Está en la página 1de 12

Universidad Autónoma Metropolitana

Maestría en Ciencias Sociales y Humanidades

Filosofía política

Iván Darío Puentes Cuadros

Una lectura al concepto de neoliberalismo en Michael Foucault y su posible


incidencia en el marco económico jurídico colombiano (Resolución 9.70)

En el presente escrito se pretende hacer una interpretación del principio del


neoliberalismo, esbozado en las clases ofrecidas entre 1978 y 1979 por Michael
Foucault compiladas en el Nacimiento de la Biopolítica. Esto con la intención de
aterrizar el concepto principalmente a una práctica jurídica y política sucedida en
Colombia en el marco del TLC con EE.UU aprobado en 2011. Lo anterior en aras
de comprender la vigencia del concepto en la realidad política para ver la
necesidad de proponer, al mismo tiempo, alternativas que puedan gestar una
oposición a este tipo de prácticas estatales.

En la Clase del 7 de febrero de 1979 Foucault intentará dar cuenta de cómo


se funda el estado neoliberal alemán, como consecuencia de la segunda guerra
mundial. El autor plantea un contexto en el cual se da el desarrollo de un modelo
político, por llamarlo de alguna forma, en el cual se intenta dar respuesta a lo
siguiente: “Cómo llegar a articular la legitimidad de un Estado y la libertad de los
socios económicos admitiendo que la segunda debe fundar la primera o servirle de
aval” (p. 132). Dicho modelo es el modelo alemán. Pero para caracterizarlo de una
forma en que se logre entender cómo puede llegar a funcionar el neoliberalismo o
cuáles son sus repercusiones históricas, es decir, cómo es referente de políticas
actuales, es necesario dar cuenta de lo que Foucault mencionaba como
“operaciones”, realizadas por los ideólogos de dicho modelo para llevarlo a cabo.

1
Lo primero que se realizó fue “definir un objetivo”, es decir, el objetivo sería
“fundar la legitimidad de un estado a parir de un espacio de libertad de los socios
económicos” (p. 135). La segunda operación sería definir el sistema general contra
el cual se chocaría al proponer uno nuevo, es decir, “un campo de adversidad”.
Finalmente, la última operación que se requería para fundar un modelo era
responder a: ¿”cómo distribuir o redistribuir los recursos conceptuales y técnicos
que tenían a su disposición”? (p. 135). Foucault se detiene a desarrollar cómo es
que la Alemania de la posguerra logra realizar la segunda y tercer operación.

En el caso de la segunda operación se debe superar cuatro obstáculos que


se dan como rezagos de los principios constitutivos a nivel ideológico, político y
económico de la Alemania de antes y después de la segunda guerra Mundial. El
primero de los obstáculos es la idea de que “no puede haber compatibilidad entre
una política nacional y una economía liberal” (p.136). Esto quiere decir que no es
posible una política de corte liberal en tanto que la política económica que necesita
la nación alemana en ese momento, y según quienes defendían dicha idea, tenía
que ser de índole proteccionista, pues la liberal había fracasado para ellos. El
segundo obstáculo era superar la idea del “socialismo de estado de Bismarck”,
pues para dar una suerte de “unidad” a la nación alemana se necesitaba no solo
que estuviese protegido externamente, sino también a nivel interno. El tercero se
refiere a la idea de superar una “economía planificada”, tema que será retomado
más adelante en la siguiente clase a la relatada en este momento. Finalmente, el
cuarto “obstáculo” con el que se debía lidiar y contribuía a la definición de un
“campo de adversidad” era el modelo keynesianista, este proponía una serie de
“intervenciones del estado sobre los equilibrios generales de la economía” (p.
138). Si bien el liberalismo puede trabajar con algunos de estos obstáculos dentro
de sus propias prácticas, Foucault menciona que el problema es que todas ellas
hacían parte de un mismo complejo político y económico lo que dificultaba aún
más el proponer un nuevo modelo.

