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TOXICOLOGÍA

INVESTIGACIÓN POR INTOXICACIÓN POR ARSÉNICO

PRESENTADO AL PROFESOR:

JORGE MARIO POSADA

PRESENTADO POR:

MARÍA PINTO CERVANTES

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS


ADMINISTRACION EN SISTEMA DE GESTIÓN DE SEGURIDAD Y SALUD EN
EL TRABAJO

BARRANQUILLA, 5 DE SEPTIEMBRE DE 2020

VIII SEMESTRE
INTRODUCCIÓN
El arsénico es un elemento natural que se encuentra en la tierra y entre los minerales.
Los componentes del arsénico se usan para preservar la madera, como plaguicidas y en
ciertas industrias. El arsénico forma parte del aire, el agua y la tierra a través del polvo que
se lleva el viento. También puede penetrar en el agua debido a los desbordamientos.
Se puede quedar expuesto al arsénico por:
 Ingerirlo en pequeñas cantidades en los alimentos, el agua o el aire
 Inhalar aserrín o humo al quemarse las maderas tratadas con arsénico
 Vivir en un área con altos niveles de arsénico en la roca
 Tener un trabajo en el que se produzca o se use arsénico
La exposición al arsénico puede causar muchos problemas de salud. La exposición por
tiempo prolongado a niveles bajos puede cambiar el color de la piel. Puede causar callos y
pequeñas verrugas. La exposición a niveles elevados de arsénico puede provocar la muerte.
En la industria en general, a menudo se presenta una gran variedad de casos de fallas,
los cuales son de suma importancia debido a que ocurren de manera inesperada; la industria
metalmecánica no es ajena a ello. El arsénico y sus compuestos son extremadamente
tóxicos; en el aire al ser inhalado puede incidir en la prevalencia del cáncer de pulmón, en
las fundiciones este elemento es muy común en el aire. Normativas ambientales indican que
el máximo permisible es 10 μg/m3.
A pesar de los esfuerzos y avances científicos aún se da la exposición continua de los
humanos a metales tóxicos como el arsénico, el cual es un elemento químico de ocurrencia
natural que se encuentra en diversos minerales. Su presencia en la industria metalmecánica
presenta un riesgo para la salud de las personas que están en contacto con este, debido a sus
efectos tóxicos, y no solo en concentraciones altas, donde la exposición causa efectos
agudos que pueden llegar a ser letales. Tanto arsénico como arsenato son adsorbidos en la
superficie de una gran variedad de materiales presentes en el medio como son óxidos de
metales, sobre todo de hierro, manganeso y aluminio.
El arsénico es un metal pesado tóxico, que puede llegar a afectar la salud cuando se
presenta una exposición aguda o crónica a este. Existen dos formas principales de
exposición, ocupacional y ambiental. La exposición ocupacional se da en actividades en las
cuales este metal se utiliza como materia prima o hace parte de los procesos en los que se
utilizan como insumo. La exposición ambiental se presenta a partir del consumo de agua y
alimentos contaminados con este metal, la inhalación de material particulado contaminado
con metales, la ingestión accidental de pinturas contaminadas, el consumo de cigarrillo,
entre otros. Por sus características toxicológicas y de conformidad con el tiempo y el tipo
de exposición, pueden originar efectos agudos y crónicos, pudiéndose depositar en algunos
órganos del cuerpo y permaneciendo por periodos prolongados, generando a largo plazo
efectos negativos sobre el estado de salud.
Los problemas de salud derivados de la exposición al arsénico (As), han sido estudiados
en el ambiente laboral, en las zonas cercanas a la de exposición y ambiental. Sin embargo
esta exposición está presente en los procesos de la industria metalmecánica, y con
posibilidades de afectar a la población con intoxicaciones crónicas. El As es uno de los
primeros agentes químicos con evidencia de su capacidad carcinogénica en humanos. La
Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer lo clasificó en grupo I, agente
cancerígeno comprobado. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos lo
clasificó en el Grupo A, carcinógenos humanos. Este organismo determinó una dosis de
referencia (RfD) de 0,3 mg/kg/día de As inorgánico (AsIn), asumiendo que el consumo de
dosis iguales o menores a esa cantidad durante toda la vida es poco probable que cause un
riesgo significativo para la salud en humanos para los efectos no carcinogénicos. Se
considera que las sustancias con capacidad carcinogénica (como el As) no presentan un
nivel umbral de efecto, por lo que basta una molécula del agente químico para gatillar el
proceso cancerígeno a nivel individual.

