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DEFORESTACION

La deforestación es un problema global creciente con consecuencias


ambientales y económicas de gran alcance, incluidas algunas que
pueden no entenderse completamente hasta que sea demasiado tarde
para evitarlas. Pero, ¿qué es la deforestación y por qué es un problema
tan grave?
La deforestación se refiere a la pérdida o destrucción de los
bosques naturales, principalmente debido a actividades humanas
como la tala de árboles para combustible, la agricultura de tala y
quema, la limpieza de tierras para el pastoreo de ganado, las
operaciones mineras, la extracción de petróleo, la construcción de
presas y zonas urbanas, expansión u otros tipos de desarrollo y
expansión de la población.
La tala sola, en gran parte ilegal, representa la pérdida de más de 32
millones de acres (hectáreas- MEDIDA DE SUPERFICIE USADA EN LA
AGRICULTURA) de los bosques naturales de nuestro planeta cada año,
según The Nature Conservancy .
No toda la deforestación es intencional. Parte de la deforestación puede
ser impulsada por una combinación de procesos naturales e intereses
humanos. Los incendios forestales queman grandes secciones de
bosque cada año, y aunque el fuego es una parte natural del ciclo de
vida del bosque, el pastoreo posterior por el ganado o la vida silvestre
después de un incendio puede evitar el crecimiento de árboles jóvenes.
Deforestación en Colombia: el 85% se concentra en la Amazonia
El departamento de Guaviare es la zona con más tala de bosques a
nivel nacional.
En los últimos tres meses de 2019, la deforestación en Colombia se
concentró en un 84.9% en la Amazonia, de acuerdo con el Instituto de
Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).

Los departamentos de Caquetá, Guaviare y Meta reportaron en estos


últimos tres meses, alrededor de 28 mil hectáreas deforestadas. Los
parques Tinigüa  y La Macarena son las áreas protegidas con mayor
tala de bosques en el país, según este informe. 
El Ideam explicó que el principal foco de deforestación se concentró
en el noroccidente del departamento del Guaviare, especialmente en el
área de influencia denominada “Marginal de la Selva”, al sur del río
Guayabero, entre los centros poblados de La Catalina y Puerto
Cachicamo, en sectores de los municipios Calamar (vereda Itilla) y San
José del Guaviare (veredas San Antonio Alto, La Unión, Lejanías,
Palmar Alto y Fundación). También se presentó afectación en el
resguardo indígena Llanos del Yarí.

Los científicos Carlos Nobre y Thomas Lovejoy, autoridades mundiales


a la hora de hablar del Amazonas, publicaron el pasado mes de febrero
en la revista Science Advance un artículo en el que revelan que la
deforestación está llevando a esta región a un punto sin retorno, en el
cual ya no cumpliría su rol en el ciclo hidrológico. Las lluvias
disminuirían y esto traería repercusiones negativas. La investigación
revela que la deforestación ha acabado con el 17 por ciento de la
vegetación de la región y, que si alcanza el 20 por ciento, la selva puede
pasar de ser el sostén de los ecosistemas a convertirse en una extensa
y árida sabana.

En esta zona, la causa de la tala indiscriminada de bosques está


relacionada según el Ideam, con "la expansión y consolidación de la
infraestructura vial informal, que continúa siendo el principal
dinamizador de la pérdida de bosque, al facilitar la conversión en
cultivos de uso ilícito y pastizales utilizados en prácticas ganaderas no
sostenibles, o como mecanismo para la acumulación y valorización de la
tierra. Esta dinámica de intervención la promueven principalmente
grupos armados ilegales e inversionistas ajenos a la región"

Otro foco de deforestación está en un área protegida clave para


biodiversidad en el mundo. Se trata del Parque Tingüa al sur del
departamento del Meta, en el municipio de La Macarena (veredas
Parque Tinigüa, Jordania, Atlántida, Agua Bonita, Alto Raudal, Palestina
y El Tapir).
Causas de la deforestación
Las principales causas de la deforestación son los intereses de grandes
empresas privadas o de pequeños agricultores y ganaderos, en muchos
casos unido a la carencia de leyes de protección adecuadas.
Operaciones madereras comerciales
La industria maderera efectúa talas o quemas para la obtención de
madera y pulpa de papel. En este punto se incluye asimismo la
deforestación para la construcción por parte de estas empresas de
carreteras de acceso a bosques y selvas cada vez más remotos.

