José Francisco de San Martín y Matorras (José de San
Martín), fue un extranjero e hijo de padres españoles. En 1774, el padre
de José de San Martín fue nombrado gobernador del Departamento de Yapeyú, para que administre la Misiones Jesuitas Guaraníes. José de San Martín, nació en Yapeyú Virreinato de Rio de la Plata, (Argentina), fue militar y político y uno de los libertadores de Argentina, Chile y Perú. Cuando tenía seis años, viajó a España, Málaga, sus estudios los empezó en el Real Seminario de Nobles de Madrid y en la Escuela de Temporalidades de Málaga en 1786. Ingresó al ejército español realizando su carrera militar en el Regimiento de Murcia. Bajo el comando español, combatió contra las fuerzas del norte de África, luego contra la dominación napoleónica de España, participando en las batallas de Bailén y La Albuera, en 1812 alcanza el grado de teniente coronel que, posteriormente, vuelve a Buenos Aires, dispuesto a luchar por la independencia conformando por las Provincias Unidas del Río de la Plata. Para su campaña requirió financiamiento que gran parte fue de Pueyrredón y de “contribuciones obligatorias” de comerciantes y hacendados; sin embargo, fue muy contemplativo para confiscar los bienes de los españoles que no se inclinaran a la independencia. Luego de la emancipación chilena, se organiza la expedición libertadora del Perú. Thomás Cochrane al mando de la escuadra chilena compuso el ejército libertador, compuesto por jefes navales de distinta nacionalidad, hasta británicos como Cochrane y de otras nacionalidades de Sudamérica. Declaró la Independencia del Perú el 28 de julio 1821. En Guayaquil, cede su ejército y la meta de finalizar la liberación del Perú a Simón Bolívar. Wikipedia, nos dice que, en teoría, en Ayacucho, combatieron unos 4,000 grancolombianos en las filas patriotas y unos 1,500 peruanos (repartidos con escasa fracción de chilenos y rioplatenses). Culminadas las acciones, del Perú, contra España, se tenía que cancelar el pago de deudas a favor de Chile y Argentina por las campañas militares (San Martín y Bolívar). E incluso España, también, cobraba por el contenido en la Capitulación de Ayacucho Simón Bolívar, sus padres fueron Juan Vicente Bolívar y Ponte- Andrade, y su madre María de la Concepción Palacios y Blanco pertenecientes a la aristocracia caraqueña. De acuerdo a Wikipedia, la familia Bolívar provenía de La Puebla de Bolívar, Corona de Castilla, España y al patriarca se le llamó como Bolívar el viejo y fue nombrado como Contador Real en Margarita por un privilegio especial del rey Felipe II, reiterándole su amplia confianza como velador de la “Real Hacienda”. Fue, además, procurador general de las ciudades de Caracas, Coro, Trujillo, Barquisimeto, Carora, El Tocuyo y Maracaibo ante la Corte española entre 1590 y 1593 para que informara al rey Felipe sobre el estado de la provincia, entre otros aspectos. Con el tiempo, los Bolívar, se unieron en matrimonio con las familias de los primeros pobladores de Venezuela, alcanzando títulos como regidor, alférez real y gestionaron títulos nobiliarios de marqués de Bolívar. Simón Bolívar a los 16 años fue enviado a España para continuar sus estudios. En este interín, Bolívar viaja a Inglaterra y logra la secreta connivencia inglesa de la apertura del comercio y la posibilidad de que Inglaterra ejerciera presión sobre España para favorecer los intereses venezolanos, regresa luego a Venezuela en el bergantín inglés Avon en 1810. El 1 de setiembre de 1823 desembarca en el puerto del Callao. Al día siguiente de su llegada el Congreso lo nombra “Suprema autoridad” y luego le encarga la dirección de la lucha contra el ejército realista (España) disponiendo que el mismo José Bernardo de Tagle (presidente del Perú) debería rendirle cuentas de sus acciones Ya en Pativilca, Bolívar designa como jefes principales del Ejército Unido Libertador del Perú a los generales grancolombianos Antonio José de Sucre, José María Córdova y Jacinto Lara, ningún peruano formó parte del estado mayor, debido