Está en la página 1de 28

“Cogeneración mediante efecto

Seebeck, Peltier y Tompson:


Un nuevo reto“

I.E.S. MELÉNDEZ VALDÉS


2º BACHILLERATO
VILLAFRANCA DE LOS BARROS
1.- Fase previa.

1.1 Enmarcación del fenómeno.


1.2 Observación del fenómeno.
1.3 Fundamentos teóricos y estado de la cuestión.
1.4 Fase inicial de diseño de la experimentación: selección de las variables y
parámetros.
1.5 Formulación de hipótesis
1.6 Predicción.
1.7 Diseño de la experiencia.

2.- Elaboración del modelo.

2.1 Obtención de las observaciones, medidas y procedimientos experimentales.


2.2 Recogida de datos cuantitativos y cualitativos.

3.- Diseño de la experiencia.

3.1 Experiencias realizadas.


3.2 Datos obtenidos y gráficos.

4.- Contrastación del modelo: Reflexión sobre la investigación.

9.1. Resumen.
9.2. Limitaciones de la investigación
9.3. Validación de la hipótesis y discusión
9.5. Formulación de modelos

5.- Valoración global de la investigación.

6.- Documentos gráficos.


1.- FASE PREVIA DE PREPARACIÓN

1. Enmarcación del fenómeno:

Nos situamos en la población de Villafranca de los Barros (Badajoz), aunque


ahora trabajaremos principalmente en el taller de tecnología y también en el patio del
centro.

CT1.2. Observación de fenómeno:

Para realizar este trabajo hemos buscado información en Internet y también


hemos realizado algunas prácticas con células Peltier en sentido inverso, es decir,
aplicando el efecto Seebeck. En vez de producir frío, hemos producido electricidad
incorporándole calor, con objeto de determinar los rangos de temperaturas en los que
se produce electricidad en función de las diferencias de temperaturas entre las placas.

Bibliografía o documentos de los que hemos obtenido información:

Prácticas del área de Ingeniería Térmica de la Universidad Carlos III. Madrid.


Prácticas física ambiental de la Universidad de Huelva.
Prácticas de tecnología de fluidos y calor. Departamento de física aplicada. Universidad
de Sevilla.
Patterson, G. “Efecto Peltier”. Dpto de física FCEyN. 2007.
Chialvo, Caser: “Efecto termoeléctrico. Teoría Básica y aplicada. XXXX.
Bollati, Eduardo: “Generadores Termoeléctricos”. Corporex. S.A. 2007.
Espejo-López. Gabino: “Termoelectricidad”. XXXX.
Thermoelectric Handbook, Ed. Rowe DM - Chemical Rubber Company, Boca Raton
(Floride) 1995.
GS Nolas , Thermoelectric, basic principles and new materials developments, Springer
2001.
GD Mahan, Thermoelectric materials: new approaches to an old problem, Physics
Today, Vol. 50 (1997), p42.
Wikipedia
Sociedad Internacional de Termolectricidad {en} : http://www.its.org/
1.3 Fundamentos teóricos y estado de la cuestión: desarrollo teórico obtenido de
diferente bibliografía.

El efecto termoeléctrico en un
material relaciona el flujo de calor que
lo recorre con la corriente eléctrica que
lo atraviesa. Este efecto es la base de
las aplicaciones de refrigeración y de
generación de electricidad: un
material termoeléctrico permite
transformar directamente el calor en
electricidad, o bien generar frío
cuando se le aplica una corriente
eléctrica.

Aspectos históricos

1.- El primer efecto termoeléctrico fue descubierto por el físico alemán Thomas
Johann Seebeck en 1821. Seebeck se dio cuenta de que una aguja metálica es desviada
cuando se la sitúa entre dos conductores de materiales distintos unidos por uno de sus
extremos y sometidos a una diferencia de temperatura.
Este efecto es de origen eléctrico, ya que al unir dos materiales distintos y
someterlos a una diferencia de temperatura aparece una diferencia de potencial. La
principal aplicación práctica del efecto Seebeck es la medida de temperatura mediante
termopares.

2.- En 1834, el físico francés Jean-Charles Peltier descubrió el segundo efecto


termoeléctrico: en la unión de dos materiales diferentes sometidos a una corriente
eléctrica aparece una diferencia de temperaturas.

3.- El físico inglés William Thomson (Lord Kelvin) demuestra en 1851 que los
efectos Seebeck y Peltier están relacionados: un material sometido a un gradiente de
temperatura y recorrido por una corriente eléctrica intercambia calor con el medio
exterior. Recíprocamente, un material sometido a un gradiente de temperatura y
recorrido por un flujo de calor genera una corriente eléctrica. La diferencia fundamental
entre los efectos Seebeck y Peltier considerados por separado y el efecto Thomson es la
existencia de este último en un único material, sin necesidad de que exista una unión
entre materiales distintos

4.- En 1885 el físico inglés Rayleigh J.W. planteó la posibilidad del uso de
dispositivos termoeléctricos como generadores de corriente eléctrica. Sin embargo, pese
a que los fenómenos termoeléctricos son bien conocidos desde hace ya más de cien
años, su desarrollo, tanto como generador de corriente o como refrigeración, estuvo
totalmente frenado debido a los escasos rendimientos que se obtenían. Como
consecuencia, la mayor parte de las aplicaciones termoeléctricas, que han ido
desarrollándose desde hace más de 30 años han sido para campo militar, donde es más
importante la robustez y precisión que la eficiencia o el coste. En el mercado civil
actual, la refrigeración termoeléctrica tiene un sitio en aplicaciones de medicina,
aparatos científicos y en dispositivos en los cuales la potencia de refrigeración es muy
pequeña y de puntual aplicación.

