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INTEGRANTES
EYMAN GALEANO
BARRANQUILLA / ATLANTICO
Sistema cardiovascular está formado por:
Sistema circulatorio: aporta oxígenos y nutrientes a las células del organismo mientras retira el dióxido de
carbono, los desechos metabólicos y las toxinas, puesto que si no retira los desechos las células se intoxican
y mueren.
La sangre pasa por todo nuestro cuerpo a una temperatura de 37C y transporta principalmente hormonas las
cuales llegan a ciertas zonas indicadas del cuerpo.
La sangre está compuesta por (Plasma+ células sanguíneas= glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas)
Bomba respiratoria. La presión en aurícula derecha y cava torácica dependen en gran medida de la presión
intrapleural (diferencia de presión entre la pared torácica y los órganos intratorácicos) Durante la inspiración
se produce la expansión torácica y el diafragma desciende, generándose una presión intrapleural negativa
que hace expandirse los pulmones, pero también las cavidades derechas cardiacas y el sistema cava. Esto
tiene dos consecuencias. Por un lado, la disminución de la presión en AD lleva a un aumento del gradiente
de retorno venoso (fig. 3) Por otro lado, se produce un aumento en la presión transmural cardiaca (diferencia
de presión entre las cavidades cardiacas y la presión pleural), con aumento del diámetro de estas, mayor
precarga, y aumento del volumen sistólico (mecanismo de Frank-Starling) Durante la espiración ocurre el
mecanismo opuesto, pero de forma neta un aumento de la frecuencia y profundidad de la ventilación llevará
a un aumento del retorno venoso.
Tensión arterial.
La tensión arterial se define como la cantidad de presión que se ejerce en las paredes de las arterias al
desplazarse la sangre por ellas. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg).
El lado derecho del corazón bombea sangre con un bajo contenido de oxígeno a los pulmones. El lado
derecho del corazón bombea sangre a menor presión que el lado izquierdo. Esto se denomina presión
diastólica.
El lado izquierdo del corazón bombea sangre con alto contenido de oxígeno al resto del organismo. El lado
izquierdo del corazón bombea sangre a mayor presión que el lado derecho. Esto se denomina presión
sistólica.
Se miden la presión sistólica y la diastólica y normalmente los resultados se muestran en el siguiente orden,
primero la presión sistólica y luego la diastólica.
La tensión arterial alta (hipertensión) se define normalmente como una tensión arterial confirmada de
140/90 mmHg, o más. A menudo la tensión arterial alta no causa síntomas o problemas inmediatos, pero es
un gran factor de riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares graves, como los accidentes
cerebrovasculares o las cardiopatías.
Los síntomas
Normalmente la tensión arterial alta no causa síntomas hasta que alcanza un nivel muy alto, generalmente
180/110 mmHg.
Los síntomas de que la tensión arterial ha alcanzado un nivel muy alto son: mareos, falta de aliento, visión
doble o borrosa, sangrar por la nariz y frecuencia cardiaca irregular. Si tiene alguno de estos síntomas,
deberá acudir a su médico de familia lo antes posible.
Como normalmente la tensión arterial alta no causa síntomas, es importante que se tome la tensión
regularmente. Esto es así porque la tensión arterial alta puede causar daños físicos sin que se noten. La
mayoría de los consultorios médicos y clínicas tienen un servicio para tomarse la tensión arterial
regularmente y esto también está disponible a petición. Normalmente, tomar la tensión arterial a los niños
forma parte de los reconocimientos médicos regulares.
Sistema vascular.
El sistema vascular, consta de los vasos que transportan sangre y linfa a través del cuerpo. Las arterias y las
venas transportan sangre a través del cuerpo, así suministran oxígeno y nutrientes a los tejidos del cuerpo y
eliminan los desechos de los tejidos. Los vasos linfáticos transportan líquido linfático (un líquido claro,
incoloro que contiene agua y glóbulos blancos). El sistema linfático ayuda a proteger y a mantener el medio
líquido del cuerpo mediante el filtrado y drenaje de la linfa en todas las partes del cuerpo.
El sistema vascular se compone de una serie de vasos que transportan sangre del corazón a los tejidos y a la
inversa:
-Arterias
-Arteriolas
-Capilares
-Vénulas
-Venas
Arterias: Se trata de vasos sanguíneos que transportan sangre oxigenada desde el corazón hacia el resto del
cuerpo.
Venas: Se trata de vasos sanguíneos que transportan sangre del cuerpo de regreso al corazón.
Capilares: Se trata de vasos sanguíneos diminutos que se encuentran entre las arterias y las venas que
distribuyen sangre rica en oxígeno por el cuerpo.