No obstante, para los liberales que propendían superar dicho modelo, es


necesario y útil identificar las mencionadas cuatro características en el modelo del

2
estado nazi y al mismo tiempo derivar de ahí las dificultades del mismo. Dicha
crítica se puede sintetizar de la siguiente manera: en primer lugar, los
ordoliberales observarán el hecho de que la economía tuviese una forma
invariable que se identificaba en distintas partes del mundo y en procesos que
parecen dispares lo que catapultó el decir que no es “el punto final de una crisis”;
en segundo lugar, el estado nazi perdería el poder y se lo otorgaría al pueblo,
pues este era la representación del mismo, un instrumento de aquel concentrado
en la figura del Führer y el partido, pues el Estado asumiría una posición de
subordinación, no habría pues una, si se quiere, soberanía estatal sobre el pueblo;
en tercer lugar, la crítica que realizaba el nacionalsocialismo sobre el capitalismo
acerca de la “sociedad de masas” se dio en aquel, pero precisamente, la pérdida
del poder del estado a través del otorgamiento generó eso mismo, una masa. De
esta manera, para los ordoliberales, aquel modelo “antiliberal” constituido por las
cuatro características mencionadas generó consecuencias que hacían ver la
necesidad de emerger un modelo que intentará responder a cómo organizarse de
una forma más adecuada para distribuir y redistribuir los recursos. Por lo dicho la
afirmación que emergerá por parte de los ordoliberlaes según Foucault será
siguiente:

Como está comprobado que de todas formas el Estado es portador de vicios


intrínsecos y nada prueba que la economía de mercado también los tenga,
pidámosle a esta última que sea en sí misma, no el principio de limitación del
Estado, sino su principio de regulación interna de punta a punta de su
existencia y su acción. En otras palabras, en lugar de aceptar una libertad de
mercado definida por el Estado y mantenida de algún modo bajo vigilancia
estatal -lo cual era, en cierta forma, la fórmula inicial del liberalismo:
establezcamos un espacio de libertad económica, circunscribámoslo y
dejémoslo circunscribir por un Estado que ha de vigilarlo-, pues bien, dicen los
ordoliberales, es necesario invertir por completo la fórmula y proponerse la
libertad de mercado como principio organizador y regulador del Estado, desde
el comienzo de su existencia y hasta la última forma de sus intervenciones.
Para decirlo de otra manera, un Estado bajo la vigilancia del mercado más
que un mercado bajo la vigilancia del Estado (p.149).
Ahora bien, para realizar dicha acción los ordoliberales tendrían que realizar
una serie de operaciones más que implican: inicialmente, el “desplazamiento” de la
idea en la economía de intercambio por competencia. Así, la preocupación del

3
estado ya no será regular la “transparencia” en los intercambios, es decir, buscar
una “equivalencia justa”, sino su labor será la de regular el asentamiento de
monopolios, esto para garantizar la competencia. Lo que sería una innovación
económico-política de los ordoliberales en referencia a los liberales de los siglos
pasados, ya que consideran necesaria la intervención del estado en el mercado
para impedir el asentamiento de monopolios. Esto se debe a la concepción de que
la competencia no es un dato de la naturaleza, sino una invención con una lógica
que puede y debe ser regulada (p. 153). En este sentido, se pregunta Foucault,
¿cuál será el tipo de delimitación, o, mejor, cuál será, en lo concerniente al arte de
gobernar, el efecto del principio general de que el mercado es, en definitiva, lo que
debe llegar a producirse en el gobierno?” (p. 154) Esto es lo que se deberá explicar
a continuación para lograr aterrizar el neoliberalismo a una disposición legal que
emerge en la actualidad en el caso colombiano y a las cual se le reseñará más
adelante.