¿Qué ha ocurrido con los pronósticos tan optimistas, que tras el gran avance que
supuso la incorporación de los materiales semiconductores a la termoelectricidad, tenían
los investigadores de la década de 1960 sobre la refrigeración termoeléctrica? ¿Por qué
no se ha logrado la eficiencia frigorífica que se esperaba?

Aplicaciones de la termoelectricidad

Las aplicaciones actuales y potenciales son los materiales termoeléctricos se


basan en dos aspectos del efecto Thomson:
Por un lado, el establecimiento de un flujo de calor, opuesto a la difusión
térmica, cuando un material sometido a un gradiente de temperatura es atravesado por
una corriente eléctrica, permite pensar en aplicaciones de refrigeración termoeléctrica.
Esta solución alternativa a la refrigeración clásica que utiliza ciclos de compresión-
expansión no necesita de partes móviles, lo que incrementa su fiabilidad y elimina los
ruidos y vibraciones.
Estas propiedades son fundamentales en aplicaciones en las que la temperatura
debe ser regulada de forma muy precisa y fiable, como por ejemplo en los contenedores
empleados en el transporte de órganos para trasplantes o en aquellas en las que las
vibraciones son un inconveniente grave, como por ejemplo los sistemas de guía basados
que emplean láser o los circuitos integrados. Además, la posibilidad de crear un flujo
térmico a partir de una corriente eléctrica de manera directa hace inútil el empleo de
gases como el freón, que resultan perjudiciales para la capa de ozono.
Por otra parte, la posibilidad de convertir un flujo de calor en corriente eléctrica
permite aplicaciones de generación eléctrica mediante efecto termoeléctrico, sobre
todo a partir de fuentes de calor residual como los tubos de escape de los automóviles,
las chimeneas de los incineradores, los circuitos de refrigeración de las centrales
nucleares. El uso de esta tecnología supondría en estos casos una mejora en el
rendimiento energético del sistema completo de manera «limpia». El calor residual es
aprovechado para obtener un mayor aprovechamiento de la energía. Por ejemplo, el
empleo de la termoelectricidad en los automóviles permitiría suplir parcialmente el
trabajo del alternador, reduciendo así aproximadamente en un 10% el consumo de
combustible.

Además, la gran fiabilidad y durabilidad de estos sistemas (gracias a la ausencia


de partes móviles) ha motivado su empleo en la alimentación eléctrica de sondas
espaciales, como ocurre en la sonda espacial Voyager, lanzada al espacio en 1977. En
ella el flujo de calor establecido entre el material fisible PuO 2 (el PuO2 es radiactivo y se
desintegra, constituyendo entonces una fuente de calor) y el exterior atraviesa un
sistema de conversión termoeléctrica a base de SiGe (un termopar de silicio y
germanio), permitiendo de esta manera la alimentación eléctrica de la sonda (las sondas
espaciales no pueden alimentarse mediante paneles solares más allá de Marte, ya que el
flujo solar es demasiado débil).

Los sistemas de conversión que utilizan el efecto termoeléctrico tienen un


rendimiento muy pequeño, ya sea generando electricidad o funcionando como
refrigeradores. De momento sus aplicaciones están limitadas a sectores comerciales en
los que la fiabilidad y la durabilidad son más importantes que el precio. Sin embargo la
termoelectricidad fue utilizada extensamente en las partes alejadas de la Unión
Soviética durante la década de 1920 para accionar radios. El equipo utilizaba barras de
bimetal, un extremo de las cuales se insertaba en la chimenea para conseguir calor, y el
otro extremo se ponía en el exterior, en el frío.

Principios fundamentales

La conversión de energía por efecto termoeléctrico (en el sentido calor →


electricidad o electricidad → calor) se basa a su vez en los efectos Seeebeck, Peltier y
Thomson.

Los coeficientes Seebeck, Peltier y Thomson

Coeficiente Seebeck

Una diferencia de temperatura dT entre las uniones de dos materiales distintos a y b


implica una diferencia de potencial eléctrico dV según la ecuación:

El coeficiente Seebeck, también llamado "Poder Termoeléctrico" se mide en


V.K-1

Los coeficientes Seebeck de ambos materiales por separado se relacionan con el


coeficiente Seebeck del par según:

Coeficiente Peltier

En el caso del efecto Peltier, una corriente eléctrica I recorre un


circuito formado por los dos materiales, lo que conlleva una
liberación de calor Q en uno de los materiales y una absorción en
el otro, según la ecuación:
Coeficiente Thomson

Al contrario que los coeficientes Seebeck y Peltier, el coeficiente Thomson


puede definirse directamente para un único material. Cuando existen simultáneamente
un gradiente de temperatura y una corriente eléctrica hay una generación o absorción de
calor en cada segmento del material considerado individualmente. El gradiente del flujo
térmico en el seno del material viene dado por:

donde x es la coordenada espacial y τ es el coeficiente Thomson del material.

