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Neurofisiología de la alimentación:

su incidencia en la obesidad
común (I)
T. Pujol Sanso
Universidad de Palma de Mallorca

1. INTRODUCCION: menos el más importante, de comunica-


REVISION CONCEPTUAL ción entre el niño y su entorno.
La alimentación supone una encrucija-
La alimentación constituye un tema de da biológica, psicológica y social, por ello
especial interés en multitud de campos de su estudio exige un punto de vista inter-
estudios y por muy distintas razones, disciplinario e integrador. Compartimos
recordemos con Fischler (1979), que en la la opinión de Bolles (1976, p. 57): «Las
actualidad asistimos a un gran número de aplicaciones especializadas de las ciencias
corrientes alimenticias, de creencias, sec- no conducen al reduccionismo, sino a la
tas, escuelas dietéticas o estéticas; la co- formación de puentes científicos». Es pre-
mida nunca había ocupado un lugar tan ciso seguir este enfoque y mantener una
importante. En este conglomerado hay actitud decidida para descubrir las falacias
de todo y, en general, una gran confusión y malentendidos que pueblan todo lo que
entre mitos pasados y delirios innova- está relacionado con la alimentación.
dores. Estos argumentos son aún más esencia-
El objetivo primordial de la toma de les cuando nos acercamos a las posibles
alimento es la nutrición, que, de acuerdo patologías que puede originar una deter-
con Guerrero (1979), permite a los seres minada toma alimentaria; la más frecuen-
vivos mantener sus funciones, crecer y te, cerca del o por 100 de personas
reparar sus tejidos. Ahora bien, el hecho mayores de cuarenta años la padecen
de alimentarse tiene, por otro lado, con- (Cradoock, 1969, y Sánchez Ocaña, 1980),
notaciones muy vinculadas al desarrollo y tema de nuestra revisión, es la obesidad
psicosocial del ser humano, baste señalar común.
que supone el primer vehículo, o por lo El hecho de que la obesidad se mani-
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fieste a través del volumen corporal, con «deseo de alimento», conceptos ambos
los consiguientes peligros para la salud que rebasan sutilmente al anterior concep-
(Vague, 1972; Gotto, 1976, y Apfelbaum to de orden sensorial para transducirlo,
y Lepoutre, 1978), y los problemas psico- siguiendo la terminología de Forgus
sociales dé todo tipo, de los que podría- (1978), a un nivel perceptual e incluso
mos destacar por ahora la vivencia estéti- con privilegios importantes de tipo inte-
ca frente a una sociedad agresiva ante el lectual y afectivo. De la misma manera, la
exceso de peso, convierten esta alteración «saciedad» con sus confusas connotacio-
en foco de controversia. Los inconvenien- nes fisiológicas debe entenderse muy por
tes de esta dolencia han dado lugar, en encima del nivel sensorial.
muchas ocasiones, a tratamientos milagro- La sobrealimentación, pues, tanto en
sos con fines puramente lucrativos. De su sentido cuantitativo, exceso de alimen-
alguna manera, el tratamiento fácil y eco- tos, como en su sentido cualitativo, con-
nómicamente rentable ha conducido, y sumo demasiado rico en algún elemento
esto es todavía más grave, a dar explica- básico nutritivo, debe situarse en la mis-
ciones etiológicas falsas o por lo menos ma perspectiva psicobiológica que los
tendenciosas. Descubierto un tratamiento conceptos anteriores. Observemos, de
conveniente era necesario crear una etio- acuerdo con Trémoliéres (1973), que la
logía que lo fundamentara. sobrealimentación carece de sentido cuan-
Como veremos, en el estado actual de do se emplea con referencia a una inges-
conocimientos no es válido, salvo en tión «normal», ya que se debe referir a
casos muy concretos, detallar causas úni- cada individuo en particular.
cas o etiologías simples. El sobrepeso La bulimia es la manera con que se
ocurre merced a un cuadro complejo que caracteriza una sobrealimentación de ca-
en muchas ocasiones es dificil descifrar. rácter psicopatológico (Dongier, 1971, y
Queremos dejar bien claro que nuestro Porot, 1977). La bulimia puede manifes-
interés por los aspectos psicológicos y el tarse de distintas maneras que ya hemos
convencimiento de su influencia esencial tratado en otro lugar (Pujol, 1980). La
en la génesis de la obesidad común, no ha aparición de cualquiera de las formas de
entorpecido la revisión y aceptación de bulimia dará lugar, en casos determina-
otros campos de estudio. dos, al sobrepeso o su vertiente clínica
En las líneas anteriores nos hemos que es la obesidad común.
referido sucintamente a los conceptos de La obesidad común ha sido definida en
alimentación y nutrición, queremos hacer muchas ocasiones, hasta el momento no
lo mismo con otros conceptos de interés puede aceptarse ninguna por completo.
