Está en la página 1de 17

DIGNIDAD Movimiento por la

Defensa y la
Dignidad de los
CAFETERA Cafeteros
Colombianos.

“El café huele a cielo recién molido”

Jessi Lane Adams


DIGNIDAD CAFETERA

PRESENTADO POR:

LINA ALEJANDRA MEDINA RAMIREZ – 1.115.090.356

ALEJANDRA MUÑOZ CASTAÑO – 1.104.711.161

PRESENTADO A:

HERNANDO CARDONA RAMÍREZ

DOCENTE

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA

PROGRAMA DE INGENIERÍA MECÁNICA

HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA

27 DE NOVIEMBRE DEL 2019-2


INTRODUCCIÓN

El manejo dado a la economía, por parte de los diferentes gobiernos nacionales, a partir
de la aplicación de las políticas de apertura económica y “libre mercado”, conllevaron la
inestabilidad del precio interno que, atado al precio internacional, terminó produciendo -
en la caficultura nacional- la pérdida de más de ocho millones de sacos de producción
interna, durante cuatro años consecutivos, la quiebra económica de los productores, el
abandono de la actividad cafetera por parte de muchos más, el crecimiento de plagas
como la broca y la roya, el atraso en la renovación de cafetales, el crecimiento -
nuevamente- de la deuda cafetera, la merma en las prácticas culturales necesarias para
el sostenimiento de los cafetales y el desabastecimiento del mercado interno del grano
con las consecuentes importaciones de café -que este año podrían sumar más de un
millón de sacos- encarnando, una vergüenza para las autoridades del café.
DEDICATORIA

El presente trabajo es dedicado a nuestras familias quienes han sido parte fundamental
en nuestras carreras, a los caficultores colombianos que día a día son quienes nos
representan en gran parte como economía del país economía del país, también a
nuestros compañeros de grupo y al docente por permitirnos compartir la conferencia
realizada, la cual nos amplió nuestros conocimientos y aclaro temas tan importantes
como lo son el movimiento de dignidad cafetera.

AGRADECIMIENTOS

Gran agradecimiento de este informe va dirigido al Señor Duberney Galvis integrante del
movimiento dignidad cafetera de Pereira, que gracias a su conocimiento y ayuda
pudimos concluir con éxito este trabajo, también para el docente Hernando Cardona
quien fue el que promovió la realización de las conferencias.
OBJETIVO GENERAL

Dar a conocer tanto el movimiento de dignidad cafetera como la estructura del comité
nacional de cafeteros a los integrantes del curso de historia económica de Colombia.

OBJETIVO PARTICULAR

● Comprender las mayores dificultades que sufren los cafeteros en Colombia.


● Entender por qué es tan importante el café como producto económico en
Colombia.
● Conocer la historia de nuestro café colombiano.

COMPETENCIAS A ADQUIRIR
● Realizar más estudios y controles de los pesticidas utilizados en el cultivo de café,
y tratar de minimizarlos.
● Apuntar a nuevas tecnologías de selección de grano como lo son el procesamieto
digital de imagenes.

POBLACION A QUIE VA DIRIGIDA

Este trabajo va especialmente dirigido a los estudiantes que se encuentran matriculados


en la materia “historia económica de Colombia” sin embargo, es para todo aquel que
quiera o desee adentrarse en un tema tan importante como lo es la caficultura y su
organización en Colombia.
METODOLOGÍA

Se dio a través de una conferencia dirigida por un invitado del comité nacional de
cafeteros, un espacio en el cual se indago a más profundidad el tema del café y la
dignidad cafetera, para abordar el tema se contó con una lúdica dinámica, la participación
de un invitado de la asociación de cafeteros, y la integración del grupo con preguntas e
inquietudes. Un espacio agradable y de esparcimiento con el fin de comprender mejor a
los caficultores.
JUSTIFICACIÓN

