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5 tips para descubrir si ser odontólogo es

tu vocación
jul 31, 2018

¿Tienes lo que se necesita para ser odontólogo? Descubre si cumples con el


perfil para estudiar una Licenciatura en Cirujano Dentista. 

¿En dónde te ves a cinco años? Esta es, tal vez, la primera pregunta que deberías
realizarte para saber si estás efectivamente en el camino correcto. Piensa que la
decisión que tomes ahora te llevará a recorrer un sendero único. Por eso la
importancia de elegir la profesión ideal y realizar un plan de carrera. 

Muchos deciden seguir la carrera que, por tradición, han cursado sus familiares
más cercanos; algunos porque es lo que les imponen en casa o siguen la decisión
de su mejores amigos, y otros más porque consideran que es la carrera del futuro.
Sin embargo, si nada de lo anterior te genera la pasión por la profesión que
estudiarás, te será más difícil, nunca imposible, ser exitoso en esa rama de
estudio.
Reflexiona: ¿cuáles son tus habilidades, intereses y
aptitudes?, ¿qué te motiva?, ¿cuáles son los temas que te
apasionan?, ¿cómo te visualizas en un par de años?
Es así como podrás ir encontrando tu verdadera vocación, ya sea en el área
social, administrativa, de ingenierías, diseño o de las ciencias de la salud. ¿Has
pensado ser odontólogo? Si estás aquí es porque en efecto, te lo 

En esta ocasión, la Dra. Claudia Adriana Escandón, directora académica de la


Licenciatura en Cirujano Dentista, te da algunos tips que te acercarán con la
odontología:
Te interesan los temas de salud bucal y quisieras
aprender más de ellos
La vocación puede nacer desde la experiencia con especialistas del área de
estudios de tu interés: “Sentirás como cuando estás enamorado y deberás
pensar qué te visualizas haciendo en algunos años. Si te mariposea el estómago
cuando ves a una persona ejerciendo una carrera, esa es tu profesión”. Un
odontólogo siente una natural inclinación hacia los temas de salud bucal, higiene
oral y el cuerpo humano. Por ello, si has detectado que lo tuyo son las ciencias de
la salud, quizá esta pueda ser la carrera para ti.

Te gustaría ayudar a las personas a tener una


mejor calidad de vida
Los odontólogos sentimos interés por servir, por brindar atención y salud a
la población de forma humanista con bases teóricas y prácticas, sin darte
asco o temor la sangre, la saliva, los olores o el contacto con el paciente. Un buen
odontólogo no le teme a la sangre, pues sabe que es una parte vital del cuerpo
humano. Si descubres que le tienes algo de asco o miedo a la sangre y que no
eres muy fan de las agujas, quizá esta profesión no es del todo para ti.

ción de la Navidad registrada en la Nueva España estuvo a


cargo del sacerdote franciscano, Fray Pedro de Gante
(Foto:Especial)
Compartir costumbres y tradiciones ancestrales con la
comunidad, y en especial con la familia, refuerzan los
vínculos y dan un sentido de pertenencia. En México, las
celebraciones navideñas tienen características distintivas
a las europeas -de donde es originaria- porque tienen un
fuerte componente prehispánico que no todos conocen.

La Navidad, palabra derivada del latín “nativitas” o


“nacimiento”, es uno de los principales festejos del
cristianismo que marca el nacimiento de Jesús de
Nazareth. Hasta la fecha, nadie sabe a ciencia cierta cuándo
nació Jesucristo, pero se piensa que en la Edad Media los
líderes de la Iglesia Cristiana, inspirados en los evangelios de
San Mateo y San Lucas, fijaron la fecha con el fin de que sus
fieles se alejaran de las fiestas paganas, en este caso,
vinculadas al solsticio de invierno.

Existen documentos históricos que señalan que la primera


Navidad realizada en tierras americanas tuvo lugar el 25
de diciembre de 1492 en la llamada “La Hispaniola”, isla
que actualmente conforman Haití y República
Dominicana, poco después de que los europeos
descubrieran el continente.

De acuerdo con investigaciones, Cristóbal Colón realizaba un


reconocimiento del área cuando la carabela "Santa María"
registró problemas. Ante este obstáculo y con la ayuda de
indígenas, se puso a salvo la carga que traían los
conquistadores y con la madera de la carabela se procedió a
construir un fortín. Allí se quedaron 39 hombres, parte de la
tripulación.

En 1492 la carabela Santa María de Cristóbal Colón encalla


en Haití. Con sus restos se construye el primer asentamiento:
Fuerte Navidad.(Foto:Especial)
El fuerte se terminó de construir el 25 de diciembre, y en
consecuencia, Colón lo llamó “La Navidad”, día en el que
los españoles celebraron esta fecha religiosa por vez
primera en suelo del nuevo mundo, según relata la autora
Virigina Nylander Ebinger en su libro “Aguinaldos, costumbres
navideñas, música y comida de los países de habla hispana
en América”.

Mientras que en México, historiadores señalan que la


primera Navidad propiamente mexicana de la que se tiene
registro fue en 1526. El misionero franciscano, Fray Pedro
de Gante, le escribió al Rey Carlos V sobre esta celebración
con los indígenas en la que entonces se conocía como la
Nueva España.

Cuando los evangelizadores llegaron, en su afán de difundir


la religión buscaron aprovechar puntos de contacto que
facilitaran la conversión de los indígenas. Por ejemplo, los
aztecas celebraban en invierno el nacimiento de
Huitzilopochtli, dios de la Guerra, coincidiendo con la
época de Navidad. Estos días los Tenochcas llevaban
invitados a sus casas y les ofrecían tzóatl, lo que hoy
conocemos como “alegría” (dulce de amaranto).

Pedro de Gante, tras dedicar mucho tiempo a aprender y


asimilar la lengua náhuatl y las costumbres indígenas, le
describe a Carlos V cómo introduce la fiestas decembrinas
dentro del proceso de evangelización. Así, detalla
cómo había transformado las costumbres indígenas como
las danzas y los cantos en ritos cristianos.
En México, las celebraciones navideñas tienen características
distintivas a las europeas porque tienen un fuerte
componente prehispánico (Foto:Especial)
Entre sus narraciones, le cuenta al monarca que mantuvo la
música de los cantos indígenas, pero cambió la letra,
describiendo cómo compuso versos solemnes en honor a
dios.

Además, las tilmas o mantos que llevaban los indígenas las


pintó con temas alusivos a la Navidad, e incorporó a los más
pequeños, disfrazando a los niños indígenas de ángeles para
que cantaran en Nochebuena villancicos.
Así, de alguna manera, “fusionaron” tradiciones cristianas
con costumbres indígenas que dieron como resultado los
nacimientos, las pastorelas y posadas, en las que cada
año se reúnen familias mexicanas a cantar villancicos, romper
la piñata y cenar platillos de temporada como los romeritos o
el bacalao en Nochebuena, elementos iconicos de estas
fiestas que han pasado de generación en generación desde
el periodo de la evangelización hasta nuestros días.

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