La sangre recorre el aparato circulatorio bombeada por el corazón. La sangre que abandona el corazón por
las arterias está saturada con oxígeno. Las arterias se dividen en ramificaciones cada vez más pequeñas para
llevar oxígeno y otros nutrientes a las células de los tejidos y a los órganos del cuerpo. A medida que la
sangre recorre los capilares, el oxígeno y otros nutrientes se introducen en las células y los desechos de las
células ingresan a los capilares A medida que la sangre abandona los capilares, es transportada por las venas
que son cada vez más grandes para poder trasportar la sangre de regreso al corazón.
RESPUESTAS.
Gasto cardiaco durante el ejercicio.
El gasto cardiaco es la cantidad de sangre expulsada por el ventrículo izquierdo en la aorta cada minuto. El
gasto cardiaco está determinado por:
-El volumen de sangre bombeado por el ventrículo cada latido (volumen sistólico-VS).
- El número de latidos por minuto (FC – Frecuencia cardíaca).
Gasto cardiaco = GC (ml/min) = VS x FC
En un adulto en reposo el volumen sistólico es aproximadamente de 70 ml/latido y la frecuencia cardiaca de
65 latidos/min. Cuando las demandas del organismo aumentan o disminuyen se modifica el GC para
satisfacerlas.
La reserva cardiaca es la proporción entre el gasto cardiaco máximo que puede conseguir una persona y el
gasto cardiaco en reposo.
Los ejercicios aeróbicos durante al menos 20 minutos, elevan el gasto cardiaco y aceleran el índice
metabólico. Una frecuencia de 3 a 5 sesiones semanales tiene una incidencia positiva en el aparato
cardiovascular.
El ejercicio mantenido aumenta la demanda de oxígeno de los músculos. Después de varias semanas de
entrenamiento una persona sana aumenta el gasto cardiaco máximo y, por consiguiente, aumenta la tasa
máxima de aporte de oxígeno a los tejidos.
Un deportista entrenado puede conseguir un gasto cardiaco de hasta seis veces el de un sedentario durante la
actividad debido a que el entrenamiento produce hipertrofia del corazón. Aunque el corazón de un deportista
entrenado es mayor, el gasto cardiaco en reposo es aproximadamente el mismo que el de una persona no
entrenada. Esto se debe a que el volumen sistólico está aumentado mientras que la frecuencia cardiaca está
disminuida. La frecuencia cardiaca de un deportista es de 40 a 60 latidos / minuto.
Otros efectos beneficiosos del acondicionamiento físico son un aumento de las lipoproteínas de alta
densidad (HDL – colesterol “bueno”), un descenso de los niveles de triglicéridos y una mejoría de la función
pulmonar. El ejercicio también ayuda a reducir la presión arterial, la ansiedad y la depresión; controlar el
peso, y aumentar la capacidad del organismo para disolver coágulos sanguíneos. El ejercicio intenso
aumenta los niveles de endorfinas. El ejercicio adecuado es un factor de inhibición de la osteoporosis.
Esta mayor contractilidad, junto con el mayor retroceso elástico resultante del mayor llenado diastólico,
incrementa la fracción de eyección en el corazón entrenado. Entra más sangre en el ventrículo izquierdo, y
un mayor porcentaje de lo que entra es expulsado con cada contracción, por lo que el volumen sistólico se
incrementa.
Frecuencia cardiaca
Determinados estudios controlados directamente han demostrado que la frecuencia cardiaca, en reposo y
durante el ejercicio, es un buen índice de la intensidad con la que está trabajando del corazón. Puesto que el
musculo activo exige más oxigeno que el musculo en reposo, no es sorprendente que el consumo de oxígeno
del corazón, y, por lo tanto, la intensidad del esfuerzo que se realiza, estén directamente relacionados con el
ritmo de la contracción del corazón. La frecuencia cardiaca en reposo se reduce considerablemente como
consecuencia del entrenamiento de resistencia.
En una persona sedentaria, la reducción es generalmente de alrededor de 1 pulsación por minuto durante el
entrenamiento inicial. Los deportistas de resistencia muy entrenados con frecuencia tienen ritmos en reposo
de 40 latidos por minutos o menos. La frecuencia cardiaca durante el ejercicio submaximo también
disminuye, con frecuencia entre 20 y 40 latidos por minutos después de 6 meses de entrenamiento
moderado. La frecuencia cardiaca submaxima de 1 persona se reduce proporcionalmente a la cantidad de
entrenamiento realizado.
Gasto cardiaco
Los efectos del entrenamiento sobre los componentes del gasto cardiaco: el volumen sistólico y la frecuencia
cardiaca, se ha comprobado que el volumen sistólico aumenta, pero que la frecuencia cardiaca generalmente
disminuye.
