Está en la página 1de 13

Amérique Latine Histoire et Mémoire.

Les
Cahiers ALHIM
Les Cahiers ALHIM
24 | 2012
Espaces de la citoyenneté en Amérique latine

Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades


latinoamericanas contemporáneas
Paola García

Edición electrónica
URL: http://journals.openedition.org/alhim/4415
ISSN: 1777-5175

Editor
Université Paris VIII

Edición impresa
ISBN: 978-2-914297-67-7

Referencia electrónica
Paola García, « Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas
contemporáneas », Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM [En línea], 24 | 2012,
Publicado el 08 febrero 2013, consultado el 02 mayo 2019. URL : http://journals.openedition.org/
alhim/4415

Este documento fue generado automáticamente el 2 mayo 2019.

Amérique latine Histoire et Mémoire está distribuido bajo una Licencia Creative Commons Atribución-
NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 1

Las nuevas formas de ciudadanía en las


sociedades latinoamericanas
contemporáneas
Paola Garcia

Introducción
1 La globalización y los procesos de modernización en los que actualmente está inserta
América Latina han ido cambiado progresiva y profundamente las lógicas de
identificación que habían caracterizado tradicionalmente las sociedades
latinoamericanas. Estos procesos de cambio permiten, a partir de 1970, la emergencia de
grupos considerados hasta entonces como minoritarios al carecer de representación
sociopolítica y cultural.
2 Las minorías empiezan a visibilizarse en América Latina reivindicando el reconocimiento
de la diversidad y de una identidad específica en contextos sociales fuertemente
marcados por la homogeneidad. Esta reivindicación identitaria tiene como corolario un
profundo cuestionamiento de la concepción de la ciudadanía creada históricamente por
los Estados nacionales latinoamericanos y abre el debate sobre la necesidad de plantear
nuevas formas de ser ciudadano. Las minorías exigen, en definitiva, la constitución de
Estados multinacionales o multiculturales que reconozcan la pluralidad de identidades
que conforman las sociedades actuales y, al mismo tiempo postulan que se consoliden y
profundicen los mecanismos de la democracia participativa.
3 Mi propósito en este artículo es analizar precisamente estos procesos de cuestionamiento
y transformación de la ciudadanía que se llevan a cabo en las sociedades latinoamericanas
centrándome en tres grupos que han contribuido a pluralizar el espacio social y actúan a
partir de diferentes parámetros de identificación tales como los de la identidad indígena,
de la experiencia migratoria y de los referentes religiosos neo-pentecostales.

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 2

El mundo indígena y una ciudadanía ampliada


4 Uno de los mayores cuestionamientos de la ciudadanía ha sido sin duda el proveniente de
los movimientos indígenas que surgieron en los diferentes países de América Latina de
forma inédita y con gran fuerza a finales del siglo XX (Bengoa, 2009).
5 Desde que se acentuaron los procesos de democratización en los años 1980 en el Cono Sur
y finalizaron los conflictos armados internos en Centroamérica y en la mayoría de los
países andinos, los grupos indígenas han modificado progresivamente la relación con su
integración ciudadana en el contexto de las nuevas democracias (Calderón Molgoro et al.,
2002). Una ciudadanía hasta entonces fuertemente determinada por la concepción de una
visión de lo universal, elaborada a raíz de la conformación de los Estados-nación liberales
que surgen de los procesos de independencia. Esta ciudadanía basada en las corrientes de
pensamiento del siglo XIX, tales como el cientificismo, el positivismo o el evolucionismo,
mantiene operacionales las imágenes discriminatorias del indígena, construidas a lo largo
de la época colonial. Estas imágenes fomentan lógicas y mecanismos de exclusión que se
verán reforzados por las políticas de asimilación forzada llevadas a cabo a lo largo del
siglo XX (Alcina Franch, 1990). Dichas políticas tenían como propósito homogeneizar la
sociedad y crear una identidad común a partir de los marcos de referencia de la identidad
del grupo dominante –criollo o mestizo- excluyendo por consiguiente al pueblo indígena
y sus sistemas de valores (PNUD, 2009).
6 Esta realidad sociopolítica y jurídica, que hasta fechas recientes caracterizaba a
numerosas sociedades latinoamericanas e hizo que no fuera posible para el indígena
gozar de un verdadero estatus de ciudadano, fue fuertemente cuestionada en el momento
de la celebración de los quinientos años del “Descubrimiento” en 1992. A raíz de esta
celebración, se visibilizan los movimientos indígenas cuyas reivindicaciones consisten
esencialmente, en un primer momento, en exigir la autonomía de sus territorios. Estas
reivindicaciones se han rearticulado progresivamente en torno a la cuestión étnica y
actualmente se centran en el reconocimiento del indígena en tanto que verdadero
ciudadano, en la demanda de ampliación de la significación de la ciudadanía
“tradicional”, en la inclusión de los derechos colectivos del pueblo indígena y, en
definitiva, en la reivindicación de la reforma del Estado (Bengoa, 2009, PNUD 2009).
7 En varios países latinoamericanos estas reivindicaciones terminan desembocando en la
modificación de las constituciones o, como en el caso de Guatemala, en la firma de los
Acuerdos de Paz entre los cuales el intitulado “Acuerdos sobre Identidad y Derechos de
los Pueblos Indígenas” es el más relevante en relación con el reconocimiento de la
cultura, los valores y las prácticas. En el contexto de salida del conflicto armado, el
Gobierno guatemalteco y la URNG1 reconocieron oficialmente la opresión y la
discriminación sufridas por el pueblo indígena y adoptaron una serie de medidas para el
pleno ejercicio de sus derechos y participación política2.
8 Además de exigir su derecho a la ciudadanía inclusiva, los pueblos indígenas vienen
luchando por una “ciudadanía ampliada”. De esta manera se pretende alcanzar un
concepto de ciudadanía que posibilite el reconocimiento de las particularidades étnicas,
culturales e identitarias. Numerosos debates en torno a la renovación del concepto de
ciudadanía han surgido a lo largo de estas últimas décadas, debates que se han enmarcado
en una reflexión más amplia cuyo objetivo, en definitiva, consiste en repensar el futuro de
los Estados-nación contemporáneos considerados por varios especialistas en crisis

