderando las ca- notable unidad formal. Se dan vari os ti pos e inf initas variantes
sas de ladri llo sabre las de chapa; y aun que se agrupan en manzanas de t ipo co-
estas ultimas, en la mayor parte de los El problema de las juntas entre chapas rriente. Pero, si observa mos una manzana
casos, no son sino trasposiciones en chapd situadas en diferentes pianos geometricos cualqu iera, veremos una trama intrincada
de t ipos de ladrillo. Sabre la margen dere- se resuelve con cubrejuntas de cha pa Iisa. constituida por cas as o constru cciones
cha , en cambio, , e ha consefvado la...aJJ..!o- Luego se apli can las cerramientos de ma- anexas, fuertemente interpenetradas, en
nomia del lote, y las casas aparecen sepa- las cuales las divisiones son difici lmente
dera o metalico, en cierto modo modulados
radas de los limites entreAas propiedade.;;- perceptibles. A menudo las casas ca recen
la ca lle ofrece una sucesi6n de volumenes tambien por la medida de la chapa. La pro- de fachada sabre la calle; otras veces se
independientes que se integran en el ambi- teccion externa se logra' por persianas; co- rodean con un muro que deja entrever la
to t otal con patios ·y espacios verdes que mo compl emento, persianas venecianas, cor- casa y los arboles por encima de el. Es
unen los fondos de los terrenos con las t rnas enrollables, y el caracteristico "gri- importante observar que con esta disposi -
calles y las casas vecin as. Todas estas llado". ci6n se llega a destruir la manzana coma
cualidades las hacen mas interesantes que vo lumen y en consecuencia la calle coma
las de las Boca, por lo cual nos referiremos A diferencia de las construcc iones urbanas corrector; alcanzando asi una relaci6n ar-
a ellas en este estudio. corrientes, la pared divisoria no tiene aqui monica entre las cas~s y el todo, si o caer,

105
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~I"'

sin embargo, en la desintegraci6n de la Tipologias de la vivienda urbana de jerarquizar los distintos ambientes de
ciudad jardin. la vivienda, esta relac ionad~ tambien con la
en San Miguel de Tucuman altura, profundidad y tamano de las hab,-
Se ha generado de esle modo un mundo
laciones. La sala y el comedor son las
formal pleno de experiencias nuevas en el Elba Franco de Gomez Lopez, Evelia Pe
cual la casa conserva la individualidad que ralta de Moya, a,qs. locales mas amplios, y junto con los dor -
le es propia, sin oponerse a sus vecinas mitories, tienen una allura que varia apro-
obteniendo asi un equilibria vivo y u~ Las fichas que aqui presentamos son par- ximadamente de cualro a cinco metros,
conlraste valido con otras zonas suburb1- le de un lrabajo realizado con documen- disminuyendo en las locales de servic 10
nas en las que la heterodoxia formal gene- lacion del Archi ve del Departamenlo de (bano, cocina, habitaci6n, WC de servic,o)
ra un individualismo vulgar que dest,uye el Obras f'ublicas de la Mun icipalidad de Tu- a una altura de Ires a Ires cincuenta me-
vecindario. rn~an, y con trabajo de campo y ver ifica - tros y a una superficie menor que la de
c,on de e1emplos. las locales principales.

Vivienda urbana tipo chorizo (1880-1930) Esta estructura responde perfectamente a


Se llala de una v,vienda urbana centrica las nec~si dades fun cronales y cl ,maticas,
unifamiliar, de una sola planta entre me'. y su origen se remonta a la division por
d1aneras, construida sabre la llnea muni- el eje central de la vieja casa colonial de
c ipal tres patios

Su organ,zac,on espacial esta definida por A pesar de eslar perfectamente d1ferencia-


un volumen techado continua, trabado con dos, el patio y las habitaciones (general-
el espacio abierto, defin iendose dos ambi mente no existen galerias), vi nculandose a
tos articulados entre si: principal y de ser- traves de puertas, conslituyen un solo am -
vicio. El espacio techado, que prevalecl bilo, que se usa alternativamenle de acuer-
sobre el abierto, se compone de una su - do a los requerimientos del momenta. Nues-
cesion de habitaciones, recostadas sabre l ro clima -veranos rigurosos e inviernos de
por su relacion con los espacios abiertos bajas lemperaturas pero de muches dias de
una medianera, cuyas funciones se definen sol- hace que el patio sea el estar de
inter iores (patios) y el espacio exterior dla en el invierno y de noche durante el
(callel verano; de ahi su tratamienlo: piso em-
baldosado, planlas con macetas y l oldos.
La o las habitaciones sobre la calle son Las habilaciones durante el ve ran o, por su
exclusivamente de recepcion, con balcones tamaflo, altura y aislaci6n son frescas.
sobre el frente . Las que dan al primer pa -
tio son dormitories, seguidas por una habi - Durante el invierno, cerrando las puertas
taci on que avanza, el comedor, separando exleriores, se puede circular par den tro de
el patio de servicio, sin cerrarlo totalmen - la casa sin salir al exterior a traves de las
1/ 2/ 3 te, dejando un pasillo que permile la cir- habilaciones por puertas enfrentadas. Si
frente e interiores de casas culacion "exterior" por la casa hasla el b1en no hay privacidad entre las dist intas
caracterlsticas de la Boca fondo. Esta zonif1cac ion, con la intenci6n habitaciones, no era este un requer imienlo

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106
importante dentro de la estructura famil iar frenles ostentan estilos diferentes, coma si Esto puede comprobarse en las pianos exis-
patriarcal de la epoca. se trataian de cases distintos. tentes de proyecto simultaneo de dos a
cuatro viviendas de este t 1po.
El al_ejamiento del bano con respecto al Cuando se construyen dos a mas casas (se
..., dorm1tor10 responde a la inexistencia de encon traron ejemplos de casa de renta en
que el modelo se repile sin variaciones sie-
c!oacas (la primera instalaci6n domicilia-
na se real 'za en San Miguel de Tucuman te veces) siempre se las aparean con res-
en 1913), y el de la cocina con respecto al pecto al patio, lo que si bien desde el
comedor, a la organ12aci6n del trabajo fa- aspecto de la p1 ivacidad es un inconve-
miliar en funci6n del personal de servicio. niente (la medianera alsla visualmente, no
de las ruidos) tiene ventajas desde el pun -
... La entrada desde la calle se hace par un to de vist a del asoleamiento.
zaguan lateral cuando el late es angosto; si
Las casas de dos plantas son poco fre-
el anchc, total es mas generoso, el za-
cuentes; aparecen en las ult imas anos de

r~ gu/m se coloca en et centre entre dos ha-


bilaciones, y tiene la profundidad de la
sala, con una puerta cancel que lo comuni -
ca a un hall (parte del patio techado y
est e periodo.

