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UNIVERSIDAD DEL SURESTE DE MEXICO

FISIOLOGIA II

SUSANA BAUTISTA PALOMEQUE

“INVESTIGACION: FISIOLOGIA DEL HIGADO, PANCREAS Y BAZO”

GRISEL BERENICE TRINIDAD CORTES

LICENCIATURA EN ENFERMERIA 3º SEMESTRE

PIJIAPAN CHIAPAS; 16 DE SEPTIEMBRE DEL 2020


FISIOLOGIA DEL HIGADO,
PANCREAS Y BAZO
HIGADO
El hígado es el órgano de mayor importancia metabólica del cuerpo y el más grande, pesa
1.5 Kg aproximadamente. Es una glándula accesoria del tubo digestivo. Ocupa el
hipocondrio derecho, y parte del epigastrio y del hipocondrio izquierdo. Está situado
debajo del diafragma y suele estar cubierto por las costillas 5-10. Se mueve con la
respiración y varía también su posición con cualquier cambio postural que afecte al
diafragma ya que está sujeto a la pared abdominal anterior y a la cara inferior del
diafragma mediante el ligamento falciforme que es un pliegue de peritoneo y que separa
los 2 lóbulos hepáticos, uno derecho y otro izquierdo. Presenta 4 caras: anterior, posterior,
diafragmática y visceral. La cara diafragmática es lisa y con forma de cúpula. Se amolda a
la concavidad del diafragma que la separa de las estructuras intratorácicas. La cara
visceral presenta muchas irregularidades. Se relaciona con el estómago, el duodeno, la
vesícula biliar y el colon. En ella se encuentra el hilio hepático por el que pasa la arteria
hepática, la vena porta, los conductos hepáticos derecho e izquierdo y vasos linfáticos.

Los 2 lóbulos hepáticos están separados funcionalmente. Cada uno recibe su propio
aporte de la arteria hepática y de la vena porta y tiene su propio drenaje venoso. En forma
similar, el conducto hepático derecho recoge bilis desde la 1/2 derecha del hígado y el
conducto hepático izquierdo recoge bilis desde la 1/2 izquierda del hígado.

La distribución de los vasos sanguíneos también forma una base para dividir al hígado en
segmentos hepáticos que son quirúrgicamente significativos.

El hígado está rodeado por una cápsula fibrosa que en el hilio forma vainas fibrosas
alrededor de la vena porta, la arteria hepática y los conductos hepáticos. El parénquima
hepático está dispuesto en lobulillos de un diámetro de 1 mm aproximadamente. Cada
lobulillo se compone de dobles láminas de hepatocitos o células hepáticas, separadas
entre sí por una red de capilares: los sinusoides hepáticos, que tienen una capa endotelial
incompleta, no tienen membrana basal, y algunas de cuyas células son macrófagos
(células de Kupffer). Debido a los espacios que hay entre las células endoteliales que
revisten los sinusoides, todos los hepatocitos están en contacto directo con el plasma, que
ocupa el espacio de Disse, situado entre las células sinusoidales y los hepatocitos.

El hígado tiene un doble aporte sanguíneo. Un 30% proviene de la arteria hepática y un


70% de la vena porta.

La arteria hepática común transporta sangre oxigenada y nace de la arteria aorta


abdominal (tronco celíaco) y cerca del hilio hepático se divide en arteria hepática izquierda
y arteria hepática derecha, cada una de las cuales irriga una mitad del hígado y se van
ramificando. La sangre oxigenada que transportan va a desembocar en los sinusoides
hepáticos.

La vena porta transporta sangre conteniendo los productos de la digestión de los


carbohidratos, grasas y proteínas desde el intestino y también recoge sangre del bazo
(con restos de la destrucción de hematíes), páncreas y vesícula biliar. La vena porta se
forma por detrás del cuello del páncreas, por la unión de las venas mesentérica superior y
esplénica. A nivel del hilio hepático se divide en vena porta derecha y vena porta
izquierda, cada una de las cuales irriga una mitad del hígado y se van ramificando. Al
igual que sucede con la sangre transportada en las ramas de la arteria hepática, también
la sangre que transportan las ramas de la vena porta desemboca en los sinusoides
hepáticos.

