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1 Editorial
24
Perspectivas académicas e investigativas
Mujeres y participación
en la alta dirección
4
Marco jurídico en Colombia para
27
el acceso de las mujeres a altos Perspectiva institucional
cargos de decisión política Reflexiones sobre la inclusión
de la mujer en la política
9
Diagnóstico situacional sobre
la participación política de
las mujeres en Colombia 29 Aplicación de la Ley de Cuotas
en las entidades estatales
17 Perspectiva internacional
Las mujeres al poder 33 Recomendaciones del Observatorio
de Asuntos de Género
Editorial
El rol de las mujeres en la historia como líderes públicas y como potenciadoras del desa-
rrollo de los países, fue por mucho tiempo invisibilizado o relegado a un segundo lugar.
Sin embargo, muchas mujeres se hicieron oír e influyeron de manera contundente en
decisiones de alcance social y económico, a través de su posicionamiento en los espacios
de poder que tradicionalmente ocuparon los hombres.
Así mismo, un caso emblemático y reciente que demuestra la importancia del liderazgo
de las mujeres en el mundo, es la concesión del Premio Nobel de la Paz, en el 2011, a
tres mujeres de África: Ellen Johnson Sirleaf, Leymah Gbowee y Tawakkul Karman. En
un continente con tantos problemas de violencia y discriminación contra las mujeres, el
trabajo de tres de ellas y su participación destacada en escenarios de construcción de
paz con el fin de alcanzar la seguridad de las mujeres y la garantía de sus derechos huma-
nos, ejemplifica la fuerza, la tenacidad y la solidaridad que identifica al sexo femenino en
situaciones de conflicto.
En Latinoamérica, por su parte, diferentes mujeres han sido electas para regir los desti-
nos de los países del continente: entre otras, la ex presidenta Michelle Bachelet de Chile,
las actuales presidentas de Costa Rica y Argentina, Laura Chinchilla y Cristina Fernández
de Kirchner, respectivamente, y la recién elegida presidenta del Brasil, Dilma Rousseff.
La Presidenta Bachelet, sólo por citar un ejemplo, logró que Chile se consolidara como
uno de los países más desarrollados de Suramérica con un fuerte énfasis en lo social, y
consiguió culminar su mandato con los más altos niveles de aprobación. El rol que jugó la
ex mandataria en el desarrollo social de su país le permitió constituirse como una de las
mujeres líderes más importantes en el ámbito internacional, tanto, que actualmente es
la directora ejecutiva de la ONU Mujeres.
1
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
El sueño político de las mujeres en Colombia ha sido encarnado por cientos de ellas, quie-
nes a pesar de condiciones adversas tuvieron un papel principal en triunfos políticos y
sociales de gran trascendencia como la independencia. Así, Policarpa Salavarrieta es una
de las mujeres con más significancia en el proceso independentista de Colombia, ya que
con sus actividades y labores contribuyó de manera directa a luchar por la libertad y la
causa patriota. Adicionalmente, como mujer revolucionaria luchó en contra de la imposi-
ción de normas y roles propios de una sociedad profundamente discriminadora del sexo
femenino. Ella representa a las tantas mujeres desconocidas e invisibles para la historia
que participaron activamente en la emancipación de nuestro país.
En tiempos más recientes, el país ha tenido importantes liderazgos femeninos que han
contribuido a su desarrollo y desempeño ejemplar en varios ámbitos: La ex ministra y se-
nadora Martha Lucía Ramírez, se caracterizó por dirigir de manera exitosa un ministerio,
tradicionalmente masculino, como lo es el Ministerio de Defensa. La actual alcaldesa de
Bogotá, Clara López Obregón, fue una de las primeras mujeres en llegar a la presidencia
de un partido político en Colombia. La ex ministra y candidata a la presidencia de la Repú-
blica, Noemí Sanín Posada, quien fue la primera mujer Ministra de Relaciones Exteriores
en un país de Latinoamérica, además de contar con la más alta votación que ha tenido
una mujer candidata a la Presidencia de la República en Colombia.
María Emma Mejía, ex ministra y actual Secretaria General de la Unión de Naciones Su-
ramericanas (UNASUR); cuya elección en dicho foro constituye un voto de confianza
muy alto en sus capacidades y habilidades para contribuir al desarrollo de Latinoamérica.
Igualmente, es necesario mencionar a la Fiscal General de la Nación y ex senadora, Vivia-
ne Morales, es la primera mujer del país en ocupar el máximo cargo en la Fiscalía contri-
buyendo desde sus roles en lo público al progreso de la participación de las mujeres (fue
ponente de la Ley de Cuotas en el Congreso).
No obstante el papel primordial de todas estas mujeres en la historia del poder político
y el desarrollo económico y social de Colombia y de otros países, siguen existiendo enor-
mes dificultades y retos para alcanzar la representación paritaria (50 y 50) de mujeres y
hombres en los escenarios políticos. Las cifras para Latinoamérica así lo indican.
