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Alba Cantera López - Castro

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Alba Cantera López - Castro

¡SIN FRENOS Y A LO
LOCO!
Alba Cantera López - Castro

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Alba Cantera López - Castro

Índice

1. Comienzos

2. Nuevas amistades

3. Segundo viaje de negocios ¿o de placer?

4. Comidas accidentadas

5. Un fin de semana diferente

6. Mudanza obligatoria

7. Reconciliaciones y preocupaciones

8. Despedidas forzosas

9. Atrapada

10. El comienzo de una nueva vida

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11. Próximos cumpleaños

12. Jugando a ser famosa

13. ¡Sorpresa!

14. Futuro

15. Raquel

16. Suegras

17. Familia

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1. Comienzos
Me miro al espejo, otra entrevista más de trabajo,
como no consiga este curro voy a tener que volver a
casa de mis padres.

Siempre he sido una persona muy independiente, por


lo tanto en cuanto pude me fui de casa.

Me vuelvo a mirar en el espejo, siempre me pregunto


si voy bien a una entrevista de trabajo. Voy
incómoda, no lo voy a negar, vaquero pitillo negro,
camiseta negra y americana negra, vale sí, no he
arriesgado mucho, pero lo prefiero.

Me maquillo sencilla, con tonos neutros, pero


resaltando mis ojos verdes detrás de mis gafas tipo
ceja, sin ellas no veo, soy como un topo.

Con el pelo no sé qué hacer, me lo debería cortar


pero no he tenido tiempo, ni dinero, ni ganas desde

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que me echaron del trabajo hace semanas. Un trabajo


que odiaba, sí, pero que me pagaba las facturas.

Al final me recojo el pelo en una coleta, mi pelo ya


no es el rubio platino que tenía de pequeña, pero sigo
siendo rubia, y natural. Me juré hace muchos años
que hasta que no tuviera una cana no iba a gastar
dinero en tintes.

Pues ya estoy lista para trabajar, cojo las llaves de mi


antiguo Mustang y me dirijo al que igual puede que
sea mi próximo trabajo.

La entrevista es en un taller de coches, pero no es un


taller normal. Es conocido de manera internacional
por restaurar los mejores coches además tienen línea
de ropa, un bar restaurante inmenso, línea de cerveza,
línea de bebidas energéticas…

Vaya es todo un imperio que empezó con un pequeño


taller en las afueras de la ciudad.

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La entrevista me la consiguió mi hermano, que


tomando unas cervezas en el bar del dueño de todo
este imperio, se enteró que necesitaba algo así como
un asistente personal.

Mi hermano sabe que no tengo ni puta idea de que


labores desempeñaría en este trabajo pero
metiéndome en un marrón, me puso por las nubes
diciendo que sería la asistente personal perfecta, creo
que habló más la cerveza que él, le quiero mucho,
pero no es de hablar, ni pedir favores. Aunque
necesito el trabajo, y no me viene nada mal
conseguirlo.

Llego a mi destino, lo primero que se ve del taller es


un cartel gigante con una cara de un león con cara de
pocos amigos y un rotulo que pone Crazy Lions.

Sí estos tíos son así de tarados, en vez de buscar un


logo bonito para la empresa, plantaron un león con

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cara de mala ostia para publicitarse, no les va nada


mal pero me sigue pareciendo una locura.

Entro a las oficinas, con ganas de marcharme ya,


porque en cuanto paso el umbral de la puerta veo una
chica rubia rapada por un lado, y con el pelo corto
en el otro, además tiene el cuerpo lleno de tatuajes.

Yo no encajo aquí, si lo peor que he hecho en la vida


es ponerme un piercing de un brillante en la nariz, y
aún no se si ni tan si quiera me gusta.

- Hola, vengo a una entrevista de trabajo, me


dijeron que preguntase por Rober –
- ¡Buenos días! ¿Eres Andrea? – asiento – Si,
pasa por esa puerta sin llamar Rober te estará
esperando – Y me señala una puerta
serigrafiada con muchos tatuajes de coches…
Parece que voy a trabajar en un estudio de
tattoos en vez de en un taller.

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Voy hacia la puerta perdida en mis pensamientos…


¿Cómo voy a encajar aquí sin ningún tatuaje? ¿Cómo
será mi jefe?

Paso sin llamar, y abro la puerta de un despacho


bastante grande, tal y como está decorado parece de
un chico joven.

Es como un estudio de tatuajes a excepción de una


mesa de roble con dos sillas y mi jefe sentado en un
lado.

Me sorprendo, vale, sí, mi jefe, me sacará unos 6 o 7


años solo. No es como me esperaba, yo pensaba que
me iba a encontrar un hombre mayor con traje, ya
que esta empresa tiene pasta de cojones, pero me
encuentro alguien no mucho más mayor que yo
vestido a lo Elvis Presley del siglo XXI, lleva un tupé
en su pelo negro, perilla y tiene el cuerpo lleno de
tatuajes, bueno la parte que se ve, lleva una camiseta

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con el logo de la empresa y vaqueros. Cuando me


doy cuenta veo que en su mesa hay una lata de
cerveza. Por Dios que asco, odio la cerveza, no la
aguanto.

- Hola – digo casi en un murmullo, estoy en


shock, mi posible jefe está bueno de cojones,
tengo que llamar a mi tía Mery para hablarle
de este espécimen, le encantan los tíos de este
royo.
- Hola ¿Eres Andrea? – Yo asiento - ¿Quieres
algo? ¿Una cerveza?
- No gracias – Le contesto, rezando de que no
insista porque no quiero beber esa bebida del
demonio.

La entrevista va francamente bien, le digo que no


tengo experiencia en este campo, pero que mi abuelo
tenía un taller de reparación de coches y que era un

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loco de ellos y que por lo tanto me defiendo en este


tema algo.

De niña me crie con mis abuelos, siempre entre


coches. Nunca han sido mi pasión y nunca me he
centrado mucho en ellos, pero controlo del tema, y
aunque a mí no me gustarán los coches, me
encantaba estar con mi abuelo, y los grandes
recuerdos de mi vida han sido en un coche.

También le comento que he hecho algún curso de


mecánica, ya que me encanta ir con el todoterreno de
mi tío a hacer 4x4 por el campo y por si acaso los
hice, no quería quedarme tirada.

Hablamos de coches, y le digo que las motos no me


han llamado nunca la atención. Se ríe cuando le digo
que cuando me saqué el carnet estuve más de dos
años sin coger un coche y que ahora me encanta

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conducir. Pensaba que la entrevista no iba a ser tan


buena como está siendo la verdad.

Cuando acabamos, me dice que me llamará mañana


con el resultado, y muy amablemente me acompaña a
la puerta.

Cuando salgo veo que medio taller está rodeando mi


Mustang del 67, rojo con dos rayas de carreras
blancas. Fue de mi abuelo, y antes de fallecer me lo
regaló, es mi niño bonito y está restaurado de arriba
abajo.

Un chico muy hípster se acerca a nosotros, tiene una


barba larga como la de Papá Noel, pelo de color
castaño, gafas de pasta y un gorro que parece de
enanito.

- ¡Otro Mustang Rober! ¡Odio los Mustang y lo


sabes! Pero coño por una vez no traes un
coche que se cae a pedazos… Ya le hemos

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mirado las ruedas, los bajos… La carrocería.


Con unos cuantos retoques estará aún mejor –

Yo lo miro con cara aterrorizada, pero qué coño


quieren hacer con mi coche, y que pasa con este tío.
Pronto una mano se apoya en mi hombro y me doy la
vuelta sobresaltada.

- ¿El coche es tuyo? – Me pregunta mi posible


jefe, el macizorro.
- Sí
- ¿Lo venderías? ¡Está genial!
- No, lo siento.
- Vaya… ¿Se puede preguntar por qué?
- Era de mi abuelo.
- Un valor sentimental que no tiene precio,
supongo… - Yo asiento, no vendería mi
Mustang por nada del mundo.

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Cuando el hípster ve que el coche es mío, y que


Rober me lo ha intentado comprar, se empieza a reír
a carcajada limpia… ¿Pero este tío es tonto o qué?
¿Ahora por qué se ríe? Me tiende la mano.

- Hola soy Aarón, lo siento, no es porque tu


coche sea feo, pero es que no me gustan los
Mustang ¿Tú eres? – Y antes de que pueda
contestar Rober lo hace por mí.
- Mi nueva asistente personal, Andrea – Creo
que mi cara de asombro lo dice todo en este
momento, tengo el curro, sí joder, podré pagar
las facturas a final de mes. Aunque me parece
que me van a volver loca en este taller.
- Muchísimas gracias, señor, no se arrepentirá –
Le digo como puedo a mi nuevo jefe súper
macizo, no puedo dejar de pensar lo bueno
que está.

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- Primera norma, no me llames señor, parezco


un viejo de ochenta años – Y me sonríe con
ese aire malote que hace que mis bragas se
esfumen – Segundo, mañana vendrás ya
conmigo a una subasta de coches, te paso a
buscar por casa, nos quedaremos tres días en
un hotel, ya que la subasta dura varios días,
llevaremos algunos coches del taller a
subastar, te paso un correo electrónico con
toda la información –
- ¿Quieres que me quede ahora y voy
adelantando trabajo? –

Creo que Rober se sorprende, vale si hijo, me tengo


que quedar por qué soy pobre, y si trabajo hoy, algo
más que me pagas. Creo que está encantado con que
me quede, por lo menos mañana no estaré más
pérdida que un hijo puta en el día del padre.

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Nos pasamos el día organizando todo, y me voy


dando cuenta de que el trabajo no está tan mal.
Aunque tendré que viajar mucho, me encargaré de
los hoteles, de que los coches lleguen a sus destinos,
de organizar las web, la agenda… Soy una persona a
la que le encanta los eventos y este tipo de locuras,
además al vivir sola, sin novio, y sin ni siquiera perro
que me espere en casa, viajar no será un problema.

La subasta de mañana empieza por la noche, pero el


viaje es de cinco horas así que saldremos de
madrugada. También me he presentado a los demás
miembros del taller, Aarón, es el jefe de mecánicos,
hay unos cuantos chicos más y luego a parte de la
secretaria hay una contable que es la hermana de
Rober.

Ya en casa me preparo para lo que va a ser mi primer


viaje de trabajo, y como de costumbre y al ser nueva
no sé qué coño llevarme de ropa.

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Por qué vale, en el taller van muy informales…


¿Pero cómo van a un evento? ¿Debería preguntarlo?
Pero como me da vergüenza, no pregunto nada y
empiezo a meter cosas sin sentido en la maleta de
viaje.

Cuando acabo, veo que voy a necesitar una grúa para


llevar la maleta, esa que siempre lleno de “por si
acasos” y que seguramente no utilice, pero realmente
esta vez está justificado por que no se ni dónde me
meto.

Me levanto nerviosa, no lo voy a negar, y con un


sueño de la ostia, que asco me da madrugar. Pero me
animo a mí misma, voy a tener unas mini vacaciones,
aunque sea por trabajo, tres días.

Me esperan cuatro horas, metida en un coche con un


jefe guapísimo el cual no conozco de nada, bien
Andrea, bien. No me demoro mucho en vestirme,

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vaqueros cómodos, unas vans negras y una camiseta


negra. No quiero ir en chándal, pero coño, para
cuatro horas de viaje tampoco quiero ir incómoda.
Cuando me quiero me dar cuenta me suena el móvil,
un WhatsApp:

Rober: Estoy en la puerta de tu casa.

Andrea: Salgo ya.

Cojo el maletón, y doy las gracias por vivir en un


apartamento en la planta baja, salgo con mi armario
metido en una maleta, y veo a Rober apoyado en un
todoterreno negro bastante grande.

Me gusta su elección para un viaje grande, y me doy


cuenta que si llega a traer un coche pequeño igual mi
maleta no hubiera entrado. El muy garrulo no me
ayuda con la maleta y la meto como puedo en el
coche. Entre mi poca fuerza, mi poca altura y el peso
de mi maleta… Por poco no la subo al maletero.

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Como puedo comprobar su maleta es la mitad que la


mía, hombres, que envidia con cualquier cosa están
guapos y elegantes. Me subo al asiento del copiloto y
le doy los buenos días a mi jefe buenorro:

- Buenos días Andrea – contesta él.

Llevamos ya media hora en el coche, y menudo


coñazo de música me tiene, rock, todo rock, vale que
yo soy la primera que escucho de todos los tipos de
música, sí de todos, me encanta desde el rock al
reggaetón, lo confieso, pero coño es que no se me
ninguna canción. Como si me hubiera oído, Rober
baja la música y empieza a hablarme…

- Espero que tengamos buena suerte en la


subasta, llevamos 3 coches del taller, que creo
que se van a vender bien. No te preocupes
mucho en esta subasta por el trabajo, ya que
prefiero que estés atenta y aprendas conmigo.

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Si tienes alguna duda, o necesitas ayuda


llámame al móvil.
- Vale gracias, pero me gustaría poder ayudar
en algo.
- No te preocupes, si necesito algo te lo pediré
¿Para eso te pago no? Pero prefiero que
aprendas desde el principio nuestro método de
trabajo, y así puedas engancharte con más
comodidad. Ya verás que no somos una
empresa muy normal.
- Normal no sé, pero es increíble todo lo que
has conseguido con tu edad…
- ¿Me estás llamando viejo?
- No, no era mi intención, creo que somos
aproximadamente de la misma edad ¿no?
- ¡Ostia puta! Eso sí que es un buen cumplido
para empezar la mañana, tengo 34 años –pues
no andaba yo muy desencaminada, aunque yo

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pensaba que era más joven - ¿Tú tenías? Creo


que eras bastante más joven que yo.
- Tengo 25 años, nos llevamos 9 años de edad
si no me equivoco…
- Madre mía ¿Dónde hay que firmar para volver
a los 25 años? – Rober se queda pensativo –
Aunque la verdad es que prefiero la
estabilidad económica que tengo ahora.
Empezar el taller no fue fácil, mi madre nos
abandonó a mi padre a mí y a mi hermana
cuando yo era sólo un bebé, así que desde que
pude me puse a trabajar. Además los estudios
nunca han sido lo mío.
- A mí me hubiera encantado estudiar, es más
era buena, pero no quería hipotecar más a mis
padres, mal no me ha ido, y cuando conseguí
dinero para estudiar… Pues la verdad es que
no me apetecía, siempre digo que es una
asignatura pendiente, pero no obligatoria.

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- Bueno, a mí no me ha ido mal ¿no? Quien


dice que a ti no te pueda ir también bien…
- ¡Dios te oiga! Como dice mi abuela –

Rober se empieza a reír, no sé si de mí o conmigo,


creo que me contrató porque le hice gracia, la verdad.
Porque no es ni por mis estudios, ni por mis tetas
inexistentes. Vale coño, tengo algo de tetas, no soy
una tabla de planchar, pero no son tan grandes como
quisiera.

Sí, los tíos tienen inseguridades por el pene pequeño,


y yo por mis mandarinas. Rober se me queda
mirando, como si quisiera que le dijera algo más,
estoy nerviosa, así que le pregunto qué vamos a
hacer al llegar.

- Nos ducharemos, cenamos y miramos como


están los ánimos en la subasta, nos bebemos
unas cuantas cervezas y a descansar, mañana

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se subastan los tres coches y es importante


que organicemos que todo esté bien.

El resto del viaje, excepto alguna conversación de


trabajo, discurre entre escuchar la radio y ver la
carretera pasar.

El viaje puede parecer que es un coñazo. Pero me


gusta este tipo de viajes, donde piensas en todo, y no
piensas en nada a la vez. Para que mentir, me voy a
pasar medio viaje fantaseando un poco de que el tío
bueno que conduce no es mi jefe, si no mi novio, y
nos vamos de fin de semana loco a cualquier parte. Si
ya dice mi madre que tengo mucha imaginación.

Llegamos al hotel, y el vestíbulo no es muy grande


pero es sofisticado y moderno. Con un gran
mostrador blanco y muchos sillones blancos, en
realidad todo es blanco, y sólo pienso lo difícil que
tiene que ser limpiar para que se quede todo tan

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blanco. Parezco mi madre cuando me iba a comprar


zapatillas de pequeña y no me dejaba que fueran
blancas porque se manchaban…

- Las habitaciones que están a nombre Rober Roll,


por favor – dice Rober con su sonrisa más perfecta a
la recepcionista.

- Perdone señor, solo tenemos una reserva a ese


nombre Rober Roll, es una suite con dos habitaciones
eso sí – Miro a Rober con cara de susto, nos
conocimos ayer, no quiero compartir suite aunque
estén en habitaciones separadas, con mi jefe, creo
que se da cuenta cuando le pregunta a la
recepcionista si hay alguna forma de tener dos suits
separadas.

- Lo siento, señor, estamos completos.

- Pues deme la llave de la suite – Rober le da su


carnet – Nos queremos instalar cuanto antes.

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- De acuerdo Señor Roll.

Por desgracia, voy a tener que pasar las dos noches


en esta ciudad, junto con mi jefe en la habitación…
¿Y si se trae alguna chica? ¿Y si ronca? Miles de
preguntas revolotean por mi cabeza cuando nos
subimos al ascensor que nos lleva a la última planta
donde está nuestra suite. Cuando Rober habla.

- Lo siento, por eso quiero una asistente


personal, reservé yo las habitaciones y me
debí equivocar.
- No sé si a tu mujer le hará gracia que esté yo
en la suite – Vale soy una mala zorra, pero
quiero saber si está casado o no, está muy
bueno, no puede estar soltero.
- Ninguna mujer me soporta, así que no te
preocupes por mi mujer, porque no tengo –
Rober se ríe de mí en mi cara, no se si le he
hecho gracia, o me toma por loca.

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- Bueno, pues tu novia lo mismo da…- Le digo


yo con la boca pequeña, porque aunque no
quiero enfadarlo, la curiosidad mató al gato.

Me mira y sonríe, no me contesta, entramos a la


suite, y es maravillosamente grande, un salón en
medio y a los lados dos habitaciones con dos baños y
dos vestidores.

Todas las superficies son marrones, y las sábanas


blancas. Es simple, pero muy bonita. Rober me
pregunta que si quiero cenar en la habitación, que va
a llamar al servicio de habitaciones porque ya es
tarde, yo le contesto que sí. Me ducho y me pongo
cómoda para cenar. Cuando miro mi enorme maleta,
veo que he metido el pijama más cutre que tengo con
una hello kitty dibujada, así que busco unas mallas
negras y una camiseta normal y corriente. Cuando ya
me he vestido llaman a la puerta.

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- Pasa
- Sólo te he traído el uniforme de trabajo – me
dice Rober asomándose con más de 20
camisetas con el logo del taller – no hace falta
que las lleves siempre pero es publicidad
gratis.
- Vale, muchas gracias.
- Te espero en el salón, ya ha llegado la cena.

Mando un mensaje rápido a mis padres, para que


sepan que he llegado bien pero que mañana les llamo
más tranquila. Sé que con saber que he llegado viva
les vale. Aunque me hubiera gustado hablar con mi
madre. Ayer cuando les llamé diciendo que tenía
trabajo daban saltos de alegría. Aunque no les hacía
mucha gracia que tendría que viajar tanto, ya que
están deseando que me case y tenga hijos como los
ha tenido mi mejor amiga Cristina, a la cual le mando

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un mensaje rápido porque se me había olvidado


decirle que tengo trabajo nuevo.

Esto de vivir a tantas horas de distancia es un coñazo,


aunque después de cinco años viviendo tan lejos una
de la otra nos hemos acostumbrado a largos periodos
sin vernos. Además ella se ha casado y ha tenido un
niño, lo suyo tiene.

Salgo al salón, y Rober parece que ha comprado


todas las cervezas del país, madre mía que asco…
Busco algo que beber, pero vaya sólo ha comprado
cerveza, menuda cena me espera… No se ha matado
mucho la cabeza para elegir la comida, perritos
calientes y cerveza, hombres.

Cenamos en silencio, y yo intento beber cerveza lo


menos posible, intentando evitar mi cara de asco al
beberla.

- Andrea ¿Y tú como te diviertes?

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- Pues salgo al campo con el 4x4 de mi tío, voy


de compras, veo películas, leo, salgo en
kayak… Lo normal supongo, aunque sólo
puedo hacer eso cuando voy a casa de mis
padres. Llevo viviendo cinco años sola, y mi
vida se resume en trabajar. Además cuando
me mudé, lo hice a bastante distancia de mis
amigos, por lo que tampoco tengo con quien
salir cuando tengo tiempo libre.
- ¿Y tu novio?
- ¿Novio? ¿Qué novio? No tengo tiempo para
eso.
- ¿Entiendes a donde quiero llegar? – Me quedo
mirándole como si le hubieran salido cuernos,
pensaba que estábamos hablando de cosas
rutinarias – Mi novia es mi empresa, antes
cuando me has preguntado por mi mujer, me
he reído, pero cuando me has preguntado por
mi novia… No puedo tener pareja, por algo

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Alba Cantera López - Castro

tan sencillo como el trabajo, tú trabajas


bastante y no tienes tiempo para tener pareja,
pues yo trabajo y al llegar a casa sigo
trabajando porque mi empresa es mi pasión.
- ¿Y tus amigos?
- Tengo muchos amigos, pero ellos si han
conseguido tener familia, Aaron es uno de mis
mejores amigos, pero tiene mujer y tres hijos,
y claro yo soy el tío solterón.

La conversación acaba más o menos aquí, seguimos


hablando pero de cosas más triviales, pronto nos
vamos a la cama, cada uno por separado, claro,
porque mañana subastamos tres coches del taller.

Reviso las fichas de los coches, y el precio que han


costado al taller, y el precio mínimo que tendríamos
que tener en la subasta para que el taller saque
beneficio. Rober es muy claro, nada de reserva en las

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Alba Cantera López - Castro

subastas, esto hace que estas suban, aunque a veces


la cague.

Me levanto una hora antes del desayuno, menos mal,


así me da tiempo a darle mil vueltas a lo que me voy
a poner, opto por unos vaqueros azules, unos stilettos
negros, y una de las camisetas que ayer me regaló
Rober, con una americana roja. Me maquillo, y ya
estoy lista, bueno justa para salir a desayunar.
Cuando salgo Rober me está esperando, y cuando me
ve parece que se le salen los ojos de las orbitas.

- ¿Pasa algo? ¿Voy mal vestida?


- Estás muy guapa, el que va tener que
cambiarse voy a ser yo. Parezco un viejo
verde rockero al lado tuya – Rober va con una
camiseta del taller, unos pantalones vaqueros
y una chupa de cuero, sencillo, pero de su
estilo. Se le ven los tatuajes por las manos y
por el cuello.

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- ¡Pero si tú estás guapo con todo lo que te


pongas! – Me llevo la mano a la boca en
cuanto lo digo, pero estoy loca o qué… Madre
mía que salida del tiesto acabo de tener. Le
acabo de decir a mi jefe que está bueno.
- ¡Eso si son buenos días!

Rober sonríe, como él sólo sabe sonreír, parece que


no le ha sentado mal que una nueva empleada le diga
que es muy guapo. Igual es de los tíos a los que les
gusta que les bailen el agua.

Vamos a la sala de subastas, y Rober me dice que


mire coches que me desenvuelva, que mire todo lo
que quiera, en resumen que vaya a mi aire.

Cuando llevo ya un rato viendo muchísimas subastas,


además de las de nuestros tres coches. Mientras
Rober los vende, me quedo mirándole embelesada, es
un artista vendiendo, se desenvuelve con precisión y

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Alba Cantera López - Castro

gracias a ellos nos vamos con un beneficio a casa de


más de 30.000 euros.

Llego al bar a beber algo, y coincido con un


comprador que ha pujado y ha ganado uno de
nuestros vehículos. Va vestido con un traje blanco, y
un sombrero del mismo color con plumas. Es un
señor mayor gordito, con cara de bonachón.

- Buenos días, me alegro de que se haya llevado


uno de nuestros coches, espero que lo disfrute
mucho – le digo, ya que se me ha quedado
mirando con cara de dime algo, sí, igual he
metido la pata.
- ¡Hola guapa! ¿Tú eres de los Lions?
- Sí, bueno, llevo poco tiempo con ellos, pero
son unos chicos estupendos que trabajan muy
bien y tienen buenos coches. Pero ante todo
me gustan los coches...

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Alba Cantera López - Castro

- ¡Y a mí bonita y a mí! Si quieres te dejo mi


tarjeta, busco todo tipo de coches antiguos y
bonitos, seguro que tú tienes muy buen gusto,
cuando hagáis algo que pienses que me
interesa, llámame, pero solo tú, no el loco de
tu jefe.
- ¡Muchas gracias señor!
- ¡Llámeme Peter! ¡Espero volver a hablar
contigo pronto! – Y se va, y me doy cuenta y
soy consciente, que yo no tengo potestad para
vender ningún coche, pero por si acaso me
guardo la tarjeta por si a Rober le sirve de
algo.

Veo que la subasta está a punto de acabar, así que


llamo a Rober, que me dice que me espera en la
puerta de la subasta para llevarme al hotel para luego
ir a cenar, ya que hemos ganado bastante dinero y
hay que celebrarlo. Doy gracias por haber metido el

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Alba Cantera López - Castro

vestido de Noche vieja del año pasado, porque no


tenía pensado traer nada de vestir a este viaje, pero al
final metí ese vestido. Negro entallado con
transparencias y encaje en el escote.

Me preparo lo más rápido posible, no quiero


demorarme mucho, porque no sé a qué hora iremos a
cenar. Cuando salgo de la habitación Rober ya me
está esperando, no se ha quitado sus amados
vaqueros, pero se ha puesto una camisa blanca, que
hace que se transparenten todos sus tatuajes de
colores. Madre mía, mi jefe está para hacerle un
monumento. Me dice que ha reservado mesa en el
restaurante del hotel.

- Me he bebido ya varias cervezas en la subasta,


y si bebo algo más no quiero coger el coche,
me parecía lo más cómodo, espero que no te
importe.

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Alba Cantera López - Castro

- ¡Cómo me va a importar! Si yo con cenar,


aunque sea en el Burger King me vale.

Sonríe, y bajamos al restaurante, pronto nos dan


mesa. El restaurante es blanco impoluto, al igual que
el vestíbulo del hotel. Cojo de la carta lo que más me
apetece, no sé si la cena la tengo que pagar yo, pero
tampoco voy a dejar de cenar delante de mi jefe por
ser pobre. Pedimos vino, menos mal, como hubiera
tenido que beber cerveza otra vez para cenar no sé
qué hago.

- Parece que hemos tenido un buen día – le digo


a Rober para sacar conversación, parezco
tonta, me encanta hablar pero no sé qué hablar
con mi jefe.
- Parece que me has dado suerte, he hecho bien
en contratarte.

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Alba Cantera López - Castro

- ¡Porque yo lo valgo! – Sí, menuda chorrada le


acabo de soltar a mi jefe lo sé, pero yo que
coño sé que contestarle a que le doy suerte.

Después de unas copas de vino, mi vergüenza me ha


abandonado y abro la caja de sorpresas que soy
borracha. Estamos en postre, y la idea que me lleva
rondando a la cabeza sale de mi boca sin quererlo.

- ¿Sabes? Este restaurante es el típico en los


cuales las parejas se piden matrimonio y esas
cosas. Siempre he pensado ¿Te regalaran la
bebida si tu novio te pide la mano en el
restaurante? ¿Aplaudirá todo el mundo?
- ¿Probamos? –
- ¡¡¡QUÉ!!! – La cara que se me queda cuando
me propone hacer el paripé de la pedida de
mano, el que recuerdo que es MI NUEVO
JEFE.

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Alba Cantera López - Castro

Cuando estoy pensando en que más decir a esa


absurda pregunta, me doy cuenta que me coge las
manos y empieza a hablar…

- Andrea, amor, llevamos dos años de novios –


me giña el ojo – y sé que eres la mujer de mi
vida – de repente se levanta haciendo un gran
ruido con la silla, y sin que nadie se dé cuenta
se quita un anillo que lleva él en la mano,
clava la rodilla en el suelo y me hace la gran
pregunta - ¿Quieres casarte conmigo?

¿Todo esto está pasando de verdad? No me paro de


hacer la pregunta una y mil veces, cuando miro a mi
alrededor todo el mundo está mirando expectante y
no se oye ni un murmullo en la sala. Así que no me
queda otros cojones que contestar…

- ¡Oh Rober! Claro que sí cariño… - Rober me


pone el anillo en el dedo y sin darme cuenta se

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Alba Cantera López - Castro

abalanza a mí y me da un beso de película en


medio del restaurante. No, no me he
enamorado, pero cachonda me he puesto un
rato, madre mía que mi jefe está bueno de
cojones.

Todo sucede en poco tiempo, pero a mí me han


parecido años. Cuando nos queremos dar cuenta el
chef nos ha invitado a la cena, y nos han subido una
botella de champagne a la suite, regalo del hotel por
los recién prometidos. Ya en la suite abrimos la
botella regalada y nos empezamos a burlar de toda la
escena cómica del restaurante.

- Cariño, prometido mío, dame más de este


brebaje tan bueno que nos ha regalado el
hotel.

Todo me da vueltas, lo último que recuerdo de


anoche es pedirle más champagne a Rober, creo que

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Alba Cantera López - Castro

bebí demasiado, y hoy es mi último día de viaje. Para


cuando consigo abrir los ojos y darme la vuelta me
choco con algo en la cama.

El susto que me he metido es uno del top ten de los


sustos más grandes que me he dado en mi vida.
Rober está a mi lado, desnudo, me miro y yo también
estoy desnuda ¡Pero como se me puede ir la pinza
tanto por favor! Me he tirado a mi jefe… Además no
me acuerdo de nada… o sí.

Imágenes van viniendo a mi mente como un


torbellino, tonterías de dame un beso aquí que eres
mi prometida, y ahora dámelo tú que te he dado yo
uno a ti. Vaya que por una cosa y por otra nos
acabamos acostando. Rober está despierto, me mira y
sonríe.

- Hola prometida – y se empieza a descojonar,


madre mía, se acuerda de todo – No me das un

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Alba Cantera López - Castro

beso de buenos días - ¿Quiere jugar? Pues


como ya creo que he perdido mi trabajo, y
poco puedo hacer, yo también se jugar a este
juego.

Le cojo, y le beso, le beso con todas las ganas que


tengo, siempre me han gustado los polvos mañaneros
y si es con un tío bueno mejor que mejor. Rober
responde al beso, responde al beso a la vez que me
tumba y poco a poco me va penetrando.

- Rober… - gimo, porque me encanta y por qué


aunque tomo la píldora no lo conozco lo
suficiente como para hacerlo sin condón con
él. En mi vida lo he hecho sin condón.
- Ayer no te importó, además ¿estamos limpios
los dos no? – Y me tiro a la piscina, y me lo
tiro con todas las ganas que tengo, porque
menudo hombre y como calza.

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Alba Cantera López - Castro

Nos duchamos juntos, como si nos hubiéramos


duchado juntos toda la vida. Rober sigue con la coña
que soy su prometida, y me regala el anillo que ayer
selló nuestro compromiso de mentira. Parece que la
coña le encanta, pero a mí me preocupa más mi
situación laboral. Él no se va a quedar sin sueldo.

Nos subimos al coche, ya de vuelta a casa, y me


carcome la idea de que me he quedado sin trabajo,
así que se lo suelto lo mejor que puedo.

- ¿Estoy despedida? –
- ¿Por qué Andrea? –
- Por lo que ha pasado… Supongo que te pasará
a menudo…
- Eres la primera empleada con la que me
acuesto en mi vida, y llevo con mi empresa
más de diez años, eres especial, y creo que ya
lo sabes.
- No nos conocemos…

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Alba Cantera López - Castro

- ¿Y qué? Lo pasamos bien, y somos


mayorcitos.
- ¿Qué vamos a hacer?
- Te propongo una cosa, por ti más que por mi
¿Quieres que no digamos nada en el taller?
Que sigamos como si no hubiera pasado nada,
pero que fuera de él nos sigamos conociendo.

Yo asiento como una tonta, por qué me encanta este


tío, porque me pone cachonda a más no poder, y por
qué quiero coño. Sé que liarme con mi jefe no es
muy sensato, pero me gusta y estoy como una puta
cabra, lo sé. A ver como acaba esto.

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Alba Cantera López - Castro

2. Nuevas amistades
Después de los tres días de trabajo, bueno, y de
placer ya que estamos. Por fin estoy en casa. Rober
me ha dicho que mañana me coja el día libre, que he
trabajado 72 horas seguidas.

Bueno, realmente no ha sido así, pero parece que él


quiere poner tierra de por medio a la vorágine sexual
que hemos tenido, o por lo menos eso es lo que me
parece a mí.

No paro de pensar que acostarme con él ha sido una


cagada monumental, de esas de las que te arrepientes
toda tu vida. Sé o por lo menos le he dado muchas
vueltas, que esto sólo me va a traer problemas…

Sinceramente siempre he sido enamoradiza, culpo a


las películas Disney de mis altas expectativas. Me
encanta el drama, o por lo menos siempre me

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Alba Cantera López - Castro

persigue, me han pasado cosas dignas de un Óscar,


pero bueno eso es otra historia. Si es que, en mis 25
años me ha pasado de todo.

Me levanto de la cama, ya es hora, me pongo la


camiseta más cómoda que tengo, y sin pantalones.

Odio los pantalones, y las faldas, vaya odio todo lo


que no me haga sentir “libre”. Cuando encuentro mi
camiseta preferida (esa que tiene un agujero,
manchas de tomate que son imposibles de quitar, de
esas que ni tu madre puede quitar) me la pongo,
música a tope y a desayunar todas las cosas
insalubres que tengo por casa.

He de decir que en mi vida he hecho dieta, que sí,


que me sobrarán unos kilos, pero me da exactamente
igual. Sí seguramente me vería mejor sin unos kilos,
pero nunca tengo ganas ni fuerza de voluntad ni para
hacer dieta, ni para hacer ejercicio. Mi móvil

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Alba Cantera López - Castro

empieza a sonar, una llamada, no me paro ni a mirar


quien es.

- ¿Quién es? – Sé que es absurdo preguntar eso,


porque seguramente aparecerá en la pantalla,
pero nunca sé cómo empezar las
conversaciones por el móvil. Es más odio
hablar por teléfono, soy más de WhatsApp.
- Hasta donde yo sé, soy tu jefe, nena.

Se me corta la respiración al oírle, pero no por amor,


si no porque se me han caído las bragas ¿Cómo
puede ser tan sexy? Me habla de chorradas, yo que
pensaba que me llamaba para echar un polvo salvaje,
y no de trabajo.

Sí, soy tonta, me tengo que recordar una y mil veces


durante la llamada que es mi jefe, y que por muy
cachonda que me ponga tengo que atender a mis
tareas. Mañana tengo mil cosas que hacer, según lo

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Alba Cantera López - Castro

que me ha dicho Rober, tengo que hacer 2.938 cosas


en el trabajo. La principal actualizar todo lo que
tenga que ver con internet: web oficial, redes
sociales… Además de preparar todos los envíos de
las compras que se han realizado por la web.

Para cuando me quiero dar cuenta, ya se ha pasado


toda la mañana, y me niego a desperdiciar mi día
libre, así que cojo mi bolso y me voy a mi cafetería
preferida. Está a cinco minutos de mi casa, haciendo
esquina.

Es la típica cafetería antigua de Pinterest, han ido


cogiendo muebles vintage que no tienen nada que ver
unos con otros y los han unido creando una
atmosfera relajante y casera.

