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La detección y tratamiento de las alteraciones de los lípidos son clave para la prevención y manejo
de enfermedades crónicas no transmisibles. El colesterol sanguíneo tiene una relación lineal con el
riesgo de enfermedad coronaria y es un factor de riesgo modificable clave. Se estima que los
niveles de colesterol LDL por arriba de 147 mg /dL son responsables de más del 50% de los
eventos cardiovasculares (5). Las dislipidemias como factor de riesgo son susceptibles de ser
modificadas y con ello reducir de manera significativa la morbimortalidad asociada.
Ha pasado más de una década desde que el ATP III publicó el tercer informe para la detección,
evaluación y tratamiento del colesterol elevado y nueve años desde que se han actualizado las
recomendaciones. Existen nuevas directrices del American College of Cardiology (ACC) y la
American Heart Association (AHA) desarrolladas en conjunto con el Instituto Nacional del Corazón,
los Pulmones y la Sangre (NHLBI) que contienen algunos cambios sustanciales frente a lo
recomendado por el ATP III.
Atrás han quedado los objetivos de colesterol LDL y HDL recomendados, específicamente para
tratar a los pacientes con enfermedad cardiovascular a menos de 100 mg/dL o el objetivo opcional
de menos de 70 mg/dl.
Según el grupo de expertos, simplemente no hay pruebas de los ensayos clínicos aleatorizados y
controlados para apoyar el tratamiento a un objetivo específico. Como resultado, las nuevas
directrices no hacen recomendaciones para los objetivos específicos de colesterol LDL o HDL en la
prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica.
En cambio, las nuevas directrices identifican cuatro grupos de pacientes de prevención primaria y
secundaria en los cuales los médicos deben concentrar sus esfuerzos para reducir eventos
cardiovasculares y en estos cuatro grupos de pacientes las nuevas directrices hacen
recomendaciones con respecto a la "intensidad" apropiada del tratamiento con estatinas para
lograr reducciones relativas en el colesterol LDL(22).
Las dislipidemias son un conjunto de enfermedades asintomáticas y tienen en común que son
causadas por concentraciones anormales de lipoproteínas sanguíneas.Su búsqueda intencionada
es indispensable para un diagnóstico y tratamiento oportuno. Las dislipidemias se clasifican por
síndromes que engloban una variedad de etiologías. Se debe establecer su etiología y
probabilidad de sufrir un evento cardiovascular.
Las dislipidemias primarias son aquellas en las que no se encuentra una causa evidente, o se
relaciona con factores genéticos o alteraciones a nivel del transporte del colesterol en la sangre. A
este grupo corresponden la hipercolesterolemia familiar, la hipercolesterolemia poligénica y la
hiperlipidemia familiar combinada.
TRIGLICERIDOS
C-LDL ALTO C-HDL BAJO
ALTOS
Hipotiroidismo Tabaquismo Tabaquismo
Síndrome Nefrótico Diabetes Mellitus Diabetes Mellitus
Colestasis Obesidad Obesidad
Porfiria intermitente aguda Sedentarismo Hipotiroidismo
Falla renal estadio 4 y 5
Tamizaje (1-2)
Las mediciones en ayunas de colesterol total, C-HDL y TG también se deben realizar a pacientes
sin importar la edad que presenten diabetes, hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, historia
familiar de enfermedad cardiovascular temprana, enfermedades inflamatorias (lupus eritematoso
sistémico, artritis reumatoide, etc.), enfermedad renal crónica, evidencia de ateroesclerosis,
infección por HIV con terapia antirretroviral y en pacientes con manifestaciones clínicas de
hiperlipidemia (xantomas, xantelasma, arco corneal prematuro) (recomendación Ia).
Cuando se obtengan todos los valores del perfil lipídico se procederá a realizar el diagnóstico
teniendo en cuenta los valores de normalidad. De acuerdo con los resultados los siguientes serán
los diagnósticos relacionados:
Hipercolesterolemia aislada.
Dislipidemia mixta.
Hipertrigliceridemia aislada.
Una vez hecho el diagnóstico, se deben descartar causas secundarias de dislipidemia, las cuales
se han enumerado en la tabla 1 (recomendación Ib).
La medición del perfil lipídico se realizará trimestralmente hasta que los que valores obtenidos
estén en metas individuales de acuerdo a los grupos de riesgo.