Con base en los datos del Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL, sólo el
17.5% de mujeres hacen parte de los gabinetes ministeriales de los países de América
Latina y el Caribe en el último periodo presidencial. Únicamente, el 22.4 % de mujeres
conforman el principal órgano legislativo nacional de esos países; por último, de acuer-
do con la misma fuente, tan sólo el 19% de mujeres son magistradas en la Corte Supre-
ma, máximo tribunal de justicia.
En conclusión, no existe duda alguna de que las mujeres, al alcanzar posiciones de de-
cisión e influencia, han contribuido de manera fundamental al progreso político, social,
humano y económico de nuestro país. A pesar de esa realidad innegable, sigue siendo
necesaria la aplicación de la ley de cuotas y la implementación de programas para el
aumento de su participación política. El fin último es alcanzar la paridad (cuantitativa y
cualitativa) entre hombres y mujeres en la toma de decisiones, tal como debe ser, tal y
como siempre ha debido ser.
3
Marco jurídico en Colombia para el acceso de
las mujeres a altos cargos de decisión política
] Ley Estatutaria 581 de 2000 o Ley de Cuotas: Señala que el 30% de los cargos de
máximo nivel decisorio y otros niveles en la estructura de la Administración Públi-
ca deben ser ocupados por mujeres. Esta Ley ha buscado garantizar a las mujeres
la adecuada y efectiva participación en todos los niveles de las ramas y demás
órganos del poder público.
] Ley Estatutaria 1475 de 2011, por la cual se adoptan reglas de organización y funcio-
namiento de los partidos y movimientos políticos, de los procesos electorales y se
dictan otras disposiciones. Estableció un porcentaje mínimo (30%) de participación
femenina en las listas de partidos políticos para cargos de elección popular, en
donde se elijan más de 5 curules (Art. 28). También definió el principio de igualdad
de género que rige los partidos políticos así: “los hombres, las mujeres y las demás
opciones sexuales gozarán de igualdad real de derechos y oportunidades para parti-
cipar en las actividades políticas, dirigir las organizaciones partidistas, acceder a los
debates electorales y obtener representación política”.
] Ley 1434 de 2011, por la cual se crea la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer
en el Congreso. Esta Comisión busca fomentar la participación de las mujeres en el
ejercicio de la labor legislativa y de control político, a través de funciones tales como
elaborar proyectos de ley para la garantía de los derechos humanos de las mujeres
en Colombia y ejercer control político para que los derechos de las mujeres se garan-
ticen en el marco de planes, programas, proyectos y políticas públicas, entre otras.
4
5
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
] Ley 1450 de 2011, que expide el Plan Nacional de Desarrollo. Establece (art. 177)
que el Gobierno Nacional en cabeza de la Alta Consejería para la Equidad de la
Mujer adoptará una política nacional de Equidad de Género, para garantizar los
derechos humanos de las mujeres y la igualdad de las mujeres. Uno de los ejes en
el que actualmente se está trabajando en el marco de formulación de esta Política
de Equidad para las mujeres, liderada por la Alta Consejería con la participación
activa del Gobierno y de las organizaciones sociales, es el de participación política
de las mujeres.
6 ]
incluyendo la toma de decisiones (Artículo 4.j.).
de instar a los Estados Parte de Naciones Unidas, a generar acciones para el au-
mento de la participación de las mujer en los niveles de adopción de decisiones en
la solución de conflictos y los procesos de paz.
Marco Jurisprudencial
En ese sentido, la Corte establece que no es concebible una democracia que tolere
el marginamiento político de la mitad de los ciudadanos, aduciendo argumentos ra-
cionalmente impresentables que ya han sido rebatidos desde hace mucho tiempo.
8
Diagnóstico situacional sobre la participación
política de las mujeres en Colombia
“El concepto de democracia tendrá significación real y dinámica, además de un efecto perdurable, sólo
cuando hombres y mujeres compartan la adopción de decisiones políticas y cuando los intereses de ambos
se tengan en cuenta por igual. (…) dondequiera que la mujer participa plenamente y en condiciones de
igualdad en la vida pública y la adopción de decisiones, mejora el ejercicio de sus derechos”10.
de la Función Pública (DAFP), se aprecia que desde el año 2006, con excepción de las Ra-
mas Legislativa y Judicial, el resto de entidades del orden nacional dan cumplimiento a la
cuota mínima del 30% de cargos ocupados por mujeres, de manera global; siendo la rama
ejecutiva (40%) y la Registraduría Nacional del Estado Civil (36%) las que cuentan con un
mayor porcentaje, seguidas de cerca por los Órganos de Vigilancia y Control (35%).
La Rama Judicial (que para efectos de la aplicación de la Ley de Cuotas está conformada por
el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, y la Fiscalía General de la Nación)
y la Rama Legislativa presentan un incumplimiento constante de la Ley desde el año 2006.
