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Régimen político: procede del latín régimen y hace referencia al sistema político y social

que rige un determinado territorio. Por extensión, el término régimen político designa la
estructura organizativa del poder político, con sus instituciones, sus normas y sus dirigentes. Esta
definición es válida para regímenes democráticos y no democráticos.

Al llegar al poder, el dirigente adquiere la capacidad de mandar, lo que supone que el ciudadano
deberá obedecer. Por supuesto, en esta relación hay límites establecidos por la ley.

Puede considerarse que los ciudadanos se encuentran en una situación de dominación o


subordinación al régimen político, aún cuando los gobernantes hayan sido elegidos de manera
democrática. Según las características del ejercicio del poder, puede hablarse de tipos de
regímenes políticos como el régimen democrático (cuando las autoridades acceden al poder y lo
ejercen con respeto a los normas democráticas), régimen totalitario (el Estado ejerce el poder sin
restricciones ni controles), régimen parlamentario (el Parlamento fija el ejercicio del poder.

1) ¿Qué es el régimen político?

Es el conjunto de instituciones que regulan la manera de acceder al gobierno, se trata de las reglas
que están arraigadas en quienes participen del juego político: gobernantes y ciudadanos.

2) ¿En que se basan los regímenes democráticos?

Se basan en la igualdad de derechos y la libertad para participar en la vida social y política.

3) ¿En que se basan los regímenes no democráticos?

Tienen en común la ausencia de garantías para ejercer los derechos humanos, la presencia de
pequeños grupos que monopolizan el poder y que tienen un pensamiento autoritario.

4) ¿Qué es la participación ciudadana?

Es la participación activa de los ciudadanos en las decisiones de gobierno mediante la creación de


grupos, comisiones o distintas organizaciones políticas.

5) ¿Qué favorece la distribución y separación de poderes?

Favorece la equitativo reparto de poder, situación a la que se le conoce como estado de derecho.

6) ¿Qué valores se deben cultivar?

La tolerancia, el respeto frente a las opiniones o a los intereses ajenos, el respeto a las libertades
individuales, el reconocimiento o la igualdad sin distinción de raza, credo, idioma o religión.
Régimen político concepto
El régimen político se puede clasificar de diversa maneras. Una a partir del criterio de
legitimación, con base en la rama de poder que orienta el conjunto de las políticas y a partir de la
distribución territorial de competencia y atribuciones.

El régimen político es un espacio articulador diferente, con una cierta autonomía, recoge y expresa
a su manera, algunas característica del estado y genera le estructuración de las políticas públicas,
por lo que tiene que ver con la construcción y reconstrucción del orden. Y podemos ver su ámbito
como acuerdo circunstancial que expresa la existencia de un orden inminentemente inestable.

Régimen político es o se refiere a un marco constitucional, es la expresión jurídica de la nación


o/y del estado. En donde su tipología como principio de legitimidad; es un Régimen político
dictatorial y democrático es una fotografía del funcionamiento del estado.

Régimen político características


Por régimen político denominamos al conjunto de instituciones que regulan la lucha por el poder,
el ejercicio del mismo y los valores que sustentan dichas instituciones. De manera más clara, un
régimen político involucra la forma en que se gobierna, cómo se organizan los poderes y las
fuerzas que pujan por controlar el poder en un país. Para entender el régimen o tipo de gobierno
en un Estado, habría que valorar cosas tales como: quién ejerce el poder, cómo lo ejerce y cómo
accedió a él.

Tipos de régimen político contemporáneos


1. Regímenes Democráticos

Fueron los antiguos griegos quienes crearon esta forma de gobierno; por tanto, el significado de la
palabra DEMOCRACIA es el siguiente:

Tipos de régimen político: democracia

Es importante darle el mérito suficiente a los griegos, sin olvidar que la Democracia que
practicaban no era abierta y popular, más bien, se trataba de un sistema que excluía a las mujeres,
analfabetos, esclavos, extranjeros y pobres. La Democracia actual tiene un empuje fuerte en las
propuestas de los pensadores ilustrados (Ilustración, siglo XVIII), tales como Rousseau, Voltaire y
Montesquieu, entre otros. Ellos son los precursores de ideas democráticas fundamentales, como
la soberanía popular y la división de poderes.

