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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

LIC. CIENCIAS SOCIALES


ÉTICA Y DOCENCIA
JUAN CARLOS TORRES

JAMES BRAUSÍN 2017260014


ANYI RODRÍGUEZ VARGAS 2015160057

El presente escrito de carácter reflexivo pretende introducirnos en las políticas educativas


en Colombia, en particular los estatutos docentes, tanto el 2277 de 1979 y el 1278 del 2002
que funcionan en paralelo. Estos estatutos están enmarcados en la profesionalización,
asenso y remuneración de quienes ejercen la docencia en las instituciones oficiales del país
en el nivel de primaria y bachillerato. Los educadores del sector público se ven entonces
enfrentados a una serie de contradicciones la más importante la evaluación que genera
diferencias sustanciales entre el decreto antiguo y el nuevo.

GENERALIDADES DEL DECRETO 2277 DE 1979

El objetivo principal de este decreto en su art 1, se enmarca en “regular las condiciones de


ingreso, ejercicio, estabilidad y ascenso del personal docente que en términos conceptuales
se denominan educadores; para ello solo quienes estén inscritos en el escalafón podrán ser
parte de este grupo público de docentes. Este escalafón de manera sintética en el art 8, dice
que es un sistema de clasificación de acuerdo a la preparación académica, experiencia
docente y méritos ganados. Posteriormente hasta el artículo 25 se evidencia una serie de
protocolos, trámites y burocracia alrededor de este decreto (tiempo de servicio, junta
nacional, oficina jurídica, etc.).

En términos de la carrera docente se mencionan algunos cargos que deben asumirse desde
esta profesión trasversales a la docencia, entre ellos tenemos las direcciones de escuela,
coordinación de establecimientos, rectores, inspectores y demás cargos expuestos en el Art
32. Luego vienen los capítulos de derechos, deberes y sanciones basados en diferentes
comportamientos que eventualmente se presenten en el ejercicio docente.
GENERALIDADES DEL DECRETO 1278 2002

El decreto 1278 rige a partir del año 2002, éste expide el Estatuto de profesionalización
docente regulador de la relación entre los docentes y el Estado, se parte desde el
reconocimiento de su formación, dentro de él se tienen es cuenta varios aspectos, como lo
son; el ingreso, la permanencia, el ascenso y el retiro, de alguna manera ello pretende estar
al tanto del crecimiento profesional de los docentes, para así permitir el escalonamiento de
los mismos, por lo que allí se tienen en cuenta los niveles de personas con titulo profesional
en Licenciatura en educación, normalistas superiores y los profesionales con títulos
distintos legalmente habilitados para ejercer la función docente.

Ese ultimo titulo suele recibir bastantes críticas frente a la competitividad dentro de los
concursos docentes para los colegios, pues reduce en un alto porcentaje la oportunidad de
ingreso para quienes, si se preparan y así mismo invierten en su carrera para ser docentes,
pues también el componente pedagógico es sumamente importante a la hora de ser docente
en un colegio, es más en esto también se expresa la función que tienen los docentes a la
hora de sistematizar los procesos de enseñanza y aprendizaje donde entrar diversas
actividades académicas.

Dentro del proceso de selección docente para el ingreso al servicio educativo estatal, se
cuenta con una evaluación de aptitudes, actitudes y experiencia entre otras habilidades
evaluativas para dichas convocatorias y en el ejercicio del docente existirá una constante
evaluación tanto para el ascenso como de su labor, donde siempre se cuenta con un periodo
de prueba y así mismo se definirá su situación salarial.

Como en todo contexto, este proceso cuenta con derechos y deberes a los que los docentes
seleccionados deben ceñirse, el cual también habla de un marco ético:

“Artículo 40. Marco ético de la profesión docente. El ejercicio de la docencia tiene


como fundamento la comprensión de la educación como bien público, como
actividad centrada en los estudiantes y al servicio de la Nación y de la sociedad. La
profesión docente implica una práctica que requiere idoneidad académica y moral,
posibilita el desarrollo y crecimiento personal y social del educador y del educando
y requiere compromiso con los diversos contextos socio-culturales en los cuales se
realiza.” (Decreto 1278 de 2002).

DIFERENCIAS ENTRE LOS DECRETOS 2277 Y 1278

Para iniciar traeremos a colación las peticiones básicas (Fecode, 2013) que tenían los
maestros en el año 2013, la primera pide una política pública educativa sin concesiones,
segundo exigen incremento salarial y el pago de deudas históricas con el magisterio, piden
también el estatuto unificado, esto se hace importante en tanto genera una brecha
académica y de ejercicio de la profesión debido a lo asincrónico que es tener “dos tipos de
profesores” en el sector público. En un cuarto punto se menciona la necesidad de
capacitación y ascenso con garantías, el quinto punto aboga cumplir acuerdos y respeto
DDHH, sexto todo el andamiaje sindical, las prestaciones sociales en séptimo lugar, la
salud ocupa la demanda número 8 y por último el bienestar en general del docente.

Tomando de base estas demandas lo único que hallamos en síntesis en un sistema con
problemas estructurales que se agudizan en tanto las demandas se hacen teniendo dos
niveles de análisis de la situación docente. Por ello tomando de base las apreciaciones de la
coexistencia de los dos decretos (Cubillos 2014) se hará mención de las diferencias
existentes tanto en ingreso, permanencia, remuneración y evaluación.