EXPOSICIÓN AMBIENTAL Y OCUPACIONAL


La exposición ocupacional a compuestos de arsénico inorgánico puede producirse por
inhalación, ingestión o contacto con la piel con la consiguiente absorción. Se pueden
observar efectos agudos en la vía de entrada si la exposición es excesiva. La dermatitis
puede surgir como efecto agudo, pero con mayor frecuencia resultado de la toxicidad por
exposición prolongada, y en ocasiones es posterior a la sensibilización.
La exposición a largo plazo ocasiona intoxicación crónica, puede presentarse en
trabajadores expuestos durante un tiempo prolongado a concentraciones excesivas a
compuestos de arsénico. Su toxicidad depende de la forma química; así, del arsénico
inorgánico (iAs) la forma trivalente (iAs3+) es más tóxica que la pentavalente (iAs5+) y
ambas más que sus compuestos metilados: el ácido monometil arsónico (MMA) y el ácido
dimetil arsínico (DMA). Los arsenicales orgánicos arsenobetaina, arsenocolina y
arsenoazúcares son considerados no tóxicos.
La exposición al As ambiental es, en gran medida, involuntaria y debe ser vista desde
una perspectiva diferente a la ocupacional. Sin embargo, cuando se evalúa exposición
laboral, el As que ingresa desde fuentes ambientales contribuye a la carga total en el
trabajador y por tanto incide en su cuantificación. La mayor emisión industrial de iAs
procede de fundiciones y refinerías, de plantas de energía movidas por combustibles fósiles
o por energía geotérmica, todas ellas fuentes antropogénicas y las mayores contaminadoras
de aire, agua y suelos. Los detergentes domésticos contribuyen a la masa de arsénico en
ríos y lagos cuyas aguas, en general, contienen entre 1 y 73 ppm de As que al llegar al mar
precipita o es adsorbido por las arcillas. En aguas subterráneas se le detecta en montos > 50
ppm. Su concentración ambiental en zonas no industriales y alejadas del tráfico llega hasta
0,02 μg/m³.
Sobre el arsénico pesan más de mil años de mala reputación como tóxico mortal y
veneno potente; está en todas partes y en todos los tejidos vivos. Luego de un período
relativamente prolongado de exposición laboral en la industria metalmecánica, el arsénico
puede producir intoxicación crónica que suele ser de difícil diagnóstico aun conociendo la
fuente. En general, las manifestaciones tóxicas se inician al primer contacto con el arsénico
y el síntoma inicial es irritación de piel y mucosas debidas al ácido arsenioso que resulta de
la unión del As con el agua de los tejidos. Si la inflamación se hace crónica puede
degenerar en cáncer, con la particularidad de aparecer varios años después de haber cesado
la exposición. También produce deterioro, funcional o maligno, en otros órganos: corazón,
pulmón, riñón, hígado, sangre e inclusive consigue atravesar las barreras hematoencefálica
y placentaria.

