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UNIVERSIDAD PRIVADA GRAN MARISCAL DE AYACUCHO

ESCUELA DE DERECHO

NUCLEO DE CUMANÁ

DERECHO PENAL 1

UNIDADES IV, V, VI

PROFESOR: INTEGRANTE:

Abg. Rodríguez, Valmore Tineo Narváez, Valentina Nazareth CI.29.721.817

Barrios Duran, Alix Rafael CI. 29. 552. 716

Ortiz Marchan, Nazaret Carolina CI. 30.078.031.

Cumaná, Marzo, 2020.


INTRODUCCIÓN

La acción se origina en los aforismos del derecho romano: nemo iudex sine actore (no
puede existir un proceso si no hay actor) y nemo procedat iudex iure ex oficio (no puede
existir un proceso de oficio). Es la evolución máxima del derecho romano.

En la actualidad la acción tiene su fundamento en la iniciativa que es


de carácter personal y en el poder de reclamar que es de carácter abstracto.

En términos generales: iniciativa + el poder de reclamar = Acción.

Por lo tanto decimos que la acción es un poder abstracto que da paso a un derecho
completo para reclamar ante un tribunal. Todos los habitantes de
una sociedad organizada tienen esa potestad de acudir ante el órgano jurisdiccional para
que se concrete la seguridad jurídica frente a un derecho. Consecuentemente la
jurisdicción, la acción y el proceso forman el triángulo de la teoría del derecho procesal.

La acción es poder de reclamar la intervención de la justicia frente a la vulneración de


un derecho en particular. La pretensión es la concreción de esa potestad. La demanda es
el instrumento material que plasma el poder abstracto (la acción) y el
derecho concreto (la pretensión). La demanda es la presentación escrita de esos dos
aspectos ante órgano jurisdiccional. La jurisdicción y la acción no pueden "caminar" por
si solos, sino que tiene que haber otra institución que permita el desenvolvimiento de
ambos, nos referimos al proceso. Este es el instrumento que permite concretar, en
términos generales, la marcha de la jurisdicción y de la acción. Esta es la importancia
del proceso, la acción y la jurisdicción.
DESARROLLO

Acción

Acción se refiere a dejar de tener un rol pasivo para pasar a hacer algo o bien a la
consecuencia de esa actividad. Se trata también del efecto que un agente tiene sobre una
determinada cosa, del desarrollo de un combate, una lucha o una pelea, de un conjunto
de determinados movimientos y gestos o de una sucesión de hechos o circunstancias.

Encontramos esta Acción de muchos campos:

En la Física

En el campo de la física, la acción constituye una magnitud basada en el resultado de la


energía absorbida en el marco de un procedimiento, a raíz de su duración.

En la pintura:

En el mundo de la pintura, la acción describe la postura o actitud que adquiere un


modelo natural que posa para inspirar un retrato.

En el mundo contable:

Una acción también es un título contable que respalda, informa y representa el valor que
posee cada una de las partes alícuotas en que se encuentra dividido el capital de
una empresa.

En el género cinematográfico

El género cinematográfico de acción se caracteriza por la violencia y por la


espectacularidad de sus escenas. La trama de este tipo de películas suele presentar
tiroteos, peleas, persecuciones y muertes.

El término para la sociología

Se define como acción social a aquellos actos que realiza una persona o un grupo a
favor de una causa que se considera justa y que afecta positivamente a otros individuos
que se encuentran, en algún aspecto, en desigualdad de condiciones.
La acción social lleva a muchas cosas, una manera muy correcta de definir esta lo dice
el filósofo Max Weber, puede ser denominada así toda conducta humana cuyo motor
sea subjetivamente significativo y que tenga como efecto cambios valiosos en el medio
en que actúa. Se entiende que en una acción social establece una relación determinada
entre dos partes que marcará la conducta que adopte cada una.
Encontradose en diferentes foros y libros, encontramos que muchos llegan a la misma
conclusión global sobre lo que es la acción, diciéndose que esta no es más que la
realización de un acto o hecho, o el efecto que produce determinado hecho en cuestión.
Esto generaliza todo tiempo de acción, la manera en que se realiza un acto para en
muchos casos conseguir una retroalimentación, contando así como las leyes de la física
“Toda acción conlleva a una reacción”.