Tienen cientos de libros por todos los lados, para que


nunca estés sola. Los libros los van trayendo los
clientes, yo hoy por ejemplo traigo cinco libros que

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Alba Cantera López - Castro

me encontré tirados en la basura, de estos que han


dejado a un ladito por si alguien los quiere (no soy de
las que se meten a los contenedores, hago cosas
raras, pero todavía no he llegado a eso).

Lo más curioso, es que todos los libros tienen un


comentario de las personas que los donaron, frases
quizás sin sentido, o llenas de sentimiento, incluso
dibujos. Algo que deja para siempre plasmado en el
libro la persona que lo dona.

Me encanta este sitio ¿Se nota? Me hace sentir que


no estoy sola, vivir a tantos kilómetros de mi familia
y amigos, me ha hecho sentirme sola muchas veces,
incluso he buscado algunas veces para mis días
libres, para que la casa no se me eche encima. Aquí
he encontrado ese lugar, donde, aun estando sola,
estoy acompañada.

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Alba Cantera López - Castro

Llevo leyendo un libro por lo menos una hora, sin


parar, el café que me he pedido ya está más frío que
el hielo, soy de esas personas que cuando leen un
libro, aunque caiga una bomba nuclear no se entera
de nada.

Me duele el cuello, siempre leo en posturas horribles.


Cuando levanto la cabeza veo a una chica rubia
llorando delante de mí, está consumida, las ojeras
que tiene no las cubriría ni todo el corrector del
mundo. Como soy experta en meterme donde no me
llaman, me levanto y me siento al lado de ella.

- ¿Estás bien? ¿Te puedo ayudar en algo? – La


primera pregunta es absurda, sé que no está
bien, si no, no estaría sola, llorando y tan
delgada, está casi consumida. La chica es
guapa, pero la tristeza de su cara no reluce su
belleza.

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Alba Cantera López - Castro

- No, gracias, lo siento, mi novio… Bueno


ahora mi ex, bueno no lo sé… - Y se echa a
llorar, y me abraza como si me conociera de
algo.
- Ningún hombre merece tus lágrimas, si
quieres puedes contarme, no te conozco, no te
puedo juzgar, igual mi opinión te sirve de
algo… - La chica levanta su cara y me mira,
respira y expulsa mediante un monólogo todo
lo que le pasa.

Resulta que mi nueva amiga se llama Raquel, y tiene


una relación tóxica de la ostia, aunque me parece que
ni lo sabe. Lleva cinco años con su chico, pero la
relación no va bien, discuten mucho, se tiran días sin
hablarse… Ella me cuenta cosas salteadas por
encima, no abro la boca, por experiencia, de estas
cosas sin saber, es mejor no meterse.

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Alba Cantera López - Castro

Pero sé que contándome estas pequeñas cosas se va a


quedar más tranquila. Hablamos, y hablamos toda la
tarde, hasta que nos damos cuenta de que se ha hecho
tarde, y que mañana trabajamos las dos.

Raquel trabaja en la limpieza, nunca quiso estudiar, y


dice que aunque su trabajo no sea muy glamuroso, le
gusta y le sirve para vivir. Me cuenta que vive en un
pequeño apartamento que le dejó su abuela en
herencia, así que no tiene que pagar ni alquiler ni
hipoteca (que suerte tienen algunas, y sí, tengo una
envidia que te cagas).

Nos intercambiamos los teléfonos para poder seguir


quedando y hablando. La verdad es que tengo
curiosidad de como seguirá la historia con su novio.
Aunque la cosa no parece que vaya a mejorar.

Llego al portal de casa, y no hay manera de encontrar


las llaves en mi bolso XXL ¡Qué cantidad de cosas

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Alba Cantera López - Castro

innecesarias llevo en el bolso! Crema hidratante, un


paraguas, tiritas, pintalabios, un peine, una libreta,
bolis, caramelos… Cuando alguien me tapa los ojos
de repente por la espalda… y como yo soy una bruta,
el puñetazo que le pego al desconocido en la cara es
digno de Rocky Balboa.

- ¡Qué bruta eres joder! –


- ¡Ostia Rober, lo siento! –

Sí, joder, he pegado a mi jefe y ¿folla-amigo? Bueno


ahora mismo no sé si es ni una cosa, ni otra. Pero
coño, ha sido en defensa propia.

- Pasaba por aquí, pero ya veo que no soy


bienvenido – Y sonríe, el puto de él, de tal
forma que me lo quiero comer.
- Pasa, pasa anda…

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Alba Cantera López - Castro

- No puedo, llevo ya un rato esperando, y tengo


que ir al bar de la empresa a hacer unos
papeleos…

Me besa la frente, y se va. Se va el puto de él,


dejándome con un calentón de la ostia… ¿Cómo me
puede poner así, sólo con un beso en la frente?

Ya estoy en la cama, tranquila, con el ordenador


cotilleando todo lo que puedo en Facebook. A pesar
de que nunca he estudiado informática, siempre se
me ha dado bien, aunque no soy ninguna experta.

Además soy una maruja de 25 años, y esto es como


un marujeo 2.0. Me suena el móvil, una pequeña
esperanza en mi piensa que es Rober. Pronto leo que
es Raquel, mi nueva amiga, Andrea eres tonta ¿Qué
te va a mandar un mensaje tu jefe de buenas noches?

Raquel: Ya he hablado con mi novio, ya está


solucionado, gracias por lo de esta tarde.

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Alba Cantera López - Castro

Andrea: ¿Si? Qué bien, me alegro.

Raquel: ¿Te puedo preguntar una cosa personal? Me


ha dado vergüenza preguntártela en persona… ¿Qué
se siente al tener un orgasmo?

Vale sí, ahora acabo de flipar, una tía que tiene ya su


edad (aproximadamente la mía, pero la verdad es que
no se lo he preguntado) que lleva cinco años con su
novio ¿Y todavía no ha tenido un orgasmo?

Andrea: ¿Cómo? ¿No llevas cinco años con tu


novio? ¿No te tocas?

Raquel: Es mi primera relación, y nunca… No sé, lo


hacemos, el acaba y yo, yo no sé si tengo que pedir
algo más. No, no me toco, él me dice que eso no
puedo hacerlo teniendo novio. No tengo ya mucha
relación con mis amigas… Él dice que meten mierda
en nuestra relación…

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Alba Cantera López - Castro

No puedo, no sé qué hacer, estas cosas me suelen


superar, pero a medida que voy hablando con
Raquel, me doy cuenta de que esta chica tiene un
problema… ¿Pero qué puedo hacer? La he conocido
hoy, puede que me esté mintiendo, puede que esté
loca ¡Yo que sé! Igual las amigas son unas malas
víboras, y su novio es un angelito.

Andrea: No lo sé, es un tema complicado…


¿Tomamos un café esta semana o la semana que
viene? Igual ver las cosas más tranquila te ayuda.

Raquel: ¡Vale!

Le doy las buenas noches a Raquel, y me pongo a


dormir, a darle vueltas a lo dura que puede ser la vida
a veces, no he tenido muchas relaciones en mi vida,
he tenido unos cuantos novios en mi vida, pero en
especial mi ex, al que odio, no porque me pusiera los
cuernos o me pegara, nada de eso… Si no por el

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Alba Cantera López - Castro

sufrimiento gratuito que me hizo pasar, pero… No


quiero ni recordarlo, todavía duele, porque le quise,
estaba perdidamente enamorada de él, y me uso y me
tiró como un trapo viejo.

Me duermo pensando en eso, en lo que duelen a


veces las relaciones, pero no las sanas y de verdad,
como la de los abuelitos que llevan 50 años juntos y
que se siguen diciendo te quiero cada mañana… Si
no las relaciones tóxicas, que nos empeñamos en que
funcionen, cuando es imposible.

Odio profundamente cuando suena el despertador,


odio madrugar cada mañana… Llevo dando vueltas
como 10 minutos en la cama ¿Por qué seré pobre y
tendré que ir a trabajar? Creo que todos alguna vez
en nuestra vida nos hemos hecho esta pregunta.

Pero por mucho que quiera quedarme todo el día en


la cama, tengo que trabajar hoy, gracias a Dios, hoy

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Alba Cantera López - Castro

es viernes, y la meta del fin de la jornada de trabajo


tiene mucha purpurina y es rosa, ya que mañana es
sábado (Sí, sé que es obvio que siendo hoy viernes,
mañana sea sábado, pero sienta tan bien decirlo…).

Me pongo el “uniforme”, me gusta que en el taller te


den camisetas normales y corrientes con el logo y
que combinan perfectamente con un simple vaquero.
Sencillo, y cómodo. Odio tener que llevar medias, o
vestidos para trabajar… Hoy sé que empieza el curro
de verdad, así que cojo mi café y me dispongo a
pasar mi primer día en el taller.

Entro a los despachos, y en él me espera la chica


rubia con tatuajes del primer día, se llama Ester, y
me indica que la mesa de al lado suya será para mí.

Tengo un ordenador para mí, y es bastante grande. El


despacho de Rober está al fondo. Ester me dice que
Rober quiere hablar conmigo para hablar cuáles van

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Alba Cantera López - Castro

a ser mis primeras tareas. Ester se encarga de la


administración, lleva siete años trabajando para la
empresa, y quizás lo más sorprendente de su vida
privada… ¡Es que tiene 6 hijos! Y sólo tiene 35 años.
Voy a ver a Rober rápidamente.

- Adelante… - Me dice cuando llamo a su


puerta.

No se ha dado cuenta ni de que soy yo, está tan


sumido en lo que pone en la pantalla de su
ordenador, que ni tan si quiera ha levantado la
cabeza.

- Hola Rober ¿Me has llamado?


- Ah sí, coño, Andrea, ya ni me acordaba que le
había dicho a Ester que pasaras. Tenía en
mente mil cosas que tenías que hacer, pero
ahora mismo estoy en blanco ¿Propones tú
algo?

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Alba Cantera López - Castro

- Hace unos años, estuve haciendo prácticas


unas prácticas, donde me enseñaron un poco
como encargarme de las redes sociales. Si
quieres empiezo por ahí, a actualizar todo y
tal.
- Sí, sí, me parece bien ¿Tienes pensado hacer
algo en especial ya?
- Bueno, había pensado en además de tener el
perfil oficial del taller, y del bar, que es lo que
actualmente tenéis. Crearos un perfil a cada
integrante del taller. Sobre todo a Aaron y a ti,
que es lo que más busca la gente, algo así
como convertiros en influencers. Luego, echar
fotografías chulas a los coches y subirlas a la
red y tal.
- Vale, guay, me parece una idea de puta
madre… Se me ocurre algo, puedo comprar
un móvil para el taller para usarlo para las
redes sociales, y además una cámara de

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Alba Cantera López - Castro

fotografías buena que tú podrías llevar a todos


los viajes y por el taller…

Rober piensa rápido, y piensa bien, creo que tiene


una visión emprendedora increíble. Para cuando
quiero abrir la boca, Rober ya me ha encargado por
internet el móvil nuevo y la cámara. La verdad es que
todo esto me facilitará el trabajo.

Aunque hoy me dedicaré a actualizar en general todo


lo que tenga que ver con la web oficial, perfiles,
pedidos online…Vaya en resumen todas las
pequeñas cosas que se les han ido acumulando en la
red. Lo que no me imaginaba, es que esa simple tarea
de mirar las redes sociales y la web iban a ser tal
locura. Estos chicos son todo un fenómeno de masas,
tienen más de 200 pedidos de camisetas semanales,
miles y miles de seguidores en las redes, y cientos de
correos de marcas que quieren hacer colaboraciones
con ellos.

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Alba Cantera López - Castro

Lo primero que hago, es ponerme a empaquetar y


enviar los pedidos en tienda. Me digo a mi misma
que en cuanto solucione todo este caos que tienen en
internet, tengo que hacer un inventario de todo lo que
hay en el almacén. Cuando entro veo que es como
una jungla.

Es una puerta pequeña que está al final de mi


despacho, junto a ella hay otra puerta que es un
pequeño aseo. El almacén es un caos de ropa,
llaveros, jarras…

Así que me pongo manos a la obra, para que los más


de 500 pedidos que hay en web que no han enviado
aún desde hace semanas lleguen a sus destinos
cuanto antes. Lo primero que hago es llamar a una
empresa de envíos, y contratarla para que pase todos
los días a recoger los pedidos que tengamos, además
de decirle que por favor se pase a última hora de la
tarde para que se lleven los de hoy.

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Alba Cantera López - Castro

Por suerte, aunque Rober sea un puto caos ordenando


el almacén, tiene dos dedos de frente y tiene un stock
grandísimo en tienda, y aunque tardo tres horas en
ordenar y hacer los pedidos, todos están ya
empaquetados y listos para que por la tarde venga el
repartidor.

Estoy agotada, mentalmente en su mayoría, aunque


he de decir que me gusta la libertad que me han dado
para hacer las cosas a mi gusto. Ester es majísima,
me cuenta muchas cosas de su marido y de sus hijos,
y me dice que todos los domingos preparan
barbacoas en su jardín y que va un montón de gente.

- Gasto dinero, pero también al estar tanta gente


en casa es más fácil poder encasquetar a los
niños a cualquiera y poder tener un rato de
relax.

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Alba Cantera López - Castro

A pesar de su media cabeza rapada, y todos sus


tatuajes, Ester tiene un corazón que no le cabe en el
pecho, aunque un genio de mil demonios.

Es la madre del taller, la que les dice dejar de jugar o


la que les dice relajaros. Creo que a pesar de ser
administrativa, es uno de los pilares de esta empresa.

Ester sólo viene por las mañanas a trabajar, no se


queda a comer, aunque algún día suelto lo hace, y me
ha dicho que si necesito ayuda se quedará.

Me llevo preguntando todo el día dónde está la


contable, que era hermana de Rober y trabajaba por
aquí, Ester me ha dicho que trabaja desde casa, y que
no la veré mucho por aquí.

En el taller llevan una jornada abierta, es decir se


administran el tiempo como quieren o pueden, Rober
les da unos plazos y tienen que cumplirlos. La única
persona que trabaja día y tarde en el taller es Rober.

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Alba Cantera López - Castro

Ester me cuenta que para las seis de la mañana ya


está en el taller, y que hay días que se va a media
noche. Vive en el taller. Dice que muchas veces le
han dicho que no puede trabajar tanto, pero es adicto
al trabajo. Yo sólo espero que mi jornada laboral no
sea tan larga. Tengo poca vida social en esta ciudad,
pero tampoco quiero vivir para trabajar.

Ya he comido, la verdad es que me he ido a un bar


cerca de aquí a comer con Ester, siempre tiene algo
que contar. Aunque en realidad creo que es una
persona bastante tímida.

Poco a poco se van yendo todos los integrantes del


taller, me jode, porque pensaba hacer los perfiles
personales de cada uno para las redes sociales,
principalmente Instagram. Pero he desechado la idea,
ya que a última hora todos quieren irse a su casa.
Aunque me ha llevado un rato ya he puesto en orden
todas las redes sociales. Para cuando me doy cuenta

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Alba Cantera López - Castro

el taller está desierto, me quito las gafas y me froto


los ojos. Tantas horas al ordenador pasan factura.

Levanto la cabeza, cansada, y veo al final de la


habitación apoyado a Rober en el marco de la puerta
que da a su despacho. Él siempre tan guapo, que me
perdonen por la expresión pero tan follable. Rober
me sonríe, intenta parecer un niño malo, con todos
sus tatuajes, y sus pintas, pero cuando sonríe, parece
un niño bueno.

- Todavía sigues aquí… ¿Quieres una cerveza?



- No gracias, ya me iba, mañana os haré a todos
los perfiles de Instagram y tal –

Rober se acerca y coge la silla que tengo enfrente


del escritorio. Se sienta, eso sí, para chulo él con la
silla hacia atrás, como los adolescentes malos en
clase.

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Alba Cantera López - Castro

- ¿Por qué estás tan fría? –


- ¿Fría? ¿A qué te refieres? –

No me veo fría, quizás sí distante, pero eso no se lo


voy a contar a Rober. No sé cómo actuar delante de
él, sé que me he acostado con él, que me hizo ver las
estrellas, pero sólo fue eso sexo y sí seguimos
teniendo esa conexión. Pero aunque mi chocho se
alegra mucho de verlo, necesito antes el dinero del
trabajo.

- No te hagas la tonta, no sé si no sabes cómo


actuar, si todo esto te incómoda, pero no eres
tú.
- No, no estoy incómoda, sólo que es mi primer
día, que si ya es difícil de normal… Eso sí, es
aún más raro si te has acostado con tu jefe
buenorro.

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Alba Cantera López - Castro

- ¡Esa sí es mi Andrea! – Rober se descojona -


¿Quieres ir a cenar? Nada de follar, sólo
cenar, para haber si mañana eres más tú.

Acepto, porque, para que mentir, me encanta este


hombre. Es como el puto hombre de mis sueños, en
el plano sexual, claro.

Vamos cada uno con nuestro coche, nos dirigimos al


bar-asador que tiene Rober, bajo la misma marca del
taller. No es un restaurante de lujo, pero no es un
cuchitril. Está todo decorado con estilo vintage,
negro, y con mucha madera. Hay muchos motivos
del mundo del motor, motos antiguas, cascos,
matrículas antiguas, fotografías…

Nos dan rápidamente una mesa, coño, es lo esperado


ya que Rober es el dueño. Pide por mí, cosa que me
toca el coño bastante.

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Alba Cantera López - Castro

- ¿Y si no me gusta lo que has pedido? ¿O soy


alérgica?
- No seas idiota, no creo que una pizza te de
alergia o no te guste.
- Pues soy intolerante a la lactosa, idiota.
- ¿Y el café con leche de esta mañana?

Vale, el capullo de él, me ha pillado. Me encanta la


pizza, excepto la hawaiana, muerte a la piña, que
asco. Por lo menos he estado rápida, y he pedido un
botellín de agua para beber, con la excusa de que
tengo que conducir, y así Rober no me pide una
maldita cerveza. Nos entregan las pizzas pronto,
claro, no van a servir al jefe el último.

Se me van los ojos a la pizza, no hay cosa que me


haga perder la cabeza que la comida basura, ni el tío
más bueno del mundo me haría girarme cuando
tengo hambre. Cuando ya voy por la mitad de la

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Alba Cantera López - Castro

pizza, oigo una carcajada, cuando levanto la cabeza


veo a Rober riéndose de mí.

- ¿Qué coño pasa? –


- Comes como un tío – me dice Rober, sin
poder parar de reírse.
- ¡Y tú eres idiota! –
- Ya me lo has dicho dos veces hoy, al final me
lo voy a tener que creer…
- Por favor, el que lo dice lo es… ¡con el culo al
revés! – Y me empiezo a reír yo sola, creerá
que soy tonta, bueno, quizás hago un poco el
tonto, pero de tonta no tengo un pelo.
- ¡Así tienes que ser en la oficina! Lo bien que
me lo voy a pasar…
- Sí, sí, tú pide mucho, luego acabarás hasta los
huevos de mí…
- Esa boca…

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Alba Cantera López - Castro

- ¡Dios! Estoy en mis horas libres, déjame decir


tacos… ¡Caca, culo, pis, pene, teta!

Creo que Rober se queda al principio con cara de


póker, pero luego se empieza a reír. No puede evitar
reírse, creo que piensa que estoy loca, pues lo puedo
estar aún más, aunque espero que no lo descubra
nunca, ya que es mi jefe.

Pasamos una cena estupenda, bueno, yo hablando y


el partiéndose de risa de mí. No me importa, siempre
he sido así, me gusta hablar, hablar, hablar, de cosas
sin sentido, del mundo, del universo, lo que sea con
tal de hablar. Aunque a veces en el silencio podemos
encontrar miles de palabras.

Los dos estamos cansados, por mucho que queramos


seguir la velada, con mis múltiples salidas del tiesto,
mañana Rober tiene que trabajar. Aunque ahora que

70
Alba Cantera López - Castro

lo pienso ¿Rober tendrá días libres? Nos despedimos


en la puerta del bar.

- Gracias por invitarme, no tenías por qué.


- ¿Alguna ventaja tendría que tener ser el jefe,
no?

La noche termina bien, por lo que veo, la despedida


ha sido… Cómica, siempre tirando de hacer el tonto
Andrea ¿Imaginabais un morreo de película? Nada
de eso, me he cuadrado y le he hecho el saludo
militar antes de irme.

Soy gilipollas, pero es que sólo quiero que me


empotre, y no quiero liarme la cabeza en
enamoramientos. No quiero hombres, sólo sus penes.
Porque para que mentirnos, no es lo mismo un
vibrador que un pene de carne y hueso.

Estoy ya en la cama, echa una bolita con mi nórdico,


con ganas ya de soñar que me follo a Christian Grey

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Alba Cantera López - Castro

por ejemplo. Cuando de repente suena el teléfono, un


WhatsApp.

Rober: Este lunes nos vamos de viaje toda la semana


hasta el viernes, subastas, vamos a ver unos cuantos
coches… Ya sabes. Me lo acaban de confirmar.
Hago yo las reservas en todo, no trabajes el fin de
semana. Pasa buen finde.

Andrea: Ok.

Por favor, sé que he sido muy seca, pero jodo, con lo


bien que se está en la cama y yo casi dormida y tengo
que irme de viaje toda la semana. Por lo menos, igual
follo esta semana y se me airea el chumino.

Rober: ¿Te pasa algo? No estás tan divertida como


en la cena. Espero que en el próximo viaje podamos
seguir conociéndonos.

Andrea: ¿Por conociéndonos, dices follar?

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Alba Cantera López - Castro

Rober: ¿Por qué estás tan borde?

Andrea: No seas tan idiota, era sólo por no llevar las


bragas rotas y viejas. Aunque yo estoy buena con
cualquier cosa.

¿Esto es en lo que quedamos no? Conocernos en la


intimidad, y seguir tan normales en el taller. De
pronto llaman a la puerta de casa, y yo como soy una
cagada, me escondo en la cama, como si las sábanas
me protegieran. De repente me llaman al móvil, y al
ver el nombre creo que me da algo. Salto de la cama,
y voy directa abrir la puerta, cuando la abro, un
manojo de brazos y piernas se funden.

- ¿Por qué has venido?


- Por qué me has puesto muy cachondo.
- ¡Qué romántico eres Rober!
- Simplemente, Aaron viene con nosotros al
viaje, y quería hacer esto, porque en el viaje

73
Alba Cantera López - Castro

me voy a morir de ganas por hacerlo todos los


días, pero no voy a poder.

Vale, sí, joder, además de trabajar toda la semana, no


voy a poder follar, genial Andrea, menuda semana de
mierda te espera.

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Alba Cantera López - Castro

3. Segundo viaje de negocios ¿o


de placer?
Ya estamos a domingo por la noche, Rober se fue el
viernes, directamente por que lo eché. Creo que se
quedó sorprendido, creo que todas las tías se le
acercan por el dinero que tiene. Pero bueno, voy a lo
importante… Mi cama ahora mismo parece el
Primark en rebajas, quién dice mi cama, dice la
cama, el suelo, las mesillas… Una semana fuera, y a
mí que me encanta llenar mi maleta de por si acasos,
pues imaginad el plan que tengo en la habitación.

Lo primero que meto a la maleta, es lo que sí tengo


que llevar seguro (mis imprescindibles): Las
camisetas que me dio Rober como uniforme, pijama,
calcetines, ropa interior… Pero aquí me he frenado…
Así que después de ver 15 vídeos de influencers
varias de: ¿Cómo hacer la maleta? Llamar a mí

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Alba Cantera López - Castro

madre, y ponerme de los nervios… Porque según


ella: Eres un desastre, con lo fácil que es. Llamar a
mi amiga Cristina, bueno, decirle hola y adiós, por
qué desde que es madre, ni hablar por teléfono puede
(que la entiendo, pero joder, se supone que somos
amigas, y el niño tiene un padre, coño), aquí estoy,
encima de toda la ropa planchada sentada, pensando
que voy a tener que volver a plancharla y escuchando
música. Música tan sui generis como ir desde Don
Omar, a escuchar una canción de la Pantoja, así soy
yo, más rara que un perro verde. Después de más de
cuatro horas para hacer la maleta, y finalizar subida
en ella para que cierre, por fin estoy lista para lo que
me espera esta semana, espero…

Esta mañana me he levantado con fuerza, quizás el


haber follado el viernes ayuda. Yo soy de las que los
lunes los llevan bien, el día que más odio de la
semana es el martes, porque mi mente y mi cuerpo ya

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Alba Cantera López - Castro

se han concienciado que es una nueva semana de


trabajo.

Rober y Aarón son puntuales, por lo menos Aarón es


un buen compañero y me ayuda a subir la maleta al
coche. Rober ha escogido otra vez el mismo
todoterreno terreno negro, supongo que tirarnos
cinco días viajando en un coche pequeño no sería
coherente.

Rober me ha dado el teléfono de la empresa del que


hablamos, para poder atender las redes sociales
principalmente. No ha escatimado, ha comprado un
IPhone X (y yo estoy más contenta que un niño el día
de reyes). Así que para sentirme útil, he pensado en
hacer un perfil de Instagram de Rober y Aarón para
poder documentar todo el viaje en redes sociales, yo
ya tengo Instagram, así que no me ha hecho falta
hacer uno. Rober y Aarón son los más conocidos
mundialmente en el taller, así que será fácil mover

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Alba Cantera López - Castro

publicidad por redes sociales. Como el taller ya tiene


una cuenta, lo que he hecho es retrasar un poco el
viaje…

Aarón se descojona y colabora, pero Rober está que


echa humo. Estar haciéndose fotos en el coche del
viaje, simplemente para poder subirla a las redes
sociales le parece una pérdida de tiempo. Al final
hago también unos cuantos selfies a los tres juntos,
para poder dar a conocer nuestras tres cuentas.
Retoque rápido, subir, y al viaje. Soy de esas
personas que no pueden ni leer, ni estar con el móvil,
ni nada cuando voy en un vehículo: ni tren, ni coche,
ni autobús… Así que me dedico a hablar con Aarón.

- ¿Estás casado? ¿Tienes hijos?


- 15 minutos de viaje, y ya me estás haciendo el
interrogatorio…
- Es que me aburro, jope, y nos quedan cinco
horas de viaje.

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Alba Cantera López - Castro

- La respuesta es sí, estoy casado y tengo tres


hijos. Pero ya ves, Rober es mi segunda
esposa, veinte años juntos, creo que paso más
tiempo con él que con mi familia…
- Serás capullo – rumia Rober entre dientes.
- ¡Qué guay! Tres niños.
- Cuando los tengas, no dirás eso…

Y con esta conversación, se solapan mil


conversaciones más, de la vida, de lo que
estudiamos, de donde nacimos…Vaya de
conocernos. Aarón y yo nos complementamos bien
como amigos, él es tranquilo, pero las mata callando,
y yo soy la loca del pueblo, como dice mi madre (a la
que por cierto tengo que llamar cuando lleguemos al
hotel). Las cinco horas de viaje se hacen, largas, no,
eternas, aunque por lo menos Aarón me ha dado
conversación, Rober no ha dicho nada en todo el
viaje. No sé qué coño le habrá pasado pero tiene una

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Alba Cantera López - Castro

cara de chupar limones… El hotel es bastante


normal, Aarón y Rober duermen juntos, y a mí me
han cogido una habitación por separado. Es un hotel
sencillo, moderno, pero nada ostentoso. Rober me ha
pasado la agenda para cuadrarla, y me doy cuenta
que ha quedado con varios particulares durante el día
de mañana, el miércoles nos toca un viaje de la ostia,
para que esa noche, y el jueves entero estemos en una
subasta donde ha enviado varios coches del taller, el
viernes lo ha reservado para el viaje de volver a casa.

Mi habitación no es muy grande, sencilla y con


maderas claras. La cama es de matrimonio y tengo
un baño contiguo completo. Me instalo, y me
desmaquillo. Me gusta maquillarme, pero no todos
los días… Más que nada porque es un coñazo
desmaquillarse, confieso que hay veces que no me
desmaquillo y me desmaquilla la almohada. Me tiro a
la cama, los viajes me dejan K.O. no lo voy a negar,

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Alba Cantera López - Castro

pero hay algo que me reconcome en la cabeza ¿Por


qué Rober ha estado todo el viaje callado?

Andrea: ¿A qué ha venido esa cara de chupar


limones todo el viaje?

Rober: Supongo que estaba concentrado…

Dios, odio cuando los tíos son tan generales, no


saben explicar el porqué, dónde, cómo y cuándo.
Vale sí, igual soy una exagerada, pero coño que
quiero saber aunque sea sólo un poquito. Pero no me
da mucho tiempo a pensar que hacer cuando Raquel
me habla.

Un nuevo día, un nuevo aprendizaje. Hoy hemos


quedado con dos particulares por la mañana. Ya
estoy esperando al lado del coche, hoy me he pintado
los labios de color rojo. No sé por qué pero el color
rojo tanto en las uñas como en los labios hace que la
morar me suba tanto que me dan ganas de comerme

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Alba Cantera López - Castro

el mundo. Me he subido a unos tacones, aunque


luego me arrepentiré, por eso me he cogido unas
manoletinas, mis vaqueros preferidos y camiseta de
la empresa. Vaya, un estilo como lo llama mi amiga
Cristina, urban fashion chic… ¿Qué significa? No lo
sabe, pero suena la ostia de bien. La espera se me
está haciendo eterna, así que saco mi móvil, me echo
unas fotografías así, como quien no quiere la cosa me
hago 200 selfies y fotografías artísticas de las cuales
me gustará una como mucho, y la subo a mi perfil de
Instagram. Cuando voy a mirar sí se ha subido bien,
por poco me da una taquicardia y me desmayo aquí
mismo, con la tontería de nombrarme en la cuenta de
la empresa, tengo más de 8.000 seguidores… Voy a
tener que escribir un libro de cómo lidiar con la
fama.

Veo a Aarón llegar y como estoy como si me hubiera


metido una raya de purpurina le vuelvo loco

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Alba Cantera López - Castro

enseñándole el Instagram… La exaltación se me


dobla cuando veo que las fotografías de sus perfiles
personales y de la empresa han tenido una
repercusión muchísimo más grande que mi perfil.

Cuando estoy saltando cual mono y dándole abrazos


y besos (amigables) a Aarón, aparecer Rober por
detrás de nosotros.

Hoy parece más descansado, se ha afeitado esa


perilla que llevaba desde que le conocí pero sigue
llevando barba ¿Por qué los hombres con barba me
parecen tan sexys? Mientras nos mira se ríe entre
dientes, nunca puede disimular que le hago gracia.

Hemos llegado a la casa del primer vendedor, es una


casa antigua, un unifamiliar, de madera, de color
blanco y con muchas flores. Hemos venido a
negociar por un Chevrolet Impala del 1958. Rober
llama a la puerta de la casa, y de repente una señora

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Alba Cantera López - Castro

ya entrada en años, delgada y con gafas se asoma.


Me hace gracia, porque sale con un delantal, pero
debajo de ese delantal de flores lleva una camiseta
de Iron Maiden. Nos dirigimos al garaje, y a pesar de
que esta mujer, que se ha presentado como Candela,
tendrá unos 80 años levanta de un tirón la puerta del
garaje. Me he declarado ya fan de Candela, y la
conozco desde hace cinco minutos.

Cuando abre, vemos un precioso Impala blanco, muy


cuidado, y Candela nos cuenta que le limpia el polvo
todos los días. Fue de su marido ya fallecido, y lo
compró nuevo, algo que es muy favorable para
nosotros porque el coche sólo ha tenido un dueño.
Candela se quiere ir a vivir a una casa más pequeña y
por eso lo vende.

- Le tengo mucho cariño al coche, pero yo ya


no puedo quedármelo, me duele en el alma,

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Alba Cantera López - Castro

pero lo tengo que vender – nos dice Candela


apenada.
- No se preocupe Candela, a mi abuelo le pasó
lo mismo, tenía dos coches, que quería que
fueran para mi hermano y para mí. Mi
hermano no quería saber nada del coche, y yo
me quedé el otro que tenía. El coche que se
supone que era para mi hermano se lo
vendieron a un coleccionista, y lo más
importante de todo es que sigue en carretera.
Qué el “niño” de mi abuelo sigue en carretera.
- Tú abuelo tiene que estar muy contento.
- Espero que sí, allá donde esté, él sólo deseaba
que esos coches seguirían en carretera.

Quizás no debería haber hablado, ya que Rober


quiere comprar el coche y no tengo ni idea como se
negocia todo esto. Pero Candela me ha llegado al
corazón.

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Alba Cantera López - Castro

- Bueno, siento cortaros señoritas, pero tengo


que hacerle una oferta a Candela para poder
comprárselo. Candela, hablamos de unos
3.000 euros, y se lo he traído en efectivo ¿Le
parece bien? Me parece un precio coherente, y
no hace falta regatear.
- ¡Claro que sí hijo! Esta chica me ha
convencido, me parecía poco dinero, ya que
me hubiera gustado sacar un poco más… Pero
todo sea por que este coche vuelva a
carretera… Mi Antonio estaría feliz.

Rober se saca del bolsillo un buen fajo de billetes ¿Y


este tío como lleva tanto dinero encima? Supongo
que lo hará para sorprender a los vendedores. A mí
por lo menos me llamaría la atención, bueno y
también por la fiabilidad de que sabes que te van a
pagar al instante. Rober hace los papeles con Candela
rápido y llama una empresa de transporte para que

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Alba Cantera López - Castro

coja el coche y lo lleve al taller. Volvemos pronto a


carretera para ir a ver al siguiente vendedor. Aarón
me cuesta que es un Volkswagen Escarabajo de
1946, de color crema, con todo original, y yo estoy
ahora mismo que no cago para ver el puto coche por
qué me encanta. Aarón ahora mismo se está
descojonando, y yo haciendo pucheros, cuando
Rober empieza a hablar.

- Andrea, no te he querido decir nada, porque…


porque lo has hecho de puta madre ¿Cómo te
has ganado así a Candela? Yo pensaba pagar
muchísimo más por ese coche, por lo menos el
doble, y tú, así sin más has sacado un precio
de risa… – Rober me mira, como analizando a
un extraterrestre.
- Yo… Yo sólo intentaba ser amable.

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Alba Cantera López - Castro

- Joder tía, la verdad es que podías haberla liado


mucho, pero nos ha salido de puta madre la
venta.

Rober me sonríe, me sonríe de tal manera que me


dan ganas de comérmelo todo enterito. Soy un poco
masoquista y me encanta el halo misterioso y malo
que desprende. Es como un imán para mí.

Llegamos a la casa de nuestro siguiente vendedor,


madre y… Me caguen la puta pedazo de casa. No es
una mansión, de esas ultra-modernas, que no sabes ni
abrir la puerta de lo modernas que son. No, es una
casa de madera, pero de ultra lujo. Esas típicas casas
de las revistas, que van pasando de generación en
generación y tienen más de cien años. Casas con
historia, casas con olor a hogar, como a mí me
gustan.

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Alba Cantera López - Castro

Espero a que Rober baje del coche, mientras Aarón


ya está a lo lejos, casi en la entrada de la casa.

- Rober, no participaré en la compra, no hablaré


si no quieres. Con Candela me ha salido
espontáneo, no estaba intentando comprar
nada.
- No te preocupes, nena, hazlo, si nos has dado
suerte una vez ¿Por qué no dos? – Y me besa.