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 3

(Harbenas, 1999; Offe, 1990). Entre las propuestas de modelo de mayor alcance 3,
encontramos la de “la ciudadanía multicultural” desarrollada dentro del marco teórico
del multiculturalismo propuesto por Kymlicka (1996).
9 El concepto de “ciudadanía multicultural” tiene como fundamento la igualdad real entre
los diferentes miembros de una sociedad, no solamente a través del trato igualitario
propuesto desde la perspectiva de la ciudadanía universal, sino aportando respuestas
diferenciadas a las necesidades de cada grupo. Kymlicka (1996) propone un modelo que
haga compatible los derechos colectivos específicos de los pueblos que forman parte de
una sola y única nación con los derechos individuales situándose en el marco del
liberalismo. Para ello preconiza la representación política propia –autogobierno local o
regional- de las minorías así como su representación en el seno de las instituciones
nacionales. Por consiguiente, los indígenas gozarían de protección de sus derechos
universales e individuales además de sus derechos colectivos. La ciudadanía se entendería
entonces como “un conjunto de prácticas sociales, obligaciones y derechos legales que se
refieren tanto a su identidad indígena como a su identidad en tanto que miembro o
integrante del Estado nacional del cual forma parte” (PNUD, 2009: 28). Identidades que
lejos de ser contradictorias podrían en definitiva establecerse desde la perspectiva de la
doble pertenencia y ciudadanía: unas relacionadas con el territorio nacional y otras
estrechamente ligadas a afirmaciones culturales, territoriales y autonómicas. Un ejemplo
de esto son las reivindicaciones del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) durante
la marcha del 2001, cuyos representantes en sus discursos exigieron la aceptación tanto
de su identidad mexicana como indígena.
10 El concepto de pluriciudadanía reclamada por ciertos sectores del mundo indígena
supone repensar los Estados-nación, es decir rearticular o redefinir las relaciones de
poder que se establecen entre el Estado y el pueblo indígena, reformar la misma
estructura jurídica del Estado y modificar las representaciones sociales en torno a lo
indígena. La lucha por la “ciudadanía ampliada o extendida” se articula, en definitiva,
como una lucha política para lograr el reconocimiento de la diversidad cultural, para
obtener el derecho a la libre determinación, para alcanzar una participación política real
y finalmente para hacer valer el derecho colectivo de propiedad de las tierras, territorios
y recursos naturales.
11 La lucha por el reconocimiento y la promoción cultural de los pueblos indígenas ha
forzado a los Estados latinoamericanos a concebirse y, en cierta medida, aceptarse
progresivamente como “naciones plurales, pluriculturales y multiétnicas”. Esta posición
ideológica se expresa en forma heterogénea en los países latinoamericanos y encuentra su
máxima expresión en las constituciones de Ecuador y Bolivia aprobadas recientemente,
respectivamente en 2008 y en 2009. La Constitución de Ecuador declara en su primer
pronunciamiento: “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social,
democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico”. Por
su parte la Constitución de Bolivia afirma: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario
Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano,
democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías”. El hecho más novedoso de
estas dos Constituciones reside evidentemente en la autodefinición del Estado como
“plurinacional” o “plurinacional comunitario”, lo cual va más allá del carácter
pluricultural o multicultural que han incorporado en sus respectivas constituciones
numerosos Estados latinoamericanos4.