Agricultura, ganadería y minería


Bien empresas del sector privado —gran escala—, bien agricultores y
ganaderos locales —subsistencia— talan árboles con el fin de lograr
más espacio para los cultivos o para el pastoreo del ganado, que siendo
intensivo (sobrepastoreo) impide además el crecimiento de nuevos
brotes.
Lo mismo sucede con la industria minera, que ocupa el terreno para la
extracción de materias primas.
Leyes medioambientales deficientes
Insuficiencia o inexistencia de leyes medioambientales y marcos
jurídicos e institucionales que protejan la superficie forestal.

Consecuencias de la Deforestación
1. Afecta de gran manera al clima, debido a que su tala incide en la
cantidad de precipitación que cae en la zona, esto implica que, a menor
cantidad de vegetación, menor cantidad de lluvia.
2. También incide bastante en el cambio climático, durante el día los
árboles bloquean los rayos solares y durante la noche mantiene el calor,
sin los bosques, la temperatura será más extrema, afectando también a
los animales y la vegetación.
3. Afecta directamente al calentamiento global, los gases del efecto
invernadero son absorbidos por las fibras de la vegetación, al no haber
presencia de árboles esos gases suben a la atmósfera.
4. Los bosques son hogar de cientos de especies, al talar y quemarlos
indiscriminadamente, también estamos acabando con la vida de esas
especies.
5. Después de la deforestación la tierra no queda apta para cultivar,
causando también desertificación. Esto se debe a que pierden su
cubierta forestal y como consecuencia pierde la fertilidad de la tierra y
arabilidad.
6. Otra función de los bosques, es contener el flujo de agua de río y
arroyos, talando estos árboles se generan inundaciones y
deslizamientos.
7. Estudios han revelado que, de continuar por este camino de la
deforestación, en 100 años el mundo ya no contará con selvas
tropicales.
¿Por qué es un problema la deforestación?
Los científicos estiman que el 80 por ciento de todas las especies en la
Tierra, incluidas las que aún no se han descubierto, viven en las selvas
tropicales. La deforestación en esas regiones destruye el hábitat crítico,
altera los ecosistemas y conduce a la posible extinción de muchas
especies, incluidas las especies insustituibles que podrían usarse para
fabricar medicamentos, que podrían ser esenciales para la curación o
tratamientos efectivos de las enfermedades más devastadoras del
mundo.
La deforestación también contribuye al calentamiento global —la
deforestación tropical representa aproximadamente el 20 por ciento de
todos los gases de efecto invernadero— y tiene un impacto significativo
en la economía global. Si bien algunas personas pueden recibir
beneficios económicos inmediatos de actividades que resultan en la
deforestación, esas ganancias a corto plazo no pueden compensar las
pérdidas económicas negativas a largo plazo.
En la Convención de 2008 sobre la Diversidad Biológica en Bonn,
Alemania, científicos, economistas y otros expertos concluyeron que la
deforestación y el daño a otros sistemas ambientales podrían reducir a
la mitad el nivel de vida de los pobres del mundo y reducir el producto
interno bruto (PIB) global en aproximadamente 7 por ciento. Los
productos forestales y las actividades relacionadas representan
aproximadamente $ 600 mil millones en PIB mundial cada año.

