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ALTERACIONES DEL LENGUAJE

Un trastorno del lenguaje es “el deterioro o el desarrollo deficiente de la comprensión y/o


utilización de un sistema de símbolos hablados, escritos u otros, incluyendo la morfología,
la sintaxis, la semántica y la pragmática”.

Hay tres tipos principales de trastornos del lenguaje:

1. Trastorno del lenguaje expresivo: Las personas tienen dificultad para


transmitir su mensaje cuando hablan. A menudo se les dificulta combinar las
palabras en oraciones que tengan sentido.
2. Trastorno del lenguaje receptivo: Las personas tienen dificultad para
entender el significado de lo que otros dicen. En consecuencia, a menudo
responden cosas sin sentido.
3. Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo. Algunas personas tienen
dificultad tanto para usar como para entender el lenguaje.

Los trastornos del lenguaje suelen estar relacionados con el desarrollo. Comienzan en
la infancia y continúan hasta la edad adulta. También pueden ser ocasionados por
una lesión cerebral o una enfermedad.

¿Cómo se diagnostican los trastornos del


lenguaje?
Lo primero que hay que hacer es descartar los problemas de audición que podrían
afectar el lenguaje. Sin embargo, la única manera de diagnosticar los trastornos del
lenguaje es a través de una evaluación. Los especialistas que realizan estas
evaluaciones se llaman patólogos del habla y el lenguaje.

La disfonía es la pérdida del timbre normal de la voz por trastorno


funcional u orgánico de la laringe.

4.2.1.1 Lesiones de los tejidos laríngeos


4.2.1.2 Lesiones de los nervios de las cuerdas vocales
4.2.1.3 Abuso o cansancio de los músculos vocales (Locutores)
Los síntomas referidos más frecuentes son: ronquera, voz monótona, voz
temblorosa, episodios de afonía, variaciones en la intensidad, frecuente
pérdida de los agudos o sensación de falta de aire al fonar.

Además, el paciente con disfonía suele referir o presentar los siguientes


síntomas no fonatorios: tos, picazón, uso del carraspeo para aclarar la
voz, sensación de cuerpo extraño al tragar y dolor leve o moderado de
garganta al hablar.

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La disfonía espasmódica es un trastorno crónico (a largo plazo) de la voz. En
la disfonía espasmódica el movimiento de las cuerdas vocales es tenso y forzado y tiene
como resultado una voz que suena quebrada, temblorosa, ronca, tensa o entrecortada

¿Qué son las disfonías orgánicas?


La disfonía orgánica es la alteración de la voz producida por una lesión
anatómica en los órganos de la fonación.

Puede estar producida por:

1. Inflamación: edemas
2. Infección
3. Artritis o artrosis (no tienen curación porque se producen por la
edad pero con la logopedia se puede mejorar mucho la calidad de
la voz)
4. Enfermedades del aparato respiratorio (asma, EPOC, ...)
5. Enfermedades endocrinológicas (hipotiroidismo, hipertiroidismo)
6. Tumores:
a) benignos: nódulos, pólipos.
b) malignos: cáncer de laringe (parcial: se quita la cuerda lesionada
/ total: laringectomía)
7. Alteraciones de las propias cuerdas vocales.
a) Parexias (disminución del movimiento de la(s) cuerdas porque o
bien el músculo o bien el nervio están "enfermos")
b) Parálisis de cuerda (unilateral-bilateral)(ausencia de movimiento
de la(s) cuerdas porque el músculo o el nervio están "muertos")
8. Malformaciones congénitas: entre las que podemos encontrar:
a) Sulcus (deformación en una zona de la mucosa de la cuerda
vocal)
b) Asimetría vocal (movimiento y cierre incorrector de una de las
cuerdas)
c) Laringomalacia (anomalía de la laringe)
d) Luxaciones congénitas (alguna parte de la laringe está
desencajada desde el nacimiento)

DISARTRIA
La disartria es un trastorno que afecta a los músculos del habla: los
labios, la lengua, las cuerdas vocales y/o el diafragma. La dificultad para
controlar estos músculos o su debilidad hacen que las personas con
disartria no puedan articular correctamente los fonemas, por lo que
tienen problemas de pronunciación o hablan más lentamente de lo
normal.