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 4

12 La lucha por la libre determinación de los pueblos indígenas se ve contemplada en la


mayoría de las constituciones de los países latinoamericanos pero con mayor o menos
importancia. La Constitución boliviana garantiza por ejemplo la “libre determinación” de
los pueblos indígenas, lo que se define como el derecho a la autonomía, al autogobierno y
al reconocimiento de instituciones y espacios territoriales propios. México también
reconoce el derecho a la libre determinación y a la autonomía dentro de los límites
constitucionales que garantizan la unidad nacional. Las constituciones de Ecuador,
Colombia, Paraguay y Nicaragua plantean ellas el derecho a la autonomía de los pueblos
indígenas a diferencia de Perú, que si bien lo reconoce, no le otorga mayor alcance
(Aguilar et al., 2010).
13 Las reivindicaciones sobre la autodeterminación implican evidentemente
reivindicaciones sobre el derecho de representación política de los pueblos indígenas,
derecho que se contempla una vez más de forma muy heterogénea en las diversas
constituciones latinoamericanas. Tanto la Constitución boliviana como la ecuatoriana
establecen el derecho de los pueblos indígenas a participar con sus representantes en los
organismos oficiales del Estado. La Constitución colombiana establece por su parte cuotas
de representantes indígenas tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes y
México garantiza el derecho a la participación política de los pueblos indígenas en el
marco de los autogobiernos y a nivel local, les confiere el derecho de elegir a sus
representantes en los ayuntamientos de los municipios que cuenten con población
indígena. En cambio, no aparece mencionado ningún derecho relacionado a la
participación política en las constituciones de países como Argentina, Costa Rica, El
Salvador, Honduras y Perú (Aguilar et al., 2010). Por último, si bien la mayoría de las
constituciones de los países latinoamericanos reconocen el derecho colectivo de
propiedad de las tierras que hayan sido ocupadas históricamente por los pueblos
indígenas, sus derechos en cuanto a la gestión de los recursos naturales aparece mucho
más limitado (Aguilar et al., 2010).

La emigración y la ciudadanía transnacional


14 Directamente ligados a la globalización, aparecen los fenómenos migratorios que en el
caso de América Latina se han incrementado considerablemente en estos últimos años. Si
nos referimos a cifras presentadas por la CEPAL en 2006, el número de migrantes
latinoamericanos pasó de 21 millones en 2000 a casi 25 millones en 2005.
15 Las migraciones son un fenómeno social que debe tomarse en cuenta a la hora de
examinar las transformaciones de la ciudadanía ya que cuestionan este concepto
poniendo en evidencia los disfuncionamientos de los sistemas democráticos y de sus
instituciones, a la vez que proponen nuevas formas de ser ciudadano.
16 Algunos autores (García, 2004; Esteban y Schmidt, 2011) han identificado como una causa
importante de la migración masiva las carencias institucionales de los Estados (déficit de
la protección social, sistema judicial disfuncional, aumento de la inseguridad, etc.) de los
países de origen que no permiten al individuo gozar del conjunto de los derechos
asegurados en las Constituciones. Por lo tanto, puede considerarse que los Estados que se
enfrentan con fuertes movimientos emigratorios no garantizan el acceso a una
“ciudadanía integral”5 a todos los miembros de la sociedad, sino que existen ciudadanos