Este informe fue realizado para comprender como funciona, cuál es la estructura del
comité nacional de cafeteros, cuáles son sus hechos históricos, como contribuye en el
ámbito de promover el cultivo de café, y darlo a conocer a los demás integrantes del
curso, ya que estos temas están relacionados directamente con el objetivo del mismo,
aprender sobre la historia económica de Colombia y como contribuye en esta.
MARCO CONCEPTUAL

El café:
No existe plena certeza sobre las condiciones en que llegó el café a Colombia. Los
indicios históricos señalan que los jesuitas trajeron semillas del grano a la Nueva
Granada hacia 1730, pero existen distintas versiones al respecto. La tradición dice que
las semillas de café llegaron por el oriente del país, portadas por algún viajero desde las
Guyanas y a través de Venezuela. El testimonio escrito más antiguo de la presencia del
cafeto en Colombia se le atribuye al sacerdote jesuita José Gumilla. En su libro El
Orinoco Ilustrado (1730) registró su presencia en la misión de Santa Teresa de Tabajé,
próxima a la desembocadura del río Meta en el Orinoco. El segundo testimonio escrito
pertenece al arzobispo-virrey Caballero y Góngora (1787) quien en un informe a las
autoridades españolas registró su cultivo en regiones cercanas a Girón (Santander) y
a Muzo (Boyacá).

Los primeros cultivos de café crecieron en la zona oriental del país. En 1835 tuvo lugar
la primera producción comercial y los registros muestran que los primeros 2.560 sacos
se exportaron desde la aduana de Cúcuta, en la frontera con Venezuela. De acuerdo con
testimonios de la época se le atribuye a Francisco Romero, un sacerdote que imponía
durante la confesión a los feligreses de la población de Salazar de las Palmas la
penitencia de sembrar café, un gran impulso en la propagación del cultivo del grano en
esta zona del país. Estas semillas habrían permitido la presencia de café en los
departamentos de Santander y Norte de Santander, en el nororiente del país, con su
consecuente propagación, a partir de 1850, hacia el centro y el occidente a través de
Cundinamarca, Antioquia y la zona del antiguo Caldas.

No obstante, esos desarrollos tempranos, la consolidación del café como producto de


exportación en Colombia sólo se dio a partir de la segunda mitad del siglo XIX. La gran
expansión que tuvo la economía mundial en ese periodo hizo que los hacendados
colombianos encontraran atractivas oportunidades en el mercado internacional. Poco a
poco Estados Unidos se consolidaba como el consumidor más importante de café en el
mundo, mientras Alemania y Francia se convertían en los mercados más interesantes de
Europa.

Los grandes hacendados colombianos ya habían tratado de aprovechar las


oportunidades que ofrecía la expansión de la economía internacional. Entre 1850 y 1857
se dio en el país un auge exportador de tabaco y quina, y posteriormente al cuero y al
ganado en pie. Esos tempranos esfuerzos de exportación de productos agrícolas
colombianos resultaron tremendamente frágiles, pues respondían a una búsqueda de
rentabilidad derivada de los altos precios internacionales, más que a la intención de crear
una base sólida y diversificada de ventas al exterior. Cuando terminaba la bonanza de
precios, la producción del respectivo sector entraba en una fase de decadencia, lo que
daba al traste con cualquier intento de consolidación empresarial.

El café también tuvo una expansión especulativa de este corte, generado por la
coyuntura de los buenos precios internacionales entre finales de los años setenta del
siglo XIX y comienzos del siglo XX. En este periodo la producción anual de café pasó de
unos 60.000 sacos de 60 kilos (la unidad de medida internacional para la
comercialización del café es un saco de 60 kilos de café verde) a cerca de 600.000. Esta
expansión se dio principalmente en las grandes haciendas de los departamentos de
Santander y Cundinamarca, cuyos propietarios tenían acceso al mercado bancario
internacional para financiar sus proyectos. Por eso no es extraño que a finales del siglo
XIX esas dos regiones respondieran por más del 80% de la producción nacional.

