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Tema 12 (Attard)
Tema 12 (Attard)
1. ANTROPOLOGÍA MÉDICA
La salud en cuanto don de Dios es un valor fundamental e importante por lo cual hay una
obligación de curar las enfermedades.
Los seres humanos en la actualidad viven una gran ambigüedad ante el tema de la vida-
muerte, con claras posturas contradictorias, basadas en ideales y derechos modernos que
pretenden alcanzarse en muchos países que se consideran avanzados, fundamentándose en
criterios utilitaristas y pragmáticos de la persona humana.
La reflexión de toda antropología médica debe llevar a interiorizar la belleza y el valor de
toda vida humana y el hecho de poder vivirla y defenderla siempre, desde su concepción
hasta su muerte natural.
1
Este temario sigue fielmente el curso impartido por el profesor M. Attard en el curso 2005-2006.
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 2
y del personal sanitario pueden favorecer una vivencia más positiva de la enfermedad,
haciendo menos dura esta experiencia límite. Ante ello el paciente puede ser:
competente cuando colabora con el médico;
no competente cuando está en estado de inconsciencia o es una persona menor
de edad. Cuando se trata de un paciente no competente el médico debe buscar la
persona más cercana al enfermo.
Los padres tienen la responsabilidad de proteger la vida y la salud de sus hijos. De igual
modo, los que tienen responsabilidad civil/religiosa sobre otros (tutores, comunidades
monásticas…).
c) El secreto
Dentro de esta alianza médico-paciente es fundamental la confidencialidad de todos los
datos adquiridos durante el tratamiento. El «secreto» 2 se convierte exigencia para el médico.
Éste consiste en el empeño moral de no revelar información recibida de modo confidencial en
el ejercicio de su cargo. Distinguimos los siguientes tipos de Secreto:
Secreto natural: concierne a la vida privada de la persona.
Secreto de promesa: cuando antes de comunicar el secreto se exige la promesa de
guardar sigilo.
Secreto confiado: secreto confiado a otro con el fin de pedir consejo moral o
profesional sobre el mismo; este secreto está basa en:
- La amistad (desahogo): no hay promesa explicita de guardar el secreto, ya
que esta se presupone en virtud de la amistad.
- La confianza: se espera recibir un consejo sobre el secreto confiado.
- La cualificación profesional (cualificación): se confía el secreto a un
profesional para recibir una ayuda.
Cuando una persona (agente principal) va a realizar un acto inmoral (mal), pero está
necesitado de ayuda, puede recurrir a colaboradores (cooperarante) que le presten asistencia
para ejecutarlo (ej. aborto, eutanasia).
La cooperación en el mal puede ser:
a) Formal: Es siempre ilícita y acontece cuando se dan estas condiciones (basta con una
sola):
- El cooperante comparte la intención del agente principal
- El cooperante desarrolla una parte esencial del acto inmoral
b) Material: Es lícita siempre que, se excluyan a la vez las dos condiciones de la
cooperación formal y se cumplan estas dos condiciones:
- Que exista un motivo proporcionado: frecuencia, próxima/remota del acto inmoral,
consecuencias de la no colaboración (para el paciente, para uno mismo), persona
del agente principal.
- Que se evite el escándalo: no conducir a otros al pecado. El escándalo era ligado
tradicionalmente al 5º mandamiento (matar la vida moral del prójimo).
La lícita cooperación material en el mal presupone una «conciencia» recta, madura,
formada, informada, verdadera y cierta. Es fundamental actuar siempre con la máxima
«prudencia» y, en casos extremos, recurrir a la «objeción de conciencia», a poder ser de
modo asociado.
3
Cf. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Doc. Sobre el aborto procurado (1974), cap. I: «Análisis histórico de la
concepción cristiana de la vida humana»
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Fases del desarrollo embrionario («embrión» en sentido genérico): cigoto, mórula (4-5 días), blástula, embrión, feto, niño. El
término «pre-embrión» no tiene fundamento biológico ni filosófico, y es usado por motivos ideológicos. No existe estadio biológico
alguno precedente o siguiente al embrión: Lo que precede al embrión son los gametos y lo que le sigue es el niño nacido.
5
Si el óvulo (portador del cromosoma X) se encuentra con un espermatozoide que lleva el cromosoma Y, el nascituro será varón
(XY); si, al contrario, el espermatozoide es portador del cromosoma X, el nascituro será hembra (XX).
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PRINCIPIO MAXIMALISTA: Frente a un derecho humano fundamental como la vida, si hay dudad o ignorancia, debemos seguir
siempre la vía más segura.
7
La ciencia que estudia estas deformaciones intrauterinas de la naturaleza se llama «taratología». En Ámsterdam, en el congreso
sobre la fertilización, se demostró que, según las estadísticas, tan sólo el 30% de las concepciones llegan a término.
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CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Documento «Sobre el aborto provocado» (1974), n. 12
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4. EL MATAR Y LA MUERTE
4.1. El aborto
a) Definición del aborto
La Organización Mundial de la Salud define el aborto como «la expulsión o extracción de un
feto o embrión del útero materno antes de alcanzar la viabilidad, sea éste espontáneo o
provocado». Por su parte, el papa Juan Pablo II, lo define como «la eliminación deliberada y
directa como quiera que se realice, de un ser humano, en la fase inicial de su existencia, que
va de la concepción al nacimiento». Respecto a la anterior definición que sólo hablaba de
aborto provocado como la expulsión del feto inmaduro del vientre materno, el Papa hace
aportes nuevos e importantes, como: se trata del asesinato de un ser humano, sin mencionar
si es persona o feto para no entrar en discusiones filosóficas, aunque después en el número
60, habla de respetar la vida humana como persona desde el momento de la concepción;
desde el punto de vista jurídico el período de la gestación es sagrado y por consiguiente la vida
humana debe ser respetada en todas sus etapas desde la concepción hasta nacimiento;
teniendo en cuenta las diferentes teorías sobre el comienzo de la vida humana, estas no dan
derecho para provocar el aborto, y por último el aborto provocado es una acción moralmente
grave en cuanto se trata de una acción deliberada y directa por parte de los abortantes con
cualquiera de los métodos artificiales que se realice.
b) Tipos de aborto
Aborto espontáneo (natural): Cuando la supresión del embarazo se da por
causas naturales, sin la libre y consciente intervención humana.