La modificación de los factores de riesgo puede reducir los episodios cardiovasculares y la muerte
prematura, tanto en las personas con enfermedad cardiovascular establecida, como en aquellas
con alto riesgo cardiovascular debido a uno o más factores de riesgo.
Las dos utilidades más importantes del riesgo cardiovascular son: 1) Establecer las prioridades de
prevención cardiovascular, y 2) Decidir la intensidad de la intervención con la introducción o no de
tratamiento farmacológico.
La forma más razonable y costo-efectiva de determinar las prioridades de prevención es por medio
del riesgo cardiovascular, ya que se establece una asignación de los recursos en función de las
necesidades, entendiendo como necesidades el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Todos los instrumentos para calcular el riesgo cardiovascular, Framingham, ATP, PROCAM, Q-
RISK, EURO-SCORE, entre otros, tienen limitaciones debido a que no utilizan datos específicos de
la población colombiana y sobrestiman el riesgo. Por este motivo, tienen un potencial innecesario
en el uso de estatinas cuando se aplican en nuestra población.
El Ministerio de Salud y Protección Social mediante la Guía de Práctica Clínica publicada durante
este año recomienda usar la escala de Framingham pero utilizando un factor de ajuste con el fin de
mejorar la estimación del riesgo específico para el País (sugiere multiplicar el resultado final por
0,75).
Los cuatro principales grupos de pacientes de prevención primaria y secundaria que deben ser
tratados con estatinas fueron identificados sobre la base de los ensayos clínicos aleatorizados y
controlados que demuestran que el beneficio del tratamiento supera el riesgo de eventos adversos
(22). Los cuatro grupos de tratamiento son:
2. Las personas con niveles de colesterol LDL mayores de 190 mg / dL, como
aquellos con hipercolesterolemia familiar.
Dicha trasformación, permite entender que el aumento del conocimiento de un paciente sobre una
enfermedad lleva a un cambio de comportamiento que mejora los resultados clínicos, y es por ello
que se fortalece la teoría de la educación en autocuidado que nos habla sobre auto-eficacia,
además de la importancia de tener en cuenta la creencia del paciente en su propia capacidad para
llevar a cabo una determinada conducta.
El autocuidado es un acto de vida que permite a las personas convertirse en responsables de sus
propias acciones. Por lo tanto, es un proceso voluntario de la persona para consigo misma, implica
una responsabilidad individual al realizar las prácticas de autocuidado, ya sea con fines protectores
o preventivos.
Además, el modelo establece que se deben evitar las intervenciones amenazantes o coercitivas,
por el contrario, partir del estímulo a la autoeficacia en las personas y fomentar en ellas niveles
cada vez más altos de autoestima, puesto que el autocuidado es básicamente un resultado del
quererse. Al fortalecer la autoestima se impulsan prácticas consideradas de autoafirmación,
autovaloración, autorreconocimiento, autoeficacia y autoexpresión de los aspectos que favorecen
el desarrollo integral.
Los pacientes con enfermedades crónicas pueden presentar algún episodio depresivo, tanto en el
período de duelo que acompaña al conocimiento del diagnóstico, como por los cambios de hábitos
que implica el manejo de la enfermedad.
Las competencias que adquiera le permitirán responder con efectividad ante los síntomas de su
enfermedad, participar en la toma de decisiones compartidas con el profesional de la salud y
transmitir adecuadamente la información que él ha adquirido con otros pacientes de en la misma
b. Nutrición (1-2-22)
Dicha reducción calórica estará guiada por profesional en nutrición y dietética, que a su vez
individualizará cada paciente, brindando una terapia médica nutricional con un aporte de calorías
que en la mayoría de los casos estará dentro del rango de 1200-1800 Kcal/día (recomendación Ia).
Para el inicio de la terapia médica nutricional se debe tener en cuenta las características etno-
culturales de cada paciente, así como en el medio en el cual se desempeña (tanto el ambiente
familiar como el ambiente laboral) (recomendación Ib).
Carbohidratos: 45-55%
Grasas: 25-30%
Proteínas: 15-20%
Para la población general se recomienda evitar los azúcares de rápida absorción y carbohidratos
procesados, un consumo moderado de bebidas sin alcohol (gaseosas y refrescos, etc.), el cual
debe ser extremadamente limitado en personas con TG altos (recomendación Ib).