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 5

de primera y otros de segunda categoría. Esta realidad social estimula la emigración que
se presenta como una opción de mejora de las condiciones de vida.
17 Pero, además de poner de realce las carencias en los derechos del ciudadano en el lugar
de origen, la migración supone ampliar ese concepto, repensándolo a partir de lo
transnacional6. En los contextos migratorios, el individuo desarrolla formas de
identificaciones y estrategias ciudadanas a partir de territorialidades diferenciadas: la del
país de origen y la del país de destino. La ciudadanía cobra entonces nuevos significados
y, en el caso de las comunidades transnacionales, sigue siendo operacional más allá de las
fronteras nacionales del país de origen. Bajo esa perspectiva se ha venido desarrollando el
concepto de “ciudadanía transnacional” (Bauböck, 1994), resultado de las actividades
culturales llevadas a cabo por el emigrante y sobre todo económicas ya que el
compromiso ciudadano con el país de origen se visibiliza con gran intensidad en las
remesas que han alcanzado niveles muy importantes a lo largo de estos últimos años 7.
18 Las remesas han convertido indiscutiblemente al emigrante en el sostén económico del
núcleo familiar en el país de origen. Esta ayuda material que proporciona el emigrante a
los miembros de su familia contribuye a su vez a aumentar la posibilidad que tienen de
ejercer sus derechos ciudadanos, sociales y políticos en su país (PNUD, 2009). Los
emigrantes, a través de las remesas colectivas también apoyan económicamente las
comunidades. Financian por ejemplo las fiestas patronales o proyectos locales de
desarrollo de pequeña escala llevadas a cabo por ejemplo por las asociaciones de
inmigrantes de los países receptores (Ochoa García, 2001; BID, 2006; García, 2006; Petrich,
2011)8.
19 El emigrante, por lo tanto, sigue respondiendo a sus “deberes ciudadanos” de cara a la
sociedad de origen al participar en el desarrollo económico y social de su país. En
contrapartida, exige que el Estado reconozca como legítima su participación en la
comunidad nacional a través de la concesión de derechos políticos como el derecho de
voto en el exterior. Esta es una de las más importantes reivindicaciones de las
asociaciones de migrantes que operan en el exterior. Evidentemente, el derecho de voto
supone entonces, por parte del Estado, el reconocimiento del emigrante como miembro
legítimo y político de la comunidad nacional y no sólo como actor económico. Este cambio
de perspectiva hace que el emigrante se convierta en un actor o sujeto social activo,
potencial fuente de cambio político y social para su país. Su protagonismo se refuerza
considerablemente cuando logra la representación política como fue el caso por ejemplo
en Ecuador. La nueva Constitución de 2008 además de ampliar y especificar los derechos
de los emigrantes9, da representación legislativa a los ecuatorianos que viven en el
exterior10.
20 Las migraciones refuerzan, en definitiva, la ciudadanía civil de los países de origen en
cuanto interpelan al Estado para que cumpla con su papel protector, es decir para que
garantice la defensa de los intereses de sus ciudadanos, tanto en los países de tránsito
como en los de destino (Petrich, 2011) y que proteja los intereses de los emigrantes en el
territorio nacional, garantizándoles los derechos de propiedad pública y privada y
también los derechos culturales (Parra, 2003). También cabe destacar que con la crisis
económica que estalló en el 2008 en Europa y, en particular, en España, surgen demandas
de diferente índole, esta vez vinculadas con el retorno. En efecto, los migrantes están
volviendo a sus países y los que se encuentran en situaciones económicas y sociales
críticas se movilizan, a menudo con el apoyo de las asociaciones de inmigrantes, para
pedir a los Gobiernos de origen una ayuda que les permita emprender el regreso. Para

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 6

responder a estas demandas, Gobiernos, como el ecuatoriano11 o el argentino, han tomado


recientemente medidas que permiten eximir a los retornados del pago de impuestos de
aduana sobre los bienes del hogar, el automóvil o maquinarias que se ingresen al país y
que sean necesarias para el ejercicio profesional.
21 En realidad, es importante considerar el efecto directo que los emigrantes puedan tener
en la construcción de una conciencia colectiva ciudadana en el país de origen, en
particular si tenemos en cuenta que las migraciones son procesos de constantes idas y
vueltas. La experiencia migratoria enfrenta al individuo directamente con las carencias
institucionales del país de origen y con la problemática de la ciudadanía ya que es
precisamente por lo que tiene que luchar, tanto en el país de origen, como en el de
destino. El contacto con las asociaciones de defensa de inmigrantes en el país de
recepción, la interiorización progresiva de nuevos valores democráticos, así como en
ciertos casos la adquisición de la doble ciudadanía, permiten al emigrante tomar
conciencia de sus derechos y a menudo desarrollar un discurso reivindicativo (PNUD,
2009). Por otra parte, cabe mencionar el ejemplo específico de los exiliados políticos que
suelen agruparse en asociaciones de denuncia de las violaciones de los derechos humanos
cometidas en sus países de origen. Estas asociaciones contribuyen a fortalecer los
mecanismos democráticos de las sociedades de origen al exigir, desde el exterior, que la
justicia condene a los responsables de las violencias y que se reconozca públicamente a las
víctimas12.