Impacto Ambiental de la Deforestación


Durante los últimos tiempos el hombre se está encargando de dejar sin
recurso forestal al suelo y al planeta por la tala indiscriminada de
árboles para satisfacer sus necesidades económicas y básicas.
Un problema ambiental que deja sin bosque al planeta e impacta sobre
la biodiversidad, los ecosistemas y el entorno natural.
Por ese motivo, es importante que conozcas a través de este artículo
qué es la deforestación, sus principales causas, consecuencias y
soluciones para combatir o reducir este problema ambiental.
Soluciones a la Deforestación
Ante este problema ambiental, todos somos responsables de asumir
medidas de protección ambiental para combatir con la deforestación
como son:
La educación ambiental que promueva la conciencia ecológica de la
humanidad.
La reforestación por medio de la plantación de árboles.
El reciclaje para evitar la tale de más bosque.
Reducir el consumismo irresponsable.
Evitar los incendios forestales.
La agricultura ecológica.
Ahorrar energía o electricidad.
Los productos ecológicos.
El turismo ecológico.
El uso sostenible de los recursos aire, agua y suelo.
La conservación ambiental.
La legislación ambiental.
Cuidando los animales y las plantas.
El desarrollo sostenible.
Definitivamente, el problema ambiental de la deforestación radica en la
pérdida de fauna y flora, al igual que incrementa el calentamiento global
del planeta, ya que los bosques son reguladores del dióxido de carbono
y proporcionan oxígeno.
La deforestación es la acción humana de dejar al suelo sin árboles y
plantas mediante la tala y quema de recursos forestales como los
bosques o selvas.
El problema ambiental de la deforestación, es responsabilidad de
todos
¿Por Qué es Tan Grave la Deforestación para el Medio Ambiente?
Cómo Detener la Deforestación
Aunque la solución a simple vista sea dejar de talar y quemar árboles,
es claro que es una práctica que no se va a dejar de hacer, al menos en
el corto y mediano plazo, especialmente cuando intereses económicos
están de por medio.
Como es una práctica difícil de controlar, lo que se puede hacer para
revertir en cierta medida el impacto de la deforestación, es plantar la
misma cantidad que se corta.
Como consumidores podemos aportar nuestro grano de arena optando
comprar productos ecológicos, apoyemos las empresas que su
producción está libre de deforestación.
También es importante que comencemos a sensibilizar a todos a
nuestro alrededor sobre la importancia de la conservación de los
bosques y todo lo que ello implica como también la preservación de
muchas especies de animales.
La solución más rápida a la deforestación es, sencillamente, interrumpir
la tala de árboles. Aunque el ritmo de deforestación se ha ralentizado un
poco en los últimos años, las realidades financieras actuales hacen de
esta solución una alternativa poco probable.
La solución más viable sería gestionar los recursos vegetales
cuidadosamente mediante la eliminación de los despejes agrícolas para
asegurar que los entornos forestales permanecen intactos. La tala que
se realice debe hacerse de forma balanceada mediante la plantación de
suficientes árboles jóvenes que sustituyan a los más viejos en todos los
bosques y selvas. El número de nuevas plantaciones de árboles
aumenta cada año, pero el total todavía equivale a una ínfima parte del
área forestal del planeta.
BIODIVERSIDAD

Para el 2030, se estima que se vea afectado el 2% del total de la población y un


valor de capital del orden del 2,2% del PIB.
La pérdida de cobertura de ecosistemas marinos y costeros como manglares, de los
cuales Colombia cuenta con la mayor extensión del Pacífico americano.
La exposición prolongada de los arrecifes coralinos a altas temperaturas puede
causar daños irreversibles (blanqueamiento), la subsiguiente muerte de los mismos
y la pérdida de sus servicios ambientales, como es la protección de la línea de costa
ante eventos extremos (mares de leva, huracanes, etc.)

El aumento en la temperatura de los océanos causado por el calentamiento global,


no sólo provoca algunos fenómenos como el aumento del nivel del mar o la
intensificación de lluvias, sino que también está matando a los arrecifes de coral.

Los arrecifes de coral están formados por animales coloniales, y de acuerdo con la
ONU, el 25 por ciento de las especies marinas dependen de ellos.

La ONU menciona que los científicos han estimado que de continuar así, para el
2050 el 90 por ciento de los arrecifes de coral podrían estar extintos.

