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Uveítis
H. Zeghidi, P. LeHoang, B. Bodaghi
Resumen: Las uveítis se definen como la inflamación de la úvea, formada por el iris, el cuerpo ciliar y la
coroides. Las uveítis anteriores presentan clásicamente un cuadro de ojo rojo y doloroso, asociado a la
disminución de la agudeza visual, mientras que en las uveítis intermedias y posteriores, el ojo siempre es
blanco e indoloro, y existen a menudo síntomas vítreos como las miodesopsias. La orientación etiológica
ante cualquier uveítis debe guiarse por los datos de la anamnesis y de la exploración física. Por lo tanto,
para determinadas etiologías, el diagnóstico etiológico es un diagnóstico clínico, caso de las uveítis víricas
herpéticas, la enfermedad de Behçet y la toxoplasmosis. Para las demás etiologías, como las uveítis HLA
B27, la sarcoidosis, la tuberculosis y las uveítis víricas no herpéticas, la confirmación debe pasar por las
exploraciones complementarias. Las uveítis del niño se distinguen de las formas del adulto debido a sus
particularidades clínicas, etiológicas, evolutivas y terapéuticas. A menudo, se diagnostican en el estadio
de las complicaciones; la artritis juvenil idiopática es la primera etiología hallada. El tratamiento de las
uveítis es esencialmente sintomático y se basa en los corticoides. El tratamiento etiológico permitirá evitar
o disminuir la frecuencia de las recidivas, que pueden causar complicaciones y comprometer el pronóstico
funcional.
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Cuadro 1.
Orientación etológica en función de la afectación sistémica.
Diagnóstico diferencial
Signo clínico Etiología Causas tumorales
Meningitis Sarcoidosis, VKH, Behçet, herpes Retinoblastoma
Meningoencefalitis
Es el tumor ocular más frecuente en los niños. La edad de apari-
Vitíligo VKH, sarcoidosis
ción suele ser inferior a los 5 años. Es posible observar iridociclitis
Cefaleas VKH o seudohipopión. La exploración del fondo de ojo bajo aneste-
Poliosis
sia general permitirá establecer el diagnóstico; de lo contrario, es
Afectación articular AJI, EA, sarcoidosis, Behçet posible ayudarse de la ecografía y la tomografía computarizada.
Diarrea Enterocolopatías, sarcoidosis, Whipple
Picadura de garrapata Enfermedad de Lyme, rickettsiosis Leucemias
VKH: síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada; AJI: artritis juvenil idiopática; EA: Las leucemias en las que existe una localización ocular son prin-
espondilitis anquilosante. cipalmente las leucemias mieloides.
Las manifestaciones anteriores son diversas; puede observarse
seudohipopión, hifema, nódulos del iris y, a veces, heterocromía
Localización anatomoclínica de la uveítis con decoloración grisácea del iris.
Esta clasificación se basa en el sitio donde predomina la infla-
mación [2] : Linfoma oculocerebral primario
• uveítis anterior: se caracteriza por la presencia de células o de La afectación ocular puede presentarse de forma aislada. Es a
proteínas inflamatorias en la cámara anterior, asociada o no menudo bilateral y asimétrica. El tamaño y el aspecto de los PRC
a precipitados retrodesceméticos (PRC) y a lesiones del iris en son variables. Es posible observar un Tyndall de células tumorales
forma de granulomas, sinequias o atrofia del iris más o menos con hipopión. Las sinequias son excepcionales y constituyen un
amplia; importante signo negativo.
• uveítis intermedia: se caracteriza por la presencia de infla- La punción de la cámara anterior con cálculo de las concentra-
mación vítrea o hialitis, con condensaciones de proteínas ciones de interleucina 10 puede ayudar al diagnóstico. El análisis
inflamatorias al nivel de la base del vítreo. Puede presentarse citológico del vítreo aporta la certeza diagnóstica.
de forma aislada o asociarse a una uveítis anterior o posterior;
• uveítis posterior: incluye las coroiditis, retinitis o coriorretinitis, Melanoma del iris y del cuerpo ciliar
ya sean focales o difusas;
• panuveítis: se caracteriza por una inflamación que afecta a los Se trata de una proliferación maligna de la úvea, que puede
diferentes segmentos del ojo independientemente del punto de ser responsable, desde el punto de vista clínico, de un Tyndall de
partida. la cámara anterior asociado a dilatación importante de los vasos
epiesclerales.
