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T CUADRADA o CÓSMICA

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T Cuadrada

La T Cósmica es una figura formada por dos cuadraturas unidas por un extremo y
cerrada por una oposición. La oposición implica fuertes ataduras a otras personas que
dificultan la libre actuación; las cuadraturas señalan fuertes consumos de energía a
causas de relaciones poco cómodas o fatigosas, sucesos accidentales o contradictorios
en la vida del individuo o inconvenientes para hacer su voluntad. Esta configuración
esta compuesta por tres aspectos tensos y representa un ciclo cerrado de
transformación de energías. En los armónicos 2 y 8 aparecen sendas oposiciones que
indican contrariedades por falta de completitud, obstáculos para percibir con nitidez lo
que uno no tiene, las carencias personales y encuentros con la realidad que pueden
llegar a sentirse como penitencias, rechazos, agobios etc. Como contrapartida, en el
armónico 4 surge una conjunción, indicando una importante capacidad de aguante,
esfuerzo, lucha y resistencia ante las adversidades y los embates de la vida, lo que les
permite o facilita la realización o la materialización de sus propósitos.

En si misma no es una figura "mala" sino que indica un fuerte consumo de energía
sujeta a ataduras con los demás, en unos casos se trata de ataduras sociales, políticas
o culturales, mientras que en otros se traslada al ámbito familiar, en función de los
planetas que la formen. En general se puede hablar de una carga adicional que puede
apreciarse en lo físico, lo social o lo emocional. Siempre supone un lastre que se debe
sobrellevar y que obliga al individuo a un esfuerzo adicional. Sin embargo no se debe
de pensar que esta figura mengua el poder personal o la calidad de la persona, antes
bien, representa un cierto grado de poder o dominio sobre ciertas esferas de su
mundo. El resultado de los sobre esfuerzos impuestos suele apreciarse por la
responsabilidad o los cargos de poder que suelen obtener dentro de su medio, es
corriente por ello que acaben por sobresalir en ciertos momentos de su vida.

En temas natales de celebridades aparece siempre en individuos que se ven impelidos


a actuar de manera dura o muy activa, como en el caso de Gandhi, de Franco o del
Papa Actual para quien han inventado el papamovil. El simbólico yugo o atadura hace
aparición física en el caso de Franco con su yugo y sus flechas - atadura esta que tuvo
que soportar -. En los individuos normales también aparece como índice de actividad o
movimiento extrema y su atadura a una causa, persona o lugar.

Viviana Ferrari:

La T Cuadrada

La Cuadratura en T, también llamada T Cuadrada es una de las configuraciones más


dinámicas del rádix y también la más frecuente.

Formada por dos cuadraturas y una oposición, los planetas involucrados en esta figura
aparecen en conjunción en la armónica cuarta, por ende la estructura toma de aquélla
su naturaleza esencial. Indica, por lo tanto, una enorme lucha en la vida, serios
obstáculos y una gran fuerza y determinación para hacerles frente. Se ha dicho a
menudo que la T Cuadrada es la responsable del éxito en la vida de una persona. Esta
configuración tiene una fuerte componente de cardinalidad, lo que otorga gran
actividad y capacidad de trabajo a quien la posee.

No obstante esta delineación general, una T siempre (salvo que esté disociada)
relaciona signos de la misma cuadruplicidad, lo cual enfatiza esta modalidad.

Una T cardinal será sumamente activa, de gran tensión y movilidad; la persona


siempre estará generando nuevos proyectos; aunque si no hay signos fijos en el rádix
ocupados por otros planetas, será inconstante y no tendrá capacidad para sostener el
esfuerzo. La T fija indicará una tendencia a querer controlar la situación a cualquier
precio, proporciona una firme voluntad y resolución que puede transformarse en
obsesión. La T mutable acentúa la actividad mental y es indicadora de un desgaste
nervioso, la persona empeñará mucha energía tratando de adaptarse a todas las
situaciones.

Como toda configuración, cualquier planeta de la misma que resulte aspectado


movilizará toda la estructura. Dado que la T se inscribe en un cuadrado, aún el vértice
no ocupado, "punto vacío", se transforma en un punto sensible, por ello la T se
activará simultáneamente por tránsito, progresión, dirección o por un planeta que
provenga de la carta de otra persona que contacte con uno de los planetas
involucrados o aún con el punto vacío.
El planeta Apex

Una de las características básicas de esta configuración es la naturaleza de


determinador focal que adquiere el planeta que recibe las dos cuadraturas, también
llamado Apex.

El Apex es un planeta sumamente activo, dado que recibe la descarga del conflicto de
los otros dos y es, de algún modo, la "rienda" que utilizará la persona para tratar de
estabilizar los planetas en oposición. El Apex mal utilizado puede actuar como un
caballo desbocado, ser arrastrado por el factor desequilibrante de la oposición y de
retorno agregar aún más desequilibrio a aquélla.

El Apex es el tipo de energía que vamos a utilizar para tratar de resolver el conflicto de
la oposición. Este es un planeta que tiende a sobreactuarse.