La estructura es de muros porlantes, con

[ cerrado con una mampara de hierro con


vidrios . de colores).
lechos de ti ranteria de madera, tejuela y
cine a teja, en pafios individuales, con cie-
lorrasos suspendidos horizontales de Iona
I Las. habitaciones de servicio, el bano y la
a madera (varillas de yeserol que dejan una
camara de aire de a1slaci6n t ermica. La
cocina se vinculan a !raves de una galeria. carpinteria es de madera, no existen ven- Frente de c asa llpo chor 120 en TucumtJ,
t anas, salvo en muy pocos cases. Lo co-
I Siendo este tipo una vivienda de clase me-
dia, hemes observado que cuando la cons-
truye una fami lia de escasos recurses, se
mun es la puerta de alrededor de Ires me-
t ros de al tu ra, de dos hojas con postigones
y banderola en la parte superior El piso
Casa t1po chor 1zo, 1n le110, mo~lrando el primer
patio (espa c,o ab1erto por e l que !,e c ircula
hasta el fondol
construye al frente y una a dos habita- de las habitaciones es de listones de ma-
ciones sabre la cal le, y al fondo, el bano dera a mosaicos, segun el nivel econ6mico
I y la cocina, completamente aislados, pre-
viendo el creci miento future de las habita-
del propietario. Los patios son totalmen-
te embaldosados, dejando el fondo de
A
Plan ta

ciones intermedias. En algunos cases se 1 Sala


tierra. 2 Zagu~n
construye la fachada completa aun antes
3 Hall
de las habitaciones; esta modalidad se ex- Vivienda tipo chalet

'!
[
plica par el caracter representati ve de la
fachada, y par su c~ cepci6n coma panta -
lla esti listica constructivamente indepen-
diente de las habitaciones que la siguen
Exi sten cases de construcci6n simul tanea
Su origen, al menos te6ricamente, pued~
remontarse al chalet rodeado de jardines,
que seccionado par la mitad de su ma sa
construida, origina dos viviendas con las
4
5
6

B
Dorm1tor,o
Comedor
Corredo,
7 P1eza servic,o

Corte
de viviendas de identico t razado, cuyos jard ines hacia las medianeras opuestas
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Entre la s hab itac iones y el ja rdin hay un Conventillo
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Casa de vecindad ;
espacio de trans ici6n que las caracte ri za : Se cons truye para ren ta en lo tes no leja
la ga le ri a. Esta puede rodea r a la casa El convent i llo es un perso naje ed i l ic io in- J
fa ltab le en nue stros congl omeraclos urba11os nos del centro de la ci udad . Ti ene un pa-
por el frente y el costado o desa rro l larse
latera lmente. y se conv ierl e, como haci namie nlo prolija- saje de entrada de dimen siones mas ge- I
mente plan if ica clo , en enca rgos para ar - nerosas que el conventi ll o, y, con diversas
qu itec to s y con structores. sol uc ione s, presenta si empre uni~ades de
La presenc ia de una "ve rja", l lm ite fron - viv ienda independienle s - ya sea t1po " cho-
ta l de l lote construida por pi lares de mam - rizo" o "chalet" , ya sea mas elementale s-
El ti po de lote en que se emp la za es ge -
posteria y enreja_dos _s_e nc i ll os, mas la ape r- nera lmente como un embudo, resu ltanclo de con se rvi cios pro pios y numero va riabl e de
tura de las hab 1tac 1ones a la galeria y al habi tac iones. La se para ci6n en l re unidades
la uti I izac i6n de l frente pa ra vivienda in-
frente acusan su intenc i6n extrovertida . En se real iza por medi o de mu ro s o tabiqu es
dividua l, y dejando un estrecho pa sill o de
esto poseen mucho de l caracte r abierto ciegos de 2 o 3 metros de al tura ; en las
comun icac i611 con el fondo de l lote, donde
de la vi da campes ina , mas que el de la casos de " cha let" , por una ve rja que deJa
se desa rroll a el conventillo.
netamente urbana. a la vista el ja rdin fron ta l.
La dispos ic i6n de las habitac iones va ri a
Este t i po de vivienda aparece emp lazado con el ancho de l late . Tres son las dispo-
en lotes subu rbanos de med idas estanda r siciones mas comune: : 1) ali neadas sobre
(7 u 8 metros aproxi madamente de fren - uria de las med ianeras; 2) ali neadas sobre
te) las hab itac iones, en numero va riable las dos med iar,eras dejando al med io un
de di mens iones constantes o decrec iente~ pat io comun de . ancho variable , y 3) ali -
(W .C. y coc i na de meno r ancho), se apoyan neadas en dos hlleras con un muro comun
sobre una med 1anera , despegandose tota l- ub i~ado en el eje de l te rreno, dejando dos
mente de la otra .
pas li los o patios (segun las dimensiones
de l lote) entre las habitac 1ones y los li n-
La gale ri a cub ierta de tejue la y ci ne o teja deros de l terreno. El acceso al pasi llo que
francesa , sobre t irantes de pinotea , se sos- conduc3 al i nteri or es siemp:e • un vano Un ejemp lo de chale t rode ado de jardines :
t 1ene en esbe ltas co lumnas de hierro fun . sin cerramiento. se to divide par el med ia ori ginando
dido, presentando un fest6n deta lie de dos tlp icos " cha l ets··
term i~ac i6n que rodea todo ~I pe ri metro Los servic ios baiio y coc i na , y lavaderos si
supe ri or, con formas va riables. los hubiera , son de uso comun siendo su A
Planta
numero genera lmente i nfe rior al de las ha -
El piso de ladr illo de la ga leria es la na - bitaciones. La dimensi6n de las habita - 1 Comedor
tural t ransic i6n c_
on el de t i erra del jardin , ciones, en cada una de las cuales habita 2 Dormitor io
que carece de cesped pero, por sus enre - una fam il ia, son simil ares a las de un dor-
daderas y numerosas plantas en macetas mit orio de una vivienda un ifam iliar. En Entrada a l conven t i ll o de ca lle Rivad, ., ia
se logra amb ienta r un agradable esta r ex '. cuanto a la ca li dad y cant idad de los se r- al 400, a ci nco cuadras de l a pl aza l ndepe r. den ci a
te ri or. Salvo ra ras excepc iones, este t i po vicios, pueden darse casos lijl que a nu -
de vivienda fue const ruido en el peri odo merosas hab itac iones solo corresponde una
1912-1929. coc i na y un WC , o por el contra rio que ca Casa de vec i ndad . ca lle 9 de
da fam ilia goce de serv1cio propio pero ju lio al 900. Entrada late ra l en
ubicado centra l izado en el espac io comun . area con fecha y nombre de l parque .


~ \

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------ - - - - - -
5. El modelo liberal El sistema puertos/ferrocarriles estuvo en

'; ,I 8.2. Comunicaciones y transporte: correos, telefonos,


la base de la transformaci6n del pals
en el perlodo que tratamos. El tema fue
ampliamente expuesto por los autores

~)I ferrocarriles, puertos, terminales, servicios automotores de esta entrega en " Arquitectura de la
Revoluci6n Industrial ', pub licado por el
lnstitlr1o de Arte Americana e
'a"' I
~~\ I
lnvestigaciones Esteticas, FAU- UNBA,
1966, publicaci6n ya agotada. Presen tamos
aqui partes de ese text<i acompaiiado
con material grMi co i nedito.
~')

~) (
~ '
~ .
~ ') .
Coordinadora: Marina Waisman, arq.