Con la caída de los precios internacionales, que se registró en la transición del siglo XIX
al siglo XX, la rentabilidad de las grandes haciendas se fue al piso. Como si eso fuera
poco, la Guerra de los Mil Días, que tuvo lugar en los primeros años del nuevo siglo, les
dio otro duro golpe a los grandes hacendados, ya que les imposibilitó mantener las
plantaciones en buenas condiciones; esta circunstancia, sumada a hecho de que estos
productores se habían endeudado en el exterior para desarrollar sus cultivos, los arruinó.
Las haciendas cafeteras de Santander y Norte de Santander entraron en crisis, y las de
Cundinamarca y Antioquia se estancaron.

La crisis de las grandes haciendas trajo consigo uno de los cambios más significativos
de la caficultura colombiana. Desde 1875 se había comenzado a ampliar el número de
pequeños productores de café en Santander, en algunas zonas de Antioquia y en la zona
del denominado Viejo Caldas. En las primeras décadas del siglo XX ya se había
consolidado un novedoso modelo de desarrollo exportador cafetero basado en la
economía campesina, impulsado por la migración interna y la colonización de nuevas
tierras en el centro y occidente del país, principalmente en los departamentos de
Antioquia, Caldas, Valle y el Norte del Tolima. La expansión de esta nueva caficultura,
sumada a la crisis de las grandes haciendas, hizo que a principios del siglo XX el
occidente colombiano tomara la delantera en el desarrollo cafetero del país.

Esta transformación resultó muy favorable para los propietarios de pequeñas parcelas
que estaban incursionando en el sector. El cultivo del café era una opción muy atractiva
para los campesinos, en la medida en que ofrecía la posibilidad de hacer un uso
permanente e intensivo de la tierra. Bajo el esquema productivo de la agricultura
tradicional, basado en el procedimiento de roza y quema, la tierra permanecía
improductiva durante un largo período de tiempo. En cambio, el café ofrecía la posibilidad
de tener una agricultura intensiva, sin mayores requerimientos técnicos y sin sacrificar el
cultivo de productos para la subsistencia, generando las condiciones para el crecimiento
de una nueva caficultura, dominada por pequeños propietarios.

Aunque los nuevos cafeteros campesinos demostraron tener una gran capacidad para
crecer al margen de las coyunturas de los precios internacionales, Colombia no tuvo un
gran dinamismo relativo en el mercado mundial en este periodo. Como se observa en el
siguiente gráfico, en el período entre 1905 y 1935 la industria del café en Colombia creció
de una forma dinámica, gracias a la visión de política de largo plazo derivada de la
creación de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) en 1927.

En 1930 Colombia se consolidó como el segundo productor de café en el mundo

La unión de campesinos y pequeños productores en torno a la Federación les ha


permitido afrontar retos comunes de logística y comercialización que individualmente no
hubiesen podido sortear. Con el tiempo, y a través de la investigación en Cenicafé,
fundado en 1938, y del Servicio de Extensión agrícola, se desarrollaron sistemas de
cultivo y de trazabilidad que permitieron diferenciar al producto y garantizar su calidad.
Actualmente la tierra del café en Colombia comprende todas las cordilleras y zonas
montañosas del país, generando ingresos a más de 563,000 familias productoras del
grano.

Nuestro café

El café colombiano es 100% arábico lavado, lo que convierte a Colombia en el mayor


productor de café de calidad en el mundo. Nuestro café tiene una merecida reputación
en los mercados internacionales por ser un producto de alta calidad, dadas las
condiciones ambientales existentes en Colombia y al sistema de gestión y respaldo a la
calidad que han diseñado los productores colombianos. Muchos elementos combinados
hacen que el café colombiano sea único.
Pocos saben que el Café de Colombia proviene de más de 500,000 pequeñas familias
de cafeteros que se han organizado a través de la Federación Nacional de Cafeteros y
que han aprobado normas de calidad para la exportación, que son cuidadosamente
aplicadas. Ese es nuestro compromiso colectivo. No en vano el Café de Colombia es
protegido como Denominación de Origen, Marca de Certificación o Indicación Geográfica
Protegida en decenas de países.
Federación Nacional de Cafeteros