VÍA DE INGRESO

CUTÁNEA

ORAL INHALATORIA

MECANISMOS DE TOXICIDAD
En exposición ocupacional la inhalación es la vía de ingreso más importante del As y
sus compuestos, máxime en el caso de la arsina. Por esta vía su absorción está condicionada
por el tamaño de las partículas, por su solubilidad y por la forma química del compuesto.
En el aire del ambiente laboral metalúrgico predomina el iAs+3 en forma de partículas y su
inhalación sigue las pautas de los aerodispersoides: las partículas más grandes se depositan
en el tracto respiratorio superior y desde allí pueden ser removidas por las vibrisas o por el
moco hacia el exterior o al tubo digestivo y en este, dependiendo de su solubilidad, se
absorben bien.
En el pulmón, las partículas menores de 7 μm se absorben entre 75 y 85 %. Luego de
absorbido, el arsénico llega a la sangre y se une a las globulinas. Su pos-distribución dentro
de las primeras 24 horas lo lleva, entre otros órganos, a hígado, pulmón, riñón y bazo,
donde al acoplarse a los grupos sulfhídrico de las proteínas se acumula. En el tejido óseo
compite con el fósforo, lo desplaza y puede permanecer allí durante años. Una pequeña
cantidad atraviesa las barreras hematoencefálica y placentaria. Dentro de las siguientes 30
horas, se deposita en cabello y uñas. Los niveles de As en secciones de pelo indican el
tiempo transcurrido desde el inicio de la exposición.
Intoxicación aguda:
Ingesta de grandes dosis (70-180 mg) puede ser fatal. Entre los síntomas está, fiebre,
anorexia, hepatomegalia, melanosis, arritmia cardiaca, y, en casos fatales, una eventual
falla cardiaca. La ingesta aguda puede dañar las membranas de la mucosa del tracto
gastrointestinal, causando formación de vesículas, irritación y hasta desprendimiento. El
efecto neurológico más común es pérdida sensorial en el sistema nervioso periférico, el
cual aparece de 1 a 2 semanas luego de dosis importantes. Anemia y leucopenia,
particularmente granulocitopenia, ocurren pocos días después de una exposición de dosis
alta de arsénico, siendo reversible.
Exposición aguda a una sola dosis alta puede producir encefalopatía, con signos y
síntomas de dolor de cabeza, letargia, confusión mental, alucinaciones, convulsiones y
hasta coma.
Intoxicación crónica:
La piel es el principal órgano blanco en una exposición crónica a Arsénico
inorgánico, induciéndose una serie de cambios característicos en el epitelio. Después de 6
meses a 3 años, puede aparecer hiperpigmentación con manchas y, alternativamente,
hipopigmentación. Hiperqueratosis palmar-plantar suele suceder después de la aparición
inicial de cambios de pigmentación en un periodo de años. El cáncer de piel es común con
una exposición prolongada a altos niveles.
La lesión al hígado, característica de exposición a largo plazo, se manifiesta inicialmente
como ictericia, dolor abdominal y hepatomegalia. Puede progresar a cirrosis y ascitis, hasta
a carcinoma hepatocelular. Exposición reiterada de bajos niveles puede producir neuropatía
periférica, que usualmente comienza con cambios sensoriales, tales como insensibilidad en
manos y pies que después puede convertirse en una dolorosa sensación de cosquilleo. Tanto
los nervios sensoriales como motores pueden ser afectados, y a menudo se desarrolla una
sensibilidad muscular, seguida de debilidad, progresando desde los grupos musculares
proximales a los distales. Un examen histológico revela axonopatía distal con
desmielinización y efectos relacionados a la dosis.
Efectos vasculares inducidos por arsénico se han reportado en Chile, México, India y
China, pero estos efectos no se comparan en magnitud o severidad a la enfermedad del pie
negro (“Black foot”) reportada en la población taiwanesa; lo cual indica que pueden estar
involucrados factores dietarios o medioambientales. Se necesita investigación adicional
para verificar la asociación entre exposición a arsénico inorgánico y diabetes. Se ha
sugerido existencia de efectos inmunotóxicos.
Las consecuencias hematológicas de exposición crónica pueden incluir interferencia con
la síntesis del grupo hemo, con un aumento en la excreción urinaria de porfirina, la cual se
ha propuesto como biomarcador de exposición a arsénico.
TOXICOLOGÍA
La toxicocinética y toxicodinamia del arsénico depende de la forma arsenical de la cual
estemos hablando. En líneas generales, el gas arsina (AsH3) es el compuesto de arsénico
más tóxico (exposición aguda). El arsénico inorgánico generalmente es más tóxico que el
arsénico orgánico, y las formas trivalentes (As III) suelen ser más tóxicas que las
pentavalentes (As V). Los compuestos orgánicos provenientes de alimentos marinos no
suelen considerarse tóxicos, y el arsénico metálico (estado oxidación 0) se considera
generalmente como no tóxico debido a su insolubilidad en el agua y en los fluidos
corporales.