Relaciones entre los coeficientes Seebeck, Peltier y Thomson

Kelvin demostró que los tres coeficientes Seebeck, Peltier y Thomson no eran
independientes entre sí, estando relacionados por las ecuaciones:

Principios de la conversión de energía por efecto termoeléctrico

Para la refrigeración o la generación de electricidad por efecto termoeléctrico, un


"módulo" está constituido por "pares" conectados eléctricamente. Cada uno de estos
pares está formado por un material semiconductor de tipo P (S>0) y de un material tipo
N (S<0). Ambos materiales están unidos por un material
conductor cuyo poder termoeléctrico se supone que es nulo.
Las dos ramas (P y N) del par y todas las de los otros pares
que componen el módulo se conectan eléctricamente en serie,
y en paralelo desde el punto de vista térmico. Esta disposición
permite optimizar el flujo térmico que atraviesa el módulo y
su resistencia eléctrica. Para simplificar, todo el desarrollo que
sigue se realizará para un único par, formado por materiales de
sección constante.
La corriente eléctrica es impuesta de tal manera que los portadores de carga
eléctrica (electrones y huecos) se desplazan de la fuente fría a la caliente (en el sentido
termodinámico) en las ramas del par. Al hacer esto, contribuyen a una transferencia de
entropía de la fuente fría a la caliente, y por tanto a un flujo térmico que se opone al de
la conducción térmica. Si los materiales utilizados tienen buenas propiedades
termoeléctricas (veremos a continuación cuáles son los parámetros más importantes),
este flujo térmico creado por el movimiento de los portadores de carga será más
importante que el debido a la conductividad térmica. El sistema permitirá entonces
evacuar el calor de la fuente fría hacia la fuente caliente, actuando entonces como un
refrigerador.
En el caso de la generación de electricidad, es el flujo de calor el que implica un
desplazamiento de los portadores de carga y por lo tanto, la aparición de una corriente
eléctrica.

Rendimiento de la conversión y parámetros importantes

Cálculo del rendimiento de la conversión en un sistema termoeléctrico

El cálculo del rendimiento de la conversión que realiza un sistema


termoeléctrico se efectúa determinando la relación entre el flujo de calor y la corriente
eléctrica en el material. Para ello se utilizan las relaciones de Seebeck, Peltier y
Thomson , pero también las leyes de transferencia de calor y de la corriente eléctrica.

El siguiente ejemplo presenta el cálculo del rendimiento de la conversión en el


caso de la refrigeración (el caso de generación eléctrica puede realizarse haciendo
razonamientos análogos).

Retomemos el esquema precedente. En cada una de las ramas del par, el flujo de
calor generado por el efecto Peltier se opone a la conductividad térmica. El flujo total en
las ramas P y N será:

siendo x la coordenada espacial (λ p y λn las conductividades térmicas de los materiales y


Ap y An sus secciones.

El calor se extrae de la fuente de frío con un flujo Q f :

Al mismo tiempo, la corriente que recorre las dos ramas es inicialmente el


resultado del calor por efecto Joule I2ρ/A por unidad de longitud de las ramas.
Utilizando la ecuación suponiendo que el coeficiente Thomson es nulo (esto hace
suponer que S es independiente de la temperatura, ver la relación de Thomson), la
conservación de la energía en el sistema se escribe en las dos ramas:
y

Considerando las condiciones en los límites, T=T f en x=0 y T=Tc en x=Lp o


x=Ln con Lp y Ln las longitudes de las ramas P y N, Tf y Tc las temperaturas son las de
las fuentes de frío y calor, Qf se escribe :

con K y R las conductividad térmica y la resistencia eléctrica totales de cada una de las
ramas del par.

La potencia eléctrica W disipada en el par debida al efecto Joule y al efecto Seebeck es:

El rendimiento del sistema termoeléctrico de refrigeración corresponde al cociente entre


el calor extraído de la fuente fría y la potencia eléctrica disipada, es decir:

Para una ΔT dada, el rendimiento depende de la corriente eléctrica que circula. Dos
valores particulares de corriente permiten maximizar bien el rendimiento de la
conversión η o el calor extraído de la fuente fría Q_f.

Por un razonamiento similar, el rendimiento de un par P-N usado para generar


electricidad vendrá dado por la potencia eléctrica útil consumida por una resistencia de
carga R con un flujo térmico atravesando el material:

En este caso también existen dos valores particulares de I que maximizan el rendimiento
de la conversión o bien la potencia eléctrica entregada por el sistema.
Parámetros importantes para obtener un buen rendimiento

Maximizando estos dos rendimientos de conversión, se puede demostrar que dependen


únicamente de las temperaturas Tf y Tc y de un número adimensional (sin unidades)
ZpnTM llamado "factor de mérito" (TM es la temperatura media del sistema,
TM=(Tf+Tc)/2) cuya expresión es:

Hay que remarcar que para un par termoeléctrico cualquiera, el valor de Z pn no es una
propiedad intrínseca del material, sino que depende de las dimensiones relativas del
módulo, dada la relación existente entre las dimensiones y R y K (resistencia eléctrica y
la conductividad térmica). El rendimiento de conversión del sistema (funcionando como
generador eléctrico o como dispositivo de refrigeración) es máximo cuando Z pn es
máximo, es decir, cuando el producto RK es mínimo, lo que sucede cuando:

En este caso, el factor de mérito Zpn se convierte en una función exclusiva de los
parámetros intrínsecos de los materiales:

Así, para conseguir un óptimo rendimiento de la conversión conviene elegir los


materiales que forman el par de forma que se maximice Z pn. Como regla general, esto
no se limita simplemente a optimizar los factores de mérito individuales de cada
material que forma el par Z=S2/(ρλ). En la mayoría de temperaturas utilizadas en la
práctica, y sobre todo en aquellas empleadas para la generación de electricidad, las
propiedades termoeléctricas de los mejores materiales de tipo P y N son similares. En
estos casos, el factor de mérito del par es próximo al valor medio de los factores de
mérito individuales, y es razonable el optimizar los factores de mérito de cada uno de
los materiales de forma independiente.
La optimización de los materiales para su empleo en la conversión de energía mediante
efecto termoeléctrico pasa pues necesariamente por la optimización de sus propiedades
de conducción eléctrica y térmica, de manera que se maximice el factor de mérito:

Así pues, un buen material termoeléctrico poseerá simultáneamente un coeficiente


Seebeck elevado, una buena conductividad eléctrica, y una reducida conductividad
térmica.
El rendimiento del equipo refrigerante termoeléctrico ira en función de varios factores:
buen asentamiento de las células termoeléctricas tanto en el disipador del lado caliente
como en el bloque de ajuste, para evitar perdidas, en cuanto a los disipadores deben
poseer un coeficiente de conductividad adecuado y una superficie lo mas grande
posible, para que la evacuación de calor sea efectiva, procurando al disipador de calor
una convección forzada suficiente, para facilitar la
emisión de calor al exterior, por que cuanto mas baja
mantengamos la temperatura del lado caliente menores
temperaturas obtendremos en lado frío, dado que el
salto térmico de las células termoeléctricas permanece
aproximadamente constante, también es importante
calcular la intensidad de funcionamiento optimo, para
obtener el máximo rendimiento.

Las placas multinivel nos permite conseguir saltos térmicos importantes frente a la
temperatura ambiente, pudiendo llegar incluso a diferencias de 130ºC. Las potencias a
disipar, a medida que aumentamos los gradies térmicos son cada vez menores, pero las
ventajas de poder refrigerar puntualmente son muy importantes.

Evolución del rendimiento de conversión en función del factor de mérito

La figura de al lado muestra la evolución del rendimiento de conversión de un sistema


termoeléctrico en las condiciones ideales en función del factor de mérito ZT. Por
ejemplo, si ZT=1 y la diferencia de temperatura es de 300ºC, el rendimiento de
conversión será del 8%, lo que significa que según el caso considerado (generación de
electricidad o refrigeración) que el 8% del calor que atraviesa el material será
convertido en electricidad, o bien que el calor extraído por el elemento refrigerador
corresponderá al 8% de la potencia eléctrica empleada.
Módulos termoeléctricos

Optimización geométrica

Hemos visto que las propiedades de conversión del par de materiales termoeléctricos
que constituyen un módulo no son exclusivamente intrínsecas, también dependen de la
geometría del sistema (longitud y sección de las ramas del módulo) que influye a su vez
en la resistencia eléctrica R y la conductividad térmica K de las ramas. En efecto,
resulta necesario que K sea lo bastante reducida para que un gradiente térmico pueda
mantenerse, pero también debe ser del valor suficiente como para que el calor pueda
recorrer el módulo: si K es nulo, ningún calor recorrerá el módulo y entonces no hay
conversión. Del mismo modo, R debe elegirse de manera que se alcance el mejor
compromiso posible entre la potencia eléctrica y la diferencia de potencial eléctrica.
Una vez elegidos los materiales que forman el módulo (gracias al factor de mérito ZT),
es necesario optimizar la geometría del sistema para poder conseguir el rendimiento de
la conversión, la potencia eléctrica o la mayor extracción de calor posible en función de
la aplicación del módulo.

Módulos segmentados

En general, los materiales empleados en la fabricación de módulos de conversión


termoeléctrica sólo son eficaces en un determinado rango de temperaturas. Así, por
ejemplo, la aleación SiGe usada para alimentar la sonda Voyager sólo es eficaz a
temperaturas superiores a los 1000K aproximadamente. En aplicaciones en las que el
rango de temperaturas de trabajo es muy grande, resulta interesante usar varios
materiales termoeléctricos en cada rama, cada uno de ellos con un intervalo de
temperaturas en el que se maximiza su rendimiento. En estos casos se dice que el
módulo termoeléctrico está segmentado.

Módulo termoeléctrico "segmentado"

La figura de al lado ilustra el concepto de módulo termoeléctrico segmentado.


En este caso tenemos un gradiente de temperatura muy importante (700K de diferencia
entre la zona caliente y la fría), y ningún material conocido es eficaz en todo este rango
de temperatura. Cada una de las dos ramas del par está entonces formada por varios
materiales (en el caso representado dos para la rama N y tres para la rama P). La
longitud de cada uno de estos materiales se elige de forma que sean utilizados en el
rango de temperaturas en el que sean más eficaces. Por lo tanto, un módulo construido
de esta manera permitiría lograr un rendimiento de conversión, una potencia eléctrica o
una extracción de calor, más elevada que si cada rama estuviera compuesta de un único
material. De esta forma, los mejores rendimientos logrados en laboratorio con este tipo
de módulos son actualmente próximos al 15% (lo que significa que el 15% del calor que
recorre el material es convertido en potencia eléctrica). Sin embargo, los módulos
segmentados resultan mucho más caros que los módulos "simples", lo que restringe su
empleo a aplicaciones en las que el coste no resulta un factor decisivo a la hora de la
elección.

Materiales termoeléctricos

Materiales empleados en los módulos actuales

Aplicaciones a bajas temperaturas

El material termoeléctrico más comúnmente utilizado a bajas temperaturas (150K-


200K), está formado sobre la base de Bi1-xSbx (una aleación de bismuto y antimonio)
pero desafortunadamente sólo posee buenas características termoeléctricas para el tipo
N (conducción por electrones), lo que reduce el rendimiento de conversión del sistema,
puesto que ningún material tipo P es eficaz a estas temperaturas (recordemos que un
sistema de conversión termoeléctrica se compone de ramas tipo P y N). Curiosamente, a
pesar de que sus propiedades son relativamente medias (ZT~0,6), la aplicación de un
campo magnético permite duplicar el factor de mérito, superando la unidad. Esta
propiedad hace que estos materiales se empleen asociados a un imán permanente.