Los evangélicos y el concepto de doble ciudadanía


22 Finalmente, el otro factor importante a considerar a la hora de analizar las nuevas
recomposiciones de la ciudadanía que se observan actualmente en América Latina es el
religioso. Nos interesa en particular tomar en cuenta la reflexión que se está llevando a
cabo en el interior de las iglesias neo-pentecostales sobre la “nación cristiana” y su
corolario: la doble concepción de la ciudadanía.
23 El neo-pentecostalismo es una corriente religiosa proveniente de los Estados Unidos que
se desarrolla en el contexto de la globalización, a partir de la década de los años 1980 en
América Latina (García-Ruiz y Michel, 2012). Esta corriente recluta entre las clases medias
y altas de la sociedad, particularmente entre "los nuevos ricos". Para esta corriente el
Reino de Dios ya está en este mundo y los bienes del mundo pertenecen al Padre que los
distribuye prioritariamente entre sus hijos predilectos. Esta visión se fundamenta en la
llamada “teología de la prosperidad”. Se trata de una visión pos-milenarista portadora de
una visión del mundo que implica que todos los cristianos tienen que trabajar por la
ampliación del Reino transformando las Constituciones y las leyes de los diferentes
países. La finalidad es construir una nación cristiana que tenga una representación
política en este mundo a través de diputados y senadores evangélicos y una
representación en el otro mundo, ante Dios. En otras palabras, el cristiano es imaginado
como ciudadano de este mundo en el que tiene que ser representado por cristianos
elegidos durante los procesos electorales y, en tanto que ciudadano del cielo, tiene que
tener también una representación.
24 Esta visión plantea, por lo tanto, el concepto de doble ciudadanía y diversos pastores
importantes en América Latina han avanzado ideas en este sentido, a través de una
lectura política del antiguo testamento. Entre ellos se encuentra Edir Macedo (2009),
pastor general de la institución brasileña Igreja Universal do Reino de Deus, quien afirma

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 7

explícitamente que Dios es un estadista, un planificador y que la Biblia es un manual de


acción política. En su sabiduría, Dios elaboró un proyecto de nación cuya implementación
recae bajo la responsabilidad de los evangélicos de la generación presente a través de la
acción política y del voto.
25 El proyecto divino tiene que ver con la construcción de una gran nación que Dios
prometió a Abraham, como “padre de numerosas naciones”. La edificación de la nación
cristiana, como lo ha señalado Harold Caballeros, pastor guatemalteco, conlleva la
necesidad de “formular una teología cristiana de la nación” (2004). Los evangélicos neo-
pentecostales están convencidos de que ha llegado el tiempo de comprometerse con el
gran proyecto, pues “han recibido las naciones en herencia” (Salmo 2, 8). En esta
perspectiva Harold Caballeros afirma que “la finalidad y la motivación de nuestras vidas
es el de construir una nación cristiana, una nación santa”. Y añade: “Somos una
generación de transición. Venimos de un lugar y vamos a otro. Venimos de una religión y
vamos hacia el Reino de Dios”. La sumisión al proyecto de edificación de la nación
cristiana es el fundamento de la “teoría de la ciudadanía”. El mismo Harold Caballeros
(2004) lo explícita:
Todos los creyentes tienen una doble ciudadanía. Somos guatemaltecos pero por
intermedio de Cristo, nuestra Ciudad está en el cielo. Como ciudadanos del Reino, se
tienen derechos y deberes. Estamos sometidos a las leyes eternas del Reino de Dios,
lo que nos hace participar de su autoridad.
26 Evidentemente los evangélicos pretenden imponerse en la esfera política e influir
especialmente en el ámbito legislativo con el fin de conseguir leyes consideradas como
“justas”, es decir, en adecuación con los preceptos bíblicos y con una “visión cristiana del
mundo”. Este proyecto debe llevarse a cabo a través del voto como lo sugiere el pastor
brasilero Edir Macebo (2004):
La fuerza numérica que representan los 42,2 millones (22,2% de la población) de
evangélicos en Brasil es la clave de una victoria electoral, a todos los niveles. Para
que esta fuerza se concretice, es importante desarrollar una cultura ciudadana, una
toma de conciencia, un compromiso, una movilización.
27 En la introducción de su publicación se argumenta que si todo evangélico tiene un
representante en el cielo, también debe tener uno en la tierra para garantizar el bienestar
de la sociedad y ese representante tiene que estar en el senado o en el congreso: de ahí la
importancia de la acción política para ganar puestos de representación (García-Ruiz y
Michel, 2012). La presencia de actores políticos evangélicos se empieza a observar en los
años 1980 y se desarrolló en los noventa con la incorporación, por ejemplo, de “grupos
parlamentarios evangélicos” en el parlamento brasileño, con la creación del Movimiento
Cristiano Independiente en Argentina y la emergencia de un partido de apoyo evangélico
a Fujimori en las presidenciales peruanas de 1990.

Conclusión
28 Las minorías sociales, étnicas y religiosas interpelan al Estado y a sus instituciones,
poniendo de relieve los límites del Estado-nación, formulado inicialmente a partir del
concepto de homogeneidad cultural y exclusión social. Estas minorías denuncian la
situación de marginalización en la que se encuentran y lo hacen a través de diferentes
mecanismos y dinámicas reivindicando mayor visibilidad social, institucional y política.
En definitiva se trata de reivindicaciones que cuestionan el concepto de ciudadanía

