Está en la página 1de 2

Sobre Futuros Contingentes

Uno de los temas tratados en clases, que además fue expuesto por una de las compañeras fue
el de “Futuros contingentes y principios lógicos”. Me referiré en este escrito al tema de los
futuros contingentes, por parecerme un tema relevante para mi propio proceso de
investigación y así también por considerarlo un punto importante dentro de las filosofías de
las lógicas.
Expondré, dentro de este tema, el problema del futuro contingente considerado por
Aristóteles y que posteriormente tomarán los autores que utilizó mi compañera en su
exposición. Para esto me basaré en un paper escrito por Rafael Miranda Rojas, llamado
“Futuros contingentes, bivalencia e indeterminismo epistémico”.
El caso alude a la necesidad lógica al momento de tratar los futuros contingentes, este tema
fue tratado hace cientos de años atrás por Aristóteles, el cual propone que la contingencia de
las proposiciones futuras no excluían el principio de bivalencia ni de tercero excluido, pero
que por otro lado parece equívoco pensar en la necesidad de verdadero o la necesidad de falso
de un enunciado sobre el futuro.
Bajo esta idea, Aristóteles plantea tres tesis principales sobre los futuros contingentes; la
primera tesis afirma la existencia de los futuros contingentes, la segunda que un enunciado p
sobre el futuro no es ni necesariamente verdadero ni necesariamente falso, sino que será
verdadero o falso, y la tercera tesis nos dice que el rechazo de los futuros contingentes deriva
en determinismo.
Para aclarar más el concepto de “contingencia” utilizado por Aristóteles para referirse a
eventos futuros cabe considerar que para poder determinar la verdad o falsedad de una
proposición ocurrido en un tiempo próximo tendríamos que tener conocimiento de lo que
ocurriría de por si, es por esto que se descarta la necesidad al hablar de casos futuros, pues el
hecho es que un proposición podría ser verdadera o falsa. Para aclarar más esta idea me
refiero al ejemplo utilizado por Aristóteles: “Mañana ocurrirá una batalla naval”.
Tenemos en este caso que puede ser verdadero que “Mañana ocurrirá una batalla naval”,
tanto como puede ser verdadero que “Mañana no ocurrirá una batalla naval”. Y lo mismo
puede ser utilizado en el caso de la falsedad, puede ser falsa la primera o la segunda oración,
lo que le da el carácter contingente y no necesario a las proposiciones sobre el futuro.
Esto lleva a que se respete el principio de bivalencia y del tercero excluido, y que a su vez el
tratar de esta manera las proposiciones sobre el futuro no lleven a generar determinismo
dentro del análisis de la proposición.
Esto también puede luego contrastarse con los tratamientos que dan los autores tratados por
mi compañera. Por ejemplo Lukasiewicz tiene una postura totalmente distinta al momento de
tratar los futuros contingentes, pues al no parecerle concluyente el uso de posiblemente
verdadero o falso para una oración sobre futuro, incluye en concepto de “indeterminado” que
vendría a ser un tercer valor para tratar los casos futuros, dado que el uso de verdadero o falso
lo llevaría a un determinismo, y el uso del indeterminado lo llevaría a una posibilidad
intermedia de aquello que no sabemos como terminara desarrollándose.
De este modo, me parece importante considerar que independiente de las tesis antes
planteadas sobre la verdad o falsedad de un proposición sobre futuro, el contexto de emisión,

Catalina Hidalgo
también mencionado por algunos autores tratados por mi compañera, tienen un grado de
influencia no menor al momento de tratar los futuros contingentes. Al hablar de contexto de
emisión hago referencia al tiempo en que se emite la proposición sobre un futuro. Este
momento de emisión tendrá relevancia al evaluar la posibilidad de verdad o falsedad a futuro,
así como lo afirma MacFarlane.
La modificación del contexto de emisión podría tomarse como una modificación en la
posibilidad de afirmación de la proposición en un sentido u otro, es decir, en afirmar o negar
un suceso, pues las condiciones al momento de emitir la sentencia puede cambiar a su vez la
afirmación emitida, independiente de que los futuros continúen siendo contingentes. Lo que
quiero decir es que el contexto de emisión puede modificar la oración emitida, no afectando
el evento futuro pero sí la verdad o falsedad del enunciado.
Puedo decir en un contexto de emisión “Mañana habrá una batalla naval”, y en otro contexto
de emisión decir “Mañana no habrá una batalla naval”. El hecho de que ocurra o no la batalla
naval no será modificado, pero si la validez del enunciado emitido dependiendo del contexto
de emisión.
Esta postura supone una suerte de necesidad cuando se emite la proposición, sin afectar la
validez del futuro contingente antes planteado, y sin tampoco pasar por alto el principio de
bivalencia y de tercero excluido como antes expuse.

Catalina Hidalgo

También podría gustarte