Arquitectura de la el terreno def ovino y def bovino se reali- tos apropiados def litoral maritimo y se in-
zaron en l nglaterra, .son tras[9!l.rul.as a nues- tr.rnara en busca de la produccion Los
~ I revoluci6n industrial !tt<i:mellio,i"dci n·cie las planteles impo'1ados puntos de convergencia de la trama ferroca-

~.
~
en la Argentina
Jorge 0 . Gazaneo, Mabel M Scarone, arqs.
't?e--gen·e'ifrofr~ l as '•rebaiios y aiiac:lieron ca li-
•a~c1•a ia c'antidad de materia . pri ma expor-
table. La total industria lizaci6n del bovino
que reemplaza a los envlos de ganado en
rrilera fueron, en pnmera ,nstancia, Rosa•
riv y Buenos Aires -respondiendo a la vi -
gencia de la Confederaci on y Buenos Aires
como entidades polit icas- y Bahia Blanca
pie centraliza ra en barracas y frigorificos di,spues.
No se trata de la arquitectura de la revo-
~ luci6n industrial argentina, sino en la Ar-
una intensa act,vidad que exigira la mejora
y ampliaci6n de los muelles habi litadcs. Per Arquitectura de los terrocarriles
gent ina. Pues se trata en realidad de l a
~
medio def ferrocarri l que avanza, se hace
arquitectura de la revoluci6n industrial in- posible tambien el traslado de los granos Cuar.do el ferrocarril hace su aparici6n en
glcsa difundida a escala mundial por los q'ue produce una agricultura en pleno de- el pai s, habia dejado de ser n?vedad en _Eu-
~ mismos medios que ese tiecho genera
y afincada en nuestro pais por un fen6-
sarrollo. ropa y se habian operado meJoras cons,de-
rn bles ta nto en equ,po camo en lo que_ a
meno de trasculturaci6n, digno de estudio. inos..conce_ntraobsu programa arquitectonico se refiere, ya exrs-
.. ·t;,i.~x.••:sl "':-''> .!•
,.,[iilf,sJ!ti~~•.,. ,e,1 tia un sistema completo logrado por la su -

s
L, revolucion industr ial argenti na se produ- rlas"'importac ,o- m~ de diversos elementos que, al combi -
ci ria muchos aiios mas tarde, en pleno si- maqu inaria, combust i- n?rse le habian dado crigen. Las vras fe-
glc XX, y tctalmenle desconectada de los bl e, materiales de construcci6n o repues- rreas '(ya usadas en las m,nas de carbon),
hechos que aqui ncs ocupan Arquitectu- tas- que exigen la agricultura, el tendido sumadas a la modalidad de transportar
ra interna cional en sus formas por la tec - de las lineas ferreas, la actividad cons- cargas (que se tom6 de los canale~ ingl_eses
nclog ia que la respalda, material izada por t n:ctora o la incipiente industri a nacional def s. XVIII) y al transporte de pasaJeros
profesionales de actuaci6n tarr.bien inter- La ! area de ad ecuarlos a las necesidades con una organrzac,on semeiante a la de los
n2cional, se manifesto en nuestro pals fue i mpcstergable y absorb i6 los esfuerzos "marl coaches", tambien def siglo XV III, a
con una jerarquia inus tada, en el doble pt,blicos y privados, la que habria que agregar la tracc i6n me-
aspecto de las expresiones funciona les canica, la comµnicacion telegrafica y los. -~
que aqui nos ccupan, como tambien de Entre 1880 y 1911 se construyen la t otal idad
de puertos '!le ultramar, Buenos Aires. Ro- semaforos y seiia les, acabarian por estructu- l/i
aquella arquitectura "de presti gio" , de rar el organismo que se trasplant6 por en -
in~piraci 6n casi siempre francesa, que la sario, La Plata, San ta Fe, Bah ia Blanca y
San Nicolas, y se inician las de Ma r def tero a nuestra medio. De alli que las ca-
acompaiio. r,cleristicas de su arquitectura sin ante-
Plata, Quequen, Concepci6n y Diamante.
cedentes respondieran directamente a las
Una acci6n concertada y regida por el La pampa llevada a su maxima posibilidad e1emplos aceptados por el uso en lnglate-
imperio ingles dio lugar a la · arquitectura , de explotaci6n por la ccnquista del de- rr~. La t i pologia establecida en la Argen-
que, a traves de ferroc_arriles, p~e~tos Y, sierto, cruzada por el ferrccarril y conec- t i na para las estaciones de linea y las ter-
mercados de concentrac16n materral 1z6 la · tada con el mundo par sus puerlos confi - minales ejecutadas con criteria de obra
in fra estructura de comunicaciones, comer- gL•r6 un area de privilegio dent ro def terr i- unica, los "shed" de locomoloras, los dep6-
cializaci6n y exportaci6n de los producto~ tori o argentino cc n tal fuerza de identifica- s tos para cargas, las cabinas de seiia les,
dq ri'r.iestra econornia agropecuaria. Resul- ci6n que fue la imagen de la "Argentina los tanques de a~ua, son frutos de una de-
tan expresiones, de pareja je_rarqula,. con -._ pr6spera y feliz". _E~ alguna .!;"8.dida parti- puracion de diseiio realizada entre los aiios
cf.:bi das y muchas veces fabrrcadas ··en las' ciparon de esta ftnagen Cuyo con sus vi- 1836-1960 en las Islas Britanicas.
lslas - Britanicas par sus ·profesionales..mast /,fiecil"s•y"Tucu'mari con sus· irlgenios. En am-
capaces y montadas aqul, b_ajq_la .vj ~ilan- hos casos el ferrocarri l asegur6 la concu- A~i se el aboran l;is distintas t i pologla~. ~n ,.
cia de sus representantes tecmcos. ,· rr6ncia de estas dos areas a la econom,a primer term ino la estaci6n cabece(a, que,
de la pampa. fue fa imagen fcrma' y programat ,ca de f
L3 Argent ina participa def intercambio
slmbolo arquitect6nico del sigl o XIX. Las
mundial despues de 1860, ~uando la _revo- La Patagonia permanecerla al margen, evo- estaciones intermedias, de plataforma uni-
luci6n industrial ha camb1ado la f1sono- lucionando por sus propios medios, desin- ca o de plataformas gemelas, presentaron
mia de Europa. lnglaterra, que hasta fines tegrada polltica, econ6mica y socialmente. variedades inf initas, determinadas, sin em-
d~! siglo XVII I era ante todo pais awicul - El resto def pa is vegetaria. bargo, por la generasi,i>n l ineal que impo-
tor que exportaba vlveres, experrme~t6
profundos cambios a c.;usa de la rndustrra - Sin lugar a dudas, lcs ferrccarriles materia- • nian las vias y la a-tma de aborda je al
lizaron la infraestructura que dio unidad convoy. Las prim~ras que surgieron . en
l izaci6n que transform6 su economla du-
rante el siglo XIX, hasta tal punto que: a econ6mica y polltica al pals. Sus lineas nuestro medicr'no' l~'e'roh-l'rna~" que~<casiltas
prefabrii!adas~a~'tiiade'faU~cte -•chapas,
fines de dicho siglo, no existla ot,r9 p11c16n~ . t ronca les quedaron trazadas entre 1860 y
transportadas'"e'h-M-~i'SniQ"'tl'~n·,.que apo- -
que depend_iese en _ta'n ' alto1ta\)f~cl.e1~ex-· oi 1890. Todas ellas arrancaban de la Capi-
terior• sus 1mportac1ones de· cel,ealis eraXI tal Federa l siguiendo las rutas trad icionales yaba --all--obraijor'l>re'pant'e<a,~ ,,-'.livimce · sobre<'f
l~s'"rri'as volumi nosas 'del munao1f importa- dP. la colonizaci6n espaiiola o bien rutas ·dilV.ril'i~fiffis•Mle~i~ti'eii¾!n·di dos.'j
ba asimismo el 60 % de la came de su pro- hist6ricamente validas de penetraci6n en
pio consumo y el 70 % de la lana que ela - fas llanuras pampeanas. Dadas las carac- A medida que se afianzaba el dominio sa-
boraban sus potentes telares. terlsticas geograficas de la Argentina y da- bre las pampas, estas paradas primitivas
da la estructura geopolitica mundial de fi - fueron suplantadas par estructuras def, -
nes del siglo XIX, en que privaba el dcmi - nitivas de ladri llo, hierro, teja o pizarra
nio de los mares, fue obvio que el regimen que expresaban el gusto en boga en Gran
de transportes internos se iniciara en pun - Bretana.