Todo esto nos abre paso para llegar a la acción en Derecho que es la Acción en derecho

En derecho, se habla de acción en referencia al derecho que tiene una persona, sea esta
natural o jurídica, de acceder a un juzgado o tribunal, hacer una petición o activar un
órgano jurisdiccional, en suma, de activar los órganos encargados de la administración
de justicia para que estos ejerzan sus funciones.

Entiéndase así que la acción está en todas partes, es parte de nuestro día a día, en todos
los ámbitos, lugares y momentos, cometemos o inspiramos una acción, dentro de
nuestra carrera en Derecho la acción es la base fundamental de hacer cumplir y la
interpretación creativa de las leyes.

Teorías sobre la acción

Teoría clásica. (Monolítica)

Es monolítica en el sentido de que no tiene variantes. Se llama clásica porque viene del
derecho Romano.

Celso “Derecho de perseguir un juicio lo que nos es debido”

Glosadores: La acción es el derecho de perseguir en juicio lo que mas nos es debido o lo


que nos pertenece, que parece resumir la forma cabal la esencia de esta posición clásica.

Desde Roma hasta el siglo XIX .La identificación de la acción con el derecho
sustantivo, propicio que las acciones fueran una parte del estudio las disculpillas
sustantivas.

TEORIAS MODERNAS

Teoría de la acción como tutela concreta “La acción den el derecho Romano desde el
punto de vista modernos”.

Windscheid “lo que nace de la violación de un derecho no es un derecho de accionar,


sino una presentación contra el autor de la violación que se transforma en acción cuando
hace valer un juicio “(Anspruch)
“Teoría de la acción Romana y el derecho moderno de obrar”

Concibe la acción como derecho público subjetivo mediante el cual se obtiene la tutela
jurídica y se dirige contra el Estado para la obtención de una sentencia favorable y
contra el demandado para el cumplimiento de una prestación insatisfecha.

La acción tiene como presupuesto la existencia de un derecho privado y su violación,


pero aunque esté condicionada por su derecho subjetivo, es impediente de este.

TEORIA DE LA ACCION COMO DERECHO A LA JURISDICCION


Hugo Aslina Dice:

Si concebimos la acción como un derecho contra el Estado para la protección de una


presentación jurídica fundada en el derecho privado…la acción tiene como fundamento
una doble presentación: Una presentación procesal: Actor y demandado como sujetos
activos hacia el juez como sujeto pasivo.
Una pretensión dirigida contra el demandado:
*Para que cumpla la prestación a la que se le obligo.
*Para que se declare la inexistencia de una obligación.
*Para que el Estado actué coactivamente para la satisfacción del derecho

TEORIA DE LA ACCION COMO DERECHO POTESTATIVO

Acción: El poder jurídico de dar vida a la condición para la actuación de la ley por el
órgano jurisdiccional “.
Es un poder jurídico de la categoría de los derechos potestativos, a los que no
corresponde una obligación
*Donación
*Pacto de retroventa
*Mandato

Alsina

“En muchos casos es indispensable para la actuación de la norma…para la intervención


del órgano jurisdiccional, la existencia de una manifestación de voluntad del particular,
porque el tribunal no actúa de oficio, y al modo de expresar esa voluntad se designa con
el nombre de acción”

TEORIA COMO DERECHO ABSTRACTO DE OBRAR:

Ludovico Mortara. Punto culminante del desenvolvimiento de la ciencia procesal.


