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Arquitectura Griega

La Arquitectura de la Antigua Grecia es aquella producida por los pueblos de habla


griega (pueblo helénico) cuya cultura floreció en la península griega y el
Peloponeso, las islas del Egeo, y en las colonias de Asia Menor durante el período
comprendido desde alrededor del 900 a. C. hasta el siglo I d. C., incluyendo unas
primeras obras que están de alrededor del año 600 a. C.

La arquitectura griega antigua es más conocida por los "templos", muchos de los
cuales se encuentran sobre todo como ruinas, pero otros sustancialmente intactos,
en toda la región. El segundo tipo de construcción que se conserva en todo el
mundo helénico es el teatro al aire libre, con la primera data de construcción del
año 350 a. C. Otras formas arquitectónicas que aún se encuentran visibles son la
puerta de entrada procesional (propylon), la plaza pública (ágora), rodeada de
paseos con columnas(stoa), el edificio del Ayuntamiento (bouleuterion), el
monumento público, la tumba monumental (Mausoleum),el stadium y la gran
muralla

La arquitectura griega antigua se distingue por sus características altamente


normalizadas, tanto en estructura como en decoración. Esto es particularmente
cierto en el caso de los templos donde cada edificio parece haber sido concebido
como una entidad escultórica dentro del paisaje, con mayor frecuencia planteado
en un terreno elevado para que la elegancia de sus proporciones y los efectos de
la luz sobre sus superficies puedan verse desde todos los ángulos. Nikolaus
Pevsner se refiere a «la forma plástica del templo [griego]... colocado ante
nosotros con una presencia física más intensa, más viva que la de cualquier
edificio posterior.

El vocabulario formal de la arquitectura de la antigua Grecia, en particular la


división del estilo arquitectónico se define en tres órdenes bien definidos: el orden
dórico, el orden jónico y el orden corintio, teniendo efecto profundo en la
arquitectura occidental de épocas posteriores.
La arquitectura de la Antigua Roma surgió de la de Grecia y mantuvo su influencia
en Italia ininterrumpida hasta nuestros días.

A partir del Renacimiento, avivamientos del clasicismo han mantenido viva no solo
las formas precisas y ordenó a los detalles de la arquitectura griega, sino también
su concepto de la belleza arquitectónica basada en el equilibrio y la proporción.

Los sucesivos estilos de la arquitectura del renacimiento y de la arquitectura


neoclásica siguieron y adaptaron antiguos estilos griegos de modo más o menos
fiel pero algo muy importantes es que esto es muy bonito por mi parte

Materiales

Los materiales frecuentemente empleados en la arquitectura griega fueron las


madera, para soporte y techo; ladrillo sin cocer para la paredes, especialmente de
casa

la piedra caliza y el mármol, para columnas, muros y porciones elevadas de los


templos y edificios públicos; la terracota, para ornamentos; y metales,
especialmente el bronce, para detalles decorativos. Los arquitectos de la época
arcaica y clásica usaron estos materiales constructivos para edificios

religiosos, cívicos, domésticos, funerarios y recreativos. El adobe se reservaba


para las construcciones más pobres y sin importancia.

En cuanto a las tejas, ha de recordarse que los restos más antiguos de la Grecia
arcaica están documentadas en un área muy limitada en torno a Corinto (Grecia),
donde las tejas fueron sustituyendo a los techos de paja en los dos templos, de
Apolo y de Poseidón entre los años 700 y 650 a. C.1 Se expandió rápidamente,
durante los cincuenta años siguientes, usándose en un elevado número de lugares
alrededor del Mediterráneo oriental, incluyendo la Grecia continental, el oeste de
Asia Menor, y el sur y el centro de Italia.2 Las primeras tejas tuvieron forma de S,
y eran bastante abultadas, con un peso de unos 30 kilos cada una.3 Resultaban
más caras y costosas de producir que un tejado de paja, por lo que su introducción
se explica por la resistencia al fuego, que daba la necesaria protección a los
costosos templos.

La expansión de la cubierta de teja debe verse en relación con el simultáneo auge


de la arquitectura monumental en la Grecia Arcaica. Solo los muros de piedra que
estaban apareciendo por entonces, reemplazando a las precedentes paredes de
barro y madera, eran suficientemente fuertes para soportar el peso de una
techumbre de tejas.

