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All content following this page was uploaded by Maria Teresa Fernández Aceves on 17 July 2018.
que creía en la igualdad entre los sexos en las esferas intelectuales y en ésta
incluía la política. Sobre el sufragio femenino, Sárraga opinaba que ningún
ra
consistía en concientizarlas. Las mujeres podían ser inteligentes sin ser mas-
culinizadas. Las madres tenían la capacidad de usar su cerebro y su cuerpo,
I
sin convertirse en hombres con faldas. Para Sárraga, “el sufragio femenino
era una cuestión secundaria, cuando el cerebro fuera tomado a partir de su
valor”.4 Creía que a la cuestión del sexo no se le debía dar la importancia que
se le otorgaba en ese momento. Sostenía que “la inteligencia no tiene sexo;
cuando se encuentra uno frente a una gran mente, no se reflexiona si está en
1. Versión recortada y ligeramente modificada del capítulo dos del mismo nombre que aparece en María Teresa
Fernández Aceves, Mujeres en el cambio social en el siglo XX mexicano, México, CIESAS/Siglo XXI, 2014.
2. Hemeroteca Nacional Digital de México/Universidad Nacional Autónoma de México (HNDM/UNAM),
“Sección Ecos de la Semana” en El Abogado Cristiano, ciudad de México, 15 de agosto de 1912, p. 4.
3. HNDM/UNAM, The Mexican Herald, ciudad de México, “Test of Intellect Recognizes no Sex”, 6 de septiembre
de 1912, p. 2.
4. Ibídem.
109
5. Ibídem.
6. Para una discusión desde la perspectiva de género y humanismo veáse Graciela Hierro, “Género y educación”
en Revista de estudios de género. La Ventana 2, 1995, pp. 53-63.
7. Para un análisis comparativo entre las feministas republicanas españolas del siglo XIX, véase el capítulo de
Hubertin Auclert en Joan Scott, Only Paradoxes to Offer, 1996, pp. 108-109, 111.
110
clase media realizó prácticas que trastocaron el orden social y las identidades
pa
cambios políticos enfrentó y provocó?, ¿cómo y por qué tenía esta visión de
la revolución mexicana en 1912?8 Para responder a estas preguntas ubico su
el
8. Manuel Pérez Ledesma, “Por tierras de España y América. Belén Sárraga, feminista librepensadora” en Marta
Casaús Arzú y Manuel Pérez Ledesma (eds.), Redes intelectuales y formación de naciones en España y América
Latina: 1890-1940, 2005, p. 387; Ma. C. Simón Palmer, “Mujeres rebeldes” en Georges Duby y Michelle Perrot
(eds.), Historia de mujeres de occidente, 1993, pp. 626-641.
111
9. María Dolores Ramos, “Federalismo, laicismo, obrerismo, feminismo: cuatro claves para interpretar la bio-
grafía de Belén de Sárraga” en María Dolores Ramos y María Teresa Vera (eds.), Discursos, realidades, utopías,
2002, p. 161.
10. Para una discusión interesante sobre la teoría de la secularización véase José Casanova, Public Religions in the
Modern World, 1994.
112
taba cada país que visitó. Dejó en cada país diferentes influencias y legados de
acuerdo con las personas que contactó, con las que se vinculó y las moviliza-
ia
ciones que generó. Su actividad se enmarca, no sólo como parte de los proce-
pa
11. Norbert Elias, Conocimiento y poder, Julia Varela (trad.), s.f.; Dennis Smit, “The Civilizing Process and The
History of Sexuality. Comparing Norbert Elias and Michel Foucault” en Theory and Society 28, núm. 1,
febrero, 1999, pp. 79-100.
113
la emancipación de las mujeres del poder de la Iglesia católica, sin abogar por
el sufragio femenino.
En este capítulo exploro, primero, por qué Belén de Sárraga llegó a
ser una de los líderes más importantes de su generación en España entre las
décadas de 1890 y 1900. Segundo, describo las metas y la estructura de su obra
El clericalismo en América a través de un continente. Tercero, analizo sus visitas
y estancias en México (1912, 1922, 1923 y 1924), que coincidieron con diferen-
tes fases de la revolución mexicana, del proceso revolucionario de formación
de un nuevo Estado (1920-1940). Estableció contactos con diferentes caudillos
revolucionarios –los presidentes Madero, Obregón y Calles; y el gobernador
de Yucatán, Carrillo Puerto–. Cuarto, describo su trabajo en contra del fuerte
movimiento de acción social católica, su acercamiento con el movimiento
obrero organizado y su ausencia y su invisibilidad en los congresos feminis-
C
tas en los decenios de 1910 y 1920. Concluyo que las identidades anticlerical
op
por medio de reformas agrarias, civiles y laborales para otorgar más derechos
a las mujeres y a los niños dentro del hogar y en el trabajo. Asimismo, esta
modernización buscaba controlar e higienizar la producción y la conducta de
los campesinos y trabajadores para avanzar en el desarrollo nacional, pero sin
destruir el patriarcado.13
12. Mary Kay Vaughan, “Modernizing Patriarchy. State Policies, Rural households, and Women in Mexico,
1930-1940” en Maxine Molyneux y Elizabeth Dore (eds.), Hidden Histories of Gender and State in Latin
America, 2000, pp. 197-200.
13. Mary Kay Vaughan, “Cultural Approaches to Peasant Politics in the Mexican Revolution” en Hispanic
American Historical Review 79, núm. 2, 1999, pp. 300-301; Vaughan, “Modernizin Patriarchy. State Policies,
Rural Households, and Women in Mexico, 1930-1940”, 2000, pp. 194, 197, 200.
