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Gripe

Etiología
La Gripe es una enfermedad vírica del tracto respiratorio causada por el virus de la
influenza (virus RNA). Se distinguen tres tipos de virus de la gripe: A, B y C, según las
características antigénicas de dos de sus proteinas internas.

Los virus de los tipos A y B son responsables de las epidemias que ocurren casi cada
invierno y que causan elevadas tasas de hospitalización y muerte.

El virus tipo C suele causar una enfermedad respiratoria moderada e incluso, a veces,
asintomática y generalmente no produce epidemias por lo cual su impacto sobre la salud
pública es menor.

El virus de la gripe tiene una membrana limitante y está rodeado por un envoltorio
compuesto principalmente por dos glucoproteinas, una con actividad hemaglutinante y otra
con actividad semejante a la neuraminidasa. Ambos antígenos son específicos de la cepa.

El virus tiene una gran capacidad de mutación, con lo cual cambia algunas de sus
características, de tal manera que la cepa de virus circulante una temporada puede ser
diferente a la de la temporada anterior. Esta gran capacidad de mutación es muy dificil de
controlar, por lo cual la gripe no se puede erradicar y sigue siendo una de las enfermedades
más frecuentes.

Patogénesis
El virus pasa fácilmente de una persona a otra a través del aire por las gotitas y pequeñas
partículas eliminadas cuando los individuos afectados tosen o estornudan.  La transmisión
también puede ser a través de las manos, elementos inanimados u otro contacto personal. El
virus entra en el cuerpo a través de la nariz o la garganta. La enfermedad se transmite
rápidamente entre las personas especialmente en situaciones en las que existe una elevada
densidad de población. El frio y el tiempo seco permiten al virus sobrevivir largo tiempo
fuera del cuerpo.

En las células infectadas el virus se replica en 4-6 horas, extendiéndose en las próximas
horas a un gran número de células respiratorias.

Sintomatología
El periodo de incubación de la enfermedad antes de la aparición de los síntomas es de 18-
72 horas. La mayor parte de las personas infectadas desarrollan la enfermedad durante 6-
10 días.

Generalmente la gripe aparece de forma repentina con los siguientes síntomas:

← -Fiebre alta (39º-40ºC) que aparece de forma súbita y persiste 3 o 4 días.

← -Fatiga y debilidad importantes que pueden prolongarse durante 2 o 3 semanas.

← -Dolor de cabeza intenso

← -El dolor en músculos y articulaciones puede ser importante.

← -Tos intensa y algunas veces estornudos.

← -Dolor de garganta.

← -Lagrimeo ocular.

← -Congestión nasal.

← -Gran postración.

La severidad de la gripe, tanto en las epidemias como en las pandemias, es muy variable.
Además, la tasa de infecciones asintomáticas, en algunas epidemias ha llegado a ser
significativamente alta.

La mayoría de las personas se recuperan en 1-2 semanas sin requerir ningún tratamiento
médico. En los niños, ancianos y personas con otra patología de base la gripe puede llegar a
ser una enfermedad seria. En este último caso la gripe puede producir complicaciones
severas de la enfermedad de base, neumonía y muerte.

Complicaciones
← Complicaciones de las vías respiratorias altas: otitis, sinusitis, etc.

← Complicaciones pulmonares: neumonías bacterianas secundarias.

← Complicaciones extrapulmonares: descompensación de enfermedades subyacentes


(insuficiencia cardiaca o renal, diabetes, etc.).

Grupos de riesgo
← Personas mayores de 65 años

← Pacientes con enfermedad crónica respiratoria, cardiaca o renal.

← Diabéticos

← Pacientes inmunodeprimidos

← Personas con elevado riesgo de contagio, etc.

Epidemiología
La gripe es una enfermedad altamente contagiosa, que puede afectar a cualquier persona.
Cada año afecta del 10% al 40% de la población mundial.

Se presenta en epidemias estacionales y generalmente se debe a cambios menores en las


proteínas antigénicas del virus de la gripe. La gripe también se presenta en forma de
pandemias que son debidas a importantes variaciones antigénicas independientes de la
estación, aunque estas pandemias sólo ocurren ocasionalmente.

La gripe es entre las personas de más de 65 años y la población más vulnerable una causa
importante de muerte y de complicaciones.

Según la OMS cada año se producen en el mundo entre 250.000 y 500.000 muertes
causadas por la gripe. Actualmente la mayoría de las muertes por gripe en los países
industrializados ocurren en personas mayores de 65 años.

Por otra parte, produce del 10-12% de absentismo laboral, lo que conlleva una bajada de la
productividad laboral y altos gastos médicos.

Diagnostico
Es difícil distinguir, basándose sólo en los síntomas, la enfermedad respiratoria causada
por la gripe de otras enfermedades causadas por otros patógenos respiratorios.

Los test diagnósticos rápidos, disponibles actualmente, pueden detectar el virus de la gripe
en 30 minutos.

Tratamiento
Tratamiento preventivo: Inmunización activa mediante la administración de la vacuna de
la gripe

Tratamiento sintomático:

← -Antitérmicos

← -Analgésicos

← -Rehidratación

← -Reposo en cama

Antivirales: Aunque el método principal para el control de la gripe sigue siendo la


vacunación, los fármacos antivirales pueden jugar un papel importante en la prevención y
tratamiento de la infección principalmente en grupos de alto riesgo que no han sido
vacunados, en aquellos en los cuales está contraindicada la vacunación y en aquellos en los
que la respuesta inmunitaria a la vacunación ofrece una protección insuficiente frente a la
infección.

Vacunación
La vacunación es la principal medida para prevenir la gripe y sus complicaciones y para
reducir el impacto de las epidemias.

Varios tipos de vacunas de la gripe han estado disponibles y han sido usadas durante más
de 60 años. Son efectivas y seguras para prevenir las complicaciones medias y severas de la
gripe.

La vacuna antigripal está indicada para la profilaxis de la gripe, particularmente en grupos


de alto riesgo.

Recomendaciones de vacunación
Los grupos de población en los que se recomienda la vacunación antigripal, son los
siguientes:
← -Personas 65 o más años de edad

← -Ingresados en residencias de ancianos o en otros centros que prestan asistencia a


enfermos crónicos de cualquier edad.

← -Niños/as y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares,


incluyendo niños con asma.

← -Niños/as y adultos que hayan precisado seguimiento médico periódico u


hospitalización en el año precedente, por enfermedades metabólicas crónicas
(incluyendo diabetes mellitus), insuficiencia renal, hemoglobinopatías o
inmunosupresión (incluyendo la originada por fármacos).

← -Niños/as y adolescentes (de 6 meses a 18 años), que estén en tratamiento


prolongado con aspirina, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras
la gripe.

Bibliografía:
 www.navarrainnova.com

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