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AUTO SUPREMO Nº 154/2014

Sucre, 22 de octubre de 2014

EXPEDIENTE:        S.85/2010
DISTRITO:                 La Paz
VISTOS: El recurso de casación en el fondo de fojas 501 a 502 vuelta, interpuesto por Ovidio Vargas
Mamani, David Laura Bobarin y Eduardo Rivas Sotomayor en representación legal del Ministro de Minería
y Metalurgia, en virtud del Testimonio de Poder N° 0116/2009 de 19 de mayo de 2009, otorgado  por ante
la Notaría de Fe Pública N° 040 del Distrito Judicial de La Paz (fojas 492 a 493 y vuelta), contra el Auto de
Vista Nº 209/09 de 18 de septiembre de 2009 cursante a fojas 498 a 499, emitido por la Sala Social y
Administrativa Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dentro del proceso social por
pago de beneficios sociales seguido por Colette Mariel Correa Cuellar contra la empresa recurrente, la
respuesta de fojas 505 a 506, el Auto que concedió el recurso de fojas 506 vuelta, los antecedentes
procesales; y,
CONSIDERANDO I: Que, tramitado el proceso social, el Juez Primero de Partido de Trabajo y Seguridad
Social del Distrito Judicial de La Paz, pronunció la Sentencia Nº 164/2008 de 10 de noviembre de 2008
cursante a fojas 327 a 336 de obrados, declarando PROBADA EN PARTE la demanda de fojas 9 de
obrados e IMPROBADA la excepción de prescripción debiendo en consecuencia el Ministerio de Minería y
Metalurgia a través de su representante legal cancelar lo siguiente:
Fecha de ingreso:                                20 de abril de 2000
Fecha de retiro:                                2 de mayo de 2003
Tiempo de trabajo:                                   3 años y 1 mes
Sueldo Base:                                Bs.  2.040,00
Bono de Antigüedad 5%:                        Bs.       66,00  
Sueldo promedio indemnizable:                Bs.  2.106,00
Desahucio:                                                        Bs.        6.318,00
Subsidio prenatal a partir del 5 mes:                        Bs.        1.720,00
Subsidio postnatal por un año:                                Bs.        5.160,00
Bono de Antigüedad:                                        Bs.             66,00
TOTAL ACANCELAR:                                        Bs.   13.264,00
En grado de apelación deducida por ambas partes, la Sala Social y Administrativa Tercera de la Corte
Superior del Distrito Judicial de La Paz, mediante Auto de Vista Nº 209/09 de 18 de septiembre de
2009 (fojas 498 a 499), REVOCÓ EN PARTE la Sentencia Nº 164/2008 de 10 de noviembre de 2008
cursante a fojas 327 a 336 de obrados, debiendo la entidad demandada cancelar a favor de la actora la
suma de Bs. 45.912,00 de acuerdo a la siguiente liquidación, en lo demás firme y subsistente. Sin costas
por ser ambas partes apelantes.
Salario mínimo nacional:                Bs.  440,00
Subsidio de natalidad:                                        Bs.           440,00
Subsidio prenatal  5 meses:                                Bs.        2.200,00
Subsidio postnatal por 1 año:                                Bs.        5.280,00
Sueldos devengados (mayo 03 a dic. 04):                Bs.    37.992,00
TOTAL ACANCELAR:                                        Bs.   45.912,00
Que, contra el referido Auto de Vista, la empresa demandada interpuso recurso de casación en el fondo
(fojas 501 a 502 y vuelta), el que se pasa a examinar:
Acusa que la prueba cursante a fojas 6 y 7 presentada por la demandante no constituye prueba
documental suficiente para demostrar que la demandante debe beneficiarse con la estabilidad laboral
prevista en la “Ley Nº 975 de 2 de mayo de 1988” (Sic.). Asimismo arguye, que contrariamente a lo
dispuesto a las normas legales que rigen la materia laboral el Tribunal Ad quem estableció que la prueba
de fojas 7 consistente en nota donde hacia conocer su estado de embarazo, constituye prueba suficiente
para el pago de subsidios familiares, sin tomar en cuenta que la misma no se encontraba respaldada por
un certificado médico.