Aplicaciones a temperaturas cercanas a la temperatura ambiente

Actualmente, el material más estudiado es el Bi2Te3 (aleación de bismuto y


telurio). Se emplea en dispositivos que funcionan a temperaturas próximas a la
ambiente, lo que incluye a la mayoría de los dispositivos de refrigeración
termoeléctrica. Las mejores prestaciones se han obtenido con la aleación Sb2Te3 (una
aleación compuesta por antimonio y telurio) que posee la misma estructura cristalina.
Pueden conseguirse tanto muestras de tipo P como N, simplemente por medio de
pequeñas variaciones de la composición en las proximidades de la estequiometría. En
ambos casos los valores del factor de mérito ZT se aproximan a la unidad 1 a
temperaturas cercanas a la ambiente. Estos buenos valores ZT se obtienen en parte
gracias a la muy reducida conductividad térmica λ, que aproximadamente es de 1 W.m-
1 -1
.K en los mejores materiales.

Aplicaciones a temperaturas intermedias

Para su empleo a temperaturas medias (entre los 550K y 750K aproximadamente), el


material más empleado es el telurio de plomo PbTe y sus aleaciones (PbSn) Te (Sn =
estaño). Ambos compuestos, PbTe y SnTe pueden formar una solución sólida completa
lo que permite optimizar la banda prohibida del semiconductor al valor deseado. Los
mejores materiales obtenidos poseen factores de mérito próximos a la unidad a una
temperatura cercana a los 700K.Sin embargo, estos valores se obtienen únicamente en
materiales de tipo N. Por tanto, actualmente el PbTe no puede constituir por si solo las
dos ramas de un termoelemento. La rama P se construye generalmente con un material
de tipo TAGS (por sus componentes Telurio-Antimonio-Germanio-Plata), que alcanzan
valores de mérito superiores a la unidad a 700K pero exclusivamente para el tipo P.
Por lo tanto, resulta crucial descubrir un material que pueda emplearse como
tipo P y N en esta gama de temperaturas, ya que industrialmente, resulta más fácil
emplear el mismo material para las dos ramas, eliminando además la necesidad de
emplear Telurio, que es extremadamente tóxico.

Aplicaciones a altas temperaturas

Las aleaciones a base de silicio y germanio poseen buenas características


termoeléctricas a altas temperaturas (por encima de 1000K) y son utilizadas
principalmente para la generación de electricidad en el campo espacial.
De este tipo son las aleaciones utilizadas para la alimentación eléctrica de las
sondas espaciales.

Optimización de materiales termoeléctricos

La expresión del factor de mérito ZT=(S 2T)/(ρλ) resume por sí sola la dificultad de
optimizar las propiedades de un material termoeléctrico. De forma intuitiva parece
difícil que un material posea simultáneamente una buena conductividad eléctrica y una
mala conductividad térmica, que es una característica de los materiales aislantes. En el
caso ideal, un buen material termoeléctrico debería poseer la conductividad eléctrica de
un metal y al mismo tiempo la conductividad térmica de un vidrio!

Al numerador del factor de mérito ZT, S2σ (σ es la conductividad eléctrica,


inversa de la resistividad eléctrica: σ=1/ρ) se le llama factor de potencia. En
aplicaciones de generación de electricidad mediante el efecto termoeléctrico, la potencia
útil será tanto más grande cuanto mayor sea el factor de potencia. Por desgracia, el
coeficiente Seebech y la conductividad eléctrica no son independientes entre sí, y varían
de manera contraria con la concentración de los portadores de carga (concentración de
electrones o huecos, véase semiconductor): los mejores poderes termoeléctricos se
conseguirán con materiales con una pequeña concentración de portadores mientras que
las mejores conductividades eléctricas se obtienen con materiales con una fuerte
concentración de portadores. La solución de compromiso entre ambos factores
implica la utilización de semiconductores como materiales termoeléctricos.

El segundo factor importante en la expresión del factor de mérito ZT (además


del factor de potencia) es la conductividad térmica: un material tendrá propiedades
termoeléctricas óptimas si posee una débil conductividad térmica. En efecto, de forma
intuitiva, una buena conductividad térmica tendería a oponerse al establecimiento del
gradiente térmico: el calor atravesaría el material sin dificultad. Así, para optimizar los
materiales, el objetivo sería disminuir la conductividad térmica sin degradar la
conductividad eléctrica. Sólo la contribución de las vibraciones de la red deberá
entonces reducirse, no la contribución a la conducción debida a los portadores de carga
(electrones y huecos).
Ventajas de los módulos Peltier-Seeck

En el estudio de aplicaciones que pueden usar la refrigeración termoeléctrica, así


como la elaboración de diferentes equipos de refrigeración que satisfagan las
necesidades actuales en este campo hay que tener en cuenta que la refrigeración por
métodos termoeléctricos podría sustituir en bastantes casos a los sistemas de
refrigeración actuales, eliminando así el uso de los CFC, gases contaminantes que
destruyen de la capa de ozono.
Además de esta, la refrigeración termoeléctrica posee diversas ventajas, entre las que
se pueden destacar:

� Producción de frío y calor indistintamente simplemente invirtiendo la polaridad de la


tensión aplicada.
� Ser totalmente silenciosas, así como no producir vibraciones.
� Fácil variación de la potencia refrigerante, actuando sobre la tensión de alimentación.
� No necesitan mantenimiento.
� No posee elementos móviles.
� Asegura la estanqueidad del elemento a refrigerar.
� Puede funcionar en cualquier posición.

En función de las características de la refrigeración termoeléctrica expuestas, el


campo de estudio y aplicación de esta es muy amplio. Es posible el estudio de
aplicaciones concretas tales como: refrigeración de cuadros eléctricos, refrigeración de
frigoríficos portátiles.

