Está en la página 1de 7

ECONOMÍA POLÏTICA

UNIDAD 7: Funciones del Estado:

Introducción:
El grado de intervención del Estado en la economía es un tema controvertido. En términos
generales, puede decirse que aquellos que tienen una actitud más próxima a las ideas
socialistas están a favor de que el Estado intervenga regulando los mercados, atenuando las
diferencias de ingresos, asistiendo a las clases menos favorecidas o tomando las medidas
pertinentes para combatir las fallas del mercado. Los que tienen una inclinación ideológica
más cercana al liberalismo defienden la idea de que el Estado intervenga lo menos posible y
que deje a los mercados actuar, pues la “mano invisible” de Adam Smith puede hacer
milagros y mejorar el nivel de vida de todo el mundo. Aunque en el último siglo los mercados
han demostrado ser un poderoso instrumento para hacer que las economías funcionen en
los países occidentales, la realidad es que a lo largo del siglo XX las funciones del sector
público se han ampliado y diversificado, y el Estado ha dejado de ser un mero guardián del
buen desarrollo de la actividad económica para convertirse en un agente económico que,
entre otras cosas, trata de corregir las fallas del mercado. El análisis de la intervención del
Estado en la economía nos dice que esta no ha presentado una trayectoria lineal, sino que ha
dependido tanto de la naturaleza del ciclo económico (en épocas de crisis se tiende a
acentuar la intervención del Estado) como del ciclo político. De todas formas, el debate entre
mayor intervención, con una mayor atención a los gastos de carácter social (por ejemplo,
salud, educación, pensiones, etc.), o mayor dosis de liberalismo económico, con menos
impuestos, permanece abierto. En este sentido analizaremos cuáles deben ser los objetivos
de la política económica en una economía de mercado y los instrumentos que se pueden
utilizar para alcanzarlos.

Las economías de mercado tienen imperfecciones que generan males –como la


contaminación excesiva, el desempleo y diferencias de ingresos y de riqueza– que se
consideran éticamente rechazables. Esto es, las economías, en la vida real, no se ajustan
totalmente al mundo idealizado de la mano invisible que funciona con armonía. Por estas
razones, el Estado asume muchas tareas que tratan de paliar las fallas del mecanismo del
mercado. La policía, el ejército, la administración de justicia o la construcción de autopistas
son algunas de las actividades propias del Estado. Sectores como la salud o la educación
suelen recibir una subvención del Estado, y también parece lógico que este regule el
funcionamiento de los sectores de seguros y el financiero. Asimismo, proyectos socialmente
útiles, como la investigación científica o la lucha contra la desertización, se suelen beneficiar
del dinero público. Por otro lado, el Estado establece impuestos que recaen sobre los
individuos y sobre las empresas, y asimismo redistribuye parte de los ingresos recaudados
hacia los sectores más necesitados.

Las actividades del Estado se agrupan en seis grandes funciones, que son:

• Mejorar la eficiencia económica. El Estado contribuye a la asignación socialmente deseable


de los recursos. Pretende mejorar la eficiencia respecto a su FPP.

• Combatir las fallas del mercado. En este sentido, interviene tratando de ayudar a corregir
las fallas del mercado (la quiebra de la competencia perfecta, las externalidades y los bienes
públicos y la información imperfecta). El Estado interviene tratando de limitar el poder de
mercado de las empresas monopolistas u oligopolistas, luchando contra los efectos nocivos
de las externalidades, especialmente la contaminación, proveyendo bienes públicos y
tratando de suministrar información a los consumidores para que tomen decisiones bien
documentadas y así paliar los efectos de la información imperfecta.