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 8

universal, concepto estrechamente ligado con el de territorialidad y el de democracia. La


ciudadanía está indiscutiblemente reformulándose en la mayoría de las sociedades
latinoamericanas a partir de los parámetros de la diversidad y del territorio y exige de los
Estados que definan nuevos instrumentos de gestión de lo social para lograr la
redistribución de los bienes de la nación. Hoy en día lo étnico, lo religioso y la movilidad
humana tienen que ser tomados en cuenta en lo que se refiere a la construcción y la
definición de la comunidad social y política de cada país, en particular de aquellos que se
definen como sociedades multiculturales y con altos niveles de emigración.
29 A lo largo de estos últimos años, el pueblo indígena ha conseguido mayor protagonismo
ciudadano en numerosos países latinoamericanos, siendo sin duda Bolivia y Ecuador en
donde ha alcanzado mayor reconocimiento. Si bien es cierto que algunos movimientos y
organizaciones indígenas surgen en los años 1970, los noventa marcan verdaderamente el
“despertar” del mundo indígena que consigue mayor visibilidad y articulación de sus
reivindicaciones. Estas reivindicaciones, de carácter esencialmente sociocultural, político
y territorial, desembocaron en un profundo cuestionamiento de los Estados-nación y
abrieron el debate sobre la necesidad de repensar y reformular el concepto tradicional de
ciudadanía. Por otra parte, los cambios vitales experimentados por los emigrantes en lo
que se refiere a su conciencia ciudadana en el contexto migratorio y los múltiples
contactos y actividades transnacionales que desarrollan, han contribuido a modificar o
reforzar la ciudadanía del país de origen, fomentando una nueva cultura de derecho y
valores democráticos. Este proceso de transformación de la ciudadanía se irá sin duda
acentuando y acelerando en los próximos años debido al gran número de retornos que ya
se está observando dentro del colectivo latinoamericano instalado en España, uno de los
principales países receptores de inmigrantes. Por último cabe subrayar que la influencia
de las iglesias evangélicas sobre la emergencia de nuevas formas de identificación es cada
vez mayor en América Latina. La «fe evangélica» es pensada como la articulación de una
nueva nación cristiana que debe construirse como el corazón de un proyecto político
ciudadano y conlleva por lo tanto la incorporación de actores evangélicos en la esfera del
poder político. El proyecto de construcción de la “nación cristiana” que se elabora desde
la perspectiva neo-pentecostal puede ser considerado entonces como un nuevo impulso
para la incorporación política y ciudadana de los grupos religiosos.

BIBLIOGRAFÍA
AGUILAR, Gonzalo, LAFOSSE, Sandra, ROJAS, Hugo, STEWARD, Rebecca, “The Constitutional
Recognition of Indigenous Peoples in Latin America”, Pace International Law Review Online
Companion, Vol. 2, n° 2, 2010, p. 44-104.

ALCINA FRANCH, José (coord.), Indianismo e indigenismo en América, Madrid, Alianza Editorial,
1990.

BAUBOCK, Rainer, Transnational Citizenship. Membership and Rights in International Migration,


Edward Elgar, Cheltenham, U.K. & Northampton, Ma., E.U.A, 1994.

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 9

BENGOA, José, “Una segunda etapa de la Emergencia Indígena en América Latina?”, Cuadernos de
Antropología social, n°29, Buenos Aires, 2009, p. 7-22.

BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO, “Remesas colectivas financian desarrollo de


comunidades”, <http://www.iadb.org/es/noticias/articulos/2006-05-31/remesas-colectivas-
financian-desarrollo-de-comunidades,3077.html>, consultado el 2 de noviembre de 2012.

CABALLEROS, Harold, “Hacia una visión de la nación cristiana”, predicación en la Iglesia del
Shaddai, Guatemala Ciudad, 16 de mayo del 2004.

CALDERON MOLGORA, Marcos, ASSIES, Willem, SALMAN, Ton, Ciudadanía, cultura política y
reforma del Estado en América Latina, México, El Colegio de Michoacán, 2002.

COJTI, Demetrio, SON CHONAY, Elsa, GUAJAN, Demetrio, Nuevas perspectivas para la construcción del
Estado multinacional: propuestas para superar el incumplimiento del Acuerdo sobre Identidad y Derechos
de los Pueblos Indígenas, Guatemala, Cholsamaj, 2007.

DAHL, Robert, La democracia y sus críticos, Barcelona, Paidós Ibérica, 1993.

ESTEBAN, Fernando Osvaldo, SCHMIDT, Susana, “La ciudadanía limitada. Dictadura, democracia y
migración en Argentina”, Les Cahiers ALHIM, n° 22, 2011, [En línea], Puesto en línea el 27 de enero
de 2012, < http://alhim.revues.org/index4034.html> Consultado el 5 de julio de 2012.

FITZGERALD, David, Negotiating Extra-Territorial Citizenship. Mexican Migration and the Transnational
Politics of Community, La Jolla, Ca, CCIS-University of California, San Diego, 2000.