Gas Arsina.
Debido a que este compuesto se encuentra en estado gaseoso, su ruta de ingreso es
primordialmente la inhalatoria y su absorción es inmediata.
La intoxicación con gas arsina provoca un síndrome considerablemente distinto de los
síndromes causados por otras formas de arsénico. Después de ser inhalado, el gas arsina se
pega rápidamente a los glóbulos rojos, causándoles un daño irreversible en la membrana
celular:
• A niveles bajos, el gas arsina es una hemolisina potente que provoca hemólisis
intravascular proporcional a la dosis.
• A niveles altos, el gas arsina produce una citotoxicidad directa multisistémica.
Produce síntomas agudos de náuseas, vómitos, falta de aire y dolor de cabeza
acompañando la reacción hemolítica. La exposición a arsina es fatal en más del 25% de los
casos humanos reportados y, en los casos no fatales, puede acompañarse de
hemaglobinuria, falla renal, ictericia y anemia, cuando la exposición persiste. La muerte
sobreviene comúnmente como resultado de la insuficiencia renal causada por el daño del
ácido arsénico, pero también puede ser resultado de una insuficiencia cardiaca.
Arsénico Orgánico Alimentario.
Las formas orgánicas de arsénico que se encuentran en los alimentos marinos son
ingeridas por vía oral y, generalmente, no se biotransforman, siendo excretadas
rápidamente en la orina, unas 48 horas después de haber sido ingeridas.
Arsénico Inorgánico y Compuestos Arsenicales Metilados.
La absorción del arsénico inorgánico en el organismo depende de la vía de ingreso, del
tamaño de partícula y del tipo de compuesto (solubilidad). Por ingesta es de aprox. 80-
90%. En cambio, por inhalación es entre 10 y 50% de micropartículas. Si es de mayor
tamaño queda retenido en los cilios de los bronquios y si son más pequeñas entran
directamente. Estas dos rutas son las más comunes de exposición al arsénico,
principalmente la inhalatoria en el caso de trabajadores, y las que más comúnmente
conducen a enfermedad.
La exposición dérmica puede provocar enfermedad, pero en una proporción menor que
las rutas ya mencionadas, pues su absorción es muy baja, no obstante, se han reportado
efectos sistémicos tóxicos en accidentes laborales en los que el tricloruro de arsénico o el
ácido arsénico cayeron en la piel de algunos trabajadores. Los compuestos trivalentes que
tienen una mayor solubilidad lipídica son absorbidos más rápidamente a través de la piel.
Compuestos arsenicales de baja solubilidad (ej. trióxido de arsénico, seleniuro de arsénico,
arseniuro de plomo y arseniuro de galio) son absorbidos menos eficientemente por la vía
oral.
La vida media del arsénico inorgánico en los humanos es de aproximadamente 10
horas y la de los compuestos metilados es de 30 hrs. Después de haber sido absorbido en
los pulmones o en el tracto digestivo, el arsénico se distribuye ampliamente por el
cuerpo vía el torrente sanguíneo. La mayoría de los tejidos desecha el arsénico, excepto
la piel, el pelo y las uñas.
En el torrente sanguíneo se incorpora en glóbulos blancos, glóbulos rojos, y otras células
que reducen el arsenato (As V) a arsenito (As III). Es necesario que ocurra esta
reducción antes que pueda ocurrir la metilación. Una parte del arsenito (As III) es metilado
en el hígado (ver figura 1) y los metabolitos resultantes de este proceso pueden ser
excretados con mayor facilidad. No obstante, se han planteado dudas acerca de que la
metilación del arsénico inorgánico sea realmente un proceso de detoxificación, pues se ha
visto que las especies metiladas trivalentes son altamente tóxicas.
Existen grandes variaciones en el grado de metilación del arsénico, debido a factores
como son la edad, el sexo, embarazo y posibles polimorfismos genéticos que puedan
existir. Cuando una persona sobrepasa la capacidad de metilación del hígado, y sigue
expuesta a niveles altos de arsénico inorgánico, se observa un incremento en la retención
del arsénico en los tejidos blandos. Las personas con un estatus nutricional deficiente
pueden incrementar la absorción de arsenitos en el hígado, y posiblemente en otras células.
El arsénico se excreta, principalmente, por la orina. Los seres humanos excretan una
mezcla de arsénico inorgánico, arsénico monometilado y arsénico dimetilado. Los
compuestos arsenicales en la orina humana se compone de 10 a 30% de arsénico
inorgánico, 10 a 20% de MMA y 55 a 76% de DMA. El arsénico también puede ser
excretado por descamación de la piel, incorporación en cabello y uñas, por heces y sudor
(en 2 a 4 semanas). El arsénico puede provocar daños serios en los aparatos y sistemas
neurológico, respiratorio, hematológico, cardiovascular, gastrointestinal y otros.
BIBLIOGRAFÍA
https://multimedia.3m.com/mws/media/1571694O/nota-tecnica-exposicion-laboral-a-
arsenico.pdf
Organización Mundial de la Salud (OMS). [acceso 15 de mayo de 2014]. Disponible en
http://bvs.per.paho.org/bvsacd/arsenico/Arsenic2004/theme2/paper2.12.pdf

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