Gabriel Grismditch, miembro de la división de ecosistemas marinos del Programa de


las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, explicó en el sitio de la ONU que el
aumento de las temperaturas del océano es una consecuencia del calentamiento
global y las actividades humanas tales como la emisión de gases de efecto
invernadero que están literalmente matando los arrecifes de coral.

Grismditch agregó que los corales son muy sensibles a los cambios de temperatura,
ya que "viven en una simbiosis con unas algas microscópicas que viven dentro de
ellos y les dan energía", la cual se rompe al subir de temperatura.

El cambio climático afecta la biodiversidad


Los cambios de temperatura afectan la distribución, el tamaño, la estructura y la
abundancia de las poblaciones de algunas especies, como lo publicó la CEPAL el
año pasado en su informe ‘El cambio climático y sus efectos en la biodiversidad de
América Latina’, basado en evidencia científica. Esto, en otras palabras, representa
cambios en la biodiversidad.
María Eugenia Rinaudo, del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt, explica que cuando se habla de biodiversidad también se
habla de servicios ecosistémicos. La Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura, FAO, los define como la multitud de beneficios que la
naturaleza aporta a la sociedad, al proporcionar alimentos nutritivos y agua limpia; al
regular las enfermedades y el clima; al apoyar la polinización de los cultivos y la
formación de suelos, y al ofrecer beneficios recreativos, culturales y espirituales.

La experta en biodiversidad del Humboldt hace énfasis en el riesgo que representa


el cambio climático para la polinización, el proceso de la naturaleza que permite la
germinación y la aparición de nuevos frutos y semillas y que ya está en riesgo.
Investigaciones de diferentes organizaciones como la FAO o la Plataforma
Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de
los Ecosistemas, IPBES, han prendido alarmas por el declive en el número de
especies polinizadoras como las abejas, en peligro de extinción. “La polinización es
vital para la producción de alimentos y los medios de vida de los seres humanos y
vincula directamente los ecosistemas silvestres y los sistemas de producción
agrícola”, explica Rinaudo.

La pérdida de biodiversidad es una de las consecuencias más preocupantes del


cambio climático y medioambiental producido por el ser humano, cuyas
repercusiones ecológicas van más allá de la pérdida de especies ‘per se’. El
funcionamiento de los ecosistemas puede sufrir alteraciones como resultado de la
pérdida de especies, afectando finalmente a fenómenos tan relevantes como la
disponibilidad de recursos naturales o la regulación del clima.

Los ríos se encuentran entre los ecosistemas que sufren mayores pérdidas de
biodiversidad, pero con consecuencias ecológicas en su mayoría desconocidas. Un
estudio realizado por el Grupo de Ecología de Ríos del Departamento de Biología
Vegetal y Ecología, en la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU,
demuestra por primera vez cómo la pérdida de especies de plantas de ribera afecta
a la ‘multifuncionalidad’ del ecosistema fluvial. Este término, de reciente aparición en
la literatura ecológica, se refiere a la capacidad de un ecosistema de mantener
múltiples procesos de manera simultánea, lo cual es fundamental para determinar
su estado de salud.

“Los bosques de las riberas de los ríos sufren importantes modificaciones que en
muchos casos conducen al deterioro y la pérdida de biodiversidad, pasando de ser
comunidades diversas y complejas a estar formadas por una o pocas especies”,
alerta Luz Boyero, coordinadora del grupo de Investigación que ha realizado este
estudio. Las plantas de ribera proporcionan el recurso energético básico de muchos
ríos: la hojarasca, de la cual se alimenta un tipo de invertebrados acuáticos: los
detritívoros. Estos a su vez forman la base de la red alimenticia fluvial, sirviendo de
alimento para peces y otros organismos fluviales emblemáticos tales como las
libélulas. Además, la hojarasca es descompuesta por microorganismos de forma
que sus nutrientes se reciclan y quedan disponibles de nuevo para las plantas.

