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Derecho Penal
Derecho Penal
ESCUELA DE DERECHO
NUCLEO DE CUMANÁ
DERECHO PENAL 1
UNIDADES IV, V, VI
PROFESOR: INTEGRANTE:
La acción se origina en los aforismos del derecho romano: nemo iudex sine actore (no
puede existir un proceso si no hay actor) y nemo procedat iudex iure ex oficio (no puede
existir un proceso de oficio). Es la evolución máxima del derecho romano.
Por lo tanto decimos que la acción es un poder abstracto que da paso a un derecho
completo para reclamar ante un tribunal. Todos los habitantes de
una sociedad organizada tienen esa potestad de acudir ante el órgano jurisdiccional para
que se concrete la seguridad jurídica frente a un derecho. Consecuentemente la
jurisdicción, la acción y el proceso forman el triángulo de la teoría del derecho procesal.
Acción
Acción se refiere a dejar de tener un rol pasivo para pasar a hacer algo o bien a la
consecuencia de esa actividad. Se trata también del efecto que un agente tiene sobre una
determinada cosa, del desarrollo de un combate, una lucha o una pelea, de un conjunto
de determinados movimientos y gestos o de una sucesión de hechos o circunstancias.
En la Física
En la pintura:
En el mundo contable:
Una acción también es un título contable que respalda, informa y representa el valor que
posee cada una de las partes alícuotas en que se encuentra dividido el capital de
una empresa.
En el género cinematográfico
Se define como acción social a aquellos actos que realiza una persona o un grupo a
favor de una causa que se considera justa y que afecta positivamente a otros individuos
que se encuentran, en algún aspecto, en desigualdad de condiciones.
La acción social lleva a muchas cosas, una manera muy correcta de definir esta lo dice
el filósofo Max Weber, puede ser denominada así toda conducta humana cuyo motor
sea subjetivamente significativo y que tenga como efecto cambios valiosos en el medio
en que actúa. Se entiende que en una acción social establece una relación determinada
entre dos partes que marcará la conducta que adopte cada una.
Encontradose en diferentes foros y libros, encontramos que muchos llegan a la misma
conclusión global sobre lo que es la acción, diciéndose que esta no es más que la
realización de un acto o hecho, o el efecto que produce determinado hecho en cuestión.
Esto generaliza todo tiempo de acción, la manera en que se realiza un acto para en
muchos casos conseguir una retroalimentación, contando así como las leyes de la física
“Toda acción conlleva a una reacción”.
Todo esto nos abre paso para llegar a la acción en Derecho que es la Acción en derecho
En derecho, se habla de acción en referencia al derecho que tiene una persona, sea esta
natural o jurídica, de acceder a un juzgado o tribunal, hacer una petición o activar un
órgano jurisdiccional, en suma, de activar los órganos encargados de la administración
de justicia para que estos ejerzan sus funciones.
Entiéndase así que la acción está en todas partes, es parte de nuestro día a día, en todos
los ámbitos, lugares y momentos, cometemos o inspiramos una acción, dentro de
nuestra carrera en Derecho la acción es la base fundamental de hacer cumplir y la
interpretación creativa de las leyes.
Es monolítica en el sentido de que no tiene variantes. Se llama clásica porque viene del
derecho Romano.
Desde Roma hasta el siglo XIX .La identificación de la acción con el derecho
sustantivo, propicio que las acciones fueran una parte del estudio las disculpillas
sustantivas.
TEORIAS MODERNAS
Teoría de la acción como tutela concreta “La acción den el derecho Romano desde el
punto de vista modernos”.
Concibe la acción como derecho público subjetivo mediante el cual se obtiene la tutela
jurídica y se dirige contra el Estado para la obtención de una sentencia favorable y
contra el demandado para el cumplimiento de una prestación insatisfecha.
Acción: El poder jurídico de dar vida a la condición para la actuación de la ley por el
órgano jurisdiccional “.
