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Conferencia
Conferencia
CONCEPTO E IMPORTANCIA
La comunicación oral directa, base del diálogo, ha demostrado ser el medio de comunicación más
idóneo, lo que se explica porque: 1) Para que el interlocutor pueda juzgar objetivamente el
problema que se plantea hay que explicárselo en la forma más detallada y directa posible; 2) La
nivelación intelectual que supone el diálogo favorece la comprensión y facilita la adhesión.
SUS CARACTERISTICAS
Una reunión de esta naturaleza, que no puede ser jamás una exhibición personal porque está
basada en un trabajo de preparación y una participación activa de los diversos integrantes de la
misma, ha de ofrecer las siguientes características:
1. Implica grupo.
2. Requiere previsión y preparación.
3. Tiene una función aclarativa e informativa.
4. Es esencialmente formativa.
5. No necesita director de reunión.
6. No es un debate.
a) Implica grupo
Requiere en primer término una previsión, ya que hay que estar preparado con antelación para
cualquier contingencia que pueda presentarse en el curso del desarrollo de la reunión. Esto obliga
al estudio previo de los aspectos emocionales que pudieran estar envueltos, a fin de que no alteren
el desenvolvimiento normal de la conferencia-coloquio y la situación pueda ser controlada en todo
momento. Esta conferencia o reunión necesaria además una concienzuda preparación en todos los
aspectos, ya que un fallo en cualquiera de éstos, tendría una influencia decisiva en su realización.
La preparación a que nos referimos comprende esencialmente los aspectos siguientes:
2. Habilidad para expresarse con facilidad. Debe poder producirse con soltura y fluidez y
expresar claramente sus pensamientos, ayudando incluso a los demás a que hagan sus
exposiciones en un lenguaje adecuado y fácilmente comprensible para todos.
3. Capacidad analítica. Esto significa que debe saber profundizar en los varios puntos de vista
del asunto que se examina o discute, separando lo fundamental de lo superfluo y captando
aquellos juicios positivos que puedan conducir al fin deseado.
4. Imparcialidad. Debe crear en todo momento una situación que permita una perfecta libertad
de discusión, procurando que cada participante reciba la misma atención y tratamiento. Al
presentar al grupo sus puntos de vista personales, debe dejar aclarado que en ese momento
habla en su propio nombre y no en el carácter de coordinador, asegurándose además de que
los puntos de vista de las minorías tienen también la oportunidad de exponer.
5. Tacto y paciencia. Debe tener la habilidad de usar el tratamiento adecuado que evite herir
los sentimientos de los demás y mantener en todo instante la serenidad y tolerancia necesaria,
hacia quienes tengan dificultades para expresar sus ideas u opiniones.
6. Ausencia de prejuicios. Si tona partido por la opinión de alguno de los miembros del grupo
sobre un tema concreto, puede cerrar la puerta a la confrontación de pareceres de la que en
definitiva debe salir a la luz.
7. Sentido del humor. Ha de tenerse la habilidad de usarlo para aliviar tensiones y mantener
vivo el interés del grupo. No obstante, una discusión iniciada en tono serio debe mantenerse a
la misma altura, evitando las salidas ingeniosas o intervenciones humorísticas, que pudieran
frustrar los propósitos de la reunión.
Al iniciarse la reunión o conferencia, el coordinador deberá ante todo presentarse y advertir cómo
desea que le sea dirigida la palabra. Es recomendable que cada participante ponga en una
cartulina doblada que coloque entre sí, en letra clara y bien visible su nombre y apellidos, de
manera que todos puedan identificarse sin dificultad, lo que ayuda sobre todo a mantener la
cohesión del grupo. Acto seguido y mediante unas palabras de saludo, el coordinador debe dejar
sentadas su posición y las reglas por las cuales la discusión deberá seguirse, a cuyo efecto
enunciará en forma clara sus propósitos e intenciones de la forma siguiente:
La decisión final representará el pensamiento colectivo del grupo, puesto que él no tiene
ideas originales que presentar.
Los reunidos deberán hablar ordenadamente, evitando conversaciones privadas y
manteniendo siempre la cortesía y las buenas maneras.
Las opiniones deberán expresarse brevemente y con claridad.
Nadie deberá irritarse por las ideas ajenas, aunque no las comparta.
Cuando esto se haya hecho, entonces el coordinador procederá a anunciar el asunto que se
discutirá y el fin de la reunión, lo que puede esquematizarse del modo siguiente:
- Exponer claramente la situación o problema.
- Precisar los puntos a discutir.
- Ofrecer la información pertinente:
a) La información debe ser completa y clara, evitándose a toda costa las exposiciones
farragosas.
b) Dar un resumen escrito o un gráfico, siempre que ello sea posible.
PARTICIPACIÓN PLENA
El Coordinador o conductor ha de asegurarse de que todos los miembros del grupo hayan tomado
parte de la reunión, esto es, que se hayan expresado de alguna manera en torno al problema
planteado y que hayan apuntado las soluciones a su juicio más convenientes. Es posible que uno o
dos miembros del grupo intenten monopolizar la conversación. Cuando esto ocurra el coordinador
puede desanimarse habilidosamente al no dirigirse concretamente a ellos, o puede formular a otros
miembros algunas preguntas que den impulso a la discusión y aparten al participante insistente en
el tema tratado. Recordemos siempre que el coordinador no tiene derecho de decir al grupo lo que
ha de pensar, pero sí tiene la obligación de mantener una atmósfera propicia a la aportación de
ideas productivas, atmósfera que no será posible a menos que todos se den cuenta de que tienen
iguales oportunidades de participación. Para lograr esta participación tan deseable, el coordinador
debe animar a todos los presentes a que emitan su opinión y a que:
- Añadan información.
- Examinen el problema desde su punto de vista.
- Propongan soluciones.
- Mantener viva la discusión sobre el tema.
- Reprimir el personalismo.
- Lograr la conservación de un ambiente cordial.
- Hacer avanzar la discusión.
TÉCNICA DE PREGUNTAS
Para lograr un dominio profundo en los diferentes tipos de preguntas, se han sugerido las
siguientes técnicas:
Las preguntas deben ser formuladas de modo que provoquen una respuesta. No es
aconsejable hacer preguntas que puedan poner en evidencia la ignorancia de los
reunidos.
Evitar las preguntas que se respondan con un monosílabo (sí o no). Las preguntas que se
hayan contestado con un "sí" o un "no", deben seguirse de otras para solicitar una
explicación del "sí o del "no".
Toda pregunta deberá presuponer una experiencia precedente que permita al interrogado
responder.
Toda pregunta debe ser expresada con palabras sencillas. El interrogado debe entender
con claridad lo que se le pregunta.
La pregunta debe ser hecha de modo natural, en un lenguaje ajustado al normal del
grupo, y en tono que indique confianza en la habilidad del llamado a responder.
La pregunta debe ser dirigida a un fin bien definido:
Durante el transcurso de la discusión, el coordinador debe hacer una exposición periódica de los
puntos sobre los que los miembros del grupo han llegado a un acuerdo, seguida de una breve
explicación de los rasgos esenciales de cada uno de ellos. Con estos resúmenes parciales se logra
lo siguiente:
1. Enfocar la atención de los participantes hacia los temas que restan por tratar o hacia aquellos en
los que no se ha llegado a una solución definitiva.
2. Proporcionar un sentido de misión cumplida a los miembros del grupo, estimulándolos a seguir
hacia una conclusión satisfactoria.