para nuestro tema. Esta pluralidad se debe a los distintos
El tradicional concepto de «hambre» puntos de referencia en que se sitúan los
ha sido definido de múltiples maneras investigadores. En conjunto destacan cua-
según el contexto teórico en que era tro perspectivas principales:
utilizado, en general, ha mantenido un a) Con referencia a su etiología: aquí
sentido de algo intrínseco, no aprendido, podrían incluirse múltiples definiciones
con carácter de pulsión o de instinto atendiendo a las distintas explicaciones
(Genevard, 1952). Si bien hay que reco- etiológicas que existen. De todas mane-
nocer que el hambre es una característica ras, las que se fundamentan en el enfoque
esencial del ser humano, es preciso com- termodinámico son las más aceptables.
prender que su significado puramente En este sentido Corraze y Bayourthe
instintivo queda notablemente insignifi- (1966) indican que la obesidad se explica-
cante frente a la noción de «apetito» o ría a partir de un desequilibrio entre las
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entradas y salidas; o como define Bren- El índice de Broca es el más senci-
gelman (1975, p. 113): «La obesidad es el llo de todos, se calcula a partir de
resultado de una sobrealimentación y/o la fórmula siguiente:
un insuficiente consumo de energía». Se- Peso ideal (Kg.). Talla (cm.)
ñalemos, por último, la definición que
dan Zedlner y Keller (1980, p. 19): «La El índice de Broca modificado es el
obesidad es la exteriorización de un ba- utilizado en un artículo de los labo-
lance energético positivo a largo plazo; si ratorios Sandoz (1975), que se ob-
con la alimentación se suministra más tiene a partir de la fórmula anterior,
energía de la que pueden transformar el pero restándole un to por loo a los
metabolismo basal, el trabajo muscular y hombres y un 15 por ioo a las
otros procesos que consuman, el resto se mujeres.
acumula como grasa en el tejido adiposo».
La fórmula de Lorentz es también
b) Con referencia a su histología: en de frecuente uso:
esta perspectiva incluimos aquellas defini- Peso ideal (Kg.). Talla (cm.)
ciones que de una manera u otra se —'00 — (talla --- 1 50/4).
refieren a una acumulación exagerada de Para el cálcullo del peso ideal exis-
grasa. La medición del grado de obesidad ten también diferentes tablas obte-
desde este punto de vista puede realizarse nidas con medios distintos y que
de dos formas distintas: clasifican los • sujetos según talla,
Determinando el espesor del plie- edad y, en algunos casos, constitu-
gue cutáneo en ciertas partes del ción. La más utilizada én EE. UU.
cuerpo, con la ayuda de un adipó- es la del Metropolitan Life Insuran-
metro. Existe una obesidad mode- ce Co. (1959).
rada cuando el espesor del piegue
d) Con referencia a su conceptualiza-
cutáneo es mayor a 1,5 cm. en el
ción patológica: aquí hay gran controver-
hombre y z,o cm. en la mujer.
sia, muchos autores la definen como una
Midiendo el espesor del tejido sub-
enfermedad, otros como un síntoma. En
cutáneo en condiciones determina-
realidad esta polémica, que a primera
das con ayuda de una placa radiográ-
vista parece puramente teórica, tiene gran-
fica.
des incidencias a nivel diagnóstico y tera-
c) Con referencia al peso ideal: en péutico. Entender la obesidad como una
este sentido, la obesidad se define como enfermedad implica una acción directa
un exceso ponderal en relación al peso contra el sobrepeso, el régimen alimenti-
ideal. No hay concordancia en cuál es el cio y los tratamientos farmacológicos se
exceso que define la obesidad, Gordon convierten en centro de atención. La
(1969) admite que un zo por ioo de obesidad como síntoma representa una
exceso la determina, Soulé (1965) consi- visión más actual y más acorde con los
dera que debe situarse a partir del 15 por conocimientos de que disponemos. En
oo y Allannic (1973) habla de obesidad este sentido Saltiel (1976) es, quizá, uno
media para excesos comprendidos entre de los autores que con mayor empeño ha
el 10 y el 30 por ioo y obesidad severa defendido su carácter sintomático, la obe-
para excesos superiores al 30 por 100. sidad es el resultado de una situación,
El problema no termina aquí, tampoco existe un «contexto obesidad». Se trata de
están de acuerdo los autores en cómo la confrontación de una perspectiva orga-
calcular el peso ideal. Existen diversas nicista, rígida y unívoca, con un enfoque
modalidades: dinámico, flexible y multifactorial.
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2. EL PROCESO METABOLICO agua y el bióxido de carbono son los
productos finales de este proceso de oxida-
El hombre es un animal omnívoro, ción. El metabolismo, en este sentido,
come de todo. Ahora bien, las células no sería el proceso de convertir la energía
pueden alimentarse de todos los produc- química a otras formas de energía para el
tos, es necesario transformarlos a tres trabajo del cuerpo. Hay que tener en
sustancias básicas llamadas «principios in- cuenta que la retención de unas 6.000
mediatos». Son los hidratos de carbono, calorías representa alrededor de 1 kg. de
las proteínas y las grasas. Estos elementos masa adiposa.