Es un poder jurídico de la categoría de los derechos potestativos, a los que no
corresponde una obligación
*Donación
*Pacto de retroventa
*Mandato
Alsina
“Para que exista acción basta la simple afirmación de la violación del Derecho privado”
Se hace referencia al Concepto de pretensión como facultad para las dos partes
Acción = Derecho de provocar la función jurisdiccional y en consecuencia derecho de
una sentencia.
¿por qué a determinadas personas les atribuimos (a efectos penales) resultados que
no causan, sino que, simplemente, no evitan?
La pregunta puede sonar a teórica, pero su respuesta tiene efectos prácticos muy
importantes: ¿mata el policía que no impide un homicidio?; ¿y el marido que no socorre
a su mujer cuando a esta le sobreviene un infarto?; ¿y el conductor imprudente que no
conduce al hospital al peatón al que ha atropellado?; ¿y el oficial de cumplimiento que
no dio importancia a la denuncia de las condiciones inseguras que terminaron con la
muerte del trabajador?
El enfoque es solo político criminal y como tal parte de una perspectiva valorativa, de
un criterio democrático de legitimación del Derecho. Se pregunta cómo deberían ser las
cosas conforme a él: ¿quiénes deberían ser garantes? Esa es la pregunta a la que trataré
de responder, y no quiénes lo son conforme al artículo 11 del Código Penal. La pregunta
es más bien cómo recomendaría yo redactar tal artículo 11.
Si para imputar un resultado a una conducta activa es necesario que dicha conducta sea
la causa del resultado, que haya generado un curso de riesgo desaprobado y que haya
sido este curso el que haya concretado el resultado, el espejo de la imputación de
resultados a omisiones nos depara lo siguiente: existe un curso de riesgo relevante para
la producción del resultado, ese curso de riesgo termina concretando el resultado y
concurre la omisión de una conducta que hubiera impedido tal resultado por parte de
alguien que estaba especialmente obligado a la misma. Más en breve:
Se trata de la indebida no contención de un curso de riesgo que se concreta en el
resultado.
Si estamos ante un tipo penal que exige un especial desvalor de acción, cosa no siempre
fácil de saber, para la tipicidad de la omisión habrá que preguntarse además si tal
omisión reúne tal desvalor: si es en tal sentido equivalente. Algunos autores consideran
que tal equivalencia debe comprobarse también en los delitos que no exigen tal desvalor
de acción, que “consisten en la producción de un resultado” – como el homicidio, por
ejemplo -, en la desafortunada terminología del artículo 11 del Código Penal (CP).
Pues bien: centro esta exposición en la existencia de ese deber especial de contención
del riesgo, quizás el tema estrella de la tipicidad de los delitos de omisión y resultado, y
no en los otros elementos de la misma. No voy a referirme ni a la denominada
“cuasicausalidad” de la omisión, ni a la relevancia del curso de riesgo, ni a cómo se
dilucida cuándo concreta ese resultado.
Visto desde la óptica penal, lo que estamos haciendo es tipificar. Es delimitar el círculo
de autoría de determinados delitos, que por lo tanto son delitos especiales.
La justificación de una norma quedaría coja, por mucho que fuera proporcionada e
igualitaria, si no supera el filtro del principio de culpabilidad. El valor “dignidad de la
persona” nos obliga a sancionar solo aquellas conductas que sean la consecuencia del
uso normal de la autonomía personal. Entre otras consecuencias pertenece a este
principio no solo que solo son punibles las conductas libres sino que solo son
imputables al sujeto aquellas consecuencias de sus actos que sean a su vez imputables al
ejercicio de su autonomía personal.