Así pues, la red capilar de sinusoides hepáticos recibe sangre tanto de ramas de la arteria
hepática como de ramas de la vena porta y, desde los sinusoides, los hepatocitos recogen
el oxígeno y los nutrientes que necesitan, así como otros productos con los que trabajan
y, a su vez, devuelven algunos de los productos resultantes de su metabolismo y los
productos de deshecho a los sinusoides. Los hepatocitos intervienen en el metabolismo
de glúcidos, lípidos y proteínas, eliminan de la sangre productos metabólicos de deshecho
generados por otros tejidos y los convierten en compuestos excrétales por la orina o las
heces, transforman compuestos biológicamente activos como fármacos, hormonas y
tóxicos y sintetizan la bilis. Resulta sorprendente la cantidad de reacciones metabólicas
diferentes que se llevan a cabo en los hepatocitos.

Los sinusoides, a su vez, llevan la sangre a una vena central de cada lóbulo hepático.
Desde esta vena central se forman vasos venosos cada vez más grandes que transportan
la sangre hacia las venas hepáticas y éstas a su vez desembocan en la vena cava inferior
y la circulación general.

La bilis es sintetizada por los hepatocitos y excretada a los canalículos biliares situados
entre hepatocitos adyacentes y sin contacto con los sinusoides. A partir de estos
canalículos se forman los conductos interlobulillares que se unen unos con otros dando
lugar a conductos progresivamente más grandes, hasta formar los conductos hepáticos
derecho e izquierdo.

FISIOLOGIA DEL HIGADO


Existen más de 500 funciones específicas que realiza el hígado, sin embargo, para
facilitar su estudio y comprensión pueden agruparse en las siguientes 5 categorías:

1. Funciones metabólicas
2. Función de desintoxicación, secreción y eliminación
3. Función almacenadora de nutrientes
4. Función de defensa o inmunológica
5. Función digestiva

Funciones metabólicas

Las funciones metabólicas del hígado incluyen acciones específicas para el


mantenimiento del equilibrio de los siguientes nutrimentos:

a. Proteínas
b. Carbohidratos
c. Lípidos
a) Metabolismo de proteínas. Las células del hígado son fundamentales para
mantener el equilibrio de proteínas y sus productos de desecho. Cuando el hígado
no funciona, se produce la muertes en pocos días. Las funciones más importantes
en dicho metabolismo son:
I. Formación de urea para suprimir el amoniaco de los líquidos corporales.
Este proceso evita el acumulo de amonio, una neurotoxina que se asocia a
la denominada encefalopatía hepática del paciente con cirrosis.
II. Síntesis de aproximadamente el 90% de todas las proteínas plasmáticas.
III. Inter-converciones entre los diferentes aminoácidos y otros compuestos
importantes para los procesos metabólicos de la economía.

Las células del hígado producen numerosas proteínas, a partir de los aminoácidos que
son absorbidos en el intestino delgado. Estos aminoácidos provienen a su vez de la
digestión de proteínas contenidas en os diversos alimentos que consume el ser humano
ya sean de origen animal o vegetal.

Adicionalmente, las células del hígado producen numerosas enzimas que participan en
los procesos metabólicos de transformación de carbohidratos grasas o de alcohol, como,
por ejemplo:

a. Transaminasa glutámico pirúvica (TGP) o alanino amino transferasa (ALT).


b. Transaminasa glutámico oxaloacetica o aspartato amino transferasa (AAST)
c. Gama glutamil transpeptidasav(GGT)
d. Fosfatasa alcalina (FA)
e. Glucorosil-transferasa que permite la transformación de bilirrubina directa e
indirecta. Su deficiencia parcial produce el Síndrome de Gilbert.
f. Alcohol deshidrogenasa. Enzima involucrada en la transformación de alcohol a
productos de menor daño.
b) Metabolismo de carbohidratos. Las funciones específicas del hígado en el
metabolismo de los carbohidratos incluyen:
I. Almacenamiento de glucógeno que permite evitar una hipoglucemia.
II. Conversión de galactosa y fructosa a glucosa.
III. Gluconeogénesis. Producción de glucosa a partir de precursores no
glucosídicos, como pueden ser amino-ácidos o compuestos lipídicos.
IV. Formación de compuestos químicos importantes a partir de productos
intermedios del metabolismo de los carbohidratos.

Diversas hormonas participan en la regulación del metabolismo intrahepático de los


carbohidratos y en particular la insulina y el glucagón. Sabemos que la glicólisis
(utilización de la glucosa por las células) es activada por la insulina. En cambio, la
gluconeogénesis es activada por el glucagón (cuando existe riesgo de hipoglucemia).

La enfermedad crónica del hígado se asocia a una mayor incidencia de diabetes o de


intolerancia a los carbohidratos.