• Estabilizar la economía mediante la política macroeconómica. El Estado procura evitar las


depresiones cíclicas mediante la correcta utilización de la política monetaria y fiscal, y la
regulación del sistema financiero. Al tratar de estabilizar la economía suavizando las
fluctuaciones cíclicas, se pretende evitar los drásticos aumentos en el nivel de desempleo
que se originan en el fondo de las depresiones o los bruscos crecimientos de los precios en
los momentos álgidos del ciclo económico

• Procurar la equidad mejorando la distribución del ingreso. El Estado contribuye a la


asignación socialmente deseable de los recursos. En este sentido, aunque el libre
funcionamiento del mercado puede alcanzar la plena y eficaz utilización de los recursos
productivos, no está garantizada una distribución del ingreso que sea considerada justa por
la sociedad. La política distributiva está integrada por un conjunto de medidas de política
económica cuyo objetivo principal es modificar la distribución del ingreso entre los grupos
sociales o los individuos, haciéndola más equitativa. Así, pues, la existencia de fuertes
diferencias en la distribución personal del ingreso justifica la creación de la política
distributiva, cuya finalidad es, principalmente, tratar de evitar que ciertos segmentos de la
población no alcancen niveles mínimos de ingreso.

• Junto a la estabilización de la economía, los gobiernos han tratado de tomar medidas que
logren un crecimiento económico sostenido a largo plazo. refiriéndose al crecimiento del
producto a lo largo del tiempo, y la productividad, refiriéndose a la eficiencia de la
producción, en cuanto a unidades de producción por unidad de factor productivo utilizado,
es decir, eficiencia en la utilización de los recursos.

• Por último, gestionar la política económica internacional. Esto implica tres cuestiones:

a) reducir las barreras comerciales (a la importación y exportación de bienes y servicios, ej


Mercosur).

b) coordinar políticas macroeconómicas (con los socios comerciales para no perjudicarlos


con medidas unilaterales, ej. Tipos de cambio, aranceles, default, etc.

c) protección medioambiental global, temas de deforestación, contaminación, extinción de


especies, cuestiones mineras, etc.

Gasto e Ingreso Público:


Gasto público: Es la aplicación de los recursos del Estado para la consecución de sus fines.

Se clasifican en -------Gastos corrientes ------- Salarios estatales, compra de insumos para el

normal funcionamiento del Estado, pago de

intereses de deuda interna y externa.

-------Gastos de capital e inversión- Obras públicas (construcción de escuelas,

Carreteras, etc.), pagos de “capital” de deuda


interna y externa. Para aumentar capacidad

productiva del sector público y privado.

---------Gastos de Transferencia- Sin contraprestación. Jubilaciones y Pensiones,

Subvenciones, servicios sociales (educación,

vivienda, salud).

Otra forma de ver el gasto es a través del Presupuesto Nacional donde se verifica el llamado
Federalismo Fiscal. Con determinación de gastos en exclusiva para cada nivel del Estado.

Nacional: Defensa, Investigación (ej. Conicet), Relaciones Exteriores, Sistema Universitario,

Programas Sociales, construcción de Autopistas.

Provincial: Educación Primaria y Secundaria, Seguridad de las calles (Policía provincial),

Recolección de residuos (en caso que el Municipio no pueda financiar).

Municipal: Jardines de Infantes y Maternales, Seguridad de las calles (en caso de contar con

Policía local), Recolección de residuos (en caso que el Municipio pueda financiar).

Ingresos Públicos: Recursos que posee el Estado y que éste afecta a la consecución de sus
fines. La clasificación económica los divide en:

Ingresos Corrientes ------ Tributarios (son cohercitivos sin contraprestación)


I-----Impuestos ---- (de acuerdo a capacidad contributiva).

I-----Aranceles al Comercio Exterior (import. Y export.).

I-----Aportes a la Seguridad Social.

------ No Tributarios (son cohercitivos con contraprestación)

I-----Tasas---- Por serv. administrativos, ABL. Recibe servicio.

I-----Contribuciones Especiales. Recibe un beneficio. Ej.

Pavimento, red de gas, agua corriente, cloacas.

Ingresos no Corrientes---- Endeudamiento público o privado (títulos públicos, Letras de


Tesorería, préstamos, adelantos transitorios del BCRA, Leliq, etc.).

---- Liquidación de Activos del Estado (privatizaciones, tierras fiscales).

