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Uveítis
H. Zeghidi, P. LeHoang, B. Bodaghi

Resumen: Las uveítis se definen como la inflamación de la úvea, formada por el iris, el cuerpo ciliar y la
coroides. Las uveítis anteriores presentan clásicamente un cuadro de ojo rojo y doloroso, asociado a la
disminución de la agudeza visual, mientras que en las uveítis intermedias y posteriores, el ojo siempre es
blanco e indoloro, y existen a menudo síntomas vítreos como las miodesopsias. La orientación etiológica
ante cualquier uveítis debe guiarse por los datos de la anamnesis y de la exploración física. Por lo tanto,
para determinadas etiologías, el diagnóstico etiológico es un diagnóstico clínico, caso de las uveítis víricas
herpéticas, la enfermedad de Behçet y la toxoplasmosis. Para las demás etiologías, como las uveítis HLA
B27, la sarcoidosis, la tuberculosis y las uveítis víricas no herpéticas, la confirmación debe pasar por las
exploraciones complementarias. Las uveítis del niño se distinguen de las formas del adulto debido a sus
particularidades clínicas, etiológicas, evolutivas y terapéuticas. A menudo, se diagnostican en el estadio
de las complicaciones; la artritis juvenil idiopática es la primera etiología hallada. El tratamiento de las
uveítis es esencialmente sintomático y se basa en los corticoides. El tratamiento etiológico permitirá evitar
o disminuir la frecuencia de las recidivas, que pueden causar complicaciones y comprometer el pronóstico
funcional.
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Palabras clave: Iridociclitis; Hialitis; Retinitis; Coroiditis; Edema macular; Vasculitis

Plan Ante cualquier uveítis, es necesario tener en cuenta algunas cla-


sificaciones para alcanzar una mejor orientación etiológica [1, 2] .
■ Introducción 1 La clasificación anatomoclínica permite diferenciar las uveítis
anteriores, intermedias, posteriores y totales, también llamadas
■ Semiología clínica 1 panuveítis.
■ Análisis diagnóstico 1 Existen otras clasificaciones que ayudan a refinar el diagnóstico.
Localización anatomoclínica de la uveítis 2 Es el caso de la clasificación que distingue entre uveítis granulo-
Unilateralidad o bilateralidad de las uveítis 2 matosas y no granulomatosas y de la clasificación etiológica que
Carácter granulomatoso o no granulomatoso de las uveítis 2 permite diferenciar entre uveítis infecciosas y uveítis inflamato-
Modo evolutivo de la uveítis y carácter recidivante 2 rias.
Gravedad de la uveítis 2 El pronóstico depende de la etiología y, sobre todo, de la preco-
■ Diagnóstico diferencial 2 cidad del tratamiento.
Causas tumorales 2
Causas no tumorales 2
■ Etiologías 2  Semiología clínica
Uveítis secundarias a enfermedad inflamatoria 2
Uveítis de origen infeccioso 4 Las uveítis suelen manifestarse de forma aguda y repentina.
Uveítis en el niño 6 Los signos funcionales varían en función de la forma anatomo-
clínica. Las uveítis anteriores presentan clásicamente un cuadro
■ Tratamiento 7
de ojo rojo y doloroso asociado a disminución de la agudeza
■ Conclusión 7 visual (DAV), que es tanto más importante cuanto más grave es la
inflamación. Se pueden asociar otros signos funcionales, como el
lagrimeo y/o la fotofobia. En cambio, en las uveítis intermedias y
posteriores, el ojo siempre es blanco e indoloro, existen a menudo
 Introducción síntomas vítreos del tipo de las miodesopsias (percepción de cuer-
pos flotantes), la visión es a menudo borrosa, de forma variable
Se entiende por uveítis toda inflamación intraocular que afecte según la densidad de la hialitis, y se presenta a veces una DAV en
a la úvea (iris, cuerpo ciliar y coroides). Se deben distinguir glo- caso de afectación macular o papilar.
balmente dos formas de uveítis : por un lado, las uveítis agudas,
que se caracterizan por una inflamación a menudo importante,
pero cuya evolución es rápidamente favorable con el tratamiento;  Análisis diagnóstico
por otro lado, las uveítis crónicas, que se caracterizan por una
inflamación persistente que dura más de 3 meses, con múltiples Después de una exploración física cuidadosa, se deben precisar
complicaciones si se retrasa el tratamiento. varios elementos.

EMC - Tratado de medicina 1


Volume 24 > n◦ 1 > marzo 2020
http://dx.doi.org/10.1016/S1636-5410(20)43346-X
E – 6-0225  Uveítis

