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Nos encontramos con el término gestión, una palabra que se ha hecho hegemónica, de la
mano de concepciones empresariales o administrativas de los procesos sociales,
institucionales u organizaciones. Por eso conviene, en primer lugar aclarar a qué nos
referimos con el término gestión y con el verbo gestionar y, en especial, cual es el alcance
de estos términos en el marco de nuestras organizaciones o instituciones públicas.
La palabra gestión proviene de “gestus” una palabra, latina que significa: gesto,
movimiento del cuerpo. En principio, este significado remite a lo que el sociólogo Pierre
Bourdieu ha designado la hexis, esto es: el modo en que se expresa a través del cuerpo en
gestos, posiciones, movimientos, etc.
La palabra gestión proviene directamente de “gestio-onis”: acción de llevar a cabo y,
además, está relacionada con “gesta”en tanto historia de lo relacionado y con “gestación”
llevar encima.
Instrumentos de gestión
Los gestores deben cambiar los instrumentos que utilizan a menudo.
La gestión se sirve de diversos instrumentos para poder funcionar, los primeros hacen
referencia al control y mejoramiento de los procesos, en segundo lugar se encuentran
los archivos, estos se encargaran de conservar datos y por último los instrumentos para
afianzar datos y poder tomar decisiones acertadas.
Una de las técnicas que se usa dentro de la gestión es la fragmentación de las
instituciones. Esto quiere decir que se intentar diferenciar sectores o departamentos.
Dentro de cada sector se aplicarán los instrumentos mencionados anteriormente para poder
gestionarlos de manera separada y coordinarlo con los restantes.
Las personas que toman el compromiso de organizar y dirigir las instituciones suelen ser
llamadas gestores. Los mismos son responsables de la rentabilidad y éxito de los
organismos para los que trabajan.
Muchas de las personas que alcanzan estos puestos lo hacen a través de la carrera que han
hecho a lo largo de su vida, ocupando en diversos lugares en la institución para las que
trabajan. Se considera que los buenos gestores poseen ciertas características es común.
Hay quienes consideran que la gestión es un en el cual pueden ser reconocidos ciertas
etapas:
Última edición: 14 de enero de 2020. Cómo citar: "Gestión". Autor: María Estela Raffino.
De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/gestion/.
Consultado: 24 de marzo de 2020.
Fuente: https://concepto.de/gestion/#ixzz6He68tAJB
Una buena gestión se caracteriza por comenzar con un estudio previo de los recursos
disponibles y la estimación de los recursos necesarios para lograr el objetivo, lo cual
permite la elaboración de una estrategia de gestión completa, dinámica y flexible.
Además, la gestión tiene mayores posibilidades de éxito cuando se toman en cuenta las
posibles circunstancias que puedan surgir a lo largo de la actividad (sean éstas positivas o
negativas), y cuando se favorece el trabajo en equipo y se fomenta una alta motivación por
parte de los involucrados. Otros elementos importantes en el éxito de una gestión son el
tipo de estructura interna que se adopte (según si ésta sea más o menos jerárquica) y la
cultura que exista al interior de la organización que lleve a cabo a la gestión.
Tipos de gestión
La gestión puede clasificarse según el área de actividad sobre la cual se busque la
administración de procesos, recursos y personas para lograr alcanzar un objetivo definido.
La gestión de empresas implica la administración del capital, la mano de obra, la materia
prima y la tecnología con el fin de cumplir ciertos objetivos de producción, modernización
o competencia en el mercado. Este tipo de gestión se basa en el conocimiento científico que
se denomina usualmente como administración de empresas.
La gestión sanitaria, por otro lado, se basa en la administración de personal médico,
enfermeros, vacunas, medicamentos, etc. con el fin de mejorar los niveles de salud de un
ambiente o una zona geográfica, o bien con el objetivo de detener una epidemia o el avance
de una enfermedad.
La gestión medioambiental se da cuando el objetivo es permitir el sostenimiento en el
tiempo y el espacio de un ecosistema determinado, impidiendo que las actividades
económicas (sean éstas agrícolas, mineras o industriales) o que la producción de residuos
contaminen la zona en cuestión y rompan el equilibrio ecológico.
Otro tipo de gestión es la gestión política, a través de la cual una unidad política más o
menos autónoma (que puede ser un gobierno nacional, un gobierno provincial, un
municipio o incluso un organismo internacional) se encarga de llevar a cabo una serie de
tares en un territorio determinado del cual se le considera responsable. En las sociedades
democráticas, los gobiernos deben hacerse responsables de las tareas que se hayan llevado a
cabo en su jurisdicción, en relación a si han logrado satisfacer en mayor o menor medida
las demandas de la población.
Por último, la gestión del conocimiento se basa en una forma de administración al interior
de una administración (una empresa, un laboratorio, un centro de investigación) que busca
lograr la transferencia de conocimientos teóricos y prácticos entre los diversos miembros de
la organización y también desde la organización hacia el exterior.