Aborto provocado: Cuando la interrupción de la gestación se provoca por
intervención humana, bien como efecto no querido en sí mismo (indirecto), bien
deseado intencionadamente (directo)13.
Aborto provocado INDIRECTO
Se entiende por aborto provocado indirecto el acto realizado, con una finalidad buena,
pero que tiene como consecuencia inevitable y no deseada la interrupción del
embarazo. Según las enseñanzas de la Iglesia la interrupción del embarazo esta
permitido cuando responde al siguiente cuadro médico: (1) que tanto el niño como la
madre se encuentran en riesgo de morir (posibilidad), (2) si no se hace nada, ambos
morirán, (3) la madre puede ser salvada y (4) el feto no puede ser salvado. Sólo en el
cuadro clínico que integra los cuatro elementos del principio de doble efecto 14, puede
ser permitido el aborto indirecto. Para salvar la vida de la madre, se puede realizar una
«histerectomía» (no confundir con histerotomía). En ella se extirpa todo el útero que
contiene el feto. La madre está siempre a salvo, el feto no viable muere, y el útero se
pierde.
Aborto provocado DIRECTO
Todas las condenas sobre el aborto formuladas por el Magisterio Eclesiástico se dirigen
contra el aborto directo, es decir, querido como fin y como medio. Constituye un
desorden moral particularmente grave, en cuanto que mata deliberadamente a un ser
humano inocente e indefenso.
c) Métodos abortivos
12
El TUCIORISMO no debe seguirse salvo en tres casos: validez de los sacramentos (ej. vino corrupto para la Misa), medios necesarios
para la salvación (ej. bautismo de niño recién nacido moribundo), la salvaguarda de la vida humana (ej. aborto).
13
Esta diferenciación entre aborto directo e indirecto se extendió fundamentalmente gracias al magisterio de Pío XII.
14
Principio de doble efecto: (1) Que el acto en sí sea bueno o indiferente, (2) el efecto bueno surja directamente del acto y no del
efecto malo, (3) sólo el efecto bueno sea querido, mientras que el malo tan sólo sea tolerado/no querido, (4) que exista un motivo
proporcionado entre el efecto bueno y el malo.
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4.2. El suicidio
Acción por la cual una persona se quita la vida a sí misma. Este fenómeno ha adquirido en
nuestros días una relevancia cada vez más creciente. Con el aumento de la autonomía
personal y de la emancipación humana se cree poder poseer el poder sobre el propio modo de
vivir y de morir. Se asume esta autoridad suplantando a Dios, auténtico y único autor de la
vida. El problema del suicidio normalmente se refiere a una persona que está viviendo una
situación existencial límite. Se trata de personas que de alguna manera han perdido la alegría,
el valor y el amor de la vida, de su vida.
En el pasado la Iglesia sostenía el suicidio como acción inmoral. La persona que se
suicidaba perdía el alma, por lo cual se le privaba de un funeral católico y de ser sepultado en
un lugar santo. Dicha censura buscaba advertir de la gravedad del acto realizado. Hoy el
suicidio es tratado en un modo diverso: basándonos en el nuevo Código de Derecho Canónico
de 1983, se permite el funeral católico y la sepultura, pero evitando toda pomposidad en la
ceremonia.
Desde el punto de vista objetivo, el suicidio es un acto grave; pero desde el punto de vista
subjetivo el discurso cambia. Juan Pablo II se detiene en los motivos que pueden mitigar o
anular la culpabilidad subjetiva: psicológicos, sociales y culturales (cf. HV nº 66).
a) La tesis sicológica. Se da en el hombre un instinto natural para vivir y obtener de la
vida la mayor gratificación, por tanto el suicidio debe interpretarse como el modo de cortar con
una vida vista como inútil y sin gozo. El suicidio se convierte en el fruto de una mente
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desequilibrada que decide sobre la inutilidad de la propia vida. Existen motivos diversos para
llegar a este punto, pero se trata sin duda de la decisión de una mente desequilibrada
(frustración, depresión…).
En una enfermedad mental la persona se aliena con lo real. Cuando la persona vive en la
profunda depresión ligada a breves momentos de euforia (como si estuviese bajo el efecto de
la droga), el sujeto se halla fuertemente arrastrado al suicidio especialmente cuando, después
de la euforia, recae en la depresión.
El suicidio en sí mismo es siempre un grito de auxilio casi siempre precedido de signos
(inconscientes en su mayoría) de reclamo de ayuda. La mayor parte de los suicidios han
manifestado una serie de comportamientos que suenan como una voz de alarma de lo que
esta por venir. Pero las personas que están cerca difícilmente saben escuchar y atender
adecuadamente esta llamada de auxilio, interviniendo de un modo eficaz para prevenir el
suicidio.
Ahora bien, no todos los deprimidos se suicidan ni todos los suicidas están deprimidos. De
hecho, muchas veces se percibe una preparación escrupulosa que manifiesta una clara
conciencia de aquello que se va a realizar.
b) La tesis social. La sociedad moderna estresa a la persona, sobre todo por la
competitividad que se impone como ley de vida. Puede alcanzarse una situación de
desesperación, en la cual la persona ve su propia vida como un túnel sin luz y pierde toda
esperanza en una vida distinta y mejor, vislumbrando como única escapatoria el suicidio. Los
motivos pueden ser múltiples: económicos, laborales, de salud… Se pierde la esperanza y se
renuncia a la competitividad. Los defensores de esta tesis afirman que si no fuera por la fuerte
presión social no existirían este tipo de suicidios.
