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24 DE MAYO

El día 24 de mayo fue el primer día de intervención en el aula y mi primera evaluación de


parte de la docente Marcela Jiménez.
Para esta intervención revisé los contenidos de la crisis del parlamentarismo y la
Constitución de 1925.
Inicié la clase con una actividad de motivación: les presenté a los alumnos una fuente
iconográfica donde aparecía un afiche de la campaña presidencial de Arturo Alessandri Palma para
la elección de 1920. En torno realicé preguntas que llevaran al alumno a hacer un análisis sobre el
uso del color, el mensaje y a quien iba dirigido el mensaje.
Esta actividad resultó bien, los alumnos participaron activamente de ella.
Posteriormente, realicé una exposición dialogada sobre los contenidos que debíamos
abarcar, me apoyé en un Power Point que realicé para tal efecto. A medida que avanzaba en
contenido les hacía preguntaba y también incitaba a que ellos preguntaran.
Como actividad de anclaje propuse el análisis de algunos artículos de la Constitución
política de 1925, la finalidad era que los alumnos reconocieran que problemas del régimen político
anterior buscaba cambiar y porqué.
La actividad quedó inconclusa pues ese día los horarios se habían comprimidos para que
los alumnos se retiraran temprano, pues había consejo de profesores. Ante esto, la profesora
Propuso que la actividad formara parte de la guía evaluada que sería aplicada al día siguiente, pero
tal guía no se realizó debido a que los alumnos decretaron jornada de reflexión para el día
miércoles.
En general, me sentí nerviosa en primera instancia. Era la primera vez que tomaba el curso
y que sería evaluada por ello. Sin embargo, creo que logré uno de los objetivos propuestos: hice
que el señor Matías Pérez se integrara en las actividades del curso.
Este alumno suele ser muy disperso, se para de su asiento constantemente, contesta su
celular, etc. Hoy dirigía preguntas en general y luego pedía su opinión, de esta forma comenzó a
participar más de la clase y no se paraba tanto como otras veces.
Me sentí capaz de manejar un curso y entregar contenidos y habilidades que fuesen para
ellos fáciles de adquirir, aunque creo que es necesario llevarlos un poco más hacia lo abstracto.
Al finalizar la clase le pedí a la profesora Marcela que me dijera que tal le había parecido la
clase, a lo que respondió que en general le gustó, los alumnos habían participado, la actividad fue
acorde a los contenidos, y había sabido mantener la atención de todo el grupo a pesar de que se
dispersaban en ciertos momentos. Me recomendó no hacer actividad de motivación, sino que una
retroalimentación de los contenidos, eso debido a las circunstancias especiales del liceo, es decir,
la continua pérdida de clases debido a las reflexiones, consejos de curso, entre otros. Esto me sirve
para retroalimentar lo que hice hoy y tomar en consideración este punto para la próxima clase.
Creo importante señalar que el uso de data y computador en el desarrollo de la clase me
sirvió para captar la atención de los alumnos, pues no es un recurso que la profesora Marcela
utilice de marera continua, la razón de esto es que el departamento de historia cuenta con muy
pocos de estos elementos y son utilizados por la totalidad de los docentes del departamento que
muchas veces de encargar con anterioridad para realizar sus clases.
31 DE MAYO

Este día fue evaluada por la profesora guía Marcela Jiménez y la profesora tutora Maritza
Cabezas.
Para iniciar la clase, y tal como me lo había sugerido la profesora Marcela la clase anterior,
hice una retroalimentación de la figura de Ibáñez y de Alessandri, para tal efecto usé una fuente
iconográfica de la revista Topaze donde aparece Ibáñez con un látigo y Alessandri representado
como un León dormido a sus pies. En torno a esta fuente pregunté que podían ver, que creían que
significaba. Estas preguntas tienen la intención de enseñarles a analizar una fuente iconográfica.
Para continuar, realicé una exposición dialogada de un contenido que resulta un tanto
difícil de llevar, pues la clase iba desde la dictadura de Ibáñez hasta la vuelta de Alessandri, un
período que se caracteriza por un sucesivo cambio de mando acompañado por una alta
inestabilidad económica.
Como actividad de anclaje, realicé una guía que tiene principalmente análisis de fuentes
escritas.
Para finalizar debatimos algunas de las preguntas y sus respuestas en la clase.
Mi principal problema en esta clase es que perdí la noción del tiempo y fui “engañada” por
los alumnos. Primero, había olvidado hasta que hora duraba la clase, por lo que la
retroalimentación final la hice muy rápidamente, segundo, los alumnos ese día debían votar la
toma, por lo que querían salir antes a recreo para poder votar. Todo esto junto provocó que la
retroalimentación se hiciera de manera rápida y poco profunda. Error mío.
Al finalizar recibí la retroalimentación de parte de ambas docentes. Me dijeron que la clase
estuvo bien en general, había podido lograr la atención de los alumnos y se habían desarrollado las
actividades. Faltó hacer una línea de tiempo, pues esto me hubiese ayudado a llevar a un terreno
más concreto a los alumnos y no se hubieran perdido en el espacio de fechas y nombres que
caracteriza el período, también me dijeron que hubo un momento en que perdí al curso, pero los
supe recuperar bien. Otro punto fue mi voz, quedo sin aire en algunas ocasiones, lo que produce
cansancio y desgaste en mí, y que los alumnos se pierdan a veces.
En esta clase, a diferencia de la anterior, no me sentí nerviosa, de hecho, me sentí segura
en lo que deseaba hacer y entregar, sé que debo mejorar el uso de mi voz, y recordar que mis
alumnos son chicos muy concretos, por lo que debo iniciar por ese nivel para llevarlos a un nivel
más abstracto.
CONCLUSIONES Y DESAFÍOS

El proceso de práctica profesional guiada ha sido experiencia enriquecedora en todos los


ámbitos.

Personalmente, este proceso me ha servido para ganar confianza en que es esto lo que
deseo en mi vida. Me encantan los lazos que se generan con los alumnos y con otros docentes.
Además, siento que puedo ser realmente un aporte para los alumnos.

Profesionalmente, hacer clases me llena. Genera seguridad en mi quehacer docente, me


retroalimente lo que hago y lo que deseo hacer.

Siento que aún me falta mucho por pulir, por ejemplo, creo que me falta encontrar una
forma de solucionar conflictos al interior de la sala, además de cómo reaccionar ante
situaciones de desorden total dentro del aula. Esta situación la percibo no del curso con
quienes más he compartido este semestre, sino del curso de 4° medio donde tuve que
reemplazar a la profesora Marcela.

Otra cosa que me falta es usar mi voz adecuadamente para no terminar cansada y sin voz al
final de una semana, que es lo que creo que me va a pasar sigo así.

También me falta generar actividades que partan desde un nivel concreto adecuado al nivel
de concreción que poseen mis alumnos, hasta llevarlos a niveles de abstracción que les
permita generar juicios de valor sobre determinados temas.

Me falta mucho por trabajar, creo que debo ser más aterrizada que dejarme llevar por la
idealidad de la profesión docente que tengo en mi cabeza, pero las dificultades me ayudan a
crecer profesional y personalmente.

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