El estudio, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y con fondos


FEDER (Proyecto Biofunction), consistió en crear microcosmos que emulaban el
ambiente fluvial, en los cuales se simulaba una pérdida gradual de diversidad de
plantas de ribera y se cuantificaban las tasas de múltiples procesos fluviales,
incluyendo la descomposición de la hojarasca, su conversión a materia orgánica
fina, el reciclado de nutrientes fundamentales (nitrógeno y fósforo) y la producción
de biomasa animal. “La pérdida de diversidad supuso una disminución significativa
en la multifuncionalidad del ecosistema, pero solo en la presencia de detritívoros,
evidenciando el papel ecológico fundamental de estos organismos como
intermediarios entre los recursos vegetales provenientes del ecosistema terrestre y
los procesos fluviales”, explica Boyero.

El estudio demostró también la importancia de examinar los efectos de la pérdida de


diversidad de plantas de ribera para cada proceso por separado, y teniendo en
cuenta los diferentes compartimentos del ecosistema (hojarasca, agua y
organismos), para poder identificar los mecanismos biológicos subyacentes. Por
ejemplo, se vio que los microorganismos juegan un importante papel en los cambios
producidos sobre el reciclado de nutrientes, mientras que los detritívoros son los
principales responsables de los efectos en descomposición y producción de materia
orgánica fina.

EL CAMBIO CLIMÁTICO (TIPO DE NUBES Y SU FUNCIÓN EN EL CAMBIO


CLIMÁTICO)

El cambio climático es considerado uno de los problemas ambientales más


importantes de nuestro tiempo, y puede definirse como todo cambio significativo o
perturbaciones provocadas al clima del planeta, que permanece por décadas o más
tiempo, esto debido al calentamiento global que provocan los llamados GEI (Gases
Efecto Invernadero).

El cambio climático puede darse por causas naturales, o como resultado de


actividades humanas.

El calentamiento global se refiere al incremento promedio de las temperaturas


terrestres y marinas a nivel global. En las tres últimas décadas la superficie de la
Tierra se ha vuelto cada vez más cálida, y se han superado los registros de
cualquier época precedente a 1850.

¿Cómo se reacciona al cambio climático en Colombia?


El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia,
IDEAM, dice que la evidencia histórica muestra un aumento significativo en las
sequías y en las precipitaciones extremas en los últimos treinta años y se pronostica
un incremento de cerca de 0,9 grados centígrados para el 2040 y de 2,4 grados
centígrados a final de siglo en la temperatura del país.

La información proviene de la tercera comunicación nacional de cambio climático


(2017), que es el mecanismo en el cual se analiza la vulnerabilidad de Colombia
ante este fenómeno planetario y que busca servir como herramienta para la gestión
territorial. Allí se hacen proyecciones de cómo se pueden ver afectados el recurso
hídrico, el hábitat humano, la biodiversidad, la infraestructura, la salud y la seguridad
alimentaria. Según el documento, el 100 por ciento de los municipios de Colombia
tiene algún grado de riesgo por cambio climático y en 2040 el 25 por ciento estará
en riesgo alto y muy alto de sufrir fuertes impactos.

En relación con estos datos, varias entidades públicas vienen trabajando para tomar
acciones que mitiguen los efectos del cambio climático. El año pasado, el Ministerio
de Ambiente y Desarrollo Sostenible publicó el documento para tomadores de
decisiones de la Política Nacional de Cambio Climático, en la cual se plantean las
metas nacionales de desarrollo bajo en carbono y resiliente al clima, con el objetivo
de reducir los riesgos y aprovechar las oportunidades.

En 2016 se creó por decreto el Sistema Nacional de Cambio Climático, Sisclima, un


conjunto de entidades estatales privadas y sin animo lucro, de políticas, normas,
procesos, recursos, planes, estrategias, instrumentos y mecanismos, así como de
información atinente al cambio climático, que se aplica de manera organizada para
gestionar la mitigación de gases efecto invernadero y la adaptación al cambio
climático en el país.

NUBES Y TIPOS DE NUBES


Antes de comenzar a describir los tipos de nubes tenemos que explicar cómo se
forman. Para que haya nubes en el cielo tiene que existir un enfriamiento del aire. El
«circuito» comienza por el Sol. Cuando los rayos de sol calientan la superficie
terrestre, calientan también el aire de alrededor. Un aire con elevada temperatura se
vuelve menos denso, por lo que tiende a ascender y ser reemplazado por el aire
más frío y denso. Conforme se asciende en altitud, el gradiente térmico ambiental
hace que las temperaturas sean más bajas. Por ello, el aire se va enfriando.