Se debe reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 7% del Valor Calórico Total (VCT) y de
colesterol a menos de 200 mg/día, eliminar o limitar al máximo el consumo de grasas trans y
aumentar el consumo de ácidos grasos mono insaturados y poli-insaturados (recomendación Ib).
c. Ejercicio (1-2-22)
El plan de ejercicio será formulado por el médico tratante y supervisado por el profesional en
fisioterapia.
B. Manejo Farmacológico
El médico general experto y/o médico internista y/o endocrinólogo deberán determinar, siguiendo
la guía, si el paciente está en alguno de los cuatro grupos de alto riesgo para comenzar el
tratamiento con estatinas y además, decidir el régimen de tratamiento (de moderada o alta
intensidad) (22).
Deben recibir tratamiento con estatinas de alta intensidad, si su edad es menor de 75 años, o de
intensidad moderada si es mayor de 75 años.
2. Las personas con niveles de colesterol LDL mayores de 190 mg/dl, como
aquellos con hipercolesterolemia familiar:
Deben recibir un tratamiento con estatinas de moderada intensidad y de alta intensidad si el riesgo
cardiovascular a 10 años es mayor o igual a 10 % de acuerdo al score de framinhgam ajustado
para colombia.
La siguiente tabla determina los rangos de dosis diaria para las estatinas según intensidad
del tratamiento (25):
Los autores del consenso anterior (ATP III) que abogaba por reducir drásticamente el
colesterol, se basaron en datos clínicos, extrapolaciones de investigación básica y
estudios post hoc de ensayos clínicos en los que no se habían pre especificado los
objetivos de niveles de colesterol.
Las cifras fueron indicadas por extrapolación y consenso, de esta forma establecieron
que cuanto más bajo mejor en las metas.
Los ensayos clínicos han demostrado en repetidas ocasiones que las estatinas reducen el riesgo
de infarto y de accidente cerebrovascular, pero la reducción de LDL con otros fármacos no ha sido
tan eficaz. Los beneficios de las estatinas pueden ser debidos a otros efectos, incluyendo la
inflamación y no únicamente al efecto sobre las cifras de colesterol.
También se debe considerar que un gran porcentaje de personas que padecen un infarto u otra
enfermedad cardiovascular no tienen cifras altas de LDL. Es necesario entender que el colesterol
es un factor de riesgo y no la única causa de la enfermedad.
En resumen, se debe identificar a los que realmente se benefician del tratamiento y que la
adherencia al tratamiento sea fundamental en el seguimiento. Para las personas con niveles de
colesterol LDL mayor de 190 mg/dl una estatina de alta intensidad se debe utilizar con el objetivo
de lograr al menos una reducción del 50 % en los niveles de colesterol LDL.
Para las personas con diabetes de 40 a 75 años de edad, una estatina de intensidad moderada,
definida como un medicamento que reduce el colesterol LDL de 30% a 49 %, se debe utilizar
mientras que una estatina de alta intensidad es una opción razonable si el paciente también tiene
un riesgo de 10 años de enfermedad cardiovascular aterosclerótica superior a 10% de acuerdo al
score de Framingham ajustado para Colombia.
Para los individuos entre 40 y 75 años sin enfermedad cardiovascular o diabetes ( BAJO RIESGO),
pero que tiene un riesgo de 10 años de enfermedad cardiovascular aterosclerótica superior 10% de
acuerdo al score de Framingham ajustado para Colombia y un nivel de colesterol LDL en cualquier
lugar entre 70 a 189 mg/dl, se recomienda el tratamiento con una estatina de intensidad moderada;
A partir de los ensayos clínicos aleatorizados de estatinas y los meta-análisis, las características
del paciente y las estrategias de monitoreo se han tenido en cuenta para mejorar la seguridad en la
terapia con estatinas de alta y moderada intensidad. Las características de los pacientes que
pueden influir en la seguridad de las estatinas incluyen (recomendación Ia) (22):
La ascendencia asiática.
Esta guía no recomienda la medición rutinaria de la creatin-quinasa en las personas que reciben
tratamiento con estatinas. Esta medición debe reservarse para aquellos pacientes con síntomas
musculares. Sin embargo, la medición de una línea de base de creatin-quinasa puede ser útil en
los pacientes con mayor riesgo de acontecimientos adversos musculares.
Por lo tanto, hay sugerencias útiles en la administración de estatinas que se derivaron de datos
obtenidos en ensayos clínicos y la experiencia clínica para mejorar la seguridad y tolerabilidad.