Según esta teoría, este tipo de suicidios deberían darse principalmente en los países del
tercer mundo, donde verdaderamente hay poca esperanza. Sin embargo éstos son típicos de
los países más desarrollados15, sobre todo entre los jóvenes y adolescentes (14-24 años), en
cuya edad debería amar la vida especialmente.
c) La tesis cultural. No es común pensar que una cultura pueda llevar al suicidio. Pero en
algunas culturas asiáticas, para salvar el propio honor, es mejor suicidarse. Incluso, muerto el
marido, también la mujer debe morir.
Es un hecho triste verificar el crecimiento anual de suicidios entre los jóvenes. Una causa
de suicidio entre ellos es por sobredosis de droga. ¿Se trata realmente de un suicidio o de un
error en la dosis? La droga es un claro suicidio. Otra causa estriba en las relaciones que los
jóvenes tienen (o en su carencia) con sus padres. Muchos de ellos deben trabajar durante
muchas horas, sin tomar conciencia que los hijos pierden el contacto con ellos: se convierten
en extraños, ajenos a los dramas y sentimientos a veces banales de sus hijos. De este modo
los padres se incapacitan para descubrir cualquier voz de alarma, cualquier reclamo de ayuda.
También los profesores ocupan un papel determinante en el mundo de los jóvenes y pueden
realizar una tarea preventiva sobre este tema. Nosotros los cristianos tenemos el deber de
promover la vida. Ésta promoción debe estar ligada al amor por la vida para no convertirse en
una vana teoría. La vida debe ser vivida bajo las virtudes teologales: contra cada falta de
esperanza y de amor por la vida, la fe en Dios puede ayudar a superar la decisión del suicidio.
4.3. La eutanasia
a) Definición de Eutanasia
El término deriva del griego eu=buena y thánatos=muerte. Tradicionalmente era
entendida como el cuidado benigno y afectuoso para ayudar a la persona a morir sin hacerla
sufrir demasiado (tradición hipocrática). En la actualidad este argumento ha variado
completamente. Hoy, el hombre moderno, con la ayuda de la ciencia, busca el pleno control
de todo, también de la muerte. Por eso hoy por eutanasia se entiende el «derecho a morir».
La eutanasia es hoy considerada como el «asesinato por motivos de piedad».
15
Después del cáncer y los accidentes de carretera, la tercera causa de mortalidad en Europa es el suicidio.
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Juan Pablo II la definía como «la acción u omisión que por su naturaleza y por su intención
provoca la muerte, con el objetivo de eliminar todo dolor» 16. La eutanasia por tanto se sitúa
en el nivel de las intenciones y de los métodos usados.
b) Eutanasia: Distinciones y medios
Tradicionalmente se distinguía entre eutanasia directa/positiva (acción u omisión con la
intención de asesinar al paciente con el objetivo de eliminar el dolor) y eutanasia
indirecta/negativa (dejar morir con dignidad y en paz). Tras la Humanae Vitae se abandona
esta distinción y se asume la distinción entre eutanasia (en sentido estricto) y
encarnizamiento terapéutico (como posibilidad de salvar la vida a toda costa). En el campo de
la medicina moderna, la misma ciencia ofrece posibilidades diversas por las cuales la persona
toma autoridad, no sólo de la propia vida, sino también sobre la propia muerte.
Pío XII, en 1957 presentó por primera vez la distinción de los medios con los cuales se
quiere salvar la vida, que todavía hoy sigue siendo válida:
- MEDIOS NECESARIOS: aquellos que el paciente necesita para vivir.
Medios ordinarios (proporcionados/normales): terapias, medicinas o
intervenciones que: (1) Procuran beneficios al paciente, (2) pueden ser
obtenidos o aplicados sin excesivo dolor, (3) sin costos exagerados, (4) sin
excesiva molestia.
Medios extraordinarios (desproporcionados): todos aquellos que no cumplen
la cuatro condiciones anteriores. Por tanto están ligados al tiempo (lo que
hoy es extraordinario, mañana puede entrar en los ordinarios o al contrario),
al lugar (una terapia en un país desarrollado puede ser ordinaria y en uno
subdesarrollado extraordinaria), a la enfermedad (el factor ordinario y
extraordinario dependen también del tipo de enfermedad y de los avances
en su investigación), o al mismo paciente (lo que ayer era extraordinario hoy
puede ser ordinario).
- MEDIOS CONTINGENTES: sin ellos el paciente no muere, pero tampoco mitiga su
dolor (paliativos). En este contexto de la fase final de la enfermedad surge el
problema de la licitud del recurso a diversos tipos de analgésicos/sedantes, cuando
comportan el riesgo de limitar la conciencia y abreviar la vida del paciente. Ya Pío
XII los permitió con tal que no existan otros medios y si no impiden el cumplimiento
de otros deberes religiosos o morales. El moribundo debe poder prepararse con
plena conciencia para el encuentro definitivo con Dios. Cabe recordar que, no basta
con hacer soportable el sufrimiento en la fase final de la enfermedad, es necesario
asegurar al paciente un adecuado acompañamiento humano y espiritual.
El Magisterio de la Iglesia es unánime al afirmar que la eutanasia es inmoral. El asesinato
directo (eutanasia) no puede ser admisible, pero es admisible dejar morir a una persona sin
quitarle los medios ordinarios (obligatorios), renunciando a los extraordinarios.
c) Encarnizamiento terapéutico
Uso de terapias inútiles o ineficaces para la curación del enfermo, que aumentan las
penalidades de la enfermedad y se configuran como desproporcionadas en la relación entre
riesgo y beneficio, condenando artificialmente al enfermo a una agonía prolongada, más que a
una curación de la enfermedad. El objetivo de los cuidados paliativos no es el aumento de la
cantidad de tiempo que se puede vivir, sino la mejoría de la calidad de vida del enfermo.
