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Diseño de un cibermedio:

Portal web enfocado en la obra de Carlos Castro Saavedra y su relación con el


conflicto armado colombiano.

Pregunta:

¿De qué manera podemos comprender como país la historia del conflicto armado
colombiano por medio de los textos y la literatura del autor Carlos Castro Saavedra?

Objetivo:

Comprender la incidencia que tienen los textos de Carlos Castro Saavedra en la


construcción de memoria histórica en Colombia y su relación con el conflicto
armado, para, a partir de sus obras, conocer qué fue lo que pasó y generar espacios
comunicacionales que permitan abrir el debate para así contribuir a la construcción
de memoria histórica.

Público objetivo:

Descripción de la situación actual:

Colombia es una nación al sur de América que, por más de medio siglo, se ha visto
envuelta en un conflicto armado que no ha logrado encontrar una salida pacífica.

El 9 de abril de 1948, con el asesinato del líder Jorge Eliécer Gaitán, comienza una
época de represión, violencia y enfrentamientos bipartidistas que tiñeron de sangre
las calles del país. En medio de este panorama y con un Estado negligente, la
violación de derechos fundamentales y la pobreza como una constante, surgieron
grupos al margen de la ley que se enfrentaron al gobierno en una guerra la cual no
ha dejado más que dolor y sufrimiento.

En este contexto, la mayoría de habitantes de Colombia se han visto permeados por


una violencia que no les pertenece y han crecido en la normalidad de una guerra
que no es normal.

Así, la violencia ha logrado invadir todos los escenarios de la vida social y política
del país y ha contribuido a la producción de numerosos textos, ensayos,
cortometrajes y demás, que dan cuenta de cómo la sociedad colombiana no ha
dejado de matarse.

Según un artículo publicado por el Diario El País de España, “los escritores


colombianos reflejan en su obra lo que les ha tocado vivir” (Sandoval, 2012). Así, el
conflicto armado ha sido un protagonista vigente en novelas, cuentos, poemas,
entre otros, que han dado otra mirada a una historia que ha sido contada,
tradicionalmente, por los poderosos y no por las víctimas.

“El arte ha hecho memoria poética pública de nuestra historia silenciada, mentida y
negada por el poder”. (Satizábal, s.f.).

Así, en este sentido, la literatura ha constituido una herramienta fundamental para el


ejercicio de memoria en el país. Una memoria centrada en las víctimas y en conocer
otra versión de los hechos, que permita ampliar el panorama acerca de qué fue lo
que pasó en cada caso.

“La memoria en el campo literario colombiano consistiría en la revisión de hechos


pasados, personales o colectivos en y a través de todos los discursos sociales
posibles que lo documentan, lo parcializan o lo ocultan, y su confrontación con un
nuevo relato y con las realidades y necesidades sociales de un tiempo presente o
futuro”. (Suárez Villadiego, 2019)

La memoria, a nivel literario, en la sociedad colombiana se presenta como un


espacio para conocer más del conflicto y para dejar registro de qué fue lo que pasó,
con el objetivo de no olvidar. Se presentan así nuevos relatos que se entrecruzan
con la información oficial y permiten alimentar la historia de la guerra en Colombia.

Según el expresidente Juan Manuel Santos, en el país, hasta el 9 de abril de 2017,


se habían registrado 8.376.463 víctimas del conflicto armado, sin embargo, la
mayoría de los relatos se han centrado más en los victimarios que en quienes han
sufrido de primera mano la guerra. Es por este motivo que la construcción de
memoria, desde la literatura, se debe enfocar en mostrar a las víctimas como
actores importantes y el principal centro de atención.

“Yo particularmente pienso que los escritores debemos colocarnos en ese bando
último, el de las víctimas. Por varias razones: porque ellas han sido muchísimas,
porque el discurso oficial de la historia siempre ha estado en manos de los
vencedores, de los poderosos. Y yo creo que es un deber de la literatura darle voz a
estas instancias que no han podido pronunciarse porque han sido sometidas,
golpeadas, exterminadas”. (Montoya, 2018, citado en Suárez, 2019).

Con el inicio de los diálogos de paz con la guerrilla de las FARC en el año 2012, las
víctimas comenzaron a tomar un papel fundamental en la construcción de los relatos
y de la manera cómo se debe contar la guerra en Colombia. En este sentido, las
víctimas comienzan a ser reconocidas como actores dignos de reparación (Suárez,
2019).

Teniendo en cuenta este contexto y la función que ejerce la literatura como


herramienta fundamental para el ejercicio de la memoria histórica en Colombia, la
obra de Carlos Castro Saavedra representa una oportunidad para comprender el
conflicto y, al mismo tiempo, trabajar en soluciones pacíficas a este mismo. No en
vano, era conocido como “el poeta de la paz”, el cual, en sus escritos, logra retratar
los horrores y esperanzas de una sociedad que se ha leído a sí misma a través de
la violencia.

“El sentimiento hondo, hondísimo, de sus poemas, tiene lágrimas, sangre, hambre,
sed, dolores de mujeres en cinta y de niños masacrados. De madres abandonadas,
de hijos huérfanos; de padres fratricidas sin saberlo, de amigos leales, de
desesperación, de amor y de muerte”. (Pérez Garcés, s.f.)
La obra de Castro Saavedra era principalmente social, sus textos estaban pensados
para enfrentarse a ese establecimiento tradicional que ha sido el principal precursor
de la guerra y, aunque todo fue escrito en un contexto de guerra entre pájaros y
chulavitas, continúa vigente dentro de una sociedad colombiana que no ha dejado
de lado el fantasma de la guerra. Su obra es revolucionaria, contestataria y rebelde,
pero, al mismo tiempo, es esperanzadora, amorosa, pacífica y siempre teniendo
como centro de todo al hombre.
Durante los años críticos conocidos como La Violencia y desde el comienzo del
conflicto armado colombiano, Carlos Castro Saavedra buscó representar la
complejidad de las confrontaciones políticas y armadas, pero, sobre todo, hizo un
llamado a la resolución de los conflictos y a la lucha por mejores condiciones de vida
para los ciudadanos. (Diario de paz, s.f.)

Justificación:
En este sentido cobra mucha importancia esa frase, atribuida a Napoleón
Bonaparte, que expresa que un pueblo que no conoce su historia está condenado a
repetirla.
Así, tiene bastante incidencia la labor de la literatura en la construcción de memoria
histórica, como se mencionó anteriormente. La guerra plasmada en los textos,
poemas, escritos y ensayos, es fundamental para iniciar un proceso de reparación
con las víctimas y hacer un ejercicio en pro de la no repetición. Suárez (2019),
explica que la narrativa colombiana tiene la labor de contar y seguir contando lo que
se ha vivido en más de medio siglo de guerras. Todo esto como un ejercicio de
creación de conciencia colectiva a partir de la historia.
El conocimiento de hechos que tuvieron lugar en el pasado permiten configurar la
relación de una sociedad con su entorno reciente y, de esta manera, los hombres se
conocen mejor.
“No creo cometer, entonces, irresponsabilidad alguna al decir, basado en lo que han
afirmado muchos, que una novela histórica es aquel artefacto narrativo que permite
al autor y al lector visitar una época pasada, no importa cuán lejana o cercana sea,
con los personajes que existieron o pudieron existir, con los espacios y tiempos que
se convirtieron todos en fenómenos literarios que ayudan a los hombres de hoy a
conocerse mejor”. (Montoya, 2009 citando en Suárez, 2019)
Así, la importancia de conocer y relacionar la obra de Carlos Castro Saavedra con la
violencia en Colombia, es fundamental para lograr una identidad colectiva en base a
los hechos, superarlos para no repetirlos y construir memoria. Todo esto teniendo
en cuenta que su obra se enfoca en abogar por los derechos humanos y retratar los
problemas a los que se enfrenta la sociedad del país.
Daniel Samper Pizano (citado en Diario de Paz, s.f.), explica que Carlos Castro
Saavedra encuentra en su obra un enfoque hacia la humanidad en general,
retratando sus luchas, pero al mismo tiempo invocando la paz en todos los
territorios. ("Carlos Castro Saavedra, el poeta de la paz", s.f.)
En este sentido, es importante comprender y dar a conocer la obra de un autor que
retrató la violencia y, al mismo tiempo, hizo un llamado a la hermandad y a la paz,
en medio de una época hostil y cruda.
No tiene sentido conocer qué pasó, si no se da un cambio en la manera cómo
abordamos el conflicto en el país desde la violencia y no desde ese recorrido que se
ha dado para lograr la paz y la reparación a todos los actores víctimas.
De esta manera, “la poesía de Castro Saavedra seguirá siendo un bálsamo para las
heridas de la patria, y una antorcha firme y arrolladora que abre senderos de paz al
compás de la esperanza”. (Pérez Garcés, s.f.)
Objetivo

1. Público objetivo

2. Síntesis de la alternativa de solución (gráfico).

Referencias:

1. “Carlos Castro Saavedra, el poeta de la paz”. Retrieved 9 August 2020, from


https://circulodepoesia.com/2016/09/carlos-castro-saavedra-el-poeta-de-la-
paz/
2. Pérez Garcés, E. La poesía social de Carlos Castro Saavedra. Documento,
Bogotá.
3. Sandoval, M. (2012). El conflicto colombiano en la literatura. El País.
Retrieved from
https://elpais.com/cultura/2012/09/06/actualidad/1346937518_330638.html
4. Suárez Villadiego, S. (2019). La memoria contada: el conflicto interno en la
literatura colombiana del siglo XXI (2000-2015) (Doctorado). Universidad
Complutense de Madrid.
5. Universidad del Norte. Conflicto y arte en Colombia: Entre la ficción engañosa
y la poesía. Retrieved from
https://www.uninorte.edu.co/documents/7399101/13119142/art+4/7f2cd372-
6249-49fa-a608-74f0cde469b9
6. “Paz mil veces y mil veces paz”. La plegaria del poeta Carlos Castro
Saavedra. Retrieved 9 August 2020, from
https://diariodepaz.com/2019/10/04/carlos-castro-saavedra-paz/

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