Cuadro 1.
Orientación etológica en función de la afectación sistémica.
 Diagnóstico diferencial
Signo clínico Etiología Causas tumorales
Meningitis Sarcoidosis, VKH, Behçet, herpes Retinoblastoma
Meningoencefalitis
Es el tumor ocular más frecuente en los niños. La edad de apari-
Vitíligo VKH, sarcoidosis
ción suele ser inferior a los 5 años. Es posible observar iridociclitis
Cefaleas VKH o seudohipopión. La exploración del fondo de ojo bajo aneste-
Poliosis
sia general permitirá establecer el diagnóstico; de lo contrario, es
Afectación articular AJI, EA, sarcoidosis, Behçet posible ayudarse de la ecografía y la tomografía computarizada.
Diarrea Enterocolopatías, sarcoidosis, Whipple
Picadura de garrapata Enfermedad de Lyme, rickettsiosis Leucemias
VKH: síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada; AJI: artritis juvenil idiopática; EA: Las leucemias en las que existe una localización ocular son prin-
espondilitis anquilosante. cipalmente las leucemias mieloides.
Las manifestaciones anteriores son diversas; puede observarse
seudohipopión, hifema, nódulos del iris y, a veces, heterocromía
Localización anatomoclínica de la uveítis con decoloración grisácea del iris.
Esta clasificación se basa en el sitio donde predomina la infla-
mación [2] : Linfoma oculocerebral primario
• uveítis anterior: se caracteriza por la presencia de células o de La afectación ocular puede presentarse de forma aislada. Es a
proteínas inflamatorias en la cámara anterior, asociada o no menudo bilateral y asimétrica. El tamaño y el aspecto de los PRC
a precipitados retrodesceméticos (PRC) y a lesiones del iris en son variables. Es posible observar un Tyndall de células tumorales
forma de granulomas, sinequias o atrofia del iris más o menos con hipopión. Las sinequias son excepcionales y constituyen un
amplia; importante signo negativo.
• uveítis intermedia: se caracteriza por la presencia de infla- La punción de la cámara anterior con cálculo de las concentra-
mación vítrea o hialitis, con condensaciones de proteínas ciones de interleucina 10 puede ayudar al diagnóstico. El análisis
inflamatorias al nivel de la base del vítreo. Puede presentarse citológico del vítreo aporta la certeza diagnóstica.
de forma aislada o asociarse a una uveítis anterior o posterior;
• uveítis posterior: incluye las coroiditis, retinitis o coriorretinitis, Melanoma del iris y del cuerpo ciliar
ya sean focales o difusas;
• panuveítis: se caracteriza por una inflamación que afecta a los Se trata de una proliferación maligna de la úvea, que puede
diferentes segmentos del ojo independientemente del punto de ser responsable, desde el punto de vista clínico, de un Tyndall de
partida. la cámara anterior asociado a dilatación importante de los vasos
epiesclerales.

Unilateralidad o bilateralidad de las uveítis


Causas no tumorales
Clásicamente, una afectación unilateral va a favor de una causa
infecciosa. Cuerpo extraño intraocular
Puede simular un cuadro de uveítis granulomatosa crónica que
Carácter granulomatoso o no granulomatoso responde mal al tratamiento antiinflamatorio, con tendencia a la
recidiva cuando se suspende el tratamiento.
de las uveítis
El carácter granulomatoso de la uveítis permite limitar la lista de Hemorragia intravítrea
posibles etiologías, pero toda uveítis granulomatosa puede mani- Lo más frecuente es que se presente en pacientes con diabetes
festarse con un aspecto no granulomatoso, sobre todo tras el uso en el estadio de retinopatía diabética proliferativa o en caso de
de corticoides tópicos. desprendimiento posterior del vítreo, complicado con un desgarro
retiniano que afecte a un vaso. La hemorragia puede ser densa y
Modo evolutivo de la uveítis y carácter presentarse como una hialitis.
recidivante
Las uveítis agudas se caracterizan clásicamente por tres fases: la  Etiologías (Cuadros 1 y 2)
fase aguda (de 0-2 semanas), en la que los síntomas son de máxima
intensidad; la fase de remisión (de 2-4 semanas), con disminución Uveítis secundarias a enfermedad
significativa del Tyndall y/o cicatrización de los focos, y la fase de inflamatoria
curación (de 4-6 semanas), con desaparición de los signos infla-
matorios. La duración de estas tres fases puede ser prolongada si Uveítis anteriores HLA B27
el tratamiento se efectúa de manera deficiente.
Se distingue entre las uveítis HLA B27 aisladas y las UA HLA B27
Las uveítis crónicas se caracterizan por una inflamación per-
asociadas a una enfermedad sistémica: espondilitis anquilosante
sistente durante un período superior a los 3 meses; pueden ser
(EA), artritis juvenil idiopática, artritis reactiva, enterocolopatías
corticodependientes o corticorresistentes y suelen dar lugar a
(rectocolitis hemorrágica, enfermedad de Crohn) y psoriasis [3] .
diversas complicaciones.
La uveítis es siempre anterior, de instauración brusca y aguda,
excepto en las enterocolopatías y la psoriasis, en las que el inicio
Gravedad de la uveítis puede ser más insidioso. La uveítis puede a veces preceder a las
manifestaciones articulares en unos meses o varios años [3] .
Se evalúa por la importancia de la inflamación, con formación La edad de aparición del primer episodio es de 30-40 años,
de sinequias, hipertensión ocular y repercusión sobre la función con un claro predominio masculino. La uveítis es siempre no
visual. granulomatosa, bilateral pero asimétrica, a veces con afectación
En algunas situaciones, la etiología de las uveítis se puede deter- contralateral desfasada en el tiempo. La reacción inflamatoria
minar u orientar claramente sólo con la exploración física (Cuadro fibrinosa es intensa, provocando la rápida formación de sinequias.
1). El Tyndall proteico predomina sobre la reacción celular. Se puede

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Cuadro 2.
Etiología de las uveítis según el carácter granulomatoso.
Uveítis granulomatosas Uveítis no granulomatosas
Causas infecciosas Uveítis víricas Uveítis víricas no herpéticas
Herpes Chikungunya
CMV Hepatitis autoinmunitaria
VVZ Uveítis postestreptocócicas
VEB
Tuberculosis
Sífilis
Enfermedad de Lyme
Fuchs
Posner-Schlossman
Causas no infecciosas Sarcoidosis HLA B27 aislado
AJI (algunos casos) HLA B27 asociado a:
Vogt-Koyanagi-Harada - EA
Oftalmia simpática - AJI
Esclerosis múltiple - Artritis reactiva
Retinocoroiditis de Birdshot - Psoriasis
- RCH, Crohn
- Enfermedad de Behçet
- Síndrome TINU
- Enfermedad de Kawasaki
- Uveítis facoantigénica