Los impuestos: Si bien existen muchas figuras impositivas, en general podemos pensar que
todos los impuestos modifican la distribución del ingreso. Algunos, como los indirectos (los
que gravan el consumo de servicios o la compra de bienes), la modifican en el sentido de
perjudicar a los grupos de ingreso más bajo, y por eso se los califica de regresivos. Impuestos
directos e indirectos: la diferencia de ambos radica en su “trasladabilidad”. Piénsese que los
individuos con menores recursos pagan lo mismo que los más afortunados, con lo cual el
porcentaje de impuestos es superior para los más pobres, respecto de su ingreso. Los
impuestos sobre el ingreso o impuestos directos (los que gravan la obtención del ingreso o la
cantidad de bienes que poseen las personas) pueden ser neutrales en el sentido de que no
modifican la distribución del ingreso porque el tipo impositivo (el porcentaje que se recauda
sobre el ingreso) es el mismo para todo nivel de ingreso. Lo normal, sin embargo, es que los
impuestos directos sean con mínimo exento, y que el tipo impositivo se eleve con el ingreso
(progresivos), modificando la distribución de este en beneficio de los menos favorecidos.

PRINCIPIOS DE LA TRIBUTACIÓN

El principio del beneficio: Un principio de los sistemas impositivos es el llamado principio del
beneficio, según el cual las personas deben pagar impuestos con base en los beneficios que
reciben de los servicios del gobierno. Este principio intenta equiparar los bienes públicos a
los bienes privados. Parece justo que una persona que va constantemente al cine pague más
en total por sus boletos que otra que rara vez va al cine. De igual manera, una persona que
obtiene grandes beneficios de un bien público debe pagar más por ello que quien obtiene un
beneficio menor. El impuesto a la gasolina, por ejemplo, se justifica algunas veces con este
principio de beneficios. En algunos estados de Estados Unidos los ingresos que genera el
impuesto a la gasolina se utilizan para construir y mantener caminos y carreteras. Debido a
que quienes compran la gasolina son los mismos que utilizan las carreteras y los caminos, el
impuesto a la gasolina se podría ver como un pago justo por el servicio que ofrece el
gobierno. El principio de beneficio se puede utilizar para argumentar que los ciudadanos
ricos deben pagar más impuestos que los pobres. ¿Por qué? Simplemente porque los ricos
obtienen mayor beneficio de los servicios públicos. Considere, por ejemplo, el beneficio de la
protección policiaca contra el robo. Los ciudadanos que tienen más que proteger se
benefician más de la policía que aquellos que tienen menos. Entonces, con base en el
principio de beneficios, los ricos deben contribuir más que los pobres al costo de mantener a
la fuerza policiaca. Este mismo argumento puede usarse para muchos otros servicios
públicos, como bomberos, defensa nacional y sistema judicial. También se puede utilizar
este principio como argumento a favor de los programas de combate a la pobreza que se
financian con los impuestos que pagan los ricos. Las personas prefieren vivir en una sociedad
sin pobreza, por lo que se supone que los programas de combate a la pobreza son un bien
público. Si los ricos atribuyen un valor monetario mayor a este bien público que los
integrantes de la clase media, quizá sólo porque los ricos tienen más para gastar, entonces,
con base en el principio de beneficios, deben pagar más impuestos para sostener estos
programas.

El principio de capacidad de pago: Otra forma de medir la equidad de un sistema impositivo


se denomina principio de capacidad de pago, según el cual los impuestos deben relacionarse
con la capacidad de cada persona para soportar la carga. Este principio se justifica algunas
veces con la aseveración que todos los ciudadanos deben hacer un “sacrificio igual” para
mantener al gobierno. Sin embargo, la magnitud del sacrificio de cada persona depende no
sólo del monto de los impuestos que paga, sino también de su ingreso y otras circunstancias.
Un impuesto de $1000 pagado por una persona pobre significa un sacrificio mayor que un
impuesto de $10 000 pagado por una persona rica. El principio de capacidad de pago
conduce a dos conceptos básicos de equidad: la equidad vertical y la equidad horizontal. La
equidad vertical establece que los contribuyentes con mayor capacidad de pago deben
aportar una cantidad mayor. La equidad horizontal establece que contribuyentes con
capacidad de pago similar deben pagar la misma cantidad. Estos conceptos de equidad gozan
de aceptación general, pero su aplicación para evaluar un sistema impositivo rara vez es
sencilla.

