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UNAH

Psicología
Por. Edy Martinez

LE DAMOS LA
BIENVENIDA

El TDAH es una
TDAH condición
El TDAH caracteriza a la neuropsiquiátrica con
etiología multifactorial y
persona que lo padece
de inicio en la infancia,
por presentar síntomas de
caracterizado por la
hiperactividad,
dificultad para poner
impulsividad y
atención, hiperactividad
dificultades de atención
y/o impulsividad que
puede persistir hasta la
edad adulta, impactando
diferentes áreas como la
COMO MANEJARLO académica, laboral y
social.
El tratamiento es integral,
personalizado y multidisciplinario.
El tratamiento debe ser adecuado a
las necesidades y características
específicas de cada uno de los
pacientes. Después de realizar un
adecuado diagnóstico se deben
identificar los síntomas clave para
que se pueda establecer de forma
adecuada la directriz terapéutica a
seguir.

ALBUM DE TECNICAS
Un pequelo recurso de como
utilizar las tecnicas adecuadas
para los niños con deficit de
atencion e hiper actividad
ALBÚM
Manejo de niños con TDAH
Introducción
¿Qué es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad? El Trastorno por

Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico

y del neurodesarrollo que se diagnostica en la infancia, aunque puede persistir

en la vida adulta, y que se caracteriza por presentar síntomas de hiperactividad

(actividad motora excesiva a lo esperado para la edad y desarrollo),

impulsividad (actúan sin reflexión previa) y dificultades de atención2 . Tiene

una base genética y es de naturaleza crónica. Se ha considerado un “trastorno

neurobiológico” porque se cree que puede existir un funcionamiento alterado

de algunas zonas del cerebro. Existen hipótesis de trabajo sobre el desarrollo

neurológico, que proponen que en el TDAH se da un retraso en la maduración

cerebral, apoyado en las características anatómicas del cerebro (grosor de la

materia gris del cerebro)3 . Otros investigadores han abierto líneas de

investigación que parten de la hipótesis en la que el cerebro, organizado

funcionalmente en redes a gran escala, sus conexiones dentro y entre dichas

redes, mostrarían patrones característicos de maduración con un retraso de ésta

respecto a cohortes de personas sin diagnóstico de TDAH4 . El TDAH debe ser

abordado por la familia, los profesionales del campo educativo y por

especialistas clínicos (neuropsiquiatría, neuropsicología, psiquiatría, pediatría,

psicología). Se identificará como un trastorno cuando estos síntomas o los

2
comportamientos que se deriven se observen con mucha mayor frecuencia e

intensidad que en los niños/adolescentes de igual edad e interfieran en la vida

cotidiana en casa, la escuela y su entorno en general2 . Destacar que en personas

con TDAH, puede existir un predomino de síntomas sobre otros o incluso

coexistir. Cuando el predominio de manifestaciones es la inatención, en la que

predomina la observación de un niño o niña inactiva, obediente, lenta,

aletargada y de respuestas tardías, puede influir negativamente a la hora de

hacer un diagnóstico precoz e instaurar un tratamiento eficaz, y que conlleven

a encontrarnos a una persona con ansiedad y baja autoestima y problemas de

socialización debido a su falta de iniciativa, pasividad o timidez5 . Existe la

teoría de que el TDAH es un trastorno del cerebro ejecutivo que provoca la

incapacidad para inhibir o retrasar las respuestas, para organizar y controlar la

atención, la conducta o sus emociones y para hacer frente a las demandas que

se le presentan6 . El cerebro ejecutivo es el encargado de medir las

consecuencias de los actos o pensamientos/respuestas de los demás, así como la

capacidad de concentración y focalización de la atención. Todo ello depende en

gran medida de los lóbulos frontales y, en concreto, de la zona prefrontal, centro

neurálgico del comportamiento. La inteligencia ejecutiva es la encargada de

recibir las propuestas, las ocurrencias, las presiones de la inteligencia

generadora, determinándolas y estableciendo comparaciones en función del

momento donde se encuentren7 . 26 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL

SNS El TDAH puede influir en el aprendizaje, en los problemas conductuales y

en los procesos adaptativos de los niños y niñas en edad escolar, influyendo en

el malestar del profesorado, de sus compañeros y de las propias familias. Una

de sus principales características es que las herramientas cognitivas del

alumnado con este trastorno no les permiten adaptarse al entorno; es decir, lo

que entendemos por inteligencia práctica o funcional8 . Quienes padecen este

trastorno desarrollan una intensa actividad motora, se mueven continuamente,

sin que esta actividad tenga un propósito; van de un lado para otro, pueden

comenzar alguna tarea pero inmediatamente la abandonan para empezar otra

que tampoco suelen acabar. Con frecuencia una buena parte de ellos se ven

inmersos en conflictos relacionados con sus iguales, con los deberes escolares,

con su comportamiento en casa, en el centro educativo o en el entorno. Como

consecuencia, su autoestima decae y sus expectativas de éxito escolar

disminuyen. Se ha demostrado la existencia de un cierto componente genético

en el TDAH, pero sin que se pueda establecer una relación causa-efecto directa.

La genética puede predisponer a padecer TDAH, pero no obligatoriamente.

Suelen encontrarse varios casos de TDAH en la misma familia y es muy común


que, en el caso de gemelos, ambos presenten los síntomas, lo cual apoya la

hipótesis genética9 . Sin embargo, hay que considerar que las familias no solo

comparten los genes, sino también otros factores ambientales clave; por

ejemplo, las pautas educativas y la alimentación. Los estudios en gemelos

idénticos muestran una elevada concordancia, pero no en todos los casos. Los

factores ambientales también pueden contribuir y algunos casos con TDAH

pueden deberse a lesiones del cerebro durante el embarazo y en los primeros

años de vida, originadas por distintos motivos: prematuridad, bajo peso al nacer

y consumo de tóxicos durante la gestación (en especial el tabaco y alcohol)10.

No se debe descuidar la alimentación en personas con TDAH. Es conveniente

que los profesionales de la salud enfaticen a la persona o a su entorno más

cercano, el valor de una dieta equilibrada, una buena nutrición y ejercicio

regular para niños, niñas, jóvenes y adultos con TDAH11. Para algunas

personas con TDAH, se ha observado que evitar bebidas y comidas con algunos

colorantes y/o conservantes artificiales, puede ayudarlas a controlar la

sintomatología. Se ha analizado la eficacia de una dieta con suplementos de

ácidos grasos omega 3 y 6 o con zinc sin que se hayan encontrado pruebas

científicas concluyentes sobre su eficacia. Por el contrario y, a partir de un

estudio realizado en escolares franceses con TDAH, se ha visto que, en aquellos

niños y niñas con bajos niveles de ferritina (sin alcanzar valores clínicos de

anemia), añadir a la dieta un suplemento de sulfato ferroso se asoció con una

reducción de síntomas de, al menos, 12 semanas12.

TRATAMIENTO Las sustancias estimulantes se han utilizado en el tratamiento

del TDAH desde que Bradley descubrió en 1937, que el sulfato de anfetamina

(Benzedrina) era eficaz para aumentar la atención y la persistencia en las tareas

de tipo escolar, y para reducir otros síntomas típicos del TDAH. Durante los

años 60 el uso de la medicación estimulante en el tratamiento del TDAH

aumenta extraordinariamente y se multiplica el número de estudios sobre su

utilización y eficacia (DuPaul y Barkley, 1990). Los primeros trabajos con otras

alternativas de tratamiento no aparecerán hasta la década de los 60, unos treinta

años después del descubrimiento de Bradley. Estos trabajos, que utilizaban

técnicas conductuales, se centraban, en un primer periodo, en el empleo de

instrumentos manuales o mecánicos que proporcionaban refuerzo contingente

a la aparición de las conductas deseadas. En un segundo periodo se emplean

técnicas de intervención como el refuerzo social, el modelado, la economía de

fichas o programas de refuerzo en casa. En los años 70 los estudios de

tratamiento se ocuparon, sobre todo, de estudiar la eficacia, conjunta o por

separado, de los tratamientos conductuales y farmacológicos. Del conjunto de


estos estudios se puede deducir que: 1. Los tratamientos combinados

(medicación más terapia conductual) son más eficaces, y su efecto conjunto

supera al de cada uno de ellos por separado.