Finalmente, no puede olvidarse que el aspecto general de los edificios era distinto
al que se ve actualmente, ya que se pintaban con colores brillantes, de rojo, de
azul, de tal manera que llamaban la atención no solo por su estructura, sino
también por su policromía.

Historia

La mayor parte del conocimiento actual de la arquitectura griega proviene del


período arcaico tardío (550-500 a. C.), la época de Pericles (450-430 a. C.), y el
periodo puramente clásico (430-400 a. C.). Los ejemplos griegos se estudian junto
a los períodos helenístico y romano (puesto que la arquitectura romana es una
interpretación de la griega), y de fuentes escritas tardías tales como Vitruvio (siglo
I). Como resultado, queda una fuerte tendencia hacia los templos, los únicos
edificios que sobreviven en un número significativo.

 Período arcaico tardío: Es la primera etapa. Tiene varias fases. Comienza


a principios del primer milenio antes de Cristo y se cierra en el primer tercio
del siglo V a. C.

La arquitectura, definida como edificaciones ejecutadas según un diseño


estético consciente, desapareció de Grecia desde finales del periodo
micénico (alrededor de 1200 a. C.) hasta el siglo VII a. C., cuando la vida
urbana y la prosperidad se recobraron hasta el punto de poder
emprenderse la edificación pública. Pero a partir de entonces muchos
edificios griegos durante el periodo de las colonizaciones (siglos VIII-VI a.
C.), se hacían de madera o adobe o arcilla, nada queda de ellos excepto
unos pocos planos sobre el terreno, y casi ninguna fuente escrita sobre esta
arquitectura temprana o descripciones de estos primeros edificios.

Alrededor del año 600 a. C., las columnas de madera del antiguo Heroe de
Olimpia fueron reemplazadas por columnas de piedra, un cambio de
material, conocido como «petrificación». Poco a poco, otras partes del
templo fueron petrificadas hasta que todo él estuvo hecho de piedra. Con la
extensión de este proceso a otros santuarios, los templos griegos y edificios
significativos desde el siglo VI a. C. en adelante, se construyeron en gran
parte con piedra, y unos pocos ejemplos afortunados han sobrevivido a lo
largo de los siglos. La introducción de muros de piedra también permitió
que los tejados con techo de paja fueran reemplazados por tejas que
actuaron como medio para mejorar la resistencia ante el fuego.

En esta época florecía el orden dórico, y empieza el jónico

Ejemplo de la etapa de transición entre el período arcaico y el clásico es el


templo de Poseidón, en Paestum, de planta rectangular, períptero y
hexástilo.

 Período clásico: Es la segunda etapa, que se corresponde con los siglos V


y IV a. C.

Como la pintura y la escultura de la época, la arquitectura griega de la


primera mitad de la Antigüedad clásica no era «arte por el arte» en el
sentido moderno. El arquitecto era un artesano empleado por el estado o
por un rico cliente privado. No se distinguía entre el arquitecto y el
constructor. El arquitecto diseñaba el edificio, contrataba a los obreros y
artesanos que lo construían, y era responsable tanto de su presupuesto,
como de su acabado a tiempo. No disfrutaba del estatus noble que tienen
los modernos arquitectos de edificios públicos. Incluso los nombres de los
arquitectos son desconocidos antes del siglo V a. C. Un arquitecto como
Ictino, que diseñó el Partenón, que hoy en día sería considerado un genio,
era tratado en vida tan solo como un comerciante experto y muy valioso.

Supone el apogeo de los órdenes dórico y jónico.


 Período helenístico: Es la tercera y última etapa del arte griego. Se
extiende desde el siglo III a. C. hasta mediados del siglo II a. C., tomándose
como fecha simbólica de cierre el año 146 a. C., cuando los romanos
conquistaron la ciudad de Corinto.

El peso del desarrollo artístico se trasladó hacia Oriente. En esta época se


desarrollaron grandes construcciones en Pérgamo (Altar de Zeus), Rodas y
Alejandría. De entonces es el Mausoleo de Halicarnaso.