HARBEMAS, Jürgen, Problemas de legitimación en el capitalismo tardío, Madrid, Cátedra, 1999.

HELD, David, La democracia y el orden global. Del Estado moderno al Gobierno cosmopolita, Barcelona,
Ediciones Paidós Ibérica, 1997.

GARCIA, Paola, “Argentins et Equatoriens à Madrid: deux modes de reconstruction sociale dans
un contexte migratoire”, Les Cahiers ALHIM, n° 12, 2006, [En línea], Puesto en línea el 21 de
septiembre de 2007, <http://alhim.revues.org/index1452.html> Consultado el 3 de julio de 2012.

___________, “La migración de argentinos y ecuatorianos a España: representaciones sociales que


condicionaron la migración”, Les Cahiers ALHIM, n° 9, 2004, [En línea], Puesto en línea el 18 de
febrero de 2005, <http://alhim.revues.org/index399.html> Consultado el 3 de julio de 2012.

GARCIA-RUIZ, Jésus, MICHEL Patrick, Et Dieu sous-traita le salut au marché. De l’action des
mouvements évangéliques en Amérique latine, Paris, Armand Colin, 2012.

GLICK SCHILLER, Nina, BASCH, Linda, BLANC-SZANTON, Cristina, “Towards a Transnacional


Perspective on Migration”, Annals of The New York Academy of Sciences, Vol. 645, The New York
Academy of Sciences, 1992, p. 1-25.

KYMLICKA, Will, Ciudadanía multicultural, Barcelona, Paidos, 1996.

MACEDO, Edir (en collaboration avec Oliveira, C.), Plano de Poder. Deus, os cristāos e a política, Rio de
Janeiro, Editora Thomas Nelson Brasil, 2008.

MILLER, Toby, Cultural Citizenship, Philadelphia, Temple University Presse, 2007.

MIRA DELLI-ZOTTI, Guillermo, ESTEBAN, Fernando Osvaldo, “La construcción de un espacio


político transnacional iberoamericano de defensa de los DDHH: El caso de La Asociación
Argentina pro Derechos Humanos en Madrid”, Historia Actual Online, n° 14, otoño, 2007, p. 57-66.

OCHOA GARCÍA, Carlos “Migraciones de un pueblo K’iche’ hacia Huston”, Les Cahiers ALHIM, 2 |
2001, [En línea], Puesto en línea el 16 juin 2006, < http://alhim.revues.org/index588.html>
Consultado el 20 de enero de 2013.

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 10

OFFE, Claus, Contradicciones en el Estado del Bienestar, Madrid, Alianza, 1990.

ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS, Migración Internacional en las Américas,


Washington, SICREMI, 2011. Disponible en línea <http://www.acnur.org/biblioteca/
pdf/7629.pdf?view=1> Consultado el 28 de octubre de 2012.

PARRA, José Francisco, “Acercamiento al derecho de la migración y la ciudadanía transnacional.


El caso de los emigrantes mexicanos y sus derechos políticos”, América Latina de Hoy, abril, Vol. 33,
Universidad de Salamanca, 2003, p.73-100.

PETRICH, Perla, “Les effets de la transterritorialité dans La migration guatémaltèque”, Les Cahiers
ALHIM, n° 22, 2011, [En línea], Puesto en línea el 08 de febrero de 2012, <http://alhim.revues.org/
index4081.html> Consultado el 28 de junio de 2012.

PNUD, Etnicidad y Ciudadanía, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Cuaderno de
desarrollo humano n° 2, 2007/2008, Guatemala PNUD, 2009. Disponible en línea: http://
www.pnud.org.gt/data/publicacion/Etnicidad_y_ciudadania.pdf. consultado el 28 de octubre de
2012.

___________, “Migración, cultura y ciudadanía en El Salvador”, Programa de las Naciones Unidas


para el Desarrollo, Cuaderno sobre desarrollo Humano, n° 7, San Salvador, PNUD, marzo 2007.
Disponible en Línea : <http://www.enlaceacademico.org/base-documental/biblioteca/
documento/migraciones-cultura-y-ciudadania-en-el-salvador/> Consultado el 29 de junio de
2012.

PORTES, Alejandro, “Global Villagers. The Rise of Transnacionalism Communities”, The American
Prospect, Vol. 7, n° 25, 1996

SOYSA, Yasemin, Limites of Citizenship. Migrants and the Postnational Membership in Europe, Chicago,
The Chicago University Press, 1994.

YOUNG, Iris Marion, La justicia y la política de la diferencia, Madrid, Edición Cátedra, Universitat de
València e Instituto de la Mujer, 2000.