La Evangelium vitae nº 65 afirma que salvar a un paciente a cualquier coste no es lo
peculiar de la enseñanza de la Iglesia. Se debe actuar ante el dolor tomado las medidas más
convenientes, aunque con ello se acorte la vida. El dolor es el síntoma que advierte a la
persona de un eventual mal funcionamiento de una parte del cuerpo. Se trata de un valor pre-
moral en cuanto está ligado a un mal físico. El cristiano lo puede vivir como una asociación
voluntaria a los dolores de Cristo en la cruz, como acto de sacrificio. La declaración Iura et
Bona, valora la posibilidad de suministrar analgésicos para disminuir el dolor, siempre que
este sea verdaderamente insoportable. Es lícito el uso de analgésicos para aliviar el dolor
16
JUAN PABLO II, Evangelium vitae, nº 65; CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Declaración sobre la eutanasia «Iura et
bona», II
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4.4. Tanatología
a) Definición y significado actual
Entendemos por tanatología el estudio de la muerte desde el punto de vista ético. La vida
se encuentra inexorablemente en camino hacia la muerte. Ante ella podemos asumir diferentes
actitudes: conduce a la nada, al vacío (no creyentes); es un pasaje a un nuevo estado de vida
(creyentes); etc. Para los cristianos, la resurrección de Cristo nos da la certeza en la fe de la
inmortalidad. Aun así, muchos se pierden en la trivialidad de la vida presente, olvidando la
futura.
Hoy la enfermedad es centralizada en los hospitales, con todo lo que ello conlleva de
deshumanización progresiva del enfermo. La muerte acontece en la soledad aséptica de los
centros sanitarios. Acompañar al otro a morir es un don, un gesto de cercanía y auténtica
amistad. En nuestra cultura occidental la muerte ha sido alejada de la vida cotidiana por el
miedo y la angustia (el enfermo muere en el hospital). El propio comportamiento (de miedo o
de ansia frente a la muerte) no debe ser proyectado en el moribundo.
El acompañamiento al bien morir debe prestar especial atención al lenguaje con el que la
persona moribunda se comunica (verbal, no-verbal, verdadero, simbólico). En la relación de
alianza médico-paciente, el médico tiene el deber de comunicar al paciente la gravedad de su
enfermedad, y hacerlo de un modo gradual y prudente de modo que el mismo enfermo pueda
asimilarlo. Toda persona tiene derecho de preparase a la muerte, y debe ser ayudada a
saberse regular de frente a la propia muerte.
d) Determinación de la muerte
Actualmente existe la posibilidad de mantener en vida a un paciente artificialmente, si por
sí mismo no pudiera vivir. La determinación de la muerte se convierte pues en un tema
debatido. El problema bioético que se plantea respecto a la muerte humana está en conexión
con las modernas técnicas de reanimación y con los transplantes de órganos. Es necesario
poder determinar si una persona ha muerto para proceder a la extracción de los órganos para
trasplante, sin tener que esperar las señales de la rigidez propia del cadáver.
Tradicionalmente se señalan cinco criterios acumulativos para verificar la muerte, de beben
ser verificados cada 15-20 minutos hasta la falta total de los cinco:
1. El ritmo cardiaco (hasta la parada cardiaca irreversible)
2. La respiración
3. La respuesta a estímulos externos (hasta la insensibilidad total)
4. Las pulsaciones
5. La actividad cerebral (hasta verificar la muerte encefálica)
La muerte se puede definir como la pérdida total e irreversible de la capacidad global de
integrar y coordinar las funciones del organismo, físicas y mentales, en una unidad funcional.
La muerte de todo el «encéfalo» 17 indica la pérdida de la unidad funcional del organismo. No
gasta por tanto la pérdida de la conciencia ligada a la corteza cerebral (muerte cortical), ni el
estado vegetativo irreversible que se sigue de graves lesiones (estado de coma). La actividad
encefálica, aunque esté reducida, es signo de vida human y, aunque sólo se dé en el nivel
vegetativo, manifiesta la presencia de la persona.
Con el término «muerte cerebral» entendemos el diagnóstico cierto de la muerte
encefálica: se certifica mediante técnicas adecuadas la quiebra irreparable e irreversible de
todo el encéfalo, y por tanto la integridad de las funciones corporales ya no existen. La muerte
cerebral es un criterio cierto del cual se puede concluir la muerte de la persona. Los famosos
casos de «despertar» del coma se verifican cuando este es todavía posible (dentro de los
límites de una conciencia alterada, escondida o ausente)18, pero no es posible dentro del grado
de «muerte cerebral». Por lo cual, ante los casos de despertar debemos cuestionar, no la
noción de muerte encefálica, sino su errado diagnóstico en el caso concreto. De aquí la radical
importancia de clarificar los criterios para determinar la muerte de una persona sin posibilidad
de error.
17
El encéfalo (que comprende tres partes: cerebro, cerebelo, bulbo raquídeo) es el órgano encargado de desarrollar la
parte esencial de esta actividad de coordinación y regulación.
18
Se puede hablar de tres grados de profundidad del «coma»: 1º) la conciencia es alterada pero se puede fácilmente
despertar, en cuanto que el sujeto mantiene contacto consciente con el ambiente; 2º) la conciencia está escondida y no
hay posibilidad de contacto consciente con el sujeto, el cual responde a diversos estímulos; 3º) la conciencia está
ausente y el sujeto reacciona a un número muy limitado de estímulos.
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 15
que durante el tiempo que desempeñasen el cargo, no debían tomar parte en el culto (S.
Ambrosio). Pero, lentamente, los cristianos fueron admitiendo la práctica habitual y los
testimonios en contra decrecen.