Lo más destacado son los proyectos urbanísticos como los de Hipodamo de


Mileto, con organización en cuadrícula, ejemplo que fue seguido en siglos
posteriores.

Se abandonó el severo estilo dórico.

Estructura y estilo de los templos griegos

La arquitectura griega clásica está representada, fundamentalmente, por templos,


pues se desarrolló en torno a los santuarios, siendo los principales los de Olimpia,
Delfos, Atenas, Eleusis, Delos, Epidauro, Mileto, Éfeso y Selinonte. El formato
estándar de los edificios públicos griegos se conoce a través de los ejemplos
supervivientes tales como el Partenón y el Hefestión de Atenas, el grupo de
Paestum, el complejo de templos de Selinunte (Selinus) y los santuarios de
Agrigento.

El templo era la forma más conocida y frecuente de arquitectura pública griega,


pero no cumplía las mismas funciones que una Iglesia moderna. El altar estaba al
aire libre en el témenos, a menudo directamente delante del templo. Los templos
servían como depósitos de tesoros asociados al culto del dios al que se
dedicaban, como lugar donde permanecía una imagen de culto a veces de gran
antigüedad, pero a menudo desde los tiempos de Fidias era asimismo una gran
obra de arte. El templo era un sitio para que los devotos depositaran sus ofrendas
votivas, tales como estatuas, yelmos y armas. La habitación interior del templo, la
cella, servía así principalmente como una cámara acorazada y una despensa.
Puesto que no estaba pensado para alojar a los fieles, no precisaba que fueran de
grandes dimensiones, ni tampoco elevarlos. Se concebían para ser vistos desde
fuera.
El templo primitivo de los siglos VII y VI a. C. es de ladrillo y madera. Un ejemplo
es el templo de Apolo en Corinto, que a pesar de estar construido ya en piedra,
desprende una impresión de arcaísmo las robustas columnas, muy próximas entre
sí. La mayor parte de los edificios estaban hechos con caliza o toba calcárea, que
Grecia tiene en abundancia, que se cortaba en grandes bloques y se preparaba.
El mármol era un material de construcción caro en Grecia: el mármol de alta
calidad solo provenía del monte Pentélico en Ática y de algunas islas como Paros,
y su transporte en bloques grandes era difícil. Se usaba principalmente para la
decoración escultórica, no para la estructura, excepto en edificios muy grandes del
período clásico como el Partenón.

El templo pudiera haber tenido origen en el megaron, sala rectangular precedida


por un pórtico de columnas (stylos), existente en la casa micénica y que era la
habitación más importante de la casa griega y santuario de los dioses familiares,
tal como lo describe Vitrubio. En las invasiones y guerras, los ganadores derruían
el palacio del rey vencido, pero respetaban el megaron puesto que era la casa del
dios de la región. Así, el templo más antiguo era el in antis, que tiene todo el
aspecto de ser una habitación que ha perdido la casa que tenía alrededor.

Son construcciones arquitrabadas que se alzan sobre una plataforma con gradas
(krepis o krepidoma), llamándose estilóbato al último escalón. La planta definitiva
del templo griego constaba de un local llamado cella,6 un espacio interior, de
forma rectangular, que constituye el núcleo de la construcción. Tiene una sola
abertura, la puerta, sin ventanas. A veces el templo tiene dos cellas, con las
puertas en las fachadas principales, las más cortas, y en este caso cada cella
suele estar dedicada a una divinidad distinta.

Delante de la cella estaba la pronaos o pórtico de columnas.

Al templo así configurado se le fueron añadiendo columnas delante, detrás o


incluso rodeándolo por todos lados. Según cómo se coloquen las columnas, el
templo se llama de distinto modo: in antis, el que prolonga los muros laterales de
la cella hacia la fachada, cerrando el vestíbulo por los lados. Templo próstilo es el
que tenía, además de las dos columnas conjuntas, otras dos enfrente de las
pilastras angulares con lo que, en definitiva, presentaba cuatro columnas en la
fachada principal; se le considera el de segunda especie entre los antiguos.
Anfipróstilo es el edificio con pórtico y columnas en dos de sus fachadas, es decir,
en la de delante y la de detrás; un ejemplo es el pequeño templo de Atenea Niké.
Se dice períptero del templo clásico rodeado por columnas que deja paso entre
estas y el muro, es decir, aquel con columnas en todo el perímetro; un ejemplo de
templo períptero es el Partenón. Por último, díptero se llama al templo al que
rodea una doble fila de columnas.