114
Para entender por qué Belén de Sárraga llegó a ser una de los líderes más
importantes de su generación, es necesario examinar sus antecedentes fami-
liares y sus influencias políticas. Nació en 1872 en Valladolid, España. El padre
de Sárraga, Vicente de Sárraga, fue un masón republicano y coronel liberal
que perteneció a una familia burguesa de Puerto Rico. Fue sentenciado a
muerte porque no aceptó la restauración de la monarquía borbónica; aunque
finalmente no lo ejecutaron y lo enviaron al exilio en la costa de África y des-
pués fue trasladado a Puerto Rico.15 Su madre, Felisa Hernández, provenía
C
op
ia
pa
ra
el
SN
I
14. Hay discrepancia en la fecha de nacimiento de Belén de Sárraga. Algunos especifican que nació en 1872, 1873
o 1874. Véase Ramos Palomo: “Un compás para trazar una sociedad igualitaria. La labor de la librepensadora
Belén de Sárraga entre 1897 y 1909; 1998, pp. 79-94; “Federalismo, laicismo, obrerismo, feminismo: cuatro
claves para interpretar la biografía de Belén de Sárraga”, 2002; “Belén de Sárraga. Una ‘obrera’ del laicismo, el
feminismo y el panamericanismo en el mundo Ibérico”, 2006a, pp. 599-708; “Radicalismo político, feminismo
y modernización”, 2006b; “Mujer, asociacionismo y sociabilidad en la coyuntura de 1898”, 1999; Luis Vitale y
Julia Antivilo, Belén de sárraga, 2000.
15. Alfonso Herrera, Carlos Guzmán y Manuel Navarro Angulo, Belén de Sárraga, 1928, p. 10.
115
que las mujeres y hombres investiguen la verdad por medio del pensamiento
propio, libre de prejuicios y por medio del raciocinio personal … El único
ia
enemigo del librepensamiento es, pues, la religión con dogmas, con misterios
pa
16. Ibíd.; Ramos Palomo, “Belén de Sárraga: una ‘obrera’ del laicismo, el feminismo y el panamericanismo en el
mundo Ibérico”, 2006a, p. 693.
17. Luis Vitale y Julia Antivilo, op. cit., 2000, p. 146.
18. Natividad Ortiz Albear, Mujeres masonas en España, 2007, p. 346.
19. De acuerdo con Dolores Ramos, su hija Libertad murió a los nueve años por una insolación en Málaga y su
hijo Víctor Volney se suicidó. Ramos Palomo, op. cit., 2006a, p. 706.
116
20. Ramos Palomo, “Un compás…”, 1998, p. 87; “Radicalismo político…”, 2006b, p. 47.
21. Pérez Ledesma, “Por tierras de España y América…”, 2005.
22. Ramos Palomo, “Federalismo, laicismo…”, 2002, p. 136.
23. Ibíd., p. 389.
24. Herrera, op. cit., 1928, p. 10
25. Ramos Palomo, “Federalismo, laicismo…”, 2002, p. 139.
117
dentro y fuera de una asociación política. En 1902, Belén, Emilio y otros libre-
op
26. De acuerdo con Ma. Dolores Ramos, las feministas anticlericales fueron las siguientes: Rosario Acuña, Amalia
Domingo Soler, Ángeles López de Ayala, Amalia Carvia Bernal, Ana Carvia Bernal y Belén de Sárraga. Véase
Ramos Palomo, “Belén de Sárraga: una ‘obrera’ del laicismo, el feminismo y el panamericanismo en el mundo
Ibérico”, 2006a, pp. 701-702; “Radicalismo político, feminismo y modernización”, 2006b, pp. 38, 41.
27. Pérez Ledesma, “Por tierras de España y América: Belén Sárraga, feminista y librepensadora”, 2005, pp.
392-394.
28. Ramos Palomo, “Federalismo, laicismo, obrerismo, feminismo: cuatro claves para interpretar la biografía de
Belén de Sárraga”, 2002, pp. 132-133.
29. Ramos Palomo, “Un compás para trazar una sociedad igualitaria. La labor de la librepensadora Belén de
Sárraga entre 1897 y 1909”, 1998, pp. 82-93.
30. Asociación de Mujeres Librepensadoras en Barcelona (1896); Asociación General Femenina en Valencia (1897);
Asociación de Mujeres Librepensadoras en Mahón (1899); Sociedad Progresiva Femenina de Málaga (1900);
Asociación de Damas Liberales en Uruguay; Asociación de Mujeres Universitarias en Buenos Aires (1906); y
la Federación Anticlerical Femenina en Ecuador (1930). Herrera, Guzmán y Navarro, Belén de Sárraga, 1928,
p. 10; Ramos Palomo, “Belén de Sárraga: una ‘obrera’ del laicismo, el feminismo y el panamericanismo en el
mundo Ibérico”, 2006a, p. 695.
118
31. Archivo Histórico Genaro Estrada de la Secretaría de Relaciones Exteriores, fondo: Memoria Histórica, exp.:
Naturalización, 1926, 43-29-62 III/21.2 (46)/1780; 34-13-32 VII/21.3/931; 34-13-32 VII/521.3/931. Ramos Palomo,
“Belén de Sárraga…”, 2006, p. 695.
119
tierra de promisión para los destinos del mundo”.32 Afirmó que América:
ra
centro de actividad humana donde las razas rompen la tradición atávica; es el taller
inmenso hacia el cual, hombres de diversos pueblos, llevan ideas antagónicas que,
I
120
clericalismo era una fuerza peligrosa que usaba diversos frentes: la educación,
las mujeres y la política. Sostuvo que desde la conquista (española y portu-
guesa), la religión católica y la monarquía se aliaron para impedir el progreso
de ideas liberales y modernas. Estas instituciones se opusieron terminante-
mente a los movimientos de independencia y a las reformas liberales del siglo
XIX . El clericalismo usó a las mujeres como su arma en contra del progreso
y para mantener la tradición.35 Consideraba que había un mercantilismo
religioso escondido en las instituciones de caridad. Los asilos y las escue-
las para los pobres eran en realidad talleres donde la Iglesia católica obtenía
ganancias, porque los jóvenes pobres y ancianos producían mercancías que
eran vendidas. Las ganancias eran sólo para la Iglesia.36 Para erradicar esta
influencia negativa del clericalismo, Sárraga apoyó la elaboración de políticas
educativas laicas, la movilización de masones, de jóvenes, de trabajadores y,
C
por supuesto, la conformación de “la nueva mujer cívica” para construir una
op
121
especialmente los zapatistas eran como un huracán furioso que sólo respetaba
al clero.40 Estos argumentos los presentó en los siguientes términos:
