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CIV 218 – “TECNOLOGIA DEL HORMIGON”

TEMA 1 – GENERALIDADES

1) CONCEPTOS Y DEFINICIONES

HORMIGON O CONCRETO

Ambas palabras son sinónimos que se usan en el idioma español para referirse
“material de construcción” que se usa en todo el planeta para ejecutar todo tipo
de estructuras como ser edificios, puentes, represas, túneles, viaductos,
pavimentos y muchos otros elementos como postes, vigas, columnas, tubos,
losas, etc, Es decir tiene muchos usos y es el material más utilizado en la
construcción siendo el acero su competidor más cercano, aunque como es
sabido, éste último es en Bolivia aún un material importado y muy caro.

Concreto u Hormigón

Es un material ARTIFICIAL puesto que para su existencia es necesario que el


ser humano lo prepare, es decir no existe Hormigón en la naturaleza como es
el caso de otros materiales de construcción como la piedra y la madera por
ejemplo.

Es muy importante hacer notar que en estos dos últimos casos, para su uso se
eligen calidades según los tipos o especies existentes respectivamente, en
cambio un material artificial como el Hormigón tiene un responsable en su
calidad, y éste es quien lo prepara, circunstancia a tener muy en cuenta desde
el inicio de este estudio puesto que todos los factores a favor o en contra de su
buena calidad están, en éste caso, en las manos y responsabilidad del
Ingeniero.

Es también un material COMPUESTO, puesto que está formado por varios


ingredientes o componentes: en general un aglomerante (cemento), agua y
agregados o áridos.

En particular, definiremos como HORMIGON COMUN O NORMAL, aquel que


está conformado por:

Cemento común o Portland, agua común o potable y agregados de piedra.

Por lo que todo hormigón que no cumpla con lo anterior será denominado por
nosotros como un HORMIGON ESPECIAL ya que no solo será distinto en su
composición sino también en su comportamiento.

Un hormigón puede ser especial cuando alguno o algunos de sus ingredientes


son distintos a los nombrados, por ejemplo que contenga un cemento especial
y/o un líquido distinto al agua o agua con alguna sustancia y/o agregados que
no sean de piedra.

También podemos considerar como un hormigón especial a aquel que teniendo


los ingredientes de un concreto normal o común contenga además algún otro
componente que podría ser un material como la cal por ejemplo o alguna
sustancia añadida (aditivo) con algún fin determinado.

Es obvio que si a un hormigón considerado especial por contener uno o más


ingredientes distintos a los comunes nombrados, tuviera además algún o
algunos adicionales, es especial con mayor razón.

Esto nos muestra que los hormigones en general, tanto normales como
especiales son muy variados y cada uno de ellos tendrá sus propias
características, cualidades y tal vez defectos.

En realidad habrá un hormigón apropiado para cada caso de construcción y el


papel y responsabilidad del Ingeniero está justamente en lograr este objetivo
con la mayor calidad y garantía posibles.

En nuestro curso, trataremos básicamente a los hormigones normales,


logrando su mejor comprensión y manejo posibles que nos permita atender
cualquier problema técnico relacionado, ya que los casos que denominamos
como especiales son justamente eso, variantes de los casos normales.

Si un Ingeniero logra entender y administrar eficientemente las variables de los


hormigones normales, tendrá facilidad para comprender y manejar los cambios
en los efectos que puedan ocurrir en los hormigones especiales.

Queda claro también que como es lógico, la primera opción en todo problema
será resolverlo por los medios normales, no solo por razones económicas sino
también por las facilidades de ejecución y control; y, solo en el caso de
entender que no es posible alcanzar buenos resultados por este camino se
apelará a recursos especiales que lo permitan.
3) ESTADOS O ETAPAS

El concreto es un material cuyas características físicas son distintas según sus


componentes y su forma de tratamiento, además también estas características
son variables a través del tiempo, lo cual lo convierte en un caso muy particular
si lo comparamos con otros materiales de construcción de características
finales generalmente únicas y constantes como el ladrillo, la madera, el acero,
la piedra, etc. dentro de sus rangos respectivos.

Por lo expuesto, es necesario que una descripción del material se asocie


necesariamente con estos factores ya expuestos; sin embargo en general y
para fines prácticos se suelen definir dos etapas o periodos claramente
diferenciados según el transcurso del tiempo. La preparación del hormigón es
la combinación física de los ingredientes ya mencionados en un proceso cuyo
fin y resultado es el material mismo llamado concreto. Este es el momento
inicial o de nacimiento del hormigón, lo que podemos asociar con la salida del
mismo de la mezcladora (máquina utilizada para la preparación del hormigón)

ESTADO FRESCO

Se llama así a la etapa inicial del hormigón (hormigón fresco) en la cual el


material se puede describir físicamente como una masa amorfa, blanda, semi-
fluida (no es sólida ni líquida) y plástica, características que se pueden
presentar en diferentes grados dependiendo del caso (los ingredientes, sus
proporciones y la forma de preparación).
Descarga de hormigón y su uso en estado fresco

Esta condición del material hace que el ser humano las aproveche para una de
las mayores ventajas de su uso en la construcción: el moldeo, es decir darle la
forma que se desea, por ejemplo: forma de zapata, de losa, de columna, de
viga, de escaleras, etc. o en términos más generales forma de edificio, de
puente, de represa, de túnel, etc. que son los grandes logros que permite este
material, precisamente en este estado.

