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CAPÍTULO I

CONTABILIDAD: CIENCIA U OFICIO

Introducción

Con el propósito de dejar atrás la vieja discusión acerca de si la Contabilidad


constituye una ciencia, una técnica o un arte, es necesario hacer algunas
puntualizaciones para cerrar ese capítulo de la historia contable y abrir, con base
en los postulados de una verdadera ciencia, una nueva dimensión del conocimiento
en esta disciplina, a través de los senderos de la investigación. Para cumplir con
esta tarea inicial, nos apoyaremos en un magnífico ensayo del Dr. Jorge Gómez
Mantellini, titulado “La Contabilidad Como Ciencia”; en el cual se aborda esta
problemática con adecuada profundidad y trascendencia, cualidades estas, que le
imprimen actualidad al mencionado estudio, haciendo del mismo un importante
antecedente para estas reflexiones.

Señala Gómez Mantellini (1975), que, si a la Contabilidad se le hace consistir


en un simple conjunto de procedimientos de registro, nunca podrá ostentar el cargo
de disciplina científica; simplemente será un método de registro o, a lo sumo, una
técnica más o menos perfeccionada de anotaciones. Pero si se enfoca como
contenido de la Contabilidad, toda la problemática de la administración de las
haciendas (patrimonios), en el sentido más amplio que a la palabra administración
pueda darse, existiría indiscutiblemente una Ciencia Contable.

Esta divergencia, que al parecer es la consecuencia de la falta de acuerdo


en la fijación del contenido y límites de la Contabilidad, se acentúa cuando se trata
de definir la naturaleza de esta disciplina y su condición de ciencia. Al respecto
Gómez Mantellini recurre a distintas posiciones doctrinarias con la intención de
reafirmar el carácter científico de la Contabilidad.

Expresa el autor mencionado que, la posición de la Escuela Francesa,


sostenida por Leautey y Guibalt, establece que la Contabilidad es una ciencia
matemática: “La Comptabilitè, Branche des mathèmatiques, est la sciencie de la
cordination rationelle des comptes relatifs aux Produits du Travail et aux
Transformation du capital, cèst-a-dire, des richesses”. Este concepto es
complementado de la manera siguiente: “La science des comptes, en opposant
invariablement dans toute mutation de valeur, un ou plusieurs comptes debitès a un
on plusiers comptes creditès dègale somme, realise L`equiation mathèmatique de
ce principe, et en conservant leur prix initial aux choses comptabilisèes, jusquia se
quèlles passente dans des mains tierces a prix transaction, que la science des
comptes donne le moyen aux individus et aux collectivitès d`individus, de connaitre,
a tous momentes, les modifications que les operations e`conomiques on sociales
aporten dans le valeur des richesses, quíls possedent ou gèrent”.
De acuerdo con la posición de esta escuela doctrinaria, todas las magnitudes
contables son objeto de cuantificación, y por lo tanto, deben expresarse en un
lenguaje matemático, lo cual convierte a la Contabilidad en una ciencia derivada,
fundada y usuaria de la teoría matemática.

Por su parte, la escuela italiana concibe la Contabilidad como la doctrina del


establecimiento de las responsabilidades jurídicas surgida como consecuencia de
la administración patrimonial. Como se puede observar, este es un enfoque que
explota la dimensión legal de la Contabilidad como ciencia y deriva de ella las
ineludibles obligaciones que se originan al administrar capitales. Se puede observar
además, la estrecha vinculación que esta escuela establece entre la Contabilidad,
el Derecho y la Administración.

El profesor Fernández Cepero (citado por Gómez Mantellini), quien


representa la corriente latinoamericana, señala que la Contabilidad es ciencia de las
economías particulares. Al respecto es importante resaltar, en función de nuestro
propósito, que el profesor Fernández Cepero llega a una conclusión útil, relevante
y trascendente, pero que en honor a la verdad su posición se inscribe en un marco
muy pequeño, dejando fuera la posibilidad de que la Contabilidad como ciencia se
desarrolle en el campo gubernamental o público.

La moderna posición doctrinal acerca del carácter científico de la


Contabilidad ha sido sostenida, entre otros, por los siguientes tratadistas: El profesor
Besta, para quien la Contabilidad es la ciencia del control económico; López Amorín,
quien al reelaborar la doctrina italiana señala que la Contabilidad es la ciencia que
se ocupa del patrimonio de las empresas; el profesor Dumarchais, quien además
de catalogarla como ciencia, indica, que de existir una Ciencia Contable, ésta habría
de pertenecer al grupo social y no al matemático; y finalmente, el II Congreso
Internacional de Contabilidad definió la Contabilidad como ciencia económica, cuyo
objeto consiste en el registro por medios adecuados de los movimientos
patrimoniales, y la valoración de los mismos mediante técnicas apropiadas.