El primer gran movimiento político que se basó en la ideas de la Ilustración, fue la Revolución
Norteamericana de 1776. Esta inspiró a personas y movimientos similares en otros lugares;
destacándose la Revolución Francesa de 1789 y la independencia de las colonias
Hispanoamericanas (siglo XIX); proceso dentro del cual se ubica nuestra propia independencia, en
1821.

Por Democracia, además de un régimen político, entendemos una filosofía o ideología política. Es
por eso que encontramos, bajo su denominación, sistemas republicanos, monárquicos, unitarios,
federales, presidencialistas y parlamentarios, entre otros. Sin embargo, todos esos sistemas deben
compartir algunas normas básicas, para que, efectivamente, se trate de una Democracia. Ellos son:

Pilares de una DEMOCRACIA:


•Sufragio universal

• Derecho a ser elegido

• Libertad de expresión

• Existencia de derechos y deberes políticos

• Respeto a las minorías

• Libertad individual

• Derecho a decidir

• Igualdad ante la ley

• Democracia social y económica

La democracia supone el ejercicio directo de las responsabilidades gubernamentales por parte del
propio pueblo.

La fórmula de democracia directa es, pues, utópica, en el sentido de que pasa por alto los datos
objetivos más evidentes de la actividad gubernamental y de la existencia humana.

En la práctica, sólo es posible una democracia representativa.

La tipología clásica distingue dos posibles tipos de regímenes democráticos, susceptibles de


numerosas variantes:

Los regímenes parlamentarios (en los que el gobierno, responsable ante un Parlamento
susceptible de ser disuelto, ejerce el poder en nombre de un jefe de Estado) y los

Regímenes presidencialistas (en los cuales el poder ejecutivo y el poder legislativo son
independientes).

En los regímenes parlamentarios, la capacidad de la asamblea para obtener la dimisión del


gobierno se considera que está equilibrada por el ejercicio del derecho de disolución de las
cámaras.

El jefe del Estado (el monarca o el presidente de la República) simboliza la unidad superadora de
las divisiones partidistas.

En los regímenes presidencialistas, el jefe del poder ejecutivo no puede disolver el Parlamento,
pero éste tampoco puede destituir al gobierno.
2. Regímenes Monárquicos
Rey: cabeza máxima en una monarquía. Es una vieja forma de gobierno que aún existe en algunos
países europeos y asiáticos, aunque dista mucho de tener el poder que tenía en la antigüedad,
cuando los Reyes decidían la vida de las personas.

En estos sistemas el poder recae sobre un hombre y existen de diversos tipos:

A) Monarquía Absoluta: el poder lo ejerce un monarca, y lo puede hacer sin limitaciones.

Él es el soberano, y se acata su mandato. Predominaron hasta la época de la Revolución Francesa y


en la actualidad no existen, aunque algunos regímenes islámicos se acercan a esta variedad de
monarquía.

B) Monarquía Constitucional: las acciones del monarca están determinadas por la


Constitución que debe ser respetada por todos.

C) Monarquía Parlamentaria: el Rey juega un papel decorativo, porque este nombra a


un Jefe de Gobierno, que será el encargado de dirigir los destinos del país.

3. Regímenes Islámicos
Omán, Kuwait, Irán, Irak, Siria, Pakistán, Arabia Saudita y Palestina, son algunos de los principales
ejemplos de esta forma de gobierno.

