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Festival de Málaga 2020: La Zaranda, teatro inestable y Vídeo_en_las_venas

Los innovadores del sector cultural tuvieron un espacio destacado dentro de los
documentales exhibidos en la sección Sesión Especial del Festival de Málaga 2020.
La Zaranda, teatro inestable nos enseñó la manera de trabajar de una de las compañías
más rompedoras de la escena, que lleva más de cuatro décadas en la brecha, mientras
que Vídeo_en_las_venas pasa revista al mundo del videoarte en España poniendo el
foco en uno de sus principales valedores: el fallecido Enrique Miñano.
Germán Roda, autor de la reciente Marcelino, el mejor payaso del mundo, y Venci D.
Kostov, responsable de la serie de televisión Entreolivos, descubren al espectador de
La Zaranda, teatro inestable algunos de los secretos que han compartido a la compañía
en una referencia nacional e internacional en el mundo de las tablas. Combinando
declaraciones de los miembros del grupo y grabaciones de los ensayos de uno de sus
montajes, somos testigos de una forma de concebir la representación dramática una
experiencia intensa que exige una especial implicación de los actores, convirtiéndose
ellos en una parte muy importante de la creación.
Sin ninguna duda, la oportunidad de ver a un grupo de intérpretes dándolo todo y
llevando al límite sus dotes es una experiencia enriquecedora. No obstante, también es
cierto que los directores optan por mostrar todo de una forma demasiado académica y
algo monótona que resta algo de interés a una propuesta curiosa.
La experimentación está también muy presente en Vídeo_en_las_venas, particular
crónica del videoarte en nuestro país durante los últimos años que ha dirigido por José
Ramón Da Cruz, un cineasta que formó parte de ese movimiento. Mezclando
fragmentos de algunas de las obras significativas, entrevistas con algunos de los
representantes más destacados y abundante material de archivo, el realizador construye
una particular historia de esta disciplina que tuvo su auge en los ochenta y noventa, pero
que fue diluyéndose un tanto con la llegada de Internet y las diversas plataformas
digitales.
Todo ello destacando la figura del productor Enrique Miñano, un nombre esencial en
la escena del videoarte. Sin duda, el largometraje documental ofrece una panorámica de
una disciplina habitual algo olvidada desde las posiciones artísticas dominantes y
presenta una visión nada halagüeña de un presente y futuro donde la cultura de la
imagen se ha apoderado de la sociedad, aunque no vaya acompañada de la necesaria
reflexión.

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