Cuadro 2.
Etiología de las uveítis según el carácter granulomatoso.
Uveítis granulomatosas Uveítis no granulomatosas
Causas infecciosas Uveítis víricas Uveítis víricas no herpéticas
Herpes Chikungunya
CMV Hepatitis autoinmunitaria
VVZ Uveítis postestreptocócicas
VEB
Tuberculosis
Sífilis
Enfermedad de Lyme
Fuchs
Posner-Schlossman
Causas no infecciosas Sarcoidosis HLA B27 aislado
AJI (algunos casos) HLA B27 asociado a:
Vogt-Koyanagi-Harada - EA
Oftalmia simpática - AJI
Esclerosis múltiple - Artritis reactiva
Retinocoroiditis de Birdshot - Psoriasis
- RCH, Crohn
- Enfermedad de Behçet
- Síndrome TINU
- Enfermedad de Kawasaki
- Uveítis facoantigénica
AJI: artritis juvenil idiopática; EA: espondilitis anquilosante; CMV: citomegalovirus; VVZ: virus de la varicela-zóster; VEB: virus de Epstein-Barr; RCH: rectocolitis hemorrá-
gica; TINU: tubulointerstitial nephritis and uveitis.
Figura 2. Uveítis anterior con nódulos de Koeppe secundarios a sarcoi- Figura 3. Sinequias iridocristalinas y uveítis anterior con secuelas de
dosis. adherencias que ceden tras un tratamiento intensivo.
Cuadro 4.
Modalidades terapéuticas de las uveítis bacterianas.
Tuberculosis Sífilis Enfermedad de Lyme
Tratamiento Isoniazida 5 mg/kg Penicilina G 14-24 millones de Ceftriaxona 2 g/día durante 21 días
Rifampicina 10 mg/kg unidades/día durante 3 semanas
Pirazinamida 30 mg/kg
Etambutol 15 mg/kg
Durante 2 meses, después
Isoniazida + rifampicina durante 4 meses
O asociaciones del tipo rifampicina (150 mg) +
isoniazida (75 mg) + pirazinamida (400 mg) y después
rifampicina (150 mg) + isoniazida (200 mg).
Cuadro 5.
Modalidades terapéuticas de las uveítis víricas.
Uveítis por VHS-VVZ Uveítis anteriores por CMV Uveítis por VEB
Tratamiento de ataque Aciclovir 10 mg/kg/8 h si forma grave Valganciclovir 2 comprimidos Hipotonizantes IFN
Valaciclovir 3 g/día si forma de 450 mg × 2/día durante alfa caso por caso
benigna/corticoterapia local intensiva 21 días/hipotonizantes
Hipotonizantes
Foscarnet y ganciclovir intravenosos asociados a
inyecciones intravítreas para proponer en las
formas graves de retinitis víricas
Tratamiento de mantenimiento Valaciclovir 3 g/día con disminución progresiva Valganciclovir 900 mg/día
y tratamiento prolongado de 3 meses a más de durante 3 meses
1 año/disminución de la corticoterapia tópica
VHS: virus del herpes simple; CMV: citomegalovirus; VVZ: virus de la varicela-zóster; VEB: virus de Epstein-Barr.
Las uveítis del niño se diagnostican a menudo en el estadio de tratamiento adecuado. Cada vez más, se utilizan principalmente
complicaciones. Son bilaterales en el 32-71% de los casos [27] . La los agentes inmunosupresores como tratamiento de primera línea
uveítis anterior es la más forma anatomoclínica más común, aun- (colchicina, azatioprina, interferón alfa, ciclosporina) y, más
que su frecuencia es muy variable en función de las series, desde recientemente, los antifactor de necrosis tumoral (anti-TNF) (infli-
el 25% hasta el 90% de los casos. En el niño, la uveítis suele ximab, adalimumab), antes reservados para las formas graves
ser idiopática (26-67% de los casos). La primera etiología que se refractarias. Parece que proporcionan resultados prometedores [30] .