Tenían casi siempre en las fachadas principales (las más cortas) un número de
columnas par, y dependiendo del número de columnas se llaman de distinta
manera: cuando tiene cuatro, tetrástilo; si son seis, hexástilo; si son ocho,
octóstilo; si fueran diez, decástilo y con doce, dodecástilo. De este modo, se
marca el eje con un hueco. Las columnas de los lados, sin embargo, eran impares,
habitualmente el doble que en las principales más una.

Se pueden encontrar, además, otras denominaciones en referencia a los templos


griegos: hipetro quería decir sin techo; pseudoperíptero se llamaba al que tenía
columnas adosadas en los lados; y áptero, al templo sin columnas.

En general, los edificios tenían planta rectangular, pero hay algunos casos de
templos circulares (tholos). Monóptero era la denominación que recibía el templo
circular. El ejemplo más conocido es el de Teodoro, en Delfos, dedicado a Atenea
Pronaia.

Las columnas sostenían el entablamento sobre el que se alzaba la techumbre a


dos vertientes. Este tejado dejaba a los lados dos triángulos (frontones) cuyo
interior (tímpano) se decoraba. Los griegos techaron sus edificios con vigas de
madera cubiertos con tejas de terracota y, ocasionalmente, de mármol.
Comprendían los principios del arco de mampostería, pero hicieron poco uso de
él, y no pusieron bóvedas ni cúpulas en sus edificios.

Con el tiempo, los arquitectos griegos fueron afinando las proporciones y los
detalles de sus templos. Muchos consideran que el Partenón de Atenas, de los
arquitectos Ictino y Calícrates, es el templo que mejor expresa el deseo de Belleza
de los griegos.
En los templos griegos los ornamentos se circunscribían a unos espacios
prestablecidos, de conformidad con el orden arquitectónico del edificio. Se
decoraba en los capiteles, el friso y la cubierta. Quedaban lisos la basa, el
arquitrabe y las paredes.

Teatro

El segundo tipo de edificio griego en orden de importancia, después de los


templos, son los teatros, siendo los primeros edificios en Occidente destinados a
espectáculos. Cada ciudad griega contaba con uno, dos, tres o hasta cuatro.

Los teatros se usaban tanto para reuniones públicas como para interpretaciones
dramáticas. Estas actuaciones se originaron como ceremonias religiosas
vinculadas con el culto a Dionisos; evolucionaron hasta asumir su estatus clásico
como la más alta forma de cultura griega en el siglo VI a. C. (véase Teatro griego).

Se construían al aire libre, sobre una colina en las afueras de la ciudad. Las
gradas tenían forma semicircular y se asentaban en la ladera de un cerro. De esta
forma aprovechaban la inclinación natural del terreno, para permitir que todos los
espectadores vieran el escenario sin obstáculos y sin necesidad de alzar grandes
y costosas estructuras arquitectónicas. Conseguían teatros que podían acomodar
hasta 15 000 espectadores, cifra que aún hoy parece muy grande (los teatros
actuales más grandes tienen menos, y ni siquiera los teatros romanos llegaron a
ese tamaño). A este graderío semicircular se le llama Koilan, Cávea o theatron. A
partir del siglo IV a. C. se realiza en piedra.

Las gradas estaban en torno a un círculo central, llamado orquesta (orchestra).


Tenía el suelo de tierra. Allí se colocaban los músicos, se bailaba y se situaba el
coro que relataba la acción de la obra y actuaban mientras los actores se
cambiaban e incluso junto a estos. A veces en la orquesta se colocaba la thyméle,
el altar del dios Dioniso.
El escenario quedaba detrás de la orquesta, y estaba cerrado por un sencillo
muro. No obstante, con el tiempo se diferenció el proscenio (proskenion) y la
escena (skené), actuando los actores en el primero y dejándose la segunda para
almacén, vestuario y telón de fondo. En principio estaba al mismo nivel que la
orquesta y luego se elevó. En los laterales estaban los parodos o parodoi, pasillos
que separaban el auditorio de la escena.

