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Recursos Humanos Mod. 5
Recursos Humanos Mod. 5
Por tanto, podemos afirmar que la adaptación de la empresa a su entorno implica necesidad de
flexibilidad no sólo en su sistema productivo, sino también en el uso de la fuerza laboral o
capital humano requerido en cada momento para lograr los objetivos de la organización.
Otra razón que facilita la justificación de este proceso reside en la creciente proporción de
puestos de trabajo especializados, los cuales difícilmente son cubiertos con rapidez. Ello exige la
implantación de técnicas de previsión que hagan coincidir en el tiempo la disponibilidad con la
necesidad de dichas categorías profesionales.
Y es que, en los tiempos que corren, dos ideas que se van imponiendo en las organizaciones
conducen al desarrollo y reconocimiento del papel de la planificación en el área social. Por una
parte, las empresas, poco a poco asumen que las personas representan un capital tan importante o
más que los restantes recursos organizativos, por lo que resulta necesario optimizar su uso; y por
otra parte, la incorporación de técnicas cifradas y objetivas, anteriormente reservados para otras
áreas o funciones organizativas, dotan de mayor credibilidad a las estimaciones que en este área
se realizan.
En una investigación realizada en los primeros años de la década de los ochenta en Estados
Unidos sobre una muestra de más de 2000 directivos de empresas, RUSS (CARREL, ELBERT y
HATFIELD, 1.995: 258) puso de manifiesto que el 82% de éstos consideraba que la función más
importante de la dirección de recursos humanos era precisamente la de planificación.
Las razones que aconsejan la planificación de recursos humanos en las organizaciones son:
Este nuevo rol de recurso estratégico asignado al factor humano en las organizaciones, implica
cambios en la forma tradicional de gestionarlos y en concreto en lo concerniente a su
planificación; y estos cambios lógicamente afectarán a la unidad responsable de llevar adelante
estas tareas: el departamento de recursos humanos.
Según MARTORY y CROZET (1988: 18) existen, cuando menos, dos características propias del
subsistema de personal que, por sí solas, justifican su planificación:
La inercia del sistema humano es una evidencia que se constata por su difícil modulación frente a
otros recursos como el financiero o el material. Los hombres no entran y salen al capricho de la
organización; además existen unos preceptos legales que dificultan dichos movimientos.
La planificación intenta que las necesidades de entradas-salidas sean las mínimas o que, cuando
menos, éstas no se produzcan de forma brusca o traumática; buscando para ello la continua
adecuación de la organización a sus necesidades.
La flexibilidad o, mejor dicho, la falta de flexibilidad en los recursos humanos, queda también
patente en la lentitud que experimentan los individuos para cambiar o ampliar sus competencias,
conocimientos y habilidades.
Mientras una máquina puede ser adquirida en poco tiempo, los conocimientos y destrezas
necesarios para su manejo pueden dilatarse en el tiempo. La necesidad de conjugar inercia y
flexibilidad constituye una razón adicional para aplicar la planificación de recursos humanos.
Las consecuencias derivadas de no realizar una correcta planificación de los recursos humanos,
según Bruno HENRIET (1986: 9), se pueden extender a plantillas sobredimensionadas, lo cual
constituye un grave problema, o infradimensionadas, evento éste de dificultad sólo en el caso de
determinadas categorías profesionales.
Otros efectos no deseados son escasez o ausencia de información sobre los efectivos
(potenciales, desempeño, expectativas, cualificación, etc.); dificultad para la elaboración de
planes de carrera debido a una desequilibrada composición de los grupos de efectivos según sus
edades; menosprecio hacia la gestión de la sucesión; desafectación no programada, bien por
necesidades económicas o por decisiones individuales motivadas por la frustración, etc.
Objetivo de rentabilidad.
Objetivo de competitividad.
El coste laboral no sólo repercute en la cuenta de resultados; también es determinante del precio
de venta y, por tanto, de la situación competitiva de una firma en el sector.
Busca la congruencia de las acciones desarrolladas por el departamento de recursos humanos con
los planes de las restantes unidades operativas. Piénsese, por ejemplo, en los procesos de
reclutamiento, formación o gestión de carreras.