a que Bolívar no sentía aprecio por los peruanos. Ya en el poder, el gobierno de Bolívar, desató represión contra el pueblo y a los que se oponían; con injerencia en el Poder Judicial y en la elección del Congreso. Bolívar restableció el “Tributo Indígena” que deberían pagar los indígenas peruanos y, disponiendo, además, que su cantidad sea el que se pagaba en 1820; para las recompensas por la guerra, negoció un empréstito inglés que solo ingresó al erario nacional en un 25%, sin embargo, se pagó con si fuese el 100% más los intereses del total. El 20 de junio de 1828, Bolívar, declara la guerra al Perú aduciendo, cuestiones limítrofes, porque el Perú había fomentado, en Bolivia, la rebelión en contra de las fuerzas colombianas y contra Sucre. Y por la guerra de la emancipación, del Perú, exigía el pago de una deuda de 7.595.747 pesos. Primer Presidente de la República del Perú, José Domingo de La Mar y Cortázar (José de La Mar), nació en Cuenca, de la República del Ecuador. Primer periodo gubernamental de José de La Mar (1822-1823) Fue un militar y político ecuatoriano que llegó a ser presidente del Perú en dos ocasiones, presidió, también, el Consejo de Gobierno, durante la dictadura de Bolívar (1826), es considerado por una gran mayoría de historiadores y tratadistas como el Primer Presidente Constitucional de la República del Perú. Permaneció, tan solo, 125 días en el poder y fue destituido por el mismo congreso que lo designó y lo declaró “reo de alta traición”, por su captura se ofreció el título de “Benemérito de la Patria”. Fue hijo del español vizcaíno Marcos de La Mar Migura, “Administrador de las Cajas Reales de Guayaquil y Cuenca”, muy ligado a las élites coloniales españolas, (Las Cajas Reales eran los sitios donde se depositaba y disponía del oro, piedras preciosas, plata, dinero y otros bienes que provenían de los tributos indígenas, decomisos, novenos, quintos y diezmos por la producción y acuñación de oro y plata, pago de derechos, depósitos y deudas pertenecientes a la Corona), y de la guayaquileña Josefa Paula Cortázar y Lavayen, hermana de José Ignacio Cortázar y Francisco Cortázar, quien fue obispo de Cuenca y gobernador de Jaén de Bracamoros, respectivamente (Wikipedia). A los dos años de edad, La Mar, fue enviado a España y estudió en el Colegio de Nobles de Madrid; durante toda su infancia y juventud permaneció en España. Por la influencia de su tío “ingresó al ejército español” como subteniente del Regimiento de Saboya. En 1794 participó en la campaña del Rosellón, en defensa de España y, en contra la Primera República Francesa, bajo las órdenes del conde de la Unión, ascendiendo a capitán en 1795. La Mar, fue partícipe, en España, de muchas acciones militares contra Francia, dando lugar a su ascenso a teniente coronel y combatió, en defensa de España, cuando se produjo la guerra nacional contra la invasión francesa de Napoleón en 1808. Este militar, graduado en España, combatió férreamente en defensa de Zaragoza, España, haciéndose merecedor del título de “benemérito de la patria en grado heroico” ascendiendo a coronal, gracias a su heroicidad en defensa de España. La Mar, estuvo al mando de una columna de 4,000 granaderos veteranos (“columna de La Mar”), en 1812 en Valencia, cuyo frente estuvo al mando del general Joaquín Blake. Fue apresado por los franceses y conducido prisionero a Francia y encarcelado en el castillo de Semur (Borgoña); después de un tiempo logró fugar volviendo, nuevamente, a España. Restituido en el poder, Fernando VII en el trono español, premió a La Mar por sus servicios, en favor de la causa española, ascendiéndole a la clase de brigadier en 1815 y nombrándole “Caballero de la Orden de San Hemeregildo”. Felipe VII, ocupando como rey de España, envía a Lima a La Mar como “Subinspector General del Virreinato del Perú” además de la “Gobernación de la Fortaleza del Real Felipe” del Callao. Cinco años antes (1816) de la llegada de José de San Martín, La Mar toma posesión de su cargo concedido por la corona