Siglo XIX, Degenkolb, Ludovico Mortara
Siglo XX, Liebman, Alfredo Rocco y Ugo Rocco

“Para que exista acción basta la simple afirmación de la violación del Derecho privado”
Se hace referencia al Concepto de pretensión como facultad para las dos partes
Acción = Derecho de provocar la función jurisdiccional y en consecuencia derecho de
una sentencia.

“La acción se limita a ser la potestad… la actividad provocada de una función


jurisdiccional en abstracto…”
“Lo que se prueba o no se prueba es la fundamentación de la parte, en cuanto a que la
actividad probatoria es de verificación entre las afirmaciones de las partes y los hechos
fundatorios de los derechos y presentaciones o de las defensas y excepciones”.

¿por qué a determinadas personas les atribuimos (a efectos penales) resultados que
no causan, sino que, simplemente, no evitan?

La pregunta puede sonar a teórica, pero su respuesta tiene efectos prácticos muy
importantes: ¿mata el policía que no impide un homicidio?; ¿y el marido que no socorre
a su mujer cuando a esta le sobreviene un infarto?; ¿y el conductor imprudente que no
conduce al hospital al peatón al que ha atropellado?; ¿y el oficial de cumplimiento que
no dio importancia a la denuncia de las condiciones inseguras que terminaron con la
muerte del trabajador?

Acoto un poco más el objeto de estas líneas.

El enfoque es solo político criminal y como tal parte de una perspectiva valorativa, de
un criterio democrático de legitimación del Derecho. Se pregunta cómo deberían ser las
cosas conforme a él: ¿quiénes deberían ser garantes? Esa es la pregunta a la que trataré
de responder, y no quiénes lo son conforme al artículo 11 del Código Penal. La pregunta
es más bien cómo recomendaría yo redactar tal artículo 11.

Segunda acotación. No voy a hablar en general de la tipicidad en los delitos de omisión.


Ni de toda la tipicidad en los delitos de omisión y resultado. Solo de un requisito,
quizás el principal – si se puede hablar de principalidad en los requisitos -, de la
imputación de resultados a omisiones, que es la infracción de un deber de garantía.

Si para imputar un resultado a una conducta activa es necesario que dicha conducta sea
la causa del resultado, que haya generado un curso de riesgo desaprobado y que haya
sido este curso el que haya concretado el resultado, el espejo de la imputación de
resultados a omisiones nos depara lo siguiente: existe un curso de riesgo relevante para
la producción del resultado, ese curso de riesgo termina concretando el resultado y
concurre la omisión de una conducta que hubiera impedido tal resultado por parte de
alguien que estaba especialmente obligado a la misma. Más en breve:
Se trata de la indebida no contención de un curso de riesgo que se concreta en el
resultado.

Si estamos ante un tipo penal que exige un especial desvalor de acción, cosa no siempre
fácil de saber, para la tipicidad de la omisión habrá que preguntarse además si tal
omisión reúne tal desvalor: si es en tal sentido equivalente. Algunos autores consideran
que tal equivalencia debe comprobarse también en los delitos que no exigen tal desvalor
de acción, que “consisten en la producción de un resultado” – como el homicidio, por
ejemplo -, en la desafortunada terminología del artículo 11 del Código Penal (CP).

Pues bien: centro esta exposición en la existencia de ese deber especial de contención
del riesgo, quizás el tema estrella de la tipicidad de los delitos de omisión y resultado, y
no en los otros elementos de la misma. No voy a referirme ni a la denominada
“cuasicausalidad” de la omisión, ni a la relevancia del curso de riesgo, ni a cómo se
dilucida cuándo concreta ese resultado.

Cómo asignar posiciones de garantía

Cuando asignamos un deber de garantía, cuando decimos que alguien es garante, le


estamos atribuyendo un deber de actuación, de control de riesgos, sean los que
emanen de una fuente, sean los que se ciernan sobre un objeto, por seguir la tipología
clásica de Armin Kaufmann. Ese deber no es cualquier deber. Es un deber penal. Y ese
deber no es cualquier deber penal, sino uno cuya infracción permite la atribución de un
resultado.

