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COLEGIO KENNEDY I E D- GUIA CLASES VIRTUALES 2020

ASIGNATURA FILOSOFIA TEMA FILOSOFÍA MODERNA SIGLO XVIII

DOCENTE DIEGO ANDRES CIFUENTES ROJAS

FECHA SEPTIEMBRE DE 2020 PERIODO iV CURSO(S) ONCE 1101-1102-1103 CICLO v

INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA MODERNA DE EMANUEL KANT

Libro: la crítica de la razón pura


La importancia de Kant para la filosofía fue el haber resuelto el conflicto entre las ideas del racionalismo y las del empirismo con
respecto al conocimiento científico. Para apreciar a fondo el logro de Kant y el alcance de este gran libro, hay que entender el
contexto histórico de los problemas y conflictos, tanto intelectuales como sociales, que hicieron necesarias sus ideas. Kant nació
en Königsberg, una ciudad alemana en 1724. Su filosofía junto con la de Descartes, terminó por sepultar la filosofía medieval.
Para los hombres de la edad media, el mundo se experimentaba como una realidad sólida y segura en la que todo se relacionaba
como las piezas de un rompecabezas, cada parte en su lugar de acuerdo con el plan de Dios. Nosotros en cambio sentimos la
realidad a veces caótica y cambiante, que en muchas ocasiones no manifiesta ningún sentido claro y evidente. ¿Qué pasó con
el pensamiento medieval para que llegara hoy en día a ser tan diferente? Empezó a desmoronarse unos 200 años antes del
nacimiento de Kant, con el Renacimiento (rescate de las ideas, el arte y la cultura griega y romana ignoradas por la iglesia
durante mil años) y especialmente con la revolución científica de los siglos XVI y XVII. El trabajo de los primeros hombres de
ciencia: Francis Bacon, Copérnico, Galileo y el mismo Descartes dio un golpe fuerte al pensamiento de la iglesia al final de la
edad media. En esta nueva realidad científica sólo había cuerpos materiales que se movían en un espacio de coordenadas
cartesianas. El lenguaje de los curas, basado en la fe, estaba dando paso al lenguaje de los científicos basado en las matemáticas.
En otras palabras, el conocimiento del medievo, que se basaba en la autoridad y la revelación de Dios en la Biblia, estaba
desmoronándose ante un nuevo marco científico, centrado en la razón humana.

La Ilustración (siglo XVIII, llamado el siglo de las luces por el avance de la ciencia) es un fenómeno complejo que cuenta con
aportes de muchos individuos de diferentes países a lo largo de dos siglos. Sin embargo, la razón es el motor. Kant decía: “Sapere
aude” – “Atrévete a pensar por ti mismo”. Es interesante que utilice ese verbo “atreverse” como si el uso de la razón requería
de valor. Bueno, en aquel entonces sí. Anteriormente, todo lo que uno tenía que saber, de Dios o del mundo que le rodeaba, lo
dictaba la iglesia. Cuestionarla era impensable. El mensaje de la Ilustración era que cada uno se independizara de esa inmadurez
de sometimiento a la autoridad y que, de forma autónoma, razonara sobre la naturaleza del mundo y el papel del hombre en
él. La verdad estaba al alcance de todos. La idea era que, con esta liberación intelectual, una de tipo político sería también
inevitable. Y esa liberación se dio con la revolución francesa en 1789 que marca el fin del gobierno de los reyes y el inicio de la
democracia y su lema de “libertad, igualdad y fraternidad”. Aunque estemos lejos del periodo de la ilustración, somos herederos
de sus ideas. Los ideales de la libertad, la autonomía y el progreso están a la base de nuestras instituciones científicas, políticas
y económicas. Sin embargo, esta cultura ilustrada no se forjó de la nada. Su conformación fue un proceso difícil tanto política
como intelectualmente. Volvamos entonces al reto que la ciencia representaba para la religión. Para recordar, la nueva realidad
que planteaba la ciencia era una en la que Dios no aparecía. Sin embargo, los científicos e intelectuales europeos no se
convirtieron de golpe en ateos, ya que, aun cuando la ciencia no pudiera revelar nada sobre Dios, las personas con sus creencias
aun exigían su existencia por el miedo a asumir la vida sin un orden o destino determinado por alguien superior. Como diría
Dostoyevski en el siglo XIX: “Si Dios no existe, entonces todo es permitido”. ¿Cómo tratar cuestiones religiosas? La religión
comenzó a basarse en la razón. Siguiendo esta lógica, los filósofos racionalistas como Descartes empezaron a tratar Dios como
un ser racional que le da un orden lógico y matemático a la naturaleza, poniéndole unas leyes físicas que el hombre puede
descubrir con la razón y entender así el lenguaje divino que es de tipo matemático. Éste es el famoso Dios de los filósofos, más
un ser abstracto que un padre vivo y protector como el Dios de la Biblia.

Para los científicos racionalistas, frente a la pregunta ¿qué habría en la mente de alguien que nunca hubiera usado los sentidos?
La respuesta sería: unas ideas que no dependen de los sentidos porque nacemos con ellas (ideas innatas), es decir las traemos
de fábrica instaladas en nuestra mente. Son las ideas lógico-matemáticas (todos pueden hacer matemáticas con ojos y oídos
cerrados), la idea del Bien (todos sabemos que es el bien o el mal y algo nos lo dice en el fondo de la conciencia) y la idea de
Dios (todos tenemos la idea de un ser superior creamos o no en su existencia). Estas ideas nos permiten leer la naturaleza de
manera correcta. Son como la llave que encaja con el mundo exterior y permite abrir la puerta hacia un conocimiento correcto
del universo. Pero, a pesar de acomodar a Dios en el nuevo marco de la ciencia iniciada por Descartes, persistía una sensación
de conflicto.