También, en casos de obesidad se inicia un proceso de resistencia a la insulina que


favorece la acumulación de grasa en el hígado.

ATP= Adenosín trifosfato, un sustrato de alta energía para las células


ATP= Adenosín trifosfato, un sustrato de alta energía para las células

c) Metabolismo de lípidos. Las funciones de grasas ocurren en casi todos los tejidos.
Las funciones específicas del hígado en el metabolismo de los lípidos son las
siguientes:
I. Beta oxidación de ácidos grasos y formación de ácido aceto-acético.
Gracias a ello se genera energía en las células en forma de ATP.
II. Formación de la mayor parte de las lipoproteínas las cuales son necesarias
para el transporte de colesterol a todos los tejidos. La LDL o HDL, por
ejemplo.
III. Formación de cantidades considerables de colesterol, triglicéridos y
fosfolípidos.
IV. Conversión de grandes cantidades de carbohidratos y proteínas en grasas.

Funciones de desintoxicación, secreción y eliminación del hígado.

Las funciones de desintoxicación, secreción y eliminación del hígado incluyen las


siguientes tareas:

a) Eliminación o secreción de fármacos


b) Inactivación de hormonas
c) Transformación de la bilirrubina
d) Metabolismo del alcohol
a) Eliminación de fármacos. Todos los compuestos químicos ajenos al organismo son
reconocidos como extraños y son eliminados con el fin de evitar su acumulación y
posible toxicidad. Las células hepáticas disponen de los siguientes procesos:
I. Detoxificación de Fase 1. A través de procesos de oxidación, reducción e
hidrólisis se fijan o neutralizan toxinas gracias a más de 50 a 100 enzimas que
en su conjunto se llaman citocromos P450 y cuya actividad varía en cada
individuo en base a factores raciales, genéticos y nutricios.
II. Enzimas de Fase 2. Es un proceso de transformación que facilita su
eliminación. Incluye a la conjugación, la sulfatación, la glucoronidación, la
metilación o la acetilación.
III. Algunos individuos son lentos o rápidos en la detoxificación lo cual les puede
conferir riesgos de toxicidad e incluso de cáncer, cuando se acumulan
compuestos nocivos dentro de las células.

b) Inactivación de hormonas. Múltiples hormonas que se producen en el organismo


son inactivadas en el hígado. Esto incluye algunas de las hormonas esteroides
(producidas en la corteza suprarrenal, ovarios y testículos) las aminas biogénicas
(tiroideas, médula suprarrenal o de la glándula pineal) o las hormonas proteínicas
(hipotálamo e hipófisis, calcitonina, páncreas endócrino, paratiroides, digestivas).

En casos de cirrosis hepática avanzada la función del hígado disminuye y el


paciente puede presentar interacciones hormonales excesivas o aberrantes. Una
de las más conocidas es la modificación en los ciclos circadianos, la disminución
de estrógenos y testosterona o bien la tendencia a la hiperpigmentación. Otros
ejemplos incluyen la alteración en la termorregulación o bien la retención de sodio
y agua que ocasiona líquido en el vientre (ascitis) y en los pies (edema).

c) Transformación de la bilirrubina. En condiciones normales, los glóbulos rojos


disponen de una proteína llamada hemoglobina, que contiene hierro, y que permite
el transporte de oxígeno desde el pulmón hacia los tejidos. Sin embargo, los
glóbulos rojos (o eritrocitos) tienen un ciclo de vida máxima de 120 días al cabo de
los cuales son destruidos en el bazo.

Los macrófagos del bazo liberan a la hemoglobina la cual es transformada


rápidamente en biliverdina y luego en bilirrubina indirecta (BI). En concentraciones
excesivas esta substancia es potencialmente tóxica para los tejidos. Dentro del
hígado, gracias a la enzima glucoronil transferasa, la BI se transforma en
bilirrubina directa (BD) la cual puede ser eliminada hacía el duodeno. Esta
substancia da el característico pigmento amarillo-café a las evacuaciones. Una
pequeña cantidad de bilirrubina es reabsorbida en forma de urobilinógeno y luego
eliminado a través de la orina como urobilina.

d) Metabolismo del alcohol. El hígado del ser humano está equipado con poderosos
sistemas para metabolizar y eliminar el alcohol. El alcohol puede ingresar al
organismo en forma de diversas bebidas, pero también puede generarse en
pequeñas cantidades en el colon a través del proceso de fermentación intestinal.
Cuando se ingiere alcohol, el 20% se absorbe en el estómago y el 80% en el
intestino delgado. Posteriormente pasa a la sangre y las células hepáticas se
encargan de su metabolismo.
Los valores máximos en sangre se alcanzan a los 30-45 minutos de la ingesta sin
embargo puede variar dependiendo del tipo de alimentos consumidos. En una
hora puede metabolizarse sin problema el equivalente a una bebida alcohólica. En
caso de ingesta excesiva, los sistemas hepáticos no pueden metabolizarlo y se
acumula en la sangre y produce sus conocidos efectos tóxicos en los diversos
tejidos.