Visto desde la óptica penal, lo que estamos haciendo es tipificar. Es delimitar el círculo
de autoría de determinados delitos, que por lo tanto son delitos especiales.

¿Cómo debemos proceder a esa operación? ¿Conforme a qué principios en cuanto


encauzadores de valores?

Los criterios clásicos para la justificación de la creación de obligaciones son los de


utilidad y distribución o merecimiento. Trasladados a los principios clásicos
vertebradores de un ordenamiento penal legítimo, nos encontramos con los principios de
proporcionalidad, igualdad y culpabilidad.

Con la proporcionalidad, como es conocido, medimos los beneficios y costes de la


obligación. En los beneficios, fundamentalmente, el bien jurídico que protege y la
medida en la que lo hace. En los costes, dos importantes elementos coercitivos: no solo
las consecuencias de su infracción, aquí penales con mayúsculas – pena por atribución
del resultado -, sino el hecho de que la obligación sea de desplegar un determinado tipo
de conducta, lo que en general es más coactivo que impedir un determinado tipo de
conducta y permitir todas las demás.
Existe en general toda una reflexión desde la Filosofía del Derecho acerca de la utilidad
de los deberes positivos que repara no solo en la cantidad de libertad sacrificada, por un
lado, y conservada y ampliada, por otro, (por ejemplo, la obligación de donar un riñón a
quien no tiene ninguno operativo), sino en la calidad de tales libertades y, en concreto,
si son integradoras del contenido de un derecho fundamental (en el ejemplo, la no
extracción no consentida de órganos como manifestación del derecho a la integridad
física).

La justificación de la utilidad debe venir complementada con la de la igualdad. No


podemos hacer diferenciaciones en los sujetos activos o pasivos de un delito si, como
sucede por ejemplo en la violencia de género, tal estrategia no resulta razonable,
necesaria para un fin de protección. Mientras que tal necesidad en la diferenciación de
los sujetos pasivos suele provenir de necesidades de protección (mayor pena, por
ejemplo, en la alevosía o cuando la víctima de una agresión es un menor), en los sujetos
activos la necesidad de diferenciar suele provenir de la mayor lesividad de que la
conducta la despliegue un cierto tipo de sujetos (por ejemplo, funcionarios públicos) o
de que la indemnidad del bien jurídico dependa solo de ellos.

La justificación de una norma quedaría coja, por mucho que fuera proporcionada e
igualitaria, si no supera el filtro del principio de culpabilidad. El valor “dignidad de la
persona” nos obliga a sancionar solo aquellas conductas que sean la consecuencia del
uso normal de la autonomía personal. Entre otras consecuencias pertenece a este
principio no solo que solo son punibles las conductas libres sino que solo son
imputables al sujeto aquellas consecuencias de sus actos que sean a su vez imputables al
ejercicio de su autonomía personal.

El concepto suele utilizarse en el ámbito del derecho para nombrar a aquello que
constituye un delito ya que se adecua a una figura que describe la ley. La tipicidad
supone la adecuación de una conducta a los presupuestos que detalla la legislación sobre
un delito. Si la acción que ejecuta una persona de forma voluntaria encaja con la figura
que describen las leyes como delito, se habla de la tipicidad del hecho cometido. De esta
manera, cuando una conducta se adecua a la descripción de la ley, puede afirmarse que
el acto constituye un delito. En cambio, cuando la adecuación no se produce en su
totalidad, la acción no supone un delito. Esta adecuación está vinculada a la tipicidad de
los hechos. Esta tipicidad es indispensable para que un juez pueda evaluar los hechos
concretos de acuerdo a los tipos fijados por la ley. En muchas ocasiones, nos
encontramos con el hecho de que tipicidad suele confundirse y utilizarse como sinónimo
de tipo penal o tipificación penal, pero es importante saber que las tres son cosas
diferentes.