En estos países no existe división entre religión y política. Los principales líderes religiosos suelen
ser simultáneamente líderes políticos. Además, en estos regímenes, el ser humano es imperfecto y
debe reconocerla perfección de Alá, a cuya voluntad debe someterse completamente. Esa
sumisión, debe adoptarse también para con los líderes políticos. De hecho, Islam significa
sometimiento.

El Islam es una fe, una religión y una cultura. El profeta del Islam fue Mahoma, quien reveló la
existencia de Alá y escribió el Corán, el libro sagrado de los musulmanes. El Islam descansa sobre 5
pilares, es decir, que los musulmanes deben hacer 5 cosas en la vida: aceptar a Alá como dios y a
Mahoma como su profeta, dar limosna a los necesitados, orar 5 veces al día, ayunar durante el
noveno mes (Ramadán) y peregrinar al menos una vez en la vida, a La Meca.

Muchos de los regímenes islámicos presentan monarquías absolutas y constitucionales y también,


algunos son de carácter federal. Los partidos políticos están prohibidos en la mayoría de ellos. El
líder del Gobierno, suele denominarse Emir o Sultán. En la mayoría de los casos, los presidentes de
estos países concentran tanto poder, que hacen recordar a los viejos reyes de la Edad Media.
Algunos países islámicos conservas regímenes sumamente conservadores y estrictos, mientras que
otros ya han experimentado procesos de apertura importantes.

4. Regímenes Autoritarios

Los regímenes autoritarios tienen en común el hecho de confiscar el poder en beneficio del
gobierno vigente. Éste se atribuye un monopolio absoluto y no tolera ninguna moción capaz
deponer en cuestión su autoridad. Los mecanismos de alternancia, como las elecciones, son
suprimidos. El orden se mantiene con firmeza, incluso con brutalidad. Una de las primeras
medidas consiste en prohibir todas las actividades políticas organizadas (partidos políticos y
sindicatos, principalmente). Otra de sus características principales es el estrecho control
establecido sobre la vida política, y especialmente el aparato de Estado que genera. Las dictaduras
personales basan su poder en el individuo y en la actualidad son frecuentes en el Tercer Mundo. El
dictador detenta el poder por medio de la violencia y lo conserva a través de la represión. Con
frecuencia, la dictadura declara estar al servicio de una causa que la legitima(dictadura de
salvación pública o nacional, dictadura revolucionaria, dictadura nacionalista).

5. Regímenes Populistas

El populismo es un estilo de gobernar, más que una ideología. Bajo esa denominación se conocen
los movimientos que gobiernan para las masas, en vez de hacerlo para una pequeña élite. De esta
manera, el movimiento político populista cuenta con el respaldo de trabajadores, campesinos y
clases medias, aunque no haya sido organizado por ellos.

Uno de los líderes populistas importantes fue Juan Domingo Perón (Argentina).

6. Regímenes Socialistas

Es el tipo de gobierno vigente en algunos países como Vietnam, Venezuela, China y Cuba, en cuyos
casos, el socialismo fue impuesto luego del triunfo de una revolución de carácter popular. El
sistema se caracteriza por que los líderes políticos son altos funcionarios del partido oficial, que
generalmente es único y en casi todos los casos, la reelección es aceptada. Estos gobiernos
impulsan medidas de carácter popular, como educación y sistemas de salud gratuita, regímenes de
pensiones unificados, etc.

En términos generales, los gobiernos socialistas defienden un sistema económico y político basado
en la socialización de los sistemas de producción yen el control estatal (parcial o completo) de los
sectores económicos. Es decir, propone exactamente lo contrario a lo que defiende el capitalismo.
A medida que el movimiento evolucionó y creció, el concepto de socialismo fue adquiriendo
diversos significados en función del lugar y la época donde arraigara, por eso existen múltiples
corrientes y gobiernos socialistas que adoptan medidas diferentes.