Ha sido un beso rápido, que nadie más que nosotros


dos ha podido intuir tan siquiera. Pero significa tanto,
no Andrea, no significa nada, no estás pillada por él,
te gusta su nardo y punto. Nada de tíos, nada de
complicaciones. Para él sólo eres su empleada, y
como mucho su amiga.

Vamos hacia la puerta de entrada, dónde Aarón está


hablando con un… Con un pedazo de hombre, que es
tan guapo que hasta una monja le daría su flor. Un

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Alba Cantera López - Castro

Dios griego, echo para sucumbir al pecado. Y no, no


es porqué esté cachonda del beso que me ha dado
Rober, si no porque este hombre es el pecado en
persona.

- Hola me llamo Iván – Dios y que bien habla


- Andrea, te están hablando…
- Eh, ehm… vale sí. Hola, lo siento… Soy
Andrea - Andrea eres tonta, Dios, reacciona
que estás trabajando.
- Vamos a ver el coche, lo tengo en un garaje
exterior, no lo utilizo prácticamente nada,
pero está bastante bien.

Iván nos lleva al jardín exterior, jardín por no


llamarlo bosque por la extensión: piscina, fuentes,
laberinto… Madre mía, este hombre vive como los
reyes.

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Alba Cantera López - Castro

- La casa fue de mis abuelos, es bastante grande


para mí sólo, pero no podría deshacerme de
ella, es tan importante para mí.
- A mí me pasa lo mismo con mi coche, tengo
un Mustang que fue de mi abuelo, y no creo
que me deshaga de él nunca.
- Una de las mías, bueno aquí estamos, aquí
está la pequeña joya.

Cuando abre la puerta del garaje, a mí por poco me


da un infarto al corazón… Porqué un montón de
perritos de huskyes cachorros vienen hacia mí ¿Este
hombre tiene algo malo?

- Lo siento, anoche parecía que iba a llover y


mi mayordomo seguramente los metería aquí.
Me encanta ir con los perros con trineo en la
nieve.
- ¿En serio? ¡Qué guay!

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Alba Cantera López - Castro

Yo creo que lo miro, como si fuera un Dios, aunque


es verdad que si Dios existiera seguramente fuera
como él. Aarón ya está mirando el coche con Rober,
yo paso del coche absolutamente en un primer
momento, luego me doy cuenta que estoy trabajando.

- ¿Me puedo subir al coche? Me encantan los


Volkswagen.
- Claro, si queréis podemos ir a dar una vuelta
¿os parece?

Rober ni contesta, sólo hace un gesto de afirmación


¿Pero qué mosca le ha picado ahora a este hombre?

Cuando acabamos la pequeña ruta para probar el


coche, creo que todos sabemos que este coche es una
joya en bruto, pero que hay que cambiar ciertas cosas
para que pueda adaptarse a la vida del siglo XXI.

- Iván, me dijiste que pedías 20.000 euros pero


yo no puedo pagar tanto ¿12.000 te parecería

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Alba Cantera López - Castro

bien? – Rober está demasiado serio, pero creo


que es porque la venta es importante.
- No necesito el dinero, te lo dejo por 15.000 y
no intentes regatear más, porque de ahí, no
voy a bajar.
- Me parece perfecto.

Llegamos pronto al hotel, mañana nos espera un día


entero de viaje, sólo necesito una ducha y tirarme a la
cama. Entro a la habitación, y hago kung fu con mis
zapatos ¡A la mierda! Dios, me revientan los viajes
en coche, me dejan muerta. Aunque sean sólo de
media hora.

Al salir de la ducha, voy directa a mi móvil personal,


tengo varios WhatsApp de Raquel, que petarda por
Dios, lleva enviándome chorradas desde que nos
conocimos y uno de Rober…

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Alba Cantera López - Castro

Rober: Tienes que ser más profesional, tu actitud con


Iván no me ha gustado.

Andrea: Lo siento ¿Pero qué he hecho mal?

Rober: Babear por los clientes.

Andrea: ¿Estás celoso?

Rober: Vamos a dormir, mañana será otro día.

Lo que me faltaba, que Rober se pique porque me


gusten los hombres. Ostia, que no somos nada, ahora
voy a tener que darle sumisión a él. Me toca los
cojones estas cosas, pero paso, mañana será otro día.

Me levanto con mejor humor del que me metí ayer,


Rober me tocó los cojones. Mientras me estoy
peinando, llaman a la puerta.

- Hola… Rober, lo siento ¿Llego tarde?

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Alba Cantera López - Castro

Rober entra, va vestido igual que siempre, vaqueros,


camiseta del taller y chupa de cuero. Le queda genial.

- No. No pasa nada.


- ¿Entonces, qué haces aquí?

Y de repente, estoy tumbada en la cama, besándome


como una adolescente con Rober.

- Rober, espera… ¿Qué haces?


- No puedo, no puedo ver, ni soportar como
miras a otros, como otros te desean.
- No somos nada Rober, lo único de lo que
hablamos es de conocernos.
- Lo sé, joder, pero el puto Iván no hacía más
que tontear contigo, y ese idiota rico no te
merece.
- ¿Ahora te vas a comportar como mi puto
padre? No me jodas Rober, vete a tu

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Alba Cantera López - Castro

habitación, no puedes estar aquí, Aarón no


puede enterarse de esto.

Rober asiente, creo que se ha dado cuenta, que no me


puede exigir nada, porque no somos nada. Ni quiero
joder, no quiero novio y menos si el novio es mi jefe.
Vale, lo acepto, me gusta Rober, me encanta Rober,
pero no estoy enamorada de él. Cuando se va, me
hago un ovillo encima de la cama… Ni yo sé por
qué, así me quedo hasta que ya es hora de volver al
coche, a hacer un viaje de un día, para la subasta
final de esta semana extraña.

El viaje es muy incómodo, y creo que Aarón se da


demasiada cuenta, yo voy mirando por la ventanilla
pasar el paisaje. Miro a Rober y veo que aprieta el
volante con dureza ¡Qué se joda! Él no me puede
pedir fidelidad, sin ser nada.

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Alba Cantera López - Castro

- ¿Qué coño ha pasado Rober? – Aarón está ya


mosqueado.
- No preguntes – Rumia Rober entre dientes.
- Andrea ¿Y a ti que te pasa? –
- ¡Qué me ha venido la regla! – Yo así de fina
que soy es lo primero y lo más borde que se
me ha ocurrido – Lo siento Aarón, no tengo
buen día.
- ¿Os ha pasado algo a los dos?
- ¡NO! – chilla Rober
- ¡Os pille! ¿Qué coño os pasa? ¡Rober que le
has hecho a la pobre muchacha! Lo está
haciendo de puta madre.
- ¡QUÉ NOS HEMOS LIADO JODER!

Yo abro los ojos mucho, muchísimo. Principalmente


no quería que se enterase nadie, porque no quiero
que piensen que conseguí el trabajo porque nos

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Alba Cantera López - Castro

acostamos. Pero el puto Rober no se sabe callar. Pero


a pesar de todo, Aarón se ríe entre dientes.

- ¡Lo sabía! Me lo olía, no sé por qué. Por mi


parte no os preocupéis, yo no voy a decir
nada.
- Te lo agradeceríamos, Aarón, Andrea y yo no
tenemos nada serio, todo pasó en el primer
viaje y simplemente somos… Amigos con
derechos, por llamarlo de alguna manera. Te
lo aclaro porque me parece lo justo.

Y aquí se cerró la conversación de “lo nuestro” en el


viaje. Yo estoy hasta los cojones, tanto que he
empezado a echar mi curriculum por internet. No voy
a aguantar este tipo de chorradas en un tío que no es
nada mío. Lo conozco de hace dos putos días, y ya se
cree que manda sobre mí. Teníamos un puto pacto de
no decir nada, y lo dice a la primera de cambio, que
puto gilipollas.

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Alba Cantera López - Castro

Llegamos de madrugada al hotel, tan tarde que casi


ni nos atienden. Mi habitación es sencilla, como la
primera, pero más grande, todo está rematado en
negro y blanco. Me suelen gustar las estancias con
algo de color, pero esta no está nada mal. El hotel es
el que organiza la subasta, tiene un anfiteatro, una
sala de fiestas, salón para eventos… Vaya, un lugar
perfecto para hacer una macro subasta. De repente
vibra mi móvil, es Raquel, nada importante, un
meme y poco más. Tengo ganas de dormir, así que
doy por terminado el día.

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Alba Cantera López - Castro

4. Comidas accidentadas
Dios, que cansada estoy, ayer no quedé a ninguna
hora con Rober, así que miro el teléfono para ver si
me ha llamado ya como un energúmeno para saber
dónde estoy, un mensaje me recibe en la pantalla de
mi móvil.

Rober: Ayer fue un día malo… por todo, hoy


relájate, date una vuelta por una subasta… Hasta
mañana no vendemos ninguno de nuestros coches.

Dios, dentro de lo que cabe no es mal jefe, me da su


espacio. Aunque por otro lado ¡Qué se joda! Por no
respetar nuestro “pacto” de no decir nada a nadie del
taller. Cojo el móvil y echo unas cuantas fotografías
a la habitación. Siempre me ha gustado documentar
en redes sociales lo que hago. No es por puro
postureo, que para que mentir, de vez en cuando me

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Alba Cantera López - Castro

gusta, pero lo hago porque luego siempre pierdo


todas las fotos y así siempre las tengo guardadas.

- ¡JODER! –

Sí, acabo de chillar yo sola en la habitación, pero no


es para menos. Ya he superado los 20.000 seguidores
en Instagram, en menos de dos semanas, y el perfil
del taller ya supera los 340.000 seguidores. Tengo
que hablar con Rober, porque ya me empiezan a
llegar mensajes de colaboraciones al correo
electrónico, y no hemos hablado nada de esto. Pero
prefiero dejarlo para la semana que viene, en la
oficina más tranquila.

Lo más sorprendente es que, comienzan a llegarme


colaboraciones también a mí, de marcas de ropa, de
joyas, de maquillaje… ¡JODER! Me van a regalar
ropa, por subirla a Instagram… Ya estoy echa toda
una influencer. Les paso mi correo electrónico a

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Alba Cantera López - Castro

todas, sin mirar que me ofrecen, para leer con


detenimiento todas las propuestas.

Bajo al bar del hotel a tomar un café, y de pronto una


mirada azul me mira, y yo me paro en seco en medio
del bar, Iván. Qué guapo me parece este hombre, por
favor.

- ¡Hola Andrea!
- ¡Hola Iván! ¿Qué tal?
- Muy bien ¿A la subasta también?
- Sí claro, pero hoy voy un poco más por libre.
- Si no es indiscreción ¿Quieres comer
conmigo? Yo estoy solo por aquí,
simplemente vengo a ver si puedo ampliar mi
colección.
- ¡Sí claro! ¡Qué suerte! Yo no puedo casi ni
mantener mi coche.

102
Alba Cantera López - Castro

Iván es como siempre imaginé a Christian Grey, es


una mezcla entre Matt Bomer y el hombre perfecto
para toda mujer. Aunque he pensado que estos tíos
siempre saben lo guapos que son, y nunca tienen
suficiente con ninguna mujer. Iván me lleva a una
mesa cercana a la barra, todavía es pronto para
comer.

- ¿Sabes que eres muy guapo? Seguro que todas


te lo dicen, todas las mujeres que hay aquí
darían todo su dinero para poder tomar un
café contigo.
- Entonces tienes suerte ¿no? Vas a tomarte
algo conmigo sin darme todo tu dinero.
- Tampoco tengo mucho dinero, así que
tampoco te daría mucho.
- ¿Rober no te paga bien?
- Todavía ni sé lo que me paga, no llevo ni un
mes con él, si te digo la verdad.

103
Alba Cantera López - Castro

- Le pago perfectamente, Iván, y más le voy a


pagar por que hace su trabajo perfectamente,
sobre todo de relaciones públicas por lo que
veo – La respiración se me corta, Rober, creo
que desde un principio no le cayó bien Iván.
Creo que le repelen los pijos.

Cuando le veo la cara, lo veo enfadado. Rober


siempre está guapo, me gusta más sin barba, sin
perilla, aunque la barba de tres días le queda bien.
Sus ojos no son como los de Iván, son marrones,
pero de un color avellana. Aunque ahora por
desgracia sus ojos derrochan rabia, no lo entiendo, no
entiendo estos celos que empiezan a molestarme. Yo
me he quedado paralizada, pero Iván empieza a
hablar.

- Hola Rober
- Hola Iván

104
Alba Cantera López - Castro

- Estamos esperando para comer, he invitado a


Andrea para comer conmigo.
- Pues no va a poder, porque Andrea tiene una
comida de trabajo ahora mismo.
- Pero… - Y no me da tiempo a decir nada
porque Rober ya me ha hecho levantarme y
me tengo que despedir rápidamente de Iván y
pedirle mil disculpas.

Rober me lleva casi a rastras, hasta que me planto en


medio del vestíbulo del hotel y cruzo los brazos.

- Rober ¿Qué coño te pasa? ¿De qué va esto?


Tenía planes.
- Ese tío es idiota, no me gusta verte con él.
- ¿Me has dado el día para ver la subasta a mi
aire?
- Sí, pero…
- De peros nada, me voy con Iván porque me
cae bien y porque le gustan los coches, puede

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Alba Cantera López - Castro

ser un cliente potencial para la empresa, y no


me dirijas la palabra hasta mañana porque no
tengo el chichi para farolillos.

Me vuelvo al bar donde he dejado a Iván de malas


maneras, lo busco, pero no lo encuentro. He dejado a
Rober con los ojos abiertos como platos, pero callado
y sin hacer nada, se lo merece. Cuando ya doy a Iván
por perdido, me doy la vuelta para poder irme ya a la
habitación, comeré cualquier mierda, y me sentaré a
ver las colaboraciones con marcas que me han
mandado a mi correo. Pero algo me agarra el brazo, y
tira de mí con tan mala suerte que un hombre
regordete me empuja con tanta fuerza que me
estampo en el tórax de un tío perfecto.

- ¿Has vuelto?
- Ostia, Iván, lo siento. Tengo menos
coordinación… que alguien que tenía poca.

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Alba Cantera López - Castro

- No pasa nada ¿Qué ha pasado? ¿No tenías


trabajo?
- Los he aplazado, me apetece mucho esa
comida.
- Ya somos dos.

La comida con Iván es perfecta, estoy un poco


cohibida porque yo soy de comer las croquetas con
las manos, vaya, que la finura se me perdió en el
camino. Lo miro como si fuera un enigma por
resolver.

- Estás muy callada.


- Es que este sitio es un poco fino para mí.
- ¿La próxima vamos a un Mc Donald?
- Seguro que no sabes ni lo que cuesta una
hamburguesa, eres demasiado pijo para un
Burger.
- Bueno, quizás tienes razón, pero las
hamburguesas me gustan.

107
Alba Cantera López - Castro

- ¡Además a eso te puedo invitar yo!

Estampo los tacones contra la pared de la habitación,


que dolor. Me ha gustado estar con Iván, aunque el
mundo de “repipilandia” no me va mucho, él no
parece un snob. Me tumbo en la cama, eso sí
haciendo un salto al más puro estilo infantil de
cuando tenemos tres años. El sonido de la puerta me
sobresalta, alguien ha llamado muy suavemente, pero
aun así me han asustado. Abro la puerta, sin darme
cuenta de que llevo un moño horrible y seguramente
el maquillaje echo una pena.

- Rober ¿Qué haces aquí?


- ¿Qué tiene él que no tenga yo? ¿Es porque
tengo tatuajes? ¿Por qué no visto de traje?
- Eres idiota Rober

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Alba Cantera López - Castro

Rober entra a la habitación, cierra la puerta y me


abraza. Huele a Rober, a su colonia y por desgracia
demasiado a cerveza.

- ¿Has bebido Rober?


- Un poco, como dice la canción: Bebe rubia la
cerveza pa acordarse de su pelo.
- ¡Qué romántico! Citar a Extremoduro.
- ¿Sabes que soy incapaz de enfadarme
contigo, verdad?

Huelo el cuello de Rober, es como oler a hogar,


tranquilidad, realidad… Le doy un beso en el cuello,
y Rober gime bajito.

- Eres perfecta – susurra mientras los dos nos


tumbamos en la cama.
- ¿Me das un beso? - ¡Qué idiota soy cuando
me lo propongo! Me dan arcadas de lo cursi
que soy.

109
Alba Cantera López - Castro

Rober me besa, al principio los dos nos reímos, no


podemos evitarlo. Todo esto es tan absurdo. Le quito
la camiseta, y paseo mis dedos por todo su abdomen
y su torso. Rápido Rober me quita la camiseta.

- ¿Así que quiere guerra el angelito?


- Ya sabes que no soy un angelito
- No, un ángel no me podría volver tan loco.

Pronto nos deshacemos de toda la ropa, creo que


Rober ha roto algo porque es un bruto, pero bueno,
cosas del directo.

Follamos, follamos como animales, Rober es una


mala bestia. Creo que es algo más que follar, es
como si dos universos se hubieran juntado, y
estaríamos conectados de alguna manera.

- No te vayas, nunca, por favor – dice Rober

No sé por qué me ha dicho eso, no estoy para pensar,


porque me corro, el orgasmo se aparece sin avisar, y

110
Alba Cantera López - Castro

arrastro a Rober conmigo. Nos quedamos abrazados,


sin decir nada, porque a veces el silencio es mejor
que cualquier palabra.

- Eres perfecta.
- Eso no es verdad, lo sabes: Me enfado, me
gusta comer chocolate de manera industrial, la
comida rápida, tirarme en el sofá, etcétera.
- Eres perfecta para mí.
- No nos conocemos tanto.
- ¿No crees en el destino? Yo sí, y a pesar de no
conocernos, es como si tendríamos un
vínculo. No me digas que no, sé que tú
también lo has notado. No tengo relaciones y
lo sabes. Pero me mata pensar que te vas con
cualquier otro. Los viajes son una locura, por
eso espero que la semana que viene
avancemos, y que poco a poco vayamos

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Alba Cantera López - Castro

marcando límites, no sé, creo que todo debería


seguir su curso…
- ¿Estás diciendo que nos conozcamos más en
serio? Quedar, y esas cosas, sin ser una pareja.
- Sí, que todo esto no sea tan etéreo. Aunque sí
me gustaría pedirte algo…
- ¿Mis bragas?
- ¡Qué tonta eres! Te iba a decir que nada de
tener citas en viajes, porque si no se me llevan
los demonios.
- Acepto.

Suena el despertador, gruñe a mi lado. Es cómodo


dormir con él, aunque tuvimos que pedir un nórdico
más, eso de un nórdico para los dos, mal.

- Dios que puto dolor de cabeza


- ¡Si no bebieras tanta cerveza!
- Ay, Andrea, dame mimitos, que estoy malito.
- ¡Qué idiota eres!

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Alba Cantera López - Castro

Rober y yo nos quedamos toda la tarde y toda la


noche en la habitación. Aunque me hubiera gustado
estar follando, hicimos algo de trabajo. A veces es
más rápido mirar los coches de la subasta por internet
que en la subasta.

- Rober, me gustaría hablar contigo.


- ¿De?
- Las redes sociales son una bomba, me han
mandado colaboraciones con otras marcas, y
los seguidores suben como la espuma, he
subido una fotografía con el logo del taller en
mi Instagram, y ya voy por los 11.000 me
gusta.
- Me parece interesante lo de las marcas, me
gustaría, si no te importa estudiarla. Igual
podemos sacar partido a esas colaboraciones,
y tú puedes sacar dinero. Además viendo tus
números, te podríamos hacer influencer.

113
Alba Cantera López - Castro

- ¡Yo no valgo para eso!


- Me parece a mí que sí.
- ¡Qué no!

Rober me sonríe, y se lanza a por mí, que capullo me


empieza a hacer cosquillas.

- Tengo una idea


- ¡Haber que sueltas por la boca!
- ¿Subimos una fotografía juntos? En las tres
cuentas, la tuya, la mía y la del taller. Así
hacemos como un estudio de cómo se mueven
las cosas.
- Vale, pero nos vestimos, que no quiero salir
en las revistas del corazón.

Subimos la fotografía, y me olvido un poco de ella.


Hay que ponerse manos a la obra, varios coches
nuestros se venden en la subasta. Ya se han vendido
varios de nuestros coches, la primera era una micro

114
Alba Cantera López - Castro

Volkswagen T2, por 40.000 euros, un Ferrari F40 por


180.000 euros, y finalmente ahora mismo está en la
palestra un Mustang Shelby GT 350. No perdemos
dinero, pero sé que Rober está nervioso porque este
Mustang se debería vender por más de los 80.000
euros en los que está la puja. Le pido el micrófono al
subastador y me siento en el coche.

- ¿En serio? ¿Nadie esta joya? Yo soy


demasiado pobre para llevármelo, pero bueno,
sí tendría el dinero no me pensaría el pujar.
Me encanta este coche.

La puja empieza a subir, creo que les hago gracia.


Empiezo a decir chorradas, además de cosas técnicas
del coche. Creo que la gente se está animando. Al
final la puja acaba en 120.000 euros. No es por ser
flipada, pero soy la polla vendiendo coches. Choco
los cinco con Aarón, y voy a hacer lo mismo con
Rober, pero en vez de eso me abraza.

115
Alba Cantera López - Castro

- Eres perfecta, pequeña.

Rober me suelta al poco, porque por desgracia ya nos


están haciendo fotografías. Como le gusta a la gente
el salseo por Dios. Yo por el dinero que ha ganado
Rober, abrazaría a cualquiera. De repente me suena
el móvil, un WhatsApp de Raquel.

Raquel: No aguanto más con él, son dos días malos y


dos días buenos.

Las conversaciones que he tenido a lo largo de estos


días con ella, son demasiado… falsas. Me trata como
si sería su amiga del alma, me cae bien, pero… Que
frene la tía un poco. Mira que me gusta el cotilleo y
el drama, pero esta tía me satura un poco.
Normalmente, ya le hubiera mandado a la mierda.
Pero no puedo evitar pensar que su novio la trata
mucho peor de lo que ella me dice. Creo que soy su
paño de lágrimas, que no tenía a nadie cuando la

116
Alba Cantera López - Castro

encontré llorando. Pero no me conoce, y cuando


exploto, soy de las que no tienen tacto, ni filtro
mental. Cuando voy a responderle, miles de
notificaciones empiezan a llegar a mi móvil. Cientos
y miles de fotografías en diferentes ángulos de Rober
y de mí, abrazándonos. Suelo odiar las fotografías
robadas, pero es que salimos tan bien, parecemos
enamorados y todo.

Es tarde y estoy cansada, después de la subasta me he


tomado una copa con Rober y con Aarón pero me he
venido pronto a la cama. Demasiadas emociones por
hoy. Llaman a la puerta, y pego un salto ¿Será
Rober? Un botones del hotel aparece en mi puerta
con un ramo de flores gigante y una tarjeta. Os diré
la verdad, odio las flores, les tengo alergia a la
mayoría y me parece estúpido gastar dinero en algo
que se va a morir en dos días. Prefiero chocolate que
me lo puedo comer.

117
Alba Cantera López - Castro

Dejo las flores en un jarrón que hay por la


habitación, creo que solo es de decoración, pero por
lo menos las dejo en algún lado y así abro la tarjeta.

Querida Andrea,

Sé que no hemos tenido mucho tiempo para


conocernos, pero me gustaría seguir haciéndolo. Te
dejo mi número de teléfono: 684 42 29 23, y pronto
iré a visitarte.

Iván.

Me acabo de quedar MUERTA, Dios mío, mira que


no me gustan las flores, pero joder, pero… Es que
está de bueno el jodido. Intento coger tan rápido el
móvil que casi se me cae al suelo varias veces, y
guardo su número rapidísimo. No dejo de pensar en
Rober, pero ninguno hemos cerrado la puerta a
conocer a otras personas, y mi experiencia me dice
que no me fie de él… Además ¿No va a pasar nada

118
Alba Cantera López - Castro

porque le ponga un “Hola” a Iván no? Entro en el


WhatsApp como alma que lleva el diablo, y pincho
en él. Tiene una fotografía con todos sus perritos,
madre mía, es que me lo como.

Andrea: Hola Iván, gracias por las flores, te mando


este mensaje por que tengas mi número.

Espero, espero y espero a los dos malditos “ticks”


azules pero no llegan nunca. Así que me duermo
ilusionada, pero echa un lío, sí, un lío, porque no sé
cómo llamar a lo que siento por mi jefe, ni sé si me
gusta Iván como amigo o como algo más. Rober es el
niño malo, que no quiere nada serio pero que tiene un
corazón de oro en el fondo e Iván… Iván es el
príncipe azul, de la realeza, de los que se comen las
gambas con cuchillo y tenedor… y yo soy una
princesa, pero no como Cenicienta si no como Xena,
la princesa guerrera.

119
Alba Cantera López - Castro

Estamos ya llegando a casa, el viaje, y la semana ha


sido rara, contradictoria. Rober y yo empezamos a
tener gestos… Demasiado cariñosos para mi gusto.
He conocido a Iván, el cual no me llega a la patata,
pero me pone burra (así de fina soy yo).

Hemos dejado a Aarón en su casa, y nosotros vamos


de camino a la mía.

- ¿Quieres que te deje en casa, o vamos a la mía


pequeña?
- ¡Ay Dios! No me digas eso, que estoy muerta
de cansancio Rober.
- Mmm… ¿Te hace que mañana vaya a
recogerte a tu casa y pasamos el fin de semana
juntos? Así descansas…
- Vaaaaaale

120
Alba Cantera López - Castro

Estamos ya en la puerta de mi casa, sentados en el


coche, Rober me coge el pelo y me lo pone detrás de
la oreja, que típico por favor.

- ¿Ahora es cuando nos besamos no? – digo con


una sonrisa socarrona
- Tú lo has dicho pequeña

Rober me besa, con una dulzura con la que nunca me


había besado. Tanta dulzura hay en el beso que mi
estómago empieza a ser una danza de mariposas.

- Di algo Rober
- Algo
- ¡Qué idiota eres!

Nos reímos, como dos tontos, sin saber que decir,


porque esto empieza a ser algo más, pero todavía
ninguno de los dos sabemos ponerle nombre.

- ¿Dónde quieres ir mañana?

121
Alba Cantera López - Castro

- ¿A dónde lleva su jefe a su empleada?


- ¿Podríamos ir a hacerlo al taller?
- ¡No seas cochino!
- ¡Y lo que te gusta! ¿Decidimos mañana?
Tienes que estar harta de los planes
organizados.
- Pues no estaría mal la verdad
- ¿Quieres que me baje para llevarte la maleta?
Yo no sé cómo no necesitas una grúa para
tantos trastos.

Rober entra en mi casa mirando todo, creo que nunca


habíamos estado en un sitio tranquilos, sin follar
vamos, hablando como personas normales.

- Me gusta tu casa, a pesar de ser pequeña,


parece un hogar.
- ¿Tú casa cómo es?

122
Alba Cantera López - Castro

- Mi casa es… Para dormir, para comer. Creo


que no tengo una fotografía personal. Parece
más mi casa el taller, que mi casa.
- Rober, no puedes seguir así, tienes que saber
relajarte. La vida no sólo está para trabajar
grandullón.
- Lo sé, pequeña, pero me gusta, aunque
después de tantos años haciendo esto me está
pasando factura. Es muy triste hacer una cena
con todos los del taller, y que todos lleven a su
familia, y tú estar sólo.
- ¿Nunca has tenido pareja?
- Sí, claro, pero todas me dejan por lo mismo.
Mucha gente se acerca a mí por el dinero, y
las pocas mujeres que han llegado a ser mi
pareja… Se han ido espantadas, no entienden
que a veces tenga que irme una semana entera,
que me gaste tanto dinero en coches. Es
verdad que ahora he bajado el ritmo, pero al

123
Alba Cantera López - Castro

principio me costaba llegar a fin de mes,


dormía en el taller…
- Supongo que no era el momento, y que hay
que comprenderlo.
- Realmente, me cuesta, desde que mi madre
nos abandonó, abrirme. Por eso me gusta estar
contigo, porque no siento esa presión que me
hace ser sarcástico con todo. Si algún día
formo una familia, será porque lo tengo muy
claro. No quiero que mis hijos crezcan
mirando por la ventana para ver si su padre o
su madre volverá.
- ¿Sabes que no hace falta que me cuentes esto
verdad?
- Lo sé, pero te veo aquí, y sólo tengo ganas de
hablar, de abrazarte…

Lo abrazo, por qué lo entiendo, por qué a pesar de


esa pinta de chungo (como diría mi madre) Rober

124
Alba Cantera López - Castro

tiene su corazón, corazón con tales muros que yo sin


querer los voy derribando poco a poco y él los míos.
Le huelo el cuello, es tan relajante.

- Hueles tan bien – Le digo a Rober,


disfrutando de su tacto de su cercanía.
- ¿Soy tu droga? –
- Un poco sí.

Rober, al final se ha quedado en mi casa, ahora está


en mi cama tumbado, sin camiseta. No se puede ser
tan sexy. Me quedo en la puerta apoyada.

- Ven a la cama, boba, tengo un sueño de la


ostia.
- ¿Nada de sexo salvaje?
- ¿Te duele la cabeza verdad? – Me mira Rober
levantando la ceja, sabe perfectamente que lo
que menos me apetece ahora es follar.
- Muchíiiiiiiiiiiiisimo.

125
Alba Cantera López - Castro

- Ven aquí tonta.

Voy, como no, porque quiero y porque está en mi


cama. Le abrazo, y nos tumbamos juntos.

- ¿Es normal esta confianza? – Le pregunto con


la boquita pequeña.
- No lo sé, pero lo importante es estar bien ¿no?

Qué calor por Dios, Rober es una sauna, algo me ha


despertado. Mi móvil. Un mensaje. De un número
privado.

Eres preciosa.

Me levanto de golpe, soy una cagona, y estoy muerta


de miedo ¿Por qué un número privado? ¿Quién es?

- ¿Qué pasa? – dice Roger somnoliento.


- Mira – le enseño el teléfono.
- No te rayes, de verdad Andrea, la gente está
loca.

126
Alba Cantera López - Castro

- Pero…
- No le des vueltas, pequeña, y vuelve aquí.

Me tiro en sus brazos, y me olvido del extraño


mensaje. Igual se han equivocado. Rober cambia de
tema totalmente.

- Todavía es pronto… ¿Pero qué quieres hacer


hoy?
- ¡Comer churros!
- Vale
- ¿Qué pasa?
- Es la primera vez que me piden churros,
normalmente me piden cenas caras o comidas
en restaurantes pijos.
- No, no que para eso hay que maquillarse y
ponerse tacones. A mí hoy me apetece comer
con las manos.

127
Alba Cantera López - Castro

Pues aquí estamos, Rober y yo, en un banco al lado


de la churrería del parque, comiendo churros con
chocolate. Eso sí, con nuestras mejores galas, él con
un chándal gris y yo con mis inseparables mallas
negras del decathlon. Si pudiera, hubiera salido en
pijama de casa.

- ¿Qué vamos a hacer ahora? – le pregunto a


Rober, pero él se está partiendo de risa,
porque me he manchado hasta la nariz de
chocolate, pero su cara va cambiando a
medida que le pregunto.
- ¿Qué coño hace este aquí? – dice entre dientes

Me giro, y veo a Iván, sabía que iba a estar por aquí


pronto, me lo dijo, pero no esperaba encontrármelo
hoy. Va vestido para ir a correr, bueno, para hacer
running como lo llaman ahora.

- Hola Iván ¡Qué casualidad!

128
Alba Cantera López - Castro

- ¡Hola! He salido a correr, estoy por aquí esta


semana, negocios.
- Ah ¿sí? ¡Qué bien!
- Siento no haberte contestado al WhatsApp, he
estado liado, y se me ha ido el santo al cielo.
Pero te escribo hoy para quedar.
- Vale

Se lo digo, con la boca pequeña, porque cada vez que


Iván abre la boca, la cara de enfado de Rober va en
aumento. No me he querido ni levantar del banco, así
que me he quedado sentada, como una tonta
hablando con Iván, cuando lo más coherente hubiera
sido haberme levantado. Iván se despide de nosotros,
quizás porque tiene cosas que hacer o porque ha visto
la cara de Rober.

- Qué casualidad, que te conozca y en dos días


tiene que hacer negocios y pasear justo por
donde estás tú…

129
Alba Cantera López - Castro

- Rober, no seas paranoico, es solo un


conocido.
- No me cae bien ese tío, me parece que no es
buena gente.
- Pues seguramente la gente piense lo mismo de
ti.
- Sí, lo sé, pero no se puede juzgar un libro por
la portada.
- ¿Por qué te pones así cada vez que lo ves?
- ¡Por qué es idiota! Es que no puedo con él…
- Vale, vale…
- ¿Vas a quedar con él?
- La verdad, no lo sé.
- No quedes con él, por favor, por nosotros.
- Lo hago por ti, pero no por lo que somos, que
aunque no tiene nombre, somos. Si no como
amiga, porque no te quiero tener cabreado
todo el día.
- Gracias.

130
Alba Cantera López - Castro

- Aunque te aviso que si no me puedo


escaquear no me quedará otros cojones que
quedar con él.
- Lo sé… Yo te ayudo…
- ¿Cambiamos de tema? El día a empezado
demasiado bien, como para que una persona
nos lo joda…
- Hay una cosa que me encanta hacer en mi
tiempo libre…
- ¿Pero tienes tiempo libre?
- Algo…

Rober no me ha dicho a dónde vamos, sólo sé que ha


cogido las llaves de mi coche, y que lo conduce él
por una carretera del demonio. Rober conduce bien,
pero necesito conducir yo, si no quiere que vomite
todos los churros.

- Rober ¿Puedo conducir yo? Me mareo si no


conduzco.

131
Alba Cantera López - Castro

- Aguanta, que quedan 5 minutos.


- ¡5 PUTOS MINUTOS DEL DEMONIO!
- Esa boca…

Me he puesto como una loca, pero Dios, que mal me


sabe marearme, como lo odio. Pero eran menos de
cinco minutos, Rober tenía razón. Me ha triado a un
mirador, encima de la ciudad, donde se ve todo en
panorámica. Un sitio precioso, con un pozo al final
con aguas cristalinas, el cual lo llena una cascada. Un
sitio del sueño.

- ¡Qué sitio más bonito!


- En Agosto es infumable venir aquí, está lleno,
pero ahora, ahora se respira paz. Me encanta
conducir hasta aquí, solo por el placer de
conducir y esperar.
- A mí también me gusta conducir…

132
Alba Cantera López - Castro

- No seas tonta, sólo te he traído por que no


sabías en camino… ¡Y porque no quiero salir
en los periódicos!
- Serás idiota, a que me voy, y te dejo aquí sin
coche ni nada.
- No serías capaz…
- Arriésgate…

Nos desafiamos con la mirada, pero poco a poco las


caras de desafío se van tornando a una carcajada
monumental. Somos dos idiotas ¿enamorados?

- ¿Sabes? – me dice Rober pasándome el brazo


por los hombros – A veces pienso que el estar
tan cómodos no es normal.
- Nos conocemos de hace un mes, y… - me da
miedo decir que parecemos ya una pareja.
- Dilo, yo también lo pienso.
- ¿Qué piensas?

133
Alba Cantera López - Castro

- Que los dos sentimos que somos pareja,


aunque no lo seamos.
- Es como si lleváramos toda la vida juntos…
Desde el primer día.
- Pero no lo somos…
- Lo sé…

Creo que los dos pensamos que parecemos pareja,


pero que ninguno estamos preparados para hacer
oficial en algo que todavía ni sabemos que creemos.