Nacen gracias a los aerosoles que tienen origen natural (polvo mineral y orgánico,
sales del océano) o antropogénico, producido por procesos de combustión en
generación de energía y transporte y en reacciones químicas secundarias. Esas
partículas suspendidas en el aire que se lleva el viento permiten que el vapor de
agua se agreguen a ellas y formen gotitas de agua o cristales de hielo. Además, hay
una gran variedad de nubes y cada una tiene un efecto distinto sobre el
calentamiento global. Algunas, como los estratos, reflejan más luz solar y enfrían la
superficie, mientras que otras, conocidas como cirros, pueden tener el efecto
contrario y atrapar el calor.

Cuando alcanza una capa más fría de aire, se condensa en forma de vapor de
agua. Este vapor de agua es invisible a simple vista, ya que está compuesto por
gotitas de agua y partículas de hielo. Las partículas son tan pequeñas de tamaño
que son capaces de sostenerse en el aire mediante corrientes verticales leves.

Las diferencias entre las formaciones de distintos tipos de nubes se deben a las
temperaturas de condensación. Hay algunas nubes que se forman a temperaturas
más altas y otra más bajas. Mientras más baja sea la temperatura de formación,
más «espesa» será la nube. También hay algunos tipos de nubes que dan
precipitaciones y otras que no.

Si la temperatura es demasiado baja, la nube que se forma estará compuesta de


cristales de hielo.

Otro factor que afecta a la formación de la nube es el movimiento de aire. Las nubes
que se crean cuando el aire está en reposo tienden a aparecer en capas o estratos.
Por otro lado, las que se forman entre vientos o aire con fuertes corrientes verticales
presentan un gran desarrollo vertical. Normalmente son estas últimas las causantes
de las lluvias y tormentas.

Vamos a diferenciar los distintos tipos de nubes en función de la altitud a la que se


forman:
NUBES ALTAS
- Cirros
Son nubes blancas, transparentes y sin sombras internas. Aparecen como las
conocidas «colas de caballo». No son más que nubes formadas por cristales de
hielo debido a la altitud a la que se encuentran. Son como filamentos largos y
delgados que presentan una distribución más o menos regular en forma de líneas
paralelas.
- Cirrocúmulos
Estas nubes forman una capa casi continua que presentan un aspecto de superficie
arrugada y con formas redondeadas como si fueran pequeños copos de algodón.
Las nubes son totalmente de color blancas sin presentar sombra alguna. Cuando el
cielo aparece cubierto de este tipo de nubes se dice que está aborregado. Es similar
al tejido de las ovejas.
- Cirrostratos
Parecen a simple vista como un velo del que cuesta distinguir los detalles. Algunas
veces se pueden notar los bordes ya que son estriados largos y anchos. Se
identifican fácilmente porque forman un halo en el cielo alrededor tanto del sol como
de la luna. Suelen suceder a los cirros e indican que llega el mal tiempo o algún
frente cálido.
NUBES MEDIAS
- Altocumulos
Son nubes con forma de copos de tamaño mediano y estructura irregular. Estas
nubes sí presentan copos y ondulaciones en su parte más inferior. Los altocúmulos
indican que comienza el mal tiempo ya sea por lluvias o tormentas.
- Altostratos
Se trata de nubes con capas delgadas y algunas zonas más densas. En la mayoría
de los casos se puede ver el sol a través de la capa de nubes. El aspecto es
parecido a unos manchones irregulares. Presagian lluvia fina a causa de un
descenso de la temperatura.
NUBES BAJAS
- Nimbostratos
Tienen aspecto de una capa regular de color gris oscuro y con diversos grados de
opacidad. Se debe a que varía la densidad a lo largo de la nube. Son típicas de las
lluvias de primavera y verano. También se pueden encontrar en las precipitaciones
en forma de nieve.
- Estratocúmulos
Son las que tienen ondulaciones parecidas a cilindros alargados. También
presentan algunas ondulaciones en distintos tonos de gris. Es raro que aporten
lluvias.
- Estratos
La apariencia es la de una neblina grisácea sin que se pueda ver las estructuras tan
definidas. Tiene algunos manchones de diferente grado de opacidad. Durante los
meses más fríos son capaces de aguantar durante todo el día, dándole un aspecto
más lúgubre al paisaje. Cuando llega la primavera aparecen durante la madrugada y
se dispersan durante el día. Indica buen tiempo.
NUBES DE DESARROLLO VERTICAL
Estas son las nubes que presentan grados masivos de tamaño y lluvias.
- Cúmulos
Tienen un aspecto más denso y sombras muy marcadas, a tal punto de tapar el sol.
Son nubes de color gris. Su base es horizontal, pero su parte superior presenta
protuberancias de gran tamaño. Los cúmulos corresponden al buen tiempo cuando
hay poca humedad ambiental y poco movimiento vertical del aire. Son capaces de
originar aguaceros y tormentas.
- Cumulonimbos
Son las nubes de mayor tamaño y apariencia masiva con un gran desarrollo vertical.
Son de color gris y tapan totalmente el sol. Se trata de las típicas que tienen lugar
en las tormentas e incluso producen granizo.