122
tadura de Díaz.47 Madero pensó que con la puesta en marcha del “sufragio
op
42. Yolia Tortolero Cervantes, El espiritismo seduce a Francisco I. Madero, 2a ed., 2004, p. 214.
43. Ibíd., p. 224.
44. Ibíd., p. 18.
45. Ibíd., pp. 15, 18.
46. Ibíd., p. 20.
47. HNDM/UNAM, “Ecos de la semana” en El Abogado Cristiano, ciudad de México, 15 de agosto de 1912, p. 516.
48. Jeffrey Bortz, Revolution within the Revolution, 2008.
49. Mary Kay Vaughan y Steve Lewis (eds.), The Eagle and the Virgin, 2006, p. 9.
123
“Interesante velada en el teatro xicotencatl” en El Diario, ciudad de México, 28 de agosto de 1912, p. 5; “Una
notable conferencista” en El Abogado Cristiano Ilustrado, ciudad de México, 29 de agosto de 1912, p. 546.
ra
52. De acuerdo con Pérez Ledesma, “en años posteriores, el programa se modificó para dar entrada a cuestio-
nes de actualidad –como ‘el problema de América’, o la guerra europea y la actitud de la Iglesia Católica
el
ante ella– y, sobre todo, a la situación de la clase obrera, algunas de cuyas organizaciones eran ahora las
patrocinadoras de sus intervenciones públicas. Por fin en 1930 parece que el tema central, al menos en
SN
los textos publicados, fue la crítica al papado y a su actuación a lo largo de la historia”. Pérez Ledesma,
“Por tierras de España y América…”, 2005, p. 399. HNDM /UNAM , “Hoy será la conferencia de la Sra.
B. de Sárraga” en El Diario, 15 de agosto de 1912 , p. 6; “La conferencia de la Sra. Belén de Sárraga” en
I
124
lica (La Nación –órgano del PCN –) y conservadora (El País) se escandalizó
por sus “extravagantes doctrinas”.55 El Correo Español, diario consagrado a
ia
la dura crítica que lanzó El País en contra de Sárraga. Este rotativo también
señaló que la comunidad española asturiana estaba dividida: unos la apoya-
ra
53. Para una discusión feminista, histórica y sociológica véase Craig Calhoun, “Introduction. Habermas and
the Public Sphere” en Craig Calhoun (ed.), Habermas and the Public Sphere, 1996, pp. 1-50; Nancy Fraser,
“Repensar el ámbito público: una contribución a la crítica de la democracia realmente existente” en Debate
Feminista, año 4, vol. 7, pp. 23-58; Mary Ryan, “Gender and Public Access: Women’s Politics in 19th Century
America” en Graig Calhoun (ed)., Habermas and the Public Sphere, 1996, pp. 260-285.
54. HNDM/UNAM, “Test of Intellect Recognizes no sex Madam de Sarraga says” en The Mexican Herald, ciudad
de México, 6 de septiembre de 1912, p. 2.
55. Tortolero Cervantes, El espiritismo seduce a Francisco I. Madero, 2004, p. 216.
56. PR, “La conferencia de ayer” en El Correo Español, ciudad de México, 16 de agosto de 1912, p. 1; “La confer-
encia de ayer” en El Correo Español, ciudad de México, 28 de agosto de 1912, p. 4; “La Sra. Belém de Sárraga,
‘El País’ y el Centro Asturiano” en El Correo Español, ciudad de México, 31 de agosto de 1912, p. 4; “Centro
Asturianos” en El Correo Español, ciudad de México, 4 de septiembre de 1912, p. 1; “El asunto del Centro
Asturiano y la Sra. Belén de Sárraga” en El Correo Español, ciudad de México, 16 de agosto de 1912, p. 1.
125
País publicaron, por varios días, largas listas de firmas de hombres y mujeres
católicos para protestar “contra la propaganda inmoral, antisocial y antipa-
ra
dad. En su primera conferencia del 15 de agosto, Sárraga afirmó que “la mujer
no fue formada de la costilla del hombre, sino que cuando Dios se preparaba
I
57. PR, “Homenaje a la Sra. Sárraga” en La Patria, ciudad de México, 8 de septiembre de 1912, p. 12.
58. HNDM/UNAM, “Sección editorial” en El Faro, ciudad de México, 30 de agosto de 1912, p. 8.
59. HNDM/UNAM, “Libertad y eso”, El Mañana, ciudad de México, 3 de septiembre de 1912, p. 4; Tortolero
Cervantes, El espiritismo seduce…, 2004, p. 217.
60. HNDM/UNAM, “La semana en revista” en El Faro, ciudad de México, 6 de septiembre de 1912, p. 4.
61. HNDM/UNAM, “Aquí se respetan las manifestaciones de pensamiento” en El Mañana, ciudad de México, 9 de
septiembre de 1912, p. 3.
62. Pablo Yankelevich, “El Artículo 22 constitucional y las reivindicaciones sociales en el México posrevoluciona-
rio” en Delia Salazar Anaya (ed)., Xenofobia y xenofilia en la historia de México, 2006, p. 358.
63. HNDM /UNAM, “Ecos de la semana” en El Abogado Cristiano, ciudad de México, 12 de septiembre de 1912 ,
p. 4.
64. HNDM/UNAM, “Más adhesiones a la protesta contra Doña Belén de Sárraga” en El País, 2 de septiembre de
1912, p. 4; Pérez Ledesma, “Por tierras de España y América. Belén Sárraga, feminista y librepensadora”, 2005,
p. 405.