He notado que los planetas que por alguna circunstancia se encuentran enfatizados en
el rádix, y mientras no se haya logrado de ellos una expresión superior, suelen tener
una actuación más vinculada a su analogía natural que a su determinación local.

Tomemos el caso de un Neptuno Apex ubicado en casa VII, regente de IX, la persona
tratará de solucionar la tensión de la T neptunianamente. En el ejemplo de la figura,
entre otras cosas, se observa una tensión conflictiva, entre el impulso a la
autoafirmación y el deseo de protección. En momentos de crisis, Neptuno no se
evidenciará actuando como señor de novena trabajando en una casa de aire, sino que
la persona encarará la situación de una manera puramente neptuniana.

A través de ello, es posible también advertir cuál es el nivel de evolución del arquetipo
del planeta Apex en el que se desenvuelve el individuo. Si está bien introyectado el
principio de Neptuno, frente a una de esas tensionantes situaciones que plantea la
oposición en la vida de relación, el individuo contará con la inspiración y la percepción
suficiente como para comprender al otro, será componedor y sabrá perdonar gracias a
su vivencia interna que lo hace un gran conocedor del sentimiento colectivo. También
podría hacer uso de otros canales neptunianos, como encerrarse a pintar o ir a pescar
para meditar en soledad.

Pero si hay una vivencia negativa del principio neptuniano, la persona no enfrentará la
situación por temor a ser herida. Optará por vías escapistas como rehuir los
enfrentamientos y los diálogos o, peor aún, podría recurrir a las drogas o el alcohol.
También es frecuente que debido al mal ajuste de la percepción externa, el individuo
se sienta engañado o victimizado y hasta es posible que asumiendo el rol de mártir
pretenda manipular la situación a través de mecanismos inductores de culpa, sobre
todo si están involucrados signos fijos.

Veamos otro ejemplo:

La oposición Tauro Escorpio remite a un conflicto entre los valores de uno y los del
otro, entre el deseo de posesión material y de posesión sobre el otro, entre acumular y
eliminar y se refiere sobre todo a la vacilación entre la necesidad de seguridad y de
limpieza en el plano emocional. En esta oposición, los vínculos se ven cargados de
celos y apetitos posesivos.

El contacto entre los planetas de nuestro ejemplo, Luna y Neptuno, indica un mundo
de relación marcado por los desencuentros y los malos entendidos. Como toda
oposición, la tendencia a la proyección del principio representado por el planeta
infravalorado se materializa, en la mayor parte de los casos, sobre el planeta más
lento (salvo claro que éste estuviera en Casa I), en este caso Neptuno.

Así, esta estructura es indicadora de una persona que suele malinterpretar al otro
dado que Neptuno le devuelve una imagen distorsionada. Su básica necesidad de
seguridad emocional es desestabilizada por el otro a quien no puede terminar de asir.
Una Luna – Neptuno remite a una madre que no ha dejado una imagen neta al nativo.
Esta madre en algún lugar carecía de una forma definida, era un espejismo: tenía una
presencia inmensa como el océano, pero apenas el niño pretendía tomarla se le
escurría por entre sus dedos como el agua. El niño nunca tuvo la suficiente cantidad de
madre, aunque en realidad la haya tenido. Es como sentirse morir de sed al lado de un
río.

Así pues, la relación de la Luna con Neptuno remite a una sensación primaria de
abandono. Tal vez la madre realmente murió cuando el niño era pequeño o debió
dejarlo al cuidado de otra persona, o simplemente tenía una personalidad pisciana. Lo
concreto es que este nativo crece con una predisposición abandónica.

Dado que la Luna y Neptuno se vinculan aquí por una oposición, esta pauta
abandónica estará determinada al mundo de relación y su naturaleza será un rasgo
característico de la vida vincular de esta persona.

Sin embargo, esta estructura se completa con la cuadratura de Urano como planeta
Apex, desde Leo. ¿Cómo resolverá la situación este individuo?

El mecanismo se pondrá en acción de esta forma: ante la sensación de que el otro en


realidad la va a abandonar, esta persona se anticipará rompiendo la relación con
bastante grandilocuencia. (Urano en Leo).

Podemos resumir este arquetipo de esta manera:

a) Existe una fantasía de abandono.


b) Existe una hipótesis de ruptura.

Cuando la pauta a) se activa llegando a un nivel de desequilibrio intenso (esto puede


estar indicado por un tránsito) la pauta b) responde, cambiando el status de la
situación. El razonamiento inconsciente sería "No me va a poder abandonar porque
seré yo quien ponga fin a la relación"

En tanto la persona quede fijada en este arquetipo, incurrirá en acciones repetitivas a


lo largo de su vida, incurriendo siempre en el mismo tipo de relación, con finales
abruptos de su parte.

La Tarea del Apex

La única manera de romper este paradigma será actuando el Apex en su expresión


positiva. El Apex como todo planeta enfatizado indica una asignatura pendiente, un
principio vital que se encuentra aún en un nivel de inmadurez y que debe ser
desarrollado.