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
2006 2007 2008 2009 2010
Rama Ejecutiva 36% 36% 39% 40% 40%
Rama Legislativa 23% 28% 30% 25% 25%
Rama Judicial 20% 24% 26% 23% 26%
Org. Autónomos 29% 31% 33% 32% 32%
10
Org. de Vigilancia y Control 44% 40% 42% 36% 35%
Registraduría Nacional del Estado Civil 38% 37% 37% 35% 36%
Fuente: Función Pública. Informe 2010. Procesado por Consejería Presidencial por la Equidad de la Mujer – Observatorio por
Asuntos de Género.
Obser vatorio d e asuntos de género B o l e t í n 1 3 O b s e r v a t o r i o d e a s u n t o s d e g é n e r o
Por su parte, de acuerdo con la información del DAFP, un análisis consolidado de la apli-
cación de la Ley de Cuotas en el nivel territorial demuestra que para el período 2006-2010
hay cumplimiento por parte de las entidades territoriales.
Sin embargo, al analizar los datos entidad por entidad para el año 2010, se observa que
de las 29 Gobernaciones que reportaron información, ocho de ellas (Caldas, San An-
drés, Santander, Atlántico, Vaupés, Putumayo, Vichada y Chocó), registran porcentajes
inferiores al 30%. No reportaron información las gobernaciones de Cauca, Amazonas y
Guainía. También sobresale el hecho de que en el comparativo de años 2006-2010, la Go-
bernación del Vaupés presenta un incumplimiento continuado de la Ley.
Con respecto a las capitales de departamento, el DAFP reporta que en el año 2010, de las
29 Alcaldías Capital de Departamento que reportaron información, Santiago de Cali, Gua-
viare, Manizales, Puerto Carreño y San José de Cúcuta presentan porcentajes inferiores
al 30%. No reportaron las alcaldías de Inírida, Santa Marta y Mitú. Igualmente, se observa
que la Alcaldía de Manizales no ha dado cumplimiento a la Ley en los últimos cinco años.
11
Lo anterior conlleva a plantearse la necesidad imperiosa de continuar difundiendo la Ley
de Cuotas en mayor medida a nivel nacional y regional, con el fin de fomentar su cabal León, Magdalena y Holguín, Jime-
na: “La cuota sola no basta: el caso
cumplimiento, así como de imponer las medidas sancionatorias que contempla la Ley a de Colombia”. En Economía Colom-
aquellas entidades que no la apliquen. Adicionalmente, en relación con aquellas entida- biana: Contraloría General de la
República (Bogotá). No. 312 (Enero-
des que ya cumplieron con el 30%, hay que tener en cuenta que dicho porcentaje es el Febrero 2006). p. 57.
mínimo y no el máximo, razón por la cual las entidades del Estado no deben darse por
satisfechas una vez se haya alcanzado el 30% de cumplimiento.
18%
16%
16%
13%
14% 12% 12%
12% Senado
12% 12%
10%
11%
10% Cámara de
8%
Representantes
6%
4%
2%
0%
Período Período Período Período
1998-2002 2002-2006 2006-2010 2010-2014
Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil. Procesado por Alta Consejería Presidencial por la Equidad de la Mujer – Obser-
vatorio por Asuntos de Género.
12
A pesar de este aumento, las cifras indican que la participación de las mujeres en el Con-
Ver: http://www.eclac.cl/oig/adeci-
siones/ greso durante los últimos 13 años no ha superado en promedio el 12% del total de esca-
ños ocupados. Tal situación ubica a Colombia en los últimos lugares de Latinoamérica en
cuanto a la representación femenina en los Congresos nacionales, según el Observatorio
Esto desafortunadamente prueba que a pesar de los derechos que hemos adquirido a
nivel legal en el país, todavía debemos trabajar fuertemente en visibilizar la necesidad de
que las mujeres participen como ciudadanas de pleno derecho en la comunidad política
de Colombia14.
13
Ver: http://www.ipu.org/wmn-e/clas-
sif.htm
ii. Composición femenina en cargos de elección popular en el nivel territorial
Según los datos reportados por la Registraduría Nacional del Estado Civil, en Colombia las 14
mujeres son tan solo el 3% de los gobernadores, el 17% de los diputados, el 14% de los conce- Bernal Olarte, Angélica. “Nueve
jales y el 10% de los alcaldes. Si bien es cierto que, por un lado, tanto en Asambleas Depar- pasos prácticos para alcanzar la pa-
ridad política en los cargos de repre-
tamentales como en Alcaldías los porcentajes han aumentado paulatinamente, por el otro, sentación”. Agencia Española de
Cooperación Internacional para el
en las Gobernaciones hubo una disminución de la participación de las mujeres. Además, Desarrollo. 2008. Ver: http://www.
cuando ha habido incremento de la participación, el porcentaje no ha sido significativo o aecid.org.co/2008/uploads/parida-
dencargosderepresentacion(1).pdf
suficiente ya que continúan siendo niveles muy bajos que no reflejan el hecho de que las
mujeres en Colombia son un poco más de la mitad de la población total del país15.