LA CONTAMINACIÓN Y EL CAMBIO CLIMÁTICO


Hablamos de contaminación cuando en un entorno ingresan
elementos o sustancias que normalmente no deberían estar en él y
que afectan el equilibrio del ecosistema.

Dos de los principales problemas ambientales del planeta, el cambio climático y la


contaminación del aire, tienen relación entre sí. Como punto de partida es
importante distinguirlos bien para conocer qué vínculos tienen, en qué se diferencian
y qué posibles soluciones comparten.

En primer lugar, el cambio climático es la variación global del clima de la Tierra


debido a causas naturales y también a la acción del hombre. Tiene consecuencias
múltiples y de impacto global derivadas principalmente de los cambios en los
patrones climáticos, el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos
más extremos. El cambio climático no supone únicamente un fenómeno ambiental,
porque sus impactos negativos tienen consecuencias sociales y económicas.

Por su parte, la contaminación del aire es la presencia en el aire de sustancias o


partículas que implican riesgo, daño o molestia para el ser humano, la flora o la
fauna. La principal fuente de contaminación atmosférica son los gases ozono
troposférico (O3), óxidos de azufre (SO2 y SO₃), óxidos de nitrógeno (NO y NO2),
benzopireno (BaP) y las partículas en suspensión (PM).

Estos gases se derivan principalmente de las emisiones provocadas por la quema


de combustibles fósiles (incluidas las emisiones generadas por el transporte), los
procesos industriales, la quema de bosques, el empleo de aerosoles y la radiación.

Un origen común

Ambos problemas parten de un mismo escenario principal: el actual modelo


energético. Tanto el cambio climático como la contaminación del aire se ven
potenciados por la quema de combustibles.

El incremento de la emisión de CO2 provoca el calentamiento global que deriva en


el cambio climático, mientras que la generación de otros contaminantes como los
óxidos de nitrógeno (NO y NO₂), los óxidos de azufre (SO₂ y SO₃) o las partículas
en suspensión, es la principal responsable de que el aire esté contaminado.

Perjuicio social del cambio climático y la contaminación del aire

Otra característica que comparten ambos fenómenos es su grave impacto en la


sociedad. El cambio climático provoca sequías, inundaciones, deforestación,
desplazamiento y desaparición de especies animales y vegetales… que dan lugar a
hambrunas y enfermedades.

La contaminación atmosférica causa seis millones de muertos cada año en todo el


mundo y provoca un cuarto de los cánceres de pulmón, ataques al corazón e
infartos cerebrales, significando el 0,3 del PIB mundial en gastos sanitarios, además
de la reducción de la eficiencia laboral.

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