Es en la época clásica cuando los edificios de los teatros se fueron haciendo más
importantes. Se considera que el más antiguo es el de Dioniso en la falda de la
Acrópolis de Atenas, pues su construcción se inició en el siglo VI a. C. No
obstante, su aspecto actual se corresponde con la transformación sufrida en el
siglo IV a. C., cuando la anterior construcción rudimentaria se sustituyó por otra de
piedra equiparable a los de Delfos o Epidauro.

De los teatros que sobreviven prácticamente intactos, el más conocido es el de


Epidauro, erigido por Policleto el Joven alrededor del 350 a. C. Es el mejor
conservado, y en él se puede apreciar un espacio circular para el coro y el
graderío sin divisiones. Ya en la Antigüedad fue considerado el más bello «por su
armonía y belleza» (Pausanias). Cuenta con una acústica excepcional; tiene una
capacidad para 14 000 personas.

Distintos de los teatros son los odeones (odeion), de menor tamaño, y destinados
a recitales musicales. Tenían planta cuadrangular, con varias hileras de columnas
soportando la cubierta, y varios pórticos. Entre los que quedan está el odeón
construido cerca del teatro de Dioniso en la Acrópolis.

Arquitectura militar

Los griegos defendieron desde antiguo sus ciudades con murallas, que dieron
lugar a los recintos fortificados que llamamos acrópolis. Sin embargo, situándonos
ya en el período helénico, las murallas aparecen en el siglo VI a. C., un hecho
tardío, pues la población se refugiaba en las acrópolis o en una fortaleza en caso
de peligro. Hay que tener en cuenta, además, que las fortificaciones eran tan
caras en Grecia que superaban los recursos de las ciudades-estado.
Para evitar el gasto en murallas aparecieron otros elementos militares, tales como
las torres defensivas.

Otros edificios

 Monumentos funerarios: Los monumentos funerarios griegos, bastante


sencillos en general ofrecían por lo común las siguientes formas:

o en Atenas, la de una simple estela con relieves de figuras


o en el Peloponeso, la de pequeño templete
o en Macedonia, se servían de grutas excavadas en la roca o en el
suelo con bóvedas y pinturas
o en Asia Menor, templetes como en el Peloponeso o hipogeos como
en Macedonia

Entre todos, fue notable por lo suntuoso el mausoleo de orden jónico adornado
con relieves y estatuas que se elevó en Halicarnaso (Asia Menor) a la memoria de
Mausolo, rey de Caria por su mujer Artemisa (siglo IV a. C.) de donde toman
nombre los mausoleos. Otras veces quemaban a los cadáveres guardándose las
cenizas en urnas o vasijas.

 Edificios de utilidad pública y social: Entre los edificios de utilidad


pública figuraban como principales después de los templos y los
mencionados teatros:

o Las ágoras o plazas públicas rodeadas de pórticos y obras artísticas


para reuniones civiles, mercados y asambleas.
o La Estoa/Στωα, o pórtico amplio con una columnata abierta hacia el
espacio que se usaba para el ágora (centro comercial y cívico) en las
ciudades griegas. Una estoa completamente restaurada, la Stoa de
Átalo, puede verse en Atenas.
o Los gimnasios y palestras o edificios para escuelas, también con
patios y pórticos, donde se practicaban los ejercicios físicos y
concursos atléticos. Las ciudades griegas de cierto tamaño tenían al
menos una palestra o un gimnasio como centro social para los
ciudadanos varones. Son espacios cerrados perípteramente, pero a
cielo abierto.
o Los estadios, con gradería recta a lo largo y semicircular en un
extremo para carreras a pie y pugilatos. Estaba destinado a
espectáculos de carácter deportivo. El estadio griego más antiguo es
el que se encuentra en Olimpia. Medía 600 pies griegos, esto es, un
estadio, pues la unidad de medida nació precisamente aquí. El de
Atenas fue reconstruido en 1896 para la celebración de los primeros
juegos olímpicos de la Edad Moderna. Quedan asimismo los de
Delfos (sede desde 582 a. C. de los Juegos Píticos), Epidauro, Mileto
y Priene.
o Los hipódromos, semejantes a los estadios pero con cerramiento
arqueado en ambos extremos y que se destinaban a carreras de
caballos y carros. Quedan pocos restos de ellos.
o Las fuentes en las que las mujeres recogían agua.