134
Alba Cantera López - Castro

5. Un fin de semana diferente


- ¿Quieres que vayamos a mi casa? – me
pregunta Rober.

Rober y yo estamos paseando por la ciudad. Creo


que no hemos parado de hablar en todo el día. De
cosas poco importantes, pero que nos hacen
conocernos mejor. Vamos de la mano. No sé cómo
ha pasado, creo que ha sido para decirle que mirara
algún escaparate.

- ¿Me vas a secuestrar?


- Hasta el lunes, pequeña, por lo menos.
- Bien, me parece bien.

Poco a poco, nos vamos yendo andando hacia su


casa, una zona residencial, con todo chalets. Tengo la
sensación de que alguien nos está siguiendo, pero no
digo nada, porque no quiero que Rober crea que soy

135
Alba Cantera López - Castro

una paranoica. Un escalofrío me recorre todo el


cuerpo.

- ¿Tienes frío, pequeña?


- No, no pasa nada Rober.
- Estamos ya, esta es.

Me giro, y veo una casa de colores marrones y


negros, estilo de montaña, con tejado de pizarra. Me
parece preciosa.

- Es muy bonita, Rober.


- A ver si te gusta por dentro…

Al entrar todo es de madera, muy rústico pero a la


vez muy de hombre soltero. Se nota que no vive
aquí. Qué sólo la usa para lo mínimo. Al entrar todo
es de concepto abierto. Se ve un salón muy grande
con chimenea, un comedor, una sala de estar y una
cocina de en sueño. Es tan bonita. Es de revista.

- No tienes ninguna fotografía.

136
Alba Cantera López - Castro

- O tú tienes muchas…
- Me encantan las fotos… y esta casa es de
revista.

Me pongo a dar saltos por toda la casa y a hacer un


montón de fotografías y obligar a Rober a hacerme
fotografías por puro postureo. Rober se está
partiendo de risa. Le he hecho sacarme una copa de
vino y encender unas velas solo para echarme una
fotografía, imaginar yo espatarrada sobre un sofá y
obligando a Rober a ponerse en posiciones raras con
mi móvil para sacar la mejor foto. Suena mi móvil, y
lo que todo eran risas, Rober empalidece.

- ¿Qué pasa?

Rober no me habla, sólo, lee mi móvil.

- Rober me estás asustando.

Rober me enseña el móvil, un mensaje, de un número


oculto, otra vez.

137
Alba Cantera López - Castro

Hoy estabas muy guapa, como siempre. En la


churrería, en el mirador, en el restaurante… Estar al
lado de ese es lo que te quita luz. Una persona tan
bella como tú, no puede estar con alguien como él.
Ahora estás en su casa, él no te merece, eres una
princesa, y el un vasallo.

Un escalofrío recorre toda mi espalda, pero un


escalofrío lleno de miedo. Alguien nos está
siguiendo, no son imaginaciones mías. Abrazo a
Rober, muy fuerte, porque tengo miedo, y con él me
siento segura. Empiezo a llorar, no lo puedo evitar.

- Pequeña…
- Pensaba que… Que eran imaginaciones mías,
me han mandado otro mensaje de estos pero
más cortos. Tengo miedo, alguien nos está
siguiendo Rober. Sabe mi número.

138
Alba Cantera López - Castro

- Yo, yo también lo he notado, pero también


pensaba que eran imaginaciones mías. Es algo
que piensas que estás loco, que es imposible.
- No sé qué hacer… Estoy cagada de miedo…
- ¿Quieres quedarte conmigo unos días?
- Sí, por favor, no quiero quedarme sola.
- Sin problema, no sé si te importará, pero creo
que se lo deberíamos decir por lo menos a
Aarón y a Ester en el taller. Por precaución.
- El lunes lo hablamos por favor, ahora intenta
entretenerme… No quiero pensar en esto…

Estoy en la cama de Rober, en su habitación. Rober


ronca a mi lado. Yo no puedo dormir. No por sus
ronquidos, siempre me he dormido en cualquier sitio,
incluso en discotecas. Pero todo lo que ha pasado no
me deja dormir. La habitación de Rober va en tono
de toda la casa, sólo una cosa me llama la atención:
tiene una pared llena de fotografías, familiares, del

139
Alba Cantera López - Castro

trabajo, de pequeño… Creo que es la única zona de


la casa donde se respira a hogar.

- Pequeña ¿Estás bien?


- Sí, no te preocupes, simplemente ya son más
de las 11:00 de la mañana y no puedo dormir
más.

Ayer no follamos, simplemente nos dormimos


abrazados, creo que necesitaba esa protección. Esa
protección que siento desde el primer día con Rober,
que nunca había sentido por nadie. Estaba ahí desde
el primer día, aunque la obvié.

- Me gustaría quedarme todo el día en la cama


contigo, pequeña, pero tengo que ir al bar que
llevamos con nuestra marca.
- Un empresario como tú ¿Cuándo coge
vacaciones?

140
Alba Cantera López - Castro

- Nunca, por desgracia, pero… ¿Qué hay mejor


que pasar un domingo contigo?

Acabamos de llegar al bar de Rober, donde ya había


estado cenando con él. Me ha traído en uno de sus
coches, un Porsche 911 Targa 2.2 de 1969. Color
granate. Me ha dicho que suele venir al bar los
domingos para que la persona que lo lleva, la cual se
llama Ernesto, le ponga al día de cómo ha ido la
semana.

Pronto nos encontramos con Ernesto, está


esperándonos en la barra. Es un chico muy joven,
lleno de tatuajes y dilataciones en las orejas. Un
chico muy mono, todo hay que decirlo. Al lado de él,
ay una choni poli-operada con los labios como
morcillas. De esta no me ha hablado Rober, me
pregunto por qué.

- Hola chicos.

141
Alba Cantera López - Castro

- ¡Hola Rober! – Contestan los dos al unísono.


- Os presento a Andrea – Rober me mira, creo
que no sabe cómo presentarme, pero yo le
ayudo.
- Soy su asistente personal las 24 horas al día
los 7 días de la semana.

Es la única manera de explicar por qué estoy con él


en mi día libre, y quizás también por qué vaya con
las pintas que llevo. Ayer con todo lo que pasó, no
nos dimos cuenta que no tenía ropa limpia. Así que
me he puesto un chándal de Rober que me queda
gigante.

- Hola Andrea, soy Ernesto y esta es la jefa de


camareras, Jennifer.

Rober y Ernesto se apartan un poco para hablar de


números, y de cómo ha ido la semana. Es una
conversación informal, así que no hace falta hacerla

142
Alba Cantera López - Castro

en el despacho. A mí ahora me han dejado con la


choni.

- Una cosa que te quede claro guapita – me


salta de repente Jennifer, alias la choni – Te lo
habrás follado mil veces, pero se cansará de ti
como de todas, no te creas especial. Al final
acabará viniendo a mí.
- ¿Perdona?
- Qué eres una puta más en su lista, Rober es
mío, así que aléjate.

No sé si es por toda la adrenalina que llevaba dentro


desde ayer, o porque se me ha ido la cabeza, pero me
giro y le agarro de las extensiones morenas
asquerosas que lleva la tía. Me acerco poco a poco a
su cara, para que me oiga bien, pero que nadie se
entera y con una voz que me da miedo hasta mí le
digo.

143
Alba Cantera López - Castro

- Me lo follaré las veces que quiera, seré para ti


la mayor puta de todas. Habla de mí lo que te
de la puta gana, pero como te acerques a él, te
juro que te arranco todas las putas extensiones
que tienes en la cabeza y te dejo calva.

Para cuando me he dado cuenta, Rober y Ernesto ya


nos han separado. La otra chilla como una loca,
mientras Ernesto se la lleva dentro. Yo me he
quedado con parte de sus extensiones morenas en la
mano.

- ¿Qué coño te pasa Andrea?


- Perdón, perdón…
- ¿Pero qué coño ha pasado?
- Es una zorra, se lo merecía, lo siento pero es
verdad. La muy gilipollas me ha dicho que
soy una putita más y que tú eres suyo.

144
Alba Cantera López - Castro

Rober no habla, no habla porque creo que si abriera


la boca sería para soltar sapos y culebras. Cuando
me mira fijamente, me hace una señal para que
entremos dentro, a las oficinas. Ernesto está dentro
del despacho, donde está Jennifer con cara de perros.

- Rober, cariño… - le dice la muy puta con voz


melosa.

Rober pega tal puñetazo a la mesa, que creo que si no


se ha roto algún dedo, casi. Pero la otra zorra no se
calla la puta boca.

- Esta zorra me ha pegado, yo no le dicho nada,


se ha puesto celosa y me ha atacado. Tienes
que creerme. No es buena para ti.

Rober me mira, y yo me estoy cagando por la pata


abajo, porque creo que me va a despedir
directamente. Pero de repente gira la cabeza, algo
que nos sorprende a todos, porque se gira hacia

145
Alba Cantera López - Castro

Jennifer, y abre la boca, despacio, aspirando aire, aire


que parece que le falta.

- Tú – le dice señalando a Jennifer – lo primero


estás despedida, y antes de que hables: Acabas
de llamar zorra a mi novia, acabas de decirle
que soy tuyo, cuando en mi puta vida me he
acercado a ti, ni hemos tenido una relación. Te
has metido en mi vida privada, y además has
amenazado a una compañera de trabajo,
porque Andrea, además de ser mi novia, es mi
asistente personal.

Rober se gira y abre la puerta y da un portazo. Salgo


detrás de él sin mirar ni a Ernesto, ni a Jennifer. El
despacho está en silencio sepulcral. Veo a Rober al
final del pasillo, saliendo hacia la salida de
emergencia y le sigo. En la calle hace frío, Rober se
ha parado en seco, y yo no sé qué hacer. Le abrazo
por la espalda, es lo único que se me ocurre.

146
Alba Cantera López - Castro

- Lo siento pequeña… - me dice en voz muy


baja.
- ¿Por qué lo sientes?
- Por haber dicho que eras mi novia, por haberte
presentado a Jennifer, no sé, por todo…

Rober se da la vuelta, para quedar mirándonos, frente


a frente, aunque es algo más alto que yo. Me da un
beso, lleno de cosas bonitas, cosas de verdad. Lleno
de mariposas en el estómago y de canciones de amor.

- No me pidas perdón por decir que soy tu


novia, me gusta, en el fondo, no lo voy a
negar. En cuanto a presentarme a Jennifer…
Esa zorra se merecía lo que le he hecho.
- ¿Qué le has dicho?
- Que te voy a follar las veces que me dé la
gana, que me insulte todo lo que quiera pero
que no se acerque a ti.
- ¿Así que estabas celosa?

147
Alba Cantera López - Castro

- Supongo…

Me encojo de hombros, porque no sé qué más


decirle. Lo de Jennifer ha sido como un instinto
animal. Rober me propone ir a mi casa, mientras yo
preparo las maletas el hablar por teléfono con
Ernesto de todo lo que ha pasado. Rober, aunque no
me lo dice, no me quiere dejar sola, lo noto.

Cuando entro a mi casa, busco las dos maletas más


grandes que tengo, y las lleno de todo lo que puedo
en el armario. Cosas tan importantes como un bikini
echo. Pero no sé cuánto voy a tardar en volver a mi
apartamento. No me siento cómoda sola. No después
de lo que pasó ayer.

- Ya he solucionado todo con Ernesto. Andrea,


en cuanto a lo que pasó ayer, he pensado que
es mejor que los chicos del taller mañana no

148
Alba Cantera López - Castro

lo sepan, vamos a dejar correr esta semana por


si acaso.

Me parece bien, y asiento para hacérselo saber a


Rober, alarmar a todos por algo de un día me parece
estúpido. Pasamos la tarde en mi casa, haciendo
maletas para hacer una mini mudanza a su casa.
Mañana es lunes, comienza una nueva semana, una
nueva aventura.

149
Alba Cantera López - Castro

6. Mudanza obligatoria
La semana ha pasado rápido, ya estamos a viernes, y
estoy reunida con Rober para ir concretando cosas
sobre todas las marcas que han contactado conmigo
gracias a mi perfil de Instagram.

- Haber pequeña cuéntame que ha pensado esa


cabeza.
- Pues he pensado, que las sesiones de
fotografías que nos piden para las cuatro o
cinco revistas me parece genial, pero les
tenemos que exigir hacerlas en el taller. Será
publicidad buena. Luego quieren que
asistamos este sábado por la noche a una cena
de gala los dos. Es una subasta benéfica de
coches. Lo recaudado va para los accidentados
en carretera, así que me parece una buena
causa. También he hablado con varias marcas

150
Alba Cantera López - Castro

de ropa, y quieren hacerme como una línea de


ropa para mí. He pensado exigirles sacar la
marca del taller, como una colaboración.
- No me parece mal, lo último habrá que verlo,
porque igual nos conviene hacer algún tipo de
publicidad diferente. Igual que la línea de ropa
se centre en ti, pero hacer un coche para esa
línea de ropa, o algo así.
- Lo hablaré con ellos.

La semana en casa de Rober, ha sido escasa, no


hemos hablado de cuando tengo que volver a mi
apartamento. Pero creo que pronto. Quizás ya el
lunes. Realmente hemos estado muy poco en su casa,
he acompañado a Rober a hacer todos sus recados, y
no para nunca en casa más que para dormir. Sí sólo
para dormir, porque no hemos follado ni un poquito,
ni hemos hablado de si somos pareja o no, vaya
como vivir con un besugo, y lo de follar no lo

151
Alba Cantera López - Castro

entiendo. Justo antes de acabar la reunión con Rober,


le llaman por teléfono.

- ¿Sí? Vale… Vale, ahora se la paso. Andrea, es


para ti.

Me sorprende, porque han llamado al taller.

- ¿Sí?
- ¿Perdone? ¿Es Andrea?
- Sí, soy yo.
- Siento molestarla, pero su amiga Raquel ha
entrado en el hospital con signos de malos
tratos. Tiene varias costillas rotas, un fuerte
golpe en el cráneo y se ha roto varios huesos
del brazo. Sólo quiere hablar con usted.
- ¿Dónde está?

Apunto rápido todos los datos que me da, y le pido a


Rober que me deje su coche. Con el Porsche llegaré
antes al hospital.

152
Alba Cantera López - Castro

- Claro pequeña, vete corriendo y me mandas


un WhatsApp de cómo está.

He llegado al hospital en cinco minutos, cuando se


suele tardar el doble desde el taller. Nadie se merece
que su novio le pegue una paliza, nadie se merece
que nadie le pegue una paliza por nada. He hablado
con los médicos, y no debe de ser la primera vez que
Raquel viene así. He hablado con ella, y he sido
sincera.

- Raquel, cariño, nos conocemos de hace muy


poco tiempo, pero esto no puede seguir así.
Díselo a tu familia y vete una temporada con
ellos. Te tendrán protegida.

Aunque ha sido difícil, al final Raquel ha llamado a


su hermano que se ha presentado hecho una furia, y
se lo ha contado todo. Yo me he despedido y me he

153
Alba Cantera López - Castro

ido, no pinto nada en esa habitación. Raquel y su


hermano necesitan intimidad.

Estoy en el pasillo del hospital, yendo hacia el coche,


para ir al taller. Cuando vuelvo a tener la misma
sensación que el sábado, que me sigue alguien. Miro
quince veces hacia todos los lados, y cuando salgo a
la calle echo a correr hacia el coche. Estoy aterrada,
y no se si son imaginaciones mías. Pero me doy
cuenta que no, un hombre grande viene corriendo
detrás de mí. Me subo al coche y salgo chillando
rueda del hospital. Siento si le hago algo al coche de
Rober, pero necesito salir de allí, volver al taller, con
él.

Entro al taller a más de 100 km/h y tirando de freno


de mano. Cuando ya veo que estoy en el parking,
echo el cierre centralizado y vuelvo a coger el
volante, y las lágrimas ya caen por mi rostro. Oigo
salir a gente del taller corriendo, y llamarme. Una

154
Alba Cantera López - Castro

llamada entra en mi móvil, y lo cojo con el manos-


libres. Es una voz distorsionada, habla, pero lo único
que entiendo es algo que me aterroriza aún más.

- Por mucho que corras, siempre te encontraré,


princesa –

Lloro, estoy en shock, no me puedo mover. Todos


los chicos del taller, incluso Ester están intentando
abrir el coche. Pero no pueden. No escucho a
ninguno, pero los oigo a todos. Hasta que empiezo a
escucharlo, sólo él me calma.

- Andrea, abre por favor, soy yo.

Es él, es Rober. Quito el cierre centralizado, y me


hago un ovillo en el coche. Rober abre la puerta y me
abraza.

- ¿Qué ha pasado pequeña?


- Otra vez

155
Alba Cantera López - Castro

Lo miro, y con solo esas dos palabras y la mirada


Rober entiende que le estoy diciendo. Pega un
puñetazo al coche y empieza a chillar.

- ¡Ester llama ahora mismo a la puta policía!

Nadie sabe qué está pasando, pero Rober no sabe lo


de la llamada, y tengo que contárselo.

- Me ha llamado, me ha dicho que por mucho


que corra, seguirá encontrándome. Siento si te
llega alguna multa, necesitaba llegar al taller.
- Pequeña, ahora eso es lo de menos.

No podemos hablar más, en el taller hay un revuelo


enorme. Rober los reúne a todos. No podemos entrar
al despacho, así que abrazada a él, y escondida,
Rober empieza hablar en el mismo parking.

- Chicos, merecéis una explicación y os lo voy


a contar por encima. Sé que esto es un poco
raro, pero alguien está acosando a Andrea, y

156
Alba Cantera López - Castro

no sabemos para qué. Por eso lleva una


semana en mi casa viviendo, sé que todos lo
sabéis y es una tontería ocultarlo. No
queríamos decir nada por si era algo puntual.
Pero viendo lo de hoy…

Todo el taller se queda en silencio, creo que nadie se


esperaba todo lo que está pasando. Aarón se acerca a
mí, yo me separo de Rober y me fundo en un abrazo
con el que es el mejor amigo de mi jefe. No puedo
evitar volver a empezar a llorar.

- Para, no merece la pena – me dice, mientras


levanta la cabeza para dirigirse a todos – Si
algo he aprendido con todos vosotros, es que
somos una gran familia. Así que en todo lo
que podamos ayudar a Andrea, hay que
hacerlo.

157
Alba Cantera López - Castro

Un coche llega al taller, creo que todos tenemos los


nervios a flor de piel. Tanto, que entre Aarón y
Rober hacen una pantalla con sus cuerpos para
cubrirme. Una chica con el pelo castaño claro vestida
con uniforme entra en el taller, es la policía.

- Buenos días señores, soy la teniente Castillo


¿Han llamado?
- Sí ¿Podemos hablar en mi despacho? –
contesta Rober.

La teniente Castillo, entra con Rober y conmigo en el


despacho de Rober. Hasta ella misma se sorprende de
que yo entre detrás. Creo que se espera algún
problema relacionado con coches o algo así.

- Gracias por venir teniente Castillo, la hemos


hecho llamar por Andrea.
- ¿Me podrían explicar que ha pasado?
- La está acosando.

158
Alba Cantera López - Castro

- ¿Podrían explicarme los hechos?

Así que entre Rober y yo le explicamos todos los


acontecimientos que hemos tenido a lo largo de los
días con mi acosador o acosadora.

- ¿Tiene algún enemigo en la ciudad, Andrea?


- No, no llevo más que unos años viviendo
aquí, no conozco a mucha gente, y nunca
había tenido ningún problema.
- Investigaremos lo ocurrido, la mantendré
informada.

Le damos las gracias a la teniente Castillo, y se va


del despacho, dejándome sola con Rober. Ya más
tranquila, hay algo que tengo muy claro.

- Rober, hay algo que tengo muy claro… Nadie


me va a encerrar en casa, y va a impedir que
haga mi vida. No quiero vivir con miedo.
- Pequeña, pero…

159
Alba Cantera López - Castro

- No quiero vivir encerrada y tener miedo.


- Lo entiendo ¿Quieres irte de mi casa?
- La verdad es que, en ese sentido, es verdad
que me siento más protegida en tu casa. Lo
que quiero decir es que no voy a dejar de salir
a la calle porque alguien esté obsesionado
conmigo, eso sí tomaré más precauciones.
Mañana por ejemplo, quiero ir a la gala
benéfica.
- Pensaba que te querías ir de casa…
- No para nada, es divertido vivir contigo, y no
estar sola al llegar a casa. Llevo mucho
tiempo con la rutina, trabajo – casa.
- Pues yo…
- Tú rutina es sólo casa…
- ¿Cómo es posible que me estés echando la
bronca? Mujeres…

160
Alba Cantera López - Castro

Nos reímos, nos reímos porque nos comprendemos y


por lo absurdo de la situación. Porque estamos
discutiendo de la rutina, con todo lo que ha pasado.

- Ven aquí pequeña, dame un abrazo anda.

Nos fundimos en un abrazo. Huelo a Rober, huele a


él, y una mezcla de coco, que es el gel que utiliza.
Pienso, pienso que quizás somos justo lo que
necesitábamos el uno para el otro. Pero es un suicidio
enamorarme de alguien en tan poco tiempo.

Sábado noche, estoy delante del espejo, vamos a ir a


la gala benéfica. Creo que he vuelto loco a Rober,
hemos recorrido todas las tiendas del mundo, hasta
que al final encontré el vestido en una pequeña tienda
al lado de casa. El vestido es largo, y blanco, muy
vaporoso. Llevo escote trasero y un cuerpo entero de
pedrería. La falda es de tul.

- Estás muy guapa.

161
Alba Cantera López - Castro

Me giro y veo a Rober, creo que la mandíbula me


llega al suelo. Va con traje negro, y camisa blanca.
Se le intuyen los tatuajes del torso y se le ven los de
las manos. Va sin corbata. Creo que ya va fuera de su
estilo como para ponerle corbata.

- ¡No pareces tú capullo!


- ¿Tan feo estoy?
- ¡ESTAS PARA COMERTE CON PAPAS
FRITAS!

Rober ha elegido otro de sus coches para ir a la gala


benéfica, un Ferrari F40, negro. Que sexy es verle
conducir este coche.

- ¿Estamos preparados para este tipo de fiestas?


– le pregunto a Rober.
- Creo que nosotros disfrutaríamos más en
cualquier bar con una copa en la mano. Este

162
Alba Cantera López - Castro

tipo de fiestas es un concurso de ver quien la


tiene más grande.
- ¿Por qué me han invitado a mí, y a ti no?
- Porque siempre vende más una cara bonita, y
sinceramente, porque aunque tenga mucho
más dinero que ellos, no venir de una familia
rica les toca los cojones.
- Odias estas fiestas.
- Sí, pero no me queda otros cojones que venir.
Son buena publicidad, y es verdad que se
ayuda a las personas. Lo que no me gusta de
estas fiestas es la gente.

Cuando llegamos a la fiesta, un aparcacoches nos


coge el Ferrari, y nosotros nos dirigimos a echarnos
fotos en la alfombra roja. Hay millones de paparazzi.
Rober no para de reírse, pero no por los paparazzi,
sino porque estoy como loca preguntando por todo.
La fiesta es un gran salón con varios coches

163
Alba Cantera López - Castro

expuestos. Hay una barra de bar donde se concentra


prácticamente todo el mundo. Hay una pared que da
a una terraza repleta de gente.

- Está todo súper chulo. Me encanta.


- ¿Te sientas en la terraza y voy yo a por algo
de beber? – me pregunta Rober.

Yo asiento, y me voy hacia la terraza. Me siento en


un banco acolchado de color blanco. Dios, lo que
daría por tumbarme, los tacones ya me tienen jodida.
Eso sí, me he echado unas sandalias planas en el
bolso, por lo que ya estoy pensando en ponérmelas,
cuando alguien se sienta a mi lado.

- ¿Qué haces aquí Iván?


- Vaya, parece que no te alegras de verme.
- No, no, simplemente me has sorprendido.
- Siento no haberte llamado esta semana para
quedar como dijimos, he estado muy ocupado,

164
Alba Cantera López - Castro

pero tú tampoco me llamaste ¿Estuviste con


Rober?
- Sí, yo también he tenido mucho trabajo esta
semana.

Me sienta mal que me pregunte por Rober de esa


manera, él no es nadie para preguntarme por lo que
he hecho ni con quien estoy. Él no es mi dueño.
Parece que me ha leído el pensamiento.

- Siento si te ha molestado la pregunta, no es


con mala intención.
- No. No pasa nada.
- ¿Te apetece quedar mañana a echar un café?
Me apetece charlar contigo.
- Vale, hablamos mañana.

Contesto con la mejor de mis sonrisas, hoy estoy un


poco borde, no me fio ni de mi sombra después de
todo lo que ha pasado. Pero me digo a mi misma que

165
Alba Cantera López - Castro

es Iván, el chico guapísimo que está interesado en


mí. Aunque me empiezo a dar cuenta que me da
igual lo guapo que sea, porque seguiría eligiendo a
Rober, una y mil veces más ¡Joder que asco me
empieza a gustar demasiado! Niego la cabeza, y me
digo a mi misma que tengo que desengancharme de
Rober, porque ya sé lo que es eso, porque ya sé lo
que es que te utilicen, que te enamoren y te desechen.
Mañana quedaré con Iván. Es lo mejor para mí.

- ¿Dónde vamos a ir? – le pregunto a Iván.


- Déjame sorprenderte ¿Vale?

Rober viene con dos copas de champagne en la


mano, está muy guapo, pero su cara refleja una ira
que empaña toda esa belleza.

- Hola Iván, cuanto tiempo.


- Hola Rober, estábamos Andrea y yo quedando
para mañana.

166
Alba Cantera López - Castro

- ¿Quedando?
- Sí, la he invitado para tomar algo y mañana la
llevaré al mejor restaurante de la ciudad, hace
falta reserva pero a mí me harán un hueco.
- Tomar, yo creo que me voy ya a casa.

Rober ofrece las dos copas a Iván y se da la vuelta,


yo salto de mi asiento como si fuera un cohete, y
corro detrás de él. Sé cómo se ha sentido Rober,
atacado. Corro hasta no poder más, me descalzo para
poder ir más rápida. Pregunto por él a todo el mundo,
hasta que al final encuentro al aparcacoches que le
acaba de dar su coche. Se ha ido, me dice. Le llamo,
una y mil veces, pero salta el contestador. Vuelvo a
la fiesta, aunque ya no me apetece estar en ningún
lado.

- ¿Estás bien?
- Iván, lo siento, no.
- ¿Por qué se ha ido así Rober?

167
Alba Cantera López - Castro

- Creo… Creo que se ha sentido atacado.


- Pero… ¿Pero estáis juntos?
- No, Iván, no te preocupes. No somos pareja.
Pero supongo que ya te habrás dado cuenta
que Rober te tiene manía.
- Sí, lo sé. Pero lo siento, no te voy a dejar en
paz, porque a él no le guste.
- ¿Me puedes llevar a casa? No me encuentro
bien.
- Vale, claro, vamos a coger el coche.

Iván tiene un Bugatti Chiron, puta pasada de coche,


todo hay que decirlo. He intentado llamar quince
veces a Rober, pero no tiene cobertura, sé dónde está,
en el mirador. No sé a dónde ir, no tengo llaves ni de
mi casa, ni de la de Rober.

- Iván, no tengo dónde ir.


- ¿Qué? ¿Por qué dices eso?
- No llevo las llaves de mi casa, ni de mi coche.

168
Alba Cantera López - Castro

- ¿Quieres quedarte conmigo en mi hotel? Te


prometo que me portaré bien.
- Vale, mil gracias.
- Para eso estamos.

Iván me lleva a su hotel, está en el centro.


Demasiado lujoso para mí gusto. Demasiado rococó,
demasiadas flores. Su habitación es igual que el
hotel. Por favor, que cutre.

- Tengo dos habitaciones, y te puedes dormir en


la que quieras.
- ¿Me puedes dejar una camiseta tuya? Es para
dormir, no tengo nada.
- Sí claro.

Me tumbo en la cama, estoy sola, la camiseta huele a


Iván, las sábanas huelen a Iván. Pero es un olor que
no dice nada en mí. Me duermo, pensando en cómo
estará Rober.

169
Alba Cantera López - Castro

7. Reconciliaciones y
preocupaciones
Un día nuevo, domingo, y no he pegado ojo. Me
pongo el vestido que llevaba ayer. Quiero ir a casa de
Rober. Creo que Iván aún duerme. Le dejo una nota
agradeciéndole todo. Llevo algo de dinero en el bolso
que llevaba ayer, junto al móvil (el truco de esconder
los billetes en la funda del móvil nunca falla). Llamo
a un taxi y voy directa a casa de Rober.

El Ferrari está aparcado fuera, así que Rober está en


casa. Llamo pero nadie me contesta, doy la vuelta al
chalet, la puerta de la cocina está abierta. Cuando
entro en casa está todo por los suelos, y Rober está
durmiendo en el sofá del salón. Hay mucha cerveza,
demasiada.

- Rober.

170
Alba Cantera López - Castro

- ¿Qué haces aquí?


- Llevo llamándote toda la noche.
- ¿Iván?
- ¿Qué pasa con Iván?
- ¿Por qué no estás con él?
- Porque estoy aquí, contigo.

Rober se despereza, y se sienta en el sofá. Huele a


cerveza, odio ese olor.

- Necesitas una ducha.


- No me apetece ducharme.
- ¿Por qué te fuiste ayer así?
- Porque sé lo que va a pasar, porque al final te
irás con él, puto pijo.

Cojo la mano a Rober, y lo dirijo hacia el baño de su


habitación. Rober no habla, no levanta la cabeza,
pero por lo menos me sigue. Me desnudo poco a

171
Alba Cantera López - Castro

poco, y Rober hace lo mismo. Hay una electricidad


en el ambiente, que se puede cortar con un cuchillo.

- Pequeña…
- ¿No te das cuenta verdad? Que me da igual
Iván, y que ya te he elegido a ti más de una
vez antes que nadie.
- No quiero perderte.
- Ni yo.

Nos besamos, y nos metemos a la bañera que se ha


ido llenando con agua caliente.

- ¿Qué quiere decir todo esto Rober?


- No lo sé
- ¿Somos pareja?
- ¿Lo somos?

Nos volvemos a besar, pero esta vez con amor, como


nunca nos habíamos besado. Con la certeza de que
vamos a estar juntos para siempre. Lo hacemos

172
Alba Cantera López - Castro

despacio, sin presura. Porque ahora mismo somos el


centro del universo, todos los planetas giran
alrededor nuestro. Rober se introduce en mí
despacio, no es la primera vez que follamos, pero sí
es la primera vez que hacemos el amor. Nos
movemos lentamente, y pronto nos llega el orgasmo
a los dos. Nos quedamos abrazados, como si se
hubiera parado el tiempo.

Me estoy secando el pelo, lo llevo demás de largo,


pero soy a las que les da pavor cortárselo. Rober se
ha ido, supongo que a ponerse algo de ropa. Estoy
con los nervios a flor de piel, no puedo obviar que no
he follado, que he hecho el amor. Pero eso no es lo
que más miedo me da, si no que creo que nunca me
lo habían hecho así. Creo que nunca nadie se había
preocupado en ese ámbito tanto de mí, y yo de él. Es
como si fuéramos uno. Salgo con una toalla
enroscada al cuerpo y voy corriendo a coger ropa

173
Alba Cantera López - Castro

interior, y como soy una enferma, abro todos los


cajones de la habitación de Rober hasta encontrar
una camiseta. Sí, es verdad que estoy más cómoda
con sus camisetas, pero en el fondo sé que me gusta
porque huele a él.

Un estruendo suena desde la cocina, suena a miles de


platos rotos… Bajo las escaleras tan rápido que no
me mato y salgo en los periódicos por poco. Rober
tiene sangre en las manos, y hay miles de platos y
vasos rotos por el suelo de la cocina. Su cara es la
clara representación de la rabia.

- Rober ¿Qué pasa?

Rober se queda quieto, mirando al suelo, de pie, sin


moverse. Me acerco a él, pero sigue sin moverse.

- Rober, por favor, me estás asustando ¿Qué


pasa?

174
Alba Cantera López - Castro

- ¿Por qué no me has dicho que has pasado la


noche con él?

No entiendo muy bien que quiere decir, sí, me fui


con Iván anoche, pero no hice nada, porque estaba
preocupada, por él, por como estaba, porque me daba
igual todo, excepto que él estuviera mal.

- Rober, he pasado la noche en su suite, pero en


la otra habitación. Vine aquí, te llamé mil
veces, no tenía llaves de mi casa, de ningún
sitio… Me daba miedo quedarme sola.
- ¿¿POR QUÉ CON ÉL?? ¡¡JODER!!
- ¡¡POR QUÉ NO TENÍA A NADIE MÁS
JODER!! – pero me doy cuenta que creo que
él ya sabía que me había ido con él ¿Por qué
ahora esta rabia? – Rober ¿Qué ha pasado?
Esta mañana esperabas que me hubiera ido
con él ¿Por qué ahora estás así?

175
Alba Cantera López - Castro

Rober no me habla, pero busca algo, cuando lo


encuentra me doy cuenta que es, su móvil. Tiene la
pantalla rota, pero se lee perfectamente el WhatsApp
que ha desencadenado que Rober tenga que comprar
una vajilla nueva.

Iván: Sé que ha vuelto contigo, no te la mereces y lo


sabes. Es tu segunda oportunidad, cuando la cagues
por segunda vez, será mía. Tarde o temprano la
perderás.

Menudo hijo de la gran fruta, pero no por el mensaje,


sino porque se cree que soy un trofeo. A mí estos
concursos de meadas me tocan el coño. Creo que
Rober empieza a ver que me sale humo de las orejas,
porque si él ha roto la vajilla, yo voy a romper hasta
los cuadros. Echo a correr, a buscar mi móvil, que
está en el salón. Un WhatsApp de Iván.

176
Alba Cantera López - Castro

Iván: Sé que te has ido sin decirme nada, porque


sería incómodo para los dos. Siempre estaré ahí
para ti, nunca lo olvides. No voy a negar lo que
siento por ti, es absurdo. Siempre te esperaré.

¡¡PERO SERÁ GILIPOLLAS!! Es lo único que me


apetece chillar.

- Pequeña
- ¿Por qué me tiene que tocar a mí este puto
lío? ¡De verdad con lo tranquila que vivía yo!

Miro a Rober, y sin saber porque una sonrisa nos


aparece en la cara.

- ¿He hecho tu vida más interesante?


- A veces me gustaría que fuera más
tranquila… ¿Por qué has roto todo?
- ¡Quizás porque tiene razón o porque le tengo
mucho asco!
- ¡Ostia, otra vez Rober!

177
Alba Cantera López - Castro

- ¡Lo sé, joder!

Me tapo la frente con la mano, y pongo los ojos en


blanco. Por Dios bendito, las mujeres seremos
complicadas, pero cuando se ponen los hombres.

- ¡TE ELIJO A TI ROBER!

Nos quedamos en silencio, el chillo ha sonado por


toda la casa, y mira que es grande. Pero el
subconsciente me traiciona, y me empiezo a partir de
risa. Rober no entiende por qué. Lo he elegido como
si fuera un Pokemon.

- ¿Pero ahora que pasa? ¿No te has tomado la


medicación?

Rober ya no sabe si llorar de la rabia, o empezar a


reírse conmigo. Así que le tengo que explicar por qué
me rio, porque no se entera.