Como se observa, en las distintas posiciones doctrinarias se concibe la


Contabilidad como una ciencia, conclusión a la cual se ha arribado luego de
examinar su contenido particular, la naturaleza de los factores sobre los que opera,
y los procesos de investigación que se han llevado a cabo en esta disciplina.

Igualmente notamos que, en la concepción de Contabilidad como ciencia


sostenida por cada escuela, hay elementos que la diferencian, lo que denota los
distintos enfoques a través de los cuales se analiza el problema. Esta circunstancia,
lejos de negar el carácter de ciencia que posee la Contabilidad, más bien lo
confirma, pues, al juntar tales elementos tenemos lo que hoy llamamos la Ciencia
Contable. Es así como hemos llegado a concebir la Contabilidad como una ciencia
social, lenguaje de las finanzas, auxilio de la economía, apoyo de la Administración,
medida y control de capitales públicos y privados.
Hacer un análisis de lo que es la ciencia, sus características, métodos y su
objeto, para aplicarlas al campo contable resultaría prolijo y se desviaría del
propósito fundamental de este estudio; sin embargo, es absolutamente necesario
dejar claramente establecido, como punto de partida para el desarrollo de los
próximos aspectos de este trabajo, que no hay Ciencia Contable sin investigación;
y que este proceso riguroso, sistemático, controlado y reflexivo se ha llevado a cabo
bajo los postulados de diversos enfoques, los cuales han estampado su particular
sello, tanto en las técnicas, métodos y procedimientos contables, como en la
metodología misma de la investigación contable.

Esto último nos obliga en primer lugar, a definir lo que es la investigación


contable; en segundo lugar, a señalar en qué áreas del conocimiento contable se
ha hecho investigación; y por último, cómo se ha realizado este proceso.

En relación con lo primero, de acuerdo con Ander Egg (1987), Bunge (1981)
y Hurtado de Barrera (1995), podríamos decir que la investigación contable es un
proceso continuo y organizado, metódico, sistemático, controlado, crítico e
innovador, mediante el cual se pretende conocer algún fenómeno propio del objeto
y funciones de la Contabilidad, ya sea con el fin de encontrar leyes generales o
simplemente con el propósito de obtener respuestas particulares a una necesidad
o inquietud determinada.

Vistas desde esta perspectiva la investigación y la Ciencia Contable, implican


no solo la búsqueda de conocimientos y leyes generales, sino además el
conocimiento y comprensión de situaciones específicas o particulares del quehacer
contable.

Esta definición se ajusta a lo que se ha llamado el enfoque holístico de la


investigación, pues, como señala Hurtado de Barrera (op. Cit), “no hace
diferenciación entre investigación cualitativa e investigación cuantitativa” (Pág. 12),
ni entre modalidades de investigación aún cuando tengan objetivos o propósitos
distintos y problemas de diferentes naturalezas.

En cuanto a las áreas donde se ha realizado investigación contable podemos


observar tres grandes sectores. El primero se refiere a la problemática de la
Contabilidad como ciencia, donde se ha requerido, tanto indagaciones acerca de la
calificación científica de la Contabilidad, como también demostraciones desde las
fronteras de otras ciencias, utilizando sus postulados, para certificar que la
Contabilidad forma parte de las ciencias sociales. El segundo sector está compuesto
por investigaciones sobre el contenido, funciones, métodos y procedimientos de la
Contabilidad, las cuales han permitido, no solo incrementar el conocimiento
contable, sino además perfeccionar los recursos de esta ciencia, contribuyendo así
a mejorar los procedimientos administrativos de las organizaciones. Y un tercer
sector constituido por investigaciones donde se establecen relaciones entre la
Contabilidad y otras disciplinas científicas, como por ejemplo, el Derecho, la
Economía y la Administración, fundamentalmente. Es importante señalar que estas
relaciones son de auxilio, apoyo, contribución y, en muchos casos, una vinculación
natural e indisoluble, puesto que una disciplina no podría operar sin la otra, como
es el caso de la Contabilidad y la Administración.

En relación con el “cómo” se ha realizado el proceso de investigación


contable, es necesario tocar el trasfondo epistemológico del problema
paradigmático.

En la actualidad resulta muy difícil clasificar la inmensa cantidad y variedad


de modalidades de investigación. Sin embargo, detrás de cada una de ellas se
encuentra una concepción filosofía que la sustenta; lo que en la terminología actual
se denomina “paradigma de investigación”. Estos paradigmas no son siempre la
extensión operativa de determinadas concepciones filosóficas, sino que en muchos
casos reúnen elementos conceptuales provenientes de diferentes corrientes. Para
Briones (1988) un paradigma de investigación es una concepción del objeto de
estudio de una ciencia, de los problemas a estudiar, de la naturaleza de sus
métodos y de la forma de explicar, interpretar o comprender los resultados de la
investigación realizada. Para Cerda (1991) los paradigmas de investigación en la
actualidad se han convertido en las concepciones intermedias entre los principios y
conceptos teóricos propios de algunas disciplinas que fundamentan la investigación
científica y los principios operativos y metodológicos de la investigación
propiamente dicha.