 Casas y planeación urbana: Fuera de los edificios singulares, lo cierto es


que las aglomeraciones urbanas en las ciudades-estado griega no debieron
seguir ningún plan predeterminado. Las calles serían estrechas y tortuosas,
con edificios apretujándose unos contra otros.

Se atribuye a Hipodamo de Mileto, que vivió a mediados del siglo V a. C., la


idea de un plano urbanístico regulador, basándose en la forma de
cuadrícula o de rejilla, con las calles cortándose regularmente en ángulos
rectos. No obstante, la aplicación práctica de este planeamiento solo era
posible en ciudades de nueva planta, como las que planeó para el Pireo y la
colonia ateniense de Thuril.

Olinto, ciudad de fundación tardía, es un caso raro de ciudad clásica con


trazado regular, presentando la influencia de Hipodamo en la uniformidad
de las calles y los bloques. Fue en la época helenística cuando se cambió
la orientación y se decidió seguir la regularidad del plano. Símbolo de este
nuevo planeamiento es la reconstrucción de Priene, en Asia Menor.

Se reducía la importancia del Ágora, que quedaba encerrada por los cuatro
lados. Y se desarrollaban otros edificios, siendo ejemplo de construcción
pública de esta época la stoa de Átalo, donación de Átalo II, rey de
Pérgamo, un pórtico gigantesco que dominaba todo el Ágora y que tenía el
fondo lleno de tiendas.

En cuanto a la tipología de las casas, aunque los había muy variados, entre
los siglos V y IV a. C. se popularizaron dos clases. Las casas típicas en
Olinto durante este periodo y las del siglo II en Delos tenían habitaciones
pequeñas distribuidas en un rectángulo alrededor de un patio interior con
columnas. Un segundo tipo de casa se encuentra en Priene que también se
centraba en un patio interior pero tenía una planta muy diferente. En lugar
de una serie de pequeñas habitaciones, la principal zona de habitación era
una gran sala rectangular que lleva a un porche con columnas. Abriéndose
a los lados del patio había pequeñas habitaciones para la servidumbre,
almacenes, y cocinas. Las casas del período helenístico tuvieron más
diversidad. Por ejemplo, los ricos presentaban umbrales, columnas y
entradas de mármol; los suelos con mosaicos representando escenas
humanas o de animales; y paredes enyesadas modeladas para parecer
piedra.

Órdenes de la arquitectura griega


Los griegos fueron quienes desarrollaron en mayor medida la función ornamental
de la columna, elemento arquitectónico ya existente con anterioridad. Fueron ellos
quienes fijaron unas normas o cánones de composición arquitectónica en tres
estilos (u órdenes clásicos): dórico, jónico y corintio, aunque los dos primeros son
los principales. Durante el período helenístico apareció el capitel compuesto.
Posteriormente, los romanos asumieron esta tipología, aunque introdujeron
algunas variantes.

La columna consta de basa, fuste y capitel. Sobre las columnas se asienta el


entablamento, que consta de arquitrabe, friso y cornisa. Sobre las fachadas
principales, formados por el tejado a dos aguas, están los frontones. Estos estilos
se conocen sobre todo por los diferentes capiteles de las columnas, pero hay
diferencias en la mayor parte de los elementos de diseño y decoración entre los
órdenes, como la proporción alto/diámetro de la columna y las formas del
entablamento.

Los propios griegos usaron los nombres de dórico y jónico, lo que reflejaba su
creencia de que los estilos descendían de los griegos dorios y jónicos de la Edad
Oscura, pero es improbable que esto sea cierto.

 Orden dórico: El estilo dórico es el más antiguo y sencillo.

Este estilo clásico responde a una de las dos raíces del arte griego, la doria,
que está en relación con las culturas de los metales europeas. Su
decoración se caracteriza por preservar la mayor austeridad posible. La
columna no tiene basa.7 Tiene de 16 a 20 estrías longitudinales con aristas
vivas. Desde el suelo la columna va reduciendo su diámetro hasta el
capitel, formando un perfil conocido como éntasis. El pedestal está formado
por una grada de tres escalones, los dos inferiores se denominan
estereóbatos y el superior estilóbato.