Las principales medidas de estos gobiernos están basadas en las ideas de Karl Marx. El marxismo
sostenía que el capitalismo era el resultado de un proceso histórico caracterizado por un conflicto
continuo entre clases sociales opuestas. Al crear una gran clase de trabajadores sin propiedades, el
proletariado, el capitalismo estaba sembrando las semillas de su propia muerte, y, con el tiempo,
acabaría siendo sustituido por una sociedad comunista.

7. Regímenes Unipartidistas

Los partidos políticos son las agrupaciones creadas por ciudadanos de un país, por medio de los
cuales intentan obtener el poder o incidir en el mismo. El unipartidismo es un sistema de partidos
políticos en el que existe un único partido político legal que pueda presentarse a los procesos
electorales.
La base en la que se legitiman los sistemas unipartidistas son en la celebración de elecciones
libres. No debe confundirse con una dictadura, pues en ésta, los líderes no son elegidos mediante
elecciones democráticas. Además un sistema unipartidista no recorta los derechos de los
ciudadanos. Sin embargo, en ocasiones, una dictadura puede adoptar un sistema pseudo
unipartidista, pero falsificando los procesos electorales para hacer creer una legitimación del
sistema.

8. Regímenes Multipartidistas

Un sistema multipartidista o pluripartidista es un sistema donde una gran cantidad de partidos


políticos tienen amplias posibilidades de participar en los procesos electorales. Cuando, en un
régimen multipartidista, dos partidos políticos se alternan el poder, se denomina bipartidismo.
Uno de los riesgos del multipartidismo consiste en la posibilidad de que no se alcancen las
mayorías necesarias para tomar los acuerdos en los Congresos. Esto obliga a la formación de
acuerdos y alianzas políticas para lograr los votos necesarios.

9. Régimen Aristocrático

El régimen aristocrático es el régimen de las clases nobles cuya fortuna proviene de la tierra de su
renta (proviene de la aristocracia ya que es un gobierno de personas más notables).

10. Régimen Oligárquico

Un régimen oligárquico es un régimen donde el poder político es detentado por las élites
económicamente más ricas, en función de sus propios intereses de grupo.

Otra clasificación del régimen político según la relación de poderes

Regímenes Republicanos

Una república es una organización de un estado en la que todos los cargos públicos son escogidos
democráticamente. No obstante algunos gobiernos dictatoriales, unipartidistas a menudo utilizan
el término “república” para referirse al régimen de gobierno aunque los funcionarios públicos no
sean elegidos de manera democrática. El régimen republicano incluyen a todas las repúblicas
según su régimen interno constitucional independientemente de que se hayan elegido
democráticamente o no.

Regímenes Parlamentarios

El parlamentarismo es un sistema de organización política en la que la rama ejecutiva del gobierno


depende del apoyo directo o indirecto del parlamento, a menudo expresado por medio de un voto
de confianza. El poder ejecutivo de los sistemas parlamentarios proviene y depende del poder
legislativo; el jefe de gobierno (llamado “primer ministro”) a veces es el líder del partido o
coalición con mayor representación en el parlamento o cuerpo legislativo. Existe también un jefe
de Estado independiente (llamado “presidente” con poderes limitados, simbólicos o meramente
ceremoniales.
Regímenes Presidencialistas

Los sistemas presidencialistas tienen una clara soberanía y separación de poderes de gobierno; el
ejecutivo es elegido de manera independiente de la rama legislativa, la cual a menudo se conoce
como “congreso”. El jefe de gobierno es a la vez jefe de estado (llamado “presidente”) y por tanto
no existe el cargo de primer ministro.

Regímenes Semipresidencialistas

En los sistemas semipresidencialistas existe un primer ministro (jefe de gobierno) y un presidente


(jefe de estado), el poder ejecutivo es compartido o "bicéfalo". A diferencia de los sistemas
parlamentarios el presidente no es una figura ceremonial, sino que posee algunos poderes
ejecutivos y se encarga de algunas áreas del gobierno. El presidente a menudo se elige de manera
separada de la rama legislativa.