Reilly define la planificación del personal como:' Un proceso en el cual una organización intenta
estimar la demanda de trabajo y evaluar el tamaño, naturaleza y fuentes de suministro que serán
necesarios para satisfacerla'
Los procesos de planificación de la mayoría de las organizaciones no sólo definen lo que se lleva
a cabo dentro de un plazo determinado, sino también el número y tipo de recursos humanos que
serán necesarios para alcanzar los objetivos definidos (por ejemplo, las competencias requeridas;
cuando se necesitan los recursos; etc.).
Estas estrategias y programas están supervisados y evaluados con regularidad para asegurarse de
que las organizaciones se están moviendo en la dirección deseada, incluyendo las deficiencias de
competencias en los empleados, haciendo correcciones según sea necesario.
Los tres elementos clave del proceso de planificación de recursos humanos prevén la demanda de
trabajo, el análisis de la oferta de trabajo, y el equilibrio entre demanda y oferta de trabajo.
Para cada grupo que se perfile, definir los roles y la carrera para ayudar a identificar las
necesidades de recursos humanos actuales y futuros.
Determinar cómo se integrarán las competencias con los procesos y sistemas existentes de
planificación de recursos humanos (por ejemplo, los sistemas de administración de recursos de
información humana; otras herramientas basadas en la informática y modelos de predicción).
La planificación de recursos humanos, también tiene por objetivo realizar un diagnóstico acerca
de los cambios en la organización y en la estructura que necesite efectuar la empresa,
contribuyendo con el perfeccionamiento de todos los métodos y estilos de planificación de
recursos humanos con el fin de disponer de una mayor participación, compromiso y motivación
de los dirigentes y empleados para poder desarrollar una cultura organizacional que le pertenezca
en modo particular a la empresa.
Por último debemos decir que la planificación de recursos humanos tiene la obligación de
preparar los recursos de la empresa, de manera tal que la misma sea capaz de actuar rápida y
eficientemente cada vez que se produzca un cambio en el entorno correspondiente al que
pertenece.
Según Guerin (1992), la estrategia de una organización puede definirse como “el conjunto de las
decisiones o respuestas que testimonian la adaptación de la empresa a la inestabilidad del
ambiente durante un período dado”. Sin embargo, el objeto de estas decisiones se debate.
Algunos autores definen la estrategia en el sentido amplio, puesto que según su opinión las
decisiones tienen que ver con sus fines (objetivos y metas), así como con los medios (asignación
de recursos limitados) utilizados para alcanzar los fines. Por el contrario, otros autores definen la
estrategia en el sentido estricto, es decir, que las decisiones solamente tienen que ver con los
medios.
Además, varios autores piensan que el concepto de estrategia, aún definido en el sentido estricto,
implica, a pesar de todo, varios elementos tales como el campo de actividades, el sector de
crecimiento, la ventaja competitiva y la sinergia.
En pocas palabras, podría decirse, que una estrategia es un conjunto de respuestas que indican
cómo define una organización su relación con el ambiente en busca de sus objetivos.
Por otro lado, Guerin (1992), afirma que:
La planificación permite asegurar con el tiempo cierta coherencia para las diferentes decisiones
tomadas diariamente, de manera que el conjunto de esas decisiones converja con miras a
construir el futuro deseado.
Planear es, pues, según Guerin (1992), “investigar y desear dominar la evolución de la empresa,
asegurando que las acciones y las decisiones no sean erróneas, sino que estén incluidas en un
marco coherente, teniendo en cuenta posibilidades, acontecimientos nuevos, pero también
voluntades”.
En efecto, varios autores han pretendido que la empresa debe adaptarse al mercado del producto,
porque las decisiones estratégicas tienen que ver más con los problemas externos que con los
internos.
Al contrario de este método renovado, el método clásico tiene la tendencia a no considerar como
estratégicos los aspectos internos relativos a la ejecución, lo cual relega a segundo plano ciertos
aspectos funcionales como el problema de los recursos.
En segundo lugar, el análisis de los impactos, que no existía explícitamente en el método clásico,
se interesa por las diferentes tácticas estratégicas contempladas en el futuro, con miras a
identificar sus consecuencias para cada función de la empresa (mercadeo, finanzas, recursos
humanos), etc.).
El análisis de los impactos funcionales permite así plantear los interrogantes de la ejecución
dentro del proceso de planificación estratégica. En tercer lugar, el proceso de decisión finaliza
con una etapa de consolidaciones funcionales que para cada una de las funciones consiste en
reforzar la coherencia de todas sus acciones.