española. Ya por entonces los patriotas se sublevaron tratando de ganar el Alto Perú, pero fueron contenidos por las fuerzas del virrey José Fernández de Abascal, quien fue sustituido por Joaquín de la Pezuela, La Mar entabla sus buenas relaciones para la defensa y protección militar del Virreinato. En julio de 1818 (tres años antes del levantamiento de José de San Martín), La Mar toma conocimiento de una conspiración de los patriotas (fuerzas peruanas) cuyo fin era la liberación de sus detenidos compatriotas y la captura de las fortalezas del Callao; La Mar vence y sale victorioso de dicho levantamiento y triunfa en contra de los patriotas peruanos. Pero La Mar no tan solo sale triunfante venciendo a las tropas peruanas, sino que una escuadra procedente de Chile inició el bloqueo del Callao, La Mar nuevamente sale triunfante en defensa de la corona española y en 1819, por todos estos hechos, es promovido a “Mariscal de Campo”. En la defensa a la corona española le fue concedido todos estos títulos y grados que fueron ganados por La Mar reprimiendo enérgicamente a las fuerzas peruanas que luchaban por su libertad e independencia. Obligado La Mar a permanecer en la fortaleza del Callao, en 1820 (a menos de un año del levantamiento de San Martín), en junio de 1821 (el mismo año del levantamiento de San Martín) se produjo el avance de los patriotas hacia La Fortaleza del Callao, y La Mar se batió ferozmente en contra de los ataques patriotas, en defensa de la Fortaleza a la espera de refuerzos. Sitiado por mar y por tierra, La Mar rechazó todos los ataques patriotas hasta que le llegó los refuerzos militares requeridos; al cabo de un breve tiempo se le terminaron sus provisiones y se rindió. Al tomar esta actitud, según algunos cronistas, dos aspectos tuvieron en cuenta La Mar: 1) sus sentimientos de criollo y 2) su vieja y profunda amistad con José de San Martín (a quien conocía desde los días de guerra de la independencia española). El 19 de setiembre de 1821 se rinde y firma la capitulación del Callao, cuyos fuertes pasaron a favor de los patriotas. El 26 de octubre de 1821, La Mar, renuncia al grado y las condecoraciones que la monarquía española le había concedido. Es así que este personaje luego de haber luchado tenaz y fieramente en contra de las fuerzas patriotas, para sofocar su independencia y luego de ser derrotado, hoy se incorpora a éstas para lograr lo que antes lucho contra las fuerzas libertadoras y, más todavía, con el grado de General de División del ejército peruano Ahora sí, José de La Mar, “ya muy convencido” de su causa independentista y decidido a lograrla, viaja primero a Guayaquil a visitar a su familia y, estando allí, la Junta de Guayaquil lo nombró Comandante General de la provincia, y el Supremo Delegado Torre Tagle lo reconoció como Gran Mariscal. Un año después de haber capitulado y haberse rendido por la superioridad las fuerzas patriotas, el 20 de setiembre de 1822, José de La Mar, juramenta como diputado electo por la provincia de Huaylas, y el Primer Congreso Constituyente del Perú lo nombra presidente de la Suprema Junta Gubernativa del Perú para suceder al gobierno protectoral de José de San Martín, siendo aclamado, entonces, como el primer presidente constitucional electo en el Perú, José de La Mar. Con “profundo convencimiento” de ser, hoy si, un defensor patriota, organiza la Primera Expedición a puertos intermedios en el sur de Perú, fracasando en su intento, acusándosele de ser muy contemplativo y mostrar pasividad frente a los realistas (españoles). Esto dio origen al primer golpe militar de la historia republicana del Perú. El ejército que se hallaba en el fundo Balconcillo solicitó al Congreso la disolución de la Junta Gubernativa comandada por José de La Mar, el 26 de febrero de 1823. El Congreso se negó y las tropas avanzaron hacia la capital. El Congreso ordenó el cese de la Junta Gubernativa el 27 de febrero de 1823 y destituyendo a José de La Mar. El 28 de febrero de 1823 elige presidente de la República a José