15
PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN CARGOS DE ELECCIÓN POPULAR EN EL ÁMBTO TERRITORIAL, 1998-2011 De acuerdo con las proyecciones
1998 – 2000 2001 – 2003 2004 – 2007 2008-2011 del DANE, a 2010 las mujeres repre-
sentan el 50,6 de la población total
Gobernaciones 3,20% 6,25% 6,25% 3,12% del país.
13
Alcaldías 5,20% 7,30% 7,60% 9,94%
Concejos mpales. 10,32% 12,89% 13,71% 13,70%
Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil. Procesado por Alta Consejería Presidencial por la Equidad de la Mujer – Obser-
vatorio por Asuntos de Género.
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
Las cifras previamente reseñadas deben ser a su vez se analizadas a la luz de un indica-
dor que dé cuenta de la proporción de mujeres candidatas sobre el total de las personas
candidatizadas por los partidos políticos, en el entendido que “(…) las causas de la baja
participación de las mujeres son múltiples y obedecen a factores personales, sociales,
políticos, económicos, así como a las reglas de juego del sistema electoral y el funciona-
miento interno de los propios partidos políticos”16. En ese sentido, la baja participación
de las mujeres en cargos de elección popular se fundamenta en buena parte en la men-
guada proporción de las mujeres candidatas, como se reseña en el siguiente indicador17.
19.8%
17.1% 17.6%
16 16.0%
18
iv. Consideraciones finales sobre el acceso de las mujeres a cargos de representación
De acuerdo con Angélica Bernal, exis- popular en el país
ten obstáculos de partida, de entrada
y de permanencia, para que las muje-
res sean incluidas en los cargos polí- Superar la baja participación de las mujeres en los cargos de elección popular en el país,
ticos. Ob. cit. Bernal Olarte, Angélica.
tal y como lo demuestra la lectura de las cifras previamente presentadas, es uno de los
mayores retos que se presentan en los próximos años. Ante todo, es importante tener
19
claro que tales indicadores demuestran que en la sociedad siguen existiendo obstáculos
Boletín de la CEPAL, Unidad de mujer de diversa índole18 para el acceso de las mujeres a estos cargos.
y desarrollo, “Participación, repre-
sentación y decisión de las mujeres
en política”. En http://www.eclac.
org/mujer/noticias/paginas/1/28431/
Participaci%C3%B3n.pdf. Dichos obstáculos se relacionan principalmente con la permanente utilización de
“prejuicios y estereotipos culturales que se tejen en torno a la mujer, la discrimi-
nación y la visión tradicionalista de los roles de género que generan una debilitada
El trabajo para superar la situación actual debe darse de manera conjunta entre la institu-
cionalidad, la sociedad civil y los partidos políticos. Como lo afirma el Comité de la CEDAW
“[n]o es una tarea fácil superar siglos de dominación masculina en la vida pública, las muje-
res necesitan también del estímulo y apoyo de todos los sectores de la sociedad si desean
alcanzar un participación plena y efectiva, y esa tarea deben dirigirla los Estados Partes en
la Convención, así como los partidos políticos y los funcionarios públicos”20.
Por otro lado, y como una de las acciones emprendidas por la Alta Consejería para la
Equidad de la Mujer, en el cometido de generar mecanismos para que exista una demo-
cracia real dentro de los partidos y movimientos políticos así como una agenda de géne-
ro concreta, se promovió la firma de un Pacto para la inclusión efectiva de las mujeres en
la política, el cual fue firmado por representantes de 16 partidos políticos en el año 2005.
El Pacto planteó estrategias políticas, económicas, comunicativas, alianzas estratégicas
y estrategias educativas y de capacitación para superar los diversos obstáculos que impi-
den lograr la inclusión de las mujeres en la política.
Una de las medidas planteadas por el Pacto es la creación y fortalecimiento de las ofici-
nas de género en los Partidos, con el fin de que estas incorporen y hagan seguimiento
a agendas de género concretas y objetivas implementadas por los partidos. El Pacto,
a su vez, recomienda incluir garantías económicas para fortalecer las campañas de las 20
mujeres, así como trabajar con medios de comunicación para visibilizar en condiciones
Ob. cit. Comité de la CEDAW.
igualitarias a las mujeres candidatas.
la participación política de las mujeres. Esta acción no solo pretende dar cuenta de las
obligaciones que tiene el Estado para cumplir con las metas nacionales del Objetivo de
Desarrollo del Milenio 3 sino, primordialmente, activar de forma continua un instrumen-
to importante que aborde el trabajo conjunto entre Gobierno y Partidos Políticos para
15
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
alcanzar una democracia paritaria, en donde la equidad de género, tal y como lo estable-
ce la Constitución, sea uno de los ejes fundamentales del desarrollo social y democrático.