Es muy importante hacer notar que estado físico específico y preciso del
material al salir de la mezcladora dependerá -como se dijo- del caso, es decir
que si bien todos los hormigones se ajustarán en general a la descripción ya
enunciada, cada uno de ellos tendrá un determinado grado de fluidez, de
blandura (si vale el término) de plasticidad y por consecuencia de capacidad de
moldeo.

Cada Ingeniero, es el responsable de lograr la mayor eficiencia posible en


cuanto al resultado apropiado para cada caso y cada circunstancia, para lo cual
debe elegir y garantizar los ingredientes apropiados, la combinación ideal de
los mismos y las formas de preparación, utilización y control más favorables.

A este estado ideal que se debe lograr en la salida misma del hormigón de la
mezcladora, le llamaremos estado inicial. Si lo asociamos con los aspectos
físicos podríamos decir la fluidez inicial, la plasticidad inicial, etc.

Si identificamos una parte inicial, sugiere que después ocurren otras, lo cual es
correcto. El estado fresco tiene una duración en el tiempo la cual es variable
dentro ciertos márgenes y en este periodo, las características descritas para el
estado inicial se van perdiendo, es decir van “disminuyendo” de grado: el
material se hace cada vez menos blando, menos fluido, menos plástico y por
consiguiente menos moldeable a medida que transcurre el tiempo.

Lo anterior significa que las tareas que desarrollamos en esta etapa del
hormigón (que consisten en darle forma definitiva al elemento que se
construye) se hacen cada vez más difíciles puesto que las condiciones iniciales
supuestamente favorables se van perdiendo mientras más tiempo pasa. Esto
sugiere claramente una premisa: “se debe ejecutar el moldeo lo más pronto
posible”

Hay que diferenciar la duración completa de lo que se llama el estado fresco


con el tiempo apropiado para el moldeo. Ajustar, aún forzadamente las
condiciones del material a la definición inicial que hicimos sobre lo que es el
estado fresco, es una cosa; pretender ejecutar realmente el moldeo en todo
ese tiempo, es otra.

Es decir, para aclarar, el estado fresco deja de ser tal cuando todas las
características mencionada dejan de existir y se pierden, cuando el material ya
no es blando (por tanto será sólido?), ya no es semi-fluido (será sólido?) deja
totalmente de ser plástico (será sólido?)… la respuesta a las preguntas es
definitivamente sí, o sea que el material, en este punto, ha cambiado
radicalmente y deja de ser un hormigón “fresco”

El moldeo en cambio, es una serie de actividades que se desarrollan con el


hormigón aprovechando que el material lo permite, es lógico darse cuenta que
esto no es posible con un material sólido, y tampoco lo es o puede ser muy
complicado en tanto el material se parezca más a un sólido. Por tanto y como
conclusión, es necesario e inteligente desarrollar toda actividad de moldeo
cuando el material nos ofrece sus mejores cualidades para tal fin.

Moldeo directo en el terreno y moldeo con encofrado

En la práctica de la Ingeniería es bueno definir los procedimientos sin dejar


aspectos relativos que podrían interpretarse equivocadamente en perjuicio de
la calidad de la obra, por ello, la gente interesada en generar medios para
apoyo ha definido en la mayoría de las normas un tiempo límite para el moldeo:
30 minutos, llamado también ETAPA DE MOLDEO. Esto supone que no es
aceptable, más allá de este periodo, cualquier tarea que pretenda afectar,
mover o alterar la masa del hormigón, independientemente del estado físico en
el que se encuentre ya que el factor tiempo no puede manejarse
caprichosamente. Los casos especiales, que pudieran inevitablemente requerir
unos minutos más están establecidos también en las especificaciones
respectivas. Todo Ingeniero debe ajustarse a estas reglas y no interpretarlas a
su manera.

Establecer el momento preciso en el que se inicia la “solidez” del material


también es un aspecto que no deja de ser relativo puesto que habría que
establecer primero lo que significa exactamente la solidez, por lo que en la
Tecnología del Hormigón se suele adoptar como referencia y aproximación el
“tiempo de fraguado final” del cemento en uso y según el procedimiento en el
aparato de Vicat. En la práctica, éste dato es solo informativo para casos de
sucesos llamativos en la obra, en realidad lo importante en la ejecución es el
control en el tiempo de moldeo.

