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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

Escuela de derecho

Presentado por:
Seny Victoria Figueroa Muñoz

Matrícula:
201900780

Tema:
Unidad III

Asignatura:
Derecho Civil I

Facilitador:
Licda. Ismelda García Gil

Fecha de entrega:
19 de octubre, 2019

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS


Esta es la Unidad III del curso denominado: Requisitos del Contrato y las
Nulidades, en la cual tendrá la oportunidad de conocer acerca de:

Requisitos de validez.

Lo que determina que el contrato sea válido no es que sea escrito o verbal.
Ambos tienen la misma validez si se han observado los requisitos que exige la
ley para ello.
El artículo 1108 del Código Civil, somete las condiciones de validez de las
convenciones a que cumplan con cuatro condiciones esenciales:
a) El consentimiento de la parte que se obliga;
b) Su capacidad para contratar;
c) Un objeto cierto que forma la materia del compromiso; y,
d) Una causa licita en la obligación

El consentimiento.

Como ya se ha dicho, las contrataciones civiles se encuentran dominada por el


principio de la autonomía de la voluntad. Por eso se dice que la voluntad de las
partes es suficiente para que queden obligadas, es la fórmula del artículo 1134
del Código Civil, “las convenciones tienen fuerza de ley para aquellos que las
han hecho”. De ahí se desprende, que en virtud de dicho texto y del artículo 6
del Código Civil, las partes pueden crear todas las convenciones que quieran
siempre que respeten el orden público y las buenas costumbres, ya que las
cosas que interesan al orden público y a las buenas costumbres no pueden ser
derogadas por convenciones particulares.
Las partes contratantes deben externar libre y voluntariamente su
consentimiento, porque de no ser así la convención carecería de validez. Ese
acuerdo implica dos manifestaciones de voluntades concordantes donde una
haga una oferta y la otra acepte, si no se da esta concordancia no podría
hablarse de consentimiento.

El principio del consensualismo como fundamento del contrato.

El citado principio encuentra sostén en el artículo 1134 del mismo código


previamente indicado, el cual establece que: las convenciones legalmente
formadas tienen fuerza de ley para aquellos que las han hecho. No pueden ser
revocadas si no por su mutuo consentimiento. Deben llevarse a ejecución de
buena fe.
Siendo las convenciones ley entre las partes, hay que admitir que las partes
son libres y soberanas para crear las obligaciones que les parezcan, siempre
que respeten el orden público y las buenas costumbres.
De modo, pues, que desde el instante que las partes se ponen de acuerdo, ya
existen entre ellos un contrato, un vínculo jurídico que los liga, lo cual se
resume en el adagio solus consensus obligat. Ese consentimiento está
sometido a las condiciones de validez de los artículos 1108 y 1109 del indicado
Código, sin que esté sometido a otra formalidad. De modo que en lo que
respecta a las obligaciones de dar, la de entregar la cosa es perfecta, por el
solo consentimiento de las partes; que hace al acreedor propietario y pone a su
cargo aquélla desde el momento en que debió entregársele, aún cuando no se
haya realizado la tradición.

Vicios del consentimiento:

El citado principio encuentra sostén en el artículo 1134 del mismo código


previamente indicado, el cual establece que: las convenciones legalmente
formadas tienen fuerza de ley para aquellos que las han hecho. No pueden ser
revocadas si no por su mutuo consentimiento. Deben llevarse a ejecución de
buena fe.
Siendo las convenciones ley entre las partes, hay que admitir que las partes
son libres y soberanas para crear las obligaciones que les parezcan, siempre
que respeten el orden público y las buenas costumbres.
De modo, pues, que desde el instante que las partes se ponen de acuerdo, ya
existen entre ellos un contrato, un vínculo jurídico que los liga, lo cual se
resume en el adagio solus consensus obligat. Ese consentimiento está
sometido a las condiciones de validez de los artículos 1108 y 1109 del indicado
Código, sin que esté sometido a otra formalidad. De modo que en lo que
respecta a las obligaciones de dar, la de entregar la cosa es perfecta, por el
solo consentimiento de las partes; que hace al acreedor propietario y pone a su
cargo aquélla desde el momento en que debió entregársele, aun cuando no se
haya realizado la tradición.