Según Mankiw, el principio de capacidad de pago sostiene la idea de que cada persona debe
pagar impuestos dependiendo de su capacidad para soportar la carga. Equidad vertical Idea
de que los contribuyentes con mayor capacidad de pago deben pagar mayor cantidad de
impuestos. Equidad horizontal Idea de que los contribuyentes con capacidad de pago similar
deben pagar la misma cantidad de impuestos. Si los impuestos se basan en la capacidad de
pago, entonces los contribuyentes ricos deben pagar más que los contribuyentes pobres.
Pero, ¿cuánto más deben pagar los ricos? Mucho del debate sobre política fiscal gira en
torno a esta pregunta. Considere, por ejemplo, los tres sistemas impositivos que se
presentan. En cada caso, los contribuyentes que tienen ingresos más altos pagan más. Sin
embargo, los sistemas difieren en la rapidez con que aumentan los impuestos con respecto
al ingreso. El primer sistema se llama proporcional, porque todos los contribuyentes pagan la
misma proporción de su ingreso. El segundo sistema se llama regresivo, porque los
contribuyentes con mayores ingresos pagan una fracción menor de su ingreso, aunque
paguen una cantidad grande. El tercer sistema se llama progresivo, porque los
contribuyentes con ingresos altos pagan una fracción mayor de su ingreso. ¿Cuál de estos
tres sistemas impositivos es más justo? No hay una respuesta evidente y la teoría económica
no ofrece ninguna ayuda para encontrarla. La equidad, al igual que la belleza, está en los
ojos de quien la mira.

El Presupuesto: gastos e ingresos públicos:


La Argentina es un país federal con tres niveles de gobierno con jerarquía constitucional la
Nación, las Provincias y las Municipalidades de Provincia. Las Provincias dictan sus propias
Constituciones que deben asegurar “su administración de justicia, su régimen municipal y la
educación primaria”. Las Constituciones Provinciales deben asegurar la autonomía municipal
“reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo,
económico y financiero”. Todos estos niveles de gobierno elaboran su propio presupuesto. El
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, define que “El Presupuesto Nacional es la LEY
anual que sanciona el Congreso, donde estima los ingresos que recibirá el Gobierno y se
planifica cómo se aplicarán para satisfacer las necesidades de la población: salud, seguridad,
justicia y educación, entre otras. El Presupuesto tiene mucha importancia porque permite
conocer ¿Cuál es el destino del gasto? ¿En qué se gasta? ¿Quién gasta? ¿Cuál es el origen de
los recursos?” En consecuencia, el presupuesto es un acto de gobierno mediante el cual se
prevén los ingresos y la autorización de los gastos estatales para el ejercicio siguiente (un
año calendario). A través del presupuesto se determinan los gastos que tendrá el Estado,
cuánto será su monto y cuál su asignación y también como contrapartida cuáles y cuántos
serán los recursos para financiarlos. El presupuesto público es uno de los instrumentos
esenciales de manejo del Estado. Es también un instrumento de política económica fiscal ya
que los niveles y composición de los ingresos y gastos tienen un impacto directo en el
comportamiento de los agentes económicos tanto internos como externos. Es cierto que en
la práctica y en parte debido a los altos niveles de inflación que tiene nuestro país que no
permiten planificar los gastos e ingresos, el Presupuesto pierde el importante significado que
debería tener.