ESTADO ENDURECIDO

Casos de concreto endurecido

Aplicaciones del concreto endurecido

Ya se adelantaron conceptos sobre este estado y su inicio el cual supone para


el material una condición de “sólido”, es decir con forma relativamente fija,
dimensiones relativamente estables y propiedades resistentes tanto a los
esfuerzos causados desde el exterior como a los internos.
Sin embargo, destacando que esta condición es inicial, sugiere una progresión
más adelante, la cual ocurre mejorando la condición descrita a medida que
pasa el tiempo, es decir el hormigón endurecido es cada vez “más sólido”, lo
que significa que su resistencia o capacidad para soportar esfuerzos va en
aumento.

Resulta que estos cambios en las cualidades del material en su estado sólido
son constantes o continuos en el paso del tiempo con la única particularidad de
que van disminuyendo en su magnitud, es decir cambia constantemente, pero
cada vez menos.

Para explicarlo mejor, si definimos un periodo de tiempo “Delta t” fijo, y


medimos el aumento de resistencia “Delta R” ocurrido, tendrá también un valor
determinado. Si elegimos otro “Delta t”, de la misma magnitud que antes, pero
más adelante en el tiempo y consiguientemente medimos el nuevo “Delta R”
ocurrido, se advertirá un menor valor y así sucesivamente, es decir para
“Deltas t” iguales los cambios “Delta R” correspondientes irán disminuyendo
gradualmente en el transcurso del tiempo.

Esto que los “Delta R” tienden a “0”. Físicamente en la práctica es muy difícil o
imposible determinar el punto exacto en que el valor de “Delta R” sería
exactamente “0” por lo que teóricamente asumimos que el aumento de R es
indefinido aunque la magnitud de los incrementos es cada vez menor. En
términos prácticos, el máximo valor de R que sea posible alcanzar en el
hormigón no es un parámetro aplicable puesto que: primero, no es evaluable y
segundo, es función del tiempo que a su vez es un recurso muy valioso en la
construcción, por lo que el ser humano prefiere apuntar a valores medibles y
alcanzables en periodos de tiempo razonables y económicamente aceptables
para el diseño y construcción de estructuras.

Tras un análisis estadístico del comportamiento de la mayoría de los


hormigones, se puede apreciar que una “buena parte” del desarrollo de la
resistencia en el estado endurecido se produce en alrededor de 1 mes, por lo
que una decisión práctica ha sido elegir 28 días como un tiempo objetivo para
alcanzar una R razonable aplicable a la mayoría de los casos (28 es múltiplo de
7 que son los días de la semana lo que permite programar que la ejecución y el
control de R resulten en días laborables). Es obvio que no es obligatorio que se
elijan 28 días así como no lo es que los periodos de espera terminen en días
laborables, pero son costumbres favorables a la mayoría por lo que se adoptan
y se aplican adaptando inclusive las programaciones de ejecución y
cronogramas a éstas condicionantes.

En casos en que el tiempo no es una limitante y/o los objetivos de valores de R


son muy altos, se suelen elegir periodos mayores a 28 días para el control. 90,
180 y 360 días son periodos comunes en obras mayores.

Llamaremos “Resperada” a la resistencia que se espera alcanzar tras el


periodo elegido de tiempo de espera. Se entiende que a partir de este valor de
la resistencia (puesto que como ya se ha establecido, seguirá aumentando con
el tiempo) el hormigón está apto para cumplir la función estructural a la que ha
sido destinado, es decir es el valor que cubre las expectativas del cálculo
estructural para los objetivos que se habrían fijado.

A partir del inicio de esta etapa en la que el material está listo para las
exigencias de su uso real y efectivo, se llama ETAPA DE SERVICIO y puesto
que valor de la R es sostenido y más bien va en aumento, por lo que
teóricamente se puede considerar esta etapa como de duración indefinida.

Teóricamente, en las previsiones del servicio que debe cumplir una estructura
se establecen las condiciones del mismo, es decir lo que se conoce como
NIVEL DE SERVICIO que es el grado de calidad previsto para el usuario, el
cual se supone que tanto el material como el conjunto de elementos cumplen.

Toda vez que éste nivel de servicio ya no es satisfactorio por cualquier razón,
sea porque se presentan mejores expectativas, se alcanzan o sobrepasan los
límites de capacidades establecidas, se estima una obsolescencia o
eventualmente el grado de desgaste, deterioro o necesidades de
mantenimiento vayan más allá de lo aceptable para el propietario, se podría
considerar el fin de la llamada “vida útil” de la estructura; a pesar de que la
misma tenga aún mucho más perspectivas de “existencia” como tal.

Cuanto más exigente es un mercado, más cortos suelen ser los periodos de
“vida útil”, sin embargo, como contraparte está que el mayor desarrollo de una
sociedad plantea también más grandes desafíos y por consiguiente inversiones
en la misma o mayor proporción por lo que también es necesario que los
periodos de uso planteados sean lo suficientemente extensos como para
cumplir las expectativas de recuperación y beneficios.

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