16
Perspectiva internacional
Las mujeres al poder
En el último quinquenio en América Latina y el Caribe se eligió a seis mujeres para liderar
el destino de sus países. Hoy, el 42% de la población de América Latina está gobernado
por una mujer. Un hecho inusitado para la región y para su historia. Esto no es casual.
A partir de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing en 1995,
se aceleró el proceso de inserción de las mujeres a la toma de decisiones de sus países.
A partir de los años noventa y durante la década del 2000, varios países incorporaron
cambios de forma paulatina a sus códigos electorales. Hoy 13 países latinoamericanos
cuentan con legislación que determina las cuotas para la inscripción de candidatas a los
parlamentos nacionales.
Durante la Décima Conferencia Regional sobre la Mujer los países reconocieron la pa-
ridad como elemento determinante de la democracia. Su fin es “alcanzar la igualdad
en el ejercicio del poder, en la toma de decisiones, en los mecanismos de participación
y representación social y política, y en las relaciones familiares en los diversos tipos de
familias, las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales, y que constituye una
meta para erradicar la exclusión estructural de las mujeres” (Consenso de Quito, 2007).
El camino hacia la paridad política como horizonte se vislumbra claramente si bien aún
persisten resistencias ideológicas que asumen que el rol principal de la mujer debe aso-
ciarse al hogar. En particular, la propuesta de las cuotas ha generado un importante de-
bate y diversas resistencias en el sistema político. Algunos de sus detractores –hombres
y mujeres también– argumentan que se trata de un mecanismo que quebranta los prin-
cipios de la universalidad del ciudadano y de la competencia en igualdad de condiciones
en reconocimiento al mérito personal. Es de destacar que incluso en el ámbito laboral la
mujer se ha insertado paulatinamente, pero sujeta a diversas discriminaciones en com-
paración con los hombres, hasta el momento, el 53% de las mujeres de la región participa
activamente del mundo laboral.
El impacto de las leyes de cuotas en los diferentes países de la región es desigual, sin
embargo, se puede afirmar que ha generado un aumento determinante de la represen-
tación de las mujeres, especialmente en el parlamento. A partir de 2003 este aumento
es sostenido.
Las leyes de cuotas han sido una exitosa estrategia para incrementar la presencia de las
mujeres en el parlamento. El contexto para su implementación también ha acompañado
el proceso; la transformación de las familias y la creciente incorporación de la mujer al
mercado de trabajo, los acuerdos de las conferencias mundiales y regionales sobre la
mujer han sido sin duda el ambiente propicio para el cambio. Sin embargo, la eficacia de
la cuota depende también de la dinámica de los partidos, que actúan como filtros en los
procesos electorales, de la cultura política y de las reformas democráticas. La participa-
ción política de la mujer ha dado saltos asombrosos; persisten, sin embargo, numerosas
trabas y resistencias culturales que sortear.
Por último, quisiera recalcar que existe una interconexión entre la autonomía física, es de-
cir, poder tener una vida libre de violencia y tener el control sobre su propio cuerpo; la au-
18 tonomía económica –no únicamente porque para estar en política o en altos cargos se re-
quiere de tiempo sino además porque sin recursos propios no existe libertad de acción– y
la autonomía en la toma de decisiones, ya que sin ella, ¿quién podrá defender a las mujeres?
Obser vatorio d e asuntos de género B o l e t í n 1 3 O b s e r v a t o r i o d e a s u n t o s d e g é n e r o
19
Perspectivas académicas e investigativas
La pregunta sobre la equidad: participación
política de la mujer en Colombia22
22
Nathalia Salamanca Sarmiento*
Nota: este documento es una ver-
sión editada del texto La pregunta
sobre la equidad: participación po-
lítica de la mujer en el Congreso de
Colombia periodo 2010-2014 publi-
cado originalmente por Fescol en En medio de conmemoraciones mundiales y reuniones latinoamericanas, la participación
septiembre de 2010 en el Boletín
de Análisis 1. La publicación se hace política de la mujer pareciera haber alcanzado índices importantes de representatividad,
con la autorización de la Fundación
y con colaboración de su autora. dando paso en algunos países a la discusión de la paridad por encima a la de las cuotas;
Para consultar la versión comple- esto tanto en cargos de designación como de elección popular.
ta: www.fescol.org/images/stories/
Docs/analisis/analisisgenero.pdf
El 14 de marzo de 2010, Colombia vivió una “prueba de fuego” en las urnas, con las elec-
*
ciones parlamentarias. Entonces, un poco más de trece millones de personas23 salieron a
Documento elaborado por Nathalia las urnas para elegir a sus nuevos representantes. El resultado: 102 curules al Senado (85
Salamanca Sarmiento. Comunica-
dora social y periodista. Especialista hombres y 17 mujeres) y 165 escaños a la Cámara (143 hombres y 22 mujeres). Entre las
en Teoría y Resolución de Conflictos
Armados, con un Diplomado en
ocho votaciones más altas se ubicaron seis mujeres24.