Reitera que la prueba de fojas 7 es una simple nota que no puede ser respaldada porque la prueba de
fojas 6 consistente en un resultado de ecografía cuya data es posterior a la nota y 3 meses después de la
desvinculación laboral, cuando lo correcto hubiera sido presentar inmediatamente a su supuesto despido
exigiendo la restitución a su fuente laboral, todas las formalidades exigidas para el pago de subsidios
familiares, como también exigir la restitución a su fuente laboral como establece la Ley Nº 975.
Manifiesta que hubo valoración parcial de la prueba porque no fue analizada la prueba de fojas 8
consistente en carta de 14 de septiembre de 2005 dirigida a la actora, prueba que demuestra que a
momento de la desvinculación laboral, la trabajadora no había demostrado su estado de gravidez, por lo
que el despido fue enteramente legal, debido a que a momento de la desvinculación no tenían
conocimiento previo del estado de gestación de la trabajadora.
Refiere a manera de fundamentación legal, que los artículos 213 y 216 del Reglamento del Código de
Seguridad Social reconoce los subsidios de pre natalidad y post natalidad, pero para la percepción de
estos subsidios las trabajadoras deben acreditar el estado de gravidez y filiación de sus hijos; añade que la
demandante tenía la obligación de acudir a la Caja Nacional de Salud para cumplir y obtener
certificaciones de ese modo contaría con los requisitos para beneficiarse con los subsidios familiares, pero
en los hechos no ocurrió así porque después de dos meses de su despido recién obtuvo certificación
dudosa de una institución médica privada, poniendo a conocimiento de la institución empleadora recién en
la demanda.
Finalmente señala que el Tribunal Ad quem consideró parcialmente la prueba ofrecida por la demandante
desconociendo lo dispuesto por los artículos 376 y 379 sin mencionar de que norma legal; y que otorgaron
valor a las pruebas de fojas 6 y 7 sin considerar lo dispuesto por el artículo 31 del Código de Seguridad
Social, además no tomaron en cuenta las pruebas de fojas 28 a 90 que demuestran que la institución
estatal demandada, no tuvo conocimiento del estado de gravidez de la demandante.
Solicita “...dicte Auto Supremo en aplicación del artículo 271-4 numeral 3 del Código de Procedimiento
Civil y conforme el artículo 274-I del código precitado case la Resolución impugnada y deliberando en el
fondo declare improbada la demanda interpuesta en contra del Ministerio de Minería y Metalurgia.”
CONSIDERANDO II: Que, así expuestos los fundamentos del recurso de fojas 501 a 502 y vuelta, para su
resolución es menester realizar las siguientes consideraciones:
De la revisión cuidadosa de los fundamentos del recurso de casación y de los antecedentes del proceso,
se evidencia que el objeto de la presente litis es determinar si a la trabajadora le corresponde el pago de
beneficios sociales porque gozaba de la inamovilidad funcionaria prevista en la Ley Nº 975 y determinar si
corresponde el pago de los subsidios familiares, a ese efecto, con carácter previo a resolver los
fundamentos con respecto a este punto, corresponde recordar que la Ley Nº 975 de 2 de marzo de 1988
en su artículo 1 reconoce que: “Toda mujer en periodo de gestación hasta un año de nacimiento del hijo,
gozará de inamovilidad en su puesto de trabajo en instituciones públicas o privadas.”; por su parte la
Constitución Política del Estado protege a la mujer embarazada y al ser en gestación, estableciendo en su
artículo 48 parágrafo VI que: “Las mujeres no podrán ser discriminadas o despedidas por su estado civil,
situación de embarazo, edad, rasgos físicos o número de hijas o hijos. Se garantiza la inamovilidad laboral
de la mujer en estado de embarazo y de los progenitores, hasta que la hija o el hijo cumplan un año de
edad”; asimismo el artículo 45 parágrafos I y II del mismo cuerpo normativo establece que todos los
bolivianos y bolivianos tienen derecho a la seguridad social, el mismo que cubre la atención, entre otras
previsiones sociales, la maternidad, paternidad y las asignaciones familiares.
