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RESUMEN

Debido a la conquista española la arquitectura peruana siempre estuvo


supeditada a los estilos europeos; es recién en el siglo XIX que la
arquitectura peruana busca de nuevo la identidad que se había perdido en
la conquista española.

INTRODUCCIÓN
El artículo describe la relación que existió durante la transición de una
corriente arquitectónica a otra , en Europa, y se intenta identificar cómo
esta arquitectura internacional influyó la arquitectura nacional para dar
pase a la arquitectura moderna peruana.
En general se muestran algunos puntos clave que tuvieron impacto en la
arquitectura europea, ya sea en mayor o menor grado. En el caso peruano
la relación, entre el crecimiento económico y el desarrollo de la
infraestructura para el estado, es directa. Gracias este crecimiento se logró
el modernismo arquitectónico peruano y una búsqueda de identidad.
¿Qué acontecimientos en la arquitectura europea
desencadenaron la arquitectura moderna en el Perú?
Para la segunda mitad del siglo XIX el estilo
predominante seguía siendo el neogótico; y el
gótico se había convertido en un estilo usado en
las casas de campo de los ricos. La clase media,
debido a la suciedad de los centros urbanos, se
trasladaba a las afueras de la ciudad, gracias a los
ferrocarriles suburbanos, con dirección a unos
suburbios con estilo gótico ecléctico.
La trenmanía de los años treinta y cuarenta dejó
un legado de conocimiento estructural que, bajo la
influencia de Viollet-le-Duc empezaron a utilizar
los arquitectos; y gracias al capitalismo y su
necesidad de expandir la producción, se dio gran
importancia a las exposiciones internacionales; en
las cuales las naciones exhibían al mundo su arte y
tecnología, con la esperanza de dar seguridad a los
futuros clientes mediante estas exposiciones
(Risebero,1993).
Todo ello generó obras como el Crystal Palace de
Joseph Paxton, la Galerie des Machines de Victor
Contamin, la Torre Eiffel de Gustave Eiffel, entre
otras. Si bien estas obras maestras de la era
industrial forjaron las bases para el dominio del
hierro y el vidrio; solo deslumbraban en cuanto a
su forma, ya que estaban casi vacíos de contenido,
es decir, no desempeñaban ninguna función social
importante ni eran símbolos de ninguna filosofía
excepto su intención de mostrar los logros
estructurales de la época.
En 1880 se originó una alternativa más barata y
eficiente que el acero, hablamos del hormigón
armado, desarrollado por Joseph Monier y
fomentada por la Ecole Centrale des Travaux
Publiques. (Pereira, 2001)
En 1907 se forma en Alemania la Deutcher Werkbund;
asociación de arquitectos, diseñadores y artistas
orientados a la aplicación de un mayor nivel de diseño a
los productos industriales y de las técnicas industriales
al diseño constructivo. El grupo principal mantenía los
principios básicos de la composición clásica. Sin
embargo, a algunos les interesaba idear formas y
conceptos nuevos que, a grandes rasgos, eran formas ya
conocidas en nuevos materiales.
La Werkbund y sus seguidores tenían una creciente
convicción de que la arquitectura y el diseño eran
mercancías de cuyo uso se podía convencer al mundo
de los negocios; el movimiento futurista, en cambio,
daba la lucha contra el clasicismo y se proponía expresar
el dinamismo de la nueva era de las máquinas. Sin
embargo, el Futurismo sucumbió debido a sus propios
fines de eliminar la arquitectura de los grandes
negocios, ya que no conseguía clientes que impulsaran
el movimiento.

A principios del siglo XX ya había suficiente formación


intelectual para el desarrollo de la arquitectura
moderna: casi todos los países occidentales se habían
industrializado; la física y la química se pusieron a
disposición de la tecnología industrial.
Después de la guerra, la sociedad europea estaba
devastada económica y políticamente, en el ámbito
arquitectónico se respiraba un aire de tensión y se
vislumbraba una nueva forma de hacer arquitectura,
una forma en la que la tecnología, los materiales y las
nuevas técnicas marcaran la pauta. Es cuando la
Bauhaus hace su aparición, escuela de diseño industrial
fundada por Walter Gropius; reformula la forma de
enseñar y experimenta con los materiales y las nuevas
tecnologías
A mediados de la década de 1940 los arquitectos en
Perú comienzan a vincularse con la arquitectura
moderna, ya que hasta ese entonces se encontraba
estancada con estilos neocoloniales y californianos.
Impulsados también por las visitas de arquitectos como
Richard Neutra, José Luís Sert y Walter Gropius; quienes
ayudaron, de alguna forma, a sentar las bases para los
futuros movimientos de la arquitectura peruana.
Uno de los primeros en realizar reformas y promover el
avance de la arquitectura peruana fue Fernando
Belaunde Terry, quien fundó la revista El arquitecto
peruano y además impulsó leyes como: la propiedad
horizontal del suelo, La creación de la Corporación
Nacional de Vivienda (CNV), la constitución de la Oficina
Nacional para la Planificación Urbana (ONPU), entre
otros.
Las reformas en la Escuela de Ingenieros fueron
aprovechadas por los alumnos, quienes reclamaban que
se nivelara la educación arquitectónica en relación a la
nueva arquitectura desarrollada en el ámbito
internacional.
Para inicios del siglo XX se generaron corrientes
“neoperuanas” e “indigenistas” con la finalidad de
rescatar elementos precolombinos que trasciendan por
encima de la nueva arquitectura. Sin embargo, por
diversas razones, es que esta corriente neoperuana no
obtuvo la acogida necesaria para su desarrollo,
prevaleciendo lo neocolonial como estilo que lideró
hasta iniciada la década de 1940.
Las costumbres y tradiciones peruanas en todo
momento se verán reflejadas en la proyección de
edificaciones modernas. Costumbres que muestran una
realidad nacional, una manera de vivir particular y
distinta a los lugares donde se gestó esta arquitectura
moderna,
En el Perú, gracias a sus costumbres que demandan
necesidades arquitectónicas específicas, se ha
desarrollado una arquitectura moderna con
características tipológicas y funcionales propias de una
determinada sociedad y lugar.

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