Son importantes las aplicaciones alternativas que puedan utilizar el efecto


termoeléctrico, como pueden ser aplicaciones en medicina, sistemas de refrigeración de
aire acondicionado para habitáculos reducidos, etc.

Vías de investigación

Los mejores materiales utilizados en la construcción de dispositivos de


conversión termoeléctrica poseen factores de mérito ZT de valor cercano a 1. Este
valor no permite obtener rendimientos de conversión que hagan estos sistemas rentables
para aplicaciones destinadas al "gran público". Por ejemplo, harían falta materiales con
un ZT=3 para poder desarrollar un refrigerador doméstico competitivo. En el caso de
sistemas de generación de electricidad (que podrían utilizarse, por ejemplo, en los tubos
de escape de coches o camiones, o sobre microprocesadores, es posible aumentar la
rentabilidad de los sistemas de dos formas: incrementando significativamente sus
rendimientos (consiguiendo por ejemplo un ZT>2), o bien reduciendo sus costes de
producción. Resumiendo, el objetivo de este párrafo es exclusivamente presentar de una
forma no exhaustiva las vías de investigación abiertas en la actualidad, tanto en
laboratorios industriales como públicos.
Productos que existen en el mercado:

Estos productos actualmente están en el mercado junto con sus precios y


vínculos de las tiendas que lo ofertan.

Mod. aire-aire

Células

Mod. agua-agua

Selección de artículos - Termoelectricidad


Modulo de agua- agua 50W
€238.00

Modulo Aire Aire 80x60


€210.00

Célula termoeléctrica Peltier 25x25x3,8


€33.00

Célula termoeléctrica Peltier 40x40x3.9


€34.00

Célula termoeléctrica Peltier 10x10x3.9


€16.50
Módulo Aire Aire 180x84mm
€261.00

1.4. Fase inicial de diseño de la experimentación: Selección de las variables y


parámetros:

Para realizar esta parte de la investigación nos hemos basado principalmente en


dos variables, que son las siguientes: la tensión y la temperatura. La tensión y la
intensidad que se produce en una placa Peltier en función de las diferencias de
temperatura entre estas nos da una idea de la potencia aprovechable de estos sistemas. Y
por otra parte nos interesa saber que temperaturas podemos obtener de sistema externos
como son los colectores solares para obtener un recurso energético de forma sostenible
y con objeto de simular posibles procesos como son chimeneas, tubos de escape…

1.5. Formulación de hipótesis:

Creemos que se podría aprovechar diferentes elementos como chimeneas, tubos


de escapes de automóviles e incluso diseñar centrales que aprovechen las diferencias
de temperaturas entre una placa caliente y una fría para producir electricidad a bajo
coste.

1.6. Predicción:

Predecimos que en la actualidad se puede abrir un nuevo sistema de producción


de electricidad basado en efecto Peltier y que se puede cogenerar electricidad a bajo
costo debido a la bajada de los costes de producción de semiconductores
termoeléctricos.

1.7. Diseño de la experiencia:

Para realizar dicha experiencia realizaremos diferentes ensayos que nos


permitan determinar como funcionan estos sistemas, así como sus posibles utilizaciones
y aprovechamiento:

Ensayo 1:

Nos interesa saber que incrementos de tensión podemos obtener en función de


las diferencias de temperaturas entre las placas de estas células.
Para ello vamos a utilizar una célula con las siguientes características dadas por
el fabricante y determinaremos cual su comportamiento al someterla a distintas
temperaturas:

Grande Chica

Potencia 33 w 17 W
Máxima diferencia de temperatura: 70 º 67º
Voltaje: 15 V 8V
Intensidad: 4A 3,5 A
Máxima temperatura 150 º C 70ºC
Resistencia: 3,5 ohmios 1.8 ohmios
Tensión térmica 27 mV/K 15 mV/K

Tenemos dos modelos que llamaremos grande o chica según lo utilicemos en


función de la experimentación. La más pequeña la utilizaremos para comprobar el
efecto inverso frigorífico y eléctrico y la más grande para la generación eléctrica.

Ensayo 2:

Otro de los ensayo será determinar que incrementos de temperaturas podemos


obtener con un colector solar. En primer lugar ensayaremos con el faro de un coche y
posteriormente con una antena parabólica.
Hemos determinado un colector solar como sistema productor de calor, imitando
los últimos avances con el motor Stirling, ya que es una energía gratis que nos ofrece el
sol. Pero también se podría experimentar en chimeneas, cubiertas de barcos, tubos de
escape de coche y todo sistema que esté a distinta temperaturas con objeto de cogenerar
energía.

Ensayo 3:

Posteriormente estimaremos de forma teórica, al conjugar ambos sistemas


(colector solar – Célula) qué aprovechamiento máximo podemos obtener en función de
los datos obtenidos.

Ensayo 4:

Una vez estimado dicho rendimiento fabricaremos un colector con una antena
parabólica a la situaremos en su foco la placa Peltier para su comprobación. En esta fase
determinaremos cual es el comportamiento real de esta central y como podríamos
mejorarla si refrigeramos el foco frío con nieve artificial.