Los síntomas y los signos de este trastorno pueden variar en función de


la causa y el tipo de disartria. Entre los más habituales encontramos los
siguientes:

 Dificultad para mover los músculos de la cara, los labios y la


lengua.
 Mala pronunciación.
 Prosodia monótona.
 Timbre alterado.
 Habla demasiado lenta o rápida.
 Voz nasal o ronca.
 Volumen excesivamente alto o bajo.
 Ritmo irregular (por ejemplo habla entrecortada).
 Dificultades respiratorias asociadas.

1. Espástica
La disartria espástica se debe a lesiones en los tractos piramidales,
relacionados con el control motor fino de los músculos de la cara y del
cuello.

En este tipo de disfasia se producen hipernasalidad y aumentos súbitos


del volumen del habla. La vocalización tiende a ser tensa y forzada.

2. Atáxica
Las lesiones en el cerebelo provocan disartria atáxica, cuyos signos más
característicos son la presencia de una prosodia plana y monótona y
de una vocalización lenta y descoordinada, similar a la que se produce
en el estado de embriaguez. El habla típica de este tipo de disartria ha
sido descrita en ocasiones como “explosiva”.
3. Flácida
En este tipo de disartria está afectado el nervio vago, que permite el
movimiento de la laringe y por tanto de las cuerdas vocales. También se
producen disfunciones en otros músculos faciales.

En los casos de disartria flácida los músculos pueden atrofiarse o


paralizarse parcialmente, causando espasmos, babeo y tensión
muscular.

4. Hipercinética
La disartria hipercinética está causada normalmente por lesiones en
los ganglios basales, estructuras subcorticales implicadas en los
movimientos involuntarios.

Los síntomas de este tipo de disartria son similares a los de la espástica:


la voz tiende a presentar una cualidad áspera y también se da
hipernasalidad.

5. Hipocinética
En general la disartria hipocinética aparece como consecuencia de la
enfermedad de Parkinson, aunque también es habitual que la causa
sea el consumo continuado de medicamentos antipsicóticos.

En este caso el volumen suele ser muy bajo, el timbre plano y la prosodia
monótona. La reducción en la velocidad de los movimientos causada por
daño en la región conocida como sustancia negra explican estos
síntomas.
6. Mixta
Esta categoría se utiliza cuando las características clínicas son una
combinación de más de uno de los tipos de disartria que hemos descrito.
Las disartrias mixtas se deben a afectaciones en distintos sistemas
motores.

¿QUÉ SON LAS DISLALIAS?

Las dislalias son alteraciones en la articulación de algún o algunos fonemas bien por
ausencia o alteración de algunos sonidos concretos del habla o por la sustitución de estos por
otros, de forma improcedente, en personas que no muestran patologías del sistema nervioso
central, ni en los órganos fonoarticulatorios a nivel anatómico.
      Estas alteraciones perduran más allá de los cuatro años, hasta entonces aparecen muy
frecuentemente. Son las más frecuentes y conocidas de todas las alteraciones del lenguaje.

Dislalia evolutiva o fisiológica: Para articular correctamente los fonemas de un idioma se precisa


una madurez cerebral y del aparato fonoarticulador. Hay una fase en el desarrollo del lenguaje en
la que el niño/a no articula o distorsiona algunos fonemas; a estos errores se les llama dislalias
evolutivas. Normalmente desaparecen con el tiempo y nunca deben ser intervenidas antes de los
cuatro años, sobre todo /r/ y sinfones.

Suelen producir cierta angustia en algunos padres que creen ver en ellas un síntoma de retraso y
se les debe aconsejar que hablen claro a su hijo/a, abandonando los patrones de persistencia del
lenguaje infantil. La mejor intervención es convencer a la familia para que dejen esos malos
hábitos. 