Coparticipación Federal de Impuestos:


En un país federal como el argentino, para garantizar la provisión de bienes y servicios
públicos de una manera equitativa en todo el territorio, se requiere de un mecanismo que
distribuya los recursos fiscales entre los diferentes niveles de gobierno (Nación, Provincia y
Municipios). Puesto que existen regiones “ricas” y regiones “pobres”, las capacidades para
generar recursos que tienen cada una de ellas no son homogéneas, y surge la necesidad de
un sistema de transferencias que permita equiparar la prestación de bienes públicos a lo
largo del país. El mecanismo de distribución automática de recursos entre gobiernos se
conoce en nuestro país como la Coparticipación Federal de Impuestos, y consiste en que la
Nación concentra la recaudación de los impuestos nacionales más importantes y luego los
distribuye entre las Provincias bajo diferentes criterios. En primer lugar, es necesario
distinguir entre la distribución primaria y la distribución secundaria de los recursos. La
primaria tiene que ver con cómo se realiza el reparto entre la Nación y el conjunto de
provincias, es decir qué porcentaje del total de impuestos nacionales recaudados se queda el
nivel superior de gobierno y cuánto va para el consolidado provincial. Por su parte, la
distribución secundaria hace referencia a cómo se distribuye dentro de las jurisdicciones
provinciales esta última masa de recursos, esto es, qué porcentaje de fondos le corresponde
a cada municipio. Respecto a la distribución secundaria de recursos, es importante destacar
que el reparto de fondos puede realizarse fundamentalmente bajo dos criterios: ‐ Un criterio
devolutivo, mediante el cual se asignan fondos a las jurisdicciones según cuál haya sido el
aporte de cada una de ellas a la generación de la masa de recursos totales, esto es, cuánto
aportó cada provincia a la recaudación nacional de impuestos. ‐ Un criterio distributivo, con
el que se trata de repartir fondos entre las provincias en función de las necesidades sociales
de cada una de ellas. El objetivo es poder igualar la prestación de bienes y servicios públicos
entre provincias. Un sistema ideal sería uno que combine estos criterios objetivos y
subjetivos (establecidos en la Constitución Nacional y en la Ley 23548/88, de modo que el
reparto de fondos sea equitativo entre los ciudadanos de todo el país, pero a la vez se
minimicen las distorsiones en la asignación de recursos productivos. Pero un tercer criterio
ha primado en los últimos 30 años que es el criterio político, de acuerdo a las afinidades
políticas entre el Gobierno Nacional y los Gobernadores de provincia.

Es una LEY CONVENIO, cuya discusión y control corresponde a los representantes del
Gobierno Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Bs. As. a través de un Organismo
Fiscal Federal denominado CFI (Comisión Federal de Impuestos). Tiene como Cámara de
origen el Senado. La entidad recaudadora de los impuestos nacionales es la AFIP, quien es al
mismo tiempo la que distribuye los fondos vía transferencia automática y electrónica a las
cuentas de las provincias de acuerdo a los porcentajes dispuestos por la Ley.

Cabe distinguir ahora cuáles son los impuestos Coparticipables, parcialmente Coparticipables
y los no Coparticipables.

Coparticipables: Ganancias, IVA, Internos, Transferencia de inmuebles de personas físicas y


sucesiones indivisas (ITI), Capital de las Cooperativas, Ganancia Mínima Presunta, Gravamen
de Emergencia sobre premios de determinados juegos de sorteo y concursos deportivos.
Parcialmente Coparticipables: Combustibles líquidos y gas natural, energía eléctrica, Bienes
Personales, Monotributo, Créditos y Débitos Bancarios, derechos de exportación desde
2009.

No coparticipables: Tasas de Estadística para import. y export., aranceles de Importación, y


Aportes a la Seguridad Social.

El art. 75 inc. 2 de la CN establece que no puede haber transferencia de competencias,


servicios o funciones sin la respectiva reasignación de recursos. La transferencia debe ser
aprobada por ley del Congreso cuando correspondiere y por la provincia interesada o la
Ciudad de Buenos Aires en su caso. Ej. Traspaso de los Subtes del Gobierno Nacional a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Bibliografía:
Mochon & Beker – Economía – Principios y Aplicaciones.
Samuelson, Nordhaus, Pérez Enrri – Economía (Ed. Mc Graw- Hill).
Mankiw, N. Gregory – Principios de Economía – (Ed. Cengage
Learning Editores, S.A. de C.V.).
Szpigiel Daniel – De Cristo Federico – Abraham Leonardo – (Papers
UNlaM).
Izura Duvigneau Juan – Trabajos Prácticos y producción propia -
(Papers UNlaM).

También podría gustarte