2. La medicación estimulante es más barata y es tan eficaz como las técnicas de

manejo de contingencias, economías de fichas o coste de respuesta para reducir

la frecuencia e intensidad de los síntomas del TDAH (Rapport, 1992). Durante

la década de los 80, el interés se desplaza hacia los aspectos epidemiológicos y

de clasificación diagnóstica del trastorno. En el área del tratamiento

predominan los trabajos que estudian los efectos de la medicación, y de la dosis,

sobre un amplio abanico de conductas que incluyen habilidades sociales,

deportivas, académicas, aprendizaje o control de la agresión por ejemplo. Es en

esta época cuando aparecen, con fuerza, los tratamientos cognitivo-

conductuales. Finalmente, durante la década de los noventa y en el momento

actual, aunque la medicación estimulante sigue siendo uno de los tratamiento

de elección, las investigaciones analizan, sobre todo, la eficacia de programas

combinados o multicomponentes, ya que existe un acuerdo, casi unánime, de

que los niños con TDAH no pueden tratarse con una única forma de

intervención, y se necesitan tratamientos que combinen diferentes técnicas y

procedimientos (Hibbs y Jensen, 1996). En general, los objetivos de estos

tratamientos combinados son, en primer lugar optimizar la puesta en práctica

de las terapias cognitivo-conductuales, de modo que la administración inicial

de psicofármacos facilite su aplicación. En segundo lugar, disminuir los costes

y los efectos secundarios del tratamiento con estimulantes, en función que la

suposición de que las técnicas cognitivoconductuales pueden permitir la

reducción de las dosis y el tiempo de tratamiento. Por último, la pretensión es

manejar el mantenimiento y generalización de los resultados.


4.

TDAH

Terapias conductuales y cognitivo conductuales


Las terapias conductuales y cognitivo conductuales (TCC), técnicas habituales la “economía de fichas”, el refuerzo

parten de la consideración de que la mayor parte de las positivo, el tiempo fuera, la sobrecorrección y la extinción. El

conductas inadecuadas se adquieren, mantienen y cambian modelo cognitivo-conductual enfatiza el papel de las

según los mismos principios que regulan las conductas cogniciones, los pensamientos automáticos, distorsiones

adecuadas. Tanto unas como otras son principalmente, cognitivas y creencias desadaptativas. El uso de técnicas

aunque no exclusivamente, una consecuencia de la historia cognitivas está muy extendido en la intervención sobre los

de aprendizaje. Este se concibe en un sentido amplio e incluye síntomas del TDAH con niños/as. Como ejemplo, se utilizan

el condicionamiento clásico y operante, el modelado, la programas de entrenamiento autoinstruccional

transmisión de información y los procesos cognitivos (especialmente indicado para el programa cognitivo de niños

implicados178. La terapia de modificación de conducta, se impulsivos entre los 6 y 12 años180, técnicas de autocontrol,

basa en los condicionamientos operantes, es decir, el uso de inhibición de respuesta y de resolución de problemas. En

contingente de reforzadores y castigos. En las familias con los últimos años, se habla de la terapia de conducta de

hijos con TDAH se puede trabajar aspectos como el “tercera generación”, que adopta una perspectiva más

establecimiento de normas y límites, el entrenamiento en experiencial y opta por estrategias de cambio de carácter

hábitos positivos, la modificación de conductas indirecto. El objeto de estudio es el comportamiento en el

disruptivas179 y el entrenamiento en GUÍA DE PRÁCTICA contexto concreto en que se presenta. Esto supone ampliar el

CLÍNICA SOBRE LAS INTERVENCIONES TERAPÉUTICAS objetivo de análisis y centrarse más en la adaptación que en

EN EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON la constancia de una determinada forma de actuar181. Aboga

HIPERACTIVIDAD (TDAH) 131 conductas positivas. Son. por el uso de técnicas que aumenten la atención y la

concentración que podrían ser positivas para niños/as muy

impulsivos.