AJI: artritis juvenil idiopática; EA: espondilitis anquilosante; CMV: citomegalovirus; VVZ: virus de la varicela-zóster; VEB: virus de Epstein-Barr; RCH: rectocolitis hemorrá-
gica; TINU: tubulointerstitial nephritis and uveitis.

afectación del segmento posterior en forma de una vasculitis reti-


niana, edema macular cistoide, focos de retinitis y de neuropatía
óptica.
La afectación ocular a menudo es bilateral, a veces desplazada
en el tiempo.
El diagnóstico es clínico y se basa en los criterios establecidos
por el International Study Group for Behçet’s Disease (ISGBD)
1990 [6] , que requieren la presencia de aftosis oral recidivante con
más de tres episodios al año, junto con otros dos criterios entre los
siguientes: aftosis genital, afectación ocular, afectación cutánea
(seudofoliculitis) y prueba de patergia positiva.
Recientemente, expertos de 27 países han validados nuevos cri-
terios internacionales [7] . El diagnóstico requiere una puntuación
igual o superior a 4 puntos, de acuerdo con la siguiente califica-
ción:
• aftosis oral: 2 puntos;
• aftosis genital: 2 puntos;
• uveítis: 2 puntos;
Figura 1. Uveítis anterior aguda con hipopión. • afectación cutánea: 1 punto;
• afectación neurológica: 1 punto;
• afectación vascular: 1 punto;
observar un hipopión en cerca del 10% de los casos [4] . La presión • prueba de patergia positiva: 1 punto.
ocular puede ser normal o, más a menudo, estar disminuida.
La duración media de la inflamación es de 4-6 semanas. La
transición a un modo crónico se asocia con un riesgo elevado Sarcoidosis
de complicaciones inevitables a largo plazo, del tipo de sinequias A pesar de su búsqueda sistemática durante el estudio etioló-
posteriores, cataratas y glaucoma [3] . gico de la uveítis realizado en primera instancia, la sarcoidosis
Finalmente, la uveítis anterior puede asociarse a la afectación sigue siendo una causa que rara vez se encuentra. Representa el
del segmento posterior, del tipo de edema macular (10% de los 7% de todas las uveítis. En la sarcoidosis, la afectación ocular es
casos) y, más raramente, hialitis o hiperemia papilar. frecuente: se observa en el 25-80% de los casos [8] . Puede tratarse
El pronóstico de estas uveítis HLA B27 es peor que el de las de dacrioadenitis, escleritis, epiescleritis, granuloma conjuntival o
uveítis no vinculadas al HLA B27, debido a las múltiples recidivas queratitis intersticial. La uveítis se observa en el 30% de los casos.
y a la intensidad de la reacción fibrinosa. La uveítis anterior es típicamente bilateral, granulomatosa con
Monnet et al han publicado un estudio sobre 175 pacientes con PRC en «grasa de oveja», asociados a nódulos en el iris (Fig. 2)
uveítis anterior HLA B27. La uveítis se asociaba con una enferme- y sinequias. La afectación inflamatoria es grave y a menudo se
dad sistémica en el 77,7% de los casos, entre las cuales se encontró acompaña de hipertonía ocular. Debe tenerse en cuenta que las
una EA en el 46,3% de los casos. La frecuencia media de las recidi- uveítis a veces pueden ser unilaterales y no granulomatosas [8] .
vas fue de 0,8 casos por año. Estas recidivas fueron más frecuentes Estas uveítis pueden asociarse a una uveítis intermedia y/o a una
en los pacientes con una enfermedad sistémica asociada [5] . uveítis posterior del tipo de la coroiditis y a periflebitis periféricas,
en particular con exudados en «manchas de vela».
Enfermedad de Behçet Recientemente, el primer taller internacional sobre la sarcoido-
La afectación ocular en la enfermedad de Behçet se presenta sis ocular (IWOS, International Workshop on Ocular Sarcoidosis)
en el 67-95% de los casos [6] . La uveítis es no granulomatosa. A ha permitido definir criterios diagnósticos para la sarcoidosis ocu-
menudo se presentan sinequias posteriores y puede observarse un lar, basados en los datos de la exploración física y las exploraciones
hipopión en una tercera parte de los casos (Fig. 1). Su presencia radiológicas y biológicas asociadas (Cuadro 3).
es sinónimo de una afectación grave [6] . A menudo, se asocia la El diagnóstico se considera como:

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Figura 2. Uveítis anterior con nódulos de Koeppe secundarios a sarcoi- Figura 3. Sinequias iridocristalinas y uveítis anterior con secuelas de
dosis. adherencias que ceden tras un tratamiento intensivo.