Dislalia audiógena: Su causa está en una deficiencia auditiva. El niño o la niña que no oye bien
no articula correctamente, confundirá fonemas que ofrezcan alguna semejanza al no poseer una
correcta discriminación auditiva. A este tipo de alteraciones se les denomina dislalias audiógenas.
El deficiente auditivo presentará otras alteraciones del lenguaje, fundamentalmente de voz y el
estudio de su audiometría nos dará la pauta sobre la posible adaptación de prótesis. La
intervención irá encaminada básicamente a aumentar su discriminación auditiva, mejorar su voz o
corregir los fonemas alterados e implantar los inexistentes

Dislalia orgánica: Las alteraciones de la articulación cuya causa es de tipo orgánico se llaman
dislalias orgánicas.

Si se encuentran afectados los centros neuronales cerebrales (SNC) reciben el nombre de


disartrias y forman parte de las alteraciones del lenguaje de los deficientes motóricos.

Si nos referimos a anomalías o malformaciones de los órganos del habla: labios, lengua, paladar,
etc. se les llama disglosias.

Dislalia funcional: Es la alteración de la articulación producida por un mal funcionamiento de los


órganos articulatorios. El niño/a con dislalia funcional no usa correctamente dichos órganos a la
hora de articular un fonema a pesar de no existir ninguna causa de tipo orgánico. Es la más
frecuente y sus factores etiológicos pueden ser: 

Falta de control en la psicomotricidad fina. La articulación del lenguaje requiere una gran habilidad
motora. Prueba de ello es que aquellos fonemas que precisan un mayor control de los órganos
articulatorios, especialmente de la lengua, son los últimos que aparecen ( /l/, /r/ /r/ y sinfones).

 Déficit en la discriminación auditiva. El niño/a no decodifica correctamente los elementos


fonémicos de su idioma y no percibe diferenciaciones fonológicas del tipo sordo/sonoro,
dental/velar, oclusivo/fricativo, etc., produciendo errores en la imitación oral.

 Errores perceptivos e imposibilidad de imitación de movimientos.

 Estimulación lingüística deficitaria. Ello explica la frecuencia de dislalias en niños/as de ambientes


socioculturales deprivados, abandonados, en situaciones de bilingüismo, etc.

De tipo psicológico: sobreprotección, traumas, etc, que hacen persistir modelos articulatorios
infantiles.

Deficiencia intelectual. Las dislalias son un problema añadido a los del lenguaje del niño o la niña
deficiente. Su corrección hay que plantearla a más largo plazo, es más lenta y estará condicionada
por su capacidad de discriminación auditiva y su habilidad motora.

Cuando nos referimos a la dislalia habitualmente se refiere a la dislalia funcional y los tipos de
errores más habituales son: sustitución, distorsión, omisión o adición.

El sigmatismo interdental o sigmatismo (del griego sigma, 'Σ') es un tipo


de dislalia selectiva (incapacidad para pronunciar correctamente ciertos sonidos) consistente
en la sustitución de los sonidos sibilantes (como el sonido /s/), por sonidos interdentales (como
el sonido /θ/).1

.
ROTACISMO: defecto de pronunciación de la R que la sustituyen por la L.

Causas del rotacismo
 Problemas de frenillo lingual; que este sea corto y no pueda elevar la
lengua por la limitación física.
 Paladar ojival: paladar más elevado y estrecho, por lo que no se puede
apoyar correctamente la lengua en él para la pronunciación del fonema /r/.

DISFEMIA: La tartamudez o disfemia es un trastorno del habla (no un trastorno del


lenguaje) que se caracteriza por interrupciones de la fluidez del habla, bloqueos o
espasmos, que se acompañan normalmente de tensión muscular en cara y cuello, miedo
y estrés.

Tartamudeo. Es un trastorno del habla en el cual los sonidos, sílabas o palabras se


repiten o duran más tiempo de lo normal. Estos problemas causan una ruptura en el flujo
del lenguaje (llamado disfluencia o falta de fluidez)
Un accidente cerebrovascular, una lesión cerebral traumática u otros trastornos
cerebrales pueden hacer que el habla sea más lenta, o tenga pausas o sonidos repetidos
(tartamudez neurógena).
El farfulleo es un trastorno del habla caracterizado por una articulación desordenada y
una velocidad de pronunciación muy acelerada. Es decir, el farfulleo es una alteración de
la fluidez, en la cual además de comprometerse la velocidad 🐇 del habla, están afectados
la secuencia y el ritmo
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que supone la dificultad para leer a raíz
de problemas para identificar los sonidos del habla y para comprender cómo estos
se relacionan con las letras y las palabras (decodificación). La dislexia, que
también se denomina «dificultad de lectura», afecta zonas del cerebro que
procesan el lenguaje.