6
Técnicas
 Capacitación de los padres en terapia conductual.

 Manejo de la conducta en el aula.

 Intervenciones con pares centradas en la conducta.

 Capacitación en las habilidades organizativas.

 Combinación de tratamientos conductual.

Algunas recomendaciones con las que se puede


empezar serían:
• Asuman e interioricen que su hijo o hija tiene este problema. Si

se niega esto, el ambiente familiar

puede verse muy afectado, porque pueden estar

injustificadamente y de forma sistemática culpabilizando y

castigando a su hijo o hija, con la consecuente disminución de

autoestima que esto

conlleva.

• Tienen que intentar que el trastorno no se adueñe de sus vidas.

No son responsables del TDAH de

su hijo o hija, por lo tanto no favorece nada autoinculparse y

perder energía con ello. El TDAH es el

resultado de una disfunción en ciertas áreas del cerebro y en gran

medida su origen es genético.

Aunque el ambiente en el hogar puede hacer que los síntomas

del TDAH empeoren, el trastorno no

ha sido causado por una mala educación de los hijos o hijas o un

entorno familiar desorganizado.

• Aprendan todo lo que puedan sobre el TDAH. Los

profesionales sanitarios y educativos pueden

ofrecerles o aconsejarles dónde hay disponible información de

calidad sobre el diagnóstico y tratamiento del TDAH. También

podrán encontrar ayuda y asesoramiento de los profesionales y

otras

personas con experiencias similares que colaboran con

asociaciones de pacientes.

• Pueden colaborar activamente y de forma positiva para

disminuir los efectos negativos del trastorno

7
en su hijo o hija:

• Fomentando sus habilidades sociales para hacer amigos y

aprender a trabajar en cooperación

con los compañeros.

• Identificando las fortalezas o puntos fuertes que tiene. Ciertas

áreas como el deporte, la música

o la pericia con los ordenadores o actividades mecánicas y de

construcción pueden aumentar la

seguridad del niño o niña.

• Mostrando interés y asistiendo a las actividades en las que

participe (escolares, deportivas, artísticas, etc.), y reconociendo

ante los demás su esfuerzo y sus aportaciones.

• Aumentando su confianza expresándole cuanto le quiere y

mostrando su apoyo incondicional

ante sus dificultades.

• Potenciando su autoestima. Puede, por ejemplo, cambiar los

mensajes negativos por los positivos y ofrecerle la posibilidad de

que asuma responsabilidades dentro del hogar en actividades

con las que se sienta útil.

• Enseñándole a aceptar las limitaciones que pueda tener,

porque todas las personas tienen dificultades para algunas

tareas, al igual que todas tienen más capacidades para realizar

otras; y

que también es normal cometer errores.

• Aprendiendo a valorarlo como persona.

CONSEJOS PARA HACER VIDA MÁS FÁCIL


EN CASA CON UN HIJO O HIJA QUE TIENE
TDAH
• Puede unirse a una asociación de familiares o grupo de apoyo

para personas con TDAH. Puede encontrar más información

sobre el trastorno, así como el apoyo de otras personas que tienen

el mismo problema.

• Busque ayuda profesional, especialmente si se siente

deprimido, frustrado y agotado. Si le ayudan a sentirse mejor

anímicamente esto beneficiará a su hijo o a su hija también.


• Trabajar juntos para apoyar a su hijo o hija. Es importante que

todos los adultos que participan en el cuidado de su hijo o hija

(padres, madres. abuelos, abuelas, parientes y cuidadores)

trabajen juntos y se pongan de acuerdo sobre la forma de manejar

los problemas de conducta de su hijo o hija. Solicite información

o apoyo de un profesional, si es necesario.