Justicia Transicional y Género. Au-
tora de artículos como Retos en el
enfoque diferencial en los procesos Estos números dan luces de la representatividad descriptiva adquirida por las mujeres en el
de DDR (Medios para la Paz, 2010) y
Desetiquetar la guerra sexual, Apun-
poder legislativo y plantean preguntas sobre los avances reales en la representatividad sus-
tes sobre la relación entre el género y tantiva de los intereses de género. Como afirma la experta británica en género y participación
el conflicto armado colombiano (Ac-
tualidad Colombiana, 2007). política, Joni Lovenduski (2005): “feminizar la política entraña mucho más que incrementar el
número de mujeres en estas instituciones”, porque en últimas, de acuerdo con Rebeca Gryns-
23
pan (2009), directora en América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para
En las elecciones parlamentarias de el Desarrollo (PNUD), la equidad de género no es un asunto “de mujeres” sino de desarrollo.
marzo de 2010, el Censo Electoral de
la Registraduría Nacional del Estado
Civil registraba 29.882.147 de cédulas
inscritas. En las elecciones se alcanzó
el 44,20 por ciento del porcentaje Pensar en la estrategia
electoral, con 13.209.390 de votos.
24 Para el Secretario General del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Elec-
toral (International IDEA), Vidar Helgesen (Llanos & Sample, 2008) la persistente subrepre-
Gilma Jiménez, Partido Verde; Dilian
Francisca Toro, Partido de la U; Olga sentación de las mujeres, tanto en los cargos de elección popular y de designación como en
Suárez, Liliana Rendón y Myriam Pa- los partidarios, revela una serie de ‘nudos’ y retos que debe afrontarse si se espera alcanzar
redes, Partido Conservador; Arleth
Casado, Partido Liberal. la meta de igualdad en los partidos políticos.
Porque si bien la presencia de más mujeres en los parlamentos es señal de inclusión, una
mayor cantidad no garantiza necesariamente mejor representación.
A razón de esta diferencia, Hanna Fenichel Pitkin, profesora emérita de Ciencias Políticas
en la Universidad de California (Estados Unidos), propone dos modos de representación
política para las mujeres: “Por una parte, accediendo como colectivo social a una repre-
sentación descriptiva (basada en su presencia física en puestos electivos o de toma de
decisiones) y, por otra, una representación sustantiva (un cambio cualitativo durante
el proceso y los resultados de la política)”, (subrayado fuera del texto) (Bonder, 2009).
En este aspecto, Colombia tiene una cantidad importante de cuentas pendientes, que
pueden pasar por las categorías definidas en la publicación Nadando contra la corriente,
mujeres y cuotas políticas en los países andinos (2005):
1. La inclusión (derechos a participar en política tanto para elegir como para ser ele-
gidos –dejar de aparecer en las listas como “relleno”–).
2. La presencia (derecho a ser elegidas en cargos de elección y de designación –leyes
de cuotas–).
3. La representación (posibilidad y responsabilidad de los elegidos de actuar confor-
me los intereses de un colectivo –las políticas con enfoque de género–).
4. La paridad (condición y resultado de cambios profundos en la organización social
–priorizar discusiones como salud sexual, educación, pobreza en las mujeres–).
La representación “cuantitativa” es clave, porque “sin una cifra significativa es muy di-
fícil influir en la agenda de contenidos” (Calvo, 2009), pero es fundamental que tanto
hombres y mujeres parlamentarios se sensibilicen con las problemáticas que afectan ma-
yoritariamente a las mujeres, como una manera de garantizar la equidad en la legislación
que, en últimas, afecta en el caso colombiano al 51 por ciento de la población.
Según el Global Gender Gap Report de 2010, en Colombia la inequidad de género sigue
siendo muy marcada. El país ocupa la posición 55 entre 134 países y “únicamente los par-
tidos políticos Liberal, Polo Democrático y Conservador han creado una secretaría de la
mujer en su estructura”25.
21
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
Este año Colombia volverá a las urnas para elegir representantes para alcaldías, concejos
y gobernaciones. El reto no es sólo que haya más mujeres candidatas y que más resulten
elegidas, sino también que la población, sobre todo las mujeres, presten especial aten-
ción a las propuestas de campaña que consideren sus necesidades específicas que se
consideran particularmente desatendidas.
Referencias bibliográficas
] Calvo, C. (2009). Hacia una agenda política para la igualdad de género en América
Latina y el Caribe. Panel Técnicas parlamentarias para la incorporación de la pers-
] León, M. (ed.), (2005). Nadando contra la corriente, mujeres y cuotas políticas en los
países andinos, Bogotá.
23
Perspectivas académicas e investigativas
Mujeres y participación en la alta dirección
El Parlamento francés acaba de aprobar una nueva ley mediante la cual en un plazo de 6
años las empresas francesas deberán contar con un 40% de mujeres en las juntas directi-
vas. En Colombia, la Ley 581 del año 2000 establece que debe haber por lo menos un 30%
de mujeres en los niveles de decisión del poder público.