113
4

Todas ellas son fruto de ese gust o: desde rr il jamas se pens6 coma suma de elemen- das en base a las operaciones de acarreo
los tipos entroncados en la tradici6n fun- t os ai slados, sino coma un sistema de y retiro de merca derias
1'c foii'I •O l aves 'tle' ~u'' pro_p,u~ . • ·re~.t~ ~~ caracter unitario
S! , ll -lW:]lecfr 10 co- En un puerto internac,onal el rnterca mbio
~ 'res ~nes 'iirt_ aefinidos, de mercaderias no se satisface con solo
·'llas fa ~ros•~i!fls~' solist'it:ados;· ~e·· uri g6tico Los puertos trasladarlas a otros medias de t ransporte
vitf6fffi"M''-c"S\i' ;irs' rernatefi'd~' 6,~- rr tor-
iaao·y maderas caladas gue en ~ . pfi- La infraestructura de comunicaciones a Hay que equ 1i1brar entradas y salidas en
•tfda'd •·•·'et~ttcif' "bhible'' ' 'M~it'''"·bn ·nota- escala mundial , convergente en Europa y el t iempo, y esta necesidad ,mpone el
, , i'.~""-"r.•--, ..P.• .,.,.,. --~' '.' '1,! , ral•.
ble seii't:Juu ael uso "def ' materi al y de la fundamentalmente en puertos britanicos. almacenamiento en lccales aprop1ados To-
maquin"a.,'ile'' calar por su necesidad de ser eficiente, no ad- do est o lleva a una organ izaci 6n. f c,mas
mitia elementos que no estuvieran todos a de trabajo y prrnc1pios adm1nistrat ,vos que
El equipo accesorio de la estaci6n rodan- un mi smo nivel operati ve. El mayor calado nacen con una nueva esca la de comerc,o
te o fijo, sigui6 el mismo criteria,' aunque y fuerza de impulsion de las barcos exi - que condiciona y es condic1onada par las
su funcional 1dad impuso limites mas es- gia puertos apropiados pa,a carga y des- respuestas de d1seri o que ya rnuestran su
trictos. Los puent es para peatones, con sus carga de materias pri mas y prcductos ela- madurez en diversas obras inglesas. En el
columnas .d~1.,sost~n ~~, •.hieHo fundido y borados. El menor tiempo empleado en es- caso del puerto de Buenos Aire s c1 rcl111s-
~igl!s1~aj_:-;celosla'" ·qu~·- a .la vez sirven de las operaciones era fun damental , y a su tancias politicas, econ6m1cas y tecn1cas
"b"afa'r\'ii'as,'·tueron solucionados con acerta- vez las cargas consi gnadas a navies exi - demorarian el momenta oportuno de su
do criteria, pensando en el bajo costo de gian el respaldo de comunicaciones terres- material izaci6n. que se produJo entre 1839
mantenimiento, el tiempo y economia de tres efi caces, coma el ferrocarri l y 1897, const ituyendo par su envergadu,a y
la erecc i6n y la flex ,bil:dad de uso. E• te par la d1namica con que fue realizado, la
prototipo fue uno de los tantos def diseiio nseP.arable , de .. ler.r8ca.rri\-:.;, obra culminante de la gest16n de una clase
ferrocarrilero que permiti 6 la combinaci6n ···. eues; ·ta" pffmera·1l ma.r-,; dirigente y el mejor ejemplo ae una epoca
de sus partes componentes. El si stema ni'l,cfii1TiTai"'.~n el pai s, caracterizada po, su m,stica expans1va y
def montaje en seco priv6 en muchos de fruto de una t rasculturaci6n eminentemen- progresisla
los 'elementos.- auxilil!res desde los pastes l e britanica en l o que a organizacion, tec-
de fut hasla lbs refugios de estaci6n, de nica e imagen arqui tect6ni ca se refiere En este p11mer puerto (Puerto Madero).
mader~. y c~api!Tac;ana_lada. _Pero donde se En lineas generales puede decirse que ' IQs,;.m~el[es ~\!-,Stan •const1~1d9s c~J;ll-',~rmrft!
·i!ifp'm6~on''mayor'-claridad fue en las existia una teoria completa para las con- g6'ii ' armada y granite '.....para las punto~?
cabinas de seiiales, prototipo de madera pl,eios portuarios: una".\. ~~rie de diqu~s y . '~l.lil~/Cl~ ~P-~S e_n e! desgaste,: 'a su larg~
liviano prefabricado, con cerramientos de darsenas,1,muelle~ que sqn ~rdaderai;.JP.I~;; i., '.~-i!e-splai'j!n'- gluas sabre 11eles. trabaJan ,.
vidrio, que es uno de las mas t empranos taf ormas i:le1 'graJ,,i\o, 'er\,: los~que~s ·: le.fan-;' do entre las bodegas de las barcos ama-
ejemplos de arquitectura flexible en el uso. eiftes
tai1'•1·m_o o· ccriJuntos ae d!?P.. gn •• rrados y las galpones y al macenes levan -