A los pacientes se les debe preguntar en cada visita, tanto antes como después de la iniciación del
tratamiento con estatinas, acerca de síntomas musculares como debilidad muscular, fatiga, dolor,
sensibilidad, calambres, entumecimiento (recomendación Ib)(22).
Se recomienda que la medición basal de transaminasas se debe realizar antes de iniciar la terapia
con estatinas. No hay recomendación para monitorear los niveles de transaminasas porque en
estudios realizados tipo ECA no hubo diferencia significativa entre los grupos de placebo y los
grupos de tratamiento con estatinas en las tasas de aumento de las transaminasas. Además, la
FDA ha indicado que si las transaminasas hepáticas basales son normales no se necesita más
supervisión hepática.
Las personas que desarrollan diabetes durante el tratamiento con estatinas deben adherirse a un
patrón de dieta saludable, realizar actividad física, lograr y mantener un peso corporal adecuado,
dejar de usar el tabaco y continuar el tratamiento con estatinas para reducir el riesgo de eventos
cardiovasculares.
Las estatinas están listadas en la categoría X para uso en el embarazo y no deben utilizarse en
mujeres en edad fértil a menos que estas mujeres están usando un método anticonceptivo eficaz.
Para las personas que toman cualquier dosis de estatinas es razonable tener especial precaución
cuando son mayores de 75 años de edad, así como en las personas que están tomando
medicamentos concomitantes que alteran el metabolismo de estas moléculas, que toman múltiples
medicamentos, o que toman medicamentos para las enfermedades que requieren regímenes
complejos (por ejemplo, aquellos que se han sometido a un trasplante de órgano sólido o está
recibiendo tratamiento para el VIH).
Se sugieren las siguientes recomendaciones para evaluar y tratar los síntomas musculares,
incluyendo el dolor, sensibilidad, rigidez, calambres, debilidad o fatiga en los pacientes tratados con
estatinas:
o Si existe una relación causal, suspender la estatina inicial. Una vez que los
síntomas musculares se resuelven utilizar una dosis baja de una estatina
diferente.
o Una vez que se tolera una dosis baja de estatinas, aumentar gradualmente
la dosis según la tolerancia.
La atención clínica en los controles debe centrase en la intensidad de la terapia con estatinas, la
respuesta al tratamiento y la adherencia. Tener en cuenta en la terapia con estatinas las siguientes
cifras de la respuesta terapéutica para evaluarlas frente a las esperadas:
La terapia con estatinas de alta intensidad debe lograr una reducción media
de LDL- C ≥ 50% desde la línea de base sin tratar.
Los estudios que evalúan la reducción de eventos cardiovasculares con fármacos diferentes a
estatinas han sido revisados, así como los que evaluaron la reducción adicional de eventos
cardiovasculares de terapias combinando fármacos a la terapia con estatinas. No se encuentran
datos que apoyen el uso rutinario de drogas diferentes a las estatinas solas o combinadas con
estatinas para reducir aún más los eventos cardiovasculares (recomendación Ib).
En pacientes de alto riesgo que tienen una respuesta menor de la esperada con el uso de las
estatinas o que son incapaces de tolerarlas se puede considerar la adición de una molécula
diferente a las estatinas para reducir el colesterol.
Los individuos de alto riesgo incluyen aquellos con enfermedad cardiocerebrovascular instaurada,
aquellos con C-LDL ≥ 190 mg/dl y los individuos con diabetes. En esta situación, se recomienda
utilizar aquellos medicamentos que hayan demostrado proporcionar beneficios en la reducción del
riesgo cardiovascular y que pesan más que los posibles efectos adversos de interacción
farmacológica (recomendación Ib).
Hay mayor riesgo de efectos adversos en pacientes con enfermedad multisistémica, en especial
falla renal (aguda o crónica), diabetes, hipotiroidismo no reconocido y antecedentes de enfermedad
muscular o enfermedad hepática crónica (excepto el hígado graso, que puede mejorar con el
tratamiento hipolipemiante) (23).
Medicamentos concomitantes
El riesgo es mayor en pacientes que reciben terapia concomitante con medicamentos que inhiben
la CYP-3A4 como el caso de la ciclosporina, fibratos (gemfibrozil, fenofibrato y ciprofibrato),
macrólidos (eritromicina y claritromicina), antifungicos (itraconazol, ketoconazol y miconazol),
inhibidores de proteasa para VIH y antiarrítmicos (verapamilo, amiodarona).