Ingreso

En términos de ingreso el decreto nuevo (1278) implica el paso por una serie de procesos,
el concurso de méritos es el paso 1, de ser aprobado el docente entra en una segunda fase
que es el periodo de prueba por 3 meses, de no reprobar estos dos primeros momentos será
contratado oficialmente en el sector oficial. Refiriéndonos en particular al decreto viejo
(2277) para obtener el contrato oficial en el sector oficial solo debe tener el título y
evidentemente estar inscrito en el escalafón docente; esta diferencia ya trae problemáticas
en tanto la carga psicológica, moral y de presión se evidencia en las nuevas generaciones de
docentes que se ven inmersos en una competencia de algún modo anti ética para obtener un
puesto oficial.

Permanencia

La permanencia en el decreto 1278 implica evaluación, tema que se desarrollara a fondo


más adelante, esta evaluación intenta evidenciar la idoneidad del futuro docente aprobando
el 80% de la prueba, además en términos de ascenso se tiene en cuenta 3 años de
experiencia. El decreto 2277 para permanecer y ascender en este escalafón pasa por los
años de antigüedad, los nuevos títulos obtenidos por el educador y no existe el tramite
evaluativo para conseguir un mejor puesto en el escalafón. Esto implica una flexibilidad
para los docentes del 2277 en tanto no tiene la presión y competencia cual empresa de
marketing para su plan carrera, que si lo viven quienes están regulados por el nuevo
decreto, por demás esto genera desprofesionalización y falta de dignidad (calidad) en tanto
los profesores estarán en una situación de inestabilidad que no permite el desarrollo óptimo
de sus prácticas laborales.

Remuneración

El escalafón del decreto 1278 está dividido en tres niveles 1,2 y 3; cada uno de estos niveles
están divididos en 4 subniveles A, B, C, Y D. (para ejemplificar, los licenciados en
ciencias sociales de la UPN que los cobije este decreto harán parte del nivel 2ª). En
términos de salario, es evidente que los 14 escalafones del 2277 tienden a tener mayor
remuneración pero del escalafón 14 no hay más asenso posible.

Evaluación
La evaluación en términos del MEN verifica idoneidad, dignidad (calidad) y demás
requisitos para que el personal que ingrese al ejercicio de la educación tenga las cualidades
suficientes; quienes están cobijados con el decreto 1278 como lo mencionamos
anteriormente deben primero superar el examen de ingreso a la carrera docente (concurso
de méritos). La evaluación anual de desempeño es un segundo obstáculo que deben superar
los docentes del decreto nuevo; esta evaluación “emite un juicio de valor cuantitativo”
(Cubillos 2014); por ultimo tenemos la evaluación por competencias que se realiza cada 6
años, una aprobación del 80% es necesaria para buscar ascender. Si se verifica esta
situación en el decreto 2277, primero tenemos que no hay evaluación, tampoco se deben
recoger evidencias anuales como videos o demás, ni mucho menos la carga laboral extra
burocrática que implica el ejercicio docente oficial en el 1278.

CONCLUSIONES

 Cuando se habla de la “función docente” (Cubillos 2014) se está haciendo


referencia al ejercicio docente en la práctica; con el contexto previo el decreto 2277
se pueden evidenciar docentes enmarcados en acompañamiento, direccionamiento;
que roza con una educación bancaria a partir de Freire, pero que de una u otra
manera obedecían a un contexto particular; mientras que con el decreto Nuevo el
docente en su función es un operador, que se enmarca en la educación como
empresa. Si la educación funciona como empresa, el docente funciona como
operario por tanto las tareas burocráticas y de protocolo y de formatos aumenta y
esto genera una disponibilidad mayor de tiempo que ya no lo puede aplicar a la
dignificación de su labor en el aula; se maneja por competencias su trabajo,
planificación, PEI y la relación con la comunidad alrededor del ejercicio educativo.

 Siguiendo la línea de Cubillos y la idea de que los procesos obedecen a una época;
el decreto 2277 menciona en su Art. 46 los ejemplos de mala conducta e
ineficiencia profesional, en particular en numeral “c” habla del homosexualismo
como practica calificada de mala conducta en su ejercicio profesional.
Evidentemente algunas características heredadas de la iglesia y la “esencia”
conservadora del país permeaban hasta la formación docente.
 Frente al decreto 1278 parece que la moralidad y la ética que los docentes deberían
aplicar según este decreto están ligadas precisamente a las normas democráticas en
lo ideal y dictatoriales en lo practico, por las que ha ceñido Colombia durante un
largo trayecto histórico, de manera que también enuncia la importancia de que se
respeten y amen los valores históricos y culturales de la Nación. De manera que este
determina como objetivo el crecimiento y desarrollo personal de docente y del
estudiante, que de alguna manera va ligado con los objetivos de la educación estatal,
que quiere; Estimular el compromiso del educador, conocer los méritos de los
docentes, medir la actualización, estimular el buen desempeño con incentivos,
establecer quien debe permanecer o ser ascendido en su escalafón.

FUENTES PRIMARIAS

 Decreto 2277 de 1979, artículo 27. Consultado Julio del 2020, en:
http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles.
 Decreto 1278 del 2002 o Estatuto Profesional Docente. Consultado el Julio del
2020, en: http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-86102_archivo_pdf.pdf.

REFERENCIAS

 Cifuentes Cubillos, C. (2014). Impacto del Nuevo Estatuto de Profesionalización en


la función docente en Colombia. Análisis de los dos estatutos vigentes: Decreto
2277 de 1979 y Decreto 1278 del 2002. Revista Colombiana de Sociología, 37(2),
213-250.
 FECODE. (2013). Pliego de peticiones. Consultado Julio del 2020, en:
http://www.fecode.edu.co/index.php/comunicados/

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