En concreto, para poder entender qué les hace diferenciarse nada mejor que recurrir a la
ley que lo hace así:
-El tipo penal es la descripción que se realiza de un acto de omisivo o activo como
delito que se encuentra establecido como tal en lo que es el presupuesto jurídico de una
ley penal.

-La tipicidad es, por otro lado, la forma en la que se adecúa el acto humano voluntario
ejecutado por el sujeto a lo que es la figura descrita por la ley como delito.

-La tipificación penal así podemos determinar que es definida como la criminalización
de una norma de cultura realizada por el pertinente legislador y que se encuentra
establecida y recogida así en un ley de tipo penal.

Acciones irrelevantes para el Derecho Penal

Debemos recordar el significado de tipo de acción (tipicidad): conjunto de


características, requisitos o elementos que la norma penal precisa para que una conducta
sea relevante para el Derecho penal.

 Por tanto, no será relevante (típica) una acción, si falta cualquier requisito
expreso o tácito exigido en el correspondiente tipo de acción: cualquier
característica de la acción, del sujeto activo o pasivo, de la relación de
causalidad, de elementos subjetivos, etc. y naturalmente de la pretensión de
ofensividad, esto es, si la acción no comporta la lesión o puesta en peligro
exigida en el tipo de acción.

 Entonces hablaremos de "ausencia del tipo de acción", y la conducta al no ser


relevante (típica) tampoco podrá ser constitutiva de delito.

En todo caso, estos supuestos han de diferenciarse de aquellos en los que concurre una
causa de exclusión de la ilicitud ( antijuridicidad formal), en donde la conducta (acción)
sí es jurídicamente relevante pero concurren permisos o excusas, que excluyen la
llamada pretensión de ilicitud. En consecuencia, hay que diferenciar los casos de
"ausencia de tipo de acción" en los que se excluye la relevancia de la conducta; y los
casos de acciones relevantes (típicas) que al estar justificadas o excusadas excluyen la
pretensión de ilicitud.

- En sistemáticas tradicionales los casos de ausencia de tipo de acción, reciben


generalmente el nombre de "causas de atipicidad", o

"causas de exclusión del tipo indiciario"; mientras que en otras concepciones se abraza
la denominada "teoría de los elementos negativos del tipo".

 A continuación examinamos una serie de casos de ausencia de tipo de acción.

Supuestos de ausencia de acción (conducta)


Como ya se advirtió, no existe conducta humana relevante para el Derecho penal si no
es expresión de la voluntad del sujeto y, además, está exteriorizada.

 Dejamos al margen los comportamientos no humanos (animales o naturales) que


nunca pueden ser considerados acciones humanas y nos centramos en los más
problemáticos relativos acciones humanas sin intencionalidad objetiva o
voluntariedad.

 Los supuestos clásicos de ausencia de comportamiento por falta de


voluntariedad, se refieren a casos de fuerza irresistible, inconsciencia y actos
reflejos.

- La fuerza irresistible determina la ausencia de comportamiento voluntario, por cuanto


una tercera persona violenta al sujeto, mediante el empleo de una fuerza física
irresistible (vis física absoluta). Pero para excluir el comportamiento del sujeto es
necesaria una determinada cantidad de fuerza del tercero.

 Por ello, la jurisprudencia mayoritaria requiere que la fuerza del tercero suprima
o anule la voluntad, u obligue a delinquir al sujeto

que realiza la conducta. En estos casos, autor será el tercero que practica la fuerza
(supuestos llamados de autoría mediata).

Ejemplos:

1.A empuja fuertemente a B, que al caer aplasta a un bebé causándole la muerte. 2. Al


producirse un corte de fluido eléctrico, el conductor del tranvía que circula por una calle
en pendiente no lo logra controlarlo y arrolla a varios peatones. 3. A y B sujetan e
impiden por la fuerza que C socorra a su hermano que se está ahogando. 4. A lleva con
fuerza la mano de B para que estampe su firma en un documento.