Cuadro 3. La gravedad de esta enfermedad radica en el riesgo de evolución


Criterios clínicos y radiobiológicos para el diagnóstico de sarcoidosis ocu- hacia una inflamación crónica y recurrente que compromete el
lar [10] . pronóstico visual.
Criterios clínicos Criterios radiobiológicos
PRC en grasa de oveja, IDR negativa Esclerosis múltiple (EM)
granulomatosos y/o nódulos en el Elevación de la ECA y/o elevación Se puede evidenciar una uveítis intermedia en el 10-20% de
iris (Koeppe/Busacca) de las lisozimas los casos de EM. La vasculitis periférica es el principal signo de
Nódulos trabeculares y/o Linfadenopatías hiliares
exploración que se encuentra. En la fase activa, es del tipo de
sinequias anteriores bilaterales en la radiografía de
la periflebitis y, en la fase crónica, produce envolturas perive-
Opacidades vítreas (huevos de tórax
nosas. Esta afectación venosa retiniana se debe directamente a
hormiga) Anomalías de las enzimas
Lesiones coriorretinianas hepáticas
la actividad de la enfermedad y constituye un elemento de mal
periféricas múltiples (activas y/o Tomografía computarizada pronóstico [10] .
atróficas) torácica (si la radiografía de tórax
Periflebitis nodulares o es normal) Síndrome TINU
segmentarias (± manchas de vela)
y/o macroaneurisma arterial en
El síndrome TINU (tubulo-interstitial nephritis and uveitis) es una
caso de episodio inflamatorio. entidad clínica poco frecuente que afecta esencialmente al niño
Granuloma coroideo y que asocia insuficiencia renal aguda, por afectación tubuloin-
Afectación bilateral tersticial, y uveítis anterior, con mayor frecuencia bilateral. Este
síndrome afecta predominantemente a las niñas, de tres a cinco
PRC: precipitados retrodesceméticos; IDR: intradermorreacción; ECA: enzima veces más que a los niños, y rara vez se observa en adultos, con una
convertidora de la angiotensina. media de edad de 15-21 años. La uveítis a menudo sigue a la apa-
rición de la nefropatía intersticial (65%), puede ser concomitante
• cierto si la biopsia es positiva con signos clínicos y radiobioló- a ella (15%) o precederla (21%). Las uveítis es no granulomatosa,
gicos sugestivos; bilateral en el 70-92% de los casos. Puede ser sinequiante, pero no
• presunto si la biopsia no se ha realizado pero existen linfade- hipertensiva [11] .
nopatías hiliares;
• probable si la biopsia no se ha realizado y la radiografía de
tórax es normal, pero existen tres signos clínicos y dos signos
Uveítis de origen infeccioso
biológicos; Uveítis víricas
• posible si la biopsia es negativa pero existen cuatro signos clí-
nicos y dos signos radiobiológicos [8] . Uveítis por virus del herpes simple (VHS)
Se trata de la primera causa infecciosa de uveítis anterior. Lo
más frecuente es que la uveítis se presente de forma aislada, pero
Enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada puede asociarse a queratitis. La inflamación estaría relacionada
Se trata de una panuveítis granulomatosa bilateral con despren- con el efecto citopatogénico de la afectación vírica directa, con
dimiento seroso de la retina, asociada a afectación neurológica una reacción inmunitaria secundaria o con ambos mecanismos
(meningitis linfocítica) y auditiva (hipoacousia). Los signos asociados.
cutáneos (vitíligo, poliosis) y la uveítis anterior granulomatosa La uveítis anterior por VHS es granulomatosa, hipertensiva, de
sinequiante se observan durante la fase crónica (Fig. 3), que se des- inicio repentino, unilateral, asociada a dolor ocular y DAV. En la
arrolla cuando la enfermedad no se ha controlado médicamente exploración, se encuentran PRC densos, parduzcos, difusos o loca-
bien. Afecta predominantemente a adultos jóvenes de 20-50 años, lizados inferiormente, con una disposición casi patognomónica
melanodérmicos o asiáticos. La angiografía retiniana con fluo- cuando es en «piel de leopardo». En el iris, se localizan discre-
resceína y la tomografía de coherencia óptica (OCT) son muy tas sinequias y, sobre todo, una atrofia sectorial muy sugestiva.
características y pueden confirmar el diagnóstico en la mayoría de La importancia del Tyndall celular y fibrinoso es variable y puede
los casos. La angiografía con verde de indocianina (ICG) es nece- llegar hasta el hipopión en las formas graves. También es posible
saria para evaluar la afectación coroidea. La ecografía en modo B observar un delgado Tyndall hemático o una delgada lámina de
y la punción lumbar pueden ayudar al diagnóstico en las formas hifema. La presión ocular se encuentra a menudo elevada en la
atípicas [9] . fase aguda de la infección [12, 13] .

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El diagnóstico positivo de uveítis herpética suele ser un diag-