• Aprenda sobre estrategias que puedan ayudarle a cambiar la

conducta para mejorar la relación con su hijo o hija.

• Averigüe si usted tiene TDAH. Una de las causas del trastorno

es generalmente hereditaria. Algunos padres y madres de niños

o niñas con TDAH descubren que ellos también tienen TDAH

cuando su hijo o hija es diagnosticado. Si es así, pueden necesitar

el mismo tipo de evaluación y tratamiento que han buscado para

aquellos. De esta forma, el esfuerzo se verá antes recompensado

porque quizás algunas estrategias de educación y organización

estén afectando negativamente el TDAH de los hijos o hijas.

Consejos para los padres


A continuación se incluyen ejemplos que pueden ayudar

con la conducta de su hijo:

 Cree una rutina. Trate de seguir el mismo horario

de actividades todos los días, desde el momento en

que se despierta hasta el momento de irse a dormir.

 Organícese. Anime a su hijo a colocar la mochila de

la escuela, la ropa y los juguetes en el mismo lugar

todos los días; de este modo, será menos probable

que el niño los pierda.

 Controle las distracciones. Apague la televisión,

limite el ruido y proporcione un espacio de trabajo

limpio cuando su hijo esté haciendo la tarea escolar.

Algunos niños con TDAH aprenden bien si están

en movimiento o escuchando música de fondo.

Observe a su hijo y vea qué funciona.

 Limite las opciones. Ofrezca pocas opciones para

elegir de modo que su hijo no se sienta abrumado

ni sobrestimulado. Por ejemplo, ofrézcale elegir


entre este conjunto de ropa o el otro, esta comida o

la otra, o este juguete o el otro.

 Sea claro y específico cuando hable con su

hijo. Hágale saber que lo está escuchando

mediante una descripción de lo que su hijo dijo. Dé

indicaciones claras y breves cuando el niño tenga

que hacer algo.

 Ayude a su hijo a planificar. Divida las tareas

complicadas en pasos más simples y cortos. Para las

tareas largas, comenzar con tiempo y hacer pausas

puede ayudar a limitar el estrés.

 Utilice metas y reconocimiento u otra

recompensa. Utilice una tabla para enumerar las

metas y registrar las conductas positivas, luego

hágale saber a su hijo que lo hizo bien diciéndoselo

o recompensándolo de otra manera. Asegúrese de

que las metas sean realistas, ¡los pasos pequeños

son importantes!

 Imponga disciplina de forma eficaz. En lugar de

alzar la voz o pegarle a su hijo, use tiempo fuera o

quítele privilegios como consecuencia de

comportamientos inapropiados.

 Cree oportunidades positivas. Hay ciertas

situaciones que a los niños con TDAH les pueden

resultar estresantes. Descubrir qué es lo que su hijo

hace bien y animarlo a hacerlo (ya sea en la escuela,

deportes, arte, música o juegos) puede ayudar a

crear experiencias positivas

 Proporcione un estilo de vida saludable. Es

importante ofrecer comida nutritiva, asegurarse de

que el niño haga mucha actividad física y de que

duerma lo suficiente; estas cosas pueden ayudar a

evitar que los síntomas de TDAH empeoren.


Actividades o Juegos
En este juego el niño debe tocar una campana en el momento en el que entre las cartas hay sobre la
mesa se encuentran cinco frutas iguales.

Deben ponerse en juego la atención y la concentración a partes iguales, de forma que el niño esté atento
a sus cartas y a la de sus compañeros para que en el momento que observe las cinco frutas, tocar el
timbre. Así mismo entra en juego la impulsividad y su control, el autocontrol del niño, para no
precipitarse a tocar el timbre antes de haber observado las cartas.
Con este juego de cartas se trabajan y entrenan la percepción visual, la asociación y la concentración.