Con relación a esta segunda cuestión CHERRINGTON (1995: 137) estima que un sistema
formal de planificación de recursos humanos no es esencial para una compañía si ésta no supera
los 200 o 300 empleados. Hasta llegar a este umbral, este proceso puede ser ejecutado de manera
informal por los directivos sin grandes problemas.
Respecto al primer punto PEÑA BATZAN (1990: 486) se muestra partidario de la planificación,
porque de este modo las PYMES no solamente podrán disponer en todo momento del
contingente humano necesario y de planes coherentes para administrarlo; sino que, además,
podrán disponer de datos valiosos con los que elaborar el presupuesto y demás previsiones
económicas.
De este modo la materia adquiere una significación especial ya que no sólo se relaciona con la
dotación de personal para asegurar las exigencias operativas actuales, sino también con el
desempeño y potencialidad de la fuerza de trabajo para asegurar el funcionamiento eficiente de la
organización en el futuro.
De este modo la planificación estratégica de los recursos humanos debe entenderse como
actividad indispensable y complementaria de las funciones típicas de la administración de
personal como son la procuración, el desarrollo, el mantenimiento y la utilización.
Ahora, por lo que respecta a la planificación racionalizada, se puede decir que es una materia a la
que las empresas cada día le están dedicando mucha más atención, como resultado de la
situación de crisis que se confronta, asignando recursos específicos en el convencimiento de que
les ayudará a un funcionamiento más eficiente.
Hace unas décadas, la planificación del personal era vista como una de las áreas que resultaban
interesantes de explorar desde el punto de vista del desarrollo y el crecimiento organizacional.
Es así como la planificación estratégica viene a ser el proceso mediante el cual las empresas
deciden qué objetivos desean lograr durante un período de tiempo futuro, así como las estrategias
que deben aplicar para alcanzarlos.
Desde este punto de vista, la planificación tiene dos componentes básicos: el establecimiento de
los objetivos y la determinación de los cursos de acción que deben adoptarse para lograrlos.
La planificación de los recursos humanos se concibe como una actividad sistemática en la cual se
integran una serie de eventos concatenados metodológicamente, que permiten analizar los
recursos humanos de una organización en lo que se refiere a su procuración, desarrollo,
mantenimiento y utilización dentro de una concepción de funcionamiento integral de la
organización.
El momento culminante para la planificación de los recursos humanos sobreviene cuando la alta
gerencia comprende que el futuro de la empresa depende en gran medida de aquellos individuos
con las aptitudes más adecuadas y con las mejores características personales, que se reclutan hoy
para que desempeñen posiciones de alta responsabilidad mañana.
Los recursos humanos se convierten así en el punto más importante en la vida de la organización,
a tal grado que continuamente, científicos sociales y administradores renombrados han
coincidido en sostener que la prosperidad y supervivencia de cualquier empresa depende
prioritariamente de los cuadros de recursos humanos que haya logrado obtener y desarrollar.
El epíteto estratégico.
El calificativo "estratégico" ha sido usado en los últimos años de forma casi abrumadora, a veces
injustificada, al considerar las funciones o procesos propios de las organizaciones. Así, resulta
frecuente oír expresiones tales como "marketing estratégico", "gestión estratégica de la
producción", "sistemas de información estratégicos" o el caso que nos ocupa, "planificación
estratégica de recursos humanos".
Si pretendemos usar con propiedad este adjetivo, lo cual redundará positivamente en la eficacia
de la comunicación, es preciso conocer la naturaleza de la actividad estratégica.
De acuerdo con ODIORNE (1984: 289,290), sólo puede ser otorgado este calificativo a las
actividades que reúnan los siguientes requisitos:
a) Sus objetivos están orientados a largo plazo.
e) Realizan una estimación de los recursos necesarios para ejecutarlas, así como del
retorno que esta inversión producirá.
f) Implican procesos de toma de decisiones con los que hacer frente a la incertidumbre
del entorno.
g) Requieren de cierto control que detecte las desviaciones que se vayan produciendo
respecto a los objetivos marcados con el fin de ir eliminando progresivamente.