La federación nacional de cafeteros es una asociación que ayuda a promover el cultivo


de café, a medida que se dio un crecimiento positivo del café en Colombia un grupo de
caficultores organizo una sociedad para regular el mercado. En 1904 fu establecida la
sociedad de productos de café.
En Antioquia uno de los productores de café llamado Epifanio Montoya Uribe creo una
asociación para proteger los intereses de los cultivadores, El 25 de agosto de 1920, el
primer Congreso Nacional de productores de café se convocó Bogotá, promovido y
patrocinado por la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC. Este primer congreso
fue presidido por Epifanio Montoya, aquí se dio la organización exitosa y el
establecimiento de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. La amplitud de los
temas que se evaluaron y los desafíos que enfrentaron los delegados eran abrumadores,
y finalmente, el evento se suspendió sin ninguna resolución aprobada.

El primer Congreso Nacional de Cultivadores de Café, tomó siete años en materializarse.


Pero en junio de 1927, la Sociedad Antioqueña de Agricultores, SAA, decidió hacer un
segundo esfuerzo para tratar de organizar y reestructurar los cultivadores de café. Al final
de las deliberaciones, el segundo Congreso Nacional de Productores de Café acordó
establecer la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, como una asociación de
comercio, entidad privada y organización sin fines de lucro.
Pocos meses más tarde, el Congreso de la República aprobó la ley 76, que le dio a la
Federación Nacional de Cafeteros la autoridad para administrar y gestionar todos los
ingresos de estos. Por lo tanto, la Federación y el Gobierno Nacional firmaron un
contrato, el 15 de octubre de 1928, por el cual el Gobierno se vio obligado a transferir a
la Federación todos los ingresos generados por este impuesto.

Su filosofía se orienta a la calidad de los productos y servicios que se ofrecen, y con ello
crear valor a los productores de café colombiano.
Esta es una organización sin ánimo de lucro, lo cual conlleva a que su prioridad sea el
productor de café, acompañado de una estructura que garantice un compromiso con la
responsabilidad social y ambiental.
Misión:
Procurar el BIENESTAR del caficultor colombiano a través de una efectiva organización
gremial, democrática y representativa.

Visión:
Para el 2027 la FNC será un gremio próspero y efectivo, que trabaja para un
CAFICULTOR empoderado que toma las mejores decisiones para su desarrollo
económico y social respetando el medio ambiente. UNIDOS marcamos la diferencia.
Movimiento por la Defensa y la Dignidad de los Cafeteros Colombianos.

En Riosucio Caldas se realizó, en medio de la tradicional hospitalidad del pueblo


indígena y campesino, el Encuentro Regional Cafetero del Occidente de Colombia. Más
de 700 dirigentes provenientes de más de cien Municipios de los departamentos de
Antioquía, Caldas, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca, Cauca y Tolima y con el
acompañamiento de senadores, representantes a la Cámara, diputados, concejales,
alcaldes y miembros del gobierno departamental de Caldas se hizo un análisis de la difícil
situación económica y social que atraviesan los caficultores del país y tomado las
decisiones que, en defensa de la actividad productiva de los centenares de miles de
familias cafeteras, permitieran enfrentar las políticas del gobierno nacional y las acciones
de especulación que impone el capital financiero y las multinacionales de la
comercialización en el mercado mundial del grano.