El error,

Los vicios del consentimiento son susceptibles de afectar a todos los contratos.
El artículo1109 del Código Civil, establece que el consentimiento no es válido,
si ha sido dado por error, arrancado por violencia o sorprendido por dolo.
Existen varios errores que se pueden cometer al momento de contratar y que
pueden conllevar a la anulación del contrato. Error obstáculo o impediente, que
se subdivide a su vez en: in negotio, in corpore y error sobre la causa de la
obligación. También existe el error in substancia y sobre la persona .

El dolo

El artículo 1116 del Código Civil, establece que el dolo no es causa de nulidad
cuando los medios puestos en práctica por uno de los contratantes son tales,
que quede evidenciado que sin ellos la otra parte no hubiese contratado.
En el dolo una de las partes actúa con maniobras dolosas para así conseguir el
consentimiento de la otra persona. Este tiene que ser determinante, ya que una
simple reticencia no puede ser considerada como una maniobra.
La violencia

La violencia es un vicio del consentimiento que consiste en el constreñimiento


físico o psicológico en contra de su voluntad. Lo que el legislador ha tomado en
cuenta en este vicio del consentimiento, es que quien acepta una contratación
por esta vía, se le ha vulnerado el derecho que tiene a decidir libremente a qué
se obliga en una contratación.
La violencia como vicio del consentimiento está organizada por los artículos
1111 a 1115 del Código Civil. La violencia ejercida contra el que ha contraído
una obligación, es causa de nulidad, aunque haya sido ejercida por un tercero
distinto de aquél de quien se benefició con la contratación.

La lesión.

La lesión como vicio del consentimiento, es el perjuicio sufrido por una de las
partes contratantes, en razón de las cláusulas mismas del contrato.
Esencialmente consiste en un perjuicio económico que puede experimentar
una de las partes.
Este vicio del consentimiento no es señalado por el artículo 1108 del Código
Civil, porque éste es un vicio excepcional del consentimiento que sólo afecta a
los contratos de los cuales se derivan ventajas económicas.
La lesión aplica como vicio del consentimiento con respecto a los menores de
edad y respecto algunos actos jurídicos. En efecto, el artículo 1305 del Código
Civil establece que “La simple lesión da lugar a la rescisión en favor del menor
no emancipado, contra toda clase de convenciones, y en favor del menor
emancipado, contra todos los convenios que excedan los límites de su
capacidad, como se determina en el título de la menor de edad, de la tutela y la
emancipación”.
Además de lo previsto, en el artículo 1305, la lesión como vicio del
consentimiento procede, en los siguientes casos: aceptación de herencia, las
sociedades, la partición y la compraventa. (Arts. 783, 1854, 887 y 1674 Código
Civil).

La capacidad.

Para que el contrato sea válido también el artículo 1108 del Código Civil, exige
que el contratante tenga capacidad. La capacidad es la aptitud que tiene una
persona para realizar válidamente un acto jurídico.
En principio todo el mundo es capaz, ya que la regla es la capacidad, y la
excepción es la incapacidad. Se admite que todo el mundo puede contratar si
no ha sido declarado incapaz por la ley. (Art. 1123 del Código Civil).

Personas que no pueden contratar.

Las personas que de manera específica la ley señala que no pueden contratar
son: los menores de edad, los sujetos a interdicción, en los casos expresados
por la ley; y generalmente todos aquellos a quienes la ley le ha prohibido
ciertos contratos. (Art. 1124 Código Civil (Mod. por la Ley No. 390, de fecha 14-
12-1940, G. O. 5535).

Clases de incapacidades.

Se admiten dos tipos de incapacidades: de obrar o de ejercicio y de goce.