- Estás como una puta cabra, pequeña…

178
Alba Cantera López - Castro

Las cosas se van calmando poco a poco, y Rober ya


está más relajado. Pero los dos nos damos cuenta de
que hay manchas de sangre por toda la cocina y hasta
el salón. Rober tiene en las manos varios cortes
bastante feos, así que nos toca ir a urgencias. Cojo
las llaves del Ferrari, porque es el coche que está
aparcado fuera, y hay que ir rápido al hospital.

Estoy en la sala de espera de urgencias, a Rober le


van a tener que curar las heridas para que no se le
infecten, pero no le tienen que dar puntos, menos
mal. He estado bromeando con él desde que llegamos
con que ahora vamos a tener que ir al Ikea a comprar
vajilla. Se agobia solo de pensarlo. Ahora Rober está
en enfermería, y yo ya no sé cómo ponerme en la
silla. Tengo el culo plano ya.

- ¿Andrea?

179
Alba Cantera López - Castro

Un chico muy alto, vestido de médico, y con una


cara pan que no puede con ella me ha saludado.

- ¡Andrea! ¡Cuánto tiempo! Soy Jorge ¿Me


recuerdas?

Como no voy a recordarlo, es mi puto ex, el cual me


dejó justo cuando nos íbamos a vivir juntos por que
su madre no quería y bueno, luego me enteré que me
ponía los cuernos con la primera de cambio. Es con
el ex que más he durado, tres putos años de mi vida
tirados a la basura. Además al idiota de él le va bien,
es médico. Qué rabia me da que le vaya bien, espero
que tenga almorranas por lo menos.

- Hola Jorge ¿Qué tal? – le digo con el tono


más seco que puedo.
- Muy bien, me pillas trabajando ¿Cómo así por
aquí?

180
Alba Cantera López - Castro

Ahora como le digo yo a este puto subnormal que he


venido con mi jefe el cual es como mi novio, y que le
ha dado un ataque de celos y sin querer se ha
cortado. Pero se me enciende la bombilla, al ver la
cara de Rober detrás de él. Dios, está para comérselo,
aunque me mira con cara de: me duele mucho, dame
mimitos.

- Hola – dice Rober, al ver que estoy hablando


con Jorge.
- ¡Hola cariño! – le saludo con todo el amor y la
coquetería que puedo. Le planto un beso de
tornillo en medio de la sala de urgencias.

He salido de casa con un chándal de Rober, y me da


una rabia terrible que el capullo de Jorge me vea con
estas “trazas” así que si no puedo joderle diciéndole
con el cuerpo: “Mira lo que te has perdido” por lo
menos que me vea feliz. Rober me mira con cara de

181
Alba Cantera López - Castro

póker, pero pronto sabrá el “porqué” de esta


efusividad.

- Perdona Jorge, este es Rober, mi prometido,


igual lo conoces es el dueño de la marca
Crazy Lions. Es bastante conocida por aquí.
Rober este es Jorge, mi ex.

Rober me mira sonriendo, sabe perfectamente lo que


estoy haciendo. Es un cabronazo que me conoce
bastante bien, no tanto como mi ex porque ahora
mismo parece que se le salen los ojos de las órbitas.

- Eh, sí, sé quién es, encantado. Enhorabuena


por el compromiso Andrea.
- ¡Gracias! ¡Estamos muy ilusionados! – le
contesto a Jorge lo más feliz que puedo.
- ¡Y muy enamorados! – Se une conmigo
Rober.

182
Alba Cantera López - Castro

Rober se merece un monumento, porque Jorge por


poco se va corriendo del mal rollo que se estaba
formando.

- Gracias, gracias, gracias… - le doy mil veces


las gracias a Rober, y le doy mil besos. Me ha
salvado el culo pero bien.
- ¡De naaaada mujer! Pero como sigamos
diciendo que estamos prometidos, va a acabar
saliendo en la prensa o algo así.
- Lo que sea por joder a ese capullo – siseo
- Idiota tuvo que ser, por dejarte marchar.

Pasamos una tarde tranquila, Rober ahora mismo está


tirado en el sofá, quejándose de que no echan nada en
la televisión, mientras yo estoy con el ordenador
viendo todas mis redes sociales. Viendo que
Instagram y Facebook se me quedaban cortos, he
añadido a la página web del taller (dónde hay
información del taller, coches, del bar… del imperio

183
Alba Cantera López - Castro

en general) una sección del blog. Dónde ir poniendo


todos los viajes y vídeos explicando más
detalladamente todo. También he hecho un canal de
YouTube donde subir todos los vídeos. Vaya, ya me
siento toda una influencer profesional. Aunque mido
mucho lo que pongo, necesito una línea entre lo
profesional y lo personal. Aunque no quiero trabajar
en domingo, no lo puedo evitar. Desde que muevo en
las redes sociales la ropa y accesorios del taller, se ha
agotado todo el stock, así que he encargado el doble
de lo normal y me estoy planteando decirle a Rober
que abra una tienda de ropa física que también lleve
los pedidos online porque se me está yendo de las
manos lo de los pedidos. También he aprovechado
para poner anuncios en la web que nos puedan dar
dinero, pero que no nos hagan competencia. Poco a
poco, Andrea, que llevas un mes en la empresa. Miro
a Rober por encima de las gafas, resopla mil y una

184
Alba Cantera López - Castro

veces y ha pasado ya quince veces los mismos


canales.

- ¿No ves que no hay nada en la televisión?


- Lo sé, coño, pero me aburro.
- ¿Qué sueles hacer los domingos?
- Trabajar.
- ¿Quieres que salgamos a cenar?
- No, no hace falta.

No sé qué más decirle, esta tranquilidad es rara con


Rober.

- Rober…
- ¿Qué pasa?
- Gracias por dejarme quedarme en tu casa.
- Sabes que no me importa…
- Todavía no la he visto entera.
- ¿Quieres un tour?

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Alba Cantera López - Castro

Me levanto como una flecha, esta casa es gigante, y


tengo mil ganas de explorarla. El primer piso lo he
visto entero, la cocina, el comedor, y los dos salones.
Rober me saca al jardín, lo había visto, pero nunca
había salido a él. Es grande, y está rodeado de
muchos árboles, tiene piscina y una zona de
barbacoa. Lo que más me gusta es que la piscina está
integrada en el paisaje.

- No uso mucho esta piscina, a veces hago


alguna fiesta en verano, pero poco más. Creo
que sólo utilizo la habitación y para dormir.

Subimos a la segunda planta, su habitación en suite


ya la he visto, hay otro baño completo, y varias
habitaciones más, sin ningún alma, parecen de hotel.

- ¿Por qué sólo tienes fotografías en tu cuarto?


- Supongo que es la única zona que considero
mi casa, tampoco tengo muchas, con mi

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Alba Cantera López - Castro

padre, con mi hermana y mis sobrinos y con


los chicos del taller.
- ¿Y por qué no haces que toda la casa física
sea tu hogar?
- ¿Y cómo se hace eso?
- No lo sé…
- ¿Quieres decorarla tú? Te doy carta blanca, y
todo el dinero que quieras, que parece que te
gusta esto de la decoración.

Creo que Rober no sabe lo que ha hecho, tengo


carpetas, y carpetas en Pinterest llenas de ideas de
casas, esa casa que nunca he tenido. Le digo que sí
como una tonta a todo.

Cuando creo que he acabado el tour, Rober me coge


de la mano y bajamos las escaleras hacia el garaje.
Pero no hay un garaje, hay una rampa, una rampa
hacia el sótano.

187
Alba Cantera López - Castro

- Esta es la única modificación que hice a la


casa. Aquí nunca ha venido nadie, bueno a
parte de Aarón y mi padre. Me refiero a fuera
de mi familia.
- ¿Tienes un cuarto rojo del dolor?
- ¿¡Qué coño!?

Me empiezo a descojonar, pero es que me ha sonado


a Christian Grey cuando enseña a Anastasia el cuarto
de sadomasoquismo.

- Nada déjalo, cosas mías.

Bajamos la rampa, y ahí está, verdaderas joyas de la


automoción. Todas debajo de la cocina, del salón.
Parece un museo de coches antiguos, además de la
decoración con pósteres y fotografías. Muchas de las
fotografías son personales, Rober en moto, en coche,
echando carreras… Pero lo más impresionante son
los coches: Un Mercury Comet de 1974, un Mustang

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Alba Cantera López - Castro

Fastback modelo 1965, un Lamborghimi Miura de


1969, Chevrolet Fleetlinede 1952, Shelby GT
Fastback 1968, Shelby Mustamg GT 350, además de
los coches que ya había visto. Pero lo que más me
llama la atención es una fotografía grande con un
señor que se parece mucho a él.

- Es mi padre.
- Es muy guapo, tanto como tú.
- Le admiro, es mi héroe.

Miro a Rober, y veo que está emocionado. Quiere a


su padre, pero además de su padre es su madre, y
además su héroe.

- Él me enseño su amor por los coches, el amor


por la familia, el me lo enseñó todo, y me
sigue enseñando cosas día a día. Intento ser
mejor persona por él.
- Eres buena persona.

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Alba Cantera López - Castro

- Pero no soy una persona de alta cuna, mi piel


está llena de tinta, bebo cerveza no
champagne...
- Ser un pijo no es sinónimo de buena persona,
ser buena persona depende de cada uno ¿Por
qué siempre estás con lo mismo?
- De pequeño tenía que trabajar en lo que fuera
para poder comer a final de mes, muchos de
mis compañeros de clase se reían de mí, mi
coche se caía a pedazos. Sólo me ayudaban
los que eran como yo, los compañeros que
tenían dinero siempre me miraban por encima
del hombro. Ahora tengo mucho más dinero
que muchos de ellos, no me siento mala
persona, pero cuando vas a sus fiestas te
siguen mirando como si no merecieras lo que
tienes. Como si siguiera siendo el mismo niño
pobre.

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Alba Cantera López - Castro

- Pero has conseguido mucho, debes estar


orgulloso.
- Lo peor, y lo más gracioso es que uno de los
impulsos que me hace seguir es darles en los
morros, poder decir, tengo el mismo poder
adquisitivo que vosotros pero no soy como
vosotros.
- El dinero no nos hace diferentes, sólo nos
ayuda a tener cosas que quisiéramos también
de pobres pero no podemos permitírnoslas.

Rober me deja sorprendida, es un adicto al trabajo,


pero me doy cuenta de por qué odia a Iván.
Realmente no odia a Iván, odia a todos los chavales
que se rieron de él, por simplemente sacar a su
familia a delante. No era pobre, pero ha luchado por
sus sueños desde joven. Es admirable.

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Alba Cantera López - Castro

Rober se ha empeñado en cocinar para cenar, es todo


un espectáculo verlo, o intentarlo ver cocinar. Una
simple pizza ha conseguido meter al horno.

- No sueles cocinar ¿verdad?


- No, en realidad creo que es la primera vez que
enciendo el horno de esta cocina.
- ¿Qué sueles cenar?
- Lo que sea que me hagan en el restaurante.

Me rio, a veces es como un niño. Nunca tuvo a su


madre, pero se centra tanto en el trabajo que creo que
se le a olvidado todo excepto el trabajo, y follar, folla
de vicio. Me río recordando todo lo que hemos
follado, mucho y bien.

- ¿De qué te ríes boba?


- De que follas muy bien.
- Vaya ¡Gracias!
- Ya sabes que no tengo filtro.

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Alba Cantera López - Castro

- ¿Y quién necesita eso?

Rober apaga el horno, y me sube a la encimera de la


cocina, y me besa.

- ¿Post-ponemos la cena?

Le giño un ojo, y le beso yo. Sabe tan bien. Sabe a


hogar y a sexo, sabe cómo comer el primer helado
del verano, cómo acurrucarse en la cama una mañana
frío de invierno.

Suena el despertador, y un gruñido suena al otro lado


de la cama. Estamos los dos desnudos, no sé si a
Rober le apetecerá, pero a mí me gusta follar por la
mañana y me subo encima de él.

- ¿Quieres unos buenos días especiales? – le


digo a Rober. Su sonrisa me afirma que quiere
esos “buenos días”.

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Alba Cantera López - Castro

Subo y bajo encima de él lentamente, mientras le


beso, los dos seguimos medio dormidos. Yo no
duraré mucho, así que me muevo con más celeridad.
El orgasmo es dulce, y a la vez me deja temblando.
Creo que Rober lo nota, y se tensa debajo de mí. El
clímax le llega y lo noto descargar dentro.

No decimos nada, sólo sonreímos, nos duchamos


juntos y desayunamos en silencio, pero con miradas
cómplices.

- Andrea, nunca hemos hablado… de la


protección en el sexo.
- ¿¡ESTÁS LIMPIO NO!? ¿NO ME HABRÁS
MENTIDO?– Creo que la cabeza me va a
estallar como me diga que tiene alguna
enfermedad. La cabeza me estallará, pero yo
juro que le corto la polla si me ha pegado
algo.
- Si, si coño… Pero deberíamos hablarlo.

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Alba Cantera López - Castro

Entiendo lo que quiere decir, y empiezo a hablar,


porque yo ni había caído – me doy cuenta que nunca
lo hemos hecho con codón pero que nunca hemos
hablado del tema seriamente.

- Si tú estás limpio, por mí no tienes que


preocuparte, tomo la píldora, pero por
precaución siempre lo hago con condón. Así
que siéntete afortunado, majete, que has
entrado al jardín de las delicias.

Le he dicho a Rober que quiero mi coche, pero ya,


que me gusta conducir y tener esa independencia. Así
que antes de ir al taller, hemos pasado por mi casa.
Ahora está debajo del coche, mirando a ver si hay
alguna bomba o algo.

- Rober tengo un acosador, no un asesino, hijo.


- Vale, vale, pero ten cuidado.

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Alba Cantera López - Castro

Estoy tan contenta que hasta llamo a mi madre por el


manos-libres, este mes con el trabajo he hablado
poco con ella. A veces me saca de quicio, pero
cuando estoy contenta sólo quiero contárselo. Sí, soy
muy: Ni contigo ni sin ti.

- Mamá
- ¡Quién te oye!
- Lo siento, con el nuevo trabajo…
- ¿Y qué tal es? ¿Vas contenta? ¿Ganas mucho?
- Bien mamá, todo bien, estoy contenta.
- ¿Te pasa algo?

La verdad es que no quiero contarle ni lo de Rober,


ni lo de mi acosador. Pero lo nota, no es tonta, sabe
que me estoy mordiendo la lengua. Eso me pasa por
no saber estar callada, que cuando me callo me lo
notan.

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Alba Cantera López - Castro

- Mamá estoy yendo a trabajar ¿Hablamos más


tarde?
- Sí claro, un beso.
- ¡Otro beso mamá!

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Alba Cantera López - Castro

8. Despedidas forzosas
El día en el trabajo ha ido bien, quedan sólo unas
horas para irnos. Le he planteado a Rober lo de
montar la tienda de ropa, y ha llamado a una empresa
que se dedica a buscar locales, y lo hemos estado
mirando por encima. No he comido más que un
simple sándwich, y sólo he revisado las redes
sociales, y he montado en algún video. Parece
mentira que semejante chorrada me lleve toda la
tarde. He engañado a varias personas del taller para
que me ayudaran a hacer vídeos y fotografías. Me he
cambiado 15 veces para tener un book de fotografías
de la ropa del taller. Cuando levanto la cabeza Ester
me sonríe.

- No has parado en todo el día.


- Y no he hecho una mierda…

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Alba Cantera López - Castro

- No seas tan dura ¿Sabes cuanta gente ha


llamado ya preguntando por ti y por Rober
desde que empezaste a trabajar aquí?
- ¡¿QUÉ?!
- No quería decir nada, pero cada día llama
mucha gente, estoy por decirle a Rober que
contrate a otra secretaria para las llamadas del
taller.
- Pásame si quieres a mi esas llamadas.
- No, ese es mi trabajo, no me importa, pero
sólo hay que ver que has dejado sin stock la
ropa de la tienda, y eso no había pasado
nunca.
- Creo que voy a ir a hablar con Rober de todo
esto. Pienso que no le estamos sacando el
provecho que podemos.
- Me parece bien… Pero Rober se ha ido hace
un rato ¿No te acuerdas?
- Joder ¡Es verdad! Ya ni me acordaba.

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Alba Cantera López - Castro

Llaman al teléfono, pero esta vez no es el de Ester, es


el mío personal.

- Hola, perdone ¿Es usted Andrea?


- Si ¿Quién es?
- Perdona, soy de la comisaría de policía,
llamábamos para confirmarle que tanto el
accidente de hoy de su novio, como las
amenazas que ha estado recibiendo usted y él
son de su acosador.
- ¿Lo han podido identificar ya?
- No, lo siento, en cuanto sepamos algo más le
avisamos.
- Si, vale, gracias.

¿Accidentes? ¿Amenazas? Tengo que hablar con


Rober, creo que me ha estado ocultando cosas que no
me debería ocultar.

- Ester ¿A qué hora a salido Rober?

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Alba Cantera López - Castro

Justo cuando se lo estoy preguntando, Rober entra


por la puerta, Rober y Aarón detrás, van magullados,
llenos de sangre y la ropa rota.

- ¿Qué…? – Es lo único que me sale decir.


- ¿QUÉ OS HA PASADO? – chilla Ester
detrás.
- No pasa nada, nos han pegado un golpe, y
sólo es un susto. Algunas heridas y poco más
– dice Aarón – Marcho a casa a ducharme,
creo que tú deberías hacer lo mismo Rober,
das asco – y sonríe.

Rober no está de humor, se le nota, pero Aarón ha


rebajado la tensión que traía en la cara.

- Sí, marchamos a casa, Andrea. Ester tú


también puedes irte a casa también.

Recojo las cosas, no paro de darle vueltas a que han


hecho daño a Rober por mi culpa. Echo todo al bolso

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Alba Cantera López - Castro

y me despido de Ester y de Aarón con un abrazo.


Subo a mi coche, y me doy cuenta que el coche de
Rober está destrozado en el parking, se me corta la
respiración y aprieto fuerte el volante. Rober sube al
asiento del copiloto.

- No lo pienses pequeña.
- ¿Cómo no lo voy a pensar Rober?
- Vamos a casa, y lo hablamos más tranquilos.

Me estoy haciendo una tila, aunque me apetece más


ponerme un chupito de tequila, uno detrás de otro.
Rober se está duchando. Un mensaje llega a mi
móvil.

Anónimo: Él no te merece, tienes que estar con


alguien que te merezca, princesa. Pero si él no se
quita del medio, yo lo haré.

Me doy cuenta en este momento, que por mucho que


quiera estar con Rober, él no puede vivir con este

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Alba Cantera López - Castro

miedo. Así que corro hacia la habitación, cojo la


maleta y le dejo una nota a Rober de despedida. Me
va a doler estar sin él, pero prefiero estar sin él
sabiendo que está bien, a estar con él sabiendo que
puede morir.

Cojo mi Mustang y piso a fondo el acelerador, no me


apetece ir a casa, sólo me apetece correr. Doy vueltas
y vueltas a la ciudad con el coche, hasta que decido ir
a mi casa. Me arrepiento en cuanto veo el coche de
Rober en la puerta. Paso de largo, seguramente esté
dormido en el coche, lleva llamándome y
mandándome mensajes más de dos horas. Me doy
cuenta entonces que debería buscar un sitio para
dormir y echar gasolina, para cuando me doy cuenta
veo que me dirijo a casa de mis padres. Es muy tarde,
pero tengo llaves.

Intento abrir la puerta de casa con sigilo, mis padres


viven en un piso, y su habitación es la más alejada de

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Alba Cantera López - Castro

la entrada. El pasillo de la casa de mis padres es


eterno, su habitación está conjunta a la mía, así que
tengo que ser un lince.

Mi madre no cambia, encuentro mi pijama debajo de


la almohada sin problemas, cuando me lo pongo me
siento segura. Una luz se enciende en el pasillo,
mierda.

- Andrea ¿Qué haces aquí? ¿Qué pasa?


- Tranquila mamá, he salido de viaje de trabajo
y me pillaba más cerca venir a casa que ir a la
mía. Mañana me voy por la mañana tengo que
trabajar.

Mi madre me da las buenas noches y se va, creo que


se ha tragado, bien por Andrea. Me meto a la cama, y
pongo la alarma en el móvil, no quiero que mañana
se me haga tarde. Tengo cientos de llamadas de
Rober, y muchísimos mensajes de WhatsApp. Borro

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Alba Cantera López - Castro

todo, si lo leo sé que volveré con él, y eso le pondrá


en peligro. Me duermo, porque espero que mañana
sea otro día, y espero que la cosa mejore.

Estoy de vuelta a casa, el desayuno de mi madre me


ha puesto feliz, me ha hecho hasta tarta. Un lujo,
vamos, normalmente desayuno un cola-cao con
cuatro galletas rancias. Llego a mi portal y veo que el
coche de Rober ya no está, así que entro a casa
relajada. Me cambio, me pongo un chándal y decido
que lo mejor para mí será ir a mi cafetería favorita, y
relajarme un poco, bueno y buscar trabajo.

Estoy relajada, con un cortado con hielo, porque es


primavera y ya empieza a hacer calor y mirando
revistas de moda, las cuales tienen trucos buenísimos
para el maquillaje y el pelo, que yo nunca sabré
hacer. Una camarera me deja un trozo de tarta de
chocolate.

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Alba Cantera López - Castro

- Del chico de la barra, te invita – y me guiña el


ojo.

Levanto la cabeza y veo a Iván, IVÁN ¿Qué coño


hace aquí? Le sonrío, aunque no tengo ganas de
sonreír, alguien me está acosando.

- ¡Qué casualidad!
- Las casualidades no existen, pero si el destino
– me dice él.
- Qué místico te has vuelto de repente.
- ¿Dónde está Rober?
- Ya no trabajo para él, soy una chica en paro.

Iván no esconde su cara de satisfacción, algo que me


repatea, pero tengo que decirme a mí misma que él
no sabe nada de lo que ha pasado.

- ¿Cómo así?
- No éramos compatibles.
- ¿Crees que nosotros lo podríamos ser?

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Alba Cantera López - Castro

- ¿Está ligando usted conmigo?


- Siempre señorita, ya lo sabes, desde el primer
día que te vi sentí como si estuviéramos
conectados. Como la leyenda del hilo rojo.
- ¿Hilo rojo?
- Sí, dice la leyenda que hay personas que
nacen unidas con un hilo rojo invisible, que
por mucho que se alejen unas de otras,
siempre acabarán uniéndose.
- Es una leyenda muy bonita, pero…

No sé cómo decirle que por muy guapo que me


parezca, nunca he sentido nada por él, ni mariposas,
ni nada en el estómago. No he sentido que estemos
conectados. No me he sentido en casa con él. Iván no
es mi hogar.

- Sé que es un poco precipitado, pero… ¿Te


gustaría venir mañana a un evento conmigo
Andrea?

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Alba Cantera López - Castro

- Eh… Vale, sí… Pero yo no tengo ropa para el


tipo de eventos que vas tú.

No, no quiero ir, pero no sé cómo decirle que no.


Siempre se porta tan bien conmigo… ¿Y si las
mariposas llegan más tarde? ¿Y si él tiene razón?

- No te preocupes, soy amigo de una


diseñadora, Pnina Tornai.
- ¡Es diseñadora de bodas!
- Sí, pero seguro que puede adaptar un vestido
suyo en otro color, o algo así.
- ¡Pero es mañana!
- No te preocupes, seguro que me ayuda.
- ¿Y las tallas?
- Si quieres me puedes dejar un vestido tuyo o
algo para que sea más fácil.
- Vale, vamos a mi casa, está aquí al lado.

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Alba Cantera López - Castro

Cuando llegamos a mi casa, veo el Ferrari de Rober.


Me hago la loca pensando en una solución, y miro a
Iván. Se me ocurre, se la mejor manera de que Rober
no vuelva conmigo. Le doy la mano a Iván, a él no le
sorprende. Me mira con una sonrisa como de
satisfacción. Lo que él no sabe es que en cierta
manera le estoy utilizando. Quiero que Rober me vea
con él, para que no vuelva más, para mantenerlo a
salvo.

- Mierda – siseo
- ¿Qué pasa Andrea? – me pregunta Iván
confuso
- ¡Que no sé qué coño hace Rober aquí!
- ¿Dónde está?
- El Ferrari es de él.
- ¿Quieres que le diga algo?
- No, mejor no, paso de más movidas con él.
- ¿Tan mal habéis acabado?

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Alba Cantera López - Castro

- Sí, mejor no preguntes.

Rober en cuanto nos ve baja del coche, visiblemente


enfadado, lo entiendo. Yo me giro a Iván que no sabe
lo que pasa, y le doy un pequeño beso en los labios.

- Por favor, entra en casa – y le doy las llaves


de mi casa.

El beso ha sido, horrible, sin sentido, sin amor, sin


ningún tipo de sentimiento. Ha sido labio con labio.
No me he puesto ni cachonda, y eso me hace pensar
que Iván solo es un chico guapo. Pero no me da
tiempo a pensar más por que Rober está delante de
mí. Está enfadado, pero muy guapo, como siempre lo
está él. Sólo tengo ganas de llorar, pero tengo que ser
fuerte por él, por los dos.

- Al final lo has elegido a él ¿verdad?


- Sí, lo siento Rober, no sabía cómo decírtelo.
Él, el me da más estabilidad que tú.

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Alba Cantera López - Castro

Creo que Rober me conoce bien, y creo que en el


fondo sabe que le estoy ocultando algo. Pero también
creo que el dolor no le hace pensar con la razón, y se
va de malas maneras, derrapando con en Ferrari y
muy cabreado. Entro en casa, con ganas de
esconderme y no salir nunca de mi escondite. Pero
está Iván, sentado, tan bien sentado. Es el tipo de
chicos que le encantaría mi padre que llevara a casa.

- Lo siento, me ha montado una escena y se ha


ido.
- Es normal que esté así, ha perdido lo más
valioso que tenía, aunque no lo tratara como
tal.
- Rober me trataba muy bien.
- Pero sus coches lo son todo para él, sólo hay
que verlo.

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Alba Cantera López - Castro

- No hables de Rober de esa manera, que ya no


trabaje con él, no quiere decir que no lo
respete. Nuestra equivocación fue acostarnos.
- Eso no te lo voy a negar, acostarte con él es y
siempre será un error.

Me dan ganas de meterle un puñetazo y partirle esos


dientes perfectos, pero en cambio le doy un vestido
cualquiera que tengo en el armario y le pongo miles
de excusas para sacarlo de casa.

Al final se va, gracias a Dios, y empiezo una lucha en


mi cabeza de si estoy haciendo bien con todo esto.
Me levanto y cojo toda la comida insalubre que veo
en casa, lleno la mesilla de toda esa comida y me
tumbo en el sofá ¡Qué vivan los días de mierda!

Me despierto en el sofá, pegajosa gracias al helado


que me comí ayer. Cada día tengo más claro que yo

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Alba Cantera López - Castro

con los días des-aprendo en vez de aprender, no sé ya


ni comer sin mancharme.

Echo el chándal a lavar, y me meto a la ducha. Me


siento sucia, pero no sólo por fuera, si no por dentro.
Sé que le estoy haciendo daño a propósito a Rober,
pero me digo a mi misma que es lo mejor. Me seco
rápido, y me aliso el pelo, porque he quedado con
Iván y me va a venir a buscar, tengo la prueba del
dichoso vestido.

Llaman a la puerta, así que salgo derrapando, con el


cepillo de pelo en la mano y vestida… Vestida como
voy por casa, la peor camiseta que tengo, de
propaganda claro y un pantalón viejo y ancho.

- Hola Iván, me visto y nos vamos, cinco


minutos porfa.
- Vale, vale ¿puedo pasar?
- Sí, sí, claro.

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Alba Cantera López - Castro

Dejo a Iván sentado en el sofá, sí ese sofá mugroso


que he dejado lleno de mierda esta noche. Me siento
en la cama y miro mi armario, pienso que Iván está
sentado en mi sofá con un traje negro impoluto y
camisa blanca con corbata negra. Salgo corriendo
hacia mi pequeño salón, si se le puede llamar salón.

- Iván ¿Qué coño me pongo? ¡Qué yo no tengo


ropa pija como tú!
- Ponte cualquier cosa, estás guapa con lo que
sea.

Por Dios, que frase más típica. Cómo odio a los tíos
que dicen a todo que sí, joder, algo habrá que te guste
más que otra cosa. Me pongo un vestido negro, con
un poco de vuelo en la falda y manga corta. Me
maquillo un poco. Un moño despeinado, porque
cuando salgo de la ducha parezco un león, y lista.

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Alba Cantera López - Castro

- ¿Nos vamos? – le digo a Iván cogiendo el


bolso.
- Estás muy guapa – se levanta y me rodea el
cuerpo.

No voy a negar que me siento incómoda con esta


cercanía, pero soy yo la que la ha propiciado. Así que
le cojo la cara y le planto un beso en el pómulo.

- ¡Tú sí que eres guapo “salao”!

Iván ha traído una especie de limusina con chófer.


Que cosa más incómoda, con lo que me gusta ir a mí
haciendo DJ de copiloto.

- Pnina te va a gustar…
- La conozco, bueno conozco su trabajo. Me
encanta como diseñadora de vestidos de
novia. Son tan… Diferentes.
- Este vestido no es de novia, pero quien sabe,
igual es la que diseñe tu vestido de novia.

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Alba Cantera López - Castro

- Yo no tengo dinero para pagar sus vestidos.


- Pero yo sí.

Iván sonríe, como diciendo: Soy rico, cuando nos


casemos tendrás todo lo que quieras. Sí, tiene razón,
pero dar prioridad a esas cosas, es ser muy
superficial. Yo quiero un amor como el de mis
padres, el de mis abuelos… Que con cuatro perras y
llegando mal a fin de mes siguen juntos. Estar en las
buenas es más fácil que estar en las malas.

Pnina es maravillosa, es una mujer pequeña, con


aspecto muy joven y siempre sonriendo. Se ha
pasado un poco con el botox en los labios para mi
gusto, pero me sigue pareciendo una mujer atractiva.

- ¿Te gusta el vestido Andrea?

Cuando me giro y veo el vestido, me parece precioso.


Aunque para mi gusto, quizás es demás de atrevido.
Es negro con encaje, y con muchas, muchas,

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Alba Cantera López - Castro

muchísimas transparencias. Es de tirantes, y deja un


escote muy bonito, aunque con más tetas quedaría
precioso.

- Es maravilloso, muchísimas gracias Pnina.


Eres maravillosa.
- Te recomiendo que el pelo te lo dejes suelto,
es como mejor quedará este vestido.

Pnina me da algunos trucos más para ir cómoda con


el vestido, y me enseña los zapatos, son terriblemente
altos, pero me encantan…

- ¿Son unos MANOLOS?


- ¿Sí por?
- Estos zapatos cuestan más que lo que gano yo
en un mes Pnina…
- Es un regalo de Iván, dijo que te gustarían…
- Si claro…

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Alba Cantera López - Castro

Tener unos manolos, ha sido uno de los sueños de mi


vida. Son como los zapatos que siempre has de tener
en tu zapatero. Pero son carísimos. Iván se está
volviendo completamente loco.

- Pnina ¿Puedes decirle a Iván que entre?


Quiero que vea el vestido.
- ¡Claro!

Iván se había quedado en la sala de espera del salón


de Pnina, ya que me ha comprado todo esto, creo que
es justo que lo vea. Entra y abre los ojos como platos.

- ¿No te gusta?
- ¡Me encanta! Estás tan diferente.

Sí, diferente me siento, me siento alguien que no soy.


Me gustan las cosas caras, y me gustan tanto el
vestido como los zapatos, pero… ¿Así por qué sí? Si
algo sé de la vida, es que nadie te regala nada sin dar
algo a cambio.

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Alba Cantera López - Castro

Voy en la limusina con Iván, claro, me ha contratado


una maquilladora y una peluquera que han venido a
mi casa a ponerme divina. Vaya, creo que no me he
hecho más fotografías en mi vida. Parezco sacada de
Pinterest.

- ¿Qué coño digo si me preguntan Iván?


- Mientras no digas coño…
- ¿Y si se me escapa un eructo? ¿O un moco?
- ¡Sabes comportarte, no seas tan angustias por
favor!
- ¡Joder Iván!
- No hables así…
- ¡Pareces mi padre!

Es verdad, Iván me recuerda a mi padre, tan estricto,


tan perfecto. Es verdad que siempre he pensado que
voy sin frenos y a lo loco, pero yo no necesito un
freno, necesito alguien que me acompañe de la mano.
Que me acompañe de la mano y que a veces me siga

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Alba Cantera López - Castro

el ritmo y que cuando tenga que frenar me frene,


pero que no me cambie, que me acepte como soy.

La fiesta es en su sitio pijo que te cagas, desde que he


entrado no puedo dejar de mirar las lámparas de
arañas que hay en el techo, no puedo parar de pensar,
el coñazo que tiene que ser limpiarlas. Pero claro,
seguramente nadie de esta sala se esté preocupando
por eso.

- ¿Te lo estás pasando bien? – me pregunta Iván


- Sí claro, eso sí, mañana no me preguntes los
nombres de todas las personas que me has
presentado, porque no me acuerdo ya de
nadie.
- No pasa nada, lo importante es que te lo estés
pasando bien.
- Me voy a ir a sentar un poco, los tacones me
están matando. Voy al servicio también ¿vale?
- Vale, te espero por aquí.

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Alba Cantera López - Castro

Me voy buscando un baño desesperada, y después un


banco. Hago pipi como puedo, joder que difícil que
es mear con vestido largo y no mojar todo el vestido.
Salgo del baño, y al ver que no hay nadie, me pongo
todo el vestido bien mirándome al espejo, me retoco
el maquillaje como puedo y salgo en busca de lo
mejor de la noche, un banco. Cuando lo veo me salen
hasta corazones en los ojos. Putos zapatos, como me
duelen los pies. Voy corriendo, pero me choco con
alguien.

- Perdón
- Pequeña…

No, joder, no. Cuando escucho decir pequeña y su


voz me rompo. Sé quién es perfectamente, de repente
todo huele a él, a casa a hogar.

- Rober

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Alba Cantera López - Castro

No sé qué decir, tengo los ojos llorosos. Necesito que


Rober esté bien, siento algo por él, no lo voy a negar,
y todo esto me duele.

- Lo siento… - susurro
- ¿Ya estás con él no? Él ha ganado…
- No, no…
- Me voy para siempre, pequeña, lo has elegido
a él… Sé feliz.
- ¡Te quiero! Rober, joder… ¡Te quiero! Todo
lo he hecho por ti…

Pero Rober ya se ha ido, y yo me quedo destrozada…


Porque por fin he sacado de dentro lo que siento por
Rober, porque le quiero, porque es mi hogar.

- Princesa, nos vamos a casa.

Cuando oigo esa voz, esa voz que no es de Rober,


con ese apelativo. Pero algo me tapa la boca y me
desmayo, todo es negro.

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Alba Cantera López - Castro

9. Atrapada
Me duele muchísimo la cabeza, estoy tumbada en
una cama que no conozco. Cuando abro los ojos todo
está iluminado con las primeras luces del día. Es una
habitación que no había visto nunca, cama con dosel,
todo de madera, baño contiguo. Parece una
habitación de una mansión antigua.

- ¿Qué hago aquí? Joder…

Intento abrir la puerta, las ventanas… Todo está


cerrado con llave. Me suena el jardín que veo desde
la ventana, pero no caigo de qué. Un sonido viene
desde la puerta, alguien entra.