Como se mencionó uno de los primeros cambios que se efectuó en la forma


de hacer gobierno por parte de los ordoliberales está encaminado a situar al Estado
como ente vigilante de la economía para su fomento en virtud de la competencia.
Para lograr dicho propósito, Foucault menciona que una de las primeras medidas
que realizan los ordoliberales será la de ubicar al monopolio como un fenómeno
que no es propio de la economía, salvo en aquel modelo que propende por los
mismos. Pero, ¿por qué se realiza una descolocación del monopolio en la
economía?, efectivamente, porque este fenómeno detendría a la competencia y por
tanto a las dinámicas del mercado según los ordoliberales. Se argumenta dicha
posición, primero, aludiendo a que los monopolios no se crean por las dinámicas de
la economía en cuanto tal sino por las regulaciones jurídicas que permiten aquello,
ejemplos de ello son la “herencia” y los “derechos de patente” (p. 165); segundo,
los monopolios también derivan de una economía proteccionista que limita los
mercados internos y es propulsora de monopolios que se hacen cargo de la
economía a nivel interno y externo; tercero, la “neofeudalidad depredadora” que no
permite el “punto óptimo de concentración en el que el régimen capitalista tiende a

4
equilibrarse” (p. 166)1, pues según los ordoliberales, desde el punto de vista
económico, los monopolios no se generan por las dinámicas de mercado per se,
sino que requieren la ayuda en su consolidación del “estado, las leyes, los
tribunales, la opinión pública” (p.166); en cuarto lugar, el monopolio actúa como si
existiera economía de la competencia, por lo que no es relevante en últimas,
puesto que no regula ni los precios porque perdería su poder económico, lo que
haría que no perturbe los mercados. De esta manera, la primera medida de los
ordoliberales será la no intervención en el proceso económico porque este se
autorregula, por lo que hay que ser regulados por él. Lo que implica que la única
intervención que se podría hacer es no permitir la intervención para la creación de
los monopolios, es decir, no permitir que se regule de alguna forma a la economía.

La segunda medida realizada por los ordoliberales es la “acción económica


conforme”, entre ellas están la “acción reguladora” y la “acción ordenadora”. La
primera tiene como fin “regular los precios”, esto en beneficio de las mismas
regulaciones internas que tiene el mercado 2, no se trata de acciones planificadoras,
como fijar precios, las que están inmiscuidas en dicha regulación, se trabajará con
políticas crediticias para ello. Las acciones ordenadoras tienen la función de
garantizar el “marco”, es decir las condiciones del mercado con sus propias
regulaciones, con esto se pretende intervenir para que determinados mercados
entren al juego mercantil de una manera apropiada, es decir, adecuar estos
mercados que están por fuera a las condiciones de mercado como tal a partir de
una regulación demográfica, una regulación técnica y una regulación jurídica, que
limite al número de personas dedicada a este mercado, que tecnifique su mercado
para poder competir y que tengan disposiciones legales que les permita adecuarse
al mercado principal, estas y otras medidas son necesarias según los ordoliberlaes
para sostener la regulación propia del mercado y para facilitar la competencia, esta

1
Menciona Foucault, que para los ordoliberales, si bien el capitalismo tiene una tendencia al monopolio, su
formación y su estabilidad no dependen exclusivamente de las dinámicas del mercado, pues: “En su
dinámica de conjunto, la economía de competencia entraña toda una serie de variables en la que la
tendencia a la concentración siempre es contrarrestada por otras tendencias” (p. 167).
2
A saber: “tendencia a la reducción de los costos, tendencia a la reducción de la ganancia de la empresa y,
por último, tendencia provisoria, puntual, al aumento de la ganancia, ya sea por una reducción decisiva y
masiva de los precios o por una mejora de la producción” (p. 170)

5
sería la tarea intervencionista del Estado que en esencia no sería un intervención
económica.