En el siglo XII, la época de los grandes juristas y teólogos medievales, es común la
sentencia sobre la legitimidad jurídica de la pena de muerte 19. Esta misma doctrina fue
defendida por Sto. Tomás, que propone el tema de modo expreso y lo trata ampliamente (II,
717-723), aduciendo estos argumentos: la intimidación del criminal, la legítima defensa de la
sociedad, la restauración del orden jurídico del Estado, el sentido de la retribución justa, y el
sentido de la indignidad del delincuente. A partir de este momento, teólogos y Magisterio
aceptan de modo unánime la licitud de la pena de muerte.
A partir del siglo XVIII surgen corrientes de juristas que impugnan su legitimidad, pero no
logran crear un estado de opinión favorable. De hecho, la misma Iglesia, durante más de un
milenio, ha adoptado la pena capital y la tortura (hasta hace pocos años estaba prevista en la
legislación de la Ciudad del Vaticano para algunos delitos, aunque es cierto que la última
ejecución se realizó en el siglo XVIII). Las primeras críticas serias a esta práctica nacieron en
el ambiente iluminista (Cesare Breccaria publicó en 1764 de forma anónima el libro titulado
«Dei delitti e delle pene») reclamando una humanización de las penas, recurriendo a una
visión antropológica diversa de la propuesta por la escolástica (La Inquisición reaccionó
condenando su libro e incluyéndolo en el Índice).
De hecho, la licitud de la misma apenas se ha cuestionado de modo masivo hasta fecha
reciente, en que la nueva cultura, los cambios sociales, así como las seguridades que pueden
tomar los Estados para defenderse del delincuente imponen que se revise esa legitimidad. Aun
así, hoy las tendencias son divergentes: mientras la opinión más común aboga por la
supresión de la pena capital (considerada un contra-testimonio en la promoción de la vida
humana), otros mantienen su necesidad para ajusticiar a aquellos criminales que por la
atrocidad de sus actos no merecen vivir y constituyen un grave peligro para la sociedad (ej.
violencia sexual, homicidio de niños, atentados terroristas, crímenes de guerra, actos
dictatoriales, etc.).
19
«De la potestad secular afirmamos que sin caer en pecado mortal puede ejercer juicio de sangre, con tal de que para
inferir el castigo no proceda con odio, sino por juicio; no incautamente, sino con consejo» (INOCENCIO III, año 1208 –
Dz 526).
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 17
20
El 12-12-1999, Juan Pablo II finalizaba el rezo del Ángelus con un llamamiento a favor de la supresión de la pena
capital (nunca antes se había lanzado una afirmación como esta).
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 18
en guerra. En los sucesivos radiomensajes navideños (1944 a 1948) reiteró que la guerra no
era el medio justo para resolver los conflictos.
Juan XXIII, con su encíclica Pacem in terris de 1963 refuerza esta idea afirmando que es
imposible que la guerra pueda resolver los problemas de la paz. Lo que guía la guerra es la
competitividad, haciendo de ella una lamentable industria económica (carrera armamentística).
Por primera vez aparece en un documento magisterial el término «nuclear».
Todas estas posturas magisteriales se encuentran presentes en los debates conciliares del
Vaticano II, donde surgen dificultades en la redacción de Gaudium et spes ya que los
diferentes padres conciliares partían de la situación propia de sus respectivos países,
solicitando el apoyo a políticas agresivas de países democráticos contra los regímenes
comunistas. El Concilio, finalmente, se limitará a condenar la guerra total, la destrucción de
ciudades enteras, y la guerra fría, condenando también la carrera de armamentos (GS 78-80).
Se repetirán las voces magisteriales (Pablo VI, Juan Pablo II, Congregación para la Doctrina de
la Fe, etc.) condenando la atrocidad del recurso a la guerra y la imparable carrera de
armamentos. Especial significación tuvo la Carta Pastoral del episcopado estadounidense
«Sfida alla pace» (3-5-1983) que se convertiría en modelo para reorientar los documentos
magisteriales y delimitar los principios del pensamiento contemporáneo eclesial sobre la
guerra.
objetivo militar puede ser objeto de una acción bélica legítima (en base a esto nunca
pueden ser admitidas las armas atómicas).
II. Principio de la proporcionalidad: Que las armas usadas sea proporcionadas a la
resistencia del adversario (no todas las armas son lícitas en medio de una contienda –
ej. nucleares). Las acciones de guerra deben limitarse al objetivo militar a destruir,
evitando consecuencias más graves. No se puede usar armas de destrucción de masas
que atenten contra gente inocente.
c) La carrera de armamentos
Propiciada por la «guerra fría» entre el bloque soviético y la OTAN, se realizó una imparable
carrera armamentística, especialmente en lo referente a armas nucleares. A pesar de la caída
del muro de Berlín, no se ha frenado.
A pesar de la creciente aversión de la opinión pública hacia la guerra, la carrera de
armamentos se ha convertido en un elemento esencial para el equilibrio de la economía
mundial. Se puede decir que hoy las guerras más que justas se han convertido en necesarias.
Los mismos gobiernos que encabezan las iniciativas a favor de la paz, hipócritamente siguen
aprobando presupuestos militares que alcanzan cifras astronómicas, sin tomar medidas reales
para impedir el comercio de armas. El desarme total supondría hoy la quiebra de miles de
fábricas, provocando miles de parados. El mercado está necesitado de guerras para poder
seguir vendiendo armas. En este círculo vicioso están implicados la mayoría de gobernantes
del mundo, ligados por graves intereses monetarios.
Se trata de un verdadero escándalo. Mientras los estados dedican miles y miles de dólares
a la compra de armamento, millones de personas mueren por la falta de medicinas, de
programas agrícolas, de instrucción primaria, de atención sanitaria… La mayor hipocresía de
nuestro tiempo está representada en tantas negociaciones de paz fallidas hechas por los
líderes principales del mundo, que a su vez favorecen y potencian el desarrollo
armamentístico.