24 Cómo lograr aumentar la participación de la mujer en la alta dirección y cuáles son los de-
safíos y las barreras que encuentran, han sido los temas de nuestro trabajo académico.
Hemos encontrado que el principal desafío de las mujeres que ocupan puestos directivos
Obser vatorio d e asuntos de género B o l e t í n 1 3 O b s e r v a t o r i o d e a s u n t o s d e g é n e r o
Esto señala, en nuestro concepto, la importancia de que las mujeres que hoy en día son
parte de la dirección de esas empresas, adquieran la conciencia de que con su contribu-
ción pueden marcar la diferencia para que otras mujeres accedan al poder y las organiza-
ciones se constituyan en un espacio cada vez más equitativo y más diverso.
Referencias bibliográficas
] International Labor Office (2010, January). Global Employment Trends 2010. Ge-
neva: International Labor Office. Disponible en http://www.ilo.org/public/libdoc/
ilo/P/09332/09332(2010-January).pdf
] Unesco Institute for Statistics (2011). Gross enrollment ratio in tertiary education
(%). Disponible en http://stats.uis.unesco.org/unesco/TableViewer/tableView.
aspx?ReportId=3345&IF_Language=eng
26
Perspectiva institucional
Reflexiones sobre la inclusión
de la mujer en la política
Es mi propósito fundamental transmitir por medio de estas palabras algunas de mis más
sólidas convicciones relativas al ejercicio político, pero también compartir los pilares so-
bre los que fundamento mis actuaciones privadas y públicas como líder y como mujer.
Considero que un elemento fundamental del rol político como asunto de género, más
allá de los discursos y de las igualdades puestas en el papel, pero pocas o ninguna vez
aplicadas en la realidad nacional, consiste en transformarse para la mujer en una herra-
mienta eficaz que mejore su situación y le proporcione más posibilidades de elección y
figuración pública.
Creo en una verdadera habilitación política de la mujer, como posibilidad de acceder por
el mero reconocimiento de su estatus de igual, y el mejoramiento de su condición y opor-
tunidad de participación; estos dos elementos constituyen en sí un fin de la mayor im-
portancia y son indispensables para lograr el verdadero desarrollo de una cultura política
sin exclusiones. Desde mi punto de vista, se debe lograr la igualdad y la equidad entre el
hombre y la mujer, y permitir que esta realice plenamente sus posibilidades; incorporarla
en el proceso de formulación de políticas y adopción de decisiones y en todos los aspec-
tos de la vida económica, política y cultural de nuestras regiones, como gestoras activas,
participantes y beneficiarias de las decisiones, asegurando que, al igual que los hombres,
gocen de las oportunidades necesarias para explorar y satisfacer sus inquietudes en to-
dos los niveles en la vida política.
Siendo la familia la unidad básica de la sociedad, no debemos desconocer que los cam-
bios demográficos y socioeconómicos han influido en las modalidades de formación de
27
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
Por ello deseo dejar estas sencillas reflexiones, con la esperanza que a través de las mis-
mas compartan los objetivos que propongo, y que permitirán materializar nuestra ver-
dadera participación en lo público y en lo político: Esos objetivos son: a) Contribuir a la
elaboración de políticas y leyes que presten mayor apoyo a la familia, que contribuyan
a su estabilidad y reconozcan su pluralidad de formas, en particular en lo relativo al cre-
ciente número de familias dependientes de las mujeres; b) Promover la igualdad de opor-
tunidades de participación y acceso de la mujer a la dinámica política, fortaleciendo sus
derechos; c) Velar porque cada vez más las políticas sociales y de desarrollo equilibren
el apoyo y protección a las mujeres y a sus familias, permitiendo la generación de reales
espacios de participación y decisión desde lo local a lo nacional.
28
Aplicación de la Ley de Cuotas en las
entidades estatales26
La Ley 581 de 2000 se debe aplicar en todos los cargos de libre nombramiento y remo-
ción pertenecientes al máximo nivel decisorio y otros niveles decisorios, es decir, en los
cargos pertenecientes al nivel directivo que tengan atribuciones de dirección y mando
en la formulación, planeación, coordinación, ejecución y control de las acciones y políti-
cas del Estado y desde los cuales se ejerce la dirección de cada una de las entidades pú-
blicas de las Ramas y órganos del poder público, en los órdenes nacional, departamental,
distrital y municipal.
Para el nombramiento en los cargos que deban proveerse por el sistema de ternas, se
procurará incluir, en su integración, por lo menos el nombre de una mujer. Para la de-
signación en los cargos que deban proveerse por el sistema de listas, quien las elabore
incluirá hombres y mujeres en igual proporción.