Cuando estamos en reposo o durante la realización de ejercicios submaximos a intensidades estandarizadas
de esfuerzo, el gasto cardiaco no cambia mucho después del entrenamiento de resistencia. Para ejercicios del
mismo ritmo metabólico submaximo (es decir, a un ritmo especifico de consumo de oxígeno, como puede
ser 1,5 litros O2/ min), el gasto cardiaco puede disminuir levemente.
No obstante, el gasto cardiaco aumenta considerablemente a ritmos máximos de esfuerzo. Ello es el
resultado principalmente del incremento del volumen sistólico máximo porque la FC MAX cambia poco o
nada. El gasto cardiaco oscila entre 14 y 20 l/min en personas no entrenadas, entre 25 y 35 l/min en personas
entrenadas y es de 40 l/min o más en deportistas muy entrenados en cuanto a su resistencia.
Flujo sanguíneo
Sabemos que los músculos activos necesitan mucho más oxígeno y nutrientes. Para satisfacer estas
necesidades, debe llevarse más sangre a estos músculos durante el ejercicio. Cuando los músculos están
mejor entrenados el sistema cardiovascular se adapta para incrementar el flujo sanguíneo a los mismos.
Cuatro son los factores responsables de este incremento en el aporte de sangre a los músculos después del
entrenamiento:
1. Mayor capilarización de los músculos entrenados
2. Mayor abertura de los capilares existentes en los músculos entrenados
3. Una más efectiva redistribución de la sangre
4. Incremento del volumen sanguíneo
Para permitir un mayor flujo sanguíneo, en los músculos entrenados se desarrollan nuevos capilares. Ello
permite que la sangre se difunda más plenamente por los tejidos. Este aumento de la capilaridad se expresa
generalmente como un incremento del número de capilares por fibra muscular, o como la proporción entre
capilares y fibras.
Tensión arterial
La tensión arterial es la presión ejercida por la sangre sobre las paredes de los vasos, y el término se refiere
generalmente a la presión de la sangre en las arterias. Se expresa con dos números: la tensión arterial
sistólica (TAS) y la tensión arterial diastólica (TAD). El número más elevado en la TAS de la sangre.
Representa la presión más alta en la arteria y corresponde a la sístole ventricular del corazón. La contracción
ventricular empuja la sangre a través que las arterias con una fuerza tremenda que ejerce una elevada presión
sobre la pared arterial. El número más bajo es la TAD de la sangre y representa a la presión más baja en las
arterias, correspondiendo a la diástole ventricular cuando el corazón está en reposo. La sangre se mueve a
través de las arterias durante esta fase no es empujada por una contracción enérgica.
Después del entrenamiento de resistencia, la tensión arterial cambia muy poco durante la realización de
ejercicios submaximos estandarizados o a ritmos de esfuerzo máximo. Pero la tensión arterial en reposo de
las personas que son moderadamente hipertensas o que se hallan al límite de la hipertensión antes del
entrenamiento suele descender.
Aunque los ejercicios contra resistencia pueden provocar grandes incrementos en la tensión arterial sistólica
y diastólica durante el levantamiento de grandes pesos, la exposición crónica a estos aumentos de tensión no
produce elevaciones de la tensión arterial en reposo. La hipertensión no es común en los halterófilos de alto
nivel, o en los deportistas de fuerza y de potencia. De hecho, el sistema cardiovascular puede responder al
entrenamiento contra resistencia reduciendo la tensión arterial en reposo.
Volumen sanguíneo
El entrenamiento de resistencia incrementa en volumen sanguíneo. Este efecto es mayor cuando más intenso
es el nivel de entrenamiento. Este mayor volumen sanguíneo, tal como se ha mencionado antes, es realmente
la consecuencia de un incremento en el volumen de plasma sanguíneo.
Se cree que esto es producido principalmente por dos mecanismos. Primero, el ejercicio aumenta la
liberación de la hormona antidiurética (ADH) y de aldosterona. Segundo, el ejercicio incrementa la cantidad
de proteínas del plasma, particularmente la albúmina. Cuando la concentración de proteínas en la sangre
aumenta, también lo hace la presión osmótica; el resultado es que se retiene más fluido en la sangre.
Por lo tanto, ambos mecanismos trabajan juntos para incrementar la porción fluida de la sangre: el plasma
sanguíneo.
Respuesta y adaptación en la circulación periférica y presión arterial en el ejercicio
Fase primaria
Se produce un inmediato aumento del flujo sanguíneo muscular, después de comenzar la contracción
muscular. Distintos estudios han observado que la latencia para la vasodilatación varía entre 5 y 20
segundos, con un retraso proporcional al diámetro del vaso.
Fase secundaria
En esta fase la vasodilatación activa es un prerrequisito, ya que la presión arterial no está todavía elevada y
la presión local en el musculo no se modifica.