El manejo dado a la economía, por parte de los diferentes gobiernos nacionales, a partir
de la aplicación de las políticas de apertura económica y “libre mercado”, conllevaron la
inestabilidad del precio interno que, atado al precio internacional, terminó produciendo -
en la caficultura nacional- la pérdida de más de ocho millones de sacos de producción
interna, durante cuatro años consecutivos, la quiebra económica de los productores, el
abandono de la actividad cafetera por parte de muchos más, el crecimiento de plagas
como la broca y la roya, el atraso en la renovación de cafetales, el crecimiento -
nuevamente- de la deuda cafetera, la merma en las prácticas culturales necesarias para
el sostenimiento de los cafetales y el desabastecimiento del mercado interno del grano
con las consecuentes importaciones de café -que este año podrían sumar más de un
millón de sacos- encarnando, una vergüenza para las autoridades del café.

También influyen las políticas macroeconómicas en la profunda crisis que hoy padecen
los caficultores. Una es la revaluación del peso frente al dólar que generó pérdidas -en
los ingresos cafeteros- por más del 25 por ciento del precio total de las cosechas de los
últimos años. En esas condiciones, los cafeteros no son capaces de sostener su ingreso,
y, por lo tanto, el precio internacional por debajo de un dólar con 80 centavos, no da
margen de ganancia. Durante el último año la carga de café pasó de un precio de un
millón de pesos a menos de 700 mil. Ningún productor es capaz de sostener su negocio
si el ingreso cae, en tan sólo 5 meses, más del 30%.

Y si a eso se agrega, los altos costos de abonos y demás insumos, la falta de subsidios
adecuados para renovación, el poco apoyo técnico, la aplicación del modelo tecnológico
cimentado en el uso intensivo de agro-químicos, el empeoramiento de las vías fruto del
invierno -que también golpea el cafetal y reduce la producción- y el fracaso, en muchas
zonas, en la implementación de nuevas variedades, la broca, la roya, el agotamiento de
los suelos y la falta de crédito oportuno y barato, menos será posible para los productores
conservar la producción, el empleo y la utilidad necesaria para su sostenimiento y el del
cafetal.

Es de señalar que también afecta a los cafeteros, el alza permanente en los


combustibles, el transporte, los servicios públicos y los impuestos, entre ellos el predial.
Por eso, se rechaza contundentemente la propuesta del gobierno de elevar al 5%, sobre
el valor de la libra exportada, la Contribución Cafetera que, realmente, es un impuesto.
Hoy, con los seis centavos de dólar por libra exportada se paga menos del 2.5%. el
movimiento cafetero dice NO al alza de un solo peso en los impuestos a los productores
de café!

Palabras clave: café, FNC, Colombia, historia, dignidad, arábigo, economía.


ANTECEDENTES

Para el estudio de investigación tiene en cuenta la siguiente documentación:

Gonzalo Cataño (2012) Revista de economía institucional: El café en la sociedad


colombiana.

Federación nacional de cafeteros y universidad EAFIT (2017): “90 años, vivir el café y
sembrar el futuro”.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[1] El Café en Colombia, 1850-1970. Una Historia Económica, Social y Política,


Recuperado de:
https://www.researchgate.net/publication/313853187_El_cafe_en_Colombia_1850-
1970_Una_historia_economica_social_y_politica_Bogota_1979

[2] Manual del cafetero colombiano (1958)”. Historia del café, Recuperado de:
http://biblioteca.cenicafe.org/bitstream/10778/831/1/01.%20Historia%20del%20caf%C3
%A9.pdf

WEB GRAFIA

[1] Página de Comité Nacional de Cafeteros: https://www.federaciondecafeteros.org/


[2] Página de Dignidad Agropecuaria: https://dignidadagropecuaria.org/carta-abierta-a-
los-presidentes-de-los-paises-productores-de-cafe/#.Xd0lZOhKjIU
[3] Opinión publica Dignidad Cafetera:
https://www.lanacion.com.co/2019/04/21/dignidad-cafetera-hace-saber-a-la-opinion-
publica-nacional/
[4] Declaración de Dignidad Cafetera Nacional:
https://www.facebook.com/pg/MiCaficultura/about/?ref=page_internal

También podría gustarte