126
a formarla, una mona le quitó la costilla de sus manos y como huyese la mona
y Dios tras ella sin rescatar la costilla, lo único que llegó a coger fue la cola
de la mona y de este rabo hizo a la mujer”.65 Estas declaraciones no sólo cues-
tionaban y ridiculizaban la explicación católica de la creación de hombre y la
mujer, sino que también trastocaban el orden de género tradicional. En sep-
tiembre de 1912, un reportero de La Patria reflexionó acerca de las representa-
ciones negativas en torno a la figura de Sárraga como un “cerebro macho” o
como “espíritu macho” y ponderó acerca del panorama de la mujer. La nota
describió las innovaciones en la situación de la mujer; señaló que ésta había
pasado de una reclusión en el hogar, en el harem, en el gineceo, a la acción en
la vida pública contemporánea,
primero por la puerta franca de los “Sports”, después por el hueco estrecho de las
C
artes liberales y ahora por el resquicio que deja la comunidad de ideas, la libertad
op
afanosa y valiente ante los problemas más arduos de sociología y penetra con la
pa
de libertad de conciencia.66
el
Sárraga era una nueva mujer que causaba admiración, debate y polé-
SN
65. FRHN/UNAM, “La primera conferencia de doña Belén de Sárraga” en Nueva Era, 16 de agosto de 1912, p. 8,
citado en Tortolero Cervanes, El espiritismo seduce…, 2004, p. 217.
66. HNDM/UNAM, “Actualidades. Doña Belem de Sárraga” en La Patria, ciudad de México, 14 de septiembre de
1912, p. 2.
67. HNDM/UNAM, “Desde Jauja” en Revista Mexicana, 1915-1920, Texas, 8 de abril de 1917, p. 34.
68. HNDM/UNAM, “La Señora Jacobina” en La Mañana, ciudad de México, 3 de septiembre de 1912, p. 1.
127
sufrían de parte de frailes. Les pidió a las mujeres que no entregaran a sus
SN
hijos a los “ávidos jesuitas” y exigió que las escuelas inculcaran un patrio-
tismo verdadero. Aunque El Faro y El Abogado Cristiano no comulgaban con
I
69. FE /BPEJ, “¿Puede la mujer mezclarse en la política?” en El Regional, Guadalajara, 27 de septiembre de 1912 ,
p. 2.
70. HNDM/UNAM, “Notes of the Passing Day” en The Mexican Herald, ciudad de México, 23 de octubre de 1912,
p. 8; El Faro, ciudad de México, 25 de octubre de 1912, p. 678; “Notes of the Passing Day” en The Mexican
Herald, ciudad de México, 2 de noviembre de 1912, p. 8; “Notes of the Passing Day” en The Mexican Herald,
ciudad de México, 6 de noviembre de 1912, p. 8; “Notes of the Passing Day” en The Mexican Herald, ciudad de
México, 15 de noviembre de 1912, p. 8; “Notes of the Passing Day” en The Mexican Herald, ciudad de México,
19 de noviembre de 1912, p. 8; El Faro, ciudad de México, 22 de noviembre de 1912, p. 11.
71. HNDM/UNAM, “De actualidad. La señora Belén de Sárraga en San Luis Potosí” en El Faro, ciudad de México,
25 de octubre de 1912, p. 12.
72. Ibídem.
73. Ibídem.
128
en público.78
pa
74. FE/BPEJ, “La bomba de El Regional” en El Correo de Jalisco, Guadalajara, 15 de octubre de 1912, p. 1. Moisés
González Navarro, Cristeros y agraristas, 2000, vol. 1, p. 26.
75. Las elecciones para diputados estatales fueron en enero de 1912; los comicios para diputados federales se lleva-
ron a cabo en junio de 1912 y las votaciones para gobernador se realizaron en octubre. Aldana Rendón (ed.),
Jalisco desde la revolución, vol. 1, Del reyismo al nuevo orden constitucional, 1910-1917, 1987, pp. 151-182; Elisa
Cárdenas Ayala, El derrumbe, vol. 6, 2010, pp. 390-399.
76. Aldana Rendón, Del reyismo…, 1987, vol. 1, p. 177.
77. Se decretó sobre el bien de familia, las cajas de crédito rural, impuestos a favor del Estado y el municipio, el
ejercicio de la libertad de enseñanza, la independencia de los municipios y la representación proporcional.
Francisco Barbosa Guzmán, Jalisco desde la revolución, vol. 6, La Iglesia y el gobierno civil, 1988, p. 106.
78. Cárdenas Ayala, El derrumbe, 2010, pp. 367-378.
129
79. FE/BPEJ, “Espiritismo” en El Regional, Guadalajara, 11 de junio de 1912, p. 2; “La doctrina espiritista es heré-
tica” en El Regional, Guadalajara, 13 de junio de 1912, p. 2; “El liberalismo en bancarrota” en El Regional,
Guadalajara, 14 de junio de 1912, p. 2; “El espiritismo y la salvación final del género humano” en El Regional,
Guadalajara, 14 de junio de 1912, p. 2; “El espiritismo en sus prácticas” en El Regional, Guadalajara, 15 de junio
de 1912, p. 2; “Consecuencias de las prácticas espiritistas” en El Regional, Guadalajara, 18 de junio de 1912, p.
2; “La francmasonería niega la espiritualidad e inmortaliad del alma humana” en El Regional, Guadalajara,
10 de julio de 1912, p. 2; “Libertad, igualdad, fraternidad. El gran embuste de la masonería” en El Regional,
Guadalajara, 12 de julio de 1912, p. 2; “Igualdad y fraternidad masónicas” en El Regional, Guadalajara, 16 de
julio de 1912, p. 2; “La masonería es enemiga de la familia” en El Regional, Guadalajara, 25 de julio de 1912, p.
2; “La masonería es enemiga de la propiedad” en El Regional, Guadalajara, 8 de agosto de 1912, p. 2; “En qué
ha de terminar la señora Sárraga” en El Regional, Guadalajara, 2 de octubre de 1912, p. 2.