La incapacidad de obrar o de ejercicio, es aquella que impide que la persona
pueda ejercer por sí misma el derecho de que es titular. Es decir, tiene el
derecho pero no lo puede ejercer.
La incapacidad de goce, es aquélla que prohíbe que una persona pueda llegar
a ser titular de un derecho determinado. Esta afecta no sólo el ejercicio de un
derecho, sino al derecho mismo.

Definición de nulidades.

La nulidad es la sanción establecida por la ley que alcanza a los actos que se
han realizado con inobservancia de los requisitos exigidos para su validez.
La nulidad de un contrato es la comprobación a la falta de uno de los
elementos de validez, el cual debe reunir 4 condiciones:

a) el consentimiento de la parte que se obliga;


b) su capacidad para contratar:
c) un objeto cierto que forme la materia de compromiso,
d) una causa lícita en la obligación.

En realidad el contrato que carece de algunos de los requisitos de validez no es


nulo, si no anulable, ya que hasta que el juez no pronuncia su nulidad, este
mantiene toda su fuerza jurídica.

Clasificación de las nulidades: Nulidades expresas y virtuales,

La nulidad es expresa cuando el legislador de manera expresa señala la


sanción que corresponde a los actos que se hagan sin cumplir con
determinadas formalidades.
La nulidad es virtual cuando el legislador señala los requisitos de validez de un
acto jurídico para su validez pero no dispone de manera expresa cual es la
sanción, ante la inobservancia de ese requisito.

Nulidades absolutas y relativas.

Las nulidades absolutas son aquellas que están fundamentadas a requisitos


vinculados al orden público y las buenas costumbres, con ella se persigue
proteger a la sociedad.
Por principio general, a inobservancia de los requisitos de fondo para la validez
de las convenciones está sancionada con la nulidad absoluta.
Las nulidades relativas son dictadas para proteger a los particulares. Los
contratos que adolecen de algunos de los vicios del consentimiento, están
sancionados con la nulidad relativa.
Prescripción de la acción en nulidad.

El plazo de la prescripción es diferente, según que se trate de nulidad relativa o


absoluta.
Así de conformidad con el artículo 1304 del Código Civil, la acción en nulidad
relativa prescribe en un plazo de 5 años. Este tiempo comienza a correr en
caso de violencia, desde el día en que ésta ha cesado; en caso de error o dolo,
a partir del día en que han sido descubiertos; respecto de los incapacitados
desde el día que ha sido levantada la interdicción, y con relación a los menores
de edad, desde el día en que han alcanzado su mayoría de edad. Si se trata de
lesión el plazo de la prescripción es de 2 años.
Cuando se trata de nulidad absoluta, el plazo de la prescripción es de 20 años,
tal como prevé el artículo 2262 del Código Civil, a los términos del cual, todas
las acciones, tanto reales como personales, se prescriben por 20 años, sin que
esté obligado el que alega esta prescripción a presentar ningún título ni que
pueda oponérsele la excepción que se deduce de la mala fe.

Efecto de las nulidades. 

Las nulidades sean absolutas o relativas producen los mismos efectos. Todas
las obligaciones nacidas del contrato desaparecen por completo a
consecuencia de la nulidad que afecta al contrato, debido a su efecto
retroactivo, en consecuencia la sentencia que verifica la nulidad es declarativa:
el contrato nulo no ha existido nunca y no ha producido ningún efecto. Hasta
que el juez no decida existe una apariencia de contrato, pero cuando se ha
destruido esa apariencia, nada subsiste del contrato, esto puede traer algunos
inconvenientes, principalmente cuando las obligaciones del contrato ya han
sido ejecutadas de manera parcial o total. La retroactividad significa que las
cosas deben volver a su estado normal, cada parte debe restituir a la otra lo
que recibió, y en los contratos de ejecución sucesiva, es imposible borrar para
el pasado las ejecuciones de ciertas obligaciones, como es el caso de
contrato de arrendamiento, en el cual por efecto retroactivo, se deben borrar las
obligaciones del arrendador en favor del arrendatario.