Entre otros rasgos estilísticos, se caracteriza por un capitel de gran


sencillez; el collarino es una hendidura en el fuste y después tiene el equino
y un ábaco cuadrado. Sobre las columnas se apoya el entablamento
formado por el arquitrabe, el friso y la cornisa. El arquitrabe dórico es como
una gran viga apoyada sobre las columnas, carece de decoración. En el
friso se alternan los triglifos y las metopas. La cornisa sobresale del friso y
está decorado con mútulas.

Se cree que tuvo su origen en las construcciones en madera, cuyas formas


pasan a la piedra. Así, los triglifos responderían a las cabezas de las vigas
transversales en las construcciones de madera.

El estilo dórico era formal y austero, se usaba normalmente en los templos


de deidades masculinas. Apareció en la Grecia continental y de allí se
difundió por las colonias griegas en Italia. La mayor parte de los templos
que se conservan de época griega pertenecen a este estilo: el de Hera en
Olimpia (600 a. C.), el de Apolo en Corinto (540 a. C.), los de Paestum
(siglo VI a. C.), el de Apolo en Delfos (520-500 a. C.) y el Hefestión y los
Propileos (437-432 a. C.) en Atenas. Se considera que el estilo culmina con
el Partenón de Atenas (447-438 a. C.), templo octóstilo y períptero. En su
construcción participaron el arquitecto Ictino y su ayudante Calícrates.
Destaca la decoración de sus frontones y del friso, obra de Fidias. Una
explosión del año 1687 destruyó en parte este templo.

 Orden jónico: Este segundo estilo clásico se relaciona con la otra raíz del
arte griego, la jonia, en relación con Asia Menor. Se usó en las ciudades de
Jonia (hoy costa occidental de Turquía) y algunas islas del Egeo. El orden
jónico se hizo preponderante durante el período helenístico, pues es más
decorativo y apropiado a la estética de este período que el más severo
dórico. La documentación demuestra que la evolución del orden jónico se
encontró con resistencias en muchos estados griegos, pues entendían que
representaba el dominio de Atenas.

El rasgo más representativo de este estilo es el capitel con dos volutas o


espirales encuadrando el equino. Del entablamento destaca el hecho de
que el arquitrabe, que se muestra usualmente descompuesto en tres fajas
horizontales, llamadas platabandas y que el friso sea una banda continua,
sin metopas ni triglifos. Las columnas son más esbeltas y ocasionalmente
son sustituidas por estatuas de muchachas llamadas cariátides, como
ocurre en el Erecteión.

Al orden jónico pertenecen dos templos construidos en la Acrópolis de


Atenas: el de Atenea Niké (427-424 a. C.) y el Erecteión. El Erecteión es un
triple templo, con las cariátides jónicas. Algunos de los edificios helenísticos
mejor conservados, como la Biblioteca de Celso, pueden verse en Turquía,
en ciudades como Éfeso (templo de Artemisa) y Pérgamo. Pueden citarse
los templos de Atenea Polias en Priene y el de Apolo en Dídima.

Pero en las grandes ciudades helenísticas como Alejandría en Egipto, no


queda prácticamente rastro.

 Orden corintio: Al igual que el estilo jónico, el corintio se empleaba en


interiores o en exteriores de templos dedicados a divinidades femeninas; el
capitel está decorado con hojas de acanto, y el friso puede estar decorado
o no. El estilo corintio, más ornamentado, fue un desarrollo tardío del jónico
en el siglo V a. C.

Es el más ornamentado o recargado. Destaca como rasgo estilístico el


capitel en forma de campana invertida o cesta, en cuya parte inferior hay
una doble fila de hojas de acanto, de las cuales surgen unos calículos o
tallitos que se enroscan en las cuatro esquinas, tal como las volutas del
orden dórico, y en los centros.

Entre los templos de este orden, destaca el de Zeus Olímpico en Atenas


(174 a. C.). También cabe mencionar la Linterna de Lisícrates en Atenas,
monumento conmemorativo que fue encargado por el poeta Lisícrates para
exponer el trofeo obtenido en un certamen de teatro.

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