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Doctorado en Ciencias de la Educación

Legislación educativa

Julián Alexis Cataño Duque


MDCO19655

Organizador gráfico: De las necesidades sociales y


económicas del país a la legislación educativa
Unidad 2 – Fines de la legislación educativa

Dra. Laura Oscos Villegas


23 de mayo de 2020

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Introducción

Colombia ocupa los peores lugares cuando se trata de medir la desigualdad

social, la realidad del territorio nacional es que las tierras, la producción y las

riquezas están concentradas en una limitada referenciación geográfica, política y

familiar. Esto quiere decir que, la desigualdad es más visible al comparar regiones,

miembros de la clase política con las demás clases sociales del país y los

apellidos de terratenientes y empresarios que se han apoderado de las riquezas

de la nación. De acuerdo con Acosta (2013) “La distribución del ingreso de la

sociedad colombiana dista de ser equitativa. La desigualdad se manifiesta en

todos los órdenes de la vida nacional, como consecuencia de un enfoque histórico

de las políticas públicas, hacia la regionalización del desarrollo” (p. 9). La

legislación colombiana y los gobernantes han desarrollado una propuesta histórica

alineada casi que consecutivamente, que privilegian a los grandes financiadores

de las campañas políticas, desfalcando las arcas del estado y promoviendo

políticas económicas que favorecen a los empresarios, dueños de bancos y de

grandes corporaciones, perjudicando a la clase media y baja, quienes son los que

terminan siendo lo más afectados en medio de una lucha por generar mayor poder

adquisitivo en los mismos de siempre y reducir el fomento de la lucha contra la

desigualdad social.

Los más pobres, cada día son más pobres y los ricos, cada día son más

ricos, como es ya una costumbre del pueblo, aceptar que la reducción de la

brecha de la inequidad y la desigualdad es un tema de las políticas publicas y de

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los planes de desarrollo territoriales y nacionales, sin embargo, en un estado en

donde hay altos índices de corrupción, de acaparamiento, de control comercial, de

apoyo a las grandes empresas y de falta de recursos para temas como la

educación, la salud, los servicios públicos y demás, que podrían contribuir en la

reducción de la pobreza a través de programas de desarrollo social.

De acuerdo con la OCDE (2019) la desigualdad social en Colombia radica

en las enormes disparidades regionales, existiendo una elevada diferencia entre

las zonas urbanas y rurales. El informe de la OCDE también indica que este

problema afecta principalmente a las minorías étnicas y a las personas

desplazadas por el conflicto armado, las cuales se concentran abruptamente en

las zonas rurales; por otro lado, el acceso a la educación y a la salud de alta

calidad representan uno de los puntos de desigualdad más marcados entre las

regiones y los grupos socioeconómicos.

En este sentido, la educación podría ser una herramienta indispensable

para luchar contra el problema de la desigualdad, sin embargo, la legislación

educativa dista mucho de la teoría a la práctica, y los elementos que han sido

considerados para que esto sea una realidad, carecen de sentido y de practicidad

funcional debido a que, además de la desigualdad, existe un problema mayor que

impide que cualquier tema de desarrollo social quede impedido: La corrupción. Sin

embargo, se busca enlazar de manera general cómo la normativa en educación ha

intentado promover la búsqueda de la igualdad y la equidad en todo el territorio

colombiano.

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Conclusiones

La legislación educativa colombiana apunta a generar un compromiso

nacional con las minorías, étnicas, grupos afrodescendientes, población con

discapacidades, personas con talentos excepcionales y personas en proceso de

rehabilitación, del mismo modo, aborda desde la normatividad un conjunto de

directrices para que la desigualdad se reduzca, partiendo de los principios y fines

de la educación consagrados en la Ley 115 de 1994 y teniendo en cuenta la

garantía del derecho fundamental a la educación, la cual será pública y gratuita

para todos. La ley 715 de 2001 es una de las leyes más importantes en materia de

distribución de recursos a partir del sistema general de participaciones (SGP) el

cual, distribuye los recursos del estado para educación (58,5%), salud (24,5%),

agua potable y saneamiento básico (5,4%) y a participación de propósito general

(11,6%). En este sentido, el estado ha hecho esfuerzos para que los recursos de

educación aumenten, sin embargo, en comparación con los países de la OCDE,

Colombia está muy por debajo del promedio en materia de inversión en materia

educativa.

Duarte, Bos & Moreno (2012) en un informe del Banco Interamericano de

Desarrollo explican que, pese a que Colombia ha mejorado en aspectos de

cobertura, calidad y pruebas internacionales como PISA, estos logros se deben

enfrentar al problema de desigualdad, sobre todo en cobertura ya no global, sino

de los aprendizajes y la calidad de los mismos, ya que, los sectores

socioeconómicos más desfavorables, no cuentan con las mismas posibilidades de

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acceso al conocimiento, esto incluye las zonas rurales, regiones geográficas y a

las etnias minoritarias.

El informe del Banco Interamericano de Desarrollo, aunque es una mirada a

la educación de hace 8 años, la realidad en la actualidad es similar, las escuela

rurales sin conexión a internet, una educación bajo un modelo flexible que requiere

de recursos metodológicos y didácticos que no son posibles adquirirlos porque el

presupuesto de educación que llega a una escuela de 8 o 15 estudiantes es muy

poco, la educación étnica ni siquiera es tenida en cuenta por los programas del

Ministerio de Educación Nacional, el acceso a la educación superior de la

población pobre es casi imposible.

En este marco, es evidente que, la desigualdad social y económica, es

replicada de manera directa en el sistema educativo colombiano, quienes tienen el

poder y el recurso, acceden a educación de calidad, con todas las condiciones

necearías para el pleno desarrollo de los componentes del currículo y de los

estándares y lineamientos nacionales, todo lo contrario sucede con los

campesinos, con los pobres, con los afrodescendientes, los indígenas, los

estudiantes con necesidades educativas especiales o con talentos excepcionales,

quienes no cuentan con una política pública, inversión y planes de desarrollo que

pongan a caminar todo lo que hay en materia de legislación educativa y que

apuntan a reducir las brechas de la desigualdad.

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Bibliografía

Acosta, A. (2013). Colombia: Escenario de las desigualdades. TENDENCIAS


Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, 15(1), 9 –
25.

C.P. (1991). Constitución política de Colombia. Bogotá: Leyer

Decreto No. 1075. Ministerio de Educación Nacional. Bogotá, Colombia, 26 de


mayo de 2015.

Decreto No. 366. Ministerio de Educación Nacional. Bogotá, Colombia, 09 de


febrero de 2009.

Decreto No. 1421. Ministerio de Educación Nacional. Bogotá, Colombia, 29 de


agosto de 2017

Decreto No. 804. Ministerio de Educación Nacional. Bogotá, Colombia, 18 de


mayo de 1995.

Duarte, J., Bos, M., & Moreno, J. Calidad, igualdad y equidad en la educación
colombiana. Bogotá: Banco Interamericano de Desarrollo

Ley No. 115. Ministerio de Educación Nacional. Bogotá, Colombia, 8 de febrero de


1994.

Ley No. 715. Ministerio de Educación Nacional. Bogotá, Colombia. 21 de


diciembre de 2001

OECD (2019), Estudios Económicos de la OCDE: Colombia 2019, OECD


Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/805f2a79-es

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