Al llegar al hígado, las células hepáticas disponen de los siguientes sistemas


enzimáticos para su metabolismo y eliminación:

I. Alcohol deshidrogenasa. Una enzima localizada en el citoplasma de los


hepatocitos que se produce en mayor cantidad en los hombres que en las
mujeres. Es capaz de transformar el alcohol en acetaldehído.

II. Acetaldehído deshidrogenasa. Transforma el acetaldehído en acetato y luego


en CO2 y agua.

III. Sistema microsoma de oxidación de etanol entrahepatico. (MEOS). En


particular se refiere al citocromo P450 2E1 que puede sintetizarse en mayores
concentraciones en caso de habito de consumo crónico de alcohol.

Función almacenadora de nutrientes

Las células hepáticas almacenan los siguientes nutrientes:

a. Grasas. Hasta 75 gramos, lo cual representa un 5% de su peso.


b. Carbohidratos. Hasta un 10% de su peso, que equivale a 150 gramos, en forma de
glucógeno que puede ser transformado en glucosa en situaciones de ayuno.
c. Vitaminas liposolubles e hidrosolubles. Destaca en particular la vitamina A que se
concentra en las células de ito.
d. Hierro y otros minerales como zinc y cobre.

Función de defensa o inmunológica

La acción que conviene destacar es la de neutralización de toxinas y microorganismos


patógenos. Esto se lograr gracias a la acción de las fascinantes células de Kupffer. Estas
células representan el 80-90% de la población de macrófagos del organismo y están
equipados con poderosos sistemas de inactivación de toxinas y microbios que incluyen:

- Fagocitos. Permite ingerir y digerir patógenos.


- Citocinas. Lo cual permite aumentar o reducir el flujo sanguíneo en una
determinada zona del hígado.
- Moléculas de adhesión. Permite fijar o inactivar a microorganismos patógenos.
- Eicosanoides. Lo cual amplifica o reduce la reacción inflamatoria.
- Derivados reactivos del oxígeno. Esto permite inactivar o dañar a agentes nocivos.

Cualquier reacción interna, en exceso, puede provocar daño hepático al propio


organismo.

Función digestiva

Se refiere específicamente a la producción de bilis por las células hepáticas

Las células hepáticas están equipadas con dos bordes, uno a nivel sinusoidal por donde
reciben los nutrientes y otro borde llamado canalicular a través del cual se excreta la bilis
producida en el citosol.

El hígado genera diariamente alrededor de 800 a 1000 mL de este líquido verde-


amarillento que contiene los siguiente elementos:

a) Colesterol, cuya concentración es independiente de los niveles en sangre.


b) Fosfolípidos (el 90% representada por lecitina)
c) Pigmentos biliares (bilirrubina)
d) Sales biliares (ácido taurocólico, deoxicólico, litocólico, etc.)
e) Lecitina o fosfolípidos
f) Bicarbonato,calcio.
g) Agua

La función de la bilis es actuar como detergente ayudando a emulsionar las grasas, lo


cual facilita su digestión y posterior absorción. Por su alto contenido en bicarbonato
también ayuda a neutralizar el pH ácido proveniente del estómago. Permite eliminar
excesos de bilirrubina y de colesterol.

La vesícula biliar almacena alrededor de 50-75 mL de bilis. La concentración de solutos


es mayor que la observada en la bilis hepática, tal y como se observa en el cuadro anexo.

En caso de ingesta de alimentos del alto contenido en grasa, la vesícula puede contraerse
y liberar de manera rápida su contenido hacia el duodeno.

La contracción de la vesícula se realiza principalmente por la hormona colecistoquinina o


bien por la acetilcolina.
PANCREAS
El páncreas es una glándula accesoria del tubo digestivo que está conectada al duodeno
por dos conductos secretores, manteniendo con él una estrecha relación anatómica. Es
una glándula mixta, exocrina y endocrina.