Casi todos las elementos de este sistema


-n!a'rdf"'
11za·r1ag
. rr lios "1; · ·• • ' tu . ··~,
cl~
- tados a lo largo de las muelles de las
di ues_ y darsenas. Estos almacenes, de
organico de comunicaciones pudieron se, ve' 'li'n'a ~e h 'l:uatro pisos y s6tanos. estan cons-
uti lizados en combinaciones inf initas, dan - pe'hniten e maneJO ve 1cal a{ 'ias ca~ga~i ri•"'~stnictura resistente de hor -
do coma resultado propuestas formales y med iante gruas adosadas a las muros; ''if.6\f:y~~\Ho~ de cerra/nierito de·,
funcionales de indudable valor El ferrcc~- areas abiertas dimensionadas y dist ribu i - y
ilW-se -~f5ren<ventanas par -;/

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114

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!alone~ de comunicaci6n hacia ambos las
dos p'ifra carga y descarga de producios ,, .
El autor, Hawkshaw, repite el recurse usa-
en--~ste·, aspecto la sal ida para la requi si -
iorif; ~,; la que el ladri llo no podia res-
ponder
I
El s1stema ferrocarr il-puerto: la estac16n
central y obras del nuevo puerto, Buenos Aires
2
do por el en obras ingen ieriles en Lan -
~
Cabina de sei"iales

-~
dres, rompe la posible monotonia de las En tat sent ido los elevadores y dep6sitos 3
muros de cerramiento al acusar la es- Eslac i6n terminal; La Plata
del dique 2 mueslran el primer paso dado
4
tructura resistente o enmarcar con encua- en nuestro medic hacia el uso de una Viaducto, detalle
dre vert calista las portalones que, de piel constituida par I res piezas componen-
~
5
acuerdo con el uso pueden abrirse o per- les, una de ventana y otras dos de cerra- Viaducto, ejemplo de ada ptabll idad: a l llegar
manecer cegados en previsi6n de futuras mienlo opaco, piano y curvo que servrran a la eslaci6n, la parte inferior s,rve para
~ necesidades para materiatizar un complejo que planl e3 dep6sitos {en este caso de vinos)
6
propuestas nuevas y evidencia una res-
~
Puerto de Buenos Aire s, elevadores de trigo
Si la secuencia de las dep6sitos carac- puesta direcla a las exigencias del uso
7
terizaria la margen occidental de lcs di- Exist ian para esto los mejores anleceden - Id Molinos areneros. embarque de cerea1es
"~ ques, la opuesta veria levantar a comien-
zos de la primera dccada det siglo XX una
tes en lnglaterra. 8
Id delalle construct ,vo

~ serie de constr ucciones destinadas al alma-


cenamiento, expedici6n y elaboraci6n del
En el puerto de Ing. White, en Bahia Blan-
ca - resultado de la iniciativa privada- ,
9
Id. dep6s,tos

~ grano; su surgimiento serla coincidente


con el apogeo agrlcola, En 1902 se pone
enccntramos el programa que se ha venido
lrazando en el puerlo de Buenos Aires,
~ en marcha el primer gran moli no argenti-
no; en 1903 se habilitan los elevadores de
convertido en un estilo industri al maduro

~ ! granos en el dique 3 y el segundo molino La idea de protot ipo esta desarro llada y
del mismo dique; en 1908, el tercero. se repite en dos unidades de trabajo
~ Era una obra de gran categoria, que en-
iguales que, al estar unida~ por las con -
ductos transpcrtadores horrzontal es a la
~ l contr6 eco en publ icaciones especializadas
del mundo entero. En el dep6sito ubicado
altura del arranque de los techos, permite
conve rtirlos, en caso necesari o en una sola
unidad operacional
=- · sabre el borde del muelle se repite la
f6rmula de acusar al exterior la estructura

=- -en este case de hierro- montada en


tiempo minima util izando escaleras que
A,
'a~
existencia .\~las margepes_~el Riachue!o
' saladeros JUSt1flc6 la aparr ~


t:9
servian asimismo para izar las piezas. la
parte correspondiente a las silos muestra
en su estatismo clasico el Hmite en el
uso de un material que no resulta apro-
piado para las actividades esencialmente
io:de est~gl'ecl(T\ientofd~i\,
' y olrosL!'t'r'/Jt'iis"'deir. pais->
En estos locale s se acu -
mulaban los cueros y se los sometia, a
veces a distintos procesos con el f in de
4 dinamicas que expresa el conj unto_ de su
vol umetria. La chapa acanalada const ituira
conservarlos y prepa rarlos para la expor-
·'taci6n.
ca
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'·I'll11
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I

I '
@lillmfilmfil®/ lruo@U@rr□® ,
Barracas Norte, Bar~s Sud, Boca, Ma-
- - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - --- - - ,
cierre exterior, acusandose con la presen -
ciel y posteriormente Dock Sud constItu- cia rimada de las placas de anclaje. Per- ~~erlo Galvan, de f)<ls,tos Eslruclura melAl ica
con cerramientos de ladrillo s1m1larcs a los I
yeron un conglomerado con caracte1lsticas mitian la entrada de la luz 7 179 metros
urbanas propias Alli, en la alternancia del utilizados en las estructuras antenores
lineales de aberturas practi cadas en la I
zig- zag de las techos de las barracas con e• tructura en " shed" de la techumbre ~: Mercado Central de F, utos durante
las cubes despegados entre si, de las
su conslrucc16n
viviendas de chapa acanalada y madera, Toda realizado con una depuradisima tec-
I
hall6 su culminaci6n simb6Iica la escul- nica, legado de la trad ici6n funcicna l in- iercado Central de Frutos: se reviste con
tura maquinista del puente trasbordador formas acad~micas el lramo que ha de rec1b1r I
glesa que, par un fen6meno de trascu lt u-
la placa conmemorativa
raci6n en gran escala se da no solo en
Frenle a la Barraca Tacuari se constru iria nuestro pals sino en todo ambito que se I'
en las Liltimos aiios del siglo XIX el edi- ~ercado Central de Frutos, vista genera l
integ,ara al sistema comercial en que p1I -
ficio en el que, sin luga1 a dudas, halla- v6 la I nglaterra victoriana.
rian expresi6n la tradicional especializa -
ci6n del barrio y la pujanza econ6mica de Pero tcdo su empuje parece perder fue1za
la Argentina de la epoca: el Me1cado de hacia fines de siglo. Es que tcdos las es-
Frutos.
fuerzos formidables que lnglaterra real i-
zara en las sIgl os XVIII y XIX hablan dado
La superficie ocupada par el edificio prin- a aquella naci6n una i lusi6n de seguridad
cipal (49.331 m') sP.1ialaba la exlensi6n y fal sa supremacia que, acentuada par su
mas grande del mundo cubierta con un "esplendido aislamienlo" y la filosofia
scl o techo. lndependientemente de este, dos victoriana de estab1lidad y equilibria, la
gal pones de 2.113 y 5 990 m' eran usa - llevaria, en definitiva, al enfrentamiento
dos especialmente para depos1tar cereales; armada de 1914 fecha coincidente con un
a ellos se agregaban un edificio para la importante capltulo en el panorama de la
maquinaria, dos talleres, etcetera Pero industria de la Republica Argentina. Q
es el edificio principal el que nos brinda
mayores motivos para el asombro. Se ex-
presa en un solo cuerpo de forma com-
plej a, que constaba de Ires alas, dividi-
das en nueve ga-lpones par calles interio-
res, que servian de acceso a ferrocarriles
y carros

Sustentaban la organizaci6n interior de


tres niveles que balconeaban sabre las
calles interiores y el extenso techo, 2.431
columnas de hierro Los entrepisos, igual- Fotos I. 2, 6, 7 11, Arch1vo Genera l de la
mente metalicos, solucionaban con lim- Naci6n. 3, 4, 5, ' 8, 9, 10, 12 y 13: Mabel
pieza su encuentro con el paramento de Scarone, 11rq .

