Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MI NOMBRE ES GABRIEL GARCIA MARQUEZ
No importa dónde nací. Fue en los años veinte, en un pueblo escondido. Me criaron mis
abuelos hasta los ocho años pero mi recuerdo más nítido y constante no es el de ellos, sino el
de la casa en donde vivía con ellos.
Leí La metamorfosis, de Kafka, a los diecinueve años. El comienzo de esa novela fue para mí
más que una revelación. Y pensé: "Coño, así hablaba mi abuela". Entonces decidí leerme
todas las novelas importantes de todos los tiempos, incluyendo la Biblia, que es un libro
sensacional en el que pasan cosas realmente fantásticas.
Empecé a escribir por casualidad, quizá sólo para demostrarle a un amigo que mi generación
era capaz de producir escritores. Después caí en la trampa de seguir escribiendo por gusto y
luego en la otra trampa de que nada me gustaba más en el mundo que escribir.
No SE imaginan la cantidad de mentiras que tuve que decir durante mis años de estudiante
para llegar a ser escritor, para poder seguir mi camino. Todos pretendían que me dedicara a
otra cosa. Llegué a ser un gran estudiante sólo para que me dejaran en paz y poder seguir
leyendo poesías y novelas, que era lo que a mí me interesaba.
La mayoría de los cuentos con los que me inicié en este bendito oficio se los escuché a mi
madre. Ella jamás oyó hablar de discursos literarios, ni de técnicas narrativas, pero sabía
preparar el golpe de efecto.
Creo que la incapacidad para el amor es la mayor desgracia que puede sufrir un ser humano. Y
es una desgracia no sólo para el que la padece, sino para quienes tengan el infortunio de
acercarse a quien la padece.
[El incidente con Mario Vargas Llosa] ocurrió en la Ciudad de México, en 1976. Todo por un
malentendido que tuvimos cuando los cuatro -su esposa y la mía- vivíamos en París, cuando
todavía éramos amigos. Fueron cosas de parejas. Nos cruzamos en la entrada del cine y sin
muchas vueltas me soltó un golpe en este ojo. Y creo que me dijo: "Por lo que le hiciste a
Patricia". Aunque nunca supe bien si dijo "hiciste" o "dijiste". Ahora ya no importa.
En cierta época de mi vida fui tan pobre que escribía de noche y dormía de día, para engañar al
estómago. De aquel tiempo a esta parte, como comprenderán, mi economía cambió mucho.
Modestamente puedo decir que me considero el hombre más libre del mundo -en la medida en
que no estoy atado a nada ni tengo compromisos con nadie- y eso se lo debo a haber hecho
durante toda mi vida única y exclusivamente lo que he querido, que es contar historias.
Stratford es hoy día una ciudad muy visitada ya que, gracias a mi fama, el turismo acude
en masa para ver la casa donde nací y viví por algún tiempo. En la ribera del río
encontraréis el Centro Shakespeare, que alberga una biblioteca y una galería de arte.
Además, cada año, si venís, podréis acudir a los festivales de teatro que se organizan en
el Royal Shakespeare Theatre, donde se representan mis obras desde 1769.
Mi padre, que se llamaba John, era un guantero y comerciante de pieles muy conocido
en el pueblo. Tenía un cargo municipal, pero tuvo la mala suerte de perderlo y se casó
con mi madre, Mary Arden, hija de un terrateniente católico. Yo fui el tercero de ocho
hermanos y primer hijo varón del matrimonio.
De pequeño fui a la escuela de gramática de Stratford, donde aprendí el latín. Teníamos
un profesor muy severo, pero al mismo tiempo un apasionado por las letras. Nos hacía
sentir adoración por las grandes obras que escribieron los antiguos clásicos de Grecia y
Roma. Enseguida me sentí atraído por la literatura del mundo antiguo.
Me encantaba leer historias de las batallas de Alejandro Magno, de Julio César o de la
mitología, y pronto quise tomarlas de ejemplo y empezar a escribir historias fascinantes
como aquéllas. Espero disfruten siempre de mis libros, entre ellos El más famoso:
“Romeo y Julieta”
BIOGRAFÍAS
>
POMBO,RAFAEL
BIOGRAFÍAS
Pombo, Rafael
Ficha Bibliográfica
Título: Pombo, Rafael
Colección: Literatura; Biografías
Palabras clave: Biografía; Colombia; Escritor; Poeta
Temas: Literatura
Derechos: Derechos reservados
He sido reconocido como uno de los grandes poetas de Colombia, y el mejor exponente del
romanticismo en el país. Cultivé todos los géneros líricos, desde la alta oda hasta el diminuto
epigrama. He hecho grandiosas rimas para los niños, fábulas festivas y cuentos, y también
sentidas elegías.
Con mucho honor he sido proclamado como el poeta más completo que ha tenido el país
gracias a mi imaginación poderosa, y mi rica sensibilidad.
Soy el maestro de la literatura infantil colombiana. Con mis bellas creaciones como "Michín",
"Juan Chunguero", "Pastorcita", "Rin Rin Renacuajo", "La Pobre Viejecita", "Simón el Bobito",
"El Gato Bandido" y "El Renacuajo paseador", todas ellas imágenes coloridas que desfilan
llenas de gracia y. Escribí 222 fábulas, siendo las más recordadas "El gato guardián", "El
sermón del caimán", "La nariz y los ojos", "El niño y la mariposa", "El coche", "El potro sin
freno", "El niño y el buey", "Las ranas y la antorcha", "El monte y la ardilla", "El halcón y la
gallina", "La paloma y la abeja", "El hombre y la pulga", "El palomo de fiesta" y "El niño y el
corderito". Los invito a que lean todos mis escritos y con ello dejen volar su imaginación y su
ingenio.
Buenos días, soy Isabel Allende, nací en Lima en 1942 mientras mi padre cumplía
funciones diplomáticas en ese país.
De niña quice ser bailarina. Desde los diecisiete años he trabajado infatigablemente, primero
como periodista en la revista Paula y en programas de televisión en Santiago de Chile.
En 1958 conocí a mi primer esposo Miguel Frías con el que me casé en 1962. En 1963 nació
mi hija Paula.
Escribí La casa de los espíritus, una larga carta a mi abuelo que se publicó en 1982 en España
convirtiéndome en una de las escritotas clave de la actual narrativa latinoamericana. En 1994
publique Paula, en la que habla de la muerte de mi hija Paula Frías (en Barcelona, diciembre
de 1991) tras una larga enfermedad.