- Iván…
- Hola princesa

223
Alba Cantera López - Castro

- ¿Por qué? ¿Por qué haces esto? ¿Por qué me


has acosado? ¿Por qué amenazaste a Rober?
El accidente…
- Ya te dije que no iba a parar hasta que estarías
a mi lado, estamos unidos de por vida, por un
hilo rojo.
- Eres un maldito hijo de puta.
- Ahora pensarás que soy así, pero al final lo
superarás.

Iván sale cerrando la puerta, y cierra la puerta con


llave. Iván, Iván es el acosador. Es él desde el
principio. Tengo miedo, tengo miedo porque ahora
mismo Rober no me habla, y él ni se lo esperará,
creerá que simplemente no quiero saber más de él.

Siempre he estado un poco, loca, un poco… mucho,


pero jamás había pensado estar en esta situación.
Creo que jamás nadie piensa que va a tener un

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Alba Cantera López - Castro

acosador que la va a secuestrar. Me pongo a pensar,


en qué podría hacer para ayudar a los posibles
investigadores de mi desaparición, suponiendo que
me están buscando.

Recuerdo que una vez en la televisión, una chica que


estaba secuestrada se hacía una pequeña herida en el
dedo y marcaba de sangre cosas como la salida de
humos, o cosas así. Así que durante varias horas me
dedico a pensar señales que pueda dejar en esta
habitación, por si me mueven y la registran poder
encontrar ADN mío, por mucho que la limpien.

Escucho sonido detrás de la puerta, y me tumbo en la


cama haciéndome la dormida.

- Princesa ¿Estas despierta?


- No me llames princesa – siseo con rabia desde
la cama.
- Siempre serás mi princesa

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Alba Cantera López - Castro

- ¿Por qué Iván? – me levanto y le miro a los


ojos, esos ojos que me parecían preciosos, y
que ahora me dan asco.
- Por qué es lo mejor, cuando sepa que no
tienes riesgo de fugarte te dejaré libre.
- Si me quedaría aquí contigo, nunca sería libre.
- ¿Y con él sí?
- Sí, con él sí.
- Tienes que comer algo, te he traído algo.

Iván me ha subido una especie de desayuno


continental, con un montón de comida. Pienso en un
principio en no comer por seguridad, pero es
absurdo, si me quisiera haber hecho algo, ya lo
podría haber hecho.

- ¿No quieres hablar?


- ¿De qué voy a hablar contigo? ¿Del tiempo?
Me tienes encerrada como si fuera una
delincuente. Yo no he hecho nada.

226
Alba Cantera López - Castro

- ¿Por qué le dijiste te quiero?


- Porque es la verdad, por mucho que me
encierres, le quiero a él, no a ti.

Iván se va, se va y me deja todo el día y toda la


noche allá, encerrada. Eso sí, me sube las comidas
religiosamente a la hora, no falla. Pero ya no me
habla. Creo que se intenta engañar a él mismo, está
loco. Está obsesionado. Me río, me rio porque me
acuerdo de Rober, que pensaba que todos los tíos
pijos son mejores, y que Iván podría cuidarme mejor.
El dinero no lo es todo, y esto sólo lo confirma.

Se me cae la casa encima, voy calculando un poco


las horas gracias al sol. No soy una experta, pero me
hago una idea. Sé que llevo ya más de un día y medio
aquí, por qué ya está anocheciendo por segunda vez.
Tengo esperanza… Esperanza de que alguien en
redes sociales se dé cuenta de mi última conexión,
por ejemplo. Tener tantos seguidores tiene que servir

227
Alba Cantera López - Castro

de algo. Es una mierda vivir sola, porque nadie


espera que llegues a una casa a una hora, o yo que sé.

Iván no me dirige la palabra, creo que está enfadado,


que le jodan… ¿Qué pensaba? Que me iba a rendir a
sus pies y le iba a dar mi amor eterno.

Suenan otra vez pasos al otro lado de la puerta, pero


más acelerados de lo normal. Será Iván que viene a
darme la cena. Pero algo me paraliza al ver abrir la
puerta. Es Iván sí, pero con un revolver.

- Lo siento princesa, pero si no es conmigo, no


vas a estar con nadie.

Un disparo, me quema el pecho, miro hacia abajo y


veo que Iván me ha disparado. Me sale muchísima
sangre, intento taponarla, pero todo se oscurece.

No sé si estoy soñando, o esto es la realidad. No


siento nada, simplemente escucho, mis párpados no

228
Alba Cantera López - Castro

se levantan, y todo sigue negro. Escucho un pitido


repetitivo, y alguien llorar a lo lejos.

- Por favor, Andrea, despierta, pequeña.

¿Rober? No entiendo nada, Rober y yo ya no nos


hablamos. Ya no somos nada… ¿Qué hace conmigo?
Quizás sabría lo de Iván, quizás se enteró de todo.
No lo sé. Quiero saberlo, necesito saberlo.

- Cariño, despierta, estamos todos aquí.

¿Mi madre? Esto sí que es raro, escucho a mi madre,


que coño hace mi madre con Rober. Madre mía, esto
casi parece de película.

Por fin consigo abrir los ojos, cuando enfoco, flipo


en colores. Mi madre y Rober juntos, preocupados y
mirándome como si fuera un experimento de la CIA.

- ¿Qué coño hacéis aquí? – digo a duras penas,


sin poder moverme, que asco.

229
Alba Cantera López - Castro

- ¡Menudo saludo hija! Voy a llamar al médico


para decirle que se ha despertado Rober, te
dejo con ella.

Creo que tengo tal cara de susto, que hasta Rober se


le escapa una sonrisa.

- Llevas más de un mes en coma, pequeña,


estábamos muy preocupados.
- ¿Estábamos? No puedo casi ni hablar…
- No hables, pero te conozco y quieres saber
todo, así que escucha… Nadie sabía que
estabas secuestrada, yo estaba enfadado pero
le seguía dando vueltas a nuestra última
conversación. Me parecía raro que al día
siguiente no pondrías nada en redes sociales.
Estés como estés siempre te pasas por esos
sitios. No le di importancia, pero ya estaba
con la mosca detrás de la oreja. Hasta que al
día siguiente me llamaron, la inspectora

230
Alba Cantera López - Castro

Castillo tenía sospechas de que Iván podría


estar detrás de todo, y comenzamos a cuadrar
ciertas cosas. Detalles, como que todo empezó
desde que lo conociste, o cosas así. Fueron
con una orden judicial para hacerle unas
preguntas y revisar su casa, por precaución, ya
que era la teoría más coherente. Iván se enteró
de que iban a su casa, y que la policía había
hablado conmigo. Así que por miedo a
perderte, te disparó, apuntó al corazón, pero
no llegó a tocarte. Estás fuera de peligro, y ya
sólo tienes herida, pero nos diste un susto muy
grande. Me llamaron al taller, de que te
llevaban de urgencia al hospital con una
herida de bala y que habían detenido a Iván.
Bueno… luego ya te lo imaginas, tuve que
avisar a tus padres, a los cuales me he
presentado como novio, porque si no era un
poco raro, y avisar a todo Dios. Has salido en

231
Alba Cantera López - Castro

los periódicos, y he tenido que dar unas


cuantas entrevistas, y bueno… He hecho
algún comunicado en tu nombre. Joder,
pequeña, si te hubiera pasado algo…
- Gracias… Yo… yo te dejé por qué el me
amenazó…
- Si, lo sé, en cuanto encontraron tu móvil
vieron todos sus mensajes, que enviaba desde
un móvil con tarjeta. Vi que la noche que me
dejaste, te dijo que si no te ibas con él me
mataba a mí ¿Por qué no me lo dijiste?
- Porque tenía miedo de que te pasara algo.
- Que nunca se te olvide, que juntos somos más
fuertes, pequeña.

Mi madre entra como una exhalación con el médico


detrás, la pobre se nota que ha dormido mal. Sé que
lleva el móvil en la mano por que estará avisando a
toda la familia de que estoy despierta. Me hace

232
Alba Cantera López - Castro

gracia que hable con Rober como si lo conociera de


toda la vida. Que mi novio y mi madre se conozcan
en estas circunstancias… Sólo me puede pasar a mí.

- Buenos días, soy su médico ¿Cómo te


encuentras?
- Débil

El médico es un señor regordete, con pelo blanco y


bigote. Me ha dicho que se llama Manuel. Es muy
agradable.

- Es normal que estés débil, la medicación que


llevas es muy fuerte, pero no te preocupes, en
unas horas te encontrarás mejor. Te
quitaremos todos los cables que tienes
enchufados y estarás unos días en observación
para ver si todo está correcto.
- Vale gracias.

233
Alba Cantera López - Castro

- Has tenido mucha suerte, me alegro de que


estés bien. Tienes una familia que se ha
preocupado mucho por ti.
- Siento si han dado mucha guerra.

El médico me sonríe, sé cómo es mi familia, habrá


venido hasta el cura que me bautizó. Pero a pesar de
ser muy dramáticos, somos una piña.

- Ahora vendrán unos enfermeros a quitarte


todo ¿vale?

Dios mío, a qué hora me han quitado toda la mierda


que llevaba, que dolor. Llevo unas horas sin ningún
tubo ni nada, ya puedo comer sólido y beber. Me
muevo con dificultad todavía porque estoy algo
débil, pero me encuentro bien. He obligado a Rober a
irse a casa a ducharse y dormir algo, parecía cansado.
También ha venido toda mi familia, pero les he dicho
que se vayan que estoy bien, sólo se ha quedado mi

234
Alba Cantera López - Castro

madre, que está ahora aquí conmigo, y estoy


esperando el interrogatorio.

- Mamá, suéltalo.
- Es muy guapo, pero tiene muchos tatuajes.
- Lo sé, los odias, seguro que cuando te llamó
flipaste.
- Nunca ningún novio tuyo había llamado a
casa, ni lo habíamos conocido de tal manera.
Me acuerdo de Jorge, pero nunca hablamos
más allá de un hola y un adiós. Esto parece
más serio.
- Se ha portado muy bien conmigo.
- Me ha contado que llevabas un tiempo
viviendo en su casa, por lo del acosador, y que
estabais peleados ese día, por eso no supo
antes de tu desaparición. Ha estado
destrozado. Él y todos tus compañeros de

235
Alba Cantera López - Castro

trabajo. Parece que has encontrado por fin tu


sitio.
- La verdad es que me lo paso bien con este
trabajo. Mamá sé que me vas a decir que no,
pero deberías irte a casa, seguramente me den
el alta mañana o pasado, y me parece una
tontería que no duermas en una casa cuando
todo se ha solucionado.
- Lo sé, lo sé… Lo he hablado con Rober, y él
se va a hacer cargo de todo.
- Pues si has cogido confianzas…

Mi madre nos ha puesto a Rober y a mí la cabeza


como un bombo. Piensa que se me ha olvidado hasta
andar.

- Mi madre te va a volver loco.


- Bueno… por lo menos nos ha llenado la
nevera de Tuppers. La tuya y la mía, por si
acaso.

236
Alba Cantera López - Castro

- Lo siento…
- No digas eso, me hace gracia, yo nunca tuve
eso… Una madre que se preocupara por mí,
que me haría la comida, que me limpiara hasta
los mocos si hace falta.
- Pues mi madre no te preocupes que ya te ha
adoptado. Ya está pensando cuantos hijos
tendremos, cuando nos casaremos… Una
madre vamos…

Rober se ríe, creo que añora el haber tenido una


madre. Pero bueno, no es coña lo que le he dicho, mi
madre ya se ha puesto en modo madre ON con él.

- Gracias por preocuparte tanto por mí Rober.


- Eres tan pequeña, que temía que te hubieran
metido en una maleta y te hubieran facturado
a la otra parte del mundo.

237
Alba Cantera López - Castro

Rober me mira con una sonrisa socarrona, hay algo


de lo que no hemos hablado todavía, de ese “te
quiero”.

- Rober yo… Yo te dije la verdad.


- ¿Qué quieres decir?
- Yo te quiero…

Rober se queda parado sentado al lado de la cama,


esconde su cara entre sus manos. Igual lo he
asustado, pero tenemos que hablar de eso…

- Yo Andrea… Pequeña…
- Sé que es algo muy fuerte, yo no te obligo a
nada, pero en ese momento necesitaba
decírtelo.

Rober me mira, me mira como nadie nunca me había


mirado, coge mi cara y me besa.

238
Alba Cantera López - Castro

- Pensaba que te había perdido para siempre


cuando leí tu nota, tu adiós, y ahora estás aquí
diciéndome que me quieres.
- ¿Estoy loca? Nos conocemos de hace tan
poco…
- Sí tú estás loca… Yo también lo estoy…

No hace falta que me lo diga, porque se ha


sobreentendido… Me quiere, pero entiendo que sea
algo demasiado fuerte para decirlo. Me basta con
saber que en el peor momento de mi vida, ha estado
ahí, eso vale más que dos mil te quiero.

Por fin, después han pasado dos días desde que


desperté, y ya me han dado el alta. Han mandado
miles de flores y peluches a la habitación, me
encantan los peluches, me apasionan, creo que Rober
ha hecho ya 3 viajes a su casa a dejar peluches… Las
flores les he echado fotografías, y las han sacado de
la habitación, la alergia que me han dado, madre mía.

239
Alba Cantera López - Castro

Rober me ayuda a levantarme de la cama y a


vestirme, sigo muy débil.

- Me siento estúpida.

No hago más que gruñir, necesito hacer algo más que


estar tumbada sin hacer nada. El viaje se me hace
larguísimo, tengo ganas de llegar a casa, coger el
ordenador y ponerme a trabajar. No sé cómo se
tomará Rober que quiera trabajar aunque sea desde
casa.

Cuando entro a casa, me sorprende ver un montón de


fotografías, nuestras en la entrada de casa.

- ¿Esto?
- He estado pensando que tenías razón, esta
casa no era un hogar.
- ¿Y eso se cambia con fotografías nuestras?
- ¿Qué mejor hogar que tú?

240
Alba Cantera López - Castro

Lo abrazo, porque es lo más bonito que me han dicho


nunca y porque se merece todo lo bueno que le pase.
Me siento en el sofá y le pido mi portátil.

- ¿En serio pequeña?


- Rober me gustaría proponerte poder hacer el
trabajo desde casa, por lo menos en el blog o
algo así. Me gustaría ir a la oficina, pero sin
moverme de allá. Total voy a estar sentada.
- Me parece bien que hagas cosas, pero poco a
poco por favor.

Rober es comprensivo, creo que me quiere tener


entretenida, estoy un poco insoportable. Me da el
portátil mientras él deja todas mis cosas en la casa y
hace algo de cena.

Cuando abro el portátil veo que hay miles de correos


electrónicos preguntando por lo que me ha pasado,
miles de mensajes en Instagram, en Facebook… Aún

241
Alba Cantera López - Castro

no tengo móvil, Rober me ha explicado que me lo


darán mañana, ya que lo tiene la policía. Cómo no lo
necesitaba… Dada las circunstancias, por si acaso lo
mejor era que mi móvil estaría a disposición de los
investigadores.

Cuando veo las etiquetas de Instagram, hay varias


que me sorprenden enormemente, en realidad tres, de
Rober. Una de cuando desaparecí, otra de cuando me
encontraron y otra de cuando me desperté.

Nunca había estado en esta situación, pero pido


ayuda a todos los que me seguís. Esta es Andrea,
como sabéis trabaja en el taller y ha desaparecido.
Si alguien tiene alguna pista de su paradero
mandarme un mensaje, gracias.

Rober adjuntó varias fotografías mías y varios


números de teléfono.

242
Alba Cantera López - Castro

Después de dos horribles días, por fin hemos


encontrado a Andrea. Ahora mismo está en el
hospital recuperándose de una herida de bala, que es
absurdo desmentir, ya que la prensa ha filtrado esa
información. Andrea va a salir de esta, es la persona
más fuerte que conozco. Gracias a todos por la
ayuda.

Rober en este caso adjuntó una fotografía de nuestras


manos dándose en el hospital. Me siento tan
agradecida de que estuviera tan preocupado. Pero el
último post es el mejor, quizás el más emotivo. Ha
adjuntado varias fotografías nuestras, personales,
abrazándonos, besándonos, haciendo tonterías en
casa… Fotografías que nunca pensé que Rober
subiría.

Hoy mi pequeña ha despertado, y por fin puedo decir


que la tengo a mi lado, y que la tendré siempre. Pase

243
Alba Cantera López - Castro

lo que pase, somos uno. Gracias a todos por el


apoyo.

Nunca había pensado en el Rober romántico. La


fotografía ha llegado al millón de me gusta, y hasta
famosos han comentado.

- La gente se ha preocupado mucho por ti – Me


dice Rober besándome la cabeza.
- Lo sé, pero tú… Has estado muy preocupado.
No esperaba esos post.
- Yo… Me sentía perdido, necesitaba toda la
ayuda posible.
- Gracias, de verdad.

Rober saca un paquete pequeño, envuelto con un lazo


rojo. Me quedo extrañada ¿un regalo?

- ¿Un regalo Rober?

244
Alba Cantera López - Castro

- Es algo que me he reprochado durante muchos


días, si lo hubieras tenido, las cosas podrían
haber sido diferentes…

Desenvuelvo el regalo y lo abro, una llave ¿Una llave


de qué? No entiendo el regalo.

- Es la llave de mi casa, no quiero que vengas a


vivir aquí definitivamente si no quieres, pero
si hubieras tenido esa llave… Igual no
hubieras pasado la primera noche con Iván y
él no se hubiera vuelto tan loco, o no sé…
Quiero que puedas venir cuando quieras, y
que te puedas ir también.
- Esto no hubiera solucionado nada Rober, tú
no tienes la culpa de las cosas que han pasado.
- Entonces ¿no la quieres?
- Sí, claro que la quiero, y visto lo visto me
parece estúpido tener mi casa, cuando
llevamos viviendo aquí desde que apareció

245
Alba Cantera López - Castro

Iván… Pero quiero pagarte el alquiler, me


parece injusto vivir aquí por nada.
- No quiero que me pagues el alquiler… Pero
como sé que no vas a parar hasta pagármelo…
He pensado una cosa. Yo los gastos como la
luz y el agua, ya que no tengo hipoteca ni
alquiler, y tú pagas cosas como la comida.

Me quedo pensando, y es verdad que yo por mucho


que quiera pagar lo que cuesta esta casa… Sería
imposible. Yo necesito ayuda, no lo voy a negar, me
han dado un disparo en el pecho… y aunque sea un
poco kamikaze, me parece bien lo que Rober me
dice. Asiento.

- Acepto ¿Dónde tengo que firmar?


- ¿En serio?
- Sí, claro, me parece lo más coherente.
Además por mucho que te quiera pagar… Esta

246
Alba Cantera López - Castro

casa tendrá unos gastos… Que no se si con mi


sueldo llegará.
- Con lo del sueldo tenemos que hablar…
- No quiero que me subas el sueldo Rober.
- La cosa no va por ahí, en estos meses nos he
tenido que contratar un manager. Los
contratos con marcas y eventos se nos
acumulan, sobre todo a ti. Sin quererlo, tienes
contratos millonarios con marcas.
- ¿En serio?
- Sí, pero no quiero hablar de trabajo, hablemos
de nuestra casa.
- ¿Nuestra casa?
- Sí, claro, ahora está también va a ser tu casa.
- Suena raro…
- Tendrás que acostumbrarte… Mañana
contrataré una empresa de mudanzas y hablaré
con tu casero. Pero hoy si te parece ¿vemos
todas tus locuras de ideas para esta?

247
Alba Cantera López - Castro

No hay cosa que me haga más feliz que volverme


loca en Pinterest con ideas. Rober y yo llevamos
horas viendo cómo podemos cambiar las cosas de
casa, ideas sencillas que hagan de esta casa un hogar.

- ¿Estás cansado?
- Madre mía, parece mentira que seas tú la que
estás enferma… Ya no sé ni cuantas
fotografías hemos visto.

Me quedo pensando, no sé ni que día de la semana


es, no sé ni cuánto tiempo exactamente ha pasado
desde… Desde que pasó todo.

- ¿Qué pasa pequeña?


- Me acabo de dar cuenta que no sé ni en qué
día me vivo.
- Haber, estamos a jueves, y han pasado justo
43 días desde que te dispararon.
- ¿Jueves? ¿Y el taller?

248
Alba Cantera López - Castro

- No te preocupes por el taller, está todo


controlado.
- ¿Has dejado de trabajar por mí?
- Sí, se puede decir que sí.

Miro a Rober y lo abrazo.

- ¿Es la primera vez que dejas de trabajar


verdad?
- Me daba igual el trabajo, es la primera vez
que me pasa. Sin ti, nada tenía sentido.

Yo me siento igual, y pienso que igual Iván tenía


razón en lo del hilo rojo. Pero Iván estaba
equivocado en con quién estaba conectada yo.
Porque ahora siento que por mucho que me vaya, por
mucho que me aleje, siempre estaré conectada con un
“hilo rojo” a Rober.

Rober me trata como si fuese de cristal, creo que


nunca a cuidado a nadie enfermo, y se nota. Ahora

249
Alba Cantera López - Castro

estamos en la cama, yo estoy tumbada con una


camiseta suya y en braguitas, muerte a los pijamas,
los odio. Rober se está cambiando y anda sin
camiseta por la habitación.

- ¿Algún día me contarás que significan tus


tatuajes?
- Va a tener que ser un día muy largo…
- Si quieres podemos empezar ahora…

Rober se tumba en la cama y me deja explotar todo


su cuerpo lleno de colores. Creo que los tatuajes le
hacen sexy.

- ¿Por dónde quieres empezar pequeña?


- ¿Cuál es el primero que te hiciste?
- El primero fue las flores que llevo en el
antebrazo derecho, para mí significan mi
familia, mi padre y mi hermana, y cuando
nacieron mis sobrinos me hice las otras tres.

250
Alba Cantera López - Castro

Por ejemplo, el que llevo en la palma de la


mano.
- ¿El dibujo de cambio de marchas? – le
pregunto mientras le cojo la mano izquierda,
Rober asiente.
- Sí, ese, me lo hice con Aarón, supongo que
une el amor que tenemos con los coches y
nuestra amistad.
- ¿El león que llevas en el pecho es por el
taller?
- Sí, es una parte importante de mi vida,
siempre he estado un poco loco y siempre he
querido ser el rey de los talleres, por
explicarlo de alguna manera.
- Entiendo lo que quieres decir…
- Los demás algunos son quizás cosas que en su
momento fueron importantes, como el tiempo
de mi primera carrera, o cosas así.
- ¿Y no llevas ninguno por aquí abajo?

251
Alba Cantera López - Castro

Estoy mimosa, y necesito sexo, así follar, descargar


todo ¿y qué mejor manera de hacerlo? Me siento
débil, pero necesito algo que me haga sentir viva.
Meto la mano por la cintura del pantalón de Rober,
encuentro rápido lo que quiero, preparado. Pero
Rober mueve la cabeza de manera que su nariz pega
con la mía.

- Pequeña, no deberíamos, estás demasiado


débil.
- Pero lo necesito…
- ¿Crees que yo no? Llevo más de un mes a pan
y agua…
- Házmelo tú, despacio, tranquilamente, por
favor, Rober…
- Nunca podré decirte que no…

Rober se sube encima de mí quitándose el pantalón


como puede, yo me deshago de mis braguitas. Sé que

252
Alba Cantera López - Castro

le va a costar ser dulce, porque tiene ganas pero la


primera envestida es suave y cariñosa.

- ¿Estás bien?
- Sí, tranquilo, mejor no puedo estar – le digo al
oído y le doy un beso en los labios.
- Eres puta droga pequeña…

Esa frase es la última que consigo escuchar, por que


pronto empiezo a jadear. Puto placer joder. Estar con
Rober siempre es algo más, es como si el sexo nos
haría ser una sola persona.

- Pequeña, no sé si voy a aguantar mucho…

Le aprieto la espalda con mis manos, porque no me


da tiempo a contestarle cuando llego al clímax.
Como una corriente eléctrica me atraviesa entera, y
me echo a llorar, no porque me haya hecho daño, si
no por qué es el orgasmo más brutal que he sentido
en mi vida. Me escondo en el cuello de Rober para

253
Alba Cantera López - Castro

que no me vea, él no va a durar mucho, una, dos, tres


envestidas y se derrama en mí.

- Gracias por no soltarme en los momentos


difíciles – le digo como puedo.
- Gracias a ti, por no haberme soltado nunca.

Rober me mira a la cara, y ve que estoy llorando.

- ¿Estás bien Andrea? ¿Te he hecho daño?

Yo sólo quiero abrazarle, hacerle ver que lo que ha


hecho es todo lo contrario.

- No Rober, lo contrario, me haces feliz… Muy


feliz…

Nos quedamos un rato abrazados, sin decir nada. Me


gusta el olor de Rober después de hacer el amor, es
adictivo. Nos duchamos juntos, en silencio, sin decir
nada. Rober me ayuda a ducharme, no haría falta,
pero yo agradezco que lo haga, por amor y porque

254
Alba Cantera López - Castro

estoy débil. Nos tumbamos en la cama en silencio,


abrazados, cara con cara. Pronto me duermo, estoy
cansada, la medicación y el “ejercicio” físico puede
conmigo. Sólo escucho una frase, una frase que no sé
si la he soñado o es verdad.

- Te quiero pequeña.

Un susurro antes de sumirme en un sueño feliz, en


dónde nada malo pasa, dónde la vida es sencilla y
maravillosa.

255
Alba Cantera López - Castro

10. El comienzo de una nueva


vida
Estoy feliz, porque vuelvo a la oficina. Le he
preguntado a Rober si puedo ponerme unas mallas en
vez de ir muy arreglada. Quiero estar cómoda.

- Pequeña, vas porque tú quieres a trabajar, vete


como quieras vestida.

Así que me he puesto un look total black, y unas


deportivas de estas bonitas que se llevan ahora, así si
viene alguien por la oficina estaré presentable. Me
pinto los labios de rojo, porque eso desde siempre me
ha hecho sentir más poderosa, como si por llevar los
labios rojos no me iba a doler todo el cuerpo, oye
pero la moral me sube. En el parking está todo igual
como lo recordaba, todos los coches de los chicos
están, y el de Ester también, tengo ganas de verla.

256
Alba Cantera López - Castro

Rober me ayuda a llegar a la oficina, cada hora me


siento más hábil, pero él aún no se fía… Yo le digo
que siempre he sido un pato mareado, y que estando
bien o mal me voy a caer. Cuando abro la puerta de
las oficinas…

- ¡BIENVENIDA ANDREA! – un chillo


general inunda todo el taller.

Todos los miembros del taller y Ester están en la


oficina y la han decorado con muchos globos, una
pancarta y muchos peluches para mí. Son un amor, y
me los como a besos a todos. Cuando llevamos ya
más de quince minutos de explicaciones, risas y
tonterías, Rober disuelve como puede a la masa.

- ¡Eh a trabajar hermosos! ¡Qué para eso os


pago!

Todos se ríen y le dicen cosas como que mal jefe es,


o cinco minutos más. Rober se ríe, pero les hace

257
Alba Cantera López - Castro

entender que no quiere que me agobie. Aarón, Ester


y Rober se quedan en la oficina, mirándome como si
un marciano verde hubiera aterrizado de marte en el
taller.

- ¿Pero qué miráis?


- Perdónanos Andrea, hija, es que creíamos que
no te íbamos a ver en mucho tiempo – Me
suelta Aarón.
- Serás bestia, con lo preocupado que estabas y
ahora le sueltas eso a la pobre Andrea – le
regaña Ester.
- Gracias chicos, ya estoy aquí, y tengo ganas
de sentirme útil, ya es hora de que vuelva de
mis vacaciones.

Los miro riéndome con la ceja levantada, parece que


Aarón y Ester se quedan más tranquilos al hablar
conmigo, Rober me da un beso en la cabeza y sonríe.

258
Alba Cantera López - Castro

- Rober, sé que me vas a mandar a la mierda,


pero tenemos que cerrar todos los
comunicados, contratos, etcétera que me han
llegado durante todo este tiempo – le digo a
Rober antes que se escape a su despacho.
- Eso lo ha estado gestionando como ha podido
Ester, si quieres pasar el día organizando eso
¿Os parece?

Las dos asentimos, parece una chorrada, pero es un


trabajo entretenido y a la vez bastante jodido de
organizar.

- ¿Han llegado muchas propuestas Ester?


- Dios mío hija, eres toda una famosa…

Aarón vuelve al taller, y Rober a su despacho. Ester


y yo comemos comida rápida, mientras intentamos
organizar todo tipo de cosas.

259
Alba Cantera López - Castro

- Andrea, centrémonos ¿Cómo quieres


organizar todo esto?
- He pensado una cosa, la entrevista a la revista
de coches, me parece bien hacerla la semana
que viene. Pero con una condición, que se
haga en el taller, con nuestros coches y que en
las fotografías no sólo salga yo, que podáis
salir y hablar los que queráis del taller.
- Vale, lo escribo ahora mismo y le envío la
respuesta a la revista.

Dejo a Ester redactar la respuesta a la revista, y voy


mirando más cosas que se puedan cerrar ya.

- ¿Quieren una colaboración mía con Primark?


- Sí, lee bien la propuesta, porque creo que te
gustará.

Leo bien la propuesta, quieren que publicite una línea


de ropa especial para esta temporada de otoño del

260
Alba Cantera López - Castro

taller y que sea yo la imagen. Yo me llevaré unos


beneficios de la mitad, y al taller le pagarán la
imagen de marca.

- Me parece genial, es una idea muy chula, que


llegará a muchísima gente.
- Además creo que puedes ayudar en el diseño.
- ¡Me encanta la idea Ester! Si quieres me
podrías ayudar…
- ¡Me encantaría! Pero…
- ¿Qué pasa?
- Cuando salgo del trabajo cuido de mis dos
hijos pequeños, los otros cuatro ya son
independientes, pero los dos pequeños…
- Puedes traerlos a casa y mientras nosotras
trabajamos ¿Te parece?
- Pero… ¿No vives ahora en casa de Rober?
- Sí ¿Y?
- Rober y los niños… No sé…

261
Alba Cantera López - Castro

- Ahora es mi casa también, pero si te preocupa


hablaré con él. Confirma lo de la marca, y
cuando nos manden los bocetos vamos
hablando ¿Te parece?
- Gracias Andrea por contar conmigo…
- Gracias a ti por ayudarme...

Se nos pasa el día volando a Ester y a mí, queda una


media hora para irnos, cuando Rober sale como si
fuera un elefante en una cacharrería de su despacho.

- Andrea ¿Te importa que te lleve Aarón a


casa? Es que me tengo que pasar por el bar, y
luego reunirme con los de la marca de
cervezas del taller y no sé cuánto voy a tardar,
joder.
- No claro, vete tranquilo, te veo para cenar.

Rober tiene que estar muy liado, creo que el simple


hecho de pasar tanto tiempo conmigo, le hace que su

262
Alba Cantera López - Castro

calendario normal se desbarajuste por completo. No


quiero que cambie su vida por mí, sino que la adapte.
Para mí en cambio es más fácil, porque yo he tenido
que empezar desde cero con todo, con el trabajo, con
la relación… Mi vida no tenía o no tiene la
estabilidad que Rober ha conseguido con los años.

Aarón viene a la hora de irse Rober. Gracias a Dios


Aarón no me insiste en llevarme como si tuviera cien
años, no piensa que soy de cristal, me da mi tiempo
para subirme y bajarme del coche y entrar a casa.

- ¿Quieres algo Aarón?


- Si me traes una cerveza, no me importaría.

Aarón se ha tirado en el sofá, está cómodo en esta


casa, que ahora es mi hogar. Es el mejor amigo de
Rober, y creo que es porque es de las pocas personas
francas con él.

263
Alba Cantera López - Castro

- Tú cerveza guapo – y le tiro la cerveza a


Aarón.
- ¡Gracias!

Aarón y yo pasamos el rato hablando de los nuevos


contratos que ha conseguido el taller gracias a mí,
pero poco a poco la conversación entra a un terreno
de arenas movedizas: Rober.

- Andrea, sé que estás ahora con Rober muy


bien… Espero que lo que te voy a decir ahora,
no se asuste.
- ¡Si me dices eso, ya me estoy asustando
cabrón!
- Creo que ya conoces a Rober, es un adicto al
trabajo.
- Sí, lo sé… No me importa.
- Sí, claro, eso decían todas sus ex. Cuando las
cosas se ponen serias, Rober suele huir.

264
Alba Cantera López - Castro

Contigo ya ha pasado un muro que nadie


había pasado, pero lo peor está por llegar…
- ¿Lo peor?
- Sé que cuando la cosa empiece a ponerse
seria, se centrará en el trabajo, y descuidará la
relación.
- ¿Cómo?
- No me entiendas mal, huirá del compromiso,
por miedo.
- ¿Miedo? No te entiendo…
- Rober tiene miedo a casarse, a tener hijos… A
verse en un entorno familiar en general. No
quiere que nadie pase lo que pasó él de
pequeño.
- ¿El abandono de su madre?
- Sí, tiene esa espina clavada, y al final, ninguna
de sus relaciones llega a nada más por ello,
todas lo dejan antes, no lo aguantan. Por eso te

265
Alba Cantera López - Castro

pido que tu aguantes, creo que si tú te fueras,


Rober ya no volvería a ser el mismo.
- ¿Pero Rober no quiere tener hijos?
- Si se lo preguntaras ahora, seguramente te
diría que no. No lo juzgues, yo sé que al final
caerá, pero tiene demasiado miedo. A mis
hijos los conoce un poco por obligación, los
quiere mucho, nunca se olvida de sus
cumpleaños… Pero Rober nunca dura mucho
en ninguna fiesta familiar, siempre tiene de
excusa el trabajo.
- Eres un buen amigo.
- La verdad es que veo que os complementáis, y
quiero que una vez por todas Rober sea feliz,
ha conseguido todo lo que se ha propuesto en
esta vida, pero merece disfrutarlo con alguien.
- ¡Hablando del rey de Roma!

266
Alba Cantera López - Castro

Las llaves de Rober se oyen al entrar, mira que es


bestia cerrando la puerta el tío, que parece que
tiembla toda la casa.

- ¡Ya estáis hablando mal de mí!


- ¿Lo dudabas? – le contesto yo con una
sonrisa.
- Yo me voy que mi mujer me estará esperando
capullo – le dice Aarón a Rober, mientras se
despide también de mí con un abrazo.

He hecho la cena, unos bocadillos de ternasco con


cebolla caramelizada, rulo de cabra y ali-oli. Parece
que Rober venía con hambre, porque ha engullido el
suyo, y parte del mío.

- ¿Dónde has aprendido a cocinar?


- No sé cocinar, soy un desastre, pero cosas así
sencillas las puede hacer todo el mundo, no
pidas más de mí. Eso sí soy una magnífica

267
Alba Cantera López - Castro

repostera, para tu cumpleaños si quieres te


hago una tarta.
- Pues vete preparándola, porque es el
viernes…
- ¡EL VIERNES! ¿Y no me lo sabes decir?
- No me he dado cuenta…
- ¿Y yo a ti qué coño te compro?

Rober me mira como si fuera un bicho raro, porque


llevo sin hablarle como quince minutos. Me he
propuesto a encontrarle el regalo perfecto, y no
pararé hasta conseguirlo.

- Oye Rober…
- ¡Pero si sabes hablar!
- ¡No digas tontadas!
- Es que llevas ya más de diez minutos sin
hablarme y me estaba asustando…. ¿Qué
quieres?
- ¿Qué se le regala a un viejo de 35 años?

