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Análisis y Formas Musicales

El Análisis Musical
Lo podemos definir como aquella parte del estudio de la música que toma como
punto de partida la música en sí misma, en vez de factores externos.

Las estructuras musicales, es decir, la organización más o menos lógica de los


distintos elementos de la música, son por tanto el centro de la indagación
analítica, y así se ha venido realizando en la mayor parte de los sistemas y
métodos analíticos desde la Edad Media hasta la actualidad.

Básicamente, se intenta responder a la pregunta “¿Cómo funciona la música?”,


de indudable importancia pedagógica (de hecho, el análisis surgió inicialmente
como herramienta para el aprendizaje de la composición) y que llevó al análisis
a convertirse en una disciplina autónoma y de una gran influencia durante el
siglo XX.

El “objeto” principal del análisis es la partitura (al menos en la música culta


occidental) y el objetivo último sería la voluntad del compositor. Por lo tanto
podríamos resumir diciendo que el analista tradicional examina la partitura para
comprender cómo, consciente o inconscientemente, el compositor construye la
obra.

Según la concepción tradicional el analista es una especie de “medium” que ayuda a:

•Aprender a componer (análisis aplicado a la composición)


•Interpretar mejor (análisis para la interpretación)
•Explicar mejor la música (análisis para el oyente/alumno)

Sin embargo, el análisis no se limita a esto. Se debe preocupar por la experiencia musical
también. Debe investigar la manera en que la música afecta a quien compone, interpreta
o escucha; los aspectos psicológicos y el significado de las obras. También se debe
entender el contexto histórico, social y cultural en los que la obra fue escrita.

El análisis puede orientarse a:


•El estudio del contexto (social, histórico, de técnicas compositivas o interpretativas,
etc.) de la obra.
•El proceso de composición de la obra.
•La labor del intérprete (análisis de la interpretación).
•La percepción del oyente (análisis psicológico).
•El significado musical (análisis semiótico o narrativo)
•La historia de la obra (análisis de la recepción).
Por lo tanto, el análisis musical es hoy una actividad muy diversificada y amplia, que
puede ser realizada por especialistas, pero también por intérpretes, musicólogos,
críticos y psicólogos, que tiene múltiples aplicaciones pedagógicas.

Modelo de Análisis de la Partitura de una Obra

El modelo describe en general “en vertical” un doble proceso que va de lo general


a la particular y de vuelta a lo general. Este proceso tiene cuatro fases, cada una
de las cuales tiene sus características particulares:

1) Fase de conocimiento de la obra: etapa “pre analítica”, pero esencial, dedicada


a tomar contacto con la obra por diferentes medios.

Dentro de esta fase debemos considerar realizar lo siguiente: audición y análisis


auditivo, lectura “silenciosa”, lectura analítica y datos musicológicos.

2) Análisis de la superficie musical, denominación que abarca la mayor parte de


las técnicas tradicionales de análisis de: la melodía, la armonía y la textura.

3) Síntesis analítica. Camino de vuelta de lo particular a lo general, situando cada


evento musical en su adecuada perspectiva por fases, distinguiendo qué es
estructura y qué es adorno en cada nivel.

4) Elaboración de conclusiones, fijando los resultados del análisis en distintos


formatos de carácter creativo (compositivo), divulgativo (interpretativo) o didáctico.

Modelo de Análisis para la Interpretación

El campo del análisis de la interpretación puede enfocarse desde distintos objetos,


que determinan distintas ópticas y herramientas.

1. Uso de grabaciones comerciales. Son especialmente útiles, ya que pueden


revelar cuestiones referidas a las diferentes tradiciones interpretativas.

2. Interpretación por parte de los alumnos. La interpretación en vivo,


comentada tanto por oyentes como por los propios intérpretes, permite
desarrollar mucho la conciencia interpretativa.

3. Estudio del proceso de construcción de la interpretación. La “pequeña


historia” de cómo la interpretación se va construyendo a través del proceso.
La Forma Musical

La forma musical se relaciona con la estructura de una obra, con su división en


diferentes partes y la exploración de las relaciones e interconexiones entre ellas.
El concepto de “estructura” o “forma” surge por lo tanto de las diferentes
articulaciones musicales.

Definimos por lo tanto la forma musical como la manera en la que interactúan las
diversas articulaciones de la melodía, la armonía y la textura, creando una
estructura jerarquizada de mayor o menor complejidad.

Para analizar la forma musical es necesario un proceso de segmentación y luego


un proceso de agrupamiento o estructuración de estos fragmentos.

Obra-Movimiento-Sección-Subsección (Período)-Frase-Semifrase-Motivo

Para entender las distintas formas es importante realizar esquemas formales. Los
esquemas formales son representaciones gráficas que nos permiten visualizar y
entender las obras de una manera simple, práctica y estructurada. Los esquemas
nos ayudan a representar formas binarias, ternarias, rondó y sonatas entre otras.

Elementos con función formal secundaria

-Introducción: material inicial de una obra previo al tema. En muchos casos


está desvinculado del resto del material, e incluso puede ser totalmente
distinto en carácter y tempo.

-Puente (o Transición): material que conecta dos temas o dos materiales


importantes. Su característica principal es el sentido de dirección hacia un
punto.

-Desarrollo: material que consiste en una elaboración generalmente muy libre


de material anterior. Es muy significativa su presencia en el caso de la
forma sonata, donde configura una de las secciones principales.

-Grupo cadencial: material que sirve de cierre a un tema o sección importante,


configurando esquemas cadenciales extendidos y potentes.

-Coda: material que resta después del proceso cadencial más importante de
un movimiento u obra, alargando el proceso musical y liberando la tensión
acumulada

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