5.7. La Paz
Muchos son los significados y muchas las exigencias de la paz. Su núcleo humano aparece
unido a la justicia como raíz y a la libertad como derecho inseparable. Con la justicia y la
libertad se abre la paz como una comunión de la persona consigo misma y con los demás, de
los grupos y naciones entre sí y con los otros. Los valores humanos expresados en la justicia y
los valores cristianos representados por la caridad constituyen el fundamento de una paz con
horizontes planetarios y bajo el sello de la fraternidad.
La paz es una realidad dinámica y ambigua, con múltiples matices que la configuran: no es
la mera ausencia de la guerra, ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias, ni
surge de una hegemonía despótica (GS 78). Varios son los derechos conectados con la paz:
verdad, justicia, libertad, orden social, defensa eficaz, y seguridad social. La paz es fruto de un
orden justo, de unas estructuras equitativas y de unas relaciones basadas en el mutuo
respeto. Pero para que la paz sea más segura y brillante necesita el alimento del amor
fraterno, que en los cristianos tiene su culmen con la caridad.
El modelo cristiano de la paz viene descrito en hebreo con el término «shalom», que en la
escritura indica la plenitud de la vida, el deseo de todo el bien posible material y espiritual, es
serenidad interior. Se trata en definitiva de vivir con plenitud la relación con Dios, con el
mundo, consigo mismo, con el prójimo. El conflicto o la guerra era signo del desequilibrio entre
la plenitud de los bienes espirituales, materiales y de las relaciones humanas. Es un desorden
en la distribución o en las relaciones. La paz es obra de la justicia (Is. 32,7). La justicia vista
como reguladora de las relaciones y de los bienes a poseer. Cuando hay equilibrio en las
relaciones y armonía en la distribución de los bienes se vive en paz. No es algo alcanzado
definitivamente, sino un perpetuo quehacer, una tarea. Especialmente compete a la autoridad
política la doble misión de educar para la paz y promover las condiciones de justicia social.
La propuesta de paz se traduce en algunos fundamentos de convivencia ordenada y
fecunda (Juan XXIII, Pacem in terris): Tiene como fundamento el principio de que cada ser
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 21
humano es una persona (n.3). La persona es sujeto de derechos y deberes, que son
universales, inviolables e inalienables (n.3). Se actúa en la verdad, en la justicia, en el amor y
en la libertad (16). Necesita de una autoridad (n.19). La paz se expresa en comportamientos
concretos y nace de un equilibrio en las relaciones, de la justicia social.
Pío XII insistió en la paz como fruto de la justicia, perspectiva asumida por el Concilio
Vaticano II: «con toda exactitud y propiedad se llama obra de la justicia» (GS 78). Pablo VI
acuñó la feliz expresión «el desarrollo es el nuevo nombre de la paz» (PP 97). A lo largo de su
pontificado, Juan Pablo II ha insistido continuamente en el bien de la paz. La peculiaridad de
su doctrina consiste en afirmar la paz como un «valor universal»; esta perspectiva le lleva a
relacionar el bien de la paz con los conflictos este-oeste (carrera de armamentos) y con los
conflictos norte-sur (imperialismo político-económico del 1º-2º mundo en relación con el 3º
mundo). Si este fue el lema del Mensaje para la jornada de 1986, el año siguiente concretó la
relación de la paz con los valores del desarrollo y de la solidaridad. En la encíclica Sollicitudo
rei socialis sintetiza su pensamiento acuñando el axioma «la paz como fruto de la solidaridad»
(SRS 39). La conclusión a la que llega Juan Pablo II es certera: «El objetivo de la paz, tan
deseada por todos, sólo se alcanzará con la realización de la justicia social e internacional, y
además con la práctica de las virtudes que favorecen la convivencia y nos enseñan a vivir
unidos, para construir juntos, dando y recibiendo, una sociedad nueva y un mundo mejor»
(SRS 39).
sensoriales (lo que uno siente) para evitar psicosis depresivas. Pío XII tan sólo la
autorizó en algunos casos, estando muy atentos de cómo y cuando se realiza.
Actualmente es desaconsejada debido a su alto riesgo (la persona podría quedar en
estado vegetativo indefinido). Hoy la terapia convulsiva (electrochok) tiene usos
limitados, usándose exclusivamente por motivos estrictamente terapéuticos. Pío XII
rehabilitó la hipnosis como instrumento diagnóstico y terapéutico debido a los
beneficios logra. Es usada antes y después de la intervención quirúrgica para
preparar el cuerpo para la misma y para rehabilitarlo después. En el campo del
psicoanálisis la hipnosis es un instrumento de gran utilidad para entrar en el
inconsciente de la persona y aflorar los conflictos no resueltos de la persona.
7. Cirugía anónima: Se da cuando el paciente, decidido a someterse a una
intervención realizada por un determinado médico, en el momento de la
intervención descubre que es otro médico quien la va a practicar, debido a que el
médico que debería intervenir no esta, bien a que el médico que debería intervenir
está presente pero solicita la intervención de otro. La cirugía anónima está
éticamente condenada por violar la alianza médico paciente. El paciente siempre
debe ser advertido con anterioridad, para que pueda dar su consentimiento.
5.3. La esterilización
Entendemos pro esterilización la privación temporal o permanente de la capacidad
procreadora, conseguida por una intervención quirúrgica voluntaria o forzosa. Se trata en
definitiva de intervenir en algunos de los órganos indispensables para la reproducción,
privando a la persona de su facultad procreadora. Para una recta valoración moral de la misma
debe distinguirse de los siguientes términos:
Impotencia: Incapacidad para realizar la copulación (en el hombre consiste en la
incapacidad de erección o de eyaculación; en la mujer en la incapacidad de
penetración)21.