~ - - -- -- - - -- ----------
10 II 12

17
116
®MmTilmTil@/!ru[]®l(@!i□@
5. El modelo liberal Junta a las corrientes academicas, junta a
las severas reglas, se desliza, ya desde mi-
Antiacademicismo. tad del siglo, la alegrfa de la transgresi6n,
Pintoresquismos la fantasia, la rebeli6n consciente. Estos
dos trabajos exploran modalidades de esa
actitud; el primero se refiere mas especfli-
camente a corrientes estilisticas definidas
e? segundo reflexiona mas genericament~
sabre la actitud misma.
Coordinacion, Marina Waisman

El Pintoresquismo en la al propio _quehacer de la misma Europa, b1en el caso extrema de Ludovico II de BJ-
que trans1taba par sus propias incertidum- v.era y sus casllllos de cuento de hadaS-
arquitectura argentina bres expres1vas. El mismo romantic1smo de- rr. ,entras que entre nosotros se re-creaba
Una reflexion crmononico echaba mano a dos 1e~ursos e1 pintoresqu ismo ajeno.
formates que le fueron caracterist1cos • IJ
evasi6n historic1sta, el escapi smo exot ;c1s- Quisieramos comentar dos obras de singu-
Ricardo Jesse Alexa nder, arq. lar 1mportancia, ambas producto de la
ta. La fan tasia del alla y el entonces defi-
nian la realidad del aqu1 y del ahora. decada de 1870, y concretldas en su form3
A !a largo de varias entregas, summa/his- ac tua l en la decada del 80, con poc.ls alias
tor!a fue desarrollando el tema de la ar• L,a,,Argentina, quer1endo superar su " barba de d1ferenc a. Creemos que ambas obras
QUJtectura del liberal ismo en la Argent ina son el anverso y el reverse de la misma
ne ameficana, se i dentiflcaba con la c1V1-,
A ~ ado de reflexion, y coma una de tantas rroneda, y que se destacan par sobre otras
l1zac16n de la Europa moderna y macfura
~c.s1bles conclus1ones sabre el t6pico, se- actual izada y eterna, la Europa de la post' cbras tanto par la envergadura de su reall-
nalaremos una caractedst ica, que s1 bien z~c16n coma par su vigenc1a actual, efica-
revolucion industrial.
e~ dist i nt1va del siglo XIX nos parece que c1a fu nc1onal aparte, y s11 indudable tras-
aun se ha lla presente en la obra arquitec cendencia social. Nos referimos al Cemen-
t6nica de nuestro siglo; y que, a pesar de
terio de la Chacarita y al Jardin Zoolog1co
hober desaparec1do las causas hi~t6ricas Sin embargo, la presente no pretende ser
de Buenos Aires.
aue goberna ban a aquella actitud en 1.; ~na le_tan ia de repro_ches a nuestro pasado
con formacion del entorno construido, cree- 1nmed1ato. No va 1mpl1cita una rotunda Eiec_tivamente, coma resultado de la ep1-
mos que aun persiste, en terminos genera- a~usaci6n de inautenticidad a de h1pocre- dem1a de 1871, fue necesario crear una
tes, esa pred1sposic1on a la creaci6n ins6- s1a En otra oportunidad senalabamos que
va sta necropolis en las tierras llamadas
l1 ta - ins61ita en la medida en que responde a lo sumo, podia verse en toda aquella te'.
" Chacari ta de las Calegiales", entonces en
mas a va lores exogenos a nuestra cultura bnl acllvidad arquitectonica -uno de cu-
las afueras de la ci udad. Se destinaron con
que a la conso lidaci6n de una tradicion na- yos fines era el de dar sat isfaccion a nu~-
presteza 7 hectareas en lo que hoy es IJ
cional. (En otra vuelta de tuerca cabria va~ necesi dades funcionales hasta entonces
Plaza Los Andes, y solo en 1886 se cons-
preguntarse si esta arquitectura ins61ita nc, sin antecedente_s, con e l lenguaje que apa•
truy6_ el actua l cementerio, ocupando 70
esta en vias de constitui r una nueva trad,- rrntemente meior cuadraba- un sintomJ
hectareas de terreno.
cion con rasgos propios.) dt un proc~sa de maduraci6n acelerada,
con sus ac 1ertos y sus errores. Y no es
Par otra parte, en 1874 fue promulgada la
Entremos en materia. Ya desde las tiempo, nuestra intenci6n renegar de sus resulta-
ley que creaba el Jardin Zool6gico (par ini-
de Rivadavia, la Argentina, especialmente dos. Muy par el contrario, pensamos que
c1at 1_va de Domingo F. Sarmiento) en San
a traves de Buenos Ai res y su condicion de ~as ~arresponde asumir las consecuenc1as
Benito de Palermo, en el Parque 3 de Fe-
puerto que mira mas a Europa que al in- oe ~,cha proceso, aunque mas no sea recc-
noc1endo la excelencia cual itativa de IJ brero. En 1888 fue transferido dicho Parque
terior del pais, va incorporando a su lexico a la Municipalidad destinandose 18 hecta-
arquitect6nico las expresiones clas1c1zan- obra, e inclusive admitiendo la posibliidad
de que esa act ividad edilicia se convirt1era reas p3ra la instalacion de jaulas y pabe-
te~. cada vez mas a la manera italian3, llones y e l _tia!ado de las senderos, paseos
que a su vez abre la experiencia a otras a su vez en una marca tradicional. Lo que
y lagos art1f1cra les.
lormas europeas ajenas a la rai gambre his- no corresponde es cont1nuar precisamente
panica - y par supuesto, ajenas al propio con esa tradici6n formal . Ambas obras, pu_ e~, _son contempJraneas.
f~rmento americano que habia creado SJ Y son, a nuestro 1u1c 10, caba l expresi6n de
propio legit 1mo lenguaje. Ya se via en ~-;- P~ro de todo ello podemos concluir que las
las ans1edades, re_ales y ficticias, de la epo-
tas paginas coma la arquitectura argentina Cll!dades en que hoy nos toca---vivir son
Co que las produJo.
transit6, a la larga, par la expresi6n fran- fundamentalmente ciudades del siglo XIX
cesa, su version -barroca y neoclasica, su Sus trazados responden a las d1spos1cianes E_ I Cementerio _es una ciudad dentro de la
diseiio haussmanniano y Segundo lmperiJ, de Leyes de lndias del siglo XVI; sus apor- c,udad. Una c1udad amurallada que repite
incl usive el Art-Nouveau. La secesi6n vie- tes actua les - en cuanto a realizaciones el esquema del Cementerio de la Reco leta
nesa y el modernismo catalan tambien de· individuales se re-fiere- son del siglo XX. y que en general sirve de modelo a todo~
jaron su impronta. Toda el despliegue del Pero s~s fison_omias generales, y e l espiritu las cemen\erios del pais. Un esquema sen-
eclecticismo roma ntico, con sus reviva ls que aun pers1ste en ella s, son decimon6- cdlo y rac1onal , de claridad cartesiana co-
feudalistas y neog6ticos tambien se hizo r.1cas. Y es_to es tan val1do para las ciuda- ma lo es el de la ci udad misma, o s~a cl
sentir en Buenos Aires y las ciudades del dei, a(gentinas, coma lo es para ci udades domero ortogonal, de calles en cuadricula
interior. Par fin, la ultima expresi6n de es- de parses vec,nos (·va lgan Asunci6n del Pa- Y solares regulares. ·En definitiva el calco
raguay y Montevideo). de lo que las antiguas Leyes de l ndias
tos desbordes estilisticos se concret6 en
lo~ innumerables ejemplos regionalistas, seiialaban para las t razados urbanos en
desde las chalets suizos y casonas vascas, Toda esa arquitectura tiende, consciente o Amer_ica. A la manera latina, el ceme nterio
hasta el ca liforniano de barrios enteros. rnconsc1entemente, hacia un ex-hibicionismo es aieno a la ci udad misma; un enclave
Para no hablar de los brotes neocoloniales a~tosuficiente, propio del espirit u progre- oculto gue no participa del trajin ci uda-
y las indigenistas. s,sta del JI.IX. Y en muches cases la in- dano; c1 udad de las muertos que repite el
t enci6n manifiesta era la de lograr ~n elec- esquema de la ciudad de las vivas con
Toda esto es parte de una ansiedad argen- t? pintoresquista, que par definici6n histo- sus aven(das principales arboladas y ~alles
tina: la necesidad de tener que definirse, rrca es un producto del romant icismo. Con secu ndanas, con sus "mansiones" lujosas
pero en terminos ajenos a la propia argen- la diferencia que, en cuanto a arquitectura y "casas" modestas, amen de las "vivien-
tinidad. Con todo, nada de lo producido en se refiere, Europa cre;iba su propio pinto- dos" colectivas. Toda el despliegue estilis-
ese largo periodo era demasiado extraiio resq uismo -especialmente lnglaterra, y t am- t ,cc de cap1llas g6ti cas, templos bizantinas,
--I