En ese orden es menester indicar que el Sistema de Seguridad Social, fue reformado estructuralmente por
Ley Nº 924 de 15 de abril de 1987, la que regula la administración de los regímenes del Sistema de
Seguridad Social y establece en su artículo 4 que el Poder Ejecutivo reglamentará y regulará su ejecución,
de ese modo el Decreto Supremo Nº 21637 de 25 de junio de 1987 en su artículo 25 reconoce las
prestaciones del Régimen de Asignaciones Familiares (que serán pagadas, a su cargo y costo,
directamente por los empleadores de los sectores público y privado) que -entre otras- son: “ a) El subsidio
PRENATAL, consistente en la entrega a la madre gestante asegurada o beneficiaria, de un pago mensual
en dinero o especie, equivalente a un salario mínimo nacional durante los cinco últimos meses, b) El
subsidio de NATALIDAD, por nacimiento de cada hijo un pago mínimo nacional y, c) El subsidio de
LACTANCIA, consistente en la entrega a la madre de productos lácteos u otros equivalentes a un salario
mínimo nacional por cada hijo, durante sus primeros doce meses de vida”.De donde se concluye que
corresponde el reconocimiento y la cancelación de los subsidios, prenatal, natalidad y lactancia
establecidos en el Régimen de  Seguridad Social que incluye el Código de Seguridad Social y su
Reglamento, a favor del hijo en proceso de concepción, a su nacimiento y hasta el cumplimiento del primer
año de vida, respectivamente; derechos que nacen del ejercicio de una política social del Estado que
comprende además otras acciones de protección de salud y seguridad al ser en gestación hasta su primer
año, concebido por la madre trabajadora o esposa del padre trabajador, asegurados por el citado
Régimen, aspecto que el Tribunal Ad quem reflexionó correctamente, a pesar que la actora no reclamó
oportunamente y si bien por nota cursante a fojas 7 hizo saber que su persona se encontraba en estado de
gestación, pero sin el respaldo de certificado médico, no acudió a la Caja Nacional, a pesar que gozaba
del seguro médico obligatorio el mismo que se extiende por 2 meses más después de la desvinculación
laboral, estos aspectos y requisitos son de interés de la trabajadora gestante y de cumplimiento
personalísimo, por lo que la entidad demandada no podía asumirlos menos reemplazarlos, pero como ya
se tiene fundamentado las prestaciones del Régimen de Asignaciones Familiares, así como los derechos
de los trabajadores son irrenunciables, traduciéndose su tutela efectiva en la orientación proteccionista de
la legislación laboral, dando a los jueces amplias facultades para investigar de oficio ordenando la práctica
de cuanta prueba sea conducente al mejor y completo esclarecimiento de los hechos, de tal manera que
se cumpla el objeto del proceso laboral, cual es el reconocimiento efectivo de los derechos que la ley
substancial establece a su favor, aplicando los principios que informan la crítica de la prueba y atendiendo
las circunstancias relevantes del pleito, todo esto en garantía del debido proceso que asiste a las partes.
Referente a la acusación de que la prueba cursante a fojas 6, 7 y 8 no fueron analizadas ni valoradas
pretendiendo se las valore nuevamente, es necesario precisar que la valoración de la prueba corresponde
exclusivamente a los de instancia, y consiste en la acción que se realiza para determinar la efectividad de
la actividad probatoria de las partes, es decir, determinar si efectivamente los medios propuestos y
rendidos por las partes fueron idóneos y realmente llevaron a la convicción de ser ciertos los hechos
alegados, aplicación de los principios de sana crítica y racionalidad, tienen una conexión armónica con la
valoración que hace el juzgador en virtud de las pruebas aportadas en el proceso, permitiendo así que el
derecho laboral tenga unidad y cohesión interna.