En el ejemplo que vimos, sólo cuando el individuo vivencie a Urano en un nivel


superior podrá resolver el desafío de la T: encontrará vías creativas de solución del
conflicto, sabrá abordar las relaciones con el suficiente desapego como para refrenar
sus apetitos posesivos, podrá conectarse con las ideas colectivas y tendrá una visión
universal que le posibilitará dar un lugar al otro sin sentir por ello un menoscabo en
sus sentimientos. La posición de Urano en Leo indica que su propia intuición será su
mejor herramienta para afirmar su identidad la cual, de otro modo obtenía su
validación a expensas del resultado de la relación.

El Apex es siempre el planeta que responde primero. Como hemos dicho, cualquier
tránsito, dirección o progresión a cualquier punto del cuadrado que contiene a la T,
activará toda la estructura. Pero el planeta que actuará en primer lugar será siempre
el Apex para inducir luego la respuesta de los otros dos.

Puede ocurrir por ejemplo un tránsito de Marte sobre la Luna o sobre Neptuno; sin
embargo Urano será el primero en acusar recibo.
Como hemos dicho el punto vacío del cuadrado está sensibilizado, esto quiere decir
que cualquier tránsito que barra la zona 1º a 5º de Acuario (el orbe depende del
planeta transitante), operará del mismo modo: incitará la actuación del Apex el que a
su vez pondrá en acción a los planetas de la oposición.

El Punto Vacío

Este es otro factor altamente enfatizado, que sin embargo suele vivenciarse como una
carencia. El propio desequilibrio de la configuración nos insta a elaborar un sentimiento
de anhelo por aquello representado por la casa y signo del punto vacío. En el ejemplo
que vimos, Acuario se presenta como una carencia, y su integración aportaría el
principio necesario para equilibrar un mal Leo. Justamente Urano en Leo es el gran
despertador de los valores de la identidad.

Puede ocurrir que se encuentre un planeta en el signo del punto vacío sin que cierre
una Gran Cuadratura. En nuestro ejemplo sería el caso de un planeta presente en los
últimos grados de Acuario, dentro de la misma casa que el punto vacío. Ello sin duda
aligeraría la sensación de carencia hacia este espacio vacío, reduciendo el nivel de
desequilibrio de la T.

La cuadratura Urano-Neptuno

El ejemplo que he escogido lo encontramos con frecuencia entre personas conocidas,


dado que la última cuadratura de Urano y Neptuno se ha ido manteniendo con algunos
breves alejamientos, unos ocho años, (desde aproximadamente mediados de 1950
hasta mediados de 1958), comenzando a formarse en los últimos grados de Cáncer-
Libra para pasar luego a los signos fijos. Por lo tanto el dilema de esta cuadratura
afecta a muchos individuos de nuestra época, siempre teniendo a Urano o a Neptuno
como Apex, cuya manifestaciones ya hemos visto en los ejemplos.

Los distintos planetas que sucesivamente fueron cerrando la oposición con Neptuno o
con Urano, han sido siempre personales, salvo entre mayo-junio ’51 cuando Júpiter de
tránsito por Aries alcanzó el orbe aceptable para cerrar la T. Saturno sólo se ha
involucrado en esta estructura a través de su tránsito sobre Neptuno en Libra, hacia
principios del ’51, es decir que lo ha hecho como parte de la oposición pero nunca
como Apex. Plutón por supuesto nunca ha tomado parte de esta cuestión.

Sintetizando, podemos decir que las características básicas de la T son:

• Enfasis en la cuadruplicidad.
• Sobreactuación del planeta Apex.
• Sensibilización del punto vacío.
El primer paso hacia la solución de esta problemática, será pues reconocer la
necesidad urgente de romper con el paradigma de repetición, para ello se impone un
duro trabajo sobre el planeta Apex. Sólo cuando seamos capaces de admitir y mirar de
frente el problema tendremos la suficiente claridad mental como para comenzar a
elaborarlo.

Si no hemos solucionado el dilema de la T antes de los 29 años, el regreso de Saturno


nos cobrará una jugosa cuenta

Diversos Autores:

LA T CUADRADA: Es la configuración considerada como la más negativa. La T


Cuadrada involucra por lo menos a tres planetas: dos en oposición, respectivamente
en cuadratura a un tercer planeta; estos tres planetas, normalmente se encuentran
dentro de un mismo modo o impulso (Cardinal, Fijo y Común o Mutable), admitiéndose
en un orbe no superior a los 10º. Esta es una configuración muy importante, con
características muy dinámicas. Cuando un planeta en tránsito despierta un punto de la
cuadratura en T, normalmente produce una crisis despertándose una gran energía y
fuertes motivaciones que pueden ser, o no, desperdiciadas o mal ejecutadas; este es
uno de los peligros que encierra la Cuadratura en T.

El punto más sensible de esta configuración es el planeta angular, esto es, el que se
sitúa en cuadratura a la oposición, o sea, el que se sitúa en el punto medio de ésta.
Los tránsitos por este planeta, llamado focal o angular de la cuadratura en T, son de
suma importancia, así como los tránsitos por el punto opuesto y vacío del ángulo.

Pero el aspecto que, por así decirlo, bate el récord de conflictividad negativa es la
CRUZ CÓSMICA, no habitual o corriente, y que se forma por dos T CUADRADAS
contrapuestas.

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