encuentra es la artritis juvenil idiopática (AJI), que constituye el Para las uveítis pediátricas asociadas a la AJI, se usa sobre todo el
17-23% de los casos [27] . En esta etiología, la uveítis se observa sobre metotrexato como tratamiento de primera línea. Recientemente,
todo en las formas oligoarticulares y, particularmente, en las niñas se ha aprobado la utilización de los agentes biológicos y, en
con anticuerpos antinucleares positivos. La uveítis es típicamente particular, el adalimumab para el tratamiento de estas uveítis si
anterior, no granulomatosa, insidiosa, bilateral de entrada o con fracasan el metotrexato y los corticoides tópicos [31] .
un desfase de unos meses. Los PRC están ausentes o son pequeños, Finalmente, con respecto a las uveítis idiopáticas, se empren-
con una localización principalmente inferior. En la cámara ante- derá el tratamiento en cada nuevo episodio, mediante cortico-
rior, se localiza una reacción inflamatoria moderada, más bien terapia tópica o sistémica que se interrumpirá lentamente o se
proteica que celular. La uveítis adopta un curso crónico con epi- proseguirá a dosis bajas en caso de recidiva frecuente. Algunos
sodios agudos de aparición más frecuente en niños mayores de autores han propuesto, en los pacientes con uveítis crónicas
10 años [27] . idiopáticas, la utilización de metotrexato a dosis medias y de inter-
Las demás etiologías de uveítis anterior en niños son poco fre- ferón alfa, a fin de poder reducir la corticoterapia sistémica a dosis
cuentes. Incluyen el síndrome TINU, la enfermedad de Crohn y de mantenimiento [29] .
las infecciones víricas herpéticas.
Las uveítis del niño son responsables de complicaciones fre-
cuentes, del tipo de cataratas (25-52% de los casos), sinequias Conclusión
posteriores (53%), glaucoma (5-33%), queratopatía en cinta (10-
35%) y edema macular cistoide (5%) [27, 28] . Las uveítis aún plantean problemas de diagnóstico etiológico y
de tratamiento, en particular en las formas crónicas y recidivantes,
así como en los niños.
Tratamiento Una anamnesis minuciosa y una exploración física metódica
y completa deben constituir el punto de partida de un estudio
etiológico orientado y reflexionado. Los avances significativos en
La actitud terapéutica en las uveítis incluye dos vertientes: el materia de diagnóstico molecular han permitido clarificar mejor
tratamiento sintomático y el tratamiento etiológico. ciertas entidades clínicas y, en consecuencia, adaptar el trata-
El tratamiento sintomático recurre esencialmente a los cor- miento etiológico. Si la frecuencia de las uveítis idiopática es cada
ticoides, que pueden asociarse a colirios midriáticos y a vez menor, ello se debe principalmente a los nuevos datos de la
antihipertensivos. investigación microbiológica y genética.
En las uveítis anteriores, los corticoides se administrarán por
vía tópica mediante colirio, en ausencia de afectación epitelial
de la córnea y después de 48 horas de un posible tratamiento
antiviral o antibiótico. Se iniciará con un corticoide potente, la
Bibliografía
dexametasona, según un ritmo de administración proporcional a
[1] Bloch-Michel E, Nussenblatt RB. International Uveitis Study Group
la gravedad de la inflamación del segmento anterior.
recommendations for the evaluation of intraocular inflammatory
La vigilancia clínica del tratamiento tópico con corticoides debe
disease. Am J Ophthalmol 1987;103:234–5.
ser estrecha, apreciando el Tyndall de la cámara anterior, ideal- [2] Jabs DA, Nussenblatt RB, Rosenbaum JT, Standardization of Uvei-
mente mediante el tyndalómetro láser. La medición de la presión tis Nomenclature (SUN) Working Group. Standardization of uveitis
ocular debe ser sistemática debido a la frecuencia de la hipertonía nomenclature for reporting clinical data. Results of the First Interna-
por cortisona. En caso de afectación grave, pueden administrarse tional Workshop. Am J Ophthalmol 2005;140:509–16.
inyecciones subconjuntivales de dexametasona en la fase inicial. [3] Martin TM, Smith JR, Rosenbaum JT. Anterior uveitis: current con-
Los colirios midriáticos y ciclopléjicos (tropicamida, neosinefrina, cepts of pathogenesis and interactions with the spondyloarthropathies.
atropina) se prescriben a menudo asociados a los corticoides, para Curr Opin Rheumatol 2002;14:337–41.
