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Las arrugas y las líneas de expresión suelen ser la gran preocupación del paso
del tiempo, pero esas marcas que dan cuenta de lo vivido pueden tener incluso
mejor prensa que otro de los factores que ponen en alerta que nuestro rostro
va cambiando: la flacidez. Algo natural, que no afecta a todos por igual, como
explica la Dra. Giselle Claros,Médica Clínica, especialista en dermatología y
asesora dellaboratorio La Roche-Posay: Es importante la estructura y
reabsorción ósea de cada persona, el cráneo se achica y cambia la estructura
de la cara y por lo tanto cae el colgajo de piel . Este cambio suele evidenciarse
más en las caras redondas -detalla Claros- a las que se les caen los cachetes
como bulldog y menos en las caras delgadas, que sufren en cambio la
presencia de arrugas.
El factor hormonal que tanto nos domina, también marca los momentos de
cambios: La piel se modifica, la barrera cutánea se debilita, la rotura del
colágeno y las fibras elásticas que nos dan el sostén se rompen y aparece la
flacidez, dice Claros y agrega, situación que se agrava en aquellas personas
que han estado expuestas sin protección a los rayos ultravioletas
También hay factores externos que agravan este proceso natural y que vale
tener en cuenta. Como explica la Dra. María Lucchesi, especialista en Medicina
Estética: Hay diferentes factores que influyen negativamente en este proceso:
ambientales como el sol, el estrés, tóxicos como el tabaco y el alcohol y la mala
alimentación, entre otros. Ellos influyen en la aparición de la flacidez en el
rostro ya que las fibras de colágeno y la elastina, encargadas de sujetar la piel,
se destruyen más de lo que se regeneran.
¿Malas noticias? No tanto en tiempos donde la información científica y la
dermocosmética han evolucionado tanto que sin recurrir a decisiones drásticas,
con una buena alimentación y un poco de paciencia se pueden conseguir
grandes cambios.
Alimentación Hiposódica
Una dieta baja en sodio es fundamental ya que entre los factores que influyen
está el hormonal y la retención hídrica (que se agrava a los 50 con la
menopausia). Como recuerda la Dra. Claros: La dieta hiposódica no está
vinculada solo con no colocar sal si no también con los alimentos en conserva,
por ejemplo, por lo que es indispensable evitar enlatados y embutidos como el
salame. Incluir verduras, legumbres, frutos secos y frutas es la base de esta
dieta.
El estrés es un gran enemigo por el cortisol que genera, explica la Dra. Giselle
Claros, y el cortisol mantenido a lo largo del tiempo envejece la piel, por eso la
gente con depresiones tiende a tener más envejecimiento cutáneo y
prematuro Un aspecto a tener en cuenta porque como bien aclara la doctora:
Somos un todo, un cuerpo que tiene que estar en armonía . Por eso más allá
de lo que la ciencia aporta y ayuda, nada mejor que apostar a la frase que
afirma que el mejor producto de belleza es la sonrisa.
Por: Patricia Gallardo