El concepto suele utilizarse en el ámbito del derecho para nombrar a aquello que
constituye un delito ya que se adecua a una figura que describe la ley. La tipicidad
supone la adecuación de una conducta a los presupuestos que detalla la legislación sobre
un delito. Si la acción que ejecuta una persona de forma voluntaria encaja con la figura
que describen las leyes como delito, se habla de la tipicidad del hecho cometido. De esta
manera, cuando una conducta se adecua a la descripción de la ley, puede afirmarse que
el acto constituye un delito. En cambio, cuando la adecuación no se produce en su
totalidad, la acción no supone un delito. Esta adecuación está vinculada a la tipicidad de
los hechos. Esta tipicidad es indispensable para que un juez pueda evaluar los hechos
concretos de acuerdo a los tipos fijados por la ley. En muchas ocasiones, nos
encontramos con el hecho de que tipicidad suele confundirse y utilizarse como sinónimo
de tipo penal o tipificación penal, pero es importante saber que las tres son cosas
diferentes.
En concreto, para poder entender qué les hace diferenciarse nada mejor que recurrir a la
ley que lo hace así:
-El tipo penal es la descripción que se realiza de un acto de omisivo o activo como
delito que se encuentra establecido como tal en lo que es el presupuesto jurídico de una
ley penal.
-La tipicidad es, por otro lado, la forma en la que se adecúa el acto humano voluntario
ejecutado por el sujeto a lo que es la figura descrita por la ley como delito.
-La tipificación penal así podemos determinar que es definida como la criminalización
de una norma de cultura realizada por el pertinente legislador y que se encuentra
establecida y recogida así en un ley de tipo penal.
Por tanto, no será relevante (típica) una acción, si falta cualquier requisito
expreso o tácito exigido en el correspondiente tipo de acción: cualquier
característica de la acción, del sujeto activo o pasivo, de la relación de
causalidad, de elementos subjetivos, etc. y naturalmente de la pretensión de
ofensividad, esto es, si la acción no comporta la lesión o puesta en peligro
exigida en el tipo de acción.
En todo caso, estos supuestos han de diferenciarse de aquellos en los que concurre una
causa de exclusión de la ilicitud ( antijuridicidad formal), en donde la conducta (acción)
sí es jurídicamente relevante pero concurren permisos o excusas, que excluyen la
llamada pretensión de ilicitud. En consecuencia, hay que diferenciar los casos de
"ausencia de tipo de acción" en los que se excluye la relevancia de la conducta; y los
casos de acciones relevantes (típicas) que al estar justificadas o excusadas excluyen la
pretensión de ilicitud.
"causas de exclusión del tipo indiciario"; mientras que en otras concepciones se abraza
la denominada "teoría de los elementos negativos del tipo".
Por ello, la jurisprudencia mayoritaria requiere que la fuerza del tercero suprima
o anule la voluntad, u obligue a delinquir al sujeto
que realiza la conducta. En estos casos, autor será el tercero que practica la fuerza
(supuestos llamados de autoría mediata).
Ejemplos:
Generalmente se citan, por ejemplo, ciertos ataques convulsivos que pueden causar
daños. No se consideran actos reflejos las llamadas "reacciones primarias", entre las que
se encuentran los actos en corto circuito y las reacciones explosivas. Aquí ha de
incluirse el llamado actuar impulsivo, porque en el mismo también existe un proceso
anímico. En estos supuestos, por tanto, sí existe un comportamiento voluntario, si bien
podrán tenerse tomarse en consideración otras causas de atenuación o exención de la
pena que estudiaremos más adelante, fundamentalmente en el seno de la culpabilidad.
Parecida ha de ser la solución para los mecanismos profundos hipobúlicos e hiponoicos
dentro del ámbito de la histeria.
Conclusión
Finalmente las Acciones irrelevantes para el Derecho Penal, este si bien se puede
afirmar que toda conducta que suponga la creacion de un riesgo no permitido o el
aumento de un riesgo existente mas alla de lso limites de lo permitidos, En todo caso,
estos supuestos han de diferenciarse de aquellos en los que concurre una causa de
exclusión de la ilicitud ( antijuridicidad formal), en donde la conducta (acción) sí es
jurídicamente relevante pero concurren permisos o excusas, que excluyen la llamada
pretensión de ilicitud.