mediante la digestión se escinden en otros Está claro que el proceso metabólico
más sencillos que pueden quedar absorbi- interviene directa y especialmente en la
dos por la pared intestinal. Así los hidra- alimentación, pero no ha podido demos-
tos de carbono se convierten en azúcares trarse su incidencia real en la obesidad, a
elementales, principalmente glucosa, las lo sumo algunos estudios parecen apun-
proteínas en aminoácidos y las grasas, tar la posibilidad de que el sujeto obeso
fundamentalmente, en ácidos grasos. Una forma la masa adiposa con menos calorías
vez que estos tres elementos atraviesan la que el no obeso. Ahora bien, este proceso
pared intestinal, la sangre se encarga de no nos dice nada sobre el cómo, cuándo
transportarlo por todo el organismo. De y porqué comemos (entradas) y consumi-
esta manera, las células efectúan una serie mos (salidas). La manera de alimentarse,
de operaciones que permiten asimilar y los momentos del día en que lo hacemos
aprovechar estos elementos, estas opera- y las razones que nos llevan a ello, así
ciones se conocen con el nombre de como el grado de actividad diaria, emer-
metabolismo (Villee, 1968, y Rodwell gen por encima del proceso metabólico
Williams, 1973). El metabolismo debe para situarse en el terreno del comporta-
entenderse como el conjunto , de operacio- miento, que incluye además de los elemen-
nes de transformación de los principios tos propiamente biológicos otros muchos
inmediatos en los elementos básicos fun- de índole psicosocial.
damentales para cumplir su destino final,
incorporarse a la constitución de las célu-
las y proporcionar la energía necesaria. 3. EL METABOLISMO BASAL Y
Ya que el cuerpo sólo puede desempe- SU MEDICION
ñar su trabajo por medio de la energía y
dado el caso de que todo trabajo toma la Se trata de una medida de la energía
forma de producción de calor, la energía producida para el mantenimiento del cuer-
puede ser medida en términos de equiva- po en descanso después de un ayuno de
lentes calóricos. Esta medida es la caloría. z horas. La proporción metabólica basal
Una kilocaloría es igual a mil calorías y es la proporción de la actividad química
supone la cantidad de calor necesaria para interna del tejido en reposo. Ciertos teji-
elevar un kilogramo de agua a un grado dos pequeños, pero vitalmente activos
centígrado (Sánchez Ocaña, 1980). como el cerebro, hígado, el tracto gas-
La aportación energética proviene en- trointestinal, el corazón y los riñones,
teramente de la alimentación. En el cuer- constituyen entre todos menos del 5 por
po humano la energía se obtiene de cua- oo del peso total del cuerpo, pero con-
tro maneras básicas: química, eléctrica, tribuyen en un 6o por ioo de los procesos
mecánica y térmica. Las fuentes de ener- metabólicos basales en su totalidad.
gía externa se convierten en glucosa, la Los gastos base suponen cerca de la
cual se quema para producir energía, el mitad de las necesidades energéticas de
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un sujeto con un modo de vida normal. gastos si es consumida de una sola vez.
Es lógico, por tanto, atribuir a esta fun- Es preciso tener en cuenta estos aspectos
ción cierta responsabilidad en la posible para la comprensión etiológica de la obe-
formación del sobrepeso. Sin embargo, sidad, pero su incidencia será todavía
no es menos cierto que los gastos base menor que la otorgada a los gastos base.
están influidos por el peso, disminuyen
cuando aumenta el peso del sujeto y esto
puede inducir al error importante de
aceptar por completo la primera suposi- 5. LOS GASTOS EN TRABAJO
ción de manera que siempre se pensará
que la disminución de los gastos base Aquí se incluyen aquellos motivados
favorece al obesidad, cuando, en realidad,por el esfuerzo muscular, ya sea por las
necesidades de la profesión, el deporte, o
lo cierto, en la mayoría de casos, es justo
lo contrario. cualquier otra modalidad. Suponen alre-
Por otro lado, estos gastos también dedor del 35 por ioo del consumo y
varían según la edad y el sexo, de forma junto a los gastos base y los gastos en
que cuanto más joven más necesidades semirreposo componen la totalidad del
energéticas motivadas por el crecimiento gasto energético.
y además, las mujeres gastan un 5 ó 7 por Los gastos en trabajo son en realidad
oo menos que los hombres. Pero a pesar económicos, el esfuerzo muscular no es
de que en mujeres con más edad existe un gran consumidor de energía. Una
mayor proporción de obesidades no se profesión ligera como la de oficinista
puede pensar que los gastos base sean los consume de 5o a 100 cal/h. y una intensa
únicos responsables, como veremos exis- como la de minero de soo a 600 cal/h. En
ten muchos más factores de riesgo. cuanto a los deportes señalemos que el
ciclismo en carretera consume 400 cal/h.,
y el tenis en simples cerca de Soo cal/h.
4. LOS GASTOS EN SEMIRREPO- Como es lógico, la tensión nerviosa y el
SO entrenamiento varían estos datos.