nóstico clínico. Se puede confirmar a través de la determinación
del genoma vírico en el humor acuoso, basándose en la reacción
en cadena de la polimerasa (PCR).
La afectación posterior puede constituir una auténtica urgencia,
conformando un cuadro de retinopatía vírica necrosante. El cua-
dro clínico asocia, a la uveítis anterior, un Tyndall celular vítreo y
áreas diseminadas o confluentes de necrosis retiniana, con arteritis
y edema papilar de intensidad variable [14] .
Uveítis por virus de la varicela-zóster (VVZ)
Son secundarias a la reactivación de una infección latente por
VVZ y suelen verse después de un zóster oftálmico. El riesgo de
afectación ocular es mayor cuando se afecta el nervio nasociliar,
con aparición de vesículas en los labios y la nariz. La uveítis puede
afectar a pacientes inmunocompetentes. Es a menudo aguda,
unilateral, granulomatosa y sinequiante; se asocia a una atrofia
sectorial del iris, menos importante que en las uveítis herpética, y
a hipertensión ocular a veces importante. La afectación sectorial
del estroma corneal está presente con frecuencia [12] . La uveítis
evoluciona de forma crónica salpicada de recidivas, lo que obliga
a un tratamiento antiviral sistémico y a una corticoterapia tópica Figura 4. Heterocromía del iris en el contexto del síndrome de Fuchs.
prolongada.
Uveítis por citomegalovirus (CMV) del paciente
zar el 18% en caso de inmunodepresión [18] . La afectación ocular
inmunocompetente
puede ser secundaria a una infección activa o, más a menudo,
Las uveítis por CMV del paciente inmunocompetente afectan, a una reacción inmunitaria sin presencia del agente infeccioso
según su tipo, a adultos jóvenes o a personas de mayor edad. dentro de las estructuras oculares. La afectación ocular puede ser
Son unilaterales y evolucionan de forma aguda o crónica según el unilateral o bilateral asimétrica.
tipo [12] . A menudo, la agudeza visual se conserva o, en caso contra- La uveítis anterior es clásicamente granulomatosa, sinequiante
rio, disminuye moderadamente. Los PRC son de tamaño mediano y crónica; suele complicarse con un glaucoma secundario. Los PRC
o pequeño y de color parduzco, a menudo poco numerosos. En son gruesos en «grasa de oveja» y de color blanco amarillento;
el iris, se localiza a veces una atrofia sectorial que permite suge- pueden ser localizados o difusos por toda la cara posterior de la
rir el diagnóstico. Esta atrofia del iris es la consecuencia de una córnea. En el iris, se localizan nódulos más pequeños que en la
isquemia por afectación vascular inflamatoria. No hay sinequias sarcoidosis [18] .
posteriores, pero la hipertonía ocular es muy común. La afectación del segmento posterior puede ser más grave.
La exploración del segmento posterior es en general normal. No La hialitis puede acompañarse de vasculitis retiniana, oclusio-
existe retinitis asociada. nes vasculares o edema macular. La afectación coroidea es la
La afectación de la retina debe llevar a buscar una posible inmu- manifestación ocular más frecuente secundaria a la disemina-
nodepresión. ción hematógena. La lesión más característica es el tubérculo de
Síndrome de Posner-Schlossman Bouchut, que se presenta en forma de uno o varios granulomas
Se describió por primera vez en 1948, en forma de uveítis ante- ubicados en el polo posterior y en la periferia y que a menudo se
rior unilateral con ojo blanco, hipertensiva y recurrente. Durante asocia a un desprendimiento seroso de la retina.
el episodio, la presión ocular puede alcanzar valores de 40-
50 mmHg, con un ángulo iridocorneal abierto. Los PRC tienen un Sífilis
aspecto y una disposición particulares. Clásicamente, se observa La afectación ocular aparece durante la sífilis secundaria o ter-
un PRC central de tamaño mediano rodeado de algunos PRC ciaria, es decir, 2-6 meses después del inicio de la infección. Las
pequeños. A nivel de la cámara anterior, existe a veces un Tyndall uveítis sifilíticas constituyen el 1-2% de todas las uveítis [19] . Una
celular discreto, sin componente proteico. A menudo se observa uveítis anterior puede ser la afectación que revele la enferme-
atrofia del estroma del iris y ausencia de sinequias [15] . El síndrome dad. Sus características no son específicas; el contexto clínico
de Posner-Schlossman se presenta en pacientes de edad compren- y los signos asociados, como la presencia de queratitis intersti-
dida entre los 20-50 años y, con el tiempo, puede complicarse con cial, escleritis o parálisis oculomotora, deben llevar a sospechar la
un glaucoma secundario crónico de ángulo abierto. Varios auto- enfermedad [19] . Un elemento muy sugestivo de sífilis es el signo
res han caracterizado el síndrome de Posner-Schlossman como de Argyll Robertson, que se caracteriza por la abolición del reflejo
una reacción inflamatoria particular, secundaria a la replicación fotomotor, mientras que la miosis se conserva en la acomodación-
del CMV [15, 16] . convergencia.
La uveítis también puede ser posterior; se manifiesta a través de
Heterocromía de Fuchs
hialitis densa, coroiditis o coriorretinitis en placa típica y vasculi-
La ciclitis heterocrómica de Fuchs (CHF) es una entidad ocular tis.
casi siempre unilateral, que representa el 2-17% de las uveítis ante-
riores [17] . Es una uveítis crónica que evoluciona de forma silente, Enfermedad de Lyme
sin dolor ni enrojecimiento, y que conduce a heterocromía del iris La enfermedad de Lyme es una zoonosis causada por Borrelia
y cataratas. La exploración encuentra típicamente PRC delgados burghdorferi, que se transmite a través de la picadura de garrapata.
o de tamaño mediano, blancos, translúcidos y estelares disemina- La uveítis anterior es inespecífica, generalmente granulomatosa,
dos por toda la córnea. Puede haber un delgado Tyndall celular y con PRC grandes y Tyndall celular y proteico de mediana inten-
fibrinoso. En el iris, se localiza una atrofia estromal que propor- sidad. Estas uveítis son sinequiantes y pueden asociarse a una
ciona esa apariencia heterocrómica (Fig. 4). No existen sinequias afectación intermedia [20] . El diagnóstico de esta enfermedad es
posteriores. La catarata que aparece durante la evolución de la biológico, indirecto mediante la búsqueda de anticuerpos por
enfermedad se ubica a nivel subcapsular y posterior. A menudo ELISA (análisis de inmunoabsorción ligada a enzimas) o western
existe una reacción vítrea moderada [17] . blot o directo por PCR.
Uveítis de origen bacteriano Enfermedad por arañazo de gato
Tuberculosis Todavía llamada bartonelosis, la enfermedad por arañazo de
La afectación ocular en la tuberculosis es infrecuente. Se observa gato es una infección cosmopolita. La transmisión de la bacteria,
en el 1-2% de los pacientes inmunocompetentes y puede alcan- Bartonella henselae, se produce por arañazo o mordedura.