El fenofibrato sería de elección en los pacientes que requieren terapia combinada de estatinas y
fibratos por su más baja incidencia de interacciones, pues la glucuronidación que es una vía
importante para la excreción renal de las estatinas lipofílicas, parece ser inhibida en forma
significativa por el gemfibrozil pero no por el fenofibrato, y por este mecanismo el gemfibrozil
aumenta en dos a seis veces los niveles de estatinas.
La clave para reducir la toxicidad muscular cuando se combinan una estatina y un fibrato es estar
alerta a los factores de riesgo para problemas musculares y aconsejar al paciente para reportar
cualquier síntoma relacionado (recomendación Ia) (23).
De acuerdo con la evidencia las estatinas no producen compromiso hepático, renal o neurológico,
por lo tanto no se recomienda de manera rutinaria la monitorización de estos sistemas en pacientes
asintomáticos. Tampoco es necesaria la monitorización de los niveles de creatinina ni de
proteinuria, aunque se aconseja la determinación de la función renal basal antes de iniciar el
tratamiento.
A pesar del riesgo de miopatía la monitorización de rutina de las enzimas musculares en pacientes
en tratamiento con estatinas no está indicada. Se debe tener un valor basal de creatin-quinasa
(CPK) antes de iniciar el tratamiento como referencia en caso de desarrollarse los síntomas.
Una vez se ha iniciado la terapia los síntomas pueden aparecer en cualquier momento. Si se
presenta miositis o se sospecha, se suspende de inmediato la estatina, se miden los niveles de
CPK y se comparan con los niveles basales. Como el hipotiroidismo predispone a miopatía, se
miden los niveles de hormona estimulante de tiroides (TSH).
Si no hay elevación de la CPK deben descartarse otras causas de mialgias como ejercicio
extenuante o trabajo pesado y aconsejar al paciente moderar su actividad física.
Con o sin la presencia de síntomas un nivel de CPK mayor a 10 veces el límite superior
normal probablemente es secundario a la estatina y es indicación para suspender el
tratamiento.
Para aquellos pacientes que desarrollen síntomas musculares o debilidad y que tengan aumento
progresivo de los niveles de CPK se recomienda la reducción de la dosis o la suspensión
provisional del medicamento (23) (recomendación Ia).
De ser necesaria la restitución del tratamiento con estatinas se hace a dosis menores de las que
ocasionaron la alteración, y se siguen de manera muy cuidadosa y frecuente los síntomas y las
enzimas musculares (23) (recomendación Ib).
Opciones para pacientes de alto riesgo cardiovascular y toxicidad con las estatinas
Ha continuación se presentan las diferentes alternativas existentes de medicamentos
hipolipemiantes cuando no se pueden utilizar las estatinas:
Disminuyen el LDL en 20% a 25% y aumentan el HDL en 0,8%. La dosis que se requiere para
lograr una reducción del colesterol de 20% con colestiramina usualmente es de 16 a 24 g/día. No
hay adecuada mejoría del perfil lipídico al usarse como monoterapia puesto que son medicamentos
con difícil adherencia por sus efectos adversos gastrointestinales (23) (recomendación IIc).
Ezetimiba
Es un inhibidor de la absorción de colesterol, que reduce el LDL en 15% a 20% con dosis de 10
mg/dl. Como monoterapia es difícil alcanzar las metas en pacientes de alto riesgo y no se
evidencian cambios significativos en el perfil lipídico al aumentar las dosis. Su mayor utilidad se
expresa al combinarla con estatinas, ya que de este modo se ha comprobado su eficacia y alta
seguridad (23) (recomendación Ib).
Niacina
Reduce el LDL en 15% a 25% con dosis de 1.000 a 2.000 g/dl, incrementa el HDL en 15 a 35% y
disminuye los triglicéridos en 25% a 50%. Pese a ello, causa un estado de vasodilatación,
especialmente en la cara, que es poco confortable y no permite incrementar las dosis en forma
cómoda y hay pacientes que requieren suspensión por intolerancia. Para mejorar su tolerancia y
evitar o atenuar este efecto hay presentaciones con inhibidores de prostaglandinas, pero solo un
7% de los pacientes mejoran la vasodilatación, por lo tanto es una elección restringida(23)
(recomendación IIb).
Fibratos
Disminuyen los triglicéridos en 20% a 50% e incrementan el HDL en 10% a 35%, con efectos
variables en el LDL por lo que no constituirían la terapia de elección en pacientes de alto riesgo
cardiovascular.
