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Introducción:
El grado de intervención del Estado en la economía es un tema controvertido. En términos
generales, puede decirse que aquellos que tienen una actitud más próxima a las ideas
socialistas están a favor de que el Estado intervenga regulando los mercados, atenuando las
diferencias de ingresos, asistiendo a las clases menos favorecidas o tomando las medidas
pertinentes para combatir las fallas del mercado. Los que tienen una inclinación ideológica
más cercana al liberalismo defienden la idea de que el Estado intervenga lo menos posible y
que deje a los mercados actuar, pues la “mano invisible” de Adam Smith puede hacer
milagros y mejorar el nivel de vida de todo el mundo. Aunque en el último siglo los mercados
han demostrado ser un poderoso instrumento para hacer que las economías funcionen en
los países occidentales, la realidad es que a lo largo del siglo XX las funciones del sector
público se han ampliado y diversificado, y el Estado ha dejado de ser un mero guardián del
buen desarrollo de la actividad económica para convertirse en un agente económico que,
entre otras cosas, trata de corregir las fallas del mercado. El análisis de la intervención del
Estado en la economía nos dice que esta no ha presentado una trayectoria lineal, sino que ha
dependido tanto de la naturaleza del ciclo económico (en épocas de crisis se tiende a
acentuar la intervención del Estado) como del ciclo político. De todas formas, el debate entre
mayor intervención, con una mayor atención a los gastos de carácter social (por ejemplo,
salud, educación, pensiones, etc.), o mayor dosis de liberalismo económico, con menos
impuestos, permanece abierto. En este sentido analizaremos cuáles deben ser los objetivos
de la política económica en una economía de mercado y los instrumentos que se pueden
utilizar para alcanzarlos.
Las actividades del Estado se agrupan en seis grandes funciones, que son:
• Combatir las fallas del mercado. En este sentido, interviene tratando de ayudar a corregir
las fallas del mercado (la quiebra de la competencia perfecta, las externalidades y los bienes
públicos y la información imperfecta). El Estado interviene tratando de limitar el poder de
mercado de las empresas monopolistas u oligopolistas, luchando contra los efectos nocivos
de las externalidades, especialmente la contaminación, proveyendo bienes públicos y
tratando de suministrar información a los consumidores para que tomen decisiones bien
documentadas y así paliar los efectos de la información imperfecta.
• Junto a la estabilización de la economía, los gobiernos han tratado de tomar medidas que
logren un crecimiento económico sostenido a largo plazo. refiriéndose al crecimiento del
producto a lo largo del tiempo, y la productividad, refiriéndose a la eficiencia de la
producción, en cuanto a unidades de producción por unidad de factor productivo utilizado,
es decir, eficiencia en la utilización de los recursos.
• Por último, gestionar la política económica internacional. Esto implica tres cuestiones:
vivienda, salud).
Otra forma de ver el gasto es a través del Presupuesto Nacional donde se verifica el llamado
Federalismo Fiscal. Con determinación de gastos en exclusiva para cada nivel del Estado.
Municipal: Jardines de Infantes y Maternales, Seguridad de las calles (en caso de contar con
Policía local), Recolección de residuos (en caso que el Municipio pueda financiar).
Ingresos Públicos: Recursos que posee el Estado y que éste afecta a la consecución de sus
fines. La clasificación económica los divide en:
Los impuestos: Si bien existen muchas figuras impositivas, en general podemos pensar que
todos los impuestos modifican la distribución del ingreso. Algunos, como los indirectos (los
que gravan el consumo de servicios o la compra de bienes), la modifican en el sentido de
perjudicar a los grupos de ingreso más bajo, y por eso se los califica de regresivos. Impuestos
directos e indirectos: la diferencia de ambos radica en su “trasladabilidad”. Piénsese que los
individuos con menores recursos pagan lo mismo que los más afortunados, con lo cual el
porcentaje de impuestos es superior para los más pobres, respecto de su ingreso. Los
impuestos sobre el ingreso o impuestos directos (los que gravan la obtención del ingreso o la
cantidad de bienes que poseen las personas) pueden ser neutrales en el sentido de que no
modifican la distribución del ingreso porque el tipo impositivo (el porcentaje que se recauda
sobre el ingreso) es el mismo para todo nivel de ingreso. Lo normal, sin embargo, es que los
impuestos directos sean con mínimo exento, y que el tipo impositivo se eleve con el ingreso
(progresivos), modificando la distribución de este en beneficio de los menos favorecidos.