La investigación contable se ha apoyado fundamentalmente, por la


naturaleza de los problemas estudiados en los paradigmas funcionalistas y
estructuralistas. El primero de ellos se asocia con los postulados de la sociología
norteamericana que critica el método histórico y que considera, que la exigencia
primordial de la investigación consiste en establecer empíricamente los hechos del
caso en estudio; es decir, le interesan los estados manifiestos, se caracteriza por la
seguridad de sus técnicas y del análisis del contenido; su función es investigar la
realidad de un sistema, para detectar aspectos disfuncionales y procurar
convertirlos en funcionales, y de esta manera preservar la existencia y
funcionamiento del sistema.

El segundo, o sea, el paradigma estructuralista, predica que la estructura es


lo que da unidad a la disposición interna de un conjunto que perdura en el tiempo.
Pero la estructura es lo que da significación a cada una de las partes, que son
dependientes del todo y solidarias entre sí, de tal manera que toda modificación en
cualquiera de ellas, afecta inevitablemente a las demás.

Los fundamentos filosóficos y epistemológicos de los paradigmas


mencionados se encuentran en distintas corrientes filosóficas, la mayoría de las
cuales tienen su propia concepción del proceso de construcción de las ciencias y
sobre los criterios teóricos que sustentan la investigación científica. Pero no cabe
duda, que una de las corrientes que más ha influido en la investigación contable ha
sido el positivismo. Esta corriente sostiene, como idea central, que fuera de
nosotros existe una realidad hecha, acabada, externa y objetiva “y que nuestro
aparato cognoscitivo es como un espejo que refleja dentro de sí, o como una cámara
fotográfica que copia pequeñas imágenes de esa realidad exterior” (Martínez,
1994:14).

Parte del supuesto de que toda ciencia debe saber ser neutral, imparcial y
objetiva, que como sabemos es la tendencia dominante de muchos investigadores
contemporáneos.

Estas ideas acerca de las corrientes y paradigmas de investigación, donde


se apoya el quehacer científico de la Contabilidad, conduce directamente al
problema epistemológico y metodológico de la investigación contable. Es aquí
donde surgen, a manera de ductores de la Ciencia Contable moderna, diferentes
enfoques de los cuales toma su soporte teórico la investigación de esta ciencia.
Tales enfoques se inscriben dentro de los paradigmas mencionados, pero deben su
aplicabilidad, auge y perfección, al uso que se ha dado y al impulso recibido de las
modernas técnicas de la información producto del desarrollo de la computación.

De la Contabilidad como oficio a la Contabilidad como ciencia

Ha sido largo y duro el tránsito desde la Contabilidad como un oficio,


realizado por personas conocedoras de las técnicas y mecánica contable, hasta lo
que hoy llamamos la Ciencia Contable.

Nos hemos visto obligados a desechar viejos conceptos y a romper


esquemas y explicaciones que en la actualidad ya no tienen cabida. Sin ánimo de
desmejorar los aportes hechos por los tratadistas de la materia, es necesario
señalar, que su preocupación estuvo centrada en la parte mecánica, práctica,
operativa y formal de la Contabilidad. Esto se observa al leer por ejemplo, a Kester
(1954), quien expresa que su obra va encaminada a desarrollar el tecnicismo de la
Contabilidad y de la teneduría de libros. Como se ve, este tratadista deja a un lado
la parte central de la materia, que consiste en ese proceso de búsqueda del saber
contable a través de la investigación para incrementar las posibilidades de la
ciencia.

Constituye una realidad irreversible que el progreso de ciencias hermanas,


como la Administración y la Economía, así como el avance vertiginoso de la
tecnología de la información, obligan a los profesionales de la contaduría a dejar
sus viejas prácticas, caracterizadas por las acciones de registrar, clasificar, resumir,
interpretar y comunicar información financiera, para ir en búsqueda de nuevos
métodos, técnicas, sistemas, relaciones y soluciones a los nuevos y numerosos
problemas que plantea la contabilidad de la empresa de hoy.