De todas maneras no hay que menos-
Hemos visto que cerca de la mitad de preciar estos gastos, no olvidemos que la
los gastos energéticos se deben a los energía total consumida durante 24 horas
gastos base, los gastos en semirreposo puede exceder las 6.000 .calorías si el
consumen alrededor de una sexta parte individuo está comprometido en una la-
del total. Estos gastos comprenden la bor física fuerte. Hay que aceptar, de
actividad muscular moderada para man- acuerdo con Konishi (1965), que la acti-
tener el cuerpo en pie o sentado y los vidad física es un factor importante en la
efectos térmicos de la digestión que em- etiología de la obesidad; J ohnson (1956),
piezan con los primeros movimientos de estudiando una muestra de 28 mujeres
la masticación y que duran alrededor de obesas y 28 no obesas, concluyó que la
tres horas. Los gastos digestivos depen- inactividad es un factor mucho más im-
den de los alimentos absorbidos y de la portante que la sobrealimentación. Lo
propia función digestiva y en conjunto cierto es que muchas veces es difícil
suponen un io por ioo de las calorías discriminar si la inactividad es producto
consumidas. del sobrepeso o viceversa; sin embargo, y
Por de pronto conviene resaltar una esto es claro, la actividad del ser humano
consecuencia de lo anterior, una cantidad es un comportamiento que incluye mu-
determinada de comida producirá menos chos aspectos psicosociales.
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6. LAS CONTRACCIONES quiridos habrán borrado las autoseleccio-
GÁSTRICAS nes beneficiosas a que nos hemos referido.
Es, por tanto, erróneo suponer que la
Uno de los primeros intentos explica- obesidad común puede originarse a partir
tivos fue el que a principios del siglo dio de esta perspectiva. Pensamos que, quizá,
Cannon (citado por Bolles, 1976), que, podría hablarse de «hambre de calorías»
como defensor de la teoría local de la en determinados períodos del tratamiento
motivación, afirmó que las sensaciones de del sujeto obeso, en especial cuando se
hambre tenían sus causas en contraccio- utilizan dietas de bajo contenido calórico.
nes estomacales. Diversos autores poste- Nuestras experiencia terapéutica nos per-
riores, investigando con pacientes a los mite afirmar que entre la sexta y octava
que se les había extirpado el estómago, o semana, por término medio, se presenta
utilizando fístulas estomacales, pudieron una necesidad acuciante de calorías.
observar que la hipótesis de Cannon no
era cierta, a pesar de que muchas perso- 8. FACTORES GUSTATIVOS
nas comen con el fin de eliminar estas
sensaciones. A idénticas conclusiones han Es indudable que el gusto influye en la
llegado estudios de los hábitos alimenti- ingesta e incluso en el hambre específica.
cios de obesos (Schachter, 1968). Algunas sustancias saben mejor que otras,
o se prefieren cuando el cuerpo tiene
mayor necesidad de ellas. Diversas expe-
7. EL HAMBRE ESPECIFICA riencias muestran que el factor oral inter-
viene también en la saciedad o mejor en
Conviene tener en cuenta lo que bas- la cesación de la alimentación. Ahora
tantes estudios han evidenciado con res- bien, el máximo rango que puede ocupar
pecto al hambre específica. Se puede afir- el factor gustativo es de «facilitador», en
mar, como regla general (Morgan, 1973), ningún caso por sí mismo podrá originar
que si un animal necesita una dieta de una un sobrepeso, su función 'principal es
composición determinada debido a un discriminativa.
desorden metabólico o a una carencia
alimenticia artificialmente provocada, de-
sarrollará una necesidad específica hacia 9. EL ARCO REFLEJO
este tipo de alimentos. Por otro lado, el ALIMENTARIO
medio interno puede también desajustar
las necesidades, así el embarazo y lactan- Bajo esta afortunada expresión de Creff
cia determinan que la madre necesite y Herschberg (1979), se agrupa un proce-
mayor cantidad de minerales, especial- so complejo que veremos a continuación
mente sodio, fósforo y calcio, también y cuyo soporte teórico es de orden neu-
más grasas y proteínas, todo ello debido rofisiológico. Supone un elemento de
a las demandas del feto; es el único especial interés para la comprensión del
fundamento biológico que podría discul- proceso alimenticio.
par los conocidos «caprichos» de las em-
barazadas. Estos cambios metabólicos lle- Las vías de información
van consigo los respectivos cambios ali- Las necesidades del organismo se ge-
menticios. Por regla general, se afirma neran en los adipocitos, que constituyen
que en los seres humanos adultos y en la masa grasa. Estas informaciones llegan
condiciones normales, esta función es a los centros a través de las vías metabó-
improbable, los hábitos alimenticios ad- lica y nerviosa.