En su desarrollo hay que encontrar uno o más Swish. Un Swish se crea apilando dos o más cartas de
manera que cada forma cuadren dentro de un contorno de igual forma y color. Hay que voltear, girar
y apilar mentalmente las cartas transparentes para hacer tantos Swish como pueda el niño. Cuantos
más se encuentren, más puntos se ganan.
Las habilidades de aprendizaje que se ponen en práctica con este juego son: razonamiento espacial,
concentración, atención, perseverancia y confianza.

En su desarrollo hay que ir moviendo las piezas del tablero, que en esta ocasión son camiones, para
conseguir liberar uno de ellos. Puede realizarse tanto de manera individual como por parejas o
pequeños equipos, de forma que se converse, discuta y decida en grupo qué movimientos son
necesarios para liberar el camión de helados.
Este juego desarrolla la mente de una forma divertida incrementando el razonamiento lógico y

desarrollando la percepción espacial y visual.

Es un juego de ingenio, con piezas de construcción en madera en 3D, que reta a encajarlas de manera

que se cree un camino para unir a un príncipe y a una princesa. Tiene tarjetas donde se plasman los

retos y las soluciones de cada uno de los cuatro niveles de dificultad que encontramos: principiante,

junior, experto y master.


Este juego es específicamente para niños pequeños, a partir de cuatro años y no más de 8,

aproximadamente.

Podemos asemejarlo a un bingo, donde desde un dispensador van apareciendo fichas con diferentes

números con las que completaremos los cartones que tienen cada uno de los niños. Existen dos

posibilidades, ya que por un lado encontramos figuras con adiciones (sumas) y por el otro figuras y el

nombre del número en ingles.

Se ponen en entrenamiento la percepción visual, la concentración, el control impulsivo y la atención.


Esta actividad de rehabilitación cognitiva para niños con TDAH trabaja principalmente la atención

selectiva. Los niños deben buscar entre un grupo de letras sólo la letra indicada. ¡No se pueden dejar

ninguna!

Para

reducir la hiperactivación de los niños con TDAH se pueden utilizar las técnicas de relajación.

Los niños, por lo general, tienden a la activación y al juego, pero también precisan de momentos de

relajación y calma, y más los niños que presentan el síntoma de la hiperactividad.


El bingo es una actividad muy adecuada para trabajar la atención, dado que le damos al niño una serie

de números que leemos en voz alta y él, con distintos cartones, debe centrar la atención para buscar si

tiene el número que ha sido extraído.

El ejercicio físico es una actividad muy buena para los niños con hiperactividad.

Incentiva a tu hijo a algún deporte que le interese y le permite interactuar con otros niños. Ejemplo: Ir

al parque, andar en bicicleta, andar en patines, jugar futbol, etc.


Bibliografia
Bibliografía
 (IACS), n. A. (2017). Guía de Práctica Clínica sobre las intervenciones terapéuticas en el trastorno por

déficit de atención con hiperactividad. Aragón: MINISTERIO DE SANIDAD, SERVICIOS

SOCIALES E IGUALDAD.

 Barria, C. a. (5 de Junio de 2017). Mentes Ágiles. Obtenido de https://medium.com/mentes-

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atenci%C3%B3n-con-hiperactividad-158aa263b34e

 Chávarri, C. (3 de marzo de 2014). TDAHYTU. Obtenido de

http://www.tdahytu.es/tag/consejos-para-padres-con-hijos-con-tdah/

 Josué Vásquez, Eva Marcela Cárdenas, Miriam Feria,. (2010). Guía clínica para el trastorno por

déficit de atención e hiperactividad. Mexico: Instituto nacional de psiquiatria Ramon de la Fuente.

 Orientación Andújar. (9 de septiembre de 2014). Obtenido de

https://www.orientacionandujar.es/wp-content/uploads/2014/09/TDAH-interesante-visual-y-

completa-infograf%C3%ADa-.jpg

 VALENCIA, J. B. (2007). EVOLUCIÓN EN LA ATENCIÓN, LOS ESTILOS COGNITIVOS Y EL

CONTROL.
Realizado por: Edy Samual Martinez Rodriguez
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