268
Alba Cantera López - Castro

- Viagra.
- No le hace falta, de momento…
- ¿Un andador?
- Tiene demasiados coches, podría coger uno.
- ¿Y a una niña de 25 años que se le regala?
- Un pony, peluches, un viaje a un parque de
atracciones, el coche de la Barbie… ¡Será por
cosas!
- Eres una capulla ¡¿Quieres eso de verdad?!
- ¿Por qué no? Me gustan las cosas de adultos,
pero sigo teniendo mi lado infantil.
- Más peluches no por favor…
- ¿Por?
- ¿¡Has visto la habitación del final del pasillo
de arriba!?

En cuanto entiendo por qué me lo dice, subo a la


habitación como más rápido puedo. No sabía que
Rober había estado guardando todo lo que me han

269
Alba Cantera López - Castro

regalado mientras me recuperaba. Al abrir la


puerta veo que la habitación ha cambiado
completamente de cómo estaba. Rober ha pintado
todo de blanco, y ha puesto una estantería gigante
blanca, hay una cama de matrimonio, de madera
suave y un nórdico que une el color blanco y
dibujos de elefantes grises. También hay un
escritorio. Coronando la cama hay un cuadro
gigante, es un collage con todos los globos que
me regalaron. En la estantería hay muchas
fotografías nuestras. Abro la puerta del vestidor y
veo que hay muchísima ropa mía.

- Necesitas tu espacio en la casa, cogí una de


las fotografías que elegimos de Pinterest y la
copié. Principalmente es tu despacho, pero he
dejado la cama por si la necesitas algún día, o
vienen invitados. La ropa que hay en el
armario es la ropa de invierno que tenías

270
Alba Cantera López - Castro

guardada en tu casa, ya estamos en primavera


pero no la necesitas. La empresa de mudanzas
ha colocado tu ropa también en mi vestidor.
También he guardado tus libros, y todas tus
cosas en esta estantería. Hay más cajas por
traer que mañana por la mañana estarán y las
podremos colocar este fin de semana como
quieras, espero que te guste…

Rober me mira nervioso ¿Pero cómo no me va a


gustar? Le abrazo y le doy un beso sonoro.

- ¡Gracias Rober! Pensaba dejarlo todo en cajas.


Es un bonito despacho/cuarto de invitados.

Realmente, no sé si Rober a echo esto más por él que


por mí. Rober no cree en lo nuestro en el fondo, o no
quiere creer, esto es una manera de darse espacio, a
él, no a mí, y saber que voy a estar cerca. En el fondo
no me parece mal, lo nuestro es una locura, de esas

271
Alba Cantera López - Castro

cosas que haces sin pensar. Pero yo soy de las


personas que piensan que da igual cuanto lleves con
una persona, si cuando la has necesitado ha estado
ahí ¿Por qué no confiar en ella? Hay personas que
llevan en mi vida mucho tiempo, y no se han
preocupado ni la mitad de lo que Rober.

- Este fin de semana tengo que hacer algunas


cosas en el bar… ¿Te importa quedarte sola
unas horas? – me pregunta Rober.
- No, Rober, no quiero que cambies tu vida
porque yo esté aquí, siempre he vivido sola,
puedes hacer tu vida…
- Pero pequeña, mi vida va a cambiar sí o sí
estando tú aquí…
- ¡Coño ya lo sé! Me refiero a que adaptes tu
trabajo a estar conmigo, no que dejes de lado
todo porque yo esté aquí ¡Ostia que difícil es
explicar esto!

272
Alba Cantera López - Castro

- Vale, vale te entiendo… ¡Deja de decir tacos!


- Culo, pedo, teta, pis…

Sigo diciendo palabras sin sentido, y cuando miro a


Rober me mira con cara de: “donde me he metido”,
le giño el ojo y le saco la lengua.

- Venga idiota, no hagas más el tonto, vamos a


cenar y a la cama – me dice Rober riéndose.

La cena ha sido rápida, estoy cansada y a pesar de


lo que quiero aparentar he estado en el hospital
más de un mes, y las cosas no se arreglan en dos
días.

Abrazo Rober en la cama, y él me devuelve el


abrazo. Su olor inunda mis fosas nasales, lo miro
y me parece tan guapo. Sus ojos no son azules ni
verdes pero tienen un color avellana precioso.
Creo que nunca veré a Rober sin barba, pero no
me importa, creo que es parte de su atractivo.

273
Alba Cantera López - Castro

Estoy pensando que tengo que pedirle la marca de


su laca, porque su tupé no se mueve en todo el
día, eso sí, por las mañanas a desaparecido.

- ¿En qué piensas pequeña?


- En que eres muy guapo ¿y tú?
- En que no sé qué he hecho para que estés
aquí…
- Será el karma, o peor… ¿y si el karma te va a
castigar por todo lo malo que eres y te ha
mandado a mí?

Me acurruco aún más en su cuerpo, me siento tan


bien, tan segura, pronto el sueño comienza a aparecer
en mí, estoy cansada, pero satisfecha. Con lo que
soy, con lo que tengo, con lo que he conseguido en
mi vida.

274
Alba Cantera López - Castro

11. Próximos cumpleaños


Busco a Rober en la cama, sin abrir los ojos, aunque
esté despierta quiero seguir durmiendo. Pero aunque
la cama sea grande, es raro no tocar a Rober. Al final
aunque me resisto, al final abro los ojos, Rober no
está en la habitación.

Bajo a la cocina, con el que se ha convertido mi


pijama oficial en esta nueva casa: camiseta de Rober
y mis bragas. Oigo a Rober hablar, supongo que
estará hablando por teléfono. Cuando entro a la
cocina me quedo paralizada, un hombre de unos
sesenta años está en mi cocina hablando con Rober,
no lo conozco de nada y yo estoy en bragas en la
cocina. Cuando Rober me ve abre muchísimo los
ojos, y yo salgo por patas de la cocina a la
habitación. Sé que Rober me sigue.

- Andrea…

275
Alba Cantera López - Castro

- ¡Rober coño, no me sabes poner una nota o


algo!
- Ostia lo siento, es mi padre, ha venido para
cinco minutos y no pensaba que os ibais a
encontrar.
- ¡Tú padre me ha visto en bragas!

Rober se echa a reír el capullo, y me dice que me


vista rápido que ya que estoy despierta me presenta a
su padre. Me pongo un vestido sencillo de algodón
gris, me peino algo y bajo… No voy muy arreglada
pero ya me ha visto en bragas, peor que eso no puede
ser. Cuando llego a la cocina, Rober y su padre están
bebiendo café apoyados en la barra de desayuno.

- Buenos días – es el buenos días más escueto y


vergonzoso de mi vida.

276
Alba Cantera López - Castro

Rober y su padre me dan los buenos días, mientas


Rober se acerca hacia mí, supongo que para darme
algo de apoyo moral. Estoy como un flan.

- Andrea, te presento a mi padre, Roberto Roll,


papá te presento a Andrea.
- Encantada de conocerle Señor Roll – digo con
la boquita pequeña.
- Encantado chiquilla, y no me llames señor que
me hace más viejo de lo que soy, llámame
Roberto.
- Eso justo habría dicho mi madre… Odia que
la llamen señora…
- ¡Es que uno se siente joven! Por muy viejo
que seas… Rober, hijo, yo me voy a ir, veo
que te dejo en buenas manos con Andrea.
- Vale papá, hasta luego.

El padre de Rober se despide de Rober y de mí y se


va, parece una buena persona.

277
Alba Cantera López - Castro

- ¿Te llamas como tu padre? – le pregunto a


Rober
- Como me llames Roberto, te mato Andrea…
- ¿Por?
- Es de viejo, además no me enteraría desde que
nací me llaman Rober…
- Es que eres viejo.
- La madre que te parió…
- ¡Qué descansada se quedó!
- ¿Pero qué dices ahora? Estás loca…
- Es lo que dice mi madre cuando alguien dice:
“la madre que te parió…” Bueno, cosas de
personas locas… ¿A qué hora llega el camión
de la mudanza?
- Llegará en cinco minutos pequeña, desayuna
tranquila.

Los de la mudanza son bastante rápidos y puntuales,


supongo que porque es sábado. Cuando acaban

278
Alba Cantera López - Castro

tenemos un montón de cajas de cartón llenas en el


salón.

- ¿Por dónde empezamos? Tienes muchísimas


cosas…
- Pues empecemos a abrir cajas y vemos lo que
tengo…

Rober y yo vamos mirando cajas y cajas, vamos


guardando las cosas por casa, cosas como toallas,
vajilla, sábanas… Pero esas casas son las que menos
me preocupan, si no mi ropa, mis zapatos, mis
cuadros, mis recuerdos personales… Soy de esas
personas que consideran los objetos parte de
vivencias, de recuerdos… Esa camiseta del último
concierto, esa figura de un viaje de fin de semana…
Comenzamos a abrir cajas, lo primero la ropa y los
zapatos.

279
Alba Cantera López - Castro

- ¿Enserio no eres rica? Tienes un montón de


ropa…
- No es tanta…

Como no quiero llenar el vestidor de Rober, he


llenado hasta la saciedad el vestidor del que
llamamos mi despacho, aunque tenga cama. Rober
pensó bien al montar esta habitación, creo que hizo
bien en mirar mi Pinterest, me puso un tocador.

- Peque, me tengo que ir a hacer unos papeles al


bar y al taller ¿Te importa que te deje aquí
sola?
- No, claro Rober, tengo aquí para rato.

Es verdad, necesito mucho tiempo para guardar todo,


tengo el despacho patas arriba, y soy un poco
maniática de cómo tienen que quedar las cosas.

Estoy cansada, realmente tengo bastantes cajas


todavía que abrir, pero me he tumbado en la cama

280
Alba Cantera López - Castro

con el portátil. Tengo que buscar un regalo para


Rober de cumpleaños… Pero por mucho que mire no
hay manera de encontrar nada. Llamo a Aarón, es su
mejor amigo él sabrá que regalarle…

- ¿Qué pasa Andrea? ¿Estás bien? – contesta


Aarón asustado.
- Sí, sí, no te asustes, sólo te llamaba porque
Rober me ha dicho que el viernes es su
cumpleaños, y no sé qué comprarle, a ver si
me dabas tu alguna idea.
- No lo sé, yo le he comprado una chupa de
cuero, es difícil regalarle algo…
- Oye ¿y hacéis algo en el taller para
celebrarlo?
- No ¿Por qué?
- He pensado que os podría invitar a todos a una
fiesta en casa, o algo así.

281
Alba Cantera López - Castro

- ¿Quieres hacer una fiesta sorpresa para


Rober?
- ¿Me ayudas?

Aarón me ayuda a trazar un plan para invitar a todos


los amigos cercanos de Rober y a los chicos del
taller, ha invitado también a la familia de Rober.
Agradezco la ayuda, porque a mí me hubiera costado
horrores. Pienso en poner una temática para la fiesta,
pero no se me ocurre ninguna.

Cuando vuelve Rober creo que ya me he visto todos


los enlaces en google de: “regalos originales para mi
novio”, “regalos originales para un chico”, “regalos
hechos a mano para un chico”, etc.

- Hola nena – me dice Rober, que está apoyado


en el marco de la puerta - ¿Qué haces aquí?
- La verdad es que me siento bastante
cansada…

282
Alba Cantera López - Castro

- Llevas un ritmo frenético, creo que este fin de


semana deberías pasar de hacer cosas…

Quizás lleve razón, este fin de semana debería frenar,


me siento algo mal, llevo obviándolo todo el día pero
me siento muy cansada, pero no quiero preocupar a
Rober.

- No me acordé de decirte que tengo una chica


que hace las tareas de la casa, viene unas
horas por la mañana, se llama María, es una
señora mayor muy maja. Es que le acabo de
llamar para decirle que ahora vives aquí, y me
he dado cuenta que no te lo he dicho todavía –
me dice Rober.
- ¿No podríamos hacerlas nosotros?
- Prefiero que no Andrea, no es por nada, pero
prefiero que nos centremos en el trabajo, en la
empresa que en la casa.
- Vale, está bien…

283
Alba Cantera López - Castro

- He venido a decirte que no vuelvo hasta la


noche, tengo mucho lío.
- No te preocupes, esta noche nos vemos.

Rober me da un beso, y se vuelve a ir, yo me tumbo,


porque no me encuentro muy bien, y necesito dormir.

Me despierto muy cansada, más de lo que creo que


debería, ya es por la noche, más de media noche
exactamente, no he comido y eso es malo en mí.
Miro por toda la casa, Rober todavía no ha llegado,
le llamo… Un toque, dos toques, tres toques…

- “Soy Rober, ahora no puedo cogerte, deja tu


mensaje y te llamo”
- ¡Hola Rober! Soy Andrea, nada sólo te llamo
para saber a qué hora vas a volver a casa, un
beso.

Me zampo todo lo que veo por la cocina, que hambre


tengo. Sigo cansada, lo mejor es que me vaya a la

284
Alba Cantera López - Castro

cama, Rober se habrá liado en el bar. Me tumbo en la


cama, y cierro los ojos, toda la habitación huele a
Rober, y eso me reconforta, ojala estuviera aquí.

Domingo, la habitación sigue oliendo a Rober, pero


como ayer por la mañana no está. Espero que esté en
la cocina. Miro por toda la casa, pero creo que Rober
aún no ha vuelto, miro que hora es… Las 12:00 de la
mañana ¡Cuánto he dormido! ¿Dónde está Rober? Le
mando varios WhatsApp:

Andrea: ¿Dónde estás? ¿Estás bien?

Llámame cuando leas esto, estoy algo preocupada.

Pero a Rober le llegan los WhatsApp, dos tics, pero


no azules. No lee los mensajes ¿Dónde estará? La
puerta se abre y entra Rober, está guapo, pero
desaliñado.

- Rober ¿Estás bien?

285
Alba Cantera López - Castro

- Estoy de resaca, siento llegar tan tarde, me


duermo un rato y pasamos la tarde juntos.
- Vale, vale.

Rober se va a la habitación, y yo me quedo en casa,


sin saber qué hacer, y me voy a dar una vuelta. No
conozco el barrio, y me gusta conocer los negocios
locales de donde vivo. Echo de menos mi cafetería
preferida, el aroma a café, el aroma a tarta… Me
paro en seco, y miro mi coche, iré a mi cafetería
preferida ¿Qué mejor manera de relajarme?

Me siento en mi zona preferida, en un sofá blanco,


muy cómodo. Compro un chocolate caliente, y me
como unos churros que me saben a gloria, y un trozo
de tarta ¿Por qué no? Un capricho lo tiene
cualquiera. Para cuando me doy cuenta la cafetería
está casi vacía y ya se ha hecho de noche. Necesitaba
esto, conectar con la Andrea del pasado para poder
mirar al futuro en el presente. Llego a casa y estoy

286
Alba Cantera López - Castro

más relajada, me río al pensar que en la cafetería me


han pedido alguna fotografía y que la gente ya me
reconoce por la calle. Es más, el dueño de la cafetería
me ha invitado a todo, porque gracias a mí, ahora
tiene las mesas llenas todos los días. El poder de las
redes sociales cada vez me sorprende más.

Cuando entro a casa todo está en silencio, creo que


Rober sigue dormido. Voy a la cocina y lleno un
vaso de zumo y cojo unos ibuprofenos, seguro que si
está de resaca le sentarán bien.

- Rober ¿Estás despierto? – digo entreabriendo


la puerta de la habitación.
- Sí, pasa – y enciende la luz.
- ¿Estás bien?
- Sí, ya estoy algo mejor.
- Te traigo un zumo y un ibuprofeno.
- Gracias ¿qué hora es?

287
Alba Cantera López - Castro

- Las diez de la noche, llevas todo el día


durmiendo…
- Joder, lo siento, ayer me liaron en el bar, salí
tarde de organizarlo todo y cerveza aquí,
cerveza allá… Debería haber venido a casa
antes… Nos hemos quedado sin fin de
semana…
- No pasa nada, vamos a dormir…

Nos abrazamos, por lo menos eso no cambia, y creo


que hoy he decidido cuál va a ser el regalo de
cumpleaños de Rober.

288
Alba Cantera López - Castro

12. Jugando a ser famosa


Lunes y les tengo una sorpresa preparada a todos en
el taller. Hoy vienen de la revista de coches, nos van
a entrevistar a todos, y hacer fotografías. Ester es la
primera que llega al taller siempre, así que no hay
problema para dejar entrar al equipo.

- ¿Nos vamos ya Rober? – le digo cuando está


leyendo tranquilamente el periódico y
desayunando.
- ¿Ya estás preparada? ¿Desde cuándo? Será la
primera vez que tú te preparas antes que yo…
- Vale, vale…

Hombres, no se ha dado cuenta que casi no voy


maquillada, porque los de la revista nos van a
maquillar. Chándal y camiseta del taller es mi
uniforme de hoy, porque también nos vamos a estar

289
Alba Cantera López - Castro

cambiando, y es lo más cómodo. Ya no estoy tan


cansada, igual por la adrenalina del reportaje.

- Los chicos ya han arreglado el todoterreno,


hoy nos lo llevamos a casa, me gusta el
Ferrari, pero para el día a día es más cómodo
el todoterreno. Quería hablar algo contigo…
- ¿Qué pasa Rober?
- No hemos hablado de Iván desde que viniste a
casa…
- ¿Qué quieres hablar?
- ¿No sientes curiosidad de dónde está?
- Supongo que en la cárcel ¿no?
- Sí, celebraron un juicio rápido cuando entraste
en coma, confesó todo y está cumpliendo una
pena de veinticinco años de cárcel.
- Me parece bien. Te mentiría si a veces no me
dan escalofríos al pensarlo, pero he estado tan
ocupada que ni me he parado a pensar.

290
Alba Cantera López - Castro

- Me preocupa tu energía, no sé si estás


obviando el problema, pequeña…
- Realmente, estoy cansada gran parte del día,
no te quiero preocupar… Pero es verdad, me
noto cansada, creo que por eso todavía ni he
pensado en lo que pasó.
- Nena, te dispararon, y yo no dejo de pensar en
ello.
- Parece que te disparó a ti, en vez de a mí.
- Seguramente me hubiera echo menos daño…

Pero a Rober no le da tiempo a decir nada más, por


que llegamos al taller y todo está patas arriba. Hay
cámaras de fotos por todos los lados, y un montón de
gente. Los chicos del taller están ya todos, y se lo
están pasando pipa.

- ¿Sorpresa?
- ¿Qué es esto Andrea?

291
Alba Cantera López - Castro

- Me llamaron de una revista de coches, esa que


hay siempre rondando por el taller, y me
dijeron que estaban interesados en hacer un
reportaje. Les dije que bien, con la condición
de que el taller y todos saldríamos en el
reportaje. Creo que es buena publicidad.
- ¡OSTIA CLARO QUE SÍ! ¡ERES LA
MEJOR PEQUEÑA!

Rober, como buen jefe que es, se pone a mandar y a


organizar el cotarro en cuanto llega. No se sabe que
es estarse quieto. A mí pronto me movilizan para
maquillarme y peinarme. La conversación de Rober
me ha preocupado y a la vez me ha llegado al
corazón. Saber que se preocupa por mí, me gusta.
Pero es verdad que no sé cómo me siento con el tema
de mi secuestro, y de mi intento de asesinato… Es
tan… Novelístico que ni yo me lo creo. Decido que
tengo que hablar con el médico, para ver si es

292
Alba Cantera López - Castro

normal, y concierto una cita desde el móvil. También


me gustaría hacerme la revisión que me
recomendaron al salir del hospital. Así mato varios
pájaros de un tiro.

Cuando han acabado de maquillarme y peinarme, no


me conozco, soy una chica pin-up muy guapa. Creo
que es un royo que le va mucho al reportaje. Me
siento guapa, segura. Cuando me van a vestir, me
descojono de la risa por la cara que ponen todos los
chicos del taller, me he hecho una camiseta rosa con
el logo del taller. Les hice una propuesta a la revista,
y les encantó. En el taller no venden más que
camisetas de color: negro y gris. Pero me apetecía
darle un toque femenino a la camiseta que yo iba a
llevar en el reportaje.

- Nunca he posado, estoy más nerviosa que si


mi fueran a dar un Óscar – le estoy venga
decir a Rober.

293
Alba Cantera López - Castro

Todos estamos ya preparados, nos han maquillado,


nos han puesto guapos y parecemos salidos de la
película Grease. Rober está realmente guapo, es mi
Jonh Travolta particular.

Primero hacemos las fotografías grupales, los chicos


individualmente, Ester y yo… Es increíble lo bien
que están quedando las fotos. Los tatuajes de los
chicos del taller se ven aún más bonitos en las fotos,
los coches relucen aún más. Teníamos varios coches
en el taller, pero hemos elegido un Cadillac
Eldorado, un Chevrolet Bel Air, un Dodge Charger,
un Chevrolet Camaro y un Pontiac GTO, además del
Ferrari F40 de Rober que siempre queda bien en
cualquier sitio.

Ya hemos acabado la sesión de fotografías, mira que


me gusta echarme fotos, pero madre mía lo que cansa
esto. Además soy de las que cierran los ojos justo
cuando te sacan las fotos, o le empiezan a llorar…

294
Alba Cantera López - Castro

Ahora creo que llega lo peor, la entrevista. Estoy


sentada en el despacho de Rober con él, y un chico
con gafas de pasta y pelo corto me empieza a
preguntar cosas.

- Tienes miles de seguidores en las redes, en


pocas semanas has conquistado los corazones
y los móviles de los internautas ¿Cómo te
sientes?
- Realmente, no sé cómo puedo influir en la
gente, yo soy una persona normal, con mis
gastos y mis inseguridades. Pero también soy
muy coqueta, y una friki de las redes sociales.
Simplemente hago lo mismo que haría con
menos seguidores.
- Ya has firmado contratos con grandes marcas
como Primark ¿te planteas dejar tu trabajo?
- Por explicarlo de alguna forma, mis contratos
con marcas externas son por puro hobbie, yo

295
Alba Cantera López - Castro

sé que mi trabajo está aquí en el taller,


disfruto con él y no pienso dejarlo.
- Entrando a un terreno más personal… Nos
hemos enterado que estuviste en coma más de
un mes, y queremos saber cómo estás.
- Estoy bien, me siento bien, y he vuelto con
más fuerza que nunca.
- ¿Esa fuerza se debe a su pareja?
- No hace falta que seas tan abierto, todo el
mundo sabe perfectamente que soy pareja de
Rober, y a la vez él es mi jefe. Seguramente
hay gente que piense que tengo este trabajo
gracias a que estoy con él. Puedo decir que
conseguí este trabajo sin conocer a Rober,
pero gracias a que me contrató ahora tengo un
trabajo y a un novio maravilloso.

Miro a Rober para que me dé su aprobación, está


serio, pero me sonríe cuando le miro. Creo que no le

296
Alba Cantera López - Castro

hace mucha gracia que me estén preguntando cosas


personales, no tanto por nuestra vida, si no por el
secuestro y el periodo en el hospital. Tengo que
hacerle entender que estoy bien, pero que todo esto
se cura con tiempo.

- Siento los rodeos, Andrea, es que nunca se


había confirmado cien por cien vuestra
relación de pareja, y no quería incomodarte.

El chico que me entrevista me dice las cosas


sinceramente, o eso creo.

- No te preocupes, creo que no nos hace falta


confirmación oficial, o por lo menos ninguno
de los dos hemos pensado en eso. Pero bueno,
si eso es lo que quiere la gente, sí, estamos
juntos.
- Gracias Andrea, será una buena exclusiva para
la revista.

297
Alba Cantera López - Castro

- ¿Quieres hacerme algunas preguntas más? No


me importa, te puedo contar cosas del blog o
de mi estilo, no sé.

La entrevista acaba a final de la tarde, Rober y yo


hemos invitado a comer a todos los chicos del taller y
de la revista. Se han portado muy bien con nosotros,
y nos han dicho que nos mandarán las fotografías a
lo largo de la semana al taller. La revista saldrá el
lunes de la semana que viene, así que perfecto.
También me han confirmado que ese mismo lunes
tendré la revisión médica. Se lo tengo que decir a
Rober, y he esperado hasta ahora que estamos yendo
en el coche a casa, para decírselo, hoy ha sido un día
largo.

- Rober, el lunes que viene tengo revisión


médica, te lo comento por si me necesitas en
el taller.

298
Alba Cantera López - Castro

- No, no pasa nada, lo que me jode es que no sé


si te voy a poder acompañar.
- La verdad es que prefiero ir sola, es sólo un
chequeo rutinario, y no creo que pierdas
tiempo por una tontería.
- Está bien…

No quiero decirle que me da miedo el resultado que


puedan darme en general en el médico. Por qué se le
nota preocupado, y no quiero hacerle cargar más
peso sobre los hombros.

- ¿Qué vamos a cenar esta noche? – le pregunto


a Rober, tengo un hambre…
- Habrá que mirar que hay por la nevera…

Llegamos a casa, yo hago patada ninja con las


zapatillas al entrar. Llevo todo el día en tacones y
quiero ser libre. Eso me recuerda que adiós sujetador
¡Libres domingos y domingas!

299
Alba Cantera López - Castro

- ¿Te vas a desnudar en la entrada de casa? –


me pregunta Rober con una sonrisilla en la
boca.
- ¿Te importaría?
- No, no yo sólo pregunto.

Me siento tentada a desnudarme, pero Rober ya ha


ido a la cocina y está inspeccionando la nevera.

- ¿Qué hay por aquí? - pregunto


- María ha hecho la compra, así que de todo
¿Qué te apetece?
- ¿Unas patatas bravas?
- ¿Y unas cervezas?

Me acabo de dar cuenta, que después de tanto tiempo


jamás le he confesado a Rober que odio la cerveza.

- Rober ¿puedo contarte una cosa?


- Sí claro, creía que sabías que puedes confiar
en mí.

300
Alba Cantera López - Castro

- Odio la cerveza.
- ¡QUÉ!
- Odio la cerveza.

Rober me mira como si fuera un extraterrestre bajado


de marte. A él le encanta la cerveza, y no sabría vivir
sin ella, yo en cambio no puedo ni olerla… Cuando
entonces Rober, se echa a reír…

- Pero ¿Ahora de qué te ríes?


- No sé, es tan raro, pero no para mal, estaba
pensando: mejor, más cerveza para mí.
- Eres idiota.
- Pero estás conmigo, igual la boba eres tú.

Me pega una palmadita en el culo, y empieza a hacer


las patatas bravas. Pero no, no se pone a pelar
patatas, coge de estas precocinadas y las pone en el
microondas.

- Al microondas no me gana nadie, pequeña.

301
Alba Cantera López - Castro

13. ¡Sorpresa!
Ya es viernes, le he dicho a Rober que hoy no me
sentía con muchas ganas de ir al taller. No me ha
dicho nada, creo que se cree que se me ha
olvidado su cumpleaños. En el taller he dicho que
no le digan nada, que se hagan también los locos.
Quiero darle una gran sorpresa. Al final he
decidido que la temática de la fiesta sea ibicenca.
Todos de blanco.

Al final he tenido que hacer el proyecto del


Primark con Ester en las oficinas, me pedían tanta
rapidez que no hemos podido quedar en casa para
hacerlo. Me da tanta rabia que no hayamos
podido pasar un día en casa, y conocer a su
familia… Que he pensado que era buena idea
invitar a todas las familias del taller a la fiesta.

302
Alba Cantera López - Castro

El regalo de Rober vendrá justo después de la comida


de la fiesta, y ahora mismo estoy con los últimos
preparativos, y esperando a los primeros invitados.

La fiesta va a ser en el jardín. He decorado todo con


flores blancas y velas blancas. Además de poner una
especie de pérgola echa con sábanas. También he
puesto farolillos. Creo que ha quedado muy bonito.
Me ha ayudado María, no la conocía pero es una
señora muy agradable, regordeta y con el pelo
blanco, que no para de hablar. Le he dicho que se
quede a la fiesta, pero no ha querido.

Empiezan a llamar al timbre, estoy súper contenta,


voy ya con mi vestido blanco, es muy sencillo, tipo
ibicenco y muy cómodo.

- ¡Bienvenidos chicos! La fiesta es en el jardín


podéis ir pasando, Rober llegará en nada – les
digo a los chicos del taller.

303
Alba Cantera López - Castro

- ¡Hola Aarón! Gracias por todo de verdad – le


digo a Aarón, que ha venido con su mujer y
sus tres hijos.

Falta de llegar la familia de Rober, y Rober. No


conozco a su familia, bueno a su padre sí, si nuestro
pequeño encuentro se puede llamar conocer. Suena el
timbre y voy nerviosa. Cuando abro tras la puerta me
encuentro a Roberto, el padre de Rober, y a la que
creo que es su hermana, su cuñado y sus tres
sobrinos.

- ¡Buenas! Pasar, están todos en el jardín, Rober


todavía no ha llegado.
- Gracias por hacer esta fiesta para Rober – me
dice el padre de Rober – Nunca ha tenido una
fiesta.
- ¿Nunca?
- De pequeño nunca tuvimos dinero, y de
mayor… nunca quiso celebrarla. Te presento a

304
Alba Cantera López - Castro

mi hija, Rebecca, su marido Tom, y sus hijos


Marcos, Miranda y Rober.

La hermana de Rober, Rebecca es rubia, no muy alta


y no se parece en nada a Rober, supongo que habrá
salido a su madre. Su marido es calvo, y regordete.
Sus sobrinos, Marcos y Miranda se parecen a su
padre, Rober… Rober es igual que su tío, parece
incluso adoptado, es muy moreno y tiene la misma
forma de su cara.

El jardín es un revuelo de gente, todo está preparado.


María ha hecho la parte de la comida salada, y yo me
he vuelto loca a hacer postres. Me disculpo de todos
en el jardín, y les digo que me voy a esperar a que
venga Rober, para ponerle la ropa blanca.

Estoy esperando a Rober, y pienso en lo mucho que


han cambiado las cosas en pocos meses, en como la

305
Alba Cantera López - Castro

vida puede ser maravillosamente rápida, y también


maravillosamente lenta.

- Hola pequeña ¿Qué haces aquí sentada? – me


pregunta Rober al verme sentada en las
escaleras.
- Te estaba esperando.
- ¿Por qué hay tantos coches en la calle?
- No lo sé, puedes hacerme un favor…
- ¿Qué quieres?
- Puedes ponerte la ropa que hay en el baño de
aquí abajo y venir al jardín. Te espero en la
puerta del baño.

He elegido el baño de la planta de abajo, porque no


tiene ventanas. No he sido mala con Rober, no le he
comprado ropa ibicenca, simplemente un pantalón
vaquero blanco, y una camiseta blanca lisa. Cuando
sale del baño, veo que está realmente guapo.

306
Alba Cantera López - Castro

- ¿Por qué voy entero de blanco? ¿Nos vamos


de boda?
- ¿Confías en mí?
- Claro… Pero no me gustan estos jueguecitos.

Le tiendo un pañuelo a Rober y le tapo los ojos, le


hago una perdida a Ester para que sepa que salimos
al jardín, y respiro hondo esperando que a Rober le
guste mi regalo.

- ¿Me vas a matar y por eso me has tapado los


ojos, pequeña?
- No digas idioteces

Ya estamos en el jardín, todo el mundo está en


silencio, me voy con el grupo.

- Rober, ya puedes quitarte el pañuelo de los


ojos.

Rober se quita el pañuelo y abre los ojos muchísimo,


nosotros no podemos más que gritar.

307
Alba Cantera López - Castro

- ¡¡¡FELICIDADES!!!

Todo el mundo se arremolina alrededor de Rober,


está realmente sorprendido, además nos ha insultado
varias veces por hacerle creer que nadie se acordaba
de su cumpleaños. Llega mi turno para felicitarle, sé
que su regalo ya está en la parte delantera de la casa,
así que puedo dárselo ahora.

- ¡Felicidades! – le digo y le doy un abrazo lo


más fuerte que puedo.
- Gracias pequeña
- ¿Te gusta?
- Me encanta, ya me parecía raro a mí que no te
acordaras de mi cumpleaños…
- ¿Entonces te ha gustado?
- Claro que sí.
- ¿Quieres tu regalo?
- ¿Pero hay más sorpresas?
- ¡Claro!

308
Alba Cantera López - Castro

Llevo a todo el mundo a la parte delantera de la casa,


Rober abre muchísimo los ojos cuando ve su regalo.
Es demasiado difícil de obviar. Es un Ford clase A de
1930. Bueno lo que queda de él. Compré la
carrocería por unos cientos de euros a un desguace,
pero quiero que Rober lea el por qué se lo he
comprado, para ello le doy una carta.

Hola cariño,

Si todo esto ha salido bien, ahora estarás leyendo


esto con una carrocería de un Ford del 1930 delante.
Este es mi regalo, te estarás preguntando para que te
regalo chatarra. He pensado que los fines de semana
deben de ser para ti, y para los tuyos. Te he
comprado este coche para que empieces de cero con
él, tranquilamente, y que tu padre te pueda ayudar.
Un proyecto con él. Unir vuestra pasión en un
proyecto conjunto. Espero que tus 35 años vengan

309
Alba Cantera López - Castro

llenos de cosas buenas, de cosas bonitas, de las de


verdad, y espero poder disfrutarlos contigo.

Te quiero,

Andrea.

Creo que Rober está en shock, no me dice nada, sólo


mira el coche y la carta. Se acerca a mí, y me da un
beso de esos de película. De esos en los que el
tiempo se para para sólo enfocar a los protagonistas
besándose.

- Te quiero – me dice bajito para que sólo yo le


oiga.
- Y yo.

Dos palabras que me llegan al alma, a ese corazón


que otros destrozaron, pero ese que es fuerte sólo,
pero aún más si se une con él. Ya no sólo tengo
mariposas en el estómago, tengo elefantes. Rober ha

310
Alba Cantera López - Castro

cambiado mi mundo, y le ha añadido colores que no


sabía ni que existían.

Nos estamos despidiendo de todos, ya es tarde para


muchos, ya que han venido con sus hijos, y además
todos han trabajado hoy. El padre de Rober está
encantado de tener que venir los fines de semana a
restaurar el nuevo proyecto de Rober. Creo que le ha
sorprendido. Rober nunca tiene tiempo para nadie
más que su empresa, y todos lo comprenden, pero a
su padre se le ve la cara de ilusión.

- Bueno pequeña, pues ya se han ido todos…


Ahora te tengo que agradecer todo lo que has
hecho hoy por mí.
- ¿Y cómo me lo vas a agradecer?

Rober me besa, me besa y me aprieta contra él, creo


que ya sé lo que quiere, y yo también quiero, por su
puesto.

311
Alba Cantera López - Castro

- Un viejo como tú ¿Podrá seguirme el ritmo?


- Siempre pequeña

Rober me coge y me lleva hacía el sofá, creo que ir


hasta la cama sería perder demasiado tiempo.

- ¿Dónde has estado toda mi vida? – me


pregunta
- Esperándote…

Nos besamos, con alivio, como si no pudiéramos


vivir sin los besos que nos damos, como si fuera más
importante que el respirar. Le quito la camiseta a
Rober, y él me quita el vestido. Piel con piel. Es
como si no hubiera barreras entre nosotros. Nos
desnudamos a medida que nos damos más, y más
besos.

- Pequeña, voy a viajar por tu cuerpo.