que cedan las sinequias posteriores o para prevenir su formación. [4] Zaidi AA, Ying GS, Daniel E, Gangaputra S, Rosenbaum JT, Suh-
Si existe hipertonía ocular, deben prescribirse uno o más coli- ler EB, et al. Hypopyon in patients with uveitis. Ophthalmology
rios hipotonizantes, evitando, si es posible, los análogos de las 2010;117:366–72.
prostaglandinas, debido a su acción proinflamatoria. [5] Monnet D, Breban M, Hudry C, Dougados M, Brézin AP. Opht-
En las uveítis intermedias y posteriores, se impone el recurso a halmic findings and frequency of extraocular manifestations in
los corticoides sistémicos en presencia de una hialitis densa res- patients with HLA-B27 uveitis: a study of 175 cases. Ophthalmology
ponsable de DAV inferior a 5/10. Este tratamiento con corticoides 2004;111:802–9.
se instaurará por vía oral a una dosis de 1 mg/kg por día y se ini- [6] Criteria for diagnosis of Behcet’s disease. International Study Group
ciará 48 horas después del tratamiento antiinfeccioso en las uveítis for Behcet’s Disease. Lancet 1990;335:1078–80.
infecciosas. [7] The International Criteria for Behçet’s Disease (ICBD): a collabora-
Siempre que se determine la etiología, el tratamiento específico, tive study of 27 countries on the sensitivity and specificity of the new
asociado a este tratamiento sintomático, constituye la clave de criteria. J Eur Acad Dermatol Venereol 2014;28:338–47.
una posible curación (Cuadros 4 y 5). [8] Herbort CP, Rao NA, Mochizuki M, members of Scientific Committee
of First International Workshop on Ocular Sarcoidosis. International
Las uveítis secundarias a una enfermedad inflamatoria sisté-
criteria for the diagnosis of ocular sarcoidosis: results of the first Inter-
mica plantean menos problemas terapéuticos, en la medida en
national Workshop On Ocular Sarcoidosis (IWOS). Ocul Immunol
que el tratamiento con corticoides no agrava por sí mismo la Inflamm 2009;17:160–9.
enfermedad implicada causalmente. Además, puede tratarse de [9] Read RW, Holland GN, Rao NA, Tabbara KF, Ohno S, Arellanes-
la única estrategia que sea posible proponer. Así, el tratamiento Garcia L, et al. Revised diagnostic criteria for Vogt-Koyanagi-Harada
de la sarcoidosis se basa en un corticoterapia sistémica a dosis disease: report of an international committee on nomenclature. Am J
plena (1 mg/kg/día), seguida de una reducción gradual durante Ophthalmol 2001;131:647–52.
un período de 2-3 meses. Si es necesario, es posible seguir con una [10] Allegri P, Rissotto R, Herbort CP, Murialdo U. CNS diseases and
dosis de mantenimiento de 5 mg/día durante varias semanas. El uveitis. J Ophthalmic Vis Res 2011;6:284–308.
recurso a los inmunosupresores sólo estará indicado en las formas [11] Goda C, Kotake S, Ichiishi A, Namba K, Kitaichi N, Ohno S. Clinical
refractarias [29] . features in tubulointerstitial nephritis and uveitis (TINU) syndrome.
En la enfermedad de Behçet, la corticoterapia sistémica, que Am J Ophthalmol 2005;140:637–41.
puede usarse para superar una crisis, no siempre constituye el [12] Bodaghi B. Les uvéites virales. J Fr Ophtalmol 2004;27:528–37.
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H. Zeghidi.
Ramsay Générale de Santé, Clinique les Martinets, 92500 Rueil-Malmaison, France.
Service d’ophtalmologie, Hôpital Lariboisière, 2, rue Ambroise-Paré, 75010 Paris, France.
P. LeHoang.
B. Bodaghi (bahram.bodaghi@psl.aphp.fr).
DHU Vision et Handicaps, Service d’ophtalmologie, Hôpital Pitié-Salpêtrière, 47-83, boulevard de l’Hôpital, 75013 Paris, France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Zeghidi H, LeHoang P, Bodaghi B. Uveítis. EMC - Tratado de medicina 2020;24(1):1-8
[Artículo E – 6-0225].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
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