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A LA SOMBRA DE MI MADRE

Todos tienen una madre


Ninguna como la mía
Que alumbra como lucecita
Haciéndome compañía
La vean dentro de mi casa
Sencillita como es ella
Y sus ojitos se apagan
Como la luz de una estrella
Yo le pido a Dios orando
Que mi mamá no se muera
Que viva dentro de mi casa
Haciéndome compañía Bis
Si alguna vez madrecita
Te vas para el cielo
Llévame madre querida
No me dejes No me dejes 
Yo te quiero
Pero su sombra me alcanza
Como bendición divina
Es el ángel de la guarda
De mi vida peregrina
Sombra del árbol plantado
En el patio solo hay eco
Retoño fiel que traduce
La voluntad de mis ruegos
Yo le pido a Dios orando
Que mi mamá no se muera
Que viva dentro de mi casa
Haciéndome compañía Bis
RETRATO DE UNA MADRE
Una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de una
anciana, y en la vejez, trabaja con el ardor de la
juventud.
Una mujer que si es ignorante, descubre los secretos
de la vida con más acierto que un sabio, y si es
instruida, se acomoda a la candorosa simplicidad de
los niños.
Una mujer que siendo pobre, se satisface con la
felicidad de los que ama, y siendo rica, daría con
gusto todo su tesoro por no sufrir en su corazón la
herida de la ingratitud.
Una mujer que siendo vigorosa, se estremece con el
vagido de un niño, y siendo débil, se reviste con la
bravura de un león.
Una mujer que mientras vive, no la sabemos valorar,
porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero
después de muerta, daríamos todo lo que somos y
lo que tenemos, por mirarla un solo instante, por
recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo
acento de sus labios.
De esa mujer, no me exijas el nombre, si no quieres
que empañe con lágrimas esta página…..porque ya
la vi pasar en mi camino.
Cuando crezcan tu hijos, léeles estas líneas, y ellos
cubrirán de besos tu frente y les dirás que un
humilde viajero, en pago del suntuoso hospedaje
recibido, ha dejado aquí para ti y para ellos, un
boceto del RETRATO DE UNA MADRE.

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