Las personas con dislexia tienen una inteligencia normal y, por lo general, también
una visión normal. La mayor parte de los niños con dislexia puede tener éxito en la
escuela con la ayuda de un tutor o de un programa de enseñanza especializado.
El apoyo emocional también juega un papel importante.

Aunque la dislexia no tiene cura, la evaluación e intervención tempranas producen


los mejores resultados. En ocasiones, la dislexia no se diagnostica durante años y
permanece sin ser identificada hasta la adultez, pero nunca es tarde para buscar
ayuda.

Síntomas

Los signos de la dislexia pueden ser difíciles de reconocer antes de que tu hijo
comience a ir a la escuela, pero hay algunas señales tempranas que pueden
indicar un problema. Una vez que el niño alcanza la edad escolar, es posible que
el maestro de tu hijo sea el primero en notar el problema. La gravedad varía, pero
la afección suele volverse más evidente cuando el niño comienza a aprender a
leer.

Causas

La dislexia tiende a ser hereditaria. Parece estar relacionada con ciertos genes
que afectan la forma en la que el cerebro procesa la lectura y el lenguaje, y con
factores de riesgo presentes en el entorno.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la dislexia son los siguientes:


 Antecedentes familiares de dislexia u otras dificultades de aprendizaje

 Nacimiento prematuro o bajo peso al nacer

 Exposición a la nicotina, a drogas, a bebidas alcohólicas o a una infección durante


el embarazo que pueden alterar el desarrollo cerebral del feto

 Diferencias individuales en las partes del cerebro que permiten la lectura

AFASIA:

Generalmente, la afasia se presenta en forma repentina después de un accidente


cerebrovascular o una lesión en la cabeza. Pero también puede aparecer
gradualmente a causa de un tumor cerebral de lento crecimiento o una
enfermedad que causa daño progresivo y permanente (degenerativa). El grado de
discapacidad depende del lugar y de la gravedad del daño cerebral y de qué es lo
que lo causó.
Una vez que se ha abordado la causa, el principal tratamiento para la afasia es la
terapia del habla y del lenguaje. La persona con afasia vuelve a adquirir y practicar
las habilidades del lenguaje, y aprende a comunicarse de otras maneras. Los
familiares generalmente participan en el proceso y ayudan a la persona a
comunicarse.

Síntomas

La afasia es signo de alguna otra afección, como un accidente cerebrovascular o


un tumor cerebral.

Las siguientes conductas son frecuentes en personas con afasia:

 Hablar en oraciones cortas o incompletas

 Decir oraciones sin sentido

 Sustituir una palabra o un sonido por otro

 Decir palabras irreconocibles

 No comprender conversaciones de otras personas

 Escribir oraciones sin sentido

La afasia de Wernicke, también conocida como afasia fluente, afasia sensorial, afasia


receptiva, o afasia de comprensión; es un trastorno del lenguaje consistente en la
incapacidad para comprender y repetir el lenguaje hablado, producto de una lesión en un área
del lóbulo temporal del cerebro encargada de traducir la información sensorial auditiva en
unidades de significado. Éstas lesiones son comúnmente causadas por ataques
cerebrovasculares en la Arteria cerebral media. 

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AFASIA CORTICAL O MOTORA:AREA DE BROCA

Los daños a la red de lenguaje cerca del área frontal izquierda del cerebro suelen
derivar en afasia de Broca, que también se denomina «afasia no fluente». A las
personas con este trastorno les cuesta expresarse, hablan en oraciones muy
cortas y omiten palabras. Por ejemplo, una persona podría decir «querer comida»
o «caminar parque hoy». En general, los oyentes pueden comprender el
significado.

Las personas con afasia de Broca pueden comprender lo que dicen los demás
mejor de lo que pueden expresarse ellas. Suelen estar al tanto de su dificultad
para comunicarse y pueden sentirse frustradas. Las personas con afasia de Broca
también pueden tener parálisis o debilidad del lado derecho.

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