De igual forma, las mujeres deben estar representadas mínimo con el 30%, en los cursos y
seminarios de capacitación que se ofrezcan en el exterior a los/as servidores/as públicos/as
en todas las áreas y en las delegaciones de colombianas y colombianos que en comisiones
oficiales atiendan conferencias diplomáticas, reuniones, foros internacionales y comités de
expertos/as, entre otros.
Con el fin de determinar cuáles son los cargos del máximo nivel decisorio y otros niveles
decisorios, se pueden consultar los decretos que establecen los Sistema de Nomenclatu- 26
ra y Clasificación de Empleos de las entidades y organismos del Estado. En el caso de la El presente documento se realizó
Rama Ejecutiva del Poder Público: con base en la información contenida
en la publicación «Ley 581 de 2000,
Ley de Cuotas ¿Cómo aplicarla en las
Entidades?» de la Presidencia de la
] Los Decretos 2502 de 1998 y 2487 de 1999 para las entidades del orden nacional. República, la Consejería Presidencial
] El Decreto 1569 de 1998 para las entidades del orden territorial. para la Equidad de la Mujer, la Univer-
sidad Nacional de Colombia – Escuela
de Estudios de Género y Fescol.
29
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
La Ley 581 de 2000 debe cumplirse por parte de los nominadores de los cargos de libre
nombramiento y remoción del nivel directivo. Es decir, el Presidente de la República, los
Ministros, Directores de Departamento Administrativo, Superintendentes, Directores,
presidentes o gerentes de entidades descentralizadas, Gobernadores, Alcaldes, y demás
nominadores de los órdenes nacional, departamental, distrital y municipal, y/o quienes
reciban por delegación estas funciones.
La ley se incumple cuando la autoridad nominadora, ante una vacancia o nuevo cargo, no
nombra el 30% de mujeres mínimo exigido. El 30% de mujeres es un mínimo y no un máximo.
El incumplimiento de la ley constituye causal de mala conducta, que será sancionada con
suspensión hasta de treinta (30) días en el ejercicio del cargo y con la destitución del mismo
en caso de persistir en la conducta, de conformidad con el régimen disciplinario vigente.
Los cargos del nivel directivo o decisorio pueden ubicarse en el organigrama de cada
entidad y ente territorial. En las plantas de personal, su código, generalmente, inicia con
el número cero (0). El primer paso es disponer del organigrama y el manual de funciones
del municipio, aprobado por el Concejo Municipal. Por ejemplo, analicemos el siguiente
organigrama municipal:
Alcalde/sa
Asesor/a jurídico/a
Área de
Área Comisarías Coordinación
Planeación Desarrollo
Financiera de Familia de salud
Agropecuario
Servicios Coordinación
Públicos de deportes
Coordinación
Sisbén de Programas
Especiales
31
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
Con base en la información del organigrama, los cargos del nivel decisorio sobre los cua-
les se debe aplicar el mínimo del 30% son las Secretarías y la Tesorería. En el ejemplo ante-
rior, el 30% de los cinco cargos directivos corresponde a 1.5 (5 *30/100=1.5). En este caso,
deben nombrarse como mínimo dos mujeres y no una, ya que de lo contrario se estaría
incumpliendo con el mínimo exigido por la ley.
También se deberá aplicar el mínimo del 30% en los niveles decisorios de las demás de-
pendencias, cuando estos cuenten con atribuciones de dirección y mando en la formula-
ción, planeación, coordinación, ejecución y control de las acciones y políticas del Estado.
32
Recomendaciones del Observatorio
de Asuntos de Género
] Cumplir a cabalidad con el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, que establece un por-
centaje mínimo (30%) de participación femenina en las listas de partidos políticos
para cargos de elección popular, en donde se elijan más de 5 curules.
Para ser implementadas por parte de las entidades que conforman las Ramas Ejecutiva,
Judicial y Legislativa, tanto a nivel nacional como territorial del país, a las cuales se les
aplica la Ley de Cuotas:
] Cumplir estrictamente con la Ley de Cuotas (581 de 2000), teniendo en cuenta que el
30% de participación femenina es el mínimo porcentaje requerido, pero que el propó-
sito de la Ley es alcanzar la paridad (50-50) en los altos cargos de dirección del país.
] Garantizar que la política pública nacional de equidad para las mujeres contemple
acciones para la lograr la participación política de las mujeres en todos los ámbitos.
33
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
34
Contenido Boletín 13
Octubre de 2011
1 Editorial
24
Perspectivas académicas e investigativas
Mujeres y participación
en la alta dirección
4
Marco jurídico en Colombia para
27
el acceso de las mujeres a altos Perspectiva institucional
cargos de decisión política Reflexiones sobre la inclusión
de la mujer en la política
9
Diagnóstico situacional sobre
la participación política de
las mujeres en Colombia 29 Aplicación de la Ley de Cuotas
en las entidades estatales
17 Perspectiva internacional
Las mujeres al poder 33 Recomendaciones del Observatorio
de Asuntos de Género