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— La vía metabólica: Ya nos hemos c) El papel del estómago; que mediante
referido antes a la hipótesis de las contrac- la distensión juega un papel importante.
ciones gástricas, que se asociaron después Resulta, pues, que las cualidades olfa-
a la hipoglucemia, la hiperglucemia cesa- to-gustativas de un alimento, asociadas a
ba las contracciones. Desde 1966 se ha los componentes visuales, auditivos y
cambiado la explicación, no se trata sola- táctiles, junto, además, a los componentes
mente del nivel absoluto de glucosa en interoceptivos, constituyen- esta segunda
sangre, sino la disponibilidad de la gluco- vía de información.
sa por las células, en particular de las — Interrelaciones entre la vía metabólica y
cerebrales. El índice de utilización celular nerviosa: La ingestión alimenticia se carac-
de glucosa en .sangre arterial y la de teriza por la frecuencia (vía metabólica) y
sangré venosa de un mismo territorio, se la cantidad (vía nerviosa, sensorial). En
representa por ( á-glucosa); cuando el un sujeto normal los informes metabóli-
índice está próximo a cero aparece el cos y los estímulos sensitivo-sensoriales
hambre y desaparece cuando la diferencia están equilibrados, en el sujeto obeso
es de 1 5 a 2o mg. por ml. Existirán para parece suceder que es más sensible a los
ello una células sensibles en el S.N.C. estímulos externos que a los metabólicos.
llamadas «glucorreceptores», aunque to-
davía no se han podido identificar.
Los ácidos grasos libres, las aminas y Los centros reguladores
el alcohol parecen jugar respectivamente
un papel importante, sin embargo, los De acuerdo con Aimez (1972), pode-
mecanismos no son conocidos por comple- mos diferenciar los siguientes puntos:
to. a) La existencia de un «feeding center»
— La vía nerviosa: Las informaciones (centro regulador de la alimentación) hi-
que dan las vías metabólicas son lentas, la potalámico, que está bien comprobado.
más rápida es la de glucosa que de todas Comporta un centro de la saciedad repre-
meneras dura cerca de media hora. Es sentado por los núcleos ventromediales y
preciso, pues, que los centros utilicen ciertas áreas laterales que activan el ham-
unos medios de información más rápidos bre.
que indiquen el nivel de saciedad. Estas b) Las estructuras vecinas parece que
informaciones son de orden sensorial y se están estrechamente correlacionadas con
consiguen después de un aprendizaje. los centros del hambre y la saciedad, en
especial, los centros del sueño y la ,vigilia
Se puede llegar a controlar la alimen- y las estructuras reguladoras del compor-
tación a partir de la acción de la memoria tamiento agresivo y sexual.
que registra las características de la comi- c) El rinencéfalo (o sistema límbico),
da que se va a consumir. El olor, sabor, que actúa inhibiendo el hipotálamo.
conlistencia, apariencia, volumen, etc., al d) Las estructuras neocorticales que
ser comparado con los consumos anterio- parecen activar el hipotálamo.
res permite dar unos límites de saciedad En conjunto puede decirse que una vez
o mejor de consumo. De esta manera que el metabolismo celular llega a un
participan diversos sentidos: punto crítico, el hipotálamo informado
a) El gusto, que transmite a los centros por los estímulos metabólicos induce al
nerviosos los estímulos que discrimina. comportamiento de tomar comida.
b) El olfato, que estimulado por las La ingestión de comida pone en mar-
moléculas volátiles también ofrece infor- cha los mecanismos sensoriales de la sa-
mación. ciedad. Una vez que los nutrientes han
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franqueado la barrera digestiva, los estí- b) Por lo general, el obeso come más
mulos metabólicos mantienen la saciedad. que el normal, aunque realiza menor
La duración de la comida y su calidad número de comidas.
serán los responsables del aporte energé- c) El obeso come más rápido.
tico real. Desde luego que en la realidad d) Los obesos son mucho menos acti-
es algo más complicado, ya que existe vos.
una interrelación constante. e) Cuando la obtención del alimento
requiere esfuerzo el obeso come menos.
f) Las situaciones emocionales determi-
Las respuestas nan mayor ingesta en los obesos, cosa
que ocurre en las ratas lesionadas que se
Aquí podríamos incluir las distintas caracterizan por su hipermotilidad, exci-
conductas alimenticias que pueden darse tabilidad y agresividad.
para cada sujeto (Pujol, 1980). En este mismo sentido opina Klotz
(1972), que se refiere a las investigaciones
de Stunkart y Mayer,' que según él, cons-
De la rata al ser humano tatan que bastantes obesos tienen un tras-
torno funcional hipotalámico que es res-
Se han conseguido «obesidades hipota- ponsable en parte de su obesidad. Este
lámicas» en experimentos con ratas por trastorno puede existir desde el nacimien-
destrucción de los centros ventromedia- to, como manifestarse más tardíamente
les. El sobrepeso evoluciona en dos fases con un choque afectivo o un episodio
bien caracterizadas: • fisiológico como la pubertad o el embara-
I . a ) Dinámica, de intensa hiperfagia zo.
con ascensión ponderal. Con mayor detalle ya se habían referi-
2..) Estática, el animal llega a un do Gennes y Buge (1952) al importante
peso estable elevado y el comportamiento papel que el S.N.C. puede jugar en el
alimenticio se ajusta a un nuevo nivel. tema que nos ocupa. Dos tipos de argu-
El animal presenta además trastornos mentos les permiten afirmar que una
del comportamiento motor (por defecto perturbación nerviosa es suficiente para
o por exceso), y del comportamiento provocar una obesidad, uno es de tipo de
agresivo y sexual. Además siente un fuer- experimental y el otro clínico. El experi-
te rechazo a esforzarse para conseguir mental se basa en los estudios sobre
alimento y una sensibilidad exagerada a lesiones hipotalámicas; el clínico se refie-
los estímulos psicosensoriales: apetito dis- re a la aparición de obesidades en el curso
criminativo (come más si la comida es de ciertas afecciones bien conocidas del
apetitosa y menos si es aversiva). S.N.C., este tipo de lesiones son de natu-
Debemos preguntarnos si lo expuesto raleza diversa, pero siempre se localizan
hasta ahora es aplicable al ser humano. en el hipotálamo (tumores, infecciones,
Schachter y Rodin (citado por Garrido, traumatismos, etc.).