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Cuadro 4.
Modalidades terapéuticas de las uveítis bacterianas.
Tuberculosis Sífilis Enfermedad de Lyme
Tratamiento Isoniazida 5 mg/kg Penicilina G 14-24 millones de Ceftriaxona 2 g/día durante 21 días
Rifampicina 10 mg/kg unidades/día durante 3 semanas
Pirazinamida 30 mg/kg
Etambutol 15 mg/kg
Durante 2 meses, después
Isoniazida + rifampicina durante 4 meses
O asociaciones del tipo rifampicina (150 mg) +
isoniazida (75 mg) + pirazinamida (400 mg) y después
rifampicina (150 mg) + isoniazida (200 mg).

Cuadro 5.
Modalidades terapéuticas de las uveítis víricas.
Uveítis por VHS-VVZ Uveítis anteriores por CMV Uveítis por VEB
Tratamiento de ataque Aciclovir 10 mg/kg/8 h si forma grave Valganciclovir 2 comprimidos Hipotonizantes IFN
Valaciclovir 3 g/día si forma de 450 mg × 2/día durante alfa caso por caso
benigna/corticoterapia local intensiva 21 días/hipotonizantes
Hipotonizantes
Foscarnet y ganciclovir intravenosos asociados a
inyecciones intravítreas para proponer en las
formas graves de retinitis víricas
Tratamiento de mantenimiento Valaciclovir 3 g/día con disminución progresiva Valganciclovir 900 mg/día
y tratamiento prolongado de 3 meses a más de durante 3 meses
1 año/disminución de la corticoterapia tópica

VHS: virus del herpes simple; CMV: citomegalovirus; VVZ: virus de la varicela-zóster; VEB: virus de Epstein-Barr.

La uveítis asociada a esta enfermedad se presenta en menos del Toxocariasis


2% de los casos y produce un cuadro de neurorretinitis unilateral Se trata de una infección ocular grave producida por la larva
o bilateral con papiledema y estrella macular. de un verme, Toxocara canis. Ubicua, esta infección afecta esen-
La DAV es a veces importante, pero la recuperación visual es cialmente a los niños en contacto con perros o gatos jóvenes
completa en la mayoría de los casos [21] . sin tratamiento antiparasitario. El cuadro clínico consiste típica-
mente en una inflamación intraocular unilateral, con presencia
Rickettsiosis
de un granuloma retiniano, pero que puede llegar hasta la infec-
Es una enfermedad infecciosa cosmopolita, polimorfa y poten- ción grave con endoftalmia y pérdida del globo ocular por ptisis.
cialmente mortal, debida a pequeñas bacterias intracelulares, las No existe un tratamiento eficaz, de ahí la importancia de la pre-
rickettsias. Transmitida a través de la picadura de garrapata, esta vención [25] .
bacteria presenta un gran tropismo por las células endoteliales,
produciendo un cuadro de vasculitis generalizada. Desde el punto
de vista clínico, el diagnóstico de esta infección se basa en la tríada
Uveítis en el contexto de una entidad ocular
de fiebre, cefalea y exantema cutáneo. Las uveítis de origen ric- Retinocoroiditis de Birdshot
kettsial son frecuentes, pero a menudo asintomáticas. Producen Se trata de una enfermedad inflamatoria adquirida, crónica y
lesiones de retinitis yuxtavascular vascular unilateral o bilateral, a bilateral, que afecta principalmente a las mujeres entre 40-60 años,
menudo multifocal asociada a inflamación vítrea mínima o mode- con un sustrato genético predispuesto HLA A29.
rada y vasculitis a veces oclusiva [22] . El diagnóstico se confirma El aspecto del fondo de ojo es muy característico, con presen-
mediante serología. cia de múltiples manchas hipopigmentadas localizadas a nivel de
la retina profunda y la coroides, asociadas a hialitis y, en ocasio-
Uveítis de origen parasitario nes, a edema macular y vasculitis. La angiografía con fluoresceína
y con ICG puede ayudar al diagnóstico, al permitir una mejor
Toxoplasmosis ocular visualización de las lesiones [26] .
La toxoplasmosis ocular es la primera causa de uveítis poste- La evolución de esta enfermedad es crónica en forma de accesos,
rior, con una frecuencia variable entre el 18-49%. La afectación con tendencia a estabilizarse; sin embargo, el pronóstico visual es
ocular se presenta típicamente en forma de un foco de coriorreti- reservado, sobre todo en caso de retraso terapéutico.
nitis activa contiguo a una cicatriz pigmentada, a veces asociada El tratamiento se basa en los corticoides y los inmunosupreso-
a hialitis, vasculitis y edema papilar. En ocasiones, también puede res, que permiten la remisión rápida de la inflamación vítrea y
existir una uveítis anterior granulomatosa en la fase aguda de retinocoroidea.
la inflamación, como una reacción secundaria a la inflamación
posterior [23] . Uveítis facoantigénicas
El diagnóstico de la toxoplasmosis ocular es a menudo un diag- Estas uveítis pueden aparecer en etapas avanzadas de la cata-
nóstico clínico basado en la exploración del fondo de ojo. En caso rata no operada o, con mayor frecuencia, después de una cirugía
de duda, la PCR y la serología del humor acuoso aportan la confir- de cataratas con extracción incompleta del cristalino. Las proteí-
mación diagnóstica, evidenciando el genoma del parásito y una nas cristalinas, muy antigénicas, liberadas en la cámara anterior
carga inmunitaria del humor acuoso superior a tres o cuatro veces son responsables de una reacción inflamatoria aguda a menudo
la carga inmunitaria en la sangre. hipertensiva. El tratamiento consiste en la eliminación de los frag-
El tratamiento de referencia de la toxoplasmosis ocular es la mentos del cristalino.
asociación entre pirimetamina y sulfadiazina durante un período
de 4-6 semanas, añadiendo la administración de suplementos de
ácido folínico.
Uveítis en el niño
Para conseguir una mejor tolerabilidad, es posible sustituir la Representan el 5-10% de todas las uveítis [27] . Esta entidad debe
sulfadiazina por la azitromicina, con la misma duración del trata- considerarse de manera diferente que en los adultos debido a
miento [24] . sus particularidades clínicas, etiológicas, evolutivas y terapéuticas.

