2.

2 La calidad del aire que

respiramos

Contaminación del aire, aún sin control óptimo.

La contaminación del aire se presenta cuando la composición natural de la

atmósfera se altera, la principal fuente de contaminación atmosférica en la Zona
Metropolitana del Valle de México son los vehículos, cuyos contaminantes
“criterio”, son extremadamente perjudiciales para la salud.

La lluvia y viento son depuradores naturales, sin embargo, el agua también forma
lluvia ácida, la cual se presenta en suelos naturales (región sur), dañando a la
vegetación silvestre y a los cultivos. El aumento de problemas cardiovasculares y
respiratorios, las afecciones como dolores de cabeza, mareos, problemas
reproductivos, disminución del coeficiente intelectual en los niños y, sobre todo, el
desarrollo de algunos tipos de cánceres, son algunos riesgos ocasionados por la
contaminación y mala calidad del aire, es por ello que se han implementado
programas para disminuir la concentración de algunos contaminantes criterio, así
como el control y la minimización de las emisiones, el uso de tecnologías limpias
y de combustibles alternativos al petróleo, y la educación de la sociedad hacia una
cultura ambiental sustentable. El Sistema de Monitoreo Atmosférico del D. F.
realiza mediciones y utiliza el IMECA, facilitando la interpretación de los datos de
concentraciones de los contaminantes individuales, basado en un algoritmo
matemático.

Contaminación atmosférica, riesgo persistente.

En la temporada calurosa se generan altas concentraciones de ozono, que junto

con las partículas en suspensión (PM10 y PM2.5), son las que constituyen un
mayor riesgo a la salud comunitaria, aunque también hay otras sustancias que es
necesario monitorear causadas por la combustión incompleta de combustibles
fósiles, su evaporación, la fabricación de pinturas y uso de solventes que pueden
provocar desde malformaciones congénitas hasta cáncer.

Un estudio donde participaron dos investigadores de la UNAM, demostró que

el polvo urbano está constituido en su mayor parte por partículas procedentes de
actividades humanas como la industria y el transporte y en menor medida por la
erosión de suelos que son emitidas a la atmósfera y luego se depositan sobre
pisos, techos, calles y vegetación, siendo fácilmente inhalables y nocivas, pues
albergan diversos metales pesados.

En el país no existen normas oficiales que regulen ésta presencia de polvo en el

ambiente, por lo que los investigadores tomaron como referentes para establecer
los valores umbrales los niveles máximos permitidos para remediación de suelos
contaminados en otras normas, determinando que es altamente probable que las
concentraciones de estos metales pesados superen a las permitidas, por lo que la
mayor parte de la Ciudad de México esté contaminada con ellos.

Los investigadores determinaron que es necesario hacer “estudios espacialmente

explícitos para determinar cuáles son las zonas más contaminadas (por este
polvo) en la Ciudad de México”, así como la atención prioritaria de las autoridades
ambientales a este fenómeno”.

Entrevista. La ciencia que somos.

El desconocimiento de todas las fuentes que aportan contaminantes a la

atmósfera y la calidad de los combustibles que se queman, son también aristas de
la contaminación ambiental. Las medidas sólo castigan al sector vehicular, por lo
que falta limitar los contaminantes por industrias y otros negocios pequeños.

El cambio climático y la destrucción de la biodiversidad construyen la problemática

ambiental a nivel mundial. Es necesario buscar alternativas creativas de una
nueva relación del hombre con la naturaleza y llevar a cabo medidas mitigación y
de adaptación que se lleven a cabo a largo plazo y en todo el Valle de México.

Cambio climático.

El cambio climático es una variación de las condiciones estándares de la

atmósfera (temperatura y precipitación). En los últimos años éstas variaciones se
han visto incrementadas, causados por las emisiones de los gases de efecto
invernadero: CO2, óxido nitroso, metano e incluso vapor de agua, provenientes de
la quema de combustibles fósiles, ocasionando el enfriamiento o calentamiento de
la Tierra, afectando a las especies que no son capaces de resistir a éstos cambios
de temperatura, lo que trae consigo su extinción. También ocasiona el incremento
de los niveles del mar (inundaciones), huracanes, sequías, pérdida de cultivos,
entre otros problemas.

Para detener éste impacto negativo, es necesario llevar a cabo una serie de
acciones que van desde evitar el uso excesivo de tecnología y reemplazarlas por
tecnologías más nuevas y más amigables con el medio ambiente, el uso de
transporte público, interesarse y unirse en las investigaciones que se llevan a cabo
en distintas instituciones académicas, etc.