1979), señalan la enorme similitud que En contraste con lo anterior, Warner y
existe entre las ratas con lesión y los Balagura (1975) piensan que no es posible
obesos al compararlos a ratas y personas aplicar las conclusiones de las ratas . a los
normales: seres humanos, sobre todo en lo que se
a) El obeso come más cantidad de refiere a la fase estática. Por otro lado,
alimentos cuando tienen buen sabor que Thompson (1973), desde una perspectiva
los normales, y lo contrario • cuando tie- puramente fisiológica y experimental, in-
nen mal sabor. dica la necesidad de dar un giro en la
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investigación y abandonar los experimen- alimenticias es obvio que no dependen
tos con lesión. únicamente de las vías de información y
Un enfoque radicalmente organicista de los centros reguladores, ciertos hábi-
no es sostenible en la actualidad, y cuan- tos y aprendizajes ocurridos a lo largo de
do así pudiera ocurrir, ya no estamos la vida tendrán un peso específico de
frente a una obesidad común, sino ante notable importancia. Además, está claro
una obesidad específica que puede cursar que el córtex está influido por mecanis-
dentro y a consecuencia de una patología mos psicológicos capaces de alterar el
determinada. circuito de la alimentación.
Revisemos la advertencia que hace Ba-
llús (1977, p. 227): «El hombre es un
animal en el que lo biológico y lo gené- lo. APORTACIONES DE LA
tico vienen de continuo modulados y FARMACOLOGIA
organizados por su medio ambiente y el
hipotálamo juega un papel primordial en Se admite que los mecanismos de la
estas posibilidades de integración entre lo sociedad son preferentemente adrenérgi-
interno y lo externo». Más adelante, y cos, mientras que el hambre depende de
refiriéndose concretamente a nuestro te- los colinérgicos; las anfetaminas, los inhi-
ma, indica que estas afirmaciones se refie- bidores de la M.A.O., la L-Dopa y la
ren a un nivel experimental, y por lo reserpina potencializan por mecanismos
tanto, este contexto elimina una amplísi- diferentes las tasas de catecolamias cere-
ma gama de factores biológicos y de brales provocando una reducción de la
ambiente. Dice textualmente luego: toma alimentaria.
«Quiere ello decir que el proceso psicofi- Por otro lado, la aplicación directa
siológico del hambre en el hombre o en bilateral de una sustancia alfabloqueante
el animal superior implica algo más, su- al nivel de las sinapsis terminales de las
pera esquematismos puramente fisiológi- «fibras de la saciedad», lleva una intensa
cos y entra . dentro del capítulo de aque- hiperfagia en la rata, comparable a la que
llas conductas complejas en que a las provoca la destrucción del núcleo ventro-
pautas primarias de comportamiento se medial.
añaden otros factores determinados de Este resultado sería debido a la satura-
aprendizaje, motivacionales y de situación ción de los receptores betaadrenérgicos
ambiental y aun socioculturales en el caso por el exceso del nuevo mediador creado
del hombre». por el bloqueo de los alfa receptores.
Está claro, «el arco reflejo alimentario» Este juego entre receptores alfa y betaa-
supone un aspecto estructural de especial drenérgicos constituye quizá la clave del
interés, es el medio en donde podrá refuerzo de los estímulos psicosensoriales
ocurrir una disfunción operada desde la por los estímulos metabólicos. Aquí cabe
perspectiva psicosocial. la misma valoración que hemos hecho
Ya hemos indicado que las obesidades para las investigaciones con lesión.
de orden lesional no pueden incluirse en
el marco de la obesidad común. Incluso
la vía nerviosa de información revisada II. LA VERSION
antes, debe ser entendida no como una ENDOCRINOLOGICA
vía sensorial sino perceptiva, con todos los
atributos a los que nos hemos referido en De siempre la obesidad ha venido aso-
la introducción de este artículo. ciada a la endocrinología, conceptos tan
En cuanto a las respuestas o conductas dispares como la regulación hormonal del
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hambre (Marañón, 1972), o la negación diuréticas para el tratamiento de la obesi-
absoluta de la influencia de las hormonas dad. Está claro que pueden encontrarse
en la etiopatogenia de la obesidad (Saltiel, personas con una retención hídrica impor-
1973; Allannic, 1975), han sido manteni- tante, pero nunca deberá interpretarse
dos en las últimas décadas. En la actuali- como obesidad. No olvidemos que los
dad son muchos los pacientes e incluso diuréticos son eficaces a corto plazo,
médicos que reclaman a todas horas el ineficaces a plazo medio y peligrosos a
examen de sus glándulas o la de sus largo plazo (hipotensión arterial, pérdida
pacientes. En estos momentos la endocri- de potasio, etc.).