La tercera medida, versa sobre las políticas sociales y es una crítica a la


“economía de bienestar” que propone tres acciones -propender por un consumo
socializado, realizar una transferencia de elementos de ingresos y un
fortalecimiento de las políticas mientras más fuerte sea el crecimiento económico-
para contrarrestar los efectos de la economía sobre la sociedad. Para los
ordoliberales no es posible una transferencia de ingresos que busque la “igualdad”
porque es precisamente dicha desigualdad la que va a regular el mercado
internamente, entrar a regular la desigualad sería comprometer su principio
regulador. Tampoco es posible para los ordoliberales una política social
aseguradora de las necesidades de las personas cuando están en una dificultad
económica, es decir, no se puede proponer un consumo colectivizado si no
individualizado, en donde dicho consumo depende del individuo y no del Estado.
Hacer lo contrario implica afectar la regulación propia del mercado, por lo que no se
trata “de asegurar a los individuos una cobertura social de los riesgos, sino de
otorgar a cada uno una suerte de espacio económico dentro del cual pueda asumir
y afrontar dichos riesgos” (p. 178). La economía debe permitir al individuo
garantizarse a sí mismo el acceso a recursos, es decir, la propiedad privada, por
medio de lo cual en últimas se propenderá por transformar la política social en una
“economía social de mercado” (p. 178). Aunque este punto no se pudo realizar en
Alemania, dice Foucault, sí se logró practicar en otros modelos neoliberales en el
mundo, ejemplifica con Norteamérica y Francia.

El neoliberalismo con estas medidas tres medidas, sintetizadas grosso modo,


no va a ser un gobierno preocupado por intervenir en la economía, sino en otro
aspecto que hará que la economía de mercado siga regulándose y al mismo tiempo
regule al estado y a la sociedad. Foucault menciona que este cambio es el de una
“política social” a una “política de sociedad” en donde se tiene que configurar a la
sociedad en virtud de la economía de mercado y sus propias regulaciones. Estas
propias regulaciones obedecen al juego de la competencia por lo que es necesario

6
hacer una “política de sociedad” en donde cada individuo sea una empresa, y no se
hallen en un espacio de intercambio, como en el modelo clásico liberal, si no en un
espacio de competencia. Esto tiene una implicación en el marco jurídico que
quisiera retratar finalmente para poder aterrizar dicho modelo a determinada
resolución que se ha efectuado en la política económica en Colombia. Pues como
afirma Foucault, el marco jurídico está ligado a la disposición de creación de una
sociedad empresarial: “cuanto más multiplicamos la empresa, más multiplicamos
las empresas, más multiplicamos los centros de formación de algo semejante a una
empresa, más obligamos a la acción gubernamental a dejarlas actuar” (p. 187).

Así pues, como se decía, la creación de un marco económico jurídico va a ser


necesario para propender por una sociedad empresarial y para ello, menciona
Foucault, se intentará “renovar el capitalismo” (p. 205). Para dicho propósito,
nuestro autor va a mencionar que es precisamente el Estado de Derecho, “el
imperio de la ley”, el que configure la sociedad para que funcione bajo un orden
económico. Para comprender el concepto de Estado de Derecho a nivel histórico,
Foucault mencionará en su clase del 21 de febrero de 1997, que se darán dos
definiciones: primera, como una oposición al despotismo y como una oposición al
Estado de Policía. En primer lugar, el Estado de derecho se opondrá al despotismo
en el sentido que el poder público se podrá ejercer si hay un orden legal para ello,
y, en segundo lugar, se opondrá al Estado de policía en tanto que habrá una
diferencia entre las disposiciones legales y las decisiones administrativas, es decir,
diferencia “entre las leyes, que son las medidas generales de validez universal y en
sí mismas constituyen actos de soberanía, y las decisiones particulares del poder
público” (p. 203). La segunda definición, sucintamente, del Estado de Derecho es la
instauración de un arbitraje judicial que permita a los ciudadanos apelar contra las
decisiones administrativas. Con estas dos dimensiones del estado de Derecho los
ordoliberales intentarán dar una renovación al capitalismo y sostener que la
competencia es su lógica interna y es posible, y, también, que es necesario un
aparato económico jurídico que permita superar los defectos de la sociedad
capitalista, que no son propios de la lógica capitalista.

7
Para los ordoliberales, a partir de dicha doble definición, la pretensión será
buscar la forma de introducir el Estado de Derecho al conjunto de regulaciones
propias de la economía. Lo anterior se llevará a cabo por medio de la legislación
formal, justo para realizar una intervención estatal en la economía de tipo legal.
Esta intervención no puede ser como la que se da por la economía planificada o la
economía proteccionista, la ley como tal solo debe ser un conjunto de reglas para
el “juego” de la competencia, no debe entrar a regular la competencia en sí misma,
solo ofrecer el marco general en el cual se desarrollará dicho “juego”. Es decir, no
puede leer anticipadamente o posteriormente los efectos de la competencia o
actuar de sobre ellos, solo puede proponer las reglas para que se dé la misma.