-- -- - - - -- --- -- - --
griegos y romanos, monumentos roma111cos que quiere dar testimonio de su presunt;; )levaria a la primera crisis de la propuestJ
y egipcios, capillas Art-Nouveau y moder- individua lidad progresista. academica• el modern1smo,
n,stas; en fin , todo lo que la 1maginacion
puede produci r, y efect ivamente produjo. Plus ~a change La ctifrcultad cada vez mas i nsalvable ctel
El ind1vidualismo decimon6n1co que produ- expresarse con temporaneamente con un
JO la arqu1tectura de " fachada" en la c iu- leguaje hislorici sta - para colm_o de . male,
dad, repite sus procedimientos en el ce- Penitenciarla, ciudad de Salta Siglo XIX
reiterat ivo y esquematic0- llevo a d1versos
menterio. 2 arquitectos y comitentes a saltar la val la
Colegio de los Hcrmanos Marisla s, Rosario, de los otrora valores absolutos def buen
Poi contraposic16n, el Jardin Zoologico ma- circa 1890 gusto La rigidez de la norma academica
nif iesta, a nuestro juicio, la expresion de 3 cc nvi rtio ct ialect icamente en ant1academ•·
deseos de la c iudad pintoresca y romant1ca Reg ionalismo " neo-vasco" en Mar del Plata c,smo todo aqu~llo que incursionara par 11-
ouc no ten iamos - la trama colonia l erJ 4 bertades ajenas a las ya def 1nidas rect o-
demasiado fuerte para ser ignorada- y Cemen1erio, Rosario, circa 1860 ramente par las "art ista s" que quemaron
donde una extension relati vamente gr;;nde s sus fosfatos en aras de la inercia creat iva
Jardin Zool6gico, Buenos Aires
perm1tia da r ri enda suelta a la imagina- de las generaciones veni deras.
6
c ion con una arqu1tectura de fort alezas Pa t>ell6n Espanol en e1 oarQue de Tandi l
f~udales, lemplos de Vesta, pagodas chi- 7
I.la. c11s1s,mas que una crisrs etrca que re-
nas, pabellones indostanicos, casamatas Arco de Sa n Marlin , a la entrada de Mira mar,
planteara problemas de valores frente a la
tuneci nas y otros exot ismos implantados prov Buenos Aires arqu1tectura, fue una u 1s1s -en nuestro
en gran jardi n i nformal ingles. con pue • 8 medTo- de- recursos formales, o en defrnr
l e; y estanques en el mejor est i lo del Arco en 8.1hla Bla nca Li va de agolamiento de recetas Ser ant :•
"conceit" bri tani c o academ1co no era en el fondo part ici p3,
dt una busqueda de libertades esencia les
c,ea t 1vas, o pretender revi tal 1zar o renov~r
Tanto en uno como en otro caso, las ocu-
pantes eran incapaces de protesta, perc. arcai cas estructura s socia les, sino s1mple-
am bos ejemplos contaban con ta aproba mente t omarse la pequeria li bertad de apar
cion de los usuarios externos.
El Anticademicismo y el tarse de las canones o los mot ivos t rad1
Art Nouveau c10na les de ornamentacion.
El pintoresqu1smo en la Argentina no ha Par ello las vert1entes del Art Nouveau en
muerto. Si b1en h oy es menos hecuen te que Ramon Gutierrez, Graciela M. V1riua les, arqs. lre nosotros (Liberty, Secession, Ju~e~dst ,I,
alguien se con struya un castillo feud31 a etcetera), son superficfa les, se apl ican pa-
rr.odo de res1denci a, es habit ual com1 est 1- Al finaliza ....-eJ s1 glo XIX la im2ginacion d,; r etalmente a estructuras que no t ienen di-
lo para las " boites" y locales nocturnos los devotos de la Aca demia aparecia ago- i ensiones vitales con las de la Academia
cuando estos no adoptan forma de OVN I. tada Las " verda deS--eternas" del repertorro y a su manera son tamb1en eclect 1cas
que es otra manera de actua llzar et esca- fo•maL cJas1co habian s1do melladas desde
pi smo. adentro par el eclectic1smo, que a su vez Solo hariamos excepcion del conjunto de
res pond1a a las urgencias prec1sas del 1rld , obra s modern istas que se real1 zan en Bue-
Mencion aparte debe hacerse de las areas v,dual ismo, idea rectora de estas obras del no! Ai res y Rosario y que, seguimos pen•
de t riunfo (') que serialan la erit rada a todo llberal rsmo Pero la mi sma ideologia f in~- sando. fue lo mejor del movi miento cata-
pueblo del inter ior, grande o pequerio, y secular encerraba otra cont radiccron qu~ lan fuera de Ca:aluria.