Los medios de prueba de manera general son iguales en los distintos procesos como son el procesal civil,
el laboral, en cuanto a su clasificación y la forma de proponerlos, admitirlos, evacuarlos e impugnarlos, no
así en cuanto a valorarlos, ya que en el proceso laboral, las pruebas aportadas al mismo son valoradas por
la autoridad jurisdiccional, sin sujetarse a la prueba tasada, sino que se utiliza una valoración libre en la
cual el juzgador utiliza su apreciación razonada, valorando las pruebas a la luz de la sana critica.
Del recurso interpuesto se observa que el fundamento principal se refiere a la supuesta violación de la Ley
Nº 975 de 2 de marzo de 1988, por cuanto si bien los de instancia disponen el pago de beneficios sociales
a favor de la actora, empero con relación a la inamovilidad y subsidios familiares, no se concede con el
razonamiento de que la demandante aceptó su despido sin reclamar su reincorporación a su fuente de
trabajo y que ahora sólo se pretende un pago compensatorio.
En cuanto a la acusación de que la prueba ofrecida por la demandante no fue valorada conforme los
artículos 376 y 379 pero sin indicar a que precepto legal pertenecen esos artículos, no corresponde
fundamentación alguna por la omisión.
En la especie, ciertamente la actora fue retirada el 2 de mayo de 2003 de su fuente laboral por
reestructuración del Viceministerio de Minería y Metalurgia, pero también es cierto que la trabajadora no
hizo conocer con claridad su  estado de gravidez de la trabajadora antes ni a momento de la
desvinculación laboral.
Que, conforme a la Ley Nº 975 de 2 de marzo de 1988, toda mujer en período de gestación, hasta un año
del nacimiento del hijo, gozará de inamovilidad en su puesto de trabajo en instituciones públicas y
privadas. De donde se instituye que esta protección se efectiviza cuando el empleador tiene conocimiento
del embarazo de la trabajadora y no obstante de ello, procede a su retiro, a la rebaja de sueldo o al cambio
de puesto de trabajo a uno inferior o en condiciones inapropiadas, en tales situaciones se vulnera la
protección especial que merecen tanto la vida de la madre como la del nasciturus, en los términos
anteriormente expresados y reconocidos por el artículo 25 del Decreto Supremo Nº 21637 de 25 de junio
de 1987.
Cabe precisar que la protección que brinda el artículo 1 de la Ley Nº 975 a la trabajadora embarazada, se
traduce exclusivamente en mantenerla en su fuente laboral durante el período de gestación y hasta el año
de vida de nacimiento del hijo, porque el espíritu de esta disposición legal es garantizar la inamovilidad de
la mujer embarazada y desde luego que las obligaciones pre y post natales y los demás subsidios, no
constituyan motivo de despido; lo que implica que en caso de ser retirada intempestivamente de su puesto
de trabajo, tenga el derecho a ser reincorporada al mismo, si hizo conocer su estado de gravidez en
vigencia de la relación laboral o antes de que ésta concluya. Empero, no puede demandarse un pago
compensatorio por dicho período equivalente al salario que percibía por los meses no trabajados, en razón
de que la Ley Nº 975 sólo defiende la estabilidad laboral y no tiene cabida "la compensación en dinero";
sino "la reincorporación", de lo contrario se ingresaría a un proceso de monetarización de este derecho,
cuando el espíritu de la ley en análisis no prevé tal situación.