Ensayo 5:

En esta ensayo, que será ideal, estimaremos qué ocurriría si utilizamos un pozo
de nieve como foco frío de una central mayor.
Para realizar esta investigación hemos usado los siguientes materiales y
herramientas:

 Tabla de madera como soporte de los objetos


 Célula Peltier.
 conductores
 Botes de cristal para llenarlo de agua a diferentes temperaturas o hielo
 Agua.
 Polímetro para determinar tensiones e intensidades en la célula
 Hielo.
 Cafetera para suministrar agua caliente.
 Cinta aislante para sujetar si es necesario los elementos
 Destornillador.
 Barrena.
 Tornillos.
 Termómetro digital con su sonda.
 Faro de un coche que simule un colector solar.
 Ordenador.
 Folios.
 Impresora.
 Soldador.
 Estaño.
 Cola.
 Velas para suministrar de forma continua una llama
 Tijeras para metales.
 Cables.
 Tijeras.
 Regla.
 Alicates.
 Motores.
 Cámara de fotos.
 Goma elástica.
 Video
2.- ELABORACIÓN DEL MODELO.

2.1. Obtención de las observaciones, medidas y procedimientos


experimentales:

- Primer experimento: Producción de voltaje a través de la célula peltier a través


de unos botes que estaban a diferentes temperaturas.
Para hacer este primer experimento, hemos cogido dos botes de cristal, uno lleno de
hielo y otro de agua caliente y hemos colocado la célula peltier entre los botes. Después
medimos el voltaje que producía en función del gradiente de temperatura que se
produce.

- Segundo experimento: Observación de la variación de temperaturas dependiendo


del tiempo en un faro de un coche para ver hasta que temperatura máxima se puede
llegar.
Un faro de coche se expuso orientado al sol para determinar qué temperaturas
máximas se pueden obtener en este caso con un “colector solar” casero y así poder
determinar que rangos de temperaturas podemos obtener y en cuanto tiempo.

- Tercer experimento: Producción de electricidad a través de una célula peltier


alimentado con un colector y con nieve artificial.
Como mejora del sistema para producir electricidad, alimentamos de calor la
zona caliente de la célula y por otra parte enfriamos con nieve artificial la zona fría,
aumentando considerablemente el gradiente de temperatura.

- Cuarto experimento: Observación de la variación de temperatura con una antena


parabólica. Se repite el experimento del faro solar pero en este caso con una antena
parabólica.

- Quinto experimento. Determinación del comportamiento del conjunto antena


parabólica, célula Peltier y refrigerador. Para ello alimentamos caloríficamente la célula
con la antena parabólica y la refrigeramos con un enfriador de aluminio con objeto de
determinar cual es su comportamiento.
2.2 Recogida de datos cuantitativos y cualitativos.

2.2.1.- Diseño de las experiencias.

1 Experiencias realizadas.
2 Datos obtenidos y gráficos.

Experiencias con colectores solares:

0
Variación de temperatura dependiendo 15
30
del tiempo 45
60
75
50 90
105

40 120
135
150
30 165
T ºC 180

20 195
210
225
10 240
255

0 270
285
Tiempo en múltipos de 15 segundos 300
315
330
Se han hecho varios experimentos
para determinar qué temperaturas
podemos alcanzar con un colector. De
todos ellos se han tomado las medias. En
el primer experimento vimos que no
pasábamos de 45 º de temperatura
partiendo de una temperatura ambiente de
20 º C, lo cual nos desanimó.
Observamos que cuanto más
estuvo el faro del coche al sol, a más
temperatura se encontraba y por lo tanto más voltaje podría generar. También
observamos que al final acaba estabilizándose la temperatura a unos 40 º, por lo que
existe un máximo del que no podemos pasar. Es decir, podíamos utilizar un salto
térmico de unos 25 º C.
Posteriormente en otros experimentos observamos que podíamos hacer arder
papel fácilmente en segundos. Esto nos determinó que nos sobraba temperatura para
alcanzar los requerimientos determinados por las placas, es decir, podemos alcanzar
unos 100º de diferencia de temperatura fácilmente con un simple faro de coche, por
lo cual nos tranquilizó y desechamos esté experimento. Es decir, ante la pregunta
¿podemos obtener más de 100 º de temperatura con un colector solar? La respuesta
es sí y en pocos segundos.

Experiencias con células Peltier:

Con la célula pequeña y con dos botes a


diferentes temperaturas fuimos tomando la
tensión que se producía en función de la
diferencia de temperatura que existía entre
ellos. El bote inferior tenía hielo con lo cual
aseguramos 0º de temperatura y bote superior
tenía agua caliente procedente de una
cafetera. Llegamos a obtener sobre 0,3
voltios a con una diferencia de 45 º de
temperatura. En el gráfico podemos ver que a medida que se va enfriando el bote
superior, la tensión producida es menor.

45,8
Variación del voltaje respecto a la temperatura 45,7
45,6
45,5
0,3 45,3
45,2
45,1
0,25 45
44,9
44,8
0,2 44,7
44,6
44,5

0,15 44,4
44,3
44,2

0,1 44,1
44
Temperatura 43,9
43,7
43,6
Interpretamos que con este experimento que cuanto mayor sea la temperatura,
mayor será el voltaje y viceversa. Este experimento nos responde a la pregunta:
¿Podemos obtener electricidad en una célula Peltier sometida a distintas temperaturas?
La respuesta es si y además de forma proporcional a esta.

En un segundo experimento, en vez de aportar calor con agua caliente, ya que era
muy dificultoso tomar las temperaturas con el termómetro, decidimos aplicar una llama
de mechero. Con sólo 5º ya se producía tensión y se alcanzaba 1 voltio fácilmente, se
llegó a alcanzar 2 voltios al aplicar nieve artificial en el foco frío.
Se observa que la pendiente máxima es aproximadamente en el punto 130 º y su
valor sale un poco menor que sus características. 1,5-1,0/50= 10 mV/ºC. Se producen
intensidades de entre 10 mA a 500 mA ante las carga dadas por el fabricante.