nología distingue entre aquellas afeccio- En definitiva, en la actualidad los tras-
nes con sustrato hormonal evidente y que tornos endocrinos asociados a la obesidad
cursan con obesidad, de aquellas en las están bien pefilados y suponen entidades
cuales los estudios más sofisticados de bien caracterizadas. Desde luego, como
laboratorio no permiten objetivar ningu- indica Klotz (1972), es posible que exis-
na alteración hormonal o metabólica. Vea- tan disfunciones neurometabólicas que
mos ciertas perspectivas descalificadas ya hoy en día no conocemos, así por ejem-
en la actualidad: plo, son diferentes las obesidades según
— La insuficiencia tiroidea: Si bien es el factor individual de utilización de los
cierto que la insuficiencia tiroidea puede alimentos por la lipogénesis.
cursar con obesidad, está claro que esto
no ocurre en la mayoría de casos. La sola
medida del metabolismo basal ha llevado 12. EL TEJIDO ADIPOSO
muchas veces a la prescripción de una
opoterapia tiroidea a dosis suprafisiológi- Muchas investigaciones se han dirigido
cas. Sus efectos a corto plazo son siempre hacia la fisiología del tejido adiposo para
satisfactorios por su acción catabólica poder explicar la obesidad. En realidad,
difusa, pero no solucionan jamás la obe- el peso y el volumen del tejido graso es
sidad; en general, se da el abandono del el medio con que se expresa el exceso
tratamiento que se decide por el mismo ponderal. Así Creff y Herschberg (1979),
sujeto ante la aparición de taquicardia o señalan que un hombre normal de 70 Kg.
de un estado de excitación psicológica. tiene 15 Kg. de grasa, 6 Kg. de proteínas
— La insuficiencia hipotalámo-hipofisa- y 300 gramos de glúcidos; que correspon-
ria-gonadal: Que constituye lo que se co- den respectivamente a 135.00o, 24.000 y
noce como síndrome adiposo-genital y 1.200 calorías. En cambio, en un sujeto
que se presenta justo antes de la pubertad obeso de 100 Kg., se encuentran 40 Kg.
con obesidad, retraso del desarrollo geni- de grasa (360.000 calorías), 7 Kg. de
tal, etc. Esta alteración ha llevado a tra- proteínas (28.000 calorías) y 300 gramos
tamientos tan diversos como la adminis- de glúcidos (1.2oo calorías). Se puede
tración de gonadotrofinas hipofisarias y/o decir que en el obeso la masa de grasa
sustancias androgenizantes. En la actuali- representa el 90 por ioo de la energía
dad no se puede sostener, desde un punto almacenada.
de vista científico, un fallo hipotálamo- El tejido adiposo juega un papel im-
hipofisario ya que las mediciones hormo- portante como aislante térmico, desde el
nales anterohipofisarias no muestran alte- punto de vista mecánico sirve de colchón
ración o déficit alguno. amortiguador y lubrificante, por otra par-
— La obesidad por retención hídrica: Esta te, constituye un lugar de almacenamien-
perspectiva merece aún mención, en la to de energía. La capacidad de almacenar
actualidad siguen aplicándose sustancias energía bajo la forma de grasa representa
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136 Estudios
una condición indispensable para la super- minuir y, en el caso de querer disminuir
vivencia. el peso de los mismos, no hay que olvidar
La capacidad metabólica particular de que por debajo de un cierto tamaño de
la célula adiposa consiste en la posibilidad los mismos aparece un hambre muy inten-
de: sa.
a) Poner en reserva energía bajo la En esta perspectiva y aún más reduc-
forma de triglicéridos (grasa neutra) con cionista se expresa Nisbett (citado por
bajo contenido de agua (15 por ,00) y Yates, 1977).
con gran capacidad de reserva (alrededor Desde luego estas aplicaciones son muy
de 7 calorías/gr.). sugerentes, sin embargo, dejan sin expli-
b) Suministrar energía al organismo en car muchos aspectos. Saltiel (1973) piensa
caso de necesidad por la vía sanguínea que afirmar un pronóstico a largo plazo
bajo la forma de ácidos grasos libres, que sobre datos histológicos es bastante aven-
cubren el 70 por ioo en cifras redondas turado. Zóllner y Keller (1980) en artícu-
de las necesidades totales de energía. los muy recientes insisten en que la hipó-
Toda esta actividad viene mediatizada tesis del número de células con predispo-
por el especial papel que desempeña la sición a la grasa todavía no ha podido ser
insulina como hormona de almacenamien- demostrado por completo.