Sobre el particular, el Tribunal Constitucional por la Sentencia Constitucional Nº 0109/2006-R de 31 de
enero de 2006, entre otras, con relación a la tutela a la mujer embarazada, siguiendo la línea
jurisprudencial de la Sentencia Constitucional Nº 0587/2005-R de 31 de mayo de 2005, sobre el tema
señaló: "(...) en interpretación y aplicación correcta de la Ley 975 de 2 de marzo de 1988 que en su art. 1º
establece la inamovilidad en su puesto de trabajo de la mujer en período de gestación hasta un año de
nacido el hijo, y abarca tanto a las empleadas del sector privado sujetas a la Ley General del Trabajo
como a las funcionarias o servidoras públicas, sin exclusión, tengan contratos permanentes o eventuales
porque el sentido de la norma es la protección de la maternidad por parte del Estado como lo expresa el
precepto constitucional contenido en el artículo 193 de la Carta Fundamental. De la misma manera la
jurisprudencia constitucional ha dejado sentado que no obstante de que exista un contrato de trabajo a
plazo fijo, antes de cuya conclusión la mujer embarazada comunica de su estado a la entidad, y a pesar de
ello es despedida al vencimiento del contrato, merece tutela por constituir su despido un acto ilegal y
desconocimiento de los derechos al trabajo, a la seguridad jurídica y social además de contravenir la Ley
975 (SC 1416/2004, de 1 de septiembre)".
Que, de los datos del proceso se evidencia que, en vigencia de la relación laboral, la actora no hizo
conocer su estado de embarazo, no reclamó su reincorporación ni siquiera en la presente demanda,
consiguientemente, resolviendo el recurso dentro del marco normativo y jurisprudencial invocado, se
concluye que la actora no tiene derecho al pago de beneficios sociales menos de salarios devengados por
el período de gestación.
Al respecto, el Tribunal Supremo a través de los Autos Supremos Nº 042 de 30 de marzo de 2006, Nº 373
de 9 de diciembre de 2005, Nº 278 de 24 de noviembre de 1999, entre otros, ha determinado: "Si bien la
Ley 975 de 2 de marzo de 1988 prevé que toda mujer en periodo de gestación, hasta un año de
nacimiento del hijo, goza de inamovilidad en su puesto de trabajo, la norma no supone, que quien se
ampara por ella, pueda elegir entre exigir su reincorporación o simplemente solicitar un pago
compensatorio por tal periodo...". De lo expuesto, consta que la actora demandó beneficios sociales y
pago de sueldos devengados como consecuencia de derechos pre y post natales, en lugar de solicitar
reincorporación a su fuente de trabajo; en todo caso al haber preferido el pago compensatorio en
reemplazo de la reincorporación, este derecho (pago de los subsidios de natalidad y lactancia) deberá
cancelarse hasta el año de vida de nacimiento de su hijo, conforme al artículo 25 del Decreto Supremo Nº
21637 de 25 de junio de 1987, sobre la base del salario mínimo vital que regía a momento en que le
correspondía el pago de los subsidios.
En definitiva, se concluye que si bien el Auto de Vista recurrido al conceder a favor de la actora el pago de
sueldos devengados no se ajusta a las normas legales en vigencia al haber reconocido el pago de salarios
devengados, en base a una interpretación y aplicación errónea con infracción de las normas legales
acusadas en el recurso; por lo que corresponde aplicar lo establecido en el artículo 274 del Código de
Procedimiento Civil, aplicable por la permisión del artículo 252 del Código Procesal del Trabajo.
 POR TANTO: La Sala Social y Administrativa Liquidadora del Supremo Tribunal de Justicia, con la
facultad prevista en la Disposición Transitoria Octava y el numeral 1 del parágrafo I del artículo 42, ambos
de la Ley del Órgano Judicial, así como del artículo 8 de la Ley Nº 212 de 23 de diciembre de 2011 y la
Resolución Presidencial Nº 005/2014 de 23 de julio de 2014, emitida por el Presidente del Tribunal
Supremo de Justicia, CASA EN PARTE el Auto de Vista recurrido y deliberando en el fondo, dispone la
modificación en lo que respecta al pago de sueldos devengados:
Salario mínimo nacional:                Bs.  440,00
Subsidio de natalidad:                                        Bs.           440,00
Subsidio prenatal  5 meses:                                Bs.        2.200,00
Subsidio postnatal por 1 año:                                Bs.        5.280,00
TOTAL ACANCELAR:                                        Bs.     7.920,00
Sin multa por ser excusable.
MAGISTRADA RELATORA: Dra. María Arminda Ríos García
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