Esterilidad: Incapacidad de fecundar. Se trata de una condición patológica
involuntaria (natural o adquirida). Si se pueden mantener relaciones sexuales.
Infertilidad: Incapacidad femenina de procrear (de llevar a término un embarazo).
Es posible que la infertilidad abarque también la esterilidad, pero no al contrario.
21
La impotencia está considerada como uno de los impedimentos para el matrimonio cristiano. No es el caso de la
esterilidad, la infertilidad o la esterilización.
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 24
a) Tipología y clasificación
Distingamos la esterilización conforme a diferentes criterios que nos ayudarán a una
valoración ética más exacta de la cuestión. Mientras las dos primeras cuestiones (órgano
afectado y duración) hacen referencia a cuestiones técnicas, la valoración moral de la
esterilización versará especialmente en las tipologías referentes al sujeto que la determina, a
la intención con que se realiza y a su finalidad.
b) Métodos
Los métodos o técnicas utilizadas para la esterilización varían en el hombre y en la mujer
conforme a las características propias de sus órganos reproductores.
Varón Hembra
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 25
Existen casos de parejas estériles que desean tener hijos y no lo logran. La solución clásica
sería la adopción de niños no queridos por sus progenitores o huérfanos. La adopción es
expresión del amor hacia aquellos que no han sido queridos por sus padres o los han perdido
prematuramente, ofreciéndoles la posibilidad de formar parte de una familia. Ciertamente hoy
la legislación adoptiva de muchos países es realmente restrictiva, mientras que en otros países
superpoblados la adopción forma parte de un mercado negro gravemente inmoral.
A pesar de la posibilidad de la adopción, muchas parejas desean tener sus propios hijos
aunque tengan dificultades para ello, ya que lo sienten como un derecho propio. Hoy los
avances científicos les ofrecen la posibilidad de provocar una fecundación artificial (falsamente
llamada asistida). Cabe adelantar que, no todo lo científicamente posible es éticamente válido,
ya que el tener un hijo no es nunca un derecho propio, sino un don fruto del amor.
FECUNDACIÓN ARTIFICIAL
HETERÓLOGA
HOMÓLOGA
(Presupone los BANCOS de semen/óvulos)
INTRA-CORPÓREA EXTRA-CORPÓREA
(«in vitro» = probeta - laboratorio)
Técnica extra-corpórea, tanto homóloga como heteróloga, que se caracteriza por tratarse
de una variante del FIVET, en el que se transfiere el cigoto a las trompas de Falopio en vez de
al útero.
7. LA EUGENÉSIA
Ciencia aplicada cuyo cometido específico es el de conservar, preservar y mejorar el
patrimonio genético de la humanidad (etim. «buen origen», «buena herencia»). Se trata por
tanto de mejorar genéticamente las poblaciones humanas especialmente actuando en el
campo de la fecundidad (impidiendo la procreación de individuos defectuosos y propiciando la
producción de los considerados ideales) y de la dotación genética (corrigiendo los rasgos no
deseables y favoreciendo los positivos).
La eugenesia negativa se propone eliminar características no deseables para la especie
humana, bien evitando la descendencia defectuosa (matrimonios con riesgo genético), bien
eliminando la descendencia defectuosa (aborto eugenésico). Estas medidas pueden realizarse
de forma coercitiva (esterilización obligatoria) o de forma libre (paternidad responsable).
La eugenesia positiva trata de aumentar la producción de genes y genotipos deseables.
Tiene hoy por hoy unas posibilidades menores que la eugenesia negativa. Sin embargo, no
deja de tener aplicación en acciones selectivas dentro de la inseminación artificial (selección de
donantes) y de la fecundación in vitro (selección de embriones, elección de sexo…).
7.2. La clonación
Es la producción artificial y asexuada de células o individuos genéticamente idénticos a
otros ya existentes (Etim. Klon = retoño). Según el fin que se propone la clonación podemos
distinguir entre:
Reproductiva: tiene como objetivo el nacimiento de un nuevo individuo igual al
clonado.
Terapéutica: tiene el objetivo de producir un embrión del que se prevé la
interrupción de la vida en los primeros estadios del desarrollo para obtener una
serie de células y tejidos que podrían trasplantarse en enfermos en sustitución de
las dañadas.
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 31
a) Métodos
Aunque existen diferentes métodos de clonación, el más conocido e importante para el
hombre es la «transferencia de núcleo» que fue experimentado con éxito en Escocia en
1997, dando como resultado el nacimiento de la oveja Dolly. Básicamente se compone de tres
fases:
I. Se extrae el núcleo de un óvulo no fecundado (célula germinal con la mitad de los
cromosomas) de una oveja adulta de raza Blackface.
II. Se remplaza con el núcleo extraído una célula somática (patrimonio cromosómico
completo) de otra oveja adulta de la raza Finn Dorset.
III. Oportunamente tratado, el óvulo sin núcleo se fusiona con el nuevo núcleo y se
traslada al útero de una tercera oveja de raza Blackface, donde se desarolla hasta el
nacimiento. Este núcleo de célula somática adulta colocado en el óvulo se convierte en
totipotente, perdiendo las diferenciaciones, y dando origen a un individuo
genéticamente casi idéntico a aquel del que ha sido extraído (Finn Dorset).
En la fecundación humana, el cigoto es el fruto de la fusión de dos células germinales, el
espermatozoide (23 cromosomas) y el óvulo (23 cromosomas) y tendrá las características de
las dos. En la clonación, en cambio, todos los cromosomas provienen del núcleo de una única
célula somática que determinan sus características genéticas.
b) Valoración ética
Una persona es irrepetible y su identidad surge de su constitución biológica (genoma) así
como de su evolución social y cultural. Si se usara la clonación con el fin de reproducir seres
humanos sería siempre grave e ilícita en base a estos tres criterios:
1. Constituye una violación de la identidad individual de la persona a nivel biológico y
psicológico.