TENSION

2,5

2
VOLTIOS

1,5
TENSION
1

0,5

0
0

10

20

30

50

80

0
10

12

14

16
DIFERENCIA DE TEMPERATURA

En el siguiente experimento se trataba de determinar si podía con una carga


importante, para ello se cambió la célula y se puso la más grande (33 W). Se repitió
todos los experimentos anteriores nuevamente.

Por último se acopló a la célula un juguete tipo (un perro de juguete) que se
suele alimentar a 3 voltios. El resultado fue sorprendente pues funcionó sin ningún
problema. Funcionó a 1.98 voltios y 0,55 amperios, alcanzando un 2 % de rendimiento.
Este es menor que el dado por el fabricante (5 %), pero con las condiciones en las que
trabajamos nos parece interesante. No obstante, este experimento respondía a la
pregunta: ¿podemos generar electricidad para alimentar cargas importantes? La
respuesta es si.

Y para finalizar acoplamos una antena parabólica a la célula a la que se le


unieron enfriadores en la parte fría para evacuar el calor suministrado por la parábola a
la atmósfera y comprobamos su funcionamiento. Su ajuste ha sido muy difícil, ya que
nos se reflejaba en un punto, sino en una zona difusa y por otra parte no encontramos
pintura reflectante y tuvimos que hacerlo con pintura galvanizada, la cual no refleja
mucho. La temperatura en el foco no pasaba de 35 º C, estando la temperatura ambiente
a 20 º. Según el gráfico la diferencia de temperatura (15 º C) debía haber producido
sobre 0,4 a 0,5 voltios.
Para aumentar el rendimiento del sistema volvimos a repetir el experimento pero
esta vez enfriando con nieve artificial con objeto de simularlo con una fuente
refrigerante como podía ser agua. El resultado ha sido grandioso, pues se movía un
motor fácilmente.
La pregunta ante estos experimentos es: ¿Se puede generar electricidad con un
colector solar y una placa Peltier? La respuesta es si, pero con un rendimiento bajísimo.
3.- CONTRASTACIÓN DEL MODELO.
3.1. Resumen.

Un conjunto de células Peltier pueden generar fácilmente electricidad


aprovechando las diferencias de temperaturas que se producen en diferentes sistemas.
Entre ellos las diferencias que existen en diferentes sistemas mediante generación,
siempre que exista una diferencia de temperatura.
Esto nos hace pensar en fachadas de cualquier casa, tejados, carreteras…
Además podíamos decir, que los costes de fabricación han bajado notablemente y esto
hace una oportunidad para su desarrollo, aunque su rendimiento sea algo más bajo.
Hemos querido demostrar que el desarrollo del menor coste de estas placas hacen
posible utilizarlos como sistemas generadores eléctricos o como sistemas de
cogeneración.

3.2. Limitaciones y/o marco de referencia.

El experimentar con una tecnología como son cafeteras, termómetros,


botes…nos limita mucho la capacidad para obtener datos precisos, ya que nuestro taller
no está acondicionado con buenos sensores o maquinaria. Es decir, nuestras respuestas
han sido más cualitativas que cuantitativas. No obstante, si podemos determinar la
posibilidad de que se pueda hacer o no. Si no podemos determinar el rendimiento exacto
o sencillamente es muy bajo; si podemos decir que se puede producir y generar
electricidad para aprovechar el calor residual de distintos sistemas como chimeneas,
tubos de escape, tejados o fachadas.
Otra limitación importante ha sido realizar los ensayos con una sola
célula, pero podíamos haberlo hecho con varias en serie o en paralelo, o incluso en
placas multiniveles o con módulos segmentados. Con placas multiniveles habría sido
posible, pero no con los módulos segmentados. Esto seguramente nos hubiera permitido
mejorar el rendimiento del sistema.

3.3. Validación de la hipótesis y discusión de la parte técnico


científica.

En general podemos decir que hemos acertado plenamente con nuestra


hipótesis: Se puede aprovechar el calor residual de diferentes procesos o incluso
utilizarlos directamente para producir electricidad con células Peltier de una forma
masiva, pero debemos matizar que el rendimiento es muy bajo comparado con otros
sistemas de generación de electricidad, lo cual nos hace prudentes hasta su mayor
desarrollo, aunque su coste menor compensa dicha circunstancia.

3.4. Formulación de modelos.

El abaratamiento de los costes de estas placas y la introducción y avance


de los elementos semiconductores va a permitir el uso industrial de esto elementos para
la producción masiva de electricidad. Será posible tener las fachadas, carreteras, tejados,
cascos de barcos, chimeneas o tubos de escape recubiertos no de células, sino de paneles
semiconductores para la generación de electricidad con una serie de ventajas tales como
producción de electricidad de forma silenciosa, sin contaminar el medio ambiente, sin
apenas mantenimiento y sin partes móviles, lo cual es una ventaja sobre las demás
formas de generación eléctrica.

10.- Valoración global de la investigación.

Lo mejor de este trabajo de investigación ha sido sin duda el aprendizaje de un


montón de cosas nuevas y desconocidas como el conocimiento de las aplicaciones de
las células Peltier.
Lo más duro y difícil ha sido la realización práctica de las experiencias, tanto la
repetición y toma de datos y sobre todo no lograr los objetivos en su máxima, tal y
como esperábamos. Creemos que parte de culpa es el no tener material sofisticado para
poder realizarlas.
En general tenemos buen sabor de boca pues hemos aprendido muchas cosas,
pero también nos queda cierto malestar al no conseguir rendimientos grandes de la
central ya que depende del sol que esté en ese momento.

También podría gustarte