Y viajo, pero con él de la mano, Rober me lo hace


con dulzura, pero a la vez con ese instinto que nos

312
Alba Cantera López - Castro

hace volvernos locos cuando estamos juntos. Somos


fuego.

- Pequeña, no voy a aguantar mucho más…

Pero yo no le escucho, porque estoy a punto, porque


necesito que nos corramos, porque le necesito a él.
En cuanto siento a Rober irse, yo me voy con él. No
hay mayor sensación que sentirle, que olerle en este
momento, que sus besos cálidos, con el olor de toda
la habitación a sexo. Rober me ha enseñado a follar,
pero también a hacer el amor.

- Te quiero – le digo bajito, porque no quiero


que me oiga, pero a la vez quiero chillárselo al
mundo.
- Y yo pequeña – me contesta Rober y apoya su
frente sobre la mía – Te quiero, para toda la
vida.

313
Alba Cantera López - Castro

¿Cómo puede una frase hacerte tan feliz? Porque a


veces no son las palabras que decimos, si no lo que
expresamos con ellas.

314
Alba Cantera López - Castro

14. Futuro
Ya es lunes, después de un fin de semana
maravilloso me he levantado con optimismo. Rober
ha pasado todo el fin de semana en casa, se ha
olvidado del trabajo, ha empezado a enseñarme ideas
para el Ford. Hemos hablado de mi trabajo, del suyo
de que las cosas que nos preocupan… No sé, creo
que su cumpleaños fue un antes y un después a
nuestra relación.

Rober está desayunando, con el pelo revuelto y cara


de sueño. Es lunes. Yo no puedo ir a trabajar tengo la
revisión médica.

- Buenos días pequeña


- Buenos días
- ¿Qué tal has dormido?
- Bien ¿Tú?

315
Alba Cantera López - Castro

- Después de todo el ejercicio del fin de


semana, he dormido del tirón.

Le doy una palmadita en la espalda y le cojo una


galleta del desayuno.

- Estoy algo preocupado por tus resultados…


- No te preocupes, si tendría algo malo ¿No me
habrían tenido más tiempo en observación?
- Pero te dispararon…

Me abro la bata que llevo y le enseño la cicatriz que


me dejó el disparo. Suelo obviarla, no me gusta,
cuando recuerdo el disparo quema.

- Rober, mira, tengo esta cicatriz, y yo no me


olvido de ella. Pero ya está curada, no hay
herida, sólo una cicatriz.
- Es que…
- Sé que lo pasaste mal.

316
Alba Cantera López - Castro

- No quería perderte… Me recordaba… A mi


madre…

Eso me deja quieta, suele obviar los sentimientos que


tiene hacia su madre, y yo no le fuerzo, creo que es
algo que tiene demasiado profundo.

- ¿A tu madre?
- Era como la sensación de abandono, otra vez.
- Pero yo no te abandoné…
- Lo sé, otra persona quiso que lo hicieras, por
eso odio a Iván, y por eso pasé tanto miedo.
- Pero estoy aquí.
- Doy gracias a eso todos los días…

Me abraza, está preocupado, pero ningún informe


médico es desfavorable para mí. Es duro, sí, pero hay
que seguir adelante.

- ¡Venga, hermoso, que llegas tarde al taller!


- ¡Pero soy el jefe!

317
Alba Cantera López - Castro

- Pero no puedes llegar tarde.


- Vale, vale, ya me voy, dame un beso

Le doy un beso, y me abraza.

- Llámame en cuanto salgas, y ven al taller


después.
- Que si…

Ya estoy en el médico, odio estar sentada delante del


doctor mientras él escribe sin decir nada. Me han
hecho un montón de pruebas, creo que llevo aquí ya
más de dos horas, estoy cansada de tanta gente
manoseándome.

- Bueno Andrea, la herida está bien, y en cuanto


lo que me has preguntado del psicólogo, no
creo que haga falta. Las personas afrontan los
problemas de manera distinta, es normal que a
veces tengas miedo, pero por lo que veo de

318
Alba Cantera López - Castro

manera general no tienes ansiedad ni nada


parecido ¿no?
- No, no, la verdad es que a veces pienso en
ello, y tengo algo de miedo. Pero no siento
que domine mi vida.
- Pues entonces no te preocupes, es algo normal
que pienses en ello, pero si no te crea…
Sentimientos que condicionen tu vida, por
llamarlo de alguna manera, no necesitas un
psicólogo. Pero es bueno preguntar.
- Gracias.
- Para eso estamos, en cuanto al
reconocimiento…
- ¿Estoy bien?
- Sí, todo perfecto pero ¿Habría alguna
posibilidad de que estuvieras embarazada?

Me quedo blanca ¿embarazada? Caigo en la cuenta


que he seguido tomándome la píldora en cuanto salí

319
Alba Cantera López - Castro

del coma… Pero durante el coma ¡OSTIA PUTA!


Creo que estoy alucinando pepinillos, no me jodas,
no me jodas…

- Pues… He tomado la píldora, pero cuando


estuve en coma…
- Es algo que por desgracia no habíamos
hablado, al estar el mes y medio en coma sin
tomar la píldora y volver a tomarla…
Seguramente haga falta un mes para que
vuelva a ser efectiva ¿Ha mantenido
relaciones en ese tiempo?
- Sí…
- Los análisis dan positivos al embarazo, pero
hasta los quince días de embarazo no son
fiables. Ahora mismo no sabemos nada, pero
te voy a cambiar las pastillas por si acaso. Te
doy cita para el lunes que viene, y
confirmamos ¿vale?

320
Alba Cantera López - Castro

- Vale…

Siento que me falta el aire ¿Embarazada? No me


jodas, no me jodas… Rober va a flipar cuando se lo
cuente, porque lo siento, pero no me voy a comer
durante una semana sola la preocupación. No llamo a
Rober, prefiero decírselo en el taller, en el despacho,
no por teléfono.

Llego al taller, y saludo a todo el mundo como


siempre, no quiero que nuestros problemas
personales afecten al negocio de Rober, eso no se lo
merece. Entro a la oficina, y está Ester liada al
teléfono, me dice con señas que Rober está solo en la
oficina.

- Hola cariño – le digo y le doy un beso.


- Hola pequeña ¿no me has llamado?

321
Alba Cantera López - Castro

- No… ¿Ha salido ya la revista? – intento ganar


unos minutos antes de contarle todo, tengo
que respirar hondo.
- Sí, ya la revista, y no para de llamar la gente
por la puñetera camiseta rosa, ya hemos
encargado un montón, y la revista está siendo
un éxito… Pero eso ahora me da igual ¿Por
qué no me has llamado?
- No quería decirte lo que me han dicho por
teléfono…
- ¿Es grave? ¿Por qué no me has llamado? Me
estás asustando…
- Yo… Rober… No nos dimos cuenta de que
no había tomado la píldora durante… Mi
coma…

Rober se queda blanco, está dándose cuenta de lo que


le estoy contando…

- Ostia puta…

322
Alba Cantera López - Castro

- Tranquilo, no hay nada confirmado, tengo que


ir el lunes que viene…
- ¿CÓMO COÑO VOY A ESTAR
TRANQUILO JODER?
- ¡Y YO QUE COÑO SÉ, ESTOY IGUAL
QUE TÚ, NINGUNO NOS HABÍAMOS
DADO CUENTA!
- ¡JODER! Lo siento… ¿Qué vamos a hacer?
- Rezar… y no lo sé Rober, ahora mismo todo
me ronda en la cabeza… ¿Podemos ir a casa y
hablarlo tranquilamente? Creo que es una
noticia demasiado fuerte como para hablarlo
aquí todo…

Rober asiente, le dice a Ester que nos vamos a ver


unos coches y a unas reuniones y que no volveremos
hasta mañana. Ya en el coche los dos estamos muy
tensos. Yo no necesito a Rober lejos ahora, lo

323
Alba Cantera López - Castro

necesito cerca, apoyándome. Cuando coge la palanca


de cambios para salir del parking le cojo la mano.

- Rober, ninguno de los dos tiene culpa de esto,


y a la vez los dos tenemos la culpa. Ahora
tenemos que intentar solucionarlo juntos.
- Lo sé pequeña… Pero ¿padres? No llevamos
ni un año juntos, e igual dentro de nueve
meses vamos a ser padres… Nunca me he
planteado tener hijos, no sé si los quiero… No
sé nada ahora… No te culpo a ti joder, pero…
- Te entiendo, vamos a casa, igual nos ayuda.

El viaje es el más tenso de mi vida, estoy dándole


vueltas a todo… ¿Qué hago? ¿Cómo se lo cuento a
mis padres?

Rober y yo nos sentamos en el salón, yo me muerdo


las uñas, y nunca en mi vida me había comido las
uñas. Rober se tapa la cara con las manos. Estamos

324
Alba Cantera López - Castro

en una situación difícil, es algo que cambiará nuestra


vida para siempre, es la decisión de nuestra vida.

- ¿Qué vamos a hacer Rober?


- No lo sé…
- Todavía no hay nada seguro, eso es lo primero
que tenemos que pensar.
- ¿Y si la respuesta es sí?
- No sé qué podemos hacer…
- Yo tampoco…
- No sé si soy capaz de… Decir que no, si es
que sí…
- Yo tampoco…
- Pensaba que esto… Iba a suceder con el
tiempo… No sé… Siempre he querido
casarme y tener hijos, no lo voy a negar…
Siento como que vamos a retrasar algo que al
fin y al cabo va a pasar…

325
Alba Cantera López - Castro

- Yo… Yo nunca he pensado en tener hijos, no


quiero… No quiero acabar como mi padre…
- ¿No te fías de mí?
- Sí, claro… Pero…
- Rober…
- Es difícil, joder…
- Lo sé, a mí también me cuesta todo esto…
Pero en la vida no todo se planea… Yo sólo
tengo claro una cosa, que no podría vivir sin
ti… Pero esto tenemos que decidirlo juntos,
porque es algo que hemos hecho juntos.
- Yo tampoco puedo vivir sin ti, pequeña…

Nos abrazamos, por lo menos nos tenemos el uno


para el otro. Su mano pasa por mi vientre.

- ¿Será verdad? – me pregunta


- No lo sé… No es bueno ni pensar una cosa, ni
la otra, nada es seguro…

326
Alba Cantera López - Castro

- Lo sé… Mi madre nos abandonó, y no quiso


saber nada de nosotros… Me duele, me duele
porque nos dejó cuando más lo
necesitábamos.
- ¿Sabes por qué os abandonó?
- Un día le dijo a mi padre que se iba, que ella
no quería una familia, que quería vivir la vida.
- Es un poco cruel…
- Lo es, pero lo peor de todo es que nunca
mandó un mensaje, ni preguntó por
nosotros…
- ¿Has sabido de ella?
- Por desgracia sí, la primera vez que salí en la
prensa vino pidiéndome dinero. Creo que
nunca nos quiso, y sólo nos quería por el
interés. En cuanto vio que tenía éxito en mi
vida volvió…
- ¿Por qué dices eso? ¿Por qué te pidió dinero?

327
Alba Cantera López - Castro

- No sólo por eso, mi padre… Mi padre sólo


estuvo dos años con ella, en esos años
nacimos mi hermana y yo. Pero en esos dos
años, iba y venía de casa, le quitaba dinero…
Mi padre no se fiaba de ella, pero si no la
echaba de casa era por nosotros, creía que nos
quería… Creía…
- ¿Te abandonó nada más nacer?
- Sí, bueno… pasaron unos meses pero sí…
Pero no nos abandonó por eso…
- ¿Por qué?
- Mi abuela paterna estaba muy enferma, murió
a los meses de yo nacer… Mi madre se llevó
toda la herencia y el dinero de la cuenta y
desapareció.
- Yo nunca haría eso…
- Lo sé, nunca me has exigido nada por mi
dinero… Realmente te conocí en una
entrevista de trabajo, te conocí hace unos

328
Alba Cantera López - Castro

meses trabajando para salir adelante… Eres


totalmente lo opuesto a mi madre… Por eso te
quiero, y por eso confío en ti.

Nos quedamos abrazados, nerviosos, quizás el lunes


comience el principio de toda nuestra vida.

329
Alba Cantera López - Castro

15. Raquel
Nos hemos quedado dormidos como dos idiotas en el
sofá toda la noche, nuevo día, martes. Parece que
ninguno de los dos está tan nervioso como ayer. No
nos hablamos, pero cada vez que podemos nos
abrazamos. Eso me reconforta, y creo que a él
también.

Hemos llegado tarde al taller, más tarde de lo normal


por lo menos, ahora Rober está hablando por teléfono
frunciendo el ceño mientras yo le hago caras tontas
para que se ría.

- ¿Vas a parar? – me dice Rober riéndose, y


tapando el teléfono.
- Nunca – y levanto el brazo con el puño
cerrado en modo triunfal.

330
Alba Cantera López - Castro

Rober se ríe, y se echa una mano a la cabeza. Creo


que ya tiene asumido que me falta un tornillo, o dos.

- Vale, vale… ¿Tiene que ser esta semana? –


dice Rober por teléfono – Bien, pues hasta
mañana.
- ¿Qué ha pasado Rober?
- Tengo que ir a la otra punta del puto país
mañana por la mañana, me acaban de mandar
el billete de vuelo.
- ¿Cómo así? Sueles ser bastante organizado.
- Es para un tío que caga dinero, y que me ha
ofrecido mucha pasta por restaurar varios
coches que tiene. Pero tengo que ir allá para
verlos y darle mi opinión.
- Pues vete ¿Qué problema hay?
- Que no quiero dejarte aquí sola, esta semana
quería que fuera para nosotros… Pero
tampoco quiero que vengas al viaje por que es

331
Alba Cantera López - Castro

una chorrada, sólo que al tío este se le ha


antojado que vaya yo, para nada. Porque yo
cuantos más coches restaure, más dinero voy a
ganar. No le voy a decir que no a ninguno.
- ¿Cuántos días te vas?
- Me voy mañana y vuelvo pasado…
- ¿Entonces qué problema hay? Sólo vamos a
estar dos días separados, e incluso esos dos
días nos vamos a ver. No podemos dejar que
nuestra vida se pare. Además podemos hablar
por teléfono. A mí también me hubiera
gustado que estuvieras aquí esta semana, pero
eso no va a arreglar nada.

Me levanto y le abrazo, sé que está inseguro, y que


quiere estar cerca de mí para soltar todas las dudas
que le vengan por la cabeza. Las que me quiera
contar, porque Rober es demasiado reservado para
algunas cosas. No voy a negar que el viaje sea

332
Alba Cantera López - Castro

inoportuno, que ahora mismo lo único que me


apetece es que se quede conmigo para
tranquilizarme. Además quedarme sola solo hará que
le dé más vueltas a la cabeza. Pero es su trabajo, y si
vamos a tener un hijo juntos… Más vale que
tengamos dinero.

- Tenemos los teléfonos móviles, si quieres


saturo WhatsApp, pero los dos vamos a estar
bien… - le digo a Rober para que se
tranquilice.
- La verdad es que estoy más… Cómodo que
ayer con la noticia, por llamarlo de alguna
manera. Es como si en el fondo de mí se
hubiera despertado algo. Pero tengo
sentimientos confusos.
- Igual el viaje nos viene bien a los dos, para
ver las cosas con perspectiva cada uno por
nuestra cuenta.

333
Alba Cantera López - Castro

- ¿Y si cada uno tira por un camino? ¿Si yo


llego a una conclusión y tú a otra? ¿Qué
hacemos?
- Pues volver a hablar, y volver a juntar los
caminos.

Le doy un beso a Rober y vuelvo a mi mesa. Ester


está empaquetando camisetas, la ropa está teniendo
mucho éxito de ventas, y ella se encarga de enviarlas.

- Se nos ha vuelto a acabar el stock Andrea…


- Ahora pido más no te preocupes – le digo a
Ester.

Llamo a nuestro proveedor, y encargo 1000


camisetas de todos los tipos, y todos los tamaños.
Parecen muchas camisetas, pero al ritmo que vamos
se acabarán pronto.

Reviso mi correo electrónico, y veo que tengo


demasiados sin contestar. Me pongo a ello. Muchos

334
Alba Cantera López - Castro

correos son de seguidores para preguntarnos cosas


sencillas o dudas existenciales. No sé, no me veo
referente de nada, pero si alguna palabra mía puede
ayudar a alguien, lo haré. También tengo varios de
periodistas del corazón, que no me hacen mucha
gracia. Empiezan a filtrarse fotografías mías
personales, incluso filtraciones del día que Rober me
pidió matrimonio de coña, o que me pega, o que es
alcohólico. La gente puede decir lo que quiera, pero
algunas noticias son hasta ingeniosas. Mando todos
estos correos a spam.

- Joder Ester, la gente es muy cansa, me


preguntan hasta que si estoy por Rober por
dinero directamente por e-mail… Tengo
tentación de contestarles que sí, y porque tiene
el rabo muy largo, pero no quiero liarla.
- Me gustaría ver la cara del periodista cuando
leería el correo – me dice Ester

335
Alba Cantera López - Castro

descojonándose - ¿Qué tal la amiga esa a la


que le pegó su novio?
- ¿Raquel? Bien, bueno, me he mandado algún
que otro mensaje con ella, pero siempre me
pareció la relación muy falsa… No sé, como
que en el fondo no encajábamos.
- ¿Pero te llamó a ti cuando estaba en el
hospital?
- Eso es lo que no me cuadra… Aunque he de
decir que creo que era la única persona que
sabía que no estaba bien con su novio…
- De momento no te ha dado razones para
desconfiar ¿No?
- No la verdad, es que siempre se ha portado
muy bien conmigo…
- Pues yo chica, lo que haría es seguir igual,
intenta conocerla, igual cambias de opinión.
Eso sí, nunca te olvides de tu sexto sentido, no
vaya a ser que no se equivoque.

336
Alba Cantera López - Castro

- Igual le digo de quedar mañana por la tarde en


la cafetería que nos conocimos, no pierdo
nada…
- ¡Pues mándale un mensaje!

Le mando un WhatsApp a Raquel para quedar con


ella en mi cafetería favorita. No tarda mucho en
contestar que le parece genial.

337
Alba Cantera López - Castro

16. Suegras
Estoy en el aeropuerto despidiéndome de Rober, que
se vaya es como perder un pedacito de mi cuerpo.
Pero él parece aún más abatido que yo, por eso le
intento dar fuerzas como puedo.

- Mañana volverás a estar aquí.


- Lo sé, pero se me hace una eternidad…
- Pero no lo es, no te preocupes.

Estamos abrazados, en medio de la terminal, supongo


que hay personas que creerán que es una despedida
de meses. Lo que no saben es que nos volveremos a
ver mañana, pero que no sabemos si vamos a ser
padres.

- No hagas ninguna locura en mi ausencia,


pequeña.
- Vale, te lo prometo…

338
Alba Cantera López - Castro

Juntamos las frentes y nos echamos a reír. Parecemos


tontos. ¿Por qué nos reímos? Creo que ninguno de
los dos lo sabemos.

- Adiós pequeña

Le como a besos la cara, y pronto se pierde por el


aeropuerto. Miro el reloj, y me doy cuenta que si no
me doy prisa llegaré tarde a la cita que tengo con
Raquel. Tarde como siempre, porque la puntualidad
no es lo mío.

Cuando llego Raquel ya está sentada, se ha puesto en


una pequeña mesa con dos sillas que dan al ventanal
que tiene la cafetería. La veo con buen aspecto,
maquillada, con medias negras y un vestido de flores.

- ¡Hola Raquel! Siento llegar tarde es que


vengo del aeropuerto…
- ¡Hola Andrea! ¿Vienes de viaje?

339
Alba Cantera López - Castro

- No, no… Vengo de dejar a Rob… mi novio –


no me he dado cuenta que nunca he hablado
con Raquel de nada relacionado con Rober, y
creo que no sabe ni que tengo novio.
- No sabía que tenías pareja.
- Sí, bueno, llevamos poco tiempo ¿Tú que tal
estás?
- Ahora vivo con mi madre y mi hermano, estoy
más tranquila.
- Me alegro, siento no haber podido quedar en
todo este tiempo, pero… - como le explico
que me pegaron un tiro y que he estado en
coma.
- No te preocupes, lo sé todo por las noticias
¿Estás bien? – me quita un peso de encima al
decirme que lo sabe todo la verdad.
- Sí, sí estoy bien. Es un mal capítulo de mi
vida, que le vamos a hacer.

340
Alba Cantera López - Castro

- Ya no vienes mucho por aquí ¿no? No la


verdad, es que me he mudado y ya me pilla un
poco lejos…
- ¿Te has mudado?
- Sí, me he ido a vivir a casa de mi novio, y
vive un poco lejos de aquí, así que me da
pereza coger el coche para venir a tomar un
café.
- ¿Pero no llevas poco con él?
- Sí, pero decidimos que era la mejor opción, al
final estaba todo el día cogiendo ropa de mi
casa por que dormía en la suya, y nos pareció
absurdo vivir separados.

Me siento un poco en un interrogatorio, le estoy a


punto de saltar a Raquel que si quiere que le dé mi
historial médico. Pero recuerdo lo que hablé con
Ester, tengo que escuchar a mi sexto sentido, pero no
dejarme llevar por él, y por una corazonada.

341
Alba Cantera López - Castro

No paro de mirar a Raquel, nunca me había pasado,


pero hoy me recuerda a alguien. Quizás sea porque
con maquillaje cambia algo, a decir verdad todas
cambiamos pasando por chapa y pintura.

Paso horas charlando con Raquel, intento sacarle


conversaciones insustanciales, como cuál es el último
libro que se ha leído, o que maquillaje usa. Sólo
quiero saber qué cosas tenemos en común, aunque
ella se sigue centrando mucho en el tema personal.
Para cuando me doy cuenta se me ha hecho tarde, y
quiero volver a casa.

- ¡Ostia! Se me ha hecho súper tarde Raquel


¿Quedamos otro día para echar un café? – que
diga que no, que diga que no pienso.
- ¡Vale! ¿Quieres que vaya a tu casa? Así
estamos en un ambiente más tranquilo.
- Vale, te paso ahora la dirección – tecleo mi
dirección y se la paso por WhatsApp, no me

342
Alba Cantera López - Castro

apetece quedar mucho con ella, pensaba que


me iba a decir “sí, sí, ya nos llamaremos”
como hace todo el mundo sobre la Tierra, pero
Raquel ahora viene a mi casa mañana.

Estoy cansada, y me meto a la cama con un vaso de


leche y galletas en la mesilla. Llamo a Rober por
video-llamada.

- Hola
- Hola pequeña
- ¿Qué tal ha ido la reunión?
- Bien, todo de puta madre la verdad, vamos a
ganar un pastón.
- Me alegro cariño.
- ¿Tú qué tal?
- Nada he quedado con Raquel y poco más.
- Yo tengo una sorpresa que darte – veo a
Rober con cara de ilusión al decírmelo, que
estará tramando el capullo…

343
Alba Cantera López - Castro

- ¿Y no me lo puedes decir ya?


- Es una sorpresa, así que espérate a mañana…
- Joe, porfa, porfa, porfa…
- No te la voy a decir hasta mañana así que no
insistas… - me dice con media sonrisa en la
cara.
- Vaaaaaaaale…

Hacemos un poco más el tonto, pero los dos estamos


cansados, y nos estamos quedando dormidos
mientras hablamos.

- Estoy muerta
- Y yo
- ¿A qué hora sale tu vuelo?
- No lo sé seguro, mañana cuando llegue te
aviso, y voy en taxi a casa. Así no tienes que
estar esperando en el aeropuerto que es un
coñazo.

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Alba Cantera López - Castro

- Vale, estaré en casa. No voy a ir a la oficina,


como hoy. Hago las cosas que tengo que hacer
con el portátil. Ester ya está avisada, así que
ya sabe que ninguno de los dos estaremos
mañana.
- Está bien pequeña, mañana nos vemos ¿vale?
- Vale, te quiero.
- Y yo a ti.

Ya es de día, he dormido como un tronco, aunque a


veces me he visto buscando a Rober por la cama. A
veces es un coñazo tenerlo, pero cuando no está, se
nota. Pienso en el posible bebé que puedo llevar
ahora conmigo, me he sorprendido varias veces
tocándome la tripa.

Algunas veces pienso que estoy loca por querer tener


un hijo, otras que es lo más maravilloso del mundo.
Sigo teniendo dudas, y creo que hasta que no me

345
Alba Cantera López - Castro

digan “sí, estás embarazada” no me lo voy a creer del


todo.

Estoy haciéndome algo de comer cuando alguien


llama a la puerta, no espero a Raquel hasta más tarde,
así que no sé quién puede ser.

Cuando abro la puerta me encuentro a Roberto, el


padre de Rober sonriente.

- ¡Hola Roberto! ¿Vienes a ver a Rober?


- Sí, me ha dicho que venía esta tarde del
aeropuerto, y que estarías en casa esperándole.
- Todavía no ha llegado, entra.
- Gracias Andrea.
- ¿Quieres algo de comida? Estoy haciendo
pisto al horno con huevos fritos.
- Pues no me puedo resistir a como suena eso,
además hace mucho que no como comida
casera.

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Alba Cantera López - Castro

- ¿Cómo qué no? Pues ahora mismo vamos a


comer juntos.

Miro el horno y veo que la comida está lista, pongo


la mesa en el comedor que tenemos al lado de la
cocina, y sirvo el pisto.

- ¿Te gusta?
- Está riquísimo Andrea.
- No soy muy buena cocinando, pero cosas
sencillas pueden pasar…
- Mejor que yo ya eres… Me alimento a base de
comida precocinada.
- ¡Pues eso se va a acabar! ¿Tú sabes cómo
tengo el congelador de tuppers de mi madre?
Rober y yo tenemos para comer cuatro meses.
Luego te preparo una bolsa y te llevas algo.
- ¿Tú madre no se enfadará?
- Mi madre es feliz alimentando a la gente.
- Suena como si te cebara.

347
Alba Cantera López - Castro

- A veces creo que lo hace – le digo a Roberto


mientras le giño el ojo.

Roberto se ríe, creo que he empezado con buen pie


con mi ¿Suegro? ¡Qué raro me suena llamar suegro a
alguien! Llaman a la puerta y me doy cuenta que
debe de ser Raquel.

- ¡Hola Raquel! No me había dado ni cuenta de


que habíamos quedado, ha venido mi suegro a
comer y se me ha ido el santo al cielo.
- No pasa nada, he quedado con mi madre de
que la iba a llamar cuando acabara contigo
¿Te importa que venga a buscarme aquí? Es
que he venido andando.
- No, no claro pasa.

No tendrá sitios dónde quedar con su madre, pienso


yo. Cuando Roberto ve a Raquel se le queda cara de
haber visto un fantasma.

348
Alba Cantera López - Castro

- Mira Roberto, esta es Raquel una amiga mía,


Raquel este es Roberto el padre de mi novio
Rober – les digo.

Rezo por que la madre de Raquel llegue pronto,


porque aquí hay una tensión que se puede cortar con
un cuchillo. El padre de Roer se ha quedado callado,
y no contesta más que con monosílabos, y Raquel
corretea por toda la casa, algo que me incomoda,
porque nadie le ha dado permiso.

Llaman a la puerta, y voy a abrir, seguramente sea la


madre de Raquel que ya venga a buscarla, por fin.
Cuando abro la que parece que he visto un fantasma
soy yo, la madre de Raquel es clavadita a Rebecca la
hermana de Rober.

- Hola, tú debes de ser Andrea ¿no? – me dice


la madre de Raquel – Yo soy Patricia la madre
de Raquel, he venido a buscarla.

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Alba Cantera López - Castro

- Pasa, pasa mamá – se oye decir desde dentro


de la casa.

Raquel se está pasando de la raya, yo no quería


invitar a entrar a su madre a casa, yo quería que se
fueran. Pero la madre de Raquel entra como un
huracán en casa, tan rápido entra que no se me ocurre
ninguna excusa para no dejarla entrar.

- Hola Roberto – dice de repente la madre de


Raquel al entrar al salón donde están su hija y
mi suegro.

Roberto empalidece en cuanto oye hablar a esa


mujer.

- ¿Qué coño haces tú aquí Patricia?

Yo miro a todo el mundo con cara de sorpresa, no me


estoy enterando de nada, y parezco la única.

- Pero ¿Os conocéis? – pregunto yo.

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Alba Cantera López - Castro

- Por desgracia sí, Andrea, esta mujer es la


madre de Rober y Rebecca.

Siento que los ojos se me van a salir de las órbitas


¿La madre de Raquel es la madre de Rober? No lo
entiendo ¿Cómo?

- Pero yo, yo no sabía nada… ¿Tú Raquel lo


sabías?
- Lo siento Andrea, pero sí, necesitábamos
llegar de alguna manera a Rober, y tú has sido
su punto flaco.

¿Lo siento? Dice la muy puta, por eso me sonaban


todas sus conversaciones falsas, porque lo eran.

- ¿Y el hospital? ¿Y los lloros?


- Tenía que llegar a ti de alguna manera, y
dándote pena era la más rápida – me dice
Raquel, fría, irreconocible.

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Alba Cantera López - Castro

Me quedo blanca, me ha estado utilizando. Mi sexto


sentido no fallaba, nunca falló al pensar que era una
falsa. Sólo han intentado llegar hasta Rober.

- ¡Aléjate de mi hijo! – dice el padre de Rober.


- Me iré con una condición, que me dé dinero,
si no haré un montón de exclusivas y contaré
toda la verdad, mi verdad, y que sepas
Roberto que también es mi hijo – dice
Patricia con una voz propia de la madrastra de
Cenicienta y la bruja de Blancanieves juntas.
Mala, esta mujer es mala, hasta su perfume
huele a maldad.
- No soy tu hijo, nunca lo seré. Ser madre
significa mucho más que parir.

Se me corta la respiración, Rober, no me había dado


cuenta que estaba en la entrada del salón. Su cara,
jamás había visto una cara tan enfadada. Siempre
suelo hablar para rebajar el ambiente de una

352
Alba Cantera López - Castro

situación, pero ahora estoy callada, sin saber que


decir, no me salen las palabras, pero a Rober sé que
sí.

- Iros de mí casa, las dos.


- No, dame lo que me pertenece o hablaré –
dice Patricia.
- ¿Y por qué te pertenece?
- Por qué me están ofreciendo mucho dinero y
lo estoy rechazando por ti.
- Mentirosa, hace años cuando viniste, me
encargué que no pudieras hacer ninguna
entrevista. Inténtalo, intenta hacer algo. No lo
conseguirás.
- ¡Mientes! – la cara de Patricia se va
descomponiendo, la seguridad se le va
esfumando, sabe que Rober habla muy
enserio.

353
Alba Cantera López - Castro

- Vete y no vuelvas a molestar a mi familia,


porque hasta ahora he sido muy benevolente
contigo, pero si afecta a mi familia, iré a por
ti. A por las dos – dice Rober señalando tanto
a Patricia como a Raquel.

Se van, sin decir adiós, sin decir nada, sin mirar a


nadie. Se van porque saben que han perdido. Zorras.
En casa se queda un ambiente, horrible,
indescriptible.

- Por favor, chicos, hablar, yo estoy un poco


perdida.
- Te han utilizado para pedir dinero, otra vez,
hasta los cojones de ella y de sus putos juegos
estoy – masculla Rober.
- Pero les hemos pillado, es lo importante, han
jugado con que yo no les conocía, pero ya las
conozco.

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Alba Cantera López - Castro

- Me parece que me voy a ir a casa… - dice


bajito en padre de Rober.
- Roberto, no, hoy te quedas aquí en casa, no
quiero que hoy estés sólo – le digo.

Rober me da la mano, y me la aprieta, eso es un:


gracias, lo sé, no me hace falta escucharlo.

- Papá, yo pienso igual que Andrea, quédate


hoy aquí, te vendrá bien. No hace falta que
sufras por esa hija de puta.
- Es tu madre…
- Tú eres mi madre, y tú eres mi padre. Ella
sólo me parió.
- Gracias – nos dice mi suegro con los ojos
llorosos y nos abraza.

Este hombre lo ha pasado realmente mal a causa de


esta mujer, pero no sólo él, toda su familia. Es una

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Alba Cantera López - Castro

persona tóxica que contamina todo lo que toca, no la


conozco más que de cinco minutos, pero lo sé.

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Alba Cantera López - Castro

17. Familia
Ya es lunes, los días desde que pasó el incidente con
la madre de Rober, han sido raros. Rober intenta que
los días sean normales, pero se le nota cansado y
enfadado.

Ahora estamos en el médico, no hemos hablado nada


del posible embarazo y el posible bebé. Pero no le
quiero forzar a hablar de ello, ya tiene suficientes
problemas en la cabeza.

Una enfermera nos llama para la consulta del


médico.

- Buenos días Andrea.


- Buenos días.
- ¿Tú eres Rober no?
- Sí, buenos días.

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Alba Cantera López - Castro

El médico me hace una serie de pruebas, y me mira


la cicatriz otra vez. Supongo que lo que más le
interesa es que esté bien de mi herida de bala. Pero
ahora mismo yo lo que quiero saber es si estoy
embarazada.

- Bueno, pues llegó la hora, te dejo una prueba


de embarazo y que vayas al baño.
- Vale, gracias.

Hago pis como puedo, que asco me dan los baños de


los médicos por Dios. Ahora mismo estoy tan
nerviosa que no sé ni que pensar. Vuelvo a la
consulta del médico donde me están esperando Rober
con cara de circunstancia, y el médico.

- Tome – le digo al médico pasándole la prueba


de embarazo.
- Pues os tengo que dar la enhorabuena, estás
embarazada Andrea.

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Alba Cantera López - Castro

Embarazada, voy a tener un bebé con Rober, lo miro


pero Rober no reacciona. El médico sigue hablando,
y los dos respondemos como autómatas.

Salimos de la consulta, y Rober sigue sin hablarme,


bueno realmente yo tampoco le hablo. Creo que nos
tiramos todo el trayecto del coche a casa cada uno
sumido en sus pensamientos. Un bebé.

Cuando abrimos la puerta de casa, los dos vamos al


sofá, nos sentamos. Todo me recuerda a la primera
vez que le dije que podía estar embarazada, nos
sentamos en el sofá sin decir nada. Pero yo ya no
aguanto el silencio. Necesito hablar con él.

- Rober ¿Estás bien?


- Sí… - contesta bajito.
- Tenemos que hablar de esto…
- Lo sé… ¿Te puedo dar la sorpresa que te dije
por teléfono la noche que me fui de viaje?

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Alba Cantera López - Castro

Me sorprende que se acuerde de ello, no esperaba


ninguna sorpresa ya. Por lo menos no me la esperaba
ahora. Rober extiende su brazo, en el que lleva las
flores dedicadas a su familia, tiene dos flores nuevas.

- Me hice este añadido al tatuaje ese día.


Cuando fui a ver al cliente, vi que era un
hombre mayor con dinero, no tenía hijos, ni
esposa… Sólo coches, y yo sólo pensaba en
que no quería acabar así, sólo, yo quería tener
coches pero alguien con quién disfrutarlos.
Ese día me tatué estas dos flores más, sois tú y
nuestro hijo, sois mi familia.
- ¿Tú familia?
- Nuestra familia.

Nos besamos. Ya está decidido. Vamos a ser una


familia. Mi familia. Su familia. Nuestra familia.

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Alba Cantera López - Castro

Fin

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Alba Cantera López - Castro

Agradecimientos

Si has llegado hasta aquí, sólo me queda decirte


gracias. Gracias por esta pequeña oportunidad.
Espero que hayas disfrutado muchísimo de la novela.

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