Glándula exocrina porque segrega jugo digestivo que llega a la cavidad del duodeno.
Tiene una estructura similar a la de las glándulas salivares, ya que tiene células
secretoras agrupadas (los acini o acinos) que vierten sus secreciones a conductos que se
van haciendo mayores hasta formar los conductos pancreáticos.

Glándula endocrina porque segrega 2 hormonas principales: el glucagón y la insulina que


pasan a la sangre. Las células endocrinas se disponen en los islotes de Langerhans que
están separados del tejido exocrino.

El páncreas tiene una forma alargada y aplanada y se localiza en la parte izquierda del
abdomen, en posición transversal con respecto a los cuerpos de las vértebras lumbares
superiores. Tiene una longitud de 12-15 cm y pesa unos 100 gr. Con propósitos
descriptivos se distinguen 4 partes: cabeza, cuello, cuerpo y cola. La cabeza está
colocada dentro del marco duodenal y se relaciona por detrás con la arteria aorta, la vena
cava inferior, la vena porta y el colédoco. El cuerpo y la cola se relacionan,
respectivamente, con el riñón izquierdo y el bazo. Por delante se interpone peritoneo entre
el páncreas y la cara posterior del estómago. El páncreas es, pues, un órgano
retroperitoneal.

En su interior se encuentra el conducto pancreático principal de Wirsung, que comienza


en la cola del páncreas y viaja a lo largo del parénquima de la glándula. Al llegar a la
cabeza se ramifica y da lugar al conducto de la cabeza que desemboca en el duodeno, en
solitario. En cambio, el conducto de Wirsung se une con el colédoco y ambos
desembocan juntos en la segunda porción del duodeno, en la ampolla de Vater o papila
duodenal, en donde existe el esfínter de Oddi que está relacionado, sobre todo, con el
control del flujo del jugo pancreático al duodeno. Por su parte, el flujo de bilis hacia el
duodeno está controlado por el esfínter del colédoco situado en el extremo distal de este
conducto biliar.
FISIOLOGIA DEL PANCREAS
Páncreas exocrino.

Secreción de Líquidos y Electrolitos

El páncreas humano diariamente produce 1.500 – 2.500 ml de un líquido incoloro e


inodoro que tiene un pH de 8.0-8.3. El líquido y los electrólitos son secretados por las
células centro acinares y ductales en respuesta a estimulación de la secretina. La
secreción es isoosmótica con relación al plasma.

El jugo pancreático contiene entre 1% - 3% de proteína, 90% de la cual está constituida


por enzimas digestivas. El recambio metabólico de proteína en las células acinares del
páncreas es más alto que en cualquier célula del organismo, debido a esto el páncreas
depende de un aporte constante de aminoácidos, no es sorprendente que la deficiencia
de proteínas se asocie a los defectos graves en la función pancreática exocrina, como
kwashiorkor. Las secreciones del páncreas contienen enzimas proteolíticas, lipolíticas y
amilolíticas; el pH óptimo para la actividad de los 3 sistemas enzimáticos es >7.

Las enzimas digestivas son sintetizadas en polisomas adheridos al retículo endoplásmico


rugoso (RER). Las cadenas de polipéptido se alargan en las cisternas del RER en cuyo
momento se desdobla la cadena y la proteína recién sintetizada logra su estructura final
dentro del espacio de la cisterna. A partir de entonces, emigran a través de una serie de
espacios envueltos por membranas (cisternas, complejo de Golgi, vacuolas de
condensación, gránulos de cimógeno). Algunas de las enzimas digestivas son secretadas
en forma activa (p. ej., amilasa, lipasa), en tanto que otras, sobre todo las proteolíticas
(tripsina, quimiotripsina, carboxipeptidasas A y B) son liberadas como cimógenos
inactivos. Las de este último grupo se activan en el duodeno, donde la enterocinasa
convierte el tripsinógeno en tripsina y la tripsina activa al quimo tripsinógeno y a las
carboxipeptidasas. El jugo pancreático también contiene elastasa, fosfolipasa, ribonuclea-
sa y desoxirribonucleasa, lo mismo que colipasa, que es un cofactor para la lipasa. En el
intestino, las enzimas proteolíticas pancreáticas desdoblan a las proteínas en péptidos, la
lipasa degrada a las grasas para formar glicerol y ácidos grasos y la amilasa degrada a
los almidones para formar disacáridos y dextrinas.

