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“La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, más la buena palabra lo alegra”
Proverbios 12:25
OBJETIVO: Orientar sobre la actitud que puede asumir el maestro de escuela dominical al
desarrollar su trabajo en tiempo de crisis, mediante pautas y consejos que le permitan mantener el
equilibrio emocional y ser efectivos en la labor.
Debemos considerar inicialmente que el maestro de escuela dominical ha sido puesto por Dios,
llamado a cumplir un ministerio, es un líder, un instructor (instruye al niño en su camino), además
de un sin número de características y habilidades que lo destacan. Pero, aunque estamos llamados
para cumplir una misión especial que es la de evangelizar a los niños y adolescentes no dejamos de
ser humanos, y en ocasiones en que vienen a nuestra vida determinadas situaciones nos vemos
inmersos en tristezas, miedos, alegrías y quizá una que otra decepción; todas estas emociones que
hacen parte natural de nuestra vida se evidencian cada vez que estamos en acción en este caso en
nuestro trabajo y compromiso con escuela dominical.
Pedro quien tenía responsabilidad de ser discípulo pero en un momento de crisis se dejó llevar por
sus emociones y negó al señor, solo más adelante tiene un encuentro personal con el maestro y
cambia su actitud.
Elias ante una gran responsabilidad es sobrecargado con una terrible situación que lo lleva a tener
miedo, pero en medio de su punto de quiebre un encuentro personal con Dios le permite
reaccionar y retomar sus labores.
Agar, con la responsabilidad de ser madre y maestra de su pequeño Isaac sintió temor, frustración
al no tener a donde ir y al faltarle su visión. Finalmente decide dejar que su hijo muera. Pero solo
un encuentro con Dios le hace reaccionar y avanzar.
¿cómo actuar?
Organice su tiempo
Sea claro en los objetivos a trazar con las actividades de modo que no haga trabajo de más.