6 EMC - Tratado de medicina


Uveítis  E – 6-0225

Las uveítis del niño se diagnostican a menudo en el estadio de tratamiento adecuado. Cada vez más, se utilizan principalmente
complicaciones. Son bilaterales en el 32-71% de los casos [27] . La los agentes inmunosupresores como tratamiento de primera línea
uveítis anterior es la más forma anatomoclínica más común, aun- (colchicina, azatioprina, interferón alfa, ciclosporina) y, más
que su frecuencia es muy variable en función de las series, desde recientemente, los antifactor de necrosis tumoral (anti-TNF) (infli-
el 25% hasta el 90% de los casos. En el niño, la uveítis suele ximab, adalimumab), antes reservados para las formas graves
ser idiopática (26-67% de los casos). La primera etiología que se refractarias. Parece que proporcionan resultados prometedores [30] .
encuentra es la artritis juvenil idiopática (AJI), que constituye el Para las uveítis pediátricas asociadas a la AJI, se usa sobre todo el
17-23% de los casos [27] . En esta etiología, la uveítis se observa sobre metotrexato como tratamiento de primera línea. Recientemente,
todo en las formas oligoarticulares y, particularmente, en las niñas se ha aprobado la utilización de los agentes biológicos y, en
con anticuerpos antinucleares positivos. La uveítis es típicamente particular, el adalimumab para el tratamiento de estas uveítis si
anterior, no granulomatosa, insidiosa, bilateral de entrada o con fracasan el metotrexato y los corticoides tópicos [31] .
un desfase de unos meses. Los PRC están ausentes o son pequeños, Finalmente, con respecto a las uveítis idiopáticas, se empren-
con una localización principalmente inferior. En la cámara ante- derá el tratamiento en cada nuevo episodio, mediante cortico-
rior, se localiza una reacción inflamatoria moderada, más bien terapia tópica o sistémica que se interrumpirá lentamente o se
proteica que celular. La uveítis adopta un curso crónico con epi- proseguirá a dosis bajas en caso de recidiva frecuente. Algunos
sodios agudos de aparición más frecuente en niños mayores de autores han propuesto, en los pacientes con uveítis crónicas
10 años [27] . idiopáticas, la utilización de metotrexato a dosis medias y de inter-
Las demás etiologías de uveítis anterior en niños son poco fre- ferón alfa, a fin de poder reducir la corticoterapia sistémica a dosis
cuentes. Incluyen el síndrome TINU, la enfermedad de Crohn y de mantenimiento [29] .
las infecciones víricas herpéticas.
Las uveítis del niño son responsables de complicaciones fre-
cuentes, del tipo de cataratas (25-52% de los casos), sinequias  Conclusión
posteriores (53%), glaucoma (5-33%), queratopatía en cinta (10-
35%) y edema macular cistoide (5%) [27, 28] . Las uveítis aún plantean problemas de diagnóstico etiológico y
de tratamiento, en particular en las formas crónicas y recidivantes,
así como en los niños.
 Tratamiento Una anamnesis minuciosa y una exploración física metódica
y completa deben constituir el punto de partida de un estudio
etiológico orientado y reflexionado. Los avances significativos en
La actitud terapéutica en las uveítis incluye dos vertientes: el materia de diagnóstico molecular han permitido clarificar mejor
tratamiento sintomático y el tratamiento etiológico. ciertas entidades clínicas y, en consecuencia, adaptar el trata-
El tratamiento sintomático recurre esencialmente a los cor- miento etiológico. Si la frecuencia de las uveítis idiopática es cada
ticoides, que pueden asociarse a colirios midriáticos y a vez menor, ello se debe principalmente a los nuevos datos de la
antihipertensivos. investigación microbiológica y genética.
En las uveítis anteriores, los corticoides se administrarán por
vía tópica mediante colirio, en ausencia de afectación epitelial
de la córnea y después de 48 horas de un posible tratamiento
antiviral o antibiótico. Se iniciará con un corticoide potente, la
 Bibliografía
dexametasona, según un ritmo de administración proporcional a
[1] Bloch-Michel E, Nussenblatt RB. International Uveitis Study Group
la gravedad de la inflamación del segmento anterior.
recommendations for the evaluation of intraocular inflammatory
La vigilancia clínica del tratamiento tópico con corticoides debe
disease. Am J Ophthalmol 1987;103:234–5.
ser estrecha, apreciando el Tyndall de la cámara anterior, ideal- [2] Jabs DA, Nussenblatt RB, Rosenbaum JT, Standardization of Uvei-
mente mediante el tyndalómetro láser. La medición de la presión tis Nomenclature (SUN) Working Group. Standardization of uveitis