Regulación de la secreción pancreática

La secreción exocrina pancreática es regulada por mecanismos neurales y humorales. La


acetilcolina, liberada por las terminaciones nerviosas del vago, estimula la secreción de
enzimas digestivas. La colecistocinina es una hormona de la circulación que estimula
también la secreción potente de enzimas y la secreción débil de agua y bicarbonato. En
cambio, la secretina y el péptido intestinal vasoactivo (PIV) producen una secreción
intensa de agua y bicarbonato y escasas enzimas. Se considera que las hormonas cuyo
origen está en los islotes de Langerhans regulan la función exocrina. El polipéptido
pancreático, la somatostatina, la encefalina y el glucagón inhiben la secreción exocrina.
Por último, la liberación de agentes como la somatostatina, la encefalina y el péptido
intestinal vasoactivo (PIV), intervienen en la regulación de la función pancreática.

La vista y el olfato, estimulada por el alimento inicia la fase cefálica de la secreción


pancreática, la cual es mediada por el vago. La estimulación directa de éste da lugar a la
secreción de un jugo rico en enzimas y de poco volumen; también da por resultado la
liberación de gastrina por el estómago, y la gastrina en la circulación también estimula la
secreción de enzimas pancreáticas.

Durante la fase gástrica de la ingestión de un alimento, la distensión gástrica y la


presencia de proteínas en el estómago originan la liberación de gastrina y estimulan a los
nervios aferentes vagales del estómago (reflejo gastro pancreático). Los dos fenómenos
estimulan la secreción de enzimas por el páncreas y de ácido por el estómago.

Durante la fase intestinal, el ácido en el duodeno estimula la liberación de secretina y, por


consiguiente, la secreción de líquido y bicarbonato por el páncreas. Los péptidos y los
aminoácidos, lo mismo que los ácidos grasos y los monoglicéridos, producen liberación de
colecistocinina, la cual produce un aumento lento pero sostenido en la tasa de secreción
de enzimas pancreáticas. Además, los productos de la digestión estimulan las fibras
aferentes vagales del intestino e inician un reflejo entero-pancreático que favorece la
secreción rápida pero breve de enzimas digestivas por esta glándula. La fase poscibal de
la digestión se caracteriza por la inhibición de la secreción pancreática.

Efectos de la pérdida del jugo pancreático

Cuando el jugo pancreático no entra al tubo digestivo, como en pacientes sometidos a


pancreatectomía, ligadura de los conductos pancreáticos o fístula pancreática externa, da
lugar a una alteración grave en la digestión y absorción de diversos alimentos, sobre todo
de grasas.

Las enzimas digestivas pancreáticas pueden degradarse por el ácido gástrico y el pH


óptimo a los cuales se activan son alcalinos. Por estas razones, la inhibición de la
secreción de ácido gástrico, con agentes como los antagonistas H2: Cimetidina y
Ranitidina, o su neutralización con antiácidos, mejoran la eficacia terapéutica de las
enzimas pancreáticas exógenas.
Páncreas endocrino

La secreción interna del páncreas está dada por los islotes de Langerhans, constan en un
75% de células B, 20% de células A, 5% de células D y un pequeño número de células C.

Los diversos tipos de células están dispuestos en capas, de las cuales la más externa es
la A, la intermedia es la D y la central es la B.

Las células a originan el glucagón y las b producen insulina. Las d secretan


somatostatina, gastrina y polipéptido pancreático. Estudios indican que todas estas
hormonas endócrinas modulan la función exocrina pancreática, y se ha demostrado la
presencia de un lecho capilar que conecta el páncreas endócrino con el exocrino.

El glucagón (peso molecular de 3485), consta de 20 aminoácidos dispuestos en cadena


recta. Produce glucogenólisis hepática y liberación de glucosa a la circulación. El
polipéptido también es secretado por la mucosa intestinal.

La insulina (peso molecular de 6000), consta de dos cadenas de polipéptidos, su principal


función es favorecer el transporte de glucosa y otros azúcares a través de determinadas
membranas celulares.

El transporte de azúcares hacia células musculares, fibroblastos y tejido adiposo requiere


de insulina, pero las neuronas, eritrocitos, hepatocitos y los enterocitos pueden lograr este
proceso sin ella.

Cuando no hay glucosa, se utilizan las grasas y puede ocurrir cetosis y acidosis. La
insulina también interviene en su conversión a glucógeno en el hígado.