BESSEYRE Des HORTS (1989: 29), por su parte, tras analizar diversas definiciones del término
estrategia, extrae las siguientes notas comunes:
Aunque son pocas las organizaciones que han llegado a este grado de implicación, son muchas
las utilidades que de éste pueden surgir (BYARS y RUE, 1996: 123; GOMEZ-MEJIA, BALKIN
y CARDY, 1995: 43-45; SHERMAN, BOHLANDER y SNELL, 1996: 157-160). Léase este
compendio:
Se detectan con mayor precisión las lagunas existentes en el dominio social entre
la situación actual y la deseada.
Los directivos de recursos humanos asesorarán a los directivos de línea sobre las
consecuencias que, para su área, presentan los objetivos y estrategias
considerados.
Los directivos de línea analizarán las consecuencias que tienen para la empresa
los objetivos y estrategias de recursos humanos.
Para concluir con esta exposición de utilidades, reseñar que la planificación de recursos humanos
puede llegar a ser... "una "buena baza" estratégica que permite a la empresa disponer de los
hombres necesarios para atrapar oportunidades de mercado, absorber otras empresas,
diversificarse, anticiparse y dominar rápidamente las nuevas tecnologías" (FOMBONNE, 1992:
156).
Tampoco olvidemos que este desafío adopta matices profesionales al plantear una serie de
exigencias a los directivos de recursos humanos (BYARS y RUE; 1996: 124; GOMEZ-MEJIA,
BALKIN y CARDY, 1995: 69). Es decir, no basta con el desarrollo y mantenimiento de
actitudes proclives al respecto; sino que es necesario disponer de determinados perfiles
profesionales en la unidad de recursos humanos para afrontar con garantías este reto.
Una vez justificada la razón de ser de la planificación estratégica de recursos humanos conviene
ubicar esta actividad en el proceso global de dirección estratégica del negocio.
Lógicamente, para ejecutar los planes estratégicos, éstos han de ser desmenuzados en actividades
más concretas y objetivos mensurables a más corto plazo, o metas.
NOE y otros (1994: 318) nos relatan como este proceso será totalmente distinto si la empresa
decide optar por una estrategia genérica de costes o por otra de diferenciación, según el esquema
propuesto por PORTER (1980).
FERNÁNDEZ CAVEDA (1990: 69) realiza un ejercicio similar del que, una vez más, se pueden
extraer relaciones entre ambos procesos.
Todos estos factores que influyen en la planificación estratégica están interrelacionados y nunca
podrán considerarse aisladamente.
Para que la planificación de recursos humanos sea efectiva, debe cumplir cuatro condiciones:
Hoy en día un aspecto crítico de la labor de la alta gerencia consiste en equiparar las
competencias organizacionales con las oportunidades y riesgos creados por el cambio ambiental,
en formas que sean al mismo tiempo efectivas y eficientes durante el tiempo en que se apliquen
los recursos de los que dispone la organización. Las características básicas del equilibrio que
alcance una organización con su ambiente, se llaman su estrategia. Así pues el concepto de
estrategia es una de las principales herramientas con que cuenta la alta administración para hacer
frente a los cambios tanto externos como internos.
...la estrategia es el patrón de objetivos, propósitos o metas y planes y políticas principales para
alcanzar esas metas, expuestos en forma que definan en qué negocio está la compañía o va a
estar y el tipo de compañía que es o va a ser. (P. 20).
Ansoff, por el contrario, veía la estrategia como el “hilo común” entre las actividades y
productos-mercados de la organización que definían la naturaleza esencial del negocio en que
estaba ésta y en que proyectaba estar en el futuro.
En resumen, se puede decir que para estos autores la estrategia de una organización viene a ser
en pocas palabras, como una declaración de los medios fundamentales que usará, dentro de
ciertas restricciones ambientales, para tratar de alcanzar sus objetivos, destacando entonces como
componentes de cualquier estrategia los siguientes elementos:
4) Sinergia, que significa los efectos conjuntos que se buscan con la aplicación de
los recursos de la organización y sus decisiones sobre el ámbito.
Al pasar de los años, las definiciones de estrategia fueron evolucionando, a tal punto que para
finales del siglo XX, diversos autores lograron una mayor delimitación de los aspectos que
forman parte de una estrategia. En el caso de Antonorsi (1997), él define estrategia como:
El conjunto de orientaciones de una organización para actuar en función del logro de sus
propósitos generales y objetivos específicos, tomando en consideración sus condiciones internas
y los factores de su entorno. El conjunto al que se llama “estrategia” comprende: la misión, los
objetivos, las estrategias propiamente dichas, y los planes de acción que pretende realizar la
organización. La “estrategia” aclara la razón de ser, los objetivos de la organización y sus planes
de acción, para orientar la acción y desempeñarse en su ambiente. (P. 23).