PRINCIPIOS DE LA TRIBUTACIÓN
El principio del beneficio: Un principio de los sistemas impositivos es el llamado principio del
beneficio, según el cual las personas deben pagar impuestos con base en los beneficios que
reciben de los servicios del gobierno. Este principio intenta equiparar los bienes públicos a
los bienes privados. Parece justo que una persona que va constantemente al cine pague más
en total por sus boletos que otra que rara vez va al cine. De igual manera, una persona que
obtiene grandes beneficios de un bien público debe pagar más por ello que quien obtiene un
beneficio menor. El impuesto a la gasolina, por ejemplo, se justifica algunas veces con este
principio de beneficios. En algunos estados de Estados Unidos los ingresos que genera el
impuesto a la gasolina se utilizan para construir y mantener caminos y carreteras. Debido a
que quienes compran la gasolina son los mismos que utilizan las carreteras y los caminos, el
impuesto a la gasolina se podría ver como un pago justo por el servicio que ofrece el
gobierno. El principio de beneficio se puede utilizar para argumentar que los ciudadanos
ricos deben pagar más impuestos que los pobres. ¿Por qué? Simplemente porque los ricos
obtienen mayor beneficio de los servicios públicos. Considere, por ejemplo, el beneficio de la
protección policiaca contra el robo. Los ciudadanos que tienen más que proteger se
benefician más de la policía que aquellos que tienen menos. Entonces, con base en el
principio de beneficios, los ricos deben contribuir más que los pobres al costo de mantener a
la fuerza policiaca. Este mismo argumento puede usarse para muchos otros servicios
públicos, como bomberos, defensa nacional y sistema judicial. También se puede utilizar
este principio como argumento a favor de los programas de combate a la pobreza que se
financian con los impuestos que pagan los ricos. Las personas prefieren vivir en una sociedad
sin pobreza, por lo que se supone que los programas de combate a la pobreza son un bien
público. Si los ricos atribuyen un valor monetario mayor a este bien público que los
integrantes de la clase media, quizá sólo porque los ricos tienen más para gastar, entonces,
con base en el principio de beneficios, deben pagar más impuestos para sostener estos
programas.
Según Mankiw, el principio de capacidad de pago sostiene la idea de que cada persona debe
pagar impuestos dependiendo de su capacidad para soportar la carga. Equidad vertical Idea
de que los contribuyentes con mayor capacidad de pago deben pagar mayor cantidad de
impuestos. Equidad horizontal Idea de que los contribuyentes con capacidad de pago similar
deben pagar la misma cantidad de impuestos. Si los impuestos se basan en la capacidad de
pago, entonces los contribuyentes ricos deben pagar más que los contribuyentes pobres.
Pero, ¿cuánto más deben pagar los ricos? Mucho del debate sobre política fiscal gira en
torno a esta pregunta. Considere, por ejemplo, los tres sistemas impositivos que se
presentan. En cada caso, los contribuyentes que tienen ingresos más altos pagan más. Sin
embargo, los sistemas difieren en la rapidez con que aumentan los impuestos con respecto
al ingreso. El primer sistema se llama proporcional, porque todos los contribuyentes pagan la
misma proporción de su ingreso. El segundo sistema se llama regresivo, porque los
contribuyentes con mayores ingresos pagan una fracción menor de su ingreso, aunque
paguen una cantidad grande. El tercer sistema se llama progresivo, porque los
contribuyentes con ingresos altos pagan una fracción mayor de su ingreso. ¿Cuál de estos
tres sistemas impositivos es más justo? No hay una respuesta evidente y la teoría económica
no ofrece ninguna ayuda para encontrarla. La equidad, al igual que la belleza, está en los
ojos de quien la mira.
Es una LEY CONVENIO, cuya discusión y control corresponde a los representantes del
Gobierno Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Bs. As. a través de un Organismo
Fiscal Federal denominado CFI (Comisión Federal de Impuestos). Tiene como Cámara de
origen el Senado. La entidad recaudadora de los impuestos nacionales es la AFIP, quien es al
mismo tiempo la que distribuye los fondos vía transferencia automática y electrónica a las
cuentas de las provincias de acuerdo a los porcentajes dispuestos por la Ley.
Cabe distinguir ahora cuáles son los impuestos Coparticipables, parcialmente Coparticipables
y los no Coparticipables.
Bibliografía:
Mochon & Beker – Economía – Principios y Aplicaciones.
Samuelson, Nordhaus, Pérez Enrri – Economía (Ed. Mc Graw- Hill).
Mankiw, N. Gregory – Principios de Economía – (Ed. Cengage
Learning Editores, S.A. de C.V.).
Szpigiel Daniel – De Cristo Federico – Abraham Leonardo – (Papers
UNlaM).
Izura Duvigneau Juan – Trabajos Prácticos y producción propia -
(Papers UNlaM).