 La fuerza irresistible ha de diferenciarse de la llamada intimidación moral, que


no incide sobre el cuerpo sino sobre la mente (proceso de motivación), por lo
que no excluye la conducta, que es voluntaria, sino la libertad de decisión. Por
tanto, habrá conducta, pero no posibilidad de reprocharla. La intimidación
deberá ser considerada, en su caso, como eximente (por ejemplo, como miedo
insuperable del art. 20,6 CP).

- La inconsciencia también determina la ausencia de comportamiento voluntario: el


hipnotismo, el sueño (sonambulismo) y la embriaguez letárgica. Ahora bien, para
excluir la conducta ha de faltar por completo la voluntad, pues de otro modo, si existe
voluntad aunque sea disminuida, existirá una conducta que generará responsabilidad
penal generalmente a través de la imprudencia.
- Los llamados actos o movimientos reflejos, en los que no existe voluntad porque el
comportamiento se realiza sin intervención de la conciencia y responde a un estímulo
fisiológico-corporal, mediante el cual pasa de un centro sensorial a un centro motor que
desencadena el movimiento. Por su importancia merecen ser destacados los casos de
"paralización momentánea" a causa de una impresión física (v.gr., deslumbramiento) o
psíquica. En estos casos se habla de movimientos reflejos con transformación ubcortical
(inconsciente).

Generalmente se citan, por ejemplo, ciertos ataques convulsivos que pueden causar
daños. No se consideran actos reflejos las llamadas "reacciones primarias", entre las que
se encuentran los actos en corto circuito y las reacciones explosivas. Aquí ha de
incluirse el llamado actuar impulsivo, porque en el mismo también existe un proceso
anímico. En estos supuestos, por tanto, sí existe un comportamiento voluntario, si bien
podrán tenerse tomarse en consideración otras causas de atenuación o exención de la
pena que estudiaremos más adelante, fundamentalmente en el seno de la culpabilidad.
Parecida ha de ser la solución para los mecanismos profundos hipobúlicos e hiponoicos
dentro del ámbito de la histeria.
Conclusión

La acción es la realización de un acto o hecho, o el efecto que produce determinado


hecho en cuestión, en terminos generales esta signnifica iniciativa + el poder de
reclamar = Acción.

De igual forma La Acción generalmente abarca términos en varios campos,


donde haremos énfasis en la parte de los derechos penales, donde esta significa que es
un poder abstracto que da paso a un derecho completo para reclamar ante un tribunal.

Actualmente existen distintos tipos de teorías de la acción, tales como la


teoria monolitica monolitica que dice que no tiene variantes, la de Celso “Derecho de
perseguir un juicio lo que nos es debido, como tambien la teoria modernas que dice que
es el derecho de perseguir en juicio lo que mas nos es debido o lo que nos pertenece. La
teoria moderna, “Teoría de la acción Romana y el derecho moderno de obrar”,TEORIA
DE LA ACCION COMO DERECHO A LA JURISDICCION, TEORIA DE LA
ACCION COMO DERECHO POTESTATIVO, TEORIA COMO DERECHO
ABSTRACTO DE OBRAR, todas estas teorias estan estrechamenet relacionadas con el
derecho penal, sus funciones y para que sirven.

Finalmente las Acciones irrelevantes para el Derecho Penal, este si bien se puede
afirmar que toda conducta que suponga la creacion de un riesgo no permitido o el
aumento de un riesgo existente mas alla de lso limites de lo permitidos, En todo caso,
estos supuestos han de diferenciarse de aquellos en los que concurre una causa de
exclusión de la ilicitud ( antijuridicidad formal), en donde la conducta (acción) sí es
jurídicamente relevante pero concurren permisos o excusas, que excluyen la llamada
pretensión de ilicitud.

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