80. FE/BPEJ, “La biblia y la antigüedad” en El Regional, Guadalajara, 20 de octubre de 1912, p. 2.
81. FE/BPEJ, “La conferencia de hoy” en El Regional, Guadalajara, 20 de octubre de 1912, p. 1.
82. FE/BPEJ, “La bomba de El Regional” en El Correo de Jalisco, Guadalajara, 15 de octubre de 1912, p. 1.
83. FE/BPEJ, “La llegada de la Sra. Sárraga fue un triunfo” en El Correo de Jalisco, Guadalajara, 11 de octubre de
1912, p. 1.
130
Guadalajara, Sárraga era una mujer llena de nobles sentimientos para con los
op
84. FE/BPEJ, “Fue brillante la conferencia, dada antenoche, por la Sra. Belén de Sárraga. La multitud la acompañó
a su alojamiento en medio de aclamaciones” en La Gaceta de Guadalajara, Guadalajara, 15 de octubre de 1912,
p. 1.
85. FE/BPEJ, “La primera conferencia de la señora Sárraga” en La Libertad, Guadalajara, 14 de octubre de 1912,
p. 3; “Sección editorial. Un pagano entre cristianos. Trayectorias humanas” en La Gaceta de Guadalajara,
Guadalajara, 15 de octubre de 1912, p. 2.
131
católicas por sus protestas porque “no saben lo que hacen”.86 Refutó la falsa
teoría que sostenía que la mujer no tiene capacidad intelectual para concepcio-
nes científicas y artísticas; brindó ejemplos de casos históricos como Cornelia,
la famosa matrona romana, madre de los Gracos y de Mademoiselle Roland,
alma de la revolución francesa, para argumentar a favor de la capacidad de
las mujeres. Sárraga arguyó que el cerebro de la mujer estaba enfermo, atro-
fiado por la educación católica. Sostuvo que la Iglesia católica tenía atrapada
a la mujer. Como lo había hecho en Málaga en 1906 y en San Luis Potosí en
octubre de 1912, Sárraga atacó el celibato de los sacerdotes y la práctica de la
confesión; reprochó a las mujeres que usaran la confesión para ser infieles a
sus maridos y fueran seducidas por los sacerdotes.87 Esta denuncia del honor
dañado de los hombres, en España, los anticlericales republicanos como Pi
y Margall y Nakens (editor del semanario anticlerical satírico El Motín), la
C
a las mujeres; a través de ellas, el clero dominaba sus hogares. Para Nakens,
pa
güenza porque una mujer hacía su trabajo viril.88 Aunque Sárraga sostuvo
este argumento en Málaga, San Luis Potosí y Guadalajara, no tuvo la misma
el
86. FE/BPEJ,“La conferencia de anoche” en La Libertad, Guadalajara, 16 de octubre de 1912, p. 2; “La mujer.
Segunda conferencia de la Sra. Belén de Sárraga” en El Correo de Jalisco, Guadalajara, 16 de octubre de 1912,
p. 1.
87. Belén de Sárraga, La Conciencia Libre 1, 1906 citado en Enrique Sanabria A., Republicanism and Anticlerical
Nationalism in Spain, 2009, pp. 146, 212.
88. Ibíd., p. 146.
89. Ana Isabel Enríquez Vargas, “La cultura política de las organizaciones obreras y las percepciones de género en
la Guadalajara revolucionaria a través del Boletín Militar, 1914-1916”, 2011.
132
Luis Potosí representó a Sárraga como “un espíritu macho” y como una
op
vestía como una mujer burguesa, no como una “chica moderna” o pelona.
pa
90. FE/BPEJ, “La última conferencia de la Sra. Sárraga” en La Libertad, Guadalajara, 21 de octubre de 1912, p. 2.
91. Luciano Ramírez Hurtado, “Una feminista española en tierra azteca, Belén de Sárraga y la Convención
Revolucionaria en Aguascalientes” en Yolanda Padilla Rangel, Historia de mujeres en Aguascalientes, 2007,
p. 276.
92. Ibídem.
93. HNDM/UNAM, “Actuaciones de Doña Belem de Sárraga” en La Patria, ciudad de México, 14 de septiembre de
1912, p. 2; “De actualidad. La Sra. Belén de Sárraga en San Luis Potosí. Éxito sorprendente” en El Faro, ciudad
de México, 25 de octubre de 1912, p. 678.
94. Herrera, Guzmán y Navarro, Belén de Sárraga, 1928, p. 48.
133
homenaje. Sin embargo, este indicio muestra que probablemente estas inte-
lectuales y profesionistas asistieron a las conferencias de Sárraga. Además, la
el
95. Ramos Palomo, “Federalismo, laicismo, obrerismo, feminismo: cuatro claves para interpretar la biografía de
Belén de Sárraga”, 2002, p. 126.
96. Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España (HDBNE), Lectura Dominical. Órgano del Apostolado
de la Prensa, Madrid, 12 de noviembre de 1899, año V, núm. 306, p. 7; Lectura Dominical. Órgano del Apostolado
de la Prensa, Madrid, 2 de marzo de 1902, año IX, núm. 426, p. 8.
97. PR, “Bodas de plata de una profesionista mexicana” en El Diario, ciudad de México, 21 de agosto de 1912,
p. 7; “La glorificación de la primera doctora mexicana” en El Diario, ciudad de México, 23 de agosto de
1928, p. 8.
98. Félix Navarrete, La masonería en la historia y en las leyes de México, 1962, pp. 129-131.
134
después de que ésta fue clausurada en 1916.103 Este extravío no permite pro-
fundizar en las relaciones entre Sárraga y la COM. Probablemente no trabaja-
ra
ron juntos de manera cercana porque no fue una prioridad para el presidente
Madero resolver la cuestión social de los trabajadores. Sárraga no se concen-
el
135
subvencionado con 200.00 pesos mensuales para que hiciera su gira de difu-
sión. Sárraga fue un arma política para los anticlericales y maderistas; pero,
ia
fueron para ella. México no era más liberal, ni menos católico y tampoco era
más librepensador. Concluía que le reconocía ciertos méritos, pero los logros
I
136
las políticas del débil y nuevo Estado revolucionario en las áreas de reformas
SN
108. Pérez Ledesma, “Por tierras de España y América: Belén Sárraga, feminista y librepensadora”, 2005, p. 405;
Tortolero Cervantes, El espiritismo seduce a Francisco I. Madero, 2004, p. 225.