Ahora bien, toda esta exposición acerca del origen del neoliberalismo desde
el punto de vista de Foucault fue realizada con la intención de tratar de comprender
una medida legislativa realizada en Colombia en el año 2010. Medida que se
originó en el marco del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados
Unidos, el cual fue firmado en 2011 por el entonces presidente de Colombia, Juan
Manuel Santos y Barack Obama, y entró en vigencia en 2012. La medida legislativa
a la que me refiero es la denominada “Resolución 9.70”, que dicta lo siguiente: “por
medio de la cual se establecen los requisitos para la producción,
acondicionamiento, importación, exportación, almacenamiento, comercialización
y/o uso de semillas para siembra en el país, su control y se dictan otras
disposiciones” (2010). Dicha medida generó gran conmoción dentro de la opinión
pública y sobre todo dentro del esquema económico del sector agrario del país,
pues “obliga a los agricultores a “usar solo semilla legal” y prohíbe “tener a
cualquier título semilla que no cumpla con los establecido en la Resolución””
(Semana, 2013). Esta resolución intenta reglamentar diferentes aspectos del sector
agrícola en relación a las actividades propias del mismo, estas son: “producción,
almacenamiento, comercio, importación y exportación” (Resolución 970 de 2010).
En últimas, la medida intenta, supuestamente, realizar un acto legislativo debido a
“la evolución que ha tenido la agroindustria de semillas en el país, se hace
necesario expedir la legislación sobre semillas para siembra” (Resolución 9.70,
2010). No obstante, para los campesinos dedicados a dichas actividades la medida

8
generó un gran impacto, impacto sumamente negativo sobre su labor, pues la
resolución en últimas busca que la siembra y cultivo de cualquier tipo de semilla
solo se hagan con semillas certificadas. Lo anterior en búsqueda de tomar medidas
para el aseguramiento fitosanitario en relación al consumo de alimentos producidos
en el campo.

Si bien la medida propende por imponer un marco legal por medio del cual se
establece una serie de peticiones y prohibiciones sobre cómo producir, almacenar,
comerciar, etc. semillas, es importante dar cuenta de cuál es su papel en el
mercado agroindustrial. Trayendo a colación lo ya mencionado por Foucault, es
menester dar cuenta de qué manera una medida como la resolución 970 puede ser
una medida jurídica económica de las que hablaba nuestro autor.

En principio el TLC firmado con Estados Unidos tenía la pretensión de


fortalecer la industria colombiana ofreciendo productos nacionales a Estados
Unidos, eliminando buena parte de los aranceles para la importación y exportación
de productos. El tratado así intentaba generar crecimiento económico para ambos
países, ampliando los mercados por medio de la búsqueda de nuevos
consumidores. No obstante, el país norteamericano, en tema agroindustrial, exigió
una legislación por parte de Colombia gracias a la cual se “defendieran los
derechos de autor” de las semillas, dichos autores son denominados obtentores:
“Persona natural o jurídica que ha desarrollado y terminado una nueva variedad
vegetal” (Res. 9.70, 2010). Colombia respondió ante dicha petición a través de la
resolución 9.70, pues se determinó de qué manera se llegaba a la categoría de
obtentor y, además, buscaba defender los derechos de los obtentores
internacionales, a saber: “Monsanto, Dupont y Syngenta” (Semana, 2013).