de la Rivagüero, ordenando la prisión de La Mar. Aún no termina, allí, la vida azarosa de este personaje. Simón Bolívar lo convoca y lo nombra General en Jefe de la División Peruana del Ejército Unido Libertador del Perú el 12 de enero de 1824, cuyo fin fue reorganizar las fuerzas patriotas en Trujillo. El 24 de febrero de 1825 se hace cargo del poder ejecutivo, durante la ausencia de Bolívar. El 28 de febrero de 1827 se convocó a elecciones para el Congreso, La Mar, fue elegido diputado por Huaylas y estando, él, en Guayaquil, recibe la noticia de su nombramiento, por el Congreso de la República del Perú, como Presidente Constitucional de la República, del Perú. Segundo periodo gubernamental de José de La Mar (1827-1829) Estando La Mar en Guayaquil, el 9 de junio de 1827, recibe la noticia de haber sido nombrado Presidente Constitucional de la República del Perú, el 24 de julio deja Guayaquil, el 19 de agosto llega a Chancay, cerca de un mes y medio después de haber sido nombrado (22 de agosto) asumió sus funciones, como presidente. Es este, el personaje, que gobernó por dos periodos nuestra patria. ¿Y quién fue el segundo presidente del Perú? Veamos. José Mariano de la Riva-Agüero y Sánchez-Boquete, presidente del Perú Nació en Lima, el 3 de mayo de 1783. Fue elegido, por el Congreso, como Presidente Constitucional de la República del Perú, el 28 de febrero de 1823, y este mismo Congreso lo depuso el 23 de junio de 1823. Fue un poder de facto como consecuencia de un golpe de Estado y no por elección popular. José de la Riva-Agüero, fue hijo del español José de la Riva-Agüero y Basso della Rovere, miembro de una distinguida familia italiana Della Rovere, Caballero de Carlos III y superintendente de la Real Casa de Moneda de Lima, llegó al Perú en 1777. Su madre fue María Josefa Sanchez-Boquete y Román de Aulestia, limeña, perteneciente a la nobleza colonial del Perú. Heredó de su familia el título de Marques de Montealegre de Aulestia, Riva Agüero, viajó a España para completar su educación juvenil y su carrera naval. La ascensión napoleónica obligó a trasladarse, momentáneamente, a Francia, en viaje de recreo. Ya de regreso a España fue condecorado con la “Orden de Carlos III”, en 1807. Ingresó al ejército español, motivado por su espíritu nacionalista, originado en la invasión napoleónica participó muy activamente en el ejército español defendiendo la causa española en contra de los franceses en Guipúzcoa, Burgos y Córdova. En 1810 fue nombrado, por España, contador y Juez conservador del ramo de suertes y loterías de América, ya en el Perú integró, muy activamente, el movimiento independentista. Riva-Agüero fue nombrado presidente el 28 de febrero de 1823 y 125 días después fue destituido por el mismo congreso que lo designó y luego lo declaró “Reo de alta traición”. Con una arenga y premiando a “Aquel que lo aprehendiese vivo o muerto recibiría una recompensa del título de Benemérito de la Patria”. Riva-Agüero, coronel de milicias y aristócrata criollo fue calificado como conspirador patriota. Jorge Basadre califica que “Riva-Agüero, que fue proclamado por el Congreso, como Gran Mariscal de los Ejércitos de la República, aunque no había actuado en una sola campaña o batalla”. Ya en el cargo, recibió un tratamiento de “excelencia” vía decreto refrendado por el mismo. La llegada de Simón Bolívar y divergencias con el Congreso determinan la finalización de su gobierno y dan lugar a su deportación, primero, a Guayaquil y luego a Europa. Retornó al Perú y en 1833 fue elegido diputado por Lima; fue ministro plenipotenciario en Chile y durante la Confederación de Perú-Boliviana fue presidente del Estado Nor Peruano. Organizó la Segunda Campaña de Intermedios, la que fue un fracaso total en la batalla de Zepita (25 de agosto de 1823) y, peor todavía, dejó a Lima medianamente resguardada, hecho que aprovechó el jefe realista, José de Canterac, para avanzar contra la capital permaneciendo hasta el 16 de julio después de saquearla. Econ. Juan Verástegui Vásquez