Fibratos y ezetimiba
Recomendaciones
El tratamiento de elección en este caso son los fibratos, los cuales pueden lograr
una disminución de hasta un 60% del nivel basal de TG. Los fibratos están
contraindicados en pacientes con daño severo hepático o renal (recomendación
IIb).
Una alternativa útil es el inicio de ácidos omega-3 (14-15), a dosis de 2-4 g/día,
como complemento a la dieta y las medidas no farmacológicas (recomendación Ia)
Si los triglicéridos son >500 mg/dl y <1000 mg/dl iniciar gemfibrozilo (suspender estatinas si las
está usando). Comenzar con 600 mg/d y luego aumentar a 1200 mg/d si hay tolerancia (2-4
semanas).
Si los triglicéridos permanecen mayores a 500 mg/dl a pesar de adecuada adherencia a medidas
farmacológicas y no farmacológicas a los 3-6 meses, adicionar ácidos grasos omega 3
(preferiblemente de origen marino) y aumentar progresivamente la dosis hasta 2-4 g/d (también se
debe aumentar progresivamente por los síntomas gastrointestinales frecuentes).
Si no se consiguen las metas adecuadas de triglicéridos los medicamentos de elección a rotar son
ciprofibrato o fenofibrato a las dosis recomendada, teniendo en cuenta las interacciones
medicamentosas y reacciones adversas. Nunca usar gemfibrozilo con estatinas.
Si hay concomitantemente alteración del colesterol LDL y Triglicéridos se puede usar estatinas y
ciprofibrato o fenofibrato, pero teniendo en cuenta la mayor posibilidad de efectos adversos, por
tanto, el monitoreo hepático y de CPK debe ser más exhaustivo.
PRINCIPALES EFECTOS
CLASE PRESENTACIÓN DOSIS SECUNDARIOS E
INTERACCIONES
Paciente
Pacientecon
con
sospecha
sospecha dede
Dislipidemia
Dislipidemia
Hombres
Hombresmayores
mayoresde
de40
40años
Tamizaje:
Tamizaje:
años
Perfil
Perfillipídico
lipídico Mujeres
Mujeresmayores
mayoresde
de50
50años
añosoopostmenopaúsica
postmenopaúsica
DEFINICIÓN
DEFINICIÓNDE
DECASO:
CASO:
• Si el paciente sólo tiene el C-LDL por fuera de la
• Si el paciente sólo tiene el C-LDL por fuera de la
meta: ߦ Hipercolesterolemia aislada
meta: ߦ Hipercolesterolemia aislada
• Si el paciente tiene el C-LDL y los TG por fuera de la
• Si el paciente tiene el C-LDL y los TG por fuera de la
meta: ߦ Dislipidemia mixta
meta: ߦ Dislipidemia mixta
Control
Control en
en
NO
NO Confirmar
Confirmar
• Si el paciente sólo tiene los TG por fuera de la meta:
• Si el paciente sólo tiene los TG por fuera de la meta:
ߦ Hipertrigliceridemia aislada.
ߦ Hipertrigliceridemia aislada.
55años
años diagnóstico
diagnóstico
• Si el paciente sólo tiene el C-HDL por fuera de la
• Si el paciente sólo tiene el C-HDL por fuera de la
meta: ߦ HDL bajo aislado
meta: ߦ HDL bajo aislado
• Si el paciente tiene el C-HDL por fuera de la meta y
• Si el paciente tiene el C-HDL por fuera de la meta y
otra alteración: ߦ La alteración en algunos de los
otra alteración: ߦ La alteración en algunos de los
grupos anteriores con HDL bajo
grupos anteriores con HDL bajo
SI
SI
Descartar
Descartar causas
causas
secundarias
secundarias
Estratificar
Estratificar el
el Riesgo
Riesgo
Cardiovascular
Cardiovascular
Inscripción
Inscripción alal
Programa
Programa
Establecer
Establecer manejo
manejo
multidisciplinario
multidisciplinario
Manejo
Manejo No
No Manejo
Manejo
Farmacológico
Farmacológico Farmacológico*
Farmacológico*
Seguimiento
Seguimiento
Evaluación
Evaluación de
de
Resultados
Resultados
(*):Definir
(*):Definir objetivo
objetivoeeintensidad
intensidaddel
deltratamiento
tratamientosegún
segúnguía
guíade
dedislipidemia
dislipidemia
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