ocular debe ser sistemática debido a la frecuencia de la hipertonía nomenclature for reporting clinical data. Results of the First Interna-
por cortisona. En caso de afectación grave, pueden administrarse tional Workshop. Am J Ophthalmol 2005;140:509–16.
inyecciones subconjuntivales de dexametasona en la fase inicial. [3] Martin TM, Smith JR, Rosenbaum JT. Anterior uveitis: current con-
Los colirios midriáticos y ciclopléjicos (tropicamida, neosinefrina, cepts of pathogenesis and interactions with the spondyloarthropathies.
atropina) se prescriben a menudo asociados a los corticoides, para Curr Opin Rheumatol 2002;14:337–41.
que cedan las sinequias posteriores o para prevenir su formación. [4] Zaidi AA, Ying GS, Daniel E, Gangaputra S, Rosenbaum JT, Suh-
Si existe hipertonía ocular, deben prescribirse uno o más coli- ler EB, et al. Hypopyon in patients with uveitis. Ophthalmology
rios hipotonizantes, evitando, si es posible, los análogos de las 2010;117:366–72.
prostaglandinas, debido a su acción proinflamatoria. [5] Monnet D, Breban M, Hudry C, Dougados M, Brézin AP. Opht-
En las uveítis intermedias y posteriores, se impone el recurso a halmic findings and frequency of extraocular manifestations in
los corticoides sistémicos en presencia de una hialitis densa res- patients with HLA-B27 uveitis: a study of 175 cases. Ophthalmology
ponsable de DAV inferior a 5/10. Este tratamiento con corticoides 2004;111:802–9.
se instaurará por vía oral a una dosis de 1 mg/kg por día y se ini- [6] Criteria for diagnosis of Behcet’s disease. International Study Group
ciará 48 horas después del tratamiento antiinfeccioso en las uveítis for Behcet’s Disease. Lancet 1990;335:1078–80.
infecciosas. [7] The International Criteria for Behçet’s Disease (ICBD): a collabora-
Siempre que se determine la etiología, el tratamiento específico, tive study of 27 countries on the sensitivity and specificity of the new
asociado a este tratamiento sintomático, constituye la clave de criteria. J Eur Acad Dermatol Venereol 2014;28:338–47.
una posible curación (Cuadros 4 y 5). [8] Herbort CP, Rao NA, Mochizuki M, members of Scientific Committee
of First International Workshop on Ocular Sarcoidosis. International
Las uveítis secundarias a una enfermedad inflamatoria sisté-
criteria for the diagnosis of ocular sarcoidosis: results of the first Inter-
mica plantean menos problemas terapéuticos, en la medida en
national Workshop On Ocular Sarcoidosis (IWOS). Ocul Immunol
que el tratamiento con corticoides no agrava por sí mismo la Inflamm 2009;17:160–9.
enfermedad implicada causalmente. Además, puede tratarse de [9] Read RW, Holland GN, Rao NA, Tabbara KF, Ohno S, Arellanes-
la única estrategia que sea posible proponer. Así, el tratamiento Garcia L, et al. Revised diagnostic criteria for Vogt-Koyanagi-Harada
de la sarcoidosis se basa en un corticoterapia sistémica a dosis disease: report of an international committee on nomenclature. Am J
plena (1 mg/kg/día), seguida de una reducción gradual durante Ophthalmol 2001;131:647–52.
un período de 2-3 meses. Si es necesario, es posible seguir con una [10] Allegri P, Rissotto R, Herbort CP, Murialdo U. CNS diseases and
dosis de mantenimiento de 5 mg/día durante varias semanas. El uveitis. J Ophthalmic Vis Res 2011;6:284–308.
recurso a los inmunosupresores sólo estará indicado en las formas [11] Goda C, Kotake S, Ichiishi A, Namba K, Kitaichi N, Ohno S. Clinical
refractarias [29] . features in tubulointerstitial nephritis and uveitis (TINU) syndrome.
En la enfermedad de Behçet, la corticoterapia sistémica, que Am J Ophthalmol 2005;140:637–41.
puede usarse para superar una crisis, no siempre constituye el [12] Bodaghi B. Les uvéites virales. J Fr Ophtalmol 2004;27:528–37.

EMC - Tratado de medicina 7


E – 6-0225  Uveítis

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H. Zeghidi.
Ramsay Générale de Santé, Clinique les Martinets, 92500 Rueil-Malmaison, France.
Service d’ophtalmologie, Hôpital Lariboisière, 2, rue Ambroise-Paré, 75010 Paris, France.
P. LeHoang.
B. Bodaghi (bahram.bodaghi@psl.aphp.fr).
DHU Vision et Handicaps, Service d’ophtalmologie, Hôpital Pitié-Salpêtrière, 47-83, boulevard de l’Hôpital, 75013 Paris, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Zeghidi H, LeHoang P, Bodaghi B. Uveítis. EMC - Tratado de medicina 2020;24(1):1-8
[Artículo E – 6-0225].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
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8 EMC - Tratado de medicina

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