Últimamente, se demostró que los tres sustratos nutricios principales (Glucosa,


Aminoácidos y Ácidos Grasos), estimulan en grado variable la secreción de insulina. La
colecistocinina desencadena la liberación sustancial de insulina y glucagón e intensifica la
liberación de estas dos hormonas tras el estímulo por los aminoácidos. Se sabe que la
leucina y las sulfonilureas, que se utilizan en el tratamiento de la diabetes, producen
efectos al liberar insulina de los gránulos de las células beta.
BAZO
El bazo el mayor de los órganos linfáticos, es una estructura móvil. De color
habitualmente purpura, el bazo adopta una posición intraperitoneal en el cuadrante supero
izquierdo del abdomen. El bazo está totalmente rodeado de peritoneo, salvo por el hilio
donde las ramas esplénicas de la arteria y vena esplénicas entran y salen. Por la cara
posterior se relaciona con la 9a a 11a costillas izquierdas, de las que se separa por el
diafragma y el receso costo diafragmático, prolongación a modo de hendidura de la
cavidad pleural entre el diafragma y la parte inferior de la caja torácica. El bazo no suele
descender más allá de la región costal, sino que reposa en la flexura cólica izquierda. El
bazo se relaciona:

 Con el estómago por la cara anterior.


 Con la porción izquierda del diafragma que lo separa de la pleura, pulmón y 9 a a
11a costillas por la cara posterior.
 Con la flexura cólica izquierda por la cara inferior.
 Con el riñón izquierdo por la cara medial.

El tamaño, el peso y la forma del bazo varían mucho; sin embargo, suele medir 12 cm de
longitud y 7 cm de anchura, es decir, adopta más o menos el tamaño y la forma del puño.

La cara diafragmática del bazo tiene una curva convexa que se adapta a la concavidad
del diafragma. Los bordes anterior y superior del bazo son nítidos, a menudo, mellados,
mientras que los bordes posterior e inferior se encuentran redondeados.

El bazo hace contacto con la pared posterior del estómago y se comunica con su
curvatura mayor a través del ligamento gastroesplénico, así como el riñón izquierdo por el
ligamento esplenorrenal. Estos ligamentos, que contienen vasos esplénicos se insertan en
el hilio esplénico por la cara medial. Salvo el hilio, donde tienen lugar estas reflexiones
peritoneales, el bazo está íntimamente revestido de peritoneo. El hilio esplénico suele
establecer contacto con la cola del páncreas y representa el límite izquierdo de la bolsa
omental.

La arteria esplénica la rama mayor del tronco celiaco sigue un curso tortuoso, posterior a
la bolsa omental,  anterior al riñón izquierdo y a lo largo del borde superior del páncreas.
Entre las capas de ligamento esplenorrenal, la arteria esplénica se divide en cinco o más
ramas que penetran por el hilio. La ausencia de anastomosis de los vasos arteriales del
bazo explica la formación de segmentos vasculares dos en el 84% de los bazos y tres en
el resto con planos avasculares interpuestos.

La vena esplénica se forma por varias afluentes que emergen del hilio. Se une a la vena
mesentérica inferior y viaja detrás del cuerpo y la cola de páncreas en la mayor parte de
su trayecto. La vena esplénica se une con la vena mesentérica superior, detrás del cuello
del páncreas para formar la vena porta.

Los vasos linfáticos esplénicos abandonan los ganglios linfáticos del hilio y llegan hasta
los ganglios pancreatoesplénicos. Estos se relacionan con la cara posterior y borde
superior del páncreas. Los nervios del bazo derivan del plexo celiaco, se distribuyen sobre
todo por las ramas de la arteria esplénica y cumplen una función vasomotora.
FISIOLOGIA DEL BAZO

El bazo al ser un órgano de naturaleza retículo endotelial, su fisiopatología se enfoca


como parte integra de dicho sistema. Algunas de sus funciones son:

a) Órgano de depósito. Destaca su:


1. Función respiratoria como un mecanismo de reserva en el sistema de aporte
de oxígeno.
2. El bazo contribuye de una manera activa sobre la: regulación de la circulación
general y portal, gracias, por una parte, a sus contracciones activas y elásticas
y a su situación entre dos circulaciones, la general y portal, y esta a su vez,
entre dos áreas capilares: la mesentérica y la hepática.
3. El bazo interviene de una manera manifiesta en el: mecanismo de los
fenómenos emocionales. (De ahí el que sea interesante notar que ciertas
tradiciones han surgido, relativas a la asociación del bazo con la risa y buen
humor e incluso en la habilidad en el correr fuerte o adelantado).
b) Como órgano linfoide, produce linfocitos, defensa en las infecciones, la producción
de anticuerpos, y papel de filtro en la corriente sanguínea, y sus relaciones, por
esta naturaleza, con la corteza suprarrenal y la hipófisis y, últimamente, entre el
bazo y ovarios.
c) Órgano retículo endotelial (sistema de células marginales) destaca la fagocitosis,
la producción de monocitos, como defensa en las infecciones y todas las propias
de este sistema.
d) Como órgano metabólico, es evidente su intervención en la secreción de los jugos
pancreáticos, en la digestión general manifestada por la desnutrición de algunos
animales esplenectomizados, en el metabolismo de la vitamina C, mediante
procesos de reducción, condensando tres moléculas. En el:
1. Metabolismo de los glúcidos. Rather pone de manifiesto la hiperglucemia de
los esplenectomizados y fiessinger, señala la evitación de la hipoglucemia de
la hepatectomía, por la extirpación del bazo, atribuible a la hormona glucolítica
esplénica. Miyamato demuestra la intervención del bazo en la degradación del
acido láctico. Greenstins señala la presencia en bazo de una beta
glicerofosfatasa, existiendo una beta glucoronidasa, activada por los ácidos
nucleicos.
2. Metabolismo de los prótidos, el bazo almacena, degrada y sintetiza. Esta
demostrado que el bazo es un reservorio proteico, siendo rico, además, en
enzimas proteolíticos. Se señala en el bazo la presencia de una d-
aminopeptidasa de actividad intermediaria entre el hígado y el riñón,
observándose, además, la presencia de una deshidropeptidasa distinta a la
dipeptidasa, carboxipeptidasa y aminopeptidasa, que descomponen la
glicildeshidro-fenil alanina en glicola, amoniaco y ácido fenilpiruvico.
3. Metabolismo de los lípidos: se ha puesto de manifiesto la actividad lipolítica del
bazo habiendo sido demostrada su influencia en la biosíntesis de los
fosfolípidos. Sobre el metabolismo de la colesterina es donde más influyen la
acción del bazo, ya que puede realizar su síntesis y su esterificación,
aumentando como se ve la colesterinemia, tras la contracción esplénica
adrenalínica, y disminuyendo tras la esplenectomía.
4. Metabolismo de las hormonas esteroides. La participación del bazo sobre el
metabolismo de las hormonas esteroides fue señalada por Zondek inactivando
la hormona folicular y también la cortisona. Hay gran relación entre el bazo,
capsulas suprarrenales, hipófisis y ovario.
5. Metabolismo de la hemoglobina. La degradación del pigmento hemático y su
transformación en bilirrubina es clásico y de todos conocido.
6. Metabolismo mineral, especialmente del hierro. El bazo él es órgano de
depósito más importante de hierro.
7. Elaboración de anticuerpos. Se sabe que el bazo es lugar de elaboración de
anticuerpos. Para algunos, la esplenectomía no retarda la aparición de los
anticuerpos bacterianos; sin embargo, ponen de manifiesto que, tras la
inyección del antígeno, los anticuerpos aparecen mas precozmente que en
ningún otro lugar, en el bazo. Esta actividad considerable en el metabolismo
proteico hace suponer la influencia evidente que el bazo ha de tener sobre la
hematopoyesis y explica la tendencia a las complicaciones renales de los
esplenectomizados.
e) Como órgano hemo regulador mediante el eritroestasis, colabora en la destrucción
de los hematíes e influencia su resistencia a través de la acción sobre su forma y
de la acción de la fisolecitina, controlando con su acción hormonal reguladora de la
medula ósea, la maduración por la denucleacion del hematíe y su emisión así
como también la maduración y movilización de los granulocitos, megacariocitos, y
las plaquetas (células finales de los megacariocitos), llegando su acción a la pared
capilar e influenciando su fragilidad, pudiendo decirse que el bazo esta interpuesto
como órgano regulador de la maduración y liberación de las tres series entre la
sangre y la medula.
BIBLIOGRAFIA
https://www.infermeravirtual.com/files/media/file/98/Sistema%20digestivo.pdf?1358605970

https://www.amhigo.com/mi-higado/fisiologia

https://www.intramed.net/sitios/librovirtual8/pdf/8_06.pdf

https://diplomadomedico.com/anatomia-del-bazo-2/

file:///C:/Users/grisel/Downloads/Dialnet-EsplenomegaliaCongestiva-3662369%20(1).pdf

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