A nivel biológico: la identidad personal implica dos cosas, tener un patrimonio
genético único y que ninguno tiene el poder sobre el otro a decidir y programar su
genoma humano, la clonación llevaría a una concepción selectiva del hombre y a la
más esclavista forma de manipulación genética.
A nivel Psicológico: en la identidad personal entra en juego todo el mundo de la
personalidad y capacidad psíquica; si por una parte el alma no puede ser clonada,
por otra la psicología del clonado sería seriamente comprimida, el valor de hombre
no dependería de su identidad personal sino solamente de la cualidad que como
copia posee. Se puede imaginar el sufrimiento del clonado que ha sido traído al
mundo sólo por el deseo de una semejanza a alguien y no así mismo y que sobre él
se proyectan expectativas ligadas al original del cual es copia. Sufrimiento ligado a
la conciencia de una identidad que le ha sido impuesta.
2. El ser humano nunca puede ser tratado como un medio (indisponibilidad absoluta).
La clonación reproductiva instrumentaliza a la persona, especialmente cuando se
propone con fines sutiles (ej. si los padres desean un hijo con cabello rubio, o que
sea la copia de un gran autor) o se utiliza a fin de seleccionar una raza.
3. No responde a la naturaleza de la sexualidad y la procreación humana.
Se trata de una procreación asexuada producida mediante una intervención técnica,
que provoca una separación total entre sexualidad y reproducción. Al mismo
tiempo, se generaría una ruptura del vínculo de paternidad-filiación
(consanguinidad).
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 32
Distinta cuestión ética es la clonación con fines terapéuticos. Se trata de producir células y
tejidos para transplantar a enfermos a partir de las «células estaminales». Éstas son multi-
potentes y pluri-potentes, siendo aptas para ser diferenciadas en un modo o en otro (células
nerviosas, células de sangre, óseas, etc.) por medio de adecuadas técnicas de laboratorio. El
problema ético versa entonces sobre el origen y el modo de conseguir dichas céulas
estaminales:
Células estaminales en organismos ya formados. Se pueden extraer de la
médula espinal de un adulto o de la placenta y del cordón umbilical. El uso de este
tipo de células no presenta ningún problema ético.
Células estaminales embrionales. Se obtienen de un embrión, provocando su
instrumentalización y posterior destrucción. A pesar de su inicial objetivo
terapéutico, esta práctica es gravemente ilícita. Juan Pablo II condenó estos
métodos terapéuticos, invitando a buscar otra vías diferentes a la clonación de
células estaminales (Discurso a la sociedad de terapéuticos, 2000).
8. LA BIOTECNOLOGÍA Y LA CIBERNÉTICA
La biotecnología es la tecnología basada en la biología, especialmente usada en agricultura,
farmacia, ciencia de los alimentos, ciencias forestales y medicina. Se podría definir como la
utilización de organismos vivos (o partes de los mismos) para obtener o modificar productos,
mejorar plantas o animales, o desarrollar microorganismos para objetivos específicos.
Lo que hoy se conoce como ingeniería genética o ADN recombinante, parte del hallazgo en
1970 por Hamilton Smith y Daniel Nathans de la enzima (restrictasa) capaz de reconocer y
cortar el ADN en secuencias específicas. Este descubrimiento origen al desarrollo de lo que hoy
se conoce como Ingeniería genética o Biotecnología, que permite clonar cualquier gen en un
virus, microorganismo, célula de animal o de plantas.
La biotecnología encuentra sus raíces en la biología molecular, un campo de estudios que
evoluciona rápidamente a finales del siglo XX. El lanzamiento comercial de insulina
recombinada para humanos en 1982 marcó el nacimiento de la biotecnología. Hoy en día, la
moderna biotecnología es frecuentemente asociada con el uso de microorganismos alterados
genéticamente como el E. coli o levaduras para producir sustancias parecidas a la insulina o
antibióticos. Los avances en este campo son cada día mayores obteniendo importantes logros
en desarrollar nuevas drogas.
Entre los riesgos de la biotecnología destacan:
Propagación de genes. Los organismos genéticamente modificados podrían
propagarse hacia parientes silvestres contaminándolos o provocando su
desaparición.
Daño colateral. Los cultivos de organismos genéticamente modificados podrían
acelerar las mutaciones de insectos y plagas hacia formas resistentes a las
modificaciones hechas en las especies.
Efectos en la salud. Sin percatarse, los organismos genéticamente modificados
podrían introducir alérgenos en el cuerpo humano.
Entre las principales ventajas de la biotecnología se tienen:
Rendimiento superior. Mediante los organismos genéticamente modificados el
rendimiento de los cultivos aumenta, dando más alimento con menos recursos,
disminuyendo las cosechas perdidas, bien por enfermedad o plagas, así como por
factores ambientales.
Reducción de pesticidas. Cada vez que un organismo es modificado para resistir una
determinada plaga se está contribuyendo a reducir el uso de los pesticidas
asociados a la misma que suelen ser causantes de grandes daños ambientales,
afectando también a la salud humana.
Mejora en la nutrición. Se puede llegar a introducir vitaminas y proteínas adicionales
en alimentos, así como reducir los alergenos y toxinas naturales. También se puede
Tema 12: Temas de ética biomédica (Attard) 33
intentar cultivar en condiciones extremas lo que auxiliaría a los países que tienen
menos disposición de alimentos.
Mejora en el desarrollo nuevos componentes para materiales .
La cibernética, por su parte, estudia los flujos de información que rodean un sistema, y la
forma en que esta información es usada por el sistema como un valor que le permite
controlarse a si mismo. Se trata por tanto de una ciencia interdisciplinar, ligada tanto a la
física, como al estudio del cerebro, como al estudio de los ordenadores, o a los lenguajes
formales de la ciencia, proporcionando herramientas con las que describir el comportamiento
de todos estos sistemas de manera que puedan ser objetivamente descritos.