1122
~
~----
~
~ I

~ toras, los programas y las metodologias del


der lo anecd6tico del Art Nouveau para
~
L2 otra verl1ente que nos produce obras sistema.
antiacademicisl as llamativas es la italiana. ac!entrarse en propuestas mas relevan tes.
Desde med1ados del siglo XIX el clasicismo
~ ilaliano - l ocado por las licencias manie· Tambien en la vertiente del Antiacademi-
cismo podemos incorporar otra s dos lineas:
Como un ejemplo aislado de 1nfluencia Ju·
gendstil cabe recordar a Oscar Razenhofer ,
ristas palladianas o serlianas- se habia
~ incorporado al lenguaje popular de la ar- 13 del historicismo conceptual y no mera-
mente formalista y la del monumental1smo
aunque la fuerza inicial de sus proyectcs
se fue diluyendo en la anecdota decorat,va
qui tectura rroplatense ltali anos fueron las
~ epico, encarnadas quizas paradigmati ca- En la misma linea de presencia german1
primeros arquitectos que en el interior ex-
mente la primera en un proyecto de Pu ig aunque con interesantes vinculac1ones con
pandieron las primicias de la arquilectura
~ ) de fachada y el repertorio de cornisas, pi- y Cadafalch para un templo votivo en Plaza la arquitectura meta lica podemos encontrar

~~
Constituci6n, en Buenos Aires, y la otra en obras de Lorenzo Siegrist en Buenos Aires,
lastras, z6calos y I rises. Sobre esta base el
las obras de Mario Palanti en las postn- que senalan el punto de contact o entre el
clasicismo academ1co it al iano prendi6 la·
merias de la 1eacci6n ant iacademica rio- Antiacademi cismo y la vert1 ente tecnolog•-
ci lmente tanto a nivel de la obra publ ica
ca de la tradici6n func ional rnglesa.
~ } coma en la arqu1tectu ra civi l del interior
del pais.
platense (Palacios Barcia y Salvo).
Ya hemos senalado que fue el Modernismo
"\i En Buenos Aires debi6 dar la batalla - y I~
Esta real idad no soslaya los valores de
eiemplos ind ivi duales, desde las obras ais-
Catalan el que nos leg6 propuesta s mas
valiosas. Garcia Nunez, emparentado a la
~
ptrdi6- con el academicismo !rands, que l?das de Salamandecov, Trivelloni , Flaker;, temat1ca de Domenech y Monlaner, desa-
pas6 a ocupar las preferencias del buen Massue y Huge; hasta series de ed1 f icios rrollara en los hospitales de la colect 1v1-
~
gusto en las elites del poder cul tural y d~ Benjamin ·Pedrotti y Francisco Terecic, dad espaiiola en Buenos Aires y Temperley
econ6mico, y solo volvera a surgi r en el Gianotti.

,
toda la fuerza expresiva de lo que trascen-
periodo eclect ico cuando el Monumentalis-
3 mo Imperial Romano colabore con la de• Sin embargo, e l espiritu Art Nouveau que
diendo la caracteristica regional expresaria
coma sin tesis a lo espanol Algo similar a
mol ici6n del tinglado que tan cuidadosa- prendi6 coma slmbolo de la modernidad y lo que sucederia con el "andaluc(smo·: en
mente ·habian montado los amigos de l a contemporaneidad con la vanguard1a euro- el periodo de la Restaurac16n Nac1onal1sla
pea no penetra mas alla de las apariencias

., 3 Ecole des ,Beaux Arts de Paris.

[I Antiacademiclsmo prendi6 a nivel urba-


no, fundamenl"almente en sectores de clase
media - incapaces de entrar en la compe-
E11 def initiva tendria mas presencia te6rica
y autonomia de pensamiento frente al Aca-
demic1smo el planteo neocolonial en la de-
Por su parte las obras de Francisco Roca
y Simo se entroncan a la_ fantasia de . l o;
postgaudianos para prOducir obras insol1tas
coma el Club Espanol de Rosario, un ver-
~ 1..ncia de tamario y tecnologias importada; cada del 20 que las resullantes formales an· dadero muestrarro de habil1dades artes,na-
en que se debal ia la eli te- y en las socie t iacadem1cistas de las deca das anteriores le, con un espacio arqu1tect6nico tan 1n
~
,~
~
dades y colectiv1dades de inmigrantes de-
seosas de buscar una " imagen" arquitecto-
nica adecuada. En la producci6n de V1rg ini.i
Colombo en sus ca sas de renta o en las
obras de Julian Ja ime Garcia Nunez en
Buenos Aires, y en las de Francisco Roca
En un caso -en las apariencias- la opo-
s1ci6n fue frontal y en el otro desde el
flanco, pero sin embargo ambas posturas
no lograron eludir las mismas regla s d~I
j11ego que la Academia les impuso. De estd
s61ito en sus resultantes coma es tenl en
su, premisas: una gran ca ja arqui tecl6n1ca
rodeando a una escalera "imperial" ...

Roca, que manejaba el hi storicismo roman-


t.co coma rec 1entemente se ha anal1zado
en Rosari o, encont raremos cabalmente la manera se lim1taron a allerar la expres16n en sus obras de Mallorca, logra ef 1cace;
~ t expresi6n arquitect6nica que puede trascen- externa del d1serio sin variar las ideas rec- y espectaculares result ados modern1sta s
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--------------::-------------------~• /

en la pleyade de ejemplos rosarinos. Los


hay desde los adscnptos a una franca tran-
sici6n Historicista-Modernista (Socorros Mu-
tuos, Remonda Montserrat) a las innovacio-
nes del Palacio Cabanellas y la confiteria
La Europea. En todos ellos el correcto ma-
nejo del oficio, el individualismo como sirn-
bolo y la libertad formal como evidencia
seiialan paradigmaticamente el apogee de
un Antiacademicismo que no fue un movi-
miento porque la simple suma de los sin-
gulares no genera la integraci6n de con-
ceptos

Alfredo Massue, arq , edificlo de 1alcahuano


y Tucum~n , Buenos Aires
2
Francisco Roca Sim6, a,q., Palacio GabanellJs,
Rosario
J
Francisco Roca Sim6, arq, Sociedad Espanol.a
de Socorros Mutuos, Rosario
4
Francisco Roca Sim6, arq , Club Espanol.
Ma1quesina
s
Juli~n Garcia, arq ., Hospita l Espaliol
en Temperley
6
Agustin Qucrol, Monumento de los Esparioles,
Buenos Aires
)

Arquitectura "Secesiomsta " en Mar del Plata

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