De este modo, se estableció una intervención del estado de derecho


colombiano para determinar las reglas del juego en relación a la competencia que
se da en el mercado de la agricultura a nivel internacional. Si bien, en este sentido,
es una medida que propende por generar unas condiciones equitativas a nivel legal
para que se dé una competencia cuidando ciertos aspectos para el consumo
humano de los alimentos, es una medida que afectó negativamente a los pequeños

9
agricultores campesinos. Los artículos establecidos en la resolución generaron
ciertas imposiciones para poder producir alimentos, por ejemplo el no poder
sembrar semilla no certificada. Para certificar la semilla, y esta es la dificultad más
grande para los campesinos colombianos, son necesarios una serie de requisitos,
en su mayoría, incumplibles por los mismos. Se exige que para certificar la semilla
debe realizarse un estudio dispendioso y costoso, en caso de no tener los recursos
para ello debe sembrarse semilla certificada, en general la de empresas como
Monsantos, esto para proteger sus derechos de autor, pues las semillas alteradas
genéticamente, ya sea naturalmente o artificialmente, son “obras” de empresas. Si
bien este elemento de la resolución parece parte de “las patentes” referenciadas
por Foucault, no se trata en este punto de generar un proteccionismo de la semilla
nacional para la producción de alimentos por parte de empresas nacionales.
Tampoco a su vez es una medida que haga parte de una economía planificada
para regular los efectos negativos del mercado, pues parece una medida en últimas
dedicada a proponer unas condiciones claras y “equitativas” sobre el mercado
agroindustrial que se gestaría entre Estados Unidos y Colombia.

Para los campesinos colombianos esta medida no fue para nada positiva,
como se mencionó anteriormente, pues para el caso de muchos de ellos
representó grandes pérdidas en la producción de sus alimentos, pues al no cumplir
con la medida, dichos alimentos se consideraron ilegales y por ello se procedió a
su eliminación. Según el documental denominado Documental 9.70 de Victoria
Solano (2013), fueron eliminadas 70 toneladas de arroz que fueron procesadas de
manera tradicional por campesinos del Huila, departamento de Colombia. El
procesamiento tradicional, relata el documental, se daba a partir de cosechar y
volver a cultivar la semilla que mejor produjera alimentos, este proceso fue
considerado ilegal luego de la puesta en vigor de la resolución 9.70., por lo que
muchos campesinos perdieron buena parte de su producción y tuvieron que
alinearse con el nuevo parámetro de cultivo, es decir con las nuevas reglas de
competencia del mercado agroindustrial.

10
En conclusión, por una parte, fue necesario realizar una lectura e
interpretación del origen del neoliberalismo propuesto por Michael Foucault, que si
bien tiene variaciones dependiendo el contexto temporal y espacial, sirve para
explicar fenómenos económicos como el comentado en este ensayo. La intención
fue dar cuenta de una compresión del concepto y su aplicabilidad a un contexto
específico, pues, si bien se puede alegar que dentro de la competencia pensada
por los ordoliberales no hay espacio para el monopolio, es posible pensar un
espacio para el oligopolio, razón que se puede justificar en posibles investigaciones
y escritos. Por otra, es necesario dar cuenta de cómo es que el sistema capitalista
se ha renovado a partir de un marco jurídico que afecta principalmente a los que no
tienen cómo competir, quizás la defensa de que la competencia es posible y no
contradictora realizada por los ordoliberales del siglo pasado, no tenía en cuenta la
apertura de mercados que se daría a partir de la década de los noventa, en su
mayoría, con la firma de múltiples acuerdos comerciales a nivel mundial, como por
ejemplo TLC, ACP, TIB, PTA, etc.

11
Bibliografía

Caicedo, L. (2010). Resolución 970 de 2010 Por medio de la cual se establecen los
requisitos para la producción, acondicionamiento, importación, exportación,
almacenamiento, comercialización y/o uso de semillas para siembra en el
país, su control y se dictan otras disposiciones. Bogotá: ICA.

Cartolano, M.; Rodriguez, J. (Productores) y Solano, V. (directora). (2013). 9.70


[Documental]. Argentina: Clementina Films. Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?
v=kZWAqSEl_g&list=PLK1BcFkLc87u_7dFudlvIN8oqLnv4PkSC

Foucault, M. (2004). Nacimiento de la biopolítica. Buenos Aires: Fondo de Cultura


Económica.

Semana. (8,24,2013). La historia detrás del 970. Semana. Recuperado de:


https://www.semana.com/nacion/articulo/la-historia-detras-del-970/355078-3

12

También podría gustarte