Estamos asistiendo entonces a un nuevo quehacer del contador público, en


el cual el rol de investigador es una de sus principales tareas.
La Contabilidad como oficio

Esta concepción de la Contabilidad se caracteriza por tres puntos de vista


fundamentales, a saber:

1. La Contabilidad como obligación establecida en las leyes mercantiles y


tributarias, que comportan responsabilidades con el Fisco Nacional y con el Fisco
Local. En cumplimiento de estas leyes es necesario llevar libros de acuerdo con las
mismas y con los Principios de Contabilidad de Aceptación General, así como
también, emitir los informes financieros y demás formalidades prescritas.

2. La Contabilidad como instrumento de control, tanto en las operaciones


generales realizadas por la empresa, como de la administración financiera en
particular, con el ánimo de preservar el patrimonio e incrementar la riqueza.

3. La Contabilidad como medida de los resultados alcanzados por la empresa


en un periodo determinado. Esta función del oficio contable se expresa a través de
los estados financieros y sus correspondientes análisis.
La Contabilidad como ciencia

De la mecánica ejecución de las funciones antes señaladas, que reducen la


Contabilidad a un oficio, hemos pasado a concebir esta disciplina como una
verdadera ciencia, cuyas manifestaciones más elocuentes son:

1.-La Contabilidad como lenguaje de las finanzas configura una especie de


código lingüístico mediante el cual se analizan e interpretan las políticas, estrategias
y técnicas de la gestión financiera a corto y largo plazo en cualquier organización.
Pero además de lo anterior la ciencia contable ha llegado a configurar su propio
lenguaje a través del cual comunica sus hallazgos producto de la investigación. La
Contabilidad como fuente de datos para la investigación, lo cual constituye una de
las ventajas comparativas ante otras disciplinas científicas. La contabilidad provee
del insumo fundamental (datos) a sus mismos procesos de investigación.

2.-La Contabilidad como forma de diagnóstico. Sólo con haber aplicado los
métodos y procedimientos contables durante un ejercicio económico o período
determinado en una empresa cualquiera, tenemos su diagnóstico económico y
financiero. De allí en adelante podemos realizar cualquier otro tipo de investigación
para conocer con mayor profundidad el comportamiento de las magnitudes
contables.

3.-La Contabilidad como herramienta para la toma de decisiones, que constituye


quizá una de las razones de mayor peso para la realización de una investigación
contable. Encontramos aquí uno de los “por qué” investigar en contabilidad.
Analizando esta arista desde otra perspectiva, diríamos que la contabilidad como
ciencia ha llegado a tal punto de maduración y perfección, que puede prestar auxilio
a otras disciplinas; y eso exactamente, es lo que acontece cuando la administración
se sirve de los resultados de una investigación contable para la toma de decisiones
en algunas de sus áreas claves.

Esta evolución en la concepción del saber contable, del oficio a la ciencia,


confirma dos condiciones científicas de importancia: la primera, que la ciencia es
dinámica y no estática, y por ello se puede ir del saber rudimentario a conocimientos
de mayor perfección; es decir, a través del tiempo y con la contribución de la
investigación se ha ido configurando una verdadera ciencia contable. Y la segunda,
que la realidad estudiada cobra tantas dimensiones como formas de percibirlas
tenga el perceptor. Ahora las funciones contables se captan de manera diferente y
tienen múltiples usos.

Herencia cartesiana y newtoriana en la Contabilidad

El conocimiento y la práctica contable, lo mismo que otras ramas del saber


social, han sido fuertemente influidos por los descubrimientos de Copérnico y
Galileo, por el método cartesiano y por la física newtoniana, pues el ritmo de su
evolución como disciplina científica ha sido marcado por el determinismo observado
en el funcionamiento de un mundo concebido como una máquina, en la metódica y
racional demostración matemática, en los principios de la física clásica y en la
exactitud del cálculo diferencial e integral; saber que constituyó el arma más
poderosa del científico moderno. Como corolario de lo anterior, una de las ramas de
las ciencias sociales que ha reproducido con mayor fidelidad en su acervo científico
el rigor del método cartesiano y los principios de la física clásica, ha sido la
Contabilidad, hecho que se observa en la bidimensionalidad de la teoría de la
partida doble, que se apropia de los dos ejes cartesianos para representar
esquemáticamente la transacción comercial, en la medición y cuantificación de los
hechos económicos como verdad objetiva, en la concepción de que la verdad
contable se basa en la evidencia escrita o la presencia física de los bienes, en el
principio del conservatismo que no es más sino la reproducción de la ley de
conservación de la energía. Como se observa, en la Contabilidad se reproducen
muchos principios de la física que le han dado las características y el perfil de ciencia
que hoy tiene. Pero ha sido tan fuerte y determinante la influencia del método
cartesiano y la física newtoniana en la Contabilidad, que ha sido muy difícil observar
los fenómenos contables bajo otra perspectiva, hasta que la física de comienzos
del siglo XX descubre otra realidad.

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