109. El Artículo 3º promovió una educación laica obligatoria a nivel primaria y prohibió las escuelas religiosas; el
Artículo 5º no reconoció los votos religiosos; el Artículo 13 negó el estatus legal de las organizaciones religio-
sas; el Artículo 27 impulsó la reforma agraria y la nacionalización de los recursos nacionales, estipuló que las
asociaciones religiosas no tenían el derecho de poseer propiedades, y finalmente, las propiedades pasaban a
formar parte de la propiedad nacional; el Artículo 130 puntualizó que el Estado controlaría la práctica religi-
osa. Véase Adrian Bantjes, “Saints, Sinners, and State Formation. Local Religion and Cultural Revolution in
Mexico” en Mary Kay Vaughan y Steve Lewis, The Eagle and the Virgin, 2006, p. 137; Comisión Nacional para
la Celebración del Sesquicentenario de la Proclamación de la Independencia Nacional y del Cincuentenario
de la Revolución Mexicana, Diario de los Debates del Congreso Constituyente, 1916-1917, 1960, pp. 1 181-1 229.
110. En 1920, el Episcopado mexicano estableció el Secretariado Social Mexicano (SSM), no sólo para conciliar
las diferentes ideas y coordinar todas las organizaciones católicas laicas en el ámbito nacional, sino también
para contrarrestar la consolidación de organizaciones obreras no católicas pertenecientes a la CROM. El SSM
transformó las actividades de los católicos laicos de una política electoral (1912-1914) a una acción social
137
católica que promovía las asociaciones de hombres y mujeres católicas. La meta era fortalecer los organismos
católicos con cierta orquestación nacional, con base en los principios de la acción social católica en la que
el
diferentes clases sociales, generaciones y sexos desempeñarían distintos papeles dentro de una sociedad cor-
porativa. El SSM coordinó las siguientes instituciones: la Unión de Damas Católicas Mexicanas compuesta de
SN
mujeres de la elite; la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) para jóvenes católicos; la Juventud
Femenina Católica Mexicana (JFCM) para mujeres jóvenes; la Orden Caballeros de Colón para hombres, y la
Confederación Nacional Católica del Trabajo (CNCT). Estas organizaciones trabajaron en diferentes y diver-
I
sificados frentes culturales, económicos, políticos y sociales: cajas de ahorro, catecismos, círculos de estudios,
escuelas católicas (elementales, parroquiales y vocacionales), mutualidades, reuniones nacionales, sindicatos,
publicación de diversos materiales y teatro moral. Con este ímpetu, iniciaron una campaña en contra del
avance internacional de bolcheviques, socialismo y de la candidatura presidencial de Álvaro Obregón, que
tenía un discurso radical a favor de las masas. Randall S. Hanson, “‘The Day of Ideals’. Catholic Social
Action in the Age of the Mexican Revolution, 1867-1929”, 1994, pp. 17-18; Laura O’Dogerthy Madrazo,
“Restaurarlo todo en Cristo. Unión de Damas Católicas Mejicanas, 1920-1926” en Revista de Historia Moderna
y Contemporánea de México 14, 1991, p. 133.
111. HNDM/UNAM, “Dio su primera conferencia la Sra. de Sárraga” en El Informador, Guadalajara, 26 de agosto de
1922, p. 6; “Se solicitó el Teatro Degollado para traer a Belén de Sárraga” en El Informador, Guadalajara, 12 de
diciembre de 1922, p. 6; Gallegos, Apuntes para la historia de la persecución religiosa en Durango de 1926 a 1929,
1965.
112. Herrera, Guzmán y Navarro, Belén de Sárraga, 1928, p. 40.
113. Ibíd., p. 42.
114. Ibíd., p. 17.
115. Ibíd., p. 19.
138
en 1912. La catalogó como “una mujer de tres al cuarto, como los belenes
SN
139
Cruzado les recordó a sus lectores que Sárraga era una mujer vulgar. Además
de estas frases, usaron otras como “bruja de aquelarre de la masonería”, “espa-
ñoleta de desecho de la Madre Patria”, “andrajo vil” y “ejemplar grotesco
de la ciencia enciclopédica”.121 El Cruzado destacó su desdén a la mujer que
rompía con lo “biológicamente” esencial y natural femenino.122 Advirtió a
sus lectores estar alertas porque venía su enemiga. Repulsaban a Sárraga por
ser una mujer emancipada y nueva. Pero no era la única representación feme-
nina que condenaba, también rechazaba a “la mujer moderna” que seguía las
tendencias de la moda.123 Consideraba que estas mujeres olvidaban sus debe-
res de formarse como buenas futuras madres. El Cruzado promovía que las
mujeres fueran católicas, virtuosas madres y activas defensoras de la religión
y la familia.124 Para este periódico, sus enemigos “malvados” eran el bolche-
viquismo, el feminismo, el liberalismo, la masonería, “la mujer moderna”, el
C
nudas” en El Cruzado, Guadalajara, 13 de agosto de 1922, pp. 1, 4; “La mujer moderna” en El Cruzado,
Guadalajara, 10 de septiembre de 1922, p. 3; “Las dos modas” en El Cruzado, Guadalajara, 26 de noviembre de
1922, pp. 1-2; “Cosas de la moda” en El Cruzado, Guadalajara, 8 de abril de 1922, pp. 1-2; “Oigan de la moda”
I
140
Muy cómodo es predicar errores, sin peligro ninguno, rodeado de todas las como-
didades actuales y aplaudido por los masones y comparsa, como lo hace la pobre
anciana doña Belén de Sárraga, traída expresamente para combatir a la Iglesia
Católica por los farsantes de la libertad … y ahora traen a una hembra por añadi-
dura vieja, para que los defienda, los ilumine y los aliente en la campaña empren-
dida. ¿Qué ya se acabarían los hombres entre los masones y liberales?”.127
127. El Cruzado, Guadalajara, 21 de enero de 1923 citado en Preciado Zamora, Por las faldas del Volcán de Colima,
2007, p. 108.