NOTAS
1. La Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) que se forma en 1982, es el resultado
de la coordinación de los principales grupos guerrilleros guatemaltecos.
2. Hasta la actualidad, el Gobierno guatemalteco no ha cumplido con lo estipulado en los
Acuerdos sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, lo cu al plantea la necesidad de
repensar las modalidades de aplicación de estos acuerdos (Cojtí et al. l, 2007).
3. Otras propuestas teóricas han surgido, entre las cuales la “ciudadanía cosmopolita” (Dahl,
1993), la “ciudadanía diferenciada” (Young, 2000), la “ciudadanía democrática” (Held, 1997) y la
“ciudadanía posnacional” (Soysal, 1994).
4. Para más detalles, véase Gonzalo Aguilar et al. (2010).
5. Retomando la propuesta de definición de Miller (2007), citada en el informe del PNUD (2009),
“la ciudadanía integral” se caracteriza por su dimensión política que consiste en el derecho a
residir y votar, su dimensión económica que se define por el derecho a trabajar y prosperar y
finalmente su dimensión cultural que se articula en torno al derecho a la educación y la libre
expresión.
6. La teoría del transnacionalismo ha sido desarrollada entre otros por Glick Schiller et al. (1992),
Portes (1996) y Fitzgerald (2000).

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 11

7. Las remesas se han vuelto para algunos países una de las principales fuentes de financiación
externa, como en el caso de Ecuador, El Salvador o Guatemala (OEA, 2011).
8. Los proyectos que financian los emigrantes a través de estas asociaciones son de diversa
índole: humanitaria, política, social, cultural y religiosa (Véase en García (2006) los ejemplos
descritos en el caso de los argentinos y ecuatorianos que residen en España y en Petrich (2011) el
caso de los guatemaltecos instalados en Estados Unidos).
9. La Constitución ecuatoriana de 2008 cuenta con 58 artículos directamente relacionados con la
movilidad humana.
10. Los ecuatorianos en el extranjero están representados por seis asambleístas: dos para
Europa, Asia y Oceanía, dos para Canadá y Estados Unidos y por último, dos para América Latina y
África.
11. Desde la Secretaría Nacional del Migrante, el gobierno ecuatoriano ha implementado el
programa “Bienvenido a casa” con el objetivo de facilitar los retornos.
12. Véase el trabajo de Guillermo Mira Delli-Zotti y Fernando Osvaldo Esteban (2007) que ofrece
una mirada de las actividades políticas desarrolladas por los exilados argentinos en España desde
la perspectiva del transnacionalismo.

RESÚMENES
El tema de la ciudadanía, estrechamente relacionado con los conceptos de territorialidad y
democracia, surge y se desarrolla en el contexto de formalización y construcción del Estado
liberal pensado a partir de lo homogéneo en función de la cultura y de las prácticas de los grupos
dominantes. Los procesos de aculturación de los primeros dos tercios del siglo veinte, van
también en esa misma dirección: homogeneizar las sociedades. Pero en el contexto de la
globalización que conlleva el proceso de pluralización de las sociedades, los actores sociales se
interrogan sobre las nuevas funciones del Estado y uno de los polos de interrogación es el de la
ciudadanía. Tres grupos sociales, entre otros, ponen en tela de juicio el concepto tradicional de
ciudadanía: los grupos étnicos marginalizados y excluidos tradicionalmente de los espacios
políticos y económicos, los grupos de migrantes cuya existencia transcurre en territorialidades
diferenciadas (país de origen/país de recepción) y los grupos evangélicos que reivindican una
ciudadanía de este mundo y otra en el cielo. En el presente artículo nos proponemos abordar los
actuales procesos que interrogan a la ciudadanía a través de lo plural.

The subject of citizenship, closely related to the concepts of territoriality and democracy arises
and develops in the context of formalization and construction of the liberal State thought from
the homogeneous according to the culture and the practices of the dominant groups. The
processes of acculturation of the first two-thirds of the twentieth century, are also in the same
direction: mix societies. But in the context of globalization, which involves the process of
pluralization of societies, the social actors are wondering about the new functions of the State
and its citizens. Three social groups, among others, challenge the traditional concept of
citizenship: ethnic groups traditionally marginalized and excluded from the political and
economic spaces, groups of migrants whose existence takes place in territorialities which are
differentiated (country of origin/country of reception) and evangelical groups which claim a
citizenship of this world and another in heaven. Our aim in this article is to deal with the current
processes which interrogate the citizenship through the plural.

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012


Las nuevas formas de ciudadanía en las sociedades latinoamericanas contemporá... 12

ÍNDICE
Palabras claves: América Latina, ciudadanía, emigrantes, neo-pentecostales, pueblos indígenas
Keywords: Citizens/citizenships, emigrants, Latin America, native people, neo-pentecostals

AUTOR
PAOLA GARCIA
Université d’Avignon paola.garcia@wanadoo.fr

Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 24 | 2012

También podría gustarte