Régimen totalitario (totalitarismo)

Régimen político en el que la acción de los órganos del Estado se extiende a todos los aspectos de
la vida social. En un régimen totalitario, lo característico del totalitarismo, es que el consenso
participativo de los individuos se sustituye mediante un drástico control estatal de todos los
niveles estructurales de la vida privada y pública.

Tipología histórica de los regímenes políticos

Hasta una época relativamente reciente se hizo uso de una tipología de los regímenes políticos
heredada de Aristóteles, la cual distinguía la monarquía, o bien el gobierno de uno solo, la
aristocracia, o bien el gobierno de pocos, la democracia, o bien el gobierno de todos. A cada una
de estas formas puras, según Aristóteles, corresponde una forma corrupta: la tiranía, la oligarquía,
la demagogia. En las formas puras el gobierno es administrado en interés general, en las corruptas
en interés de quien detenta el poder. El criterio sobre el que se funda esta clasificación (el número
de los gobernantes) es totalmente inadecuado para captar en su esencia la variedad de los
regímenes políticos. Aun cuando la investigación de Aristóteles está dirigida constantemente a
destacar las condiciones reales de las que dependen las diferencias entre los diversos regímenes y
aun cuando los resultados de tal investigación contienen a menudo intuiciones en última instancia
de carácter sociológico, el criterio sobre el que se funda su clasificación de las formas de gobierno
no tiene en cuenta el hecho, demostrado por la teoría de la clase política, de que el gobierno
siempre es detentado por pocos. En efecto, en el régimen monárquico y en el tiránico nunca es
una persona sola quien detenta el poder, sino un grupo. Así, en el régimen democrático que tenga
dimensiones más amplias que las de la ciudad-estado, no es el pueblo quien gobierna sino sus
representantes.

Montesquieu se aleja de la clasificación tradicional porque funda la distinción entre república,


monarquía y despotismo no únicamente en un criterio numérico, sino en la combinación de dos
criterios que él define como "naturaleza" y "principio" del gobierno. La naturaleza del gobierno
depende del número de detentadores del poder (en la república todo el pueblo o una parte de él
detenta el poder, en la monarquía y en el despotismo el poder está en manos de uno solo) y del
modo de ejercicio del poder (en la monarquía el soberano gobierna sobre la base de leyes fijas y
estables, en el despotismo gobierna sin leyes y sin reglas). El principio del gobierno es la actitud
que anima al pueblo en su existencia concreta. La república se funda en la virtud, la monarquía en
el honor, el despotismo en el miedo. De este modo Montesquieu trata de identificar el nexo que
subsiste entre los diversos regímenes políticos y su base social. Justamente a través del camino
indicado por Montesquieu, es decir del estudio de las condiciones en las que se desarrolla la vida
política, es posible llegar a elaborar una tipología de los regímenes políticos con base en factores
que influyen de manera decisiva sobre su estructura y funcionamiento. El enfoque sociológico ha
contribuido, en efecto, a fundar sobre una base científica más sólida la clasificación de los
regímenes políticos que durante mucho tiempo extrajo sus criterios principalmente de los
aspectos formales de las instituciones políticas. El límite fundamental de la clasificación aristotélica
y de sus variantes todavía hoy difundidas consiste en basar la distinción entre las diversas formas
que la lucha por el poder asume sobre la estructura del régimen y no viceversa. En realidad la
estructura del régimen no representa un dato último según el cual sea posible explicar el proceso
político. El criterio pertinente que permite destacar los caracteres esenciales de los regímenes
políticos e indicar sus tipos fundamentales está representado por la forma de la lucha política. Las
diferencias entre los diversos tipos de régimen son imputadas en consecuencia a los diversos
modos de conquistar y de mantener el poder, los cuales dependen de las condiciones sociales y
políticas de la lucha por el poder. Los cambios en la forma del régimen derivan por lo tanto de un
cambio producido en las condiciones internas e internacionales de la lucha política

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