1. Resuelve el siguiente supuesto Fáctico:

 En fecha 10 de agosto del año 2017, el señor Joseito el Sabelotodo,


vendió un supermercado al señor Ramoncito El Apleplao. Joseito para
convencer al Ramoncito, le presentó documentos contables que
evidenciaban que el negocio era muy próspero, y que dejaba grandes
ganancias (sumas millonarias), también le presentó un video de la
cantidad de gente que concurre diario al establecimiento, y ese mismo día
había mucha gente. Ramoncito con esas informaciones se dejó
convencer y decidió comprar el supermercado. En el 2019, Ramoncito
descubre que los estados financieros que le presentó el vendedor eran
falsos, así como también los videos, y que las personas que concurrieron
a comprar el día que visitó el negocio eran amigos y familiares del
vendedor que fueron invitados con ese propósito de aparentar que era un
negocio próspero. Ramoncito demandó la nulidad del contrato, aduciendo
que fue engañado, Joselito se defiende alegando que el tiempo para
demandar prescribió.
Responde.
1. ¿Qué tipo de vicio del consentimiento se puede apreciar en dicho
contrato?
En este documento podemos apreciar el dolo como vicio de contrato,
predominando sobre este el tipo de dolo, dolus bonus.
2. ¿Cuáles medios de pruebas pueda emplear el demandante para
demostrar el vicio invocado?
Todos los medios de prueba que pueda demostrar el vicio existente, en este
caso documentos contables que evidenciaban que el negocio era muy
próspero, y que dejaba grandes ganancias (sumas millonarias), los que
realmente eran falsos también un video de la cantidad de gente que concurría
diario al establecimiento, lo que más adelante se comprobó que eran familiares
que concurrieron ese día combinados con el dueño del negocio utilizado como
maniobra fraudulenta.
3. ¿Tiene razón del demandante? Justifique su respuesta invocando
textos legales, doctrina y jurisprudencia.
Si, considero que tiene razón, pues las maniobras que empleo el vendedor se
utilizaron con la finalidad de inducir a error a la parte contratante, ya que el dolo
es una acción intencional, además el vicio del dolo empleado aquí es
reprensible, pues se recurrió a la mentira al engaño y al fraude para lograr el
objetivo, del mismo modo muy determinante, pues sin estas maniobras no se
hubiese materializado el contrato.
Sobre el caso de dolo, existe jurisprudencia constante de la suprema corte de
justicia la cual ha evacuado sentencia al respecto tales como la sentencia Núm.
1296 de fecha: 19 de diciembre de 2016.
El cual por circunstancia de dolo y engaño el demandante ha causado la
muerte del demandado, ya que el dolo ha causado tanto daño, suficientemente
detrimento al demandado, de parte del demandado.
Visto la sentencia núm. 85 Fecha: 5 de febrero de 2018, hemos encontrado
jurisprudencia constante y permanente sobre caso de la especie, donde la
suprema corte de justicia ha enviado a conocer un nuevo juicio sobre dolo por
ante otro tribunal de otra jurisdicción, para conocer nueva vez sobre la
demanda de dolo ya que ha entendido que los argumentos planteados por las
partes demandada y el ministerio público, no son tan contundente para ese
acto tribunal casar la referida sentencia.
Considero que ciertamente el dolo, el engaño y la maniobra fraudulenta
persiste constantemente en los contratos, en las transacciones y en los
contratos verbales entre los actores que realizan tipos de negociaciones, y que
este tipo de dolo lo puede recoger la normativa procesan penal, el código civil
dominicano, leyes estas que amparan al demandante en el momento de que ha
sido engañado por el uso del dolo.
Bibliografía

 Hernández P. P. (2017) Las Obligaciones, Santiago de los Caballeros:


Talleres de Producciones UAPA.

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