to, que ejerce a la vez una acción lipogé-
nica y antilipolítica; por otra parte, au-
menta la permeabilidad de la membrana 13. LA PERSPECTIVA
de la célula adiposa para la glucosa. GENETICA
Volviendo pues al posible rol que pue-
da desempeñar la masa grasa, parece ser Es indudable que el factor genético
que el número de células podría tener una debe tenerse en cuenta, y en este sentido
acción importante en la constitución de la son numerosos los autores que se refieren
obesidad. De esta manera habría que a su influencia, eso sí, cada cual le otorga
diferenciar entre la hipertrofia y la hiperpla- un determinado peso específico. Así Ge-
sia: nevart (1952), después de valorar larga-
— Por hipertrofia se entiende el au- mente diversos aspectos psicoanalíticos,
mento de tamaño de las células adiposas; incide en que no debe descartarse la
esta obesidad hipertrófica es la que apa- predisposición familiar. Gennes (1975),
rece después de la adolescencia por desór- situado en la vertiente organicista, reco-
denes en el balance energético, el depoli- noce la escasa compresión que existe en
to de grasa es desproporcionado. Tiene la etiología de la obesidad, si bien afirma
buen pronóstico para el tratamiento. que en patología comparada existen múl-
— Por hiperplasia se entiende la mul- tiples ejemplos que demuestran que algu-
tiplicación del número de células adipo- nas obesidades son de origen genético a
sas; esta obesidad hiperplásica se suele través de caminos metabólicos.
considerar hereditaria o formada durante Las estadísticas demuestran gran inci-
la primera infancia y crea condiciones dencia de sobrepeso en los hijos de obe-
especialmente favorables para la sobrecar- sos: un 15 por ioo tiene el padre y la
ga ponderal. En muchas ocasiones el madre del peso normal. Un 30 por ioo
depósito de grasa de las células es propor- tienen el padre o la madre obesa y un 40
cionado y el volumen corporal es debido por ioo tienen el padre y la madre obesos.
a su número excesivo. En cuanto a su Uno de los autores que con mayor
pronóstico es relativamente malo, el nú- vigor ha defendido el factor hereditario
mero de adipocitos es imposible de dis- es Astwood (1962), que, basándose en la
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137
Hstudios
pobreza de los tratamientos existentes, posible factor hereditario ha sido poco
propone que la obesidad es un defecto estudiado, pero está claro que en estos
determinado genéticamente y las personas momentos sólo puede aceptarse la noción
que así han nacido no se les puede cam- de «predisposición familiar». El mayor
biar. Al contrario, Saltiel (1973) afirma, inconveniente de los estudios estadísticos
entre otras cosas, que el factor genético es que resulta muy difícil poder afirmar si
es muy discutible, pues resulta que el la herencia es biológica o ambiental.
peso al nacer no condiciona jamás el peso
del adulto, además es muy difícil diferen-
ciar el hipotético factor genético. 14. CONCLUSION
Al admitir la etiología genética hay que
preguntarse por las vías orgánicas a tra- El amplio abanico de posibilidades que
vés de las cuales se podrá transmitir el hemos repasado hasta ahora, y que de
trastorno. Se acepta, en general, además alguna manera se relacionan directa o
de los caminos metabólicos, las alteracio- indirectamente con procesos neurofisioló-
nes de los centros del hambre o la sacie- gicos, nos ofrecen una buena visión del
dad, o debido al número de adipocitos sustrato orgánico de la obesidad, pero no
que se tenga al nacer. Es indudable que consiguen explicar por completo su com-
estas explicaciones son pocos fiables y ya pleja dinámica etiológica.
nos hemos referido a ello en los aparta- En el ser humano es poco menos que
dos correspondientes. imposible descubrir procesos de tipo con-
En definitiva, creemos que es justo ductual, y la alimentación lo es, que no
reconocer que en los últimos arios este estén sometidos a la influencia psicosocial.

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Resumen
En este estudio revisamos) valoramos las distintas explicaciones etiológicas de la obesidad
común, que de alguna manera se fundamentan en principios neurofisiológicos. Entre otras, se
estudian las influencias del proceso metabólico, del tejido adiposo, de la herencia genética y, en
especial, del «arco reflejo alimentario». Se evidencia la limitación que supone una perspectiva
radicalmente organicista para la comprensión de la obesidad, que en la inmensa mayoría de casos
necesita del soporte psicosocial.

Summar,
In this study, me revise and valuate the different etiological explanations of normal obesity,
which in some way is based on neurophysiological orsgins. Among other, the influences Of the
metabolic structure, of the adipose tissue, of genetic inhetitance, and especially of the «alimentar)
reflex arc» are studied. It's evidenced the limitation that assumes a perspective radica/1y
organicist of the ander standing of obesity which in the grata majority of cases needs psycosocial
support.

ésumé
Dans cette étude, on passe en revue et on évalue les différentes explications étiologiques de
l'obésité commune, qui d'une certaine fafon se basent sur des principes neurophysiologiques. Entre
autres, on étude les influences do processus métabolique, do tissu adipeux, de théritage génétique
et surtout, de «l'arc réflexe alimentaire». On met en évidence la limitation qui suppose une
perspective radicalement organiciste pour la compréhension de tobésité, qui dans línmense majorité
des cas a besoin d'une base pyhosociale.

Estudios de Psicología r4115-1983

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