Obviamente si se quiere evaluar una organización se tiene que comenzar a partir de su estrategia.
A ella deben responder el conjunto de factores que conforman la organización propiamente
dicha. Si hay que cambiarla, igualmente se debería partir de la estrategia. Toda organización es
para algo, por allí se debe comenzar.
Finalmente, es importante destacar el hecho de que se deben evitar ciertos errores comunes en la
elaboración de una estrategia, tales como:
Una organización agrupa un número determinado de personas, con intereses comunes y forma
una red de relaciones que integra a los propietarios, los empleados, los proveedores, los clientes
y entes reguladores de dichas relaciones. Busca con todo ello satisfacer las necesidades de una
sociedad. Para funcionar requiere de una estructura y de unos procesos internos que se modifican
de acuerdo con el entorno en el que se encuentra.
La organización es un sistema abierto que requiere para desarrollarse de insumos que vienen de
fuera, generando con ellos productos que vuelven nuevamente a ese entorno externo. Y a su vez
es un sistema cerrado porque da un producto a la sociedad pero conforme a unas políticas
internas que muestran un diseño, un estilo propio de mercadeo.
Dicha dinámica los lleva a una división del trabajo la cual sigue una secuencia: jerarquización
(Orden de rango, grado o importancia), departamentalización (Agrupar las funciones y
actividades con base en su similitud) y coordinación (Sincronización de los recursos y esfuerzos
de un grupo social para desarrollar objetivos).
Sin embargo, la “Estructura Organizacional” depende del producto, del mercado y de las
exigencias particulares que necesiten los planes institucionales. En este punto es bueno aclarar
que la parte de la teoría organizacional que se dedica a estudiar la forma como una empresa está
organizada internamente sería la “Estructura Organizacional” y la que se encarga de disponer a la
empresa para relacionarse con el exterior y de acuerdo a un plan estratégico se denomina como
“Diseño Organizacional”.
Resumiendo los apartados anteriores podemos decir que la necesidad de los clientes determina
un producto, el cual genera estrategias de producción y de venta, los mismos se reflejan en
procesos, y éstos van a determinar la estructura. Los procesos determinan la actuación de las
personas. Se busca con esta secuencia coherencia organizacional.
Ahora, si analizamos internamente la secuencia que debería seguir, observamos que se necesita
una forma de distribución de responsabilidades, las cuales siguen las estrategias definidas por la
directiva empresarial, configurando tareas, cargos que cumplen funciones; el manual de
funciones los recopilara agrupándolos en actividades homólogas a sus propósitos generando lo
que se denomina como departamentalización.
El enfoque del organigrama puede hacerse por producto, servicio, zonas de mercado, en los
clientes. Todo depende del producto, del mercado y de las exigencias particulares que necesiten
los planes institucionales
Ahora una organización se puede comprender a través de sus áreas funcionales, es decir desde
las áreas del conocimiento que emplean para llevar a cabo su misión, surgiendo con ello un
nuevo concepto como es el de “Organización Funcional” el cual aplica el principio funcional o
principio de la especialización de las funciones para cada tarea. La autoridad en ella se sustenta
en el conocimiento. La autoridad es parcial y relativa; la línea de comunicación es directa, sin
intermediarios; hay descentralización de las decisiones; énfasis en la especialización.
Se presenta en una organización pequeña integrada por especialistas, con un dirigente eficaz y
orientado a objetivos comunes. Y es un modelo que busca facilidad para ejecutar las funciones,
propiciando fluidez en la comunicación para que la autoridad circule entre los procesos.
Una organización Funcional va a tener sus ventajas y desventajas. Las ventajas serían:
Sus desventajas:
Todo este conocimiento nos lleva a lo que se denomina como planeación estratégica de recursos
humanos el cual es el proceso que busca asegurar el óptimo aprovechamiento del personal con
que cuenta la empresa, y proporcionar los recursos humanos relacionados con las necesidades
futuras de la organización, compaginándolo con la misión y los objetivos institucionales.
Conclusiones