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La respuesta de Gadamer frente a este tipo de proyecto sería, por

una parte,
señalar que ubica en un mal lugar la analogía con la percepción de la
cosa material;
hay un lugar para la misma, sólo que no éste. Por otra parte,
señalarnos que hay
algo ilusorio en la idea de que podamos controlar
metodológicamente nuestras
anticipaciones, ya que esta idea pasa por alto el hecho de que:
…nuestro ser histórico y finito está determinado por el hecho de que
la autoridad
de lo transmitido, y no sólo lo que se acepta razonadamente, tiene
poder sobre
nuestra acción y nuestro comportamiento.20
Estas respuestas tienen su valor pero ahora, más que establecer y
discutir su
alcance, importa señalar la que me parece ser la cuestión central: la
diferencia de
propósitos en el interés que tenemos en el arte y la tradición, y el
interés que nos
lleva al conocimiento de la naturaleza.21 Y Gadamer llama la
atención sobre este
aspecto recordándonos que el significado básico de comprender es
comprenderse,
entenderse, estar o llegar a estar de acuerdo. La hermenéutica con
base en el romanticismo
invirtió los términos haciendo de la comprensión de la opinión de
otro en tanto que opinión un aspecto general cuando en realidad sólo
es, y sólo
puede ser, un fenómeno excepcional. Gadamer utiliza una expresión
técnica para
esta idea: “anticipación de la perfección” (Vorgriff der
Vollkommenheit).
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La filosofía hermenéutica de Hans-Georg Gadamer
(2005), muestra una visión que se basa en la interpretación
de la cultura por medio de la palabra, esto es, mediante la
escritura, la lectura y el diálogo. Sostiene que “la palabra
habita entre los hombres” (Gadamer, 1998b:16) y se manifiesta
de diversas formas de aparición en las que es, lo que
ella es; por tanto, en la palabra acontece la verdad, tiene
una existencia fiable y duradera. Por otro lado, Gadamer
considera que la palabra está vinculada al uso lingüístico,
el cual otorga significado colectivo a las palabras e implica
una relación social.
De allí que, para llegar a la comprensión, Gadamer
plantea la estructura esencial de la hermenéutica en tres
aspectos a saber: i) el diálogo es el lugar de la verdad, del
acontecer o emerger de la cosa misma; ii) en él es la cosa
misma la que se erige en sujeto verdadero y; iii) en el diálogo
los interlocutores participan en el acontecer de verdad
que se despliega en un proceso infinito. Introduce su hermenéutica
con una intención filosófica en la que se interpela
al conjunto de la experiencia humana del mundo y de
la praxis vital. Se basa en la “la palabra diciente”, ésta no
consiste en una simple construcción fónica, sino que el decir
dice algo y lo dicho está ahí, presente. En este sentido,
la palabra es diciente, en la que los análisis del lenguaje están
pensados fenomenológicamente: descubrir y comprender
significados a partir de tres momentos que orientan
el caminar gadameriano: la comprensión, interpretación
y aplicación.
Hereda de Husserl el concepto del
mundo de la vida; lo convierte en el
contexto viviente del diálogo. De
Heidegger toma dos ejes que configuran
todo el entramado de s hermenéutica:
la tradición y el lenguaje.
Fiederich Schleirmacher la hermenéutica
tiene como intención “entender
el discurso tan bien como el autor,
y después mejor que el autor”.
La lingüisticidad significa para Gadamer
el carácter inherentemente lingüístico
de la comprensión.
Para Gadamer la comprensión plena
del sentido del ser siempre es en el
lenguaje.
Gadamer busca comprender la existencia
del ser en el mundo a través
del lenguaje.
•Comprensión
•Interpretación
•Aplicación
Proceso lingüístico, infinito y temporal
que emplea distinta manera de
comprender al ser.
Piensa al lenguaje en su papel como
aquello que media el movimiento ontológico
de revelar y ocultar que
constituye el acontecer de la comprensión
a lo largo de los encuentros
dialógicos humanos.
María del Carmen López Sáenz es una docente en filosofía y letras y
además doctorada ella tuvo la oportunidad de conocer a Gadamer en
una estancia de investigación que realizó en Europa, ella cuenta que
realmente era un hombre muy sencillo, muy humilde asílo describe
ella, su formación principal fue en lenguas clásicas - griegos- y solo
más tarde se introdujo en la filosofía bajo la supervisión de
Heidegger y es precisamente por el impulso de Heidegger que a sus
60 años en 1960 que escribe su obra magna Verdad y Método.
Solía decir que su máxima contribución al pensamiento había sido
su dilatada experiencia.
Para Gadamer lo fundamental es la búsqueda de la verdad y no el
método como se llegue a ella
Método definido como via de o acceso a la verdad y no como un
metodologismo, es decir cuando el método se convierte en
absolutista , porque el decía que no hay verdades absolutas

A pesar de que se trata de una conversación diferida en el tiempo y en el espacio y no


de un diálogo cara a cara, Gadamer afirma que si bien los textos son manifestaciones
vitales fijadas duraderamente, deben ser entendidos, “lo que significa que una parte
de la conversación hermenéutica, el texto, sólo puede llegar a hablar a través de la
otra parte, del intérprete”

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