Los empiristas (Locke y Hume) al contrario de Descartes y los racionalistas, piensan que el orden lógico y matemático de la
naturaleza no está en las cosas mismas, sino es una construcción mental (formación de ideas) que hacen los hombres poco a
poco, a partir de la información que reciben de los sentidos y de la combinación que se hace con esta información, hasta formar
un castillo de conceptos científicos. Las ideas no serían una copia de algo exterior. Frente a la pregunta ¿qué habría en la mente
de alguien que nunca hubiera usado los sentidos? Los empiristas responden que nada. Una mente sin información de lo exterior
está completamente vacía. No nacemos con las ideas innatas como proponían los racionalistas y nuestra mente está en blanco.
Mientras el orden del mundo en el racionalismo viene de arriba o de un principio superior como Dios y llega hasta la base
(deductivo), en el empirismo ese orden no está establecido y se construye de abajo hacia arriba (inductivo). Un ejemplo es el
siguiente: de la información que recibimos del exterior: ver un caballo y un ave con nuestros ojos, el hombre puede combinar
estas percepciones y formar una idea de algo que no ha visto como lo es un Pegaso (caballo con alas). Otro ejemplo, referido a
las ideas innatas es por ejemplo la idea del bien. Esta idea nace de lo que vemos y oímos en la cultura donde nacemos. Así, lo
que para una sociedad puede ser algo bueno, en otra eso mismo puede ser algo malo. Lo mismo, para los empiristas la idea de
Dios sería la suma de muchas cosas relacionadas que a diario vemos: un padre, lo grande, lo bueno, la justicia, las normas, el
orden, etc. Los empiristas Locke y Hume serían en sentido estricto los primeros filósofos modernos ateos. El pensamiento de
los empiristas sería un golpe definitivo a la religión ya que, el Dios de la edad media que había tenido que reacomodarse a los
marcos de la nueva ciencia racional para conservar su permanencia en la vida humana, pierde el piso o soporte racional y lógico.
Ya no hay una huella en la naturaleza o el universo que permita conocer a Dios. La mente es la que forma el orden en su interior,
usando la información que viene del exterior. La religión salió perjudicada durante el siglo XVIII, siglo al que se llamó “la
ilustración” y donde había estos debates. En fin, este complejo entramado de racionalismo, empirismo y sus consecuencias
intelectuales, políticas y religiosas es la situación en la que se encuentra Kant. Su libro “Crítica de la razón pura” es su respuesta.
En ella analiza los límites y los alcances de la razón y los sentidos para saber en qué medida es posible razonar sobre fenómenos
como Dios, el bien, la libertad y el propio mundo natural. Kant buscará una respuesta que se ubique en el medio entre empiristas
y racionalistas, dándole la razón a cada uno, pero criticando sus posturas extremas.

Con base en la lectura resuelva en el cuaderno de filosofía los siguientes puntos. Tome las respectivas fotos y enviarlas al docente

1. En una página del cuaderno defina con sus palabras y represente con un dibujo, la diferencia entre el tipo de ciencia que
proponen los empiristas y racionalistas
2. ¿Qué diferencia hay entre la experiencia de realidad que tenían los hombres de la edad media y la que experimentamos los
seres humanos en la actualidad según el primer párrafo de la lectura? Apóyese en el ejemplo del rompecabezas.
3. Explique con sus palabras lo que quiere decir según su interpretación y opinión la siguiente frase de la lectura: “El lenguaje
de los curas, basado en la fe, estaba dando paso al lenguaje de los científicos basado en las matemáticas”
4. ¿Qué significa la frase de Kant: “Sapere Aude” y por qué se necesitaba valentía para cumplir con esta frase?
5. ¿Cuál fue el logro político que se dio en la ilustración?
6. En una página del cuaderno elabore un crucigrama con preguntas con las siguientes palabras de la lectura: Ilustración,
renacimiento, inductivo, deductivo, empirismo y racionalismo.
7. ¿Qué diferencia hay entre el Dios de la Biblia y el que se pensaba en la edad media con el Dios de los filósofos en la nueva
ciencia?
8. ¿Qué son las ideas innatas y para qué sirve según los racionalistas? ¿qué crítica les hacen los empiristas a las ideas innatas?
9. Compare y responda: ¿De dónde proviene la idea de Dios para los empiristas y de dónde proviene la idea de Dios para los
racionalistas? Diga ¿con cuál de las dos explicaciones está de acuerdo y por qué?
10. Para los racionalistas la idea del bien es algo innato o con lo que nacemos (conciencia que nos dice sin importar el tiempo o
lugar lo que está bien o mal hecho). Para los empiristas la idea del bien depende de lo que vemos y oímos en la cultura donde
nacemos. Con base en este debate, escoja solo un tema de su interés: el matar, tener varias parejas al mismo tiempo, el
aborto, la eutanasia o cualquier otro que se le ocurra. Explíquelo desde las dos posturas. Por ejemplo: para los racionalistas
matar es malo porque la conciencia nos dice, sin importar el tiempo o el lugar donde nazcamos, que no debemos hacer a los
demás lo que no nos gustaría que nos hicieran y porque debemos tratar bien a nuestros semejantes. Para los empiristas
matar no es algo bueno o malo sino depende de lo que se ve y oye en la cultura donde se nace, por ejemplo, los indígenas
mayas mataban seres humanos en sacrificios rituales, sacándoles el corazón para alimentar a los dioses. Incluso muchas
personas se ofrecían a morir voluntariamente.

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