128. Robert Curley, “Avanza el desierto: espacio público y suicidio político en el imaginario cristero” en Julia
Preciado Zamora y Servando Ortoll (eds.), Los guachos y los mochos, 2009, pp. 8, 54.
129. Jean Meyer, La Cristiada, 1974, p. 124.
130. Nora Pérez Rayón, “El anticlericalismo en México. La visión desde la sociología histórica” en Sociológica 19,
núm. 55, 2004, p. 125.
141
500 pesos. Calles le ordenó al señor Marcos E. Raya, del Comité Pro-Calles,
que le entregara esa cantidad a Sárraga. Calles puntualizaba que si no tenía
I
131. El Artículo 33 estipulaba que los extranjeros no podían participar en la política mexicana. Comisión
Nacional para la Celebración del Sesquicentenario de la Proclamación de la Independencia Nacional y del
Cincuentenario de la Revolución Mexicana, Diario de los Debates del Congreso Constituyente, 1916-1917, 1960,
p. 1192.
132. Alfonso Junco, La Sra. Belén de Sárraga desfanatizando, 1923.
133. Ibíd., p. 5.
134. HNDM/UNAM, “Hoy arribó a ésta la Conferencista Belén de Sárraga” en El Informador, Guadalajara, 7 de
marzo de 1923, p. 4; Periódico Oficial del Estado de Zacatecas, 26 de mayo de 1923, p. 587.
135. FAPECFT, exp. 35, inv. 5 765.
136. FAPECFT-FEC, exp. 45, inv. 5 332.
142
ese dinero lo destinaba para las ligas anticlericales que creaba en cada visita
a diferentes ciudades del país? Esta partida le ayudaba a cubrir los gastos por
transporte, hotel y comidas. Era una cantidad significativa si se compara con
los 60 pesos mensuales que recibía de salario una maestra en ese periodo.137
Estos fondos eran fundamentales para que viajara a Laredo, Estados Unidos
y después a La Habana, Cuba. Calles solicitó al cónsul mexicano en Laredo
que le brindara apoyo. Entre marzo y mayo de 1924, Sárraga se convirtió en
la defensora de las administraciones de Obregón y Calles. En Nuevo Orleáns
y en La Habana exaltaba las políticas revolucionarias de estos caudillos. En
estas ciudades, Sárraga encontró delahuertistas que cuestionaban su defen-
sa.138 En Laredo, el cónsul americano la hizo esperar más de 12 horas porque
un reportero de The New Orleans Times la anunció como una bolchevique
peligrosa para el futuro americano. Sárraga le informaba a Soledad González,
C
secretaria particular del presidente Calles, que esto era un absurdo porque no
op
hablaba inglés.139
En la segunda visita que realizó Sárraga a Cuba en 1924, organizó
ia
1962), líder obrera que llegó a la isla en 1906, fue maestra racionalista y pro-
pagandista del anarquismo.140 En mayo dictó una conferencia en homenaje
el
mencionó que hacía mucho calor y que su conferencia sería breve; la gente
le gritó que no. Sárraga habló de Carrillo Puerto como un líder de origen
humilde que participó en la revolución mexicana. Preguntó: ¿cómo pudo
137. María Teresa Fernández Aceves, “Las mujeres graduadas en la Universidad de Guadalajara, 1925-1933” en
Carmen Castañeda (ed.), Historia social de la Universidad de Guadalajara, 1995.
138. FAPECFT-FEC, exp. 6, inv. 3 580; exp. 99, inv. 5 681; exp. 8, inv. 1 474.
139. FPECFT-Fondo Soledad González, exp. 789, inv. 706.
140. Ramos Palomo, “Federalismo, laicismo, obrerismo, feminismo: cuatro claves para interpretar la biografía de
Belén de Sárraga”, 2002, p. 161.
141. FPECFT-Fondo Soledad González, exp. 789, inv. 706. González Navarro, Cristeros y agraristas, 2000, p. 43; Belén
Sárraga, Conferencia sustentada por la eminente orador: el domingo 4 de mayo de 1924 en el Teatro Maxim con
motivo del homenaje a Felipe Carrillo Puerto, organizado por la Agrupación Socialista de La Habana, 1924.
143
hacerse tan magna obra en tiempo tan relativamente corto y venciendo tantas
y tan seculares resistencias? Sárraga consideraba que era necesario conocer el
desarrollo de esa gran revolución. Afirmaba que quien la conociera, la amaría.
Sostenía que “la brillante Revolución Mexicana ha sido como un faro cuyas
irradiaciones llegan hasta otros pueblos, iluminándolos con luz y esperanza
… La causa de México es también la de todos cuantos buscamos la felicidad
de los pueblos, por eso le debemos nuestro apoyo moral y nuestro aplauso
porque su triunfo será el de todos los hombres de una Buena voluntad”.142
Señaló que en la rebelión delahuertista colaboraron militares aliados con la
Iglesia para derrocar al gobierno revolucionario. Los que se unieron a esta
revuelta no eran verdaderos revolucionarios como Calles, Carrillo Puerto,
Madero y Obregón. Después de sus conferencias en la radio y en teatros,
Sárraga le informó a Soledad González que los delahuertistas en La Habana
C
pasar a Guatemala.
En junio también hubo otro homenaje a Carrillo Puerto en
ia
Arco, la Gran Logia Anáhuac y las logias del Valle de México. Arribó con
SN
144
147. Gustavo Casasola, Historia gráfica de la revolución mexicana, 1960, pp. 1730-1731; Herrera, Guzmán y Navarro,
pa
dicalistas y comunistas se aliaron para crear la Confederación General de Trabajadores (CGT). La CGT no
buscó crear un partido político y colaborar con el Estado. En su época dorada, en 1923, tuvo 60 000 afiliados,
SN
mientras que la CROM tenía 800 000. Sus miembros fueron trabajadores textiles, ferrocarrileros, panaderos,
tabaqueros, telefonistas y carteros. Para un excelente trabajo que examina las divisiones entre los “rojos” de
la CGT y sus vínculos con la Industrial Workers of the World véase (IWW) Barry Carr, Mexican communism,
I
1968-1983, 1985; Jaime E. Tamayo Rodríguez, En el interinato de Adolfo de la Huerta y el gobierno de Álvaro
Obregón, 1920-1940, vol. 7, La clase obrera en la historia de México, 1987a, pp. 127-128.
150. Los católicos fueron conocidos como los “blancos” estuvieron integrados a la Confederación Católica del
Trabajo (1919-1922) y después a la Confederación Nacional Católica del Trabajo (1922-1927).
151. El 1 de mayo de 1918, los trabajadores que estuvieron afiliados a la COM y a otras organizaciones establecieron
la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM). Usaron la “acción múltiple” que significó una acción
directa y la participación en la arena política a través del Partido Laborista Mexicano. Se convirtió en una
organización nacional reformista y estableció “una reputación de muy oportunista, corrupta y dispuesta a
subordinar los intereses de sus miembros a las necesidades del Estado central. Después tomó una postura
anticomunista y colaboró con la American Federation of Labor (AFL). Su líder fue Luis M. Morones conocido
como “el puerco de la revolución”. Los trabajadores afiliados a la CROM fueron conocidos como los “amaril-
los” porque la CROM formó parte de la organización laboral internacional, la Unión Obrera Internacional de
Ámsterdam, también conocida como “amarilla”. Véase Barry Carr, Marxism and Communism in Twentieth-
Century Mexico, 1992, pp. 17, 29-30; Kevin Middlebrook, The Paradox of Revolution, 1995, pp. 18-20; Rosendo
Salazar y José Escobedo, Las pugnas de la gleba, 1972, p. 314; Tamayo Rodríguez, En el interinato de Adolfo de
la Huerta…, vol. 7, 1987a, pp. 16.
145
conseguir sus propios sacerdotes que no debían ejercer el celibato. Por medio
op
tos; su líder pensó que así se podía crear una nueva Iglesia.154
pa
ra
Consideraciones finales
el
doras y republicanas que favorecía la igualdad entre los sexos para suprimir la
146
del Estado. Por el contrario, se imaginaba una alianza con el nuevo Estado
op
156. Joan Scott ha argumentado que la igualdad y la diferencia son parte de la misma paradoja feminista y es parte
del mismo problema teórico. Véase Joan Scott, Only Paradoxes to Offer, 1996.
157. Para un análisis de los cambios en la construcciones de género véase Gabriela Cano, Mary Kay Vaughan y
I
Jocelyn Olcott (eds)., Género, poder y política en el México posrevolucionario, 2009b; Ana Lau Jaiven y Carmen
Ramos Escandón, Mujeres y revolución, 1900-1917, 1993; Carmen Ramos Escandón, “Desafiando el orden legal
y las limitaciones en las conductas de géner en México. La crítica de Sofía Villa de buentello a la legislación
familiar” en La Aljaba 7, 2002, pp. 1-15. Para una comparación con el caso de México con Francia, véase Mary
Louise Roberts, Civilization Without Sexes, 1994.
158. Gabriela Cano, “Las feministas en campaña” en Debate Feminista 2, núm. 4, 1991b, pp. 269-292 y “Revolución,
feminismo y ciudadanía en México (1915-1940)” en Georges Duby y Michelle Perrot, Historia de las mujeres,
1993, pp. 301-311; Lau Jaiven, “Expresiones políticas femeninas en el México del siglo XX. El Ateneo Mexicano
de Mujeres y la Alianza de Mujeres de México, 1934-1953” en María Teresa Fernández Aceves, Carmen
Ramos Escandón y Susie S. Porter, Orden social e identidad de género, 2006, pp. 93-124; Lau Jaiven y Ramos
Escandón, Mujeres y revolución, 1900-1917, 1993; Anna Macías, Contra viento y marea, 2002; Jocelyn Olcott,
Revolutionary Women in Postrevolutionary Mexico, 2005; Piedad Peniche Rivero, “El movimiento feminista de
Elvia Carrillo Puerto y las igualadas: un liderazgo cultural en Yucatán” en Piedad Peniche Rivero y Kathleen
R. Martín (eds.), Dos mujeres fuera de serie, 2007, pp. 15-69; Carmen Ramos Escandón, “Metiéndose en la
bola: mujeres y política en la Revolución Mexicana, o el esfuerzo por tener voz ciudadana” en Sólo Historia,
núm. 8, 2000, pp. 4-8, y “Desafiando el orden legal y las limitaciones en las conductos de género en México.
147
artículos en la revista mensual Rumbos Nuevos?, qué efecto causaron sus con-
ferencias, propaganda y artículos en los masones, hombres y mujeres traba-
jadoras y feministas?, ¿qué tan diferente fue su trabajo trasnacional en otros
países de Hispanoamérica? Estas cuestiones deben considerarse para analizar
y honrar la memoria y el trabajo de esta mujer excepcional que contribuyó a
la causa de la justicia social en México.
C
op
ia
pa
ra
el
SN
I
La crítica de Sofía Villa de Buentello a la legislación familiar” en La Aljaba, 7, 2002, pp. 1-15; Carmen Ramos
Escandón, “The Narrative Voice in María Ríos Cárdenas’s La mujer mexicana es ciudadana” en Anne Cruz,
Rosalie Hernández-Pecararo y Joyce Tolliver, Disciplines on the Line, 2003b; Ramos Escandón, “Mujer y poder
en el cardenismo. El debate por el sufragio” en Boletín Virtual V, núm. 54, 2004a; Stephanie J. Smith, Gender
and the Mexican Revolution, 2009; Esperanza Tuñón Pablos, Mujeres que se organizan, 1